¿El Padre y el Hijo son una sola persona?

¿El Padre y el
Hijo son una sola
persona?
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¿El Padre y el Hijo son
una sola Persona?
llaman unitaria. Pero al hacer un
estudio
exhaustivo
y
con
meditación profunda en los
versículos que usan para sostener
esta forma de doctrina que
enseña la unidad corporal,
substancial y espiritual del Padre
y del Hijo, es fácil descubrir que
son dos entidades y seres
diferentes, en autoridad y en
acción, desde luego es necesario
entender las Sagradas Escrituras
como está dicho por el profeta:
“... Renglón tras renglón, línea
sobre línea: un poquito aquí y otro
poquito allá” Isaías 28: 10.
INTRODUCCION
Este tópico doctrinal desde
tiempos muy pasados ha sido
objeto de grandes discusiones, en
los concilios de Nicea, Trento, Y
Calcedonia se gastó tiempo y
energía por estar pretendiendo
estudiar a Dios. Entre los años
300 al 500 d.C. a los teólogos
romanos les apareció un dios
formado de tres personas, y en un
enredo filosófico empezaron a
enseñar “que hay tres personas
distintas en un solo Dios
verdadero”,
esa
aberrante
filosofía le apareció a Atanasio,
aunque el doctor Arrio rebatió
fuertemente esta herejía al fin se
impuso la idea Atanasiana y se
repitió tanto este dogma que
ahora
no
es
permitido
cuestionarlo, se ha creído como
una premisa universal, y para
sostenerlo algunos se atrevieron
hasta trastocar ciertos textos de
las Escrituras.
Si el Verbo es su Hijo entonces
está formado de la misma
sustancia del Padre, tiene los
mismos genes, se parece a Él en
todo, eso es lo que nos dice la
revelación en Hebreos 1:3 “el
cual, siendo el resplandor de su
gloria, y la imagen misma de su
sustancia, y quien sustenta todas
las cosas con la palabra de su
poder, habiendo efectuado la
purificación de nuestros pecados
por medio de sí mismo, se sentó a
la diestra de la Majestad en las
alturas” No podemos comprender
hoy con esta mente finita, las
profundidades que se encuentran
en esta revelación, nuestra
imaginación choca contra la
insondable sabiduría divina, cómo
P
ero otros han aparecido
creyendo en que El Padre
Dios es la misma persona
con su Hijo, el que se llamó
Jesucristo cuando estuvo en la
Tierra, esta es la doctrina que
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el Padre engendró al Hijo, y que
de Él salió otro Ser consustancial
al Padre, y por eso podemos leer
las Palabras de Jesucristo: “Yo y
mi Padre somos uno” Juan 10:30,
este es uno de los versos que
usan los unitarios para pretender
enseñar que el Padre y el Hijo son
una sola persona.
enviaste. Yo les he dado tu gloria
que tú me has dado, para que
sean uno, tal como nosotros
somos uno. Yo en ellos y tú en mí,
para que sean hechos plenos en
uno, para que el mundo sepa que
tú me has enviado y que los has
amado, como también a mí me
has amado.” Juan 17: 20 al 23.
Así que según los versos leídos no
solo el Padre y el Hijo son uno si
no que también desea que
nosotros seamos uno con ellos.
¿Que contestarían a esto los
unitarios? Es obvio que Jesús no
está hablando de una unidad
como se pretende creer por los
que enseñan que el Padre y el
Hijo son un solo ser, también la
Iglesia debe ser uno, en
propósito,
en
unidad
de
pensamientos, que no haya
disensión alguna ¿se entiende
bien esto?
Jesucristo solo dijo: “Yo y mi
Padre somos uno”, no dijo
somos una sola persona.
¿Cree usted que Jesucristo quiso
decir que literalmente ambos
eran un solo ser? ¡Cuidado con los
indoctos e inconstantes escribió
el apóstol Pedro!, porque estos
tuercen las Escrituras para su
propia perdición. En la mente de
ellos leen que Jesucristo dijo tal
cosa, pero en el texto se ve lo
contrario. Jesucristo en el mismo
Evangelio de Juan capítulo 17
hace
más
extensiva
esta
expresión de unidad, note bien
las palabras de Jesús, usted las
puede entender fácilmente sin
hacer ningún esfuerzo mental:
“No intercedo sólo por ellos, sino
también por los que crean en mí
por la palabra de ellos, para que
todos sean uno; como tú Padre
eres en mí y yo en ti, que también
ellos sean uno en nosotros, para
que el mundo crea que tú me
Igual sucede cuando Jesucristo
habla del matrimonio, el varón y
la mujer que se unen en
casamiento, Él dijo: “Así que, no
son ya más dos, sino una carne:
por tanto, lo que Dios juntó, no lo
aparte el hombre” Mateo 19:6,
pero literalmente es obvio que
estos dos seres no son uno, sí lo
son en propósito, en unión de
pensamientos, justamente así
compara Pablo a Jesucristo con la
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Iglesia, quiere que seamos uno
con Él, pero se sobre entiende en
qué sentido es la unidad.
recordemos por un momento
cuando los discípulos estaban
preguntándole sobre los tiempos
de su segunda venida, Jesucristo
dijo estas palabras: “Empero del
día y la hora nadie sabe, ni aún
los ángeles de los cielos, sino mi
Padre solo” Mateo 24: 36, si
Jesucristo fuese un solo ser con el
Padre entonces no les hubiera
dicho que solo su Padre sabía
estas cosas, repito, si Jesucristo es
también el mismo Padre les
estaba mintiendo y claro esto es
totalmente absurdo, El Padre Dios
posteriormente le reveló muchas
cosas a su Hijo cuando fue
recibido en gloria y una de esas
revelaciones
son
las
que
conocemos hoy como el libro de
Apocalipsis: “La Revelación de
Jesucristo que Dios le dio, para
manifestar a sus siervos las cosas
que deben suceder pronto... ”
Apocalipsis 1:1 la Palabra testifica
que en Él no hubo engaño,
repetimos si Jesucristo fuese la
misma persona del Padre no
hubiera escrito Juan que Dios le
reveló al Hijo estas cosas, y note
que estas revelaciones fueron
cuando el Verbo había vuelto a
recuperar su gloria. Ahora
miremos algo más en las
Escrituras las cuales nos sirven
para ver ampliamente este
concepto doctrinal: cuando el
El Padre Mayor es
que Yo
J
esucristo esclareció este
concepto y no da lugar a
creer tampoco en una
trinidad, pues esta palabra quiere
decir tres dioses iguales, por eso
los trinitarios simbolizan a su dios
con un triangulo equilátero y
Jesucristo testificó claramente
que Él Padre era mayor que Él,
Juan 14:28. El apóstol Pablo
establece un orden de jerarquía la
cual es sumamente importante
saberla: “Mas quiero que sepáis,
que Cristo es la cabeza de todo
varón; y el varón es la cabeza de
la mujer; y Dios la cabeza de
Cristo” 1 de Corintios 11:3. La
revelación divina solo nos
presenta a dos personas: al Padre
y al Hijo, luego aparece el hombre
y después la mujer, no presenta al
Espíritu Santo como cabeza de
alguien porque no es persona, y
también nos revela que Dios es la
cabeza de Cristo, ¿Qué quiere
decir esto? ¿Qué el Hijo tiene
igual autoridad o poder que el
Padre? No, bien dijo Jesucristo
que su Padre era mayor que Él;
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Maestro resucitó de entre los
muertos la primer persona que lo
vio fue María Magdalena y
después que ella lo reconoció
sucedió algo muy importante y Él
vertió estas palabras: “Y como
hubo dicho esto, volvióse atrás, y
vio a Jesús que estaba allí; mas no
sabía que era Jesús. Dícele Jesús:
Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién
buscáis? Ella, pensando que era el
hortelano, dícele: Señor, si tú lo
has llevado, dime donde le has
puesto, y yo lo llevaré. Dícele
Jesús: ¡María! Volviéndose ella,
dícele: ¡Raboni! Que quiere decir,
Maestro. Dícele Jesús: No me
toques: porque aun no he subido
á mi Padre: mas ve á mis
hermanos, y diles: Subo a mi
Padre, a mi Dios y á vuestro Dios”
Juan 20:16 al 17 En estos versos
se ve más que claro lo que
Jesucristo
enseñó
a
sus
seguidores que sobre Él había
otra autoridad, a mi Padre y a
vuestro Padre, a mi Dios y a
vuestro Dios, se necesita estar
cegado por el enemigo para no
poder entender estas palabras
del mismo Jesucristo, y cuando se
acercó el momento de ascender
al cielo para ocupar aquella
posición que había dejado
temporalmente por amor a los
hombres dijo: “… Toda potestad
me es dada en el cielo y en la
tierra” Mateo 28:18, ¿quien le dio
esa potestad si no hay otro mayor
que Él? ¿Quién fue que le dio la
autoridad sobre todo? Uno
menor no pudo haber sido, tiene
que ser uno mayor que Él y
¿Quién es? Pues es su Padre y
Dios. Pero atención a esto,
cuando el Cristo resucitado dice
estas palabras de: “Toda potestad
me es dada” Pablo nos revela algo
sumamente interesante sobre
esta doctrina: “Porque todas las
cosas las sujetó debajo de sus
pies. Y cuando dice que todas las
cosas han sido sujetadas a Él,
claramente se exceptúa aquel que
le sujetó a Él todas las cosas. Pero
luego que todas las cosas le estén
sujetas, entonces también el
mismo Hijo se sujetará al que le
sujetó a Él todas las cosas, para
que Dios sea todo en todos.”: 1
Corintios 15: 27 y 28.
Cuando este traspaso de mando
se dé será en la consumación de
los siglos después del milenio,
Pablo mediante el espíritu de
revelación nos dejó escrito:
“Luego el fin. Cuando entregue el
reino al Dios y Padre, cuando
haya suprimido todo dominio,
toda autoridad y potencia. Porque
preciso es que Él reine hasta que
haya puesto a todos sus enemigos
debajo de sus pies. Y el último
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enemigo que será destruido es la
muerte.” 1 Corintios 15:24 al 26.
Será entonces cuando los
salvados disfruten de las glorias
hoy por hoy no imaginables, la
mente humana atrofiada por el
pecado esto no lo puede
entender y mucho menos creer,
cuando el Hijo, el Verbo que se
hizo carne por amor a los
hombres haya quitado todo dolor
y la muerte, cuando de lo pasado
no haya memoria porque hasta
los mismos cielos y la tierra serán
nuevos, entonces nos daremos
cuenta quien es Ese Ser que se ha
interesado
tanto
por
los
humanos, por eso dice la Palabra:
“Y verán su rostro y su nombre
estará en sus frentes” Apocalipsis
22:4. En este mismo capítulo
leemos en el verso 1: “Después
me mostró un río limpio de agua
de vida, resplandeciente como
cristal, que salía del trono de Dios
y del Cordero” Aquí vemos el
trono del Padre y el del Hijo pero
no aparece el trono del Espíritu
Santo porque no es persona como
el Padre y el Verbo.
el pasado muy poco se habla
acerca de que el Padre Dios
tuviera un Hijo, para encontrarlo
tenemos que remover bien la
historia bíblica, se hace necesario
que vayamos al principio de las
cosas creadas: “Y dijo Dios:
hagamos al hombre á nuestra
imagen conforme á nuestra
semejanza; y señoree en los peces
del mar...” Génesis 1:26. ¿Con
quien hablaba Dios en ese
momento cuando dijo hagamos al
hombre?, no dice voy hacer al
hombre, y luego leemos la
siguiente Escritura: “Entonces dijo
Dios: He aquí el hombre ha
llegado a ser como uno de
nosotros al conocer el bien y el
mal...” Génesis 3: 22. Dios aquí
habla con alguien, la palabra
“Dios” en el hebreo se traduce
Elohim, que quiere decir familia,
Dios es una familia compuesta
hoy de el Padre y el Hijo, Pablo
escribió: “Por esta causa doblo
mis rodillas ante el padre de
nuestro Señor Jesucristo, de quien
toma nombre toda familia en los
cielos y en la tierra” Efesios 3: 14 y
15, esa familia en el cielo se
compone de el Padre y el Hijo,
cuando el Verbo se hizo carne y
habitó entre nosotros el Padre
Dios solo tenía un Hijo, leamos un
versículo bien sabido por los
lectores de las Escrituras: “Porque
Jesucristo en el
Antiguo Pacto
S
i somos cuidadosos en el
estudio de las Sagradas
Escrituras notaremos que en
6
de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel
que en él cree no se pierda, mas
tenga vida eterna” Juan 3:16, el
texto es más que claro y
contundente, el Verbo que se hizo
carne era Hijo único del padre
Dios, aunque en el cielo hay
tantísimos seres, entre ellos están
los ángeles y arcángeles, pero a
ellos no les llamó hijos: “Porque
¿a cuál de los ángeles dijo Dios
jamás Mi Hijo eres tú?, yo te he
engendrado hoy, y otra vez: Yo
seré a él Padre, Y él me será a mi
hijo? Hebreos 1: 5.
comieron el mismo alimento
espiritual, y todos bebieron la
misma bebida espiritual; porque
bebían de la roca espiritual que
los seguía, y la roca era Cristo” 1
de Corintios 10: 1 al 4.
Por supuesto que esto no era del
dominio de los maestros de la ley,
ellos
nunca
alcanzaron
a
entenderlo, porque las Escrituras
para ellos estaban selladas, Dios
mismo
había
presagiado
mediante uno de sus profetas lo
siguiente:
“Deteneos
y
maravillaos; ofuscaos y cegaos,
embriagaos, y no de vino;
tambalead, y no de sidra. Porque
el Eterno derramó sobre vosotros
espíritu de sueño, y cerró los ojos
de vuestros profetas, y puso velo
sobre las cabezas de vuestros
videntes. Y os será toda visión
como palabras de libro sellado, el
cual si dieren al que sabe leer, y le
dijeren: Lee ahora esto; él dirá: No
puedo, porque está sellado. Y si
diere el libro al que no sabe leer,
diciéndole: Lee ahora esto, él dirá:
no se leer.” Isaías 29: 9 al 12.
Tristemente el pueblo y los
sacerdotes
eran
totalmente
ignorantes en las profecías. Por
eso el apóstol les da una gran
revelación sobre quien fue el que
los guió en el desierto: “Porque
Los ángeles son seres creados, no
engendrados y por eso no son
hijos de Dios, así que en el cielo la
familia se compone de Padre y el
Hijo, pero esto no estaba
revelado para los judíos, ellos no
conocieron que el Dios que se les
había aparecido en el desierto, es
el Jesucristo en el nuevo pacto, el
Verbo que se hizo carne, Él fue
quien habló con Moisés, esto era
un misterio que se reveló hasta
en el nuevo pacto, Pablo escribe:
“Porque no quiero hermanos, que
ignoréis que nuestros padres
todos estuvieron bajo la nube, y
todos pasaron el mar; y todos en
Moisés fueron bautizados en la
nube y en el mar, y todos
7
no quiero,
ignoréis”.
hermanos
que
revelan que Jesucristo vino a
enseñarles a los intérpretes de la
ley la existencia de un Ser
superior al Verbo hecho carne
quien Él llamaba su Padre, entre
los años 200 al 500 D.C. se
discutía tanto por los padres de la
iglesia Romana que el Verbo
quien se conoce como Hijo no
había sido engendrado y que
tenía la misma autoridad de el
Padre Dios, pero todos estos
enredos no se pudieron explicar
dentro de la lógica humana por
pretender creer más de lo que
está escrito, si el Verbo es el Hijo
entonces
fue
engendrado,
¿Cuando? No lo sabemos, lo
cierto es que Él existe desde antes
de la fundación del mundo, en el
mismo Evangelio de Juan 17: 5
dice:
“Ahora
pues,
Padre
glorifícame tú al lado tuyo, con
aquella gloria que tuve contigo
antes que el mundo fuese” Nos
está hablando el Verbo hecho
carne de un infinito tiempo que
no podemos imaginarnos porque
en la Eternidad no hay tiempo de
la manera que nosotros lo
medimos.
Es obvio que lo estaban
ignorando, el trabajo del
Verbo hecho carne fue
presentarles al Dios que ellos
no conocían, Jesucristo
mismo dijo: “A Dios nadie le
vio jamás; el unigénito Hijo,
que está en el seno del Padre,
él le ha dado a conocer” Juan
1:18.
Y en otra Escritura les dice: “… A
mí me conocéis sabéis de donde
soy; y no he venido de mi mismo,
pero el que me envió es
verdadero, a quien vosotros no
conocéis” Juan 7:28 ¿Quién era
ese Ser que los Judíos no
conocían? Al Padre Dios a quien el
Verbo hecho carne había venido a
revelar a la Tierra porque nadie lo
conocía: “Estas cosas habló Jesús,
levantando los ojos al cielo, dijo:
Padre, la hora ha llegado;
glorifica a tu Hijo, para que
también tu Hijo te glorifique a ti;
como le has dado potestad sobre
toda carne, para que dé vida
eterna a todos los que le diste. Y
esta es la vida eterna: que te
conozcan a ti, el único Dios
verdadero, y a Jesucristo, a quien
tú has enviado” Juan 17: 1 al 3,
estos versículos y muchos más
No fue fácil para los hebreos
comprender este misterio de esa
unidad plural del Padre y del Hijo
hasta el día de hoy: “También el
Padre que me envió ha dado
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testimonio de mi. Nunca habéis
oído su voz, ni habéis visto su
parecer” Juan 5:37, seguro que
los doctores de la ley quedaron
todavía más confundidos, no le
encontraban principio ni fin a
aquella nueva doctrina que el
Verbo hecho carne les estaba
exponiendo, aunque bien claro
mediante la revelación divina se
ve en las Escrituras hebreas la
existencia de estos dos seres
formando la familia de Dios
mediante la unidad de su Espíritu
Santo, miremos aquella célica
visión que tuvo el profeta Daniel:
“Miraba yo en la visión de la
noche, y he aquí con las nubes del
cielo venía uno como un hijo de
hombre, que vino hasta el
Anciano de días, y le hicieron
acercarse delante de él. Y le fue
dado dominio, gloria y reino, para
que todos los pueblos, naciones y
lenguas le sirvieran; su dominio es
dominio eterno, que nunca
pasará, y su reino uno que no será
destruido.” Daniel 7: 13 al 14. Lo
que el profeta está viendo no es
otra cosa más que el recibimiento
en gloria que le hicieron al Verbo
después de haber resucitado,
cuando ascendió y se presentó
ante el Anciano de días y Padre
Dios de quien muy poco se sabe,
Él le dio toda potestad en el cielo
y en la Tierra como el mismo
Jesucristo lo dijo a sus apóstoles.
Pero el uso de ese poder y
autoridad, el Verbo que se hizo
carne irá tomando el control de
todo a su debido tiempo, como
está dicho en la profecía: “El
Eterno dijo a mi Señor: siéntate a
mi diestra, en tanto pongo a tus
enemigos debajo de tus pies”
Salmo 110:1, y el apóstol Pablo
interpreta con la revelación del
Espíritu estas profecías: “Porque
es necesario que él reine hasta
que ponga a sus enemigos debajo
de sus pies” 1 Corintios 15:25
Dijo el Señor a mi
Señor.
C
omo los intérpretes de la ley
no podían concebir en su
mente que Dios tenía un Hijo
y que por medio de Él les había
hablado todos los días, en calidad
de Verbo, el Vocero, el Logos el
que se hizo carne y habitó entre
los hombres, Hijo del cual nunca
habían oído hablar por la
ceguedad de sus entendimientos,
el Hijo del Hombre les planteó
una pregunta que ellos no
pudieron responder y desde
aquel momento dejaron de
preguntarle con el fin de hacerlo
caer en alguna equivocación: “Y
estando juntos los fariseos, Jesús
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les preguntó, Diciendo: ¿Que os
parece del Cristo? ¿De quién es
hijo? Dícenle: De David. Él les dice:
¿Pues cómo David en Espíritu le
llama Señor, diciendo: Dijo el
Señor a mi Señor: siéntate a mi
diestra, entre tanto que pongo a
tus enemigos por estrado de tus
pies? Pues si David le llama Señor,
¿Cómo es su Hijo? y nadie le podía
responder palabra; ni osó alguno
desde aquel día preguntarle más.”
Mateo 22: 41 al 46.
Ya vimos en el inicio de este
tratado que cuando se refiere al
Eterno se le menciona como
Elohim, que es una unidad plural,
y esto lo entendemos leyendo en
Génesis 11: 5 – 7: “Y descendió el
Eterno para ver la ciudad y la
torre que edificaban los hijos de
los hombres. Y dijo Dios: He aquí
el pueblo es uno, y todos éstos
tienen un solo lenguaje; y han
comenzado la obra, y nada les
hará desistir ahora de lo que han
pensado hacer. Ahora, pues,
descendamos, y confundamos allí
su lengua, para que ninguno
entienda el habla de su
compañero.” ¿Nota la pluralidad?
En términos humanos se usa
también esta expresión, cuando
hablamos de “un ejército”, una
legión, una brigada, claramente
indicamos una unidad plural.
Con toda esta explicación
creemos haber sido
suficientemente claros en este
punto doctrinal, estudiamos
como es que el Padre y el Hijo
son uno, que no se trata de
una unidad numérica, sino en
propósitos y pensamientos, y
a saber en cuanto más que
nuestra imaginación humana
no alcanza a comprender,
igual su Iglesia es uno como lo
es Dios el Padre y su Hijo
Jesucristo, también el
matrimonio, la esposa y el
esposo deben ser uno; pero en
lo literal ambos son dos
entidades diferentes, igual en
la familia de Dios en el cielo
compuesta por el Padre y el
Hijo.
Después de recapitular todo lo
que hemos expuesto en este
tratado, aun nos queda algo
importante que explicar, alguien
se preguntará ¿Jesucristo el
Verbo en cielo es Dios también?:
“En el principio era el Verbo, y el
Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios” Juan 1:1 ¿Cómo es que el
Verbo es Dios? ¿Entonces hay
dos Dioses?, El Cristo es Dios, sí,
pero sobre las cosas creadas,
Pablo lo específica con estas
“Oye, Israel: nuestro Dios, El
Señor uno es.” Deuteronomio 6:4
10
palabras: “De quienes son los
patriarcas, y de los cuales, según
la carne, vino Cristo, el cual es
Dios sobre todas las cosas,
bendito por los siglos amén”
Romanos 9.5. El Verbo es Dios
sobre todo lo creado: “… Porque
por Él fueron creadas todas las
cosas, las que hay en los cielos, y
las que hay en la tierra, visibles; e
invisibles; sean tronos, sean
dominios, sean principados, sean
potestades; todo fue creado, por
medio de Él y para Él. Y Él es antes
de todas las cosas, y todas las
cosas, en Él subsisten; y Él es la
cabeza del cuerpo que es la
iglesia, Él que es el principio, el
primogénito de entre los muertos,
para que en todo tenga la
preeminencia, por cuanto agradó
al Padre que en Él habitase toda
la plenitud” Colosenses 1:16 al 19.
Jesucristo mismo dijo que así
como el Padre da vida a los
muertos también dio autoridad al
Hijo dar vida a los muertos, y todo
el juicio se lo entregó al Hijo: “Por
lo cual Dios también le exaltó
hasta lo sumo, y le dio un nombre
que es sobre todo nombre, para
que en el nombre de Jesús se
doble toda rodilla de los que están
en los cielos, y en la tierra, y
debajo de la tierra; y toda lengua
confiese que Jesucristo es el
Señor, para gloria de Dios Padre”
Filipenses 2:9 al 11.Toda esta
autoridad conferida por el Dios de
Jesucristo durará hasta el tiempo
del Fin, pero ese fin no es un final
cualquiera: “Luego el fin, cuando
entregue el Reino al Dios y Padre,
cuando haya suprimido, todo
dominio, toda autoridad y
potencia… luego que todas las
cosas le estén sujetas, entonces
también el Hijo mismo se sujetará
al que le sujetó a Él todas las
cosas.” 1 de Corintios 15:24 al 28,
mientras este tiempo termina, el
Dios con quien nos estamos
relacionando es con el Verbo, el
que se hizo carne, Él dejó dicho:
“yo soy el camino, y la verdad, y la
vida; nadie viene al Padre, si no
por mi” Juan 14:6 Hoy con el Dios
que nos relacionamos es con el
Hijo, en la consumación de los
tiempos, cuando llegue el fin de
los finales, y el Hijo entregue al
Padre todo, entonces El Padre
tomará control de todo, pero para
ese tiempo, ya no existirá la
muerte, ni el dolor, todas las
cosas serán nuevas. Así que no
olvidemos la jerarquía instituida
por Dios el Padre: “Pero quiero
que sepáis que Cristo es la cabeza
de todo varón, y el varón, es la
cabeza de la mujer, y Dios la
cabeza de Cristo” 1 de Corintios
11:3.
11
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