LA RED URBANA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS Luanco Salinas Navia Piedras Blancas Luarca Candás Avilés GIJÓN Las Vegas Vegadeo Ribadesella Villaviciosa Lugones Tineo Pola de Siero La Corredoira Grado OVIEDO Langreo Mieres Cangas del Narcea El Entrego Llanes Arriondas Cangas de Onís Sotrondio Pola de Laviana Pola de Lena PRINCIPALES NÚCLEOS URBANOS DE ASTURIAS Más de 100 000 hab. De 50 000 a 100 000 Aglomeración metropolitana central Área de influencia inmediata Ala occidental 0 20 40 60 km Ala oriental De 25 000 a 50 000 De 10 000 a 25 000 hab. De 5 000 a 10 000 hab. De 2 500 a 5 000 hab. Asturias posee un sistema urbano muy jerarquizado, fruto del crecimiento económico desequilibrado iniciado con la industrialización. Está integrado por una aglomeración metropolitana localizada en el área central de la región y por una red de villas que articulan el territorio en la franja costera y en los valles interiores. 1. LA AGLOMERACIÓN METROPOLITANA DEL ÁREA CENTRAL La aglomeración metropolitana del área central, que ha recibido recientemente la denominación de Ciudad Astur, acoge la mayor parte de la población (860 000 habitantes, repartidos en 21 concejos) y de la actividad económica. Se trata de una aglomeración policéntrica, es decir, un único espacio urbano fragmentado en varios núcleos, ninguno de los cuales domina claramente sobre los demás. Está integrada por las ciudades más pobladas, que cuentan con una especialización funcional histórica y han evolucionado hacia una creciente integración, dando a toda el área un carácter urbano. No obstante, existen importantes discontinuidades de carácter rural coincidiendo con áreas montañosas que impiden el continuo urbano, y la ciudadanía todavía no tiene conciencia de pertenecer a un ámbito urbano común. Por tanto, los rasgos de la aglomeración metropolitana central son los siguientes: a) Concentra todas las ciudades de más de 50 000 habitantes en el llamado «ocho asturiano» (Avilés, Gijón, Oviedo, Mieres y Langreo). Estos núcleos se disponen a una distancia inferior a 35 km y a un tiempo de viaje menor de media hora respecto a la capital regional, Oviedo. 64 BLOQUE III b) Los núcleos urbanos tienen una especialización funcional histórica, aunque en la actualidad han crecido las funciones terciarias, que aportan en casi todos al menos el 50% de la población y del empleo. – En Avilés y Gijon dominan las funciones portuarias e industriales, que crecieron en torno a la actividad siderúrgica y a la relocalización de la industria siderometalúrgica de las cuencas y extendieron su influencia por los concejos vecinos (Castrillón, Corvera, Gozón y Carreño). Avilés cuenta con una mayor especialización industrial, y se encuentra en situación de estancamiento debido al proceso de desindustrialización. Gijón presenta una mayor diversificación, pues, además de la industria (siderúrgica, química), cuenta con actividades mineras (La Camocha) y terciarias relacionadas con la residencia, el ocio y la cultura. Desde la década de 1960 tiende a formarse un eje urbano-industrial casi continuo entre las instalaciones portuarias-industriales de Avilés y Gijón, que se ha visto reforzado con la construcción de la nueva acería de Tabaza. – Oviedo tiene funciones terciarias relacionadas con su centralidad y con su papel como capital del Principado. Las más destacadas son administrativas, comerciales, servicios a las empresas y banca. El alto precio del suelo y de la vivienda ha provocado la difusión de urbanizaciones y de áreas industriales y de actividad hacia los concejos vecinos. Los más favorecidos han sido los localizados en el área intermedia entre Oviedo, Gijón y Avilés, dadas las estrechas vinculaciones entre estos tres polos. – Mieres y Langreo se especializaron en funciones mineras e industriales, que dieron lugar a un poblamiento urbano lineal casi continuo en el fondo de los valles de los ríos Caudal, Nalon y sus afluentes, donde se mezclaron los usos residenciales, mineros, industriales y de transporte. En la actualidad, estas zonas han reducido considerablemente la actividad minera, han perdido sus antiguas fábricas siderúrgicas y padecen problemas de contaminación y de degradación paisajística por la proliferación de infraviviendas, de espacios vinculados a la producción minera e industrial (escombreras, canteras) y de áreas industriales semiabandonadas. Por tanto, requieren una regeneración urbana e industrial (remodelación de barrios degradados y reutilización de espacios mineros e industriales en desuso). c) Las relaciones entre los núcleos de esta aglomeración metropolitana son intensas, y están aseguradas por una densa red de comunicaciones (autovías, RENFE y FEVE), que actualmente se encuentra al borde de la saturación. Las relaciones más densas tienen lugar entre las ciudades del triángulo norte, especialmente entre Gijón y Oviedo, y son menores con las ciudades de las cuencas. Mieres presenta la ventaja de su elevada accesibilidad, acrecentada por la construcción de la autovía minera que la une con Gijón. Langreo, en cambio, presenta más dificultades para la comunicación e integración con el centro de la región. Así, desde la década de 1980, a pesar de la considerable extensión que tienen aún los espacios vacíos, el área central de Asturias adquiere las características propias de una región metropolitana: alta densidad de viviendas y actividades; elevada intensidad de los flujos de personas, información y mercancías; complementariedad y competencia por los usos del suelo (que ha llevado a ubicar algunos equipamientos en el área comprendida entre las tres ciudades principales –Cogersa, el centro recreativo de La Morgal, Mercasturias–), y difusión de actividades hacia las periferias urbanas buscando espacios más baratos y bien comunicados (urbanizaciones, polígo- 65 nos industriales y grandes superficies comerciales y de ocio), que tienden a difuminar los límites entre los núcleos («ciudad difusa»). d) Entre los núcleos urbanos existen importantes discontinuidades, coincidentes con áreas rurales de montaña, que están asumiendo cada vez más la función de parques metropolitanos para la práctica de actividades de ocio en medio rural, dotando al área central de una elevada calidad medioambiental. e) El área de influencia de la aglomeración metropolitana central abarca toda la región. No obstante, la construcción de nuevas infraestructuras de comunicación la extenderá principalmente hacia el oeste (a lo largo del eje Oviedo-Trubia-Grado-Pravia-Soto del Barco) y hacia el este (Villaviciosa-Nava-Langreo). 2. LA RED DE VILLAS Las villas distribuidas por la franja costera y los valles interiores completan la red urbana asturiana. Se caracterizan por los siguientes rasgos: a) Su tamaño demográfico es escaso, generalmente inferior a los 10000 habitantes, y en muchos casos menor de 5 000, aunque su morfología y sus funciones son urbanas. b) Sus funciones son principalmente terciarias, dado que actúan como centros de servicios para su entorno rural. Todas tienen funciones comerciales y proporcionan servicios públicos, que se han incrementado con el paso del tiempo (centros de enseñanza, consultorios médicos, ayuntamientos). Algunas, como las costeras, desempeñan otras funciones (pesqueras y turísticas). Además, las villas actúan como intermediarias entre su entorno y el área central asturiana. c) Las villas no han logrado crear áreas de influencia bien definidas, sino que compiten entre sí y comparten el mundo rural. No obstante, desde finales de la década de 1980, la búsqueda del reequilibrio territorial mediante la descentralización e implantación de servicios ha contribuido al desarrollo de las villas elegidas como sede frente a sus competidoras cercanas. Entre las villas más destacadas se encuentran: en el ala occidental, Luarca, Navia, Vegadeo, Tapia de Casariego, Cangas del Narcea y Tineo; en el centro, Cudillero, Pravia, Villaviciosa, Grado, Salas, Nava e Infiesto, y en el ala oriental, Colunga, Ribadesella, Lastres, Llanes, Arriondas y Cangas de Onís. Puerto pesquero y villa de Lastres. 66