FARMACOLOGÍA Y TERAPÉUTICA sumario Tratamiento de la larva migrans cutánea (erupción serpiginosa): comparación entre albendazol y el tratamiento tradicional GIANCARLO ALBANESE, CATERINA VENTURI, GIUSEPPE GALBIATI División de Dermovenereología, Micología y Enfermedades Tropicales, Hospital San Gerardo, Monza (MI), Italia Objetivo: La erupción serpiginosa (ES), que es característica de las regiones tropicales y subtropicales, se está observando cada vez con más frecuencia en Italia. La presencia en las playas de animales extraviados infectados por nematodos de la especie Ancylostoma favorece el contacto entre la piel humana y el suelo infestado por la larva. Materiales y métodos: Describimos nuestra experiencia con 56 pacientes (13 tratados con crioterapia, 1 con tiabendazol y crioterapia, 6 con tiabendazol, 2 con albendazol y crioterapia y 34 con albendazol). Resultados: Se consiguió una curación rápida y definitiva en los 56 pacientes. Por tanto, la eficacia terapéutica de los distintos métodos utilizados es equivalente. Conclusiones: Creemos que albendazol debería considerarse como primera línea de tratamiento. Se tolera muy bien y la aceptación de los pacientes es buena. Palabras clave: Úlceras, lepra, terapéutica. ■ Introducción La erupción serpiginosa (ES) es una parasitosis, que se caracteriza por la presencia de lesiones cutáneas serpiginosas, endémica de regiones cálidas, húmedas, tropicales y subtropicales (Figura 1), pero también está aumentando claramente en otras zonas debido a los frecuentes viajes turísticos y de trabajo a lugares exóticos. Se debe principalmente a Ancylostoma braziliense, un helminto que normalmente vive en el intestino de perros, gatos y animales salvajes. Menos frecuentemente, otras especies pueden producir el mismo cuadro clí- nico: Ancylostoma caninum, Uncinaria stenochepala, Bunostomun phlebotomun, o la larva humana de Necator americanus y Ancylostoma duodenale (3-5,8-9). El ciclo vital de los distintos nematodos es muy similar. Los huevos de los parásitos, expulsados con las heces de los animales infestados al suelo arenoso, maduran formando larvas que inicialmente son rabditiformes, después estrongiloides y después, en 5-7 días, se desarrolla el tipo infectivo filariforme (3,4,8). Si los seres humanos se ponen en contacto con el suelo contaminado, las larvas pueden atravesar la piel no desgarrada o, más frecuentemente, penetrar a través de los folículos pilosos, glándulas sudoríparas o a través de grietas de la piel (3,4). Después de un período de tiempo variable, avanzando aproximadamente 2-5 cm/día, comienzan a migrar a la epidermis, especialmente por la noche, dando lugar a una lesión inicial eritematosa, papular, inespecífica, con prurito que frecuentemente se localiza en los pies o nalgas y muslos. Aparece una lesión cutánea moderadamente inflamada, sinuosa, generalmente elevada y eritematosa, que varía en coloración desde rosa a rojo oscuro, de 2-3 mm de grosor, con un contenido seroso, a la que pueden acompañar nódulos o ampollas. A veces el aspecto clínico se representa sólo por foliculitis (1-5,8-11). Los pacientes son generalmente bañistas, pero también pueden ser jardineros, granjeros, cazadores o personas que instalan tuberías de agua, etc. Los pacientes se quejan de prurito intenso, que generalmente es la causa de insomnio y rascado violento, algunas veces con sensación de quemazón. Pude haber complicaciones infectivas o alérgicas. A veces puede coexistir síndrome de Loeffler (1,4,5,8,9,11). El diagnóstico de esta parasitosis se basa generalmente en la anamnesia clínica. Puesto que el parásito en sí está localizado a distancia de las lesiones visibles, es extremadamente difícil aislarlo mediante una biopsia de piel. Las pruebas hematoquímicas a veces muestran hipereosinofilia o aumento del porcentaje Albanese G, Venturi C, Galbiati G. Treatment of larva migrans cutanea (creeping eruption): a comparison between albendazole and traditional therapy. International Journal of Dermatology 2001; 40: 67-71. © Blackwell Science Ltd. 236 Tratamiento de la larva migrans cutánea 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 Años Figura 1. Áreas endémicas de la erupción serpiginosa. del inmunoglobulina E (IgE). Algunos autores han propuesto recientemente que se examine la lesión bajo microscopía epiluminiscente para confirmar el diagnóstico, pero otros recomiendan buscar IgG específicas con métodos de ensayo inmunosorbente ligado a enzimas (ELISA) (4,6,8). Esta dermatosis requiere el diagnóstico diferencial con otras parasitosis, por ejemplo, larva migrans visceral, erupciones de Strongyloides stercoralis, nódulos subcutáneos o granulomas debidos a otras especies y cuadros diferentes de miasis, pero también debe distinguirse de patologías más simples y comunes, como dermatitis alérgica de contacto, urticaria facticia, otros tipos de dermatitis y pioderma (3,5,8). Aunque la ES normalmente desaparece por sí misma en uno a seis meses o, rara vez, más tarde, el prurito intenso, la sensación desagradable del paciente de la larva serpenteando lentamente por debajo de la piel y las posibles complicaciones indican que debe administrarse tratamiento que reduzca la duración de la enfermedad, incluso si las distintas opciones terapéuticas son ineficaces o difíciles de poner en práctica (1-3). La crioterapia, por ejemplo, que es dolorosa para el paciente, sólo puede aplicarse a un número limitado de lesiones y es poco probable que resuelva el problema debido a la dificultad para identificar la posición exacta del parásito, que por otra parte puede soportar bajas temperaturas (4,9,11). El tratamiento tópico con tiabendazol requiere varias dosis a lo largo del día, que a veces originan reacciones irritantes locales, y sólo puede aplicarse si las lesiones son poco numerosas y limitadas y a veces va seguido de recaídas (2-5,7,8,10,11). Algunos autores han recomendado el uso tópico de crema con gamexano al 2%, ungüento de piperacina al 25% o metrifonato (3,5). El uso sistémico de tiabendazol, 25-50 mg/kg una vez o dos veces al día durante 2-5 días, o en una sola dosis de 50 mg/kg, puede ser eficaz en el caso de que haya lesiones extensas, pero está contraindicado debido a sus efectos secundarios intolerables. Además, este fármaco no se distribuye actualmente en Italia (2-5,7-11). Figura 2. Distribución de los casos por año Figura 3. Distribución de nuestra revisión por continentes Otra posibilidad es dar una sola dosis de 150-200 mg/kg de ivermectina, un fármaco capaz de erradicar el parásito originando efectos secundarios mínimos o sin ellos, pero que todavía necesita más investigación y que sólo usamos en el marco veterinario (2,4,5,7,10,11). Flubendazol (200 mg/día durante 5 días), que actualmente está en fase experimental, parece ofrecer buenas perspectivas para el futuro (4). ■ Materiales, métodos y resultados Según nuestra experiencia, una alternativa válida al tratamiento convencional es albendazol, recomendado en el caso de ES en una dosis de 400-800 mg/día durante un período que puede variar desde 1 a 7 días. Es un antihelmíntico eficaz frente a huevos, larvas y fases adultas de numerosos helmintos (1-4,7-11). No sabemos exactamente cómo actúa este fármaco. Puede reducir o bloquear la captación de glucosa, determinando así la depleción de reservas de glucógeno, con un descenso o cese de la producción de adenosina trifosfato (ATP). Puede inhibir la fumarato-reductasa o la maleato-deshidrogenasa, desacoplar la fosforilación oxidativa o inducir la degeneración de los microtúbulos citoplasmáticos, originando la muerte del parásito por autólisis. Finalmente, algunos autores cre- 237 Vol. 4, Núm. 4. Mayo 2001 Tabla 1 Regiones turísticas costeras visitadas por nuestros pacientes País América Central Número de pacientes 29 (52%) Jamaica 12 Méjico 9 Cuba 3 Santo Domingo 2 Barbados 1 Granada 1 Caribe 1 África 10 (18%) Kenia 6 Túnez 1 Tanzania 1 Senegal 1 Egipto 1 Sudamérica 6 Venezuela 2 3 Indonesia 1 Tailandia 1 Maldivas 1 Oriente Medio 1 Italia (Apulia, Cerdeña) 8 (14%) 1 (2%) 2 (4%) 40 (71%) Figura 4. Zonas más afectadas por la parasitosis. 2 (4%) 2 en que actúa inhibiendo la polimerización de los microtúbulos por medio de la unión específica del compuesto y muy selectiva a la β-tubulina. Es particularmente resistente a la inactivación, se absorbe poco en el intestino y, por tanto, generalmente se tolera bien si se administra durante un período corto de tiempo. A largo plazo, puede originar el aumento de las enzimas hepáticas o claramente producir alopecia, reacciones alérgicas, leucopenia y trombocitopenia. Ha demostrado ser teratógeno y embriotóxico en ratas y conejos, pero no parece ser mutagénico ni carcinogénico (1-4,9- 238 8 (14%) 7 (12%) Malasia Europa 2 (4%) 8 (14%) Brasil Asia 9 (16%) 1 (2%) Figura 5. Aspecto clínico de un paciente antes del tratamiento. 11). Nuestra experiencia concierne a 56 pacientes de ambos sexos, 21 mujeres (37%) y 35 hombres (63%), de edades comprendidas entre 2 y 60 años (promedio 30,43 años), que acudieron a nuestra consulta y se diag- Tratamiento de la larva migrans cutánea Tabla 2 Características de los pacientes estudiados Característica Número de pacientes Total de pacientes 56 Edad Media Intervalo 30,43 2-60 Sexo Hombre 35 (63%) Mujer 21 (37%) Periodo de incubación Media Intervalo < 1,5 meses < 1 mes-5 meses Tipo de viaje Turismo 56 (100%) Trabajo 0 (0%) Presencia de perros en la playa Sí No No recuerdan 45 (80%) 5 (9%) 6 (11%) Tipo de lesión Localizada Extensa Unilateral 49 (88%) 7 (12%) 39 (17%) Bilateral 17 (30%) Única 35 (13%) Múltiple 21 (37%) Zonas Tronco 9 (16%) Brazos 1 (2%) Escroto 2 (4%) Nalgas 8 (14%) Muslos 8 (14%) Rodillas 1 (2%) Espinillas 2 (4%) Pie 40 (71%) Plantas de los pies 28 (50%) Empeine 19 (34%) Costado 9 (16%) Tratamiento Crioterapia Tiabendazol Tiabendazol + Crioterapia Albendazol + Crioterapia Albendazol 13 (23%) 6 (11%) 1 (2%) 2 (4%) 34 (60%) Figura 6. Aspecto clínico de un paciente después del tratamiento. nosticaron de posible ES entre marzo de 1987 y diciembre de 1999 (Figura 2). Todos habían realizado recientemente viajes a zonas turísticas costeras en período de vacaciones (Figura 3), principalmente (95%) en áreas endémicas de esta parasitosis (Tabla 1). En la Tabla 2 se ofrece más información sobre las características de los pacientes. La dermatosis se encontró fundamentalmente en los pies, y algunos pacientes tuvieron alteraciones cutáneas distribuidas, como se muestra en la Figura 4. Los pacientes se trataron mediante varios sistemas, de acuerdo con el que estuviera disponible en el momento del diagnóstico. En concreto, 13 pacientes (23%), los primeros que acudieron a nuestro centro, fueron tratados con terapia física porque no había fármacos específicos con toxicidad baja para el tratamiento sistémico de esta parasitosis en el mercado en aquel momento. Ninguno experimentó episodios recurrentes con el tiempo ni cicatrices importantes, pero muchos subrayaron que el procedimiento había sido muy doloroso. Otros seis pacientes (11%) fueron tratados y con 25-50 mg/kg/día de tiabendazol sistémico durante dos días consecutivos, a pesar de su poca disponibilidad en Italia, y uno recibió este 239 sumario Vol. 4, Núm. 4. Mayo 2001 fármaco y crioterapia. Se observó regresión del prurito y de las lesiones cutáneas en todos estos casos, aunque experimentaron náuseas, diarrea y vértigos, que aparecieron mientras estaban recibiendo el tratamiento. De los 36 pacientes observados desde 1993 a 1999 y tratados con 400 mg/día de albendazol durante tres días consecutivos, en dos casos asociado con crioterapia, ninguno experimentó reacciones secundarias, a pesar de que la curación fue rápida y definitiva. A pesar de las dosis bajas utilizadas, este fármaco es activo a corto plazo: después de 24-48 horas, se detuvo la migración de la larva en la piel con la consiguiente regresión del prurito. Además, las dosis bajas permiten que las reacciones al fármaco sean prácticamente inexistentes y reducen el compromiso del paciente al mínimo (Figuras 5 y 6). ■ Conclusiones Debido al aumento de incidencia de esta parasitosis en nuestra clínica, especialmente durante el verano y vacaciones de Navidad, y la necesidad de tratamiento debida a los signos y síntomas desagradables que acompañan a esta dermatosis, albendazol puede considerarse definitivamente como el fármaco de elección. La naturaleza dolorosa y laboriosa de la crioterapia, los numerosos y desagradables efectos secundarios inducidos por el uso sistémico de tiabendazol, la frecuente recurrencia y la escasa aceptación del tratamiento galénico y la inseguridad de los nuevos fármacos recomendados hace que albendazol sea actualmente el único fármaco disponible en el mercado italiano, que constituye una solución rápida y tolerable para esta parasitosis. Bibliografía 1. Di Carlo A, Vassallo D, Iacovelli P, Leone G. Due casi di creeping disease: risultati del trattamento con albendazolo. Chron Dermatol 1995; 5 (2): 225-231. 2. Lavaroni G, Briscik E, Kokelj F. Larva migrans cuatanea trattata con albendazolo. G Ital Dermatol Venereol 1995; 130: 405-407. 3. Canizares O, Harman RRM. Helminthic disease I. Nematodes-cutaneous manifestations of intestinal parasites. In: Clinical Tropical Dermatology, 2nd edn. Cambridge, MA: Blackwell Scientific, 1992: 332-334. 4. Celano G, Ruatti P. 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