1 Arquitectura y morfometría de dos arbóreas económicamente importantes en una selva 2 caducifolia de Yucatán, México 3 Víctor Manuel Interián Ku1, Juan Ignacio Valdez Hernández2, Edmundo García Moya1, 4 Angélica Romero Manzanares1, Ma. Amparo Borja de la Rosa3, Humberto Vaquera Huerta4. 5 1 Colegio de Postgraduados, Programa en Botánica. 2Colegio de Postgraduados, Programa 6 Forestal. Carretera México-Texcoco km 36.5. Código Postal 56230. Montecillo, Estado de 7 México. Teléfono y Fax (01-595) 95-202-47. 3Universidad Autónoma Chapingo. División de 8 Ciencias Forestales. Km. 38.5 carretera México-Texcoco. Chapingo, Estado de México. 9 4 Colegio de Potgraduados, Programa en Estadística. 10 Opciones de Cornisa: 11 Arquitectura y morfometría de árboles tropicales aprovechados 12 Resumen 13 Se estudió la arquitectura y morfometría de Caesalpinia gaumeri y Gymnopodium 14 floribundum en una selva baja caducifolia de Yucatán, México, para comprender su 15 organización estructural y la relación con el medio; C. gaumeri se utiliza en construcción y G. 16 floribundum en apicultura. Se identificaron y clasificaron 24 individuos de ambas especies en 17 tres clases de tamaño: brinzales, latizales y fustales, en suelos luvisol y leptosol. La 18 arquitectura de C. gaumeri correspondió al modelo Troll, mientras que G. floribundum al 19 Champagnat. Los ángulos en las ramas fueron diferentes entre clases de tamaño: 16-45° para 20 brinzales y latizales, 46-75° para fustales (C. gaumeri); 16-45° para latizales y fustales, 46- 21 75° para brinzales (G. floribundum). El diámetro del fuste (C. gaumeri: P ≤ 0.05; G. 22 floribundum: P ≤ 0.001) y las longitudes de ramas (G. floribundum: P ≤ 0.01) estuvieron 23 significativamente asociadas al tipo de suelo. Ambas especies mostraron reiteraciones 24 relacionadas con los aprovechamientos y causas naturales. El análisis discriminante canónico 1 25 corroboró la clasificación dasométrica de los individuos y distinguió las diferencias tanto 26 arquitectónicas como morfométricas encontradas en cada una de estas clases de tamaño. 27 Palabras clave: Caesalpinia gaumeri, Gymnopodium floribundum, clases de tamaño, 28 mediciones dasométricas, tipos de suelo, análisis discriminante canónico. 29 Abstract 30 We studied the architecture and morphometry of Caesalpinia gaumeri and Gymnopodium 31 floribundum a low deciduous forest in Yucatan, Mexico, to understand its organizational 32 structure and relationship with the environment, C. gaumeri is used in construction, and G. 33 floribundum in beekeeping. We identified and classified 24 individuals of both species in 34 three size classes: saplings, latizales and stem, in soil luvisol and leptosol. The architecture of 35 C. gaumeri corresponded to the model Troll and G. floribundum is Champagnat. The angles 36 between the branches were different size classes: 16-45 ° for seedlings and saplings, 46-75 ° 37 for poles (C. gaumeri); 16-45 ° for saplinds and poles, 46-75 ° for seedlings (G. floribundum). 38 The diameter of the stem (C. gaumeri: P ≤ 0.05; G. floribundum: P ≤ 0.001) and lengths of 39 branches (G. floribundum: P ≤ 0.01) were significantly associated with soil type. Both species 40 showed reteretions related of use and natural causes. The canonical discriminant analysis 41 confirmed the classification of individuals seedlings, saplings and poles and distinguished 42 differences in architectonic and morphometric found in each of these size classes. 43 Keywords: Caesalpinia gaumeri, Gymnopodium floribundum, size-classes, forestry 44 measurements, soil types, canonical discriminant analysis. 45 La arquitectura vegetal se estudia a través de dibujos sobre un plano, los cuales 46 permiten llegar a modelar la morfología de las plantas (Tomlinson 1983), bajo la premisa de 47 que la expresión morfológica de la planta es resultante de la interacción entre el genotipo y el 48 medio que le rodea, y bajo el considerando que puede hallarse una gran variación morfológica 2 49 entre especies y aún así, contar con la posibilidad de identificar uno o más patrones de 50 crecimiento (Hallé et al., 1978; Barthélémy y Caraglio, 2007). 51 Los trabajos pioneros en este campo corresponden a Hallé y Oldeman (1970), Oldeman 52 (1974) y Hallé et al. (1978); los realizados en el trópico mexicano pertenecen a Torquebian 53 (1981) con especies de Veracruz. Echevery-Gómez (2000) y Vester (2002) modelaron la 54 arquitectura de algunas especies arbóreas de Yucatán. Baltazar-Ramírez (2001) y Echevery- 55 Gómez y Vester (2001), se ocuparon de especies de Quintana Roo. Estos trabajos son 56 interesantes, aunque en su mayoría, adolecen de indicadores de los cambios en los patrones 57 morfológicos entre etapas de desarrollo, pero hay excepciones, como lo descrito por Jiménez 58 et al. (2002) para árboles del Amazonas, quienes les dieron importancia primordial a procesos 59 como el de transición entre etapas de desarrollo y el de reiteración y que, inclusive 60 incorporaron la estadística para caracterizar efectos de supresión y predominio. Otro factores 61 generalmente omitidos en el estudio de la arquitectura vegetal son los correspondientes a los 62 efectos de los diferentes tipos de suelos y el aprovechamiento de ápices, ramas o fustes, de 63 acuerdo con el producto deseado por los dueños o usufructuarios del monte. 64 En este trabajo se le dará importancia especial a la expresión morfológica de dos 65 especies propias de la selva baja caducifolia de Yucatán: Gymnopodium floribundum Rolfe 66 (tzitzilché) y Caesalpinia gaumeri Greenm (kitinché), por ser de importancia ecológica de 67 acuerdo con su densidad (400 y 372 árboles ha-1, respectivamente) y área basal (7.7 y 13.4 m2 68 ha-1) (White y Hood, 2004) y por su valor como recurso forestal. G. floribundum destaca 69 económicamente por la cantidad de néctar que aporta a la actividad apícola (Ramírez et al., 70 2000; Moguel et al., 2005), cuya contribución junto con otras especies en el 2003 fue de 71 14.7% al total nacional (INEGI, 2005); mientras que C. gaumeri es la preferida para la 72 construcción de casas estilo maya (25% del total de casas habitación), por las cualidades 73 mecánicas y la resistencia de la madera a la pudrición, máxime que en este tipo de 3 74 construcciones los postes siempre estarán en contacto con la tierra; además que el kitinché 75 también es utilizada como leña (100 a 120 kg por semana por familia) y carbón (15.8% del 76 total de un horno) (Levy y Hernández, 1994). Ambas especies están sujetas a un 77 aprovechamiento intenso. 78 Debido a la importancia ecológica y socioeconómica de tzitzilché y kitinché y, con el 79 propósito de contribuir al conocimiento de ambas especies bajo un enfoque híbrido entre la 80 botánica teórica y la aplicada, el objetivo del presente trabajo fue describir la arquitectura 81 arbórea de Gymnopodium floribundum y Caesalpinia gaumeri con base en atributos 82 morfológicos e incluir mediciones dasométricas, con el fin de anticipar cuáles caracteres son 83 afectados o bien, contribuirían para definir o mejorar los futuros aprovechamientos en 84 beneficio de la integridad arbórea y la conservación de estos recursos forestales. 85 Las hipótesis a probar anticipan que: a) por ser ambas especies propias del medio 86 tropical serán semejantes en el patrón de crecimiento, modelo arquitectónico o morfometría 87 individual, b) que entre etapas de desarrollo el modelo es repetitivo, c) que en la interacción 88 con el medio, la influencia del suelo donde se desarrollan los individuos pudiese afectar el 89 crecimiento o disposición modular, estimada conforme al patrón morfométrico de desarrollo 90 y, d) que por ser especies aprovechadas, habrá alguna respuesta alternativa al patrón de 91 crecimiento original. 92 Materiales y método 93 En el predio particular denominado “San Manuel” (20° 23’ 46’’ Norte y 89° 26’ 19’’ 94 Oeste, con 24 msnm, 90 km al sur de Mérida) ubicado en el municipio de Dzan, Yucatán, y 95 localizado en una selva baja caducifolia de aproximadamente 60 años (Nukuch k’aax, los 96 árboles tienen más de 11 m de altura), se establecieron, en forma aleatoria, seis unidades de 97 muestreo (UM) de 10 x 20 m (White y Hood, 2004) en dos condiciones edáficas: tres UM en 98 k’ankab (luvisol, según García et al., 2005; plano, de color rojo) y otras tres en tzek’el 4 99 (leptosol, según García et al., 2005; con afloramiento rocoso). En las UM y por condición 100 edáfica se identificaron y marcaron todos los individuos de C. gaumeri y G. floribundum 101 carentes de ataque de plagas o enfermedades; se seleccionaron ocho individuos por clase de 102 tamaño: brinzales (<1.5 m de altura), latizales [≥1.5 m de altura y hasta 2.5 cm de diámetro a 103 la altura del pecho (DAP = 1.3 m sobre el suelo)] y fustales (>2.5 cm de DAP), clasificación 104 modificada de Valdez (2002), 24 árboles en total por especie. Las variables morfológicas 105 consideradas por individuo fueron: Crecimiento del eje principal: Patrón -monopódico o 106 simpódico, Forma -determinado o indeterminado, Actividad -proléptico o siléptico; 107 Ramificación: Patrón -monopodial, simpodial monocasio o simpodial dicasio, Orientación y 108 simetría -ortotrópico, plagiotrópico o combinado, Ordenamiento -eje principal orden 1 y en 109 sucesión orden 2, orden 3 , etc., Ángulo de inserción de ramas -ascendente o difuso, Longitud 110 de ramas -largas o cortas, Longitud de entrenudos -largos o macroblastos, cortos o 111 braquiblastos; Estructuras reproductivas: Posición -axilar o apical, Tipo -monopodiales 112 complejas como panículas o simpodiales cimoides clase monocasio, dicasio o pleiocasio; 113 Reiteraciones: total o parcial, adaptativa o traumática, proléptica o siléptica. La terminología 114 morfológica ya ha sido definida por autoridades en la materia (Tomlinson y Gill, 1973; 115 McMahon, 1975; Tomlinson, 1978, 1987; Hallé et al., 1978; Brayton, 1984; Moreno, 1984; 116 Osada y Takeda, 2003; Barthélémy y Caraglio, 2007). 117 118 119 Para conocer el modelo arquitectónico que mejor se ajusta a las especies en estudio, se realizaron dibujos del individuo por clase de tamaño y también, de ramas y hojas. Los atributos dasométricos fueron considerados con la finalidad de apoyar la 120 descripción morfológica de ambas especies, corroborar la categorización por clases de tamaño 121 y determinar la relación existente entre individuos dentro de las dos condiciones edáficas y 122 entre clases de tamaño. Las mediciones incluyeron: diámetro del fuste a 1.30 m de altura 123 (DAP), altura total (AT), altura a la primera rama (APRA), altura de copa (ALCOP), longitud 5 124 de ramas de primer, segundo y tercer orden, longitud de entrenudos, longitud de lámina y base 125 de la hoja. Con los resultados se realizaron análisis de varianza (ANOVA), comparaciones de 126 medias y un análisis de discriminantes canónicos (ADC), mediante el paquete estadístico SAS 127 (SAS Institute, 1999). 128 Resultados 129 Caesalpinia gaumeri 130 Se caracteriza por diferenciarse en tronco y rama, el eje principal tiene un crecimiento 131 simpódico e indeterminado con ejes plagiotrópicos que se superponen de manera continua 132 (Figura 1). El patrón de ramificación es simpodial, plagiotrópico y siléptico, sin embargo, en 133 individuos brinzal y latizal las ramas de la parte inferior del tallo, aparecen y después de cierto 134 tiempo se secan y caen conforme el eje principal crece en altura (RS y RC en Figuras 1b y 135 1c), hasta conformar un fuste sin ramas por debajo del dosel, justo antes de pasar a la etapa 136 denominada fustal (Figura 1a). La orientación de la rama de primer orden en relación al eje 137 principal es ascendente (16 a 45°) para los brinzales y latizales y difusa (46 a 75°) para los 138 fustales. Las inflorescencias son racimos. La posición de las inflorescencias es axilar, de 139 desarrollo acrópeto y filotaxia helicoidal (Figura 2a); las flores son amarillas zigomorfas con 140 manchas de color naranja en el pétalo central, hermafroditas, aunque las flores que pueden 141 transformarse en fruto son únicamente las apicales (Figura 2b), es decir, las que desarrollaron 142 y polinizaron al último, las primeras defloran y caen. Las hojas jóvenes (Figura 2a) son rojas 143 en comparación con las maduras (Figura 2b). 144 Es común encontrar lesiones y cavidades en la parte interna del tronco en la etapa fustal 145 como respuesta al daño causado por el alojamiento de larvas y hormigas adultas ho’och 146 (Pachycondyla villosa Fabricius) y modificación arquitectónica a manera de reiteraciones 147 traumáticas silépticas (R en Figura 1a) como respuesta al daño físico de las ramas. 6 148 El análisis de varianza entre clases de tamaño mostró diferencias altamente 149 significativas (P ≤ 0.001) en los atributos dasométricos: DAP, altura total, altura de copa y a 150 la primera rama, longitud de rama de primer orden y longitud de entrenudo, y significativa (P 151 ≤ 0.05) para el ángulo de inserción de rama de primer orden y longitud de rama de tercer 152 orden (Cuadro 1). Entre los tipos de suelo hubo diferencias significativas (P ≤ 0.05) para DAP 153 y ángulo de inserción de rama de tercer orden, mientras que para las clases de tamaño dentro 154 de tipo de suelo sólo se encontró diferencia significativa (P ≤ 0.05) para DAP (Cuadro 1). 155 Los valores promedio de atributos dasométricos indican que los fustales presentaron 156 mayores (Tukey, P ≤ 0.05) DAP, altura total, de copa y a la primera rama, longitudes de rama 157 de primer y tercer orden y de entrenudos, mientras que brinzales y latizales muestran valores 158 menores (Tukey, P ≤ 0.05) para altura total y de copa, así como para el ángulo de inserción de 159 rama de primer orden (Cuadro 2). Los individuos que crecen en k’ankab cuentan con mayores 160 (Tukey, P ≤ 0.05) DAP y ángulo de inserción de rama de tercer orden y los que crecen en 161 tzek’el tienen mayores (Tukey, P ≤ 0.05) longitudes de rama de segundo orden (Cuadro 2). 162 El análisis de discriminantes canónicos (ADC) para los atributos dasométricos indicó 163 que las primeras dos funciones discriminantes (FD) explicaron el 99% de la variación total 164 (Figura 3). Las variables que contribuyeron a determinar la FD1 (96.5%) fueron: altura total, 165 longitud de rama de primer orden, DAP, altura a la primera rama y altura de copa, lo cual 166 indica que el plano arquitectónico del árbol se imprime desde el principio de las etapas de 167 desarrollo, privilegiando la expresión de esos caracteres para alcanzar el estrato superior. Para 168 la FD2 (2.5%) los atributos de importancia fueron: ángulo de inserción de rama de tercer 169 orden y longitud de rama de segundo orden, cualidades relacionadas con la anchura de copa. 170 La figura 3 muestra una clara separación entre fustales y latizales, pero no así entre latizales y 171 brinzales. Sin embargo, los latizales que crecen en suelos tzek’el se separan de los brinzales. 7 172 De acuerdo con las significancias estadísticas del cuadro 3, no existe separación entre tipos de 173 suelo dentro de clase de tamaño. 174 Gymnopodium floribundum 175 Presenta un patrón de crecimiento simpódico, indeterminado y siléptico del eje 176 principal, por superposición indefinida de ejes dorsiventrales mixtos (plagiotrópicos y 177 ortotrópicos), con filotaxia helicoidal (Figura 4). Cada eje distal de relevo cuelga por su 178 propio peso (Figuras 4c y 4d), el renuevo se origina en la parte superior al inicio de la curva 179 del eje colgante (Figura 4c). Los retoños en la parte distal del eje se convierten en ramas 180 mientras que los proximales forman parte del tronco. El patrón de ramificación es simpodial 181 monocasio, de orientación combinada y siléptico, la orientación de la rama de primer orden 182 con respecto al eje principal es ascendente (16-45°) para latizal y fustal y difusa (46-75°) para 183 brinzal. Es común encontrar reiteraciones traumáticas parenquimatosas en forma de nudos 184 bayoneta (RNB) en ramas de primer orden (Figuras 4b, 4c y 4d), como respuesta a los 185 múltiples daños físicos a los que está expuesta esta especie por encontrarse en el estrato 186 medio-bajo del dosel y complejos de reiteraciones (CR) adaptativas en ramas de primer y 187 segundo orden como parte del proceso natural de crecimiento de los latizales (Figura 4c). Las 188 inflorescencias tipo panículas racemosas desarrollan en forma acrópeta y se estructuran en 189 filotaxia helicoidal; las flores son trímeras y hermafroditas (Figura 5). 190 El análisis de varianza indica que con excepción del ángulo de inserción de rama de 191 primer orden, las variables registradas tuvieron diferencias significativas (P ≤ 0.05) y 192 altamente significativas (P ≤ 0.01, P ≤ 0.001) entre clases de tamaño y tipos de suelo, así 193 como clases de tamaño dentro de tipo de suelo (Cuadro 4). 194 El cuadro 5 muestra que los brinzales tuvieron copas más abiertas en comparación con 195 fustales y latizales porque sus ángulos de inserción de ramas de segundo orden fueron 196 significativamente mayores (Tukey, P ≤ 0.05). Los establecidos en suelos k’ankab tuvieron 8 197 ramas de segundo y tercer orden con mayores ángulos de inserción (Tukey, P ≤ 0.05), los 198 individuos establecidos en suelos tzek’el tuvieron mayores longitudes de rama de segundo y 199 tercer orden. 200 El ADC indicó que las primeras dos funciones discriminantes (FD) explicaron el 97.6% 201 de la variación total (Figura 6). Las variables que contribuyeron a determinar la FD1 (94.4 %) 202 fueron: DAP, altura total, altura de copa y longitud de entrenudos; mientras que para la FD2 203 (3.2%), la longitud y el ángulo de inserción de rama de segundo orden fueron las de mayor 204 importancia. En la figura 6 se observa una clara separación entre fustales, latizales y brinzales, 205 así como para fustales entre tipos de suelo. Lo anterior está apoyado por los resultados que se 206 muestran en el cuadro 6. 207 Ambas especies no mostraron metamorfosis, es decir, cambios en el modelo 208 arquitectónico inducidos por cambio en la etapa de desarrollo. 209 Discusión 210 De acuerdo con los patrones de crecimiento y ramificación de estas dos especies en la 211 etapa adulta, C. gaumeri adopta el modelo Troll, como todas las leguminosas mientras que G. 212 floribundum se expresa morfológicamente conforme al modelo Champagnat, tal y como 213 habían sido identificadas por Hallé et al. (1978) y Vester (2002). La caída de ramas que 214 crecen sobre el eje principal en brinzales y latizales de C. gaumeri, producto de autopodas, 215 reduce la amplitud de la copa y forma un fuste limpio en los fustales (Mäkelä y Valentine, 216 2006) , característica que funcionalmente favorece a plantas de estratos inferiores, porque 217 permite difundir la luz solar y aprovechar los gradientes de radiación (Küppers, 1989), 218 mientras que en términos de aprovechamiento, la autopoda tiene fustes limpios que luego 219 serán utilizadas para la construcción. Las lesiones y los daños físicos presentes en los troncos 220 de los fustales afectan la calidad y valor económico de la madera futura, ya que genera 221 cavidades en la parte interna del tallo y cicatrices en la cara externa, además de fustes cortos, 9 222 curvos o torcidos, que demeritan la calidad de la madera potencialmente útil para las 223 construcciones rurales e impide la fabricación de muebles. 224 El análisis de varianza, la comparación de medias y los discriminantes canónicos 225 realizados para la orientación de las ramas de primer orden con respecto al eje principal, 226 sugieren que los individuos clasificados como brinzal y latizal en C. gaumeri tienen copas 227 más angostas debido a que la orientación de las ramas de primer orden con respecto al eje 228 principal es ascendente, dado que los ángulos de inserción varían entre 16 y 45° mientras que, 229 en fustales, las ramas son más abiertas lo que corresponde con ángulos de entre 46 y 75°; lo 230 anterior posibilita el crecimiento rápido en altura para alcanzar el dosel superior y luego 231 expandir la copa para, en cierta forma, disipar el exceso calórico absorbido al recibir la 232 radiación solar directa. Hocker (1984) indica que los árboles con necesidad de mayor cantidad 233 y calidad de luz solar tratan de alcanzar el dosel superior limitando, durante la fase de 234 crecimiento, el desarrollo radial y la anchura de su copa. Para G. floribundum propio del 235 estrato bajo a medio, sus brinzales tienen copas más abiertas con ángulos de rama difusos, 236 entre 46 y 75°, lo que les facilita aprovechar mejor la escasa cantidad de luz que reciben en el 237 sotobosque (Hallé et al., 1978, Poorter et al., 2006), mientras que los latizales y fustales que 238 se encuentran en el estrato medio, tienden a cerrar su copa, ya que las ramas de primer orden 239 con relación al eje principal son ascendentes, tienen ángulos entre 16 y 45°, lo que responde a 240 la competencia por espacio, que tiende a ser mayor entre adultos que entre jóvenes. 241 De acuerdo con la comparación de medias, para los individuos de las dos especies que 242 crecen en suelos k’ankab tienen diámetros mayores pero copas compactas, a diferencia de los 243 que lo hacen en suelos tzek’el. Lo anterior puede explicarse con base en las condiciones del 244 suelo, ya que a un suelo pobre en nutrimentos, compacto, salino y bajo condiciones de sequía 245 corresponden individuos de vástagos poco desarrollados y con una mayor expansión de la 246 masa radical (Bruning y Sander, 1983; Ledig, 1983). Éste último explica que las plantas son 10 247 capaces de adecuar su arquitectura de acuerdo con las condiciones ambientales que le rodean 248 para sobrevivir. En este sentido, García et al. (2005) encontraron que los leptosoles (tzek’el) 249 de la parte sur de Yucatán, son generalmente pobres en nutrimentos aunque ricos en materia 250 orgánica (36 a 45%); sin embargo, la alta concentración de carbonatos de calcio (4 a 12%) 251 atrapa los minerales liberados por la materia orgánica haciéndolos no disponibles para las 252 plantas. En contraste, los luvisoles (k’ankab) son considerados de buena aptitud agrícola por 253 que no cuentan con rocas (0%), tienen buena profundidad (80 cm) y retención de humedad; 254 aun cuando tienen poca materia orgánica (4 a 12%) en comparación con los leptosoles, no 255 presentan carbonatos de calcio, lo que permite una mejor asimilación de los minerales por las 256 plantas, lo cual puede explicar los mayores diámetros en este tipo de suelo. Esto coincide con 257 lo encontrado por White y Hood (2004), quienes refieren que los suelos con menor porcentaje 258 de rocas e inclinación de la pendiente (k’ankab) tuvieron individuos de mayor DAP. La 259 amplitud de las copas, los mismos autores encontraron que para los suelos k’ankab en el 260 estado de Yucatán existe mayor densidad de árboles, lo cual genera competencia y obliga a 261 reducir la amplitud de los doseles. 262 La coloración en las hojas jóvenes en C. gaumeri, puede tratarse de una forma de 263 protección al daño ocasionado por la radiación ultravioleta de la luz solar y radicales libres 264 mediante la presencia de pigmentos como las antocianinas (Dominy et al., 2002; Hughes et 265 al., 2005). 266 La posición que ocupan estas especies en el plano vertical de la estructura arbórea es 267 complementaria, ya que C. gaumeri se ubica en el estrato superior mientras que G. 268 floribundum en el medio-inferior, además de que presentan modelos arquitectónicos 269 diferentes en cuanto a la apertura de copa; ambas características son importantes en términos 270 prácticos, para el diseño de sistemas agroforestales. 11 271 Es evidente que los resultados del análisis morfológico indican diferencias 272 arquitectónicas entre las tres etapas de desarrollo estudiadas, situación que merece particular 273 atención en los fustales de ambas especies, ya que son más apreciados por los habitantes de 274 las zonas rurales donde crecen, por el aprovechamiento de la madera en C. gaumeri y como 275 proveedor de néctar y polen para la actividad apícola en G. floribundum. 276 Después de analizar los resultados, se rechaza la hipótesis de arquitectura semejante 277 entre especies a pesar de que ambas habitan en el mismo medio tropical, lo que significa que 278 el modelo arquitectónico está ontogénicamente determinado, se mantiene constante entre 279 etapas de desarrollo (brinzal, latizal y fustal), sólo se afecta dasométricamente por factores 280 externos como el tipo de suelo, la cantidad de luz o la competencia interespecífica y que, 281 como cualidad de respuesta al disturbio natural (alojamiento de hormigas) o inducido 282 (aprovechamiento de fustes y ramas), existe la tendencia a la reiteración estructural del 283 organismo afectado. Anticipar la dasometría y otras respuestas de las especies en función de 284 las cualidades del suelo o la posición ecológica en la estructura de la selva, contribuye 285 indiscutiblemente, para definir o mejorar los futuros aprovechamientos en beneficio de la 286 integridad arbórea y la conservación de sus preciados recursos forestales. 287 Conclusiones 288 Las características morfológicas y patrones de ramificación observados, ratifican el 289 ajuste de Caesalpinia gaumeri al modelo Troll y Gymnopodium floribundum al modelo 290 Champagnat. 291 Las clases de tamaño propuestas para el estudio de cada especie fueron adecuadas, ya 292 que permitieron observar diferencias dasométricas más que arquitectónicas entre los 293 individuos que conforman cada clase, así como dentro de tipos de suelo para las variables: 294 ángulos de inserción y longitudes de ramas; lo anterior se sustenta por la clara separación 295 obtenida mediante el análisis de discriminantes canónicos. 12 296 Los atributos dasométricos que mejor contribuyeron a la distinción entre clases de 297 tamaño y tipos de suelo fueron: diámetro del fuste, alturas total, de copa y a la primera rama; 298 ángulos de inserción de ramas de segundo y tercer orden, longitudes de ramas de primer y 299 segundo orden, así como longitud de entrenudos; todos, caracteres morfológicos que implican 300 crecimiento en altura y amplitud de copa. 301 Las cavidades internas encontradas en el fuste de C. gaumeri por el alojamiento de 302 larvas y hormigas, restan calidad a la madera impidiendo su uso para la fabricación de 303 muebles; las cuales conjuntamente con las reiteraciones traumáticas provocadas por daños 304 físicos dan como resultados fustes con cicatrices, cortos o torcidos generando de este modo 305 una corta selectiva hacia los individuos mejor conformados al momento de llevar a cabo 306 alguna construcción rural. 307 La posición que ocupa cada especie en los estratos verticales de la vegetación es 308 ecológicamente complementaria, en cuanto a proveerse del recurso luz y evitar la 309 competencia por espacio: en el perfil de vegetación, C. gaumeri ocupa el estrato superior 310 mientras que G. floribundum el intermedio. Esta disposición de las especies en la naturaleza 311 se puede copiar y aprovechar en el diseño de sistemas agroforestales multiestrato combinados, 312 para ejercer adecuadamente las prácticas agrosilvopecuarias. 313 Agradecimientos 314 Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por la beca otorgada (169577) 315 para realizar estudios de doctorado y al Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología 316 (COMECYT) por la beca tesis (07BTD397) para concluir este documento. 317 Literatura citada 318 Baltazar-Ramírez J.O. 2001. Modelos arquitectónicos arbóreos en selva mediana 319 subperennifolia secundaria y primaria, ejido X’Hazil Sur y anexos, Quintana Roo. Tesis 320 de Maestría. El Colegio de la Frontera Sur. Chetumal, Quintana Roo. 27p. 13 321 Barthélémy D. y Caraglio Y. 2007. Plant architecture: a dynamic, multilevel and 322 comprehensive approach to plant form, structure and ontogeny. Annals of Botany 99(3): 323 375-407. 324 Brayton F.W. 1984. The growing tree. The University of Massachussets Press. 138 p. 325 Bruning E.F. y Sander N. 1983. Ecosystem structure and functioning: some interactions of 326 relevance to agroforestry. In: Huxley PA (Ed.) Plant Research and Agroforestry. Nairobi, 327 Kenya. International Council for Research in Agroforestry. pp. 221-247. 328 329 Dominy N.J., Peter W., Lawrence W., Riba P., Stoner K.E., Turner I.M. 2002. Why are young leaves red? Oikos 98: 163-176. 330 Echevery-Gómez A. 2000. Desarrollo arquitectónico y variación morfológica de cuatro 331 especies de leguminosas de la Península de Yucatán, México. Tesis de Maestría. El 332 Colegio de la Frontera Sur. Chetumal, Quintana Roo. 46 p. 333 334 335 Echevery-Gómez A. y Vester H.F.M. 2001. Desarrollo arquitectónico de tres especies de Acacia. Boletín de la Sociedad Botánica de México 69: 7-14. García J., Mizrahi A., Butista F. 2005. Manejo campesino de la selva baja y selección de 336 especies arbóreas para barbechos mejorados en Hocabá, Yucatán. 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Arquitectura de Caesalpinia gaumeri Greenm: a) fustal, polieje diferenciado en 402 tronco y ramas con reiteración traumática (R); b) brinzal, ejes plagiotrópicos y ramas secas 403 (RS); c) latizal, eje principal simpodial con ramificación monocasio; ramas bajas se secarán y 404 caerán (RC); d) rama con órdenes de ramificación sucesivos (1,2,3) plagiotrópicos, 405 crecimiento simpodial monocasio y siléptico; e) hoja dística imparipinnada. 406 407 17 408 409 Figura 2. Caesalpinia gaumeri Greenm: a) racimos b) frutos. 410 411 412 413 Figura 3. Distribución de Caesalpinia gaumeri Greenm (24 individuos) con base en las 414 primeras dos funciones discriminantes (FD1, FD2): brinzales en suelos k’ankab (B) y tzek’el 415 (b), latizales en suelos k’ankab (L) y tzek’el (l), fustales en suelos k’ankab (F) y tzek’el (f). 18 416 417 Figura 4. Arquitectura de Gymnopodium floribundum Rolfe: a) fustal poliejes; b) brinzal, de 418 crecimiento simpódico monocasio alternado, con reiteraciones traumáticas que muestran nudo 419 bayoneta (RNB); c) latizal, con desarrollo simpodial dicasio y la parte distal colgante mientras 420 que la proximal es sustituyente del tronco o eje principal con crecimiento simpodial 421 monocasio y reiteraciones traumáticas con nudo bayoneta (RNB) más complejos de 422 reiteraciones (CR); d) rama con dicasios, primer, segundo y tercer orden (1,2,3); e) filotaxia 423 alterna y una a dos hojas por nudo. 424 425 426 427 Figura 5. Inflorescencias tipo panículas racemosa de Gymnopodium floribundum 428 429 19 430 431 432 433 434 435 436 437 438 439 440 441 442 443 FD2 ‚ ‚ 6 ˆ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ F ‚ ‚ F ‚ ‚ ‚ ‚ F ‚ ‚ F 4 ˆ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ 2 ˆ b ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ B ‚ ‚ ‚ ‚ B b L ‚ ‚ ‚ 0 ˆƒƒƒƒƒƒBƒƒbƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒˆƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒƒ ‚ B L ‚ ‚ b L ‚ f ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ l ‚ ‚ L ‚ -2 ˆ ‚ ‚ l ‚ f ‚ ‚ ‚ ‚ f f ‚ ‚ ‚ l ‚ ‚ ‚ -4 ˆ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ l ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ ‚ -6 ˆ ‚ Šˆƒƒƒƒƒƒƒƒƒˆƒƒƒƒƒƒƒƒƒˆƒƒƒƒƒƒƒƒƒˆƒƒƒƒƒƒƒƒƒˆƒƒƒƒƒƒƒƒƒˆƒƒƒƒƒƒƒƒƒˆƒƒƒƒƒƒƒƒƒˆƒƒƒƒƒƒƒƒƒˆƒƒƒƒƒƒƒƒƒˆ -15 -10 -5 0 5 10 15 20 25 30 IV I III II 444 FD1 445 Figura 6. Distribución de Gymnopodium floribundum Rolfe (24 individuos) con base en las 446 primeras dos funciones discriminantes (FD1, FD2): brinzales en suelos k’ankab (B) y tzek’el 447 (b), latizales en suelos k’ankab (L) y tzek’el (l), fustales en suelos k’ankab (F) y tzek’el (f). 448 449 450 451 452 453 454 455 456 457 458 459 20 460 Cuadro 1. Cuadrados medios del análisis de varianza para atributos dasométricos de 461 Caesalpinia gaumeri Greenm. Fuente de gl DAP AT ALCOP APRA ARPO ARSO ARTO 2 428.71*** 235.24*** 54.10*** 66.56*** 841.34* 539.13ns 215.57ns Suelo 1 9.54* 0.4333ns 1.25ns 0.1320ns 17.59ns 536.85ns 1506.38* BFL(SUE) 2 8.74* 0.5404ns 0.1958ns 0.1094ns 204.18ns 123.73ns 257.09ns Error 18 1.75 0.4554 0.5204 0.6313 232.63 589.11 311.79 Fuente de gl LRPO LRSO LRTO LENT LLHO LBHO 2 317824.02*** 1840.33ns 2559.50** 17923.57*** 13.89ns 4.16ns Suelo 1 1160.65ns 2353.03ns 852.76ns 2262.04ns 1.91ns 0.0135ns BFL(SUE) 2 2193.49ns 847.24ns 219.39ns 764.69ns 1.94ns 2.56ns Error 18 2082.79 894.22 377.68 1661.51 5.81 3.74 variación Clases de tamaño 462 variación Clases de tamaño 463 gl = grados de libertad; BFL(SUE) = clases de tamaño dentro de tipos de suelo; DAP = diámetro en 464 cm, a 1.3 m de altura; AT = altura total del árbol en m; ALCOP = altura de copa en m; APRA = altura 465 a primera rama en m; ARPO = ángulo de inserción de rama de primer orden en grados; ARSO = 466 ángulo de inserción de rama de segundo orden en grados; ARTO = ángulo de inserción de rama de 467 tercer orden en grados; LRPO = longitud de rama de primer orden en cm; LRSO = longitud de rama 468 de segundo orden en cm; LRTO = longitud de rama de tercer orden en cm; LENT = longitud de 469 entrenudos en cm; LLHO = longitud de la lámina de la hoja en cm; LBHO = longitud de la base de la 470 hoja en cm. 471 *** = P ≤ 0.001; ** = P ≤ 0.01; * = P ≤ 0.05; ns = sin diferencias significativas. 472 473 474 475 476 477 478 21 479 Cuadro 2. Valores promedio de atributos dasométricos para Caesalpinia gaumeri Greenm. Clases de N DAP AT ALCOP APRA ARPO ARSO ARTO Brinzal 8 0.671b 0.994c 0.597c 0.361b *31.21b 65.22a 58.26a Latizal 8 1.32b 2.87b 1.65b 1.00b *36.56ba 49.76a 52.80a Fustal 8 13.66a 11.18a 5.53a 5.65a **51.03a 62.27a 47.88a 1.69 0.8611 0.9206 1.0139 19.46 30.97 22.53 tamaño DMSH Tipo de suelo K’ankab 12 5.85a 5.15a 2.82a 2.26a 40.46a 54.35a 60.91a Tzek’el 12 4.59b 4.88a 2.37a 2.41a 38.74a 63.81a 45.06b 1.13 0.579 0.619 0.682 13.08 20.81 15.14 DMSH 480 Clases de N LRPO LRSO LRTO LENT LLHO LBHO Brinzal 8 26.30b 36.39a 18.16b 17.31b 13.04a 9.32a Latizal 8 62.31b 49.92a 25.04b 22.19b 15.31a 10.10a Fustal 8 388.13a 66.66a 52.00a 101.63a 13.01a 8.66a 58.24 38.16 24.80 52.01 3.07 2.47 tamaño DMSH Tipo de suelo K’ankab 12 165.87a 41.09a 25.77a 56.75a 13.50a 9.34a Tzek’el 12 151.96a 60.89b 37.70a 37.33a 14.07a 9.38a 39.14 25.65 16.67 34.96 2.07 1.66 DMSH 481 N = número de individuos en cada clase. DMSH = diferencia mínima significativa honesta. 482 Valores seguidos por letras iguales entre hileras no son estadísticamente diferentes (Tukey, P > 0.05). 483 Orientación con respecto al eje principal: ascendente (*) y difuso (**). Ver significado de variables en 484 cuadro 1. 485 486 487 488 489 490 491 22 492 Cuadro 3. Valores de probabilidad de la distancia de Mahalanobis entre clases de tamaño 493 dentro de tipos de suelo para Caesalpinia gaumeri Greenm. Clases de Brinzal tamaño K’ankab Brinzal Latizal Fustal Latizal Tzek’el K’ankab Fustal Tzek’el K’ankab K’ankab ----- Tzek’el 45.42ns ------ K’ankab 1.55ns 0.8659ns ------ Tzek’el 4.68* 2.80ns 1.35ns ------ K’ankab 52.02*** 47.12*** 37.75*** 32.48*** ------ Tzek’el 45.48*** 40.29*** 32.06*** 25.73*** 1.49ns Tzek’el ------ 494 *** diferencias altamente significativas (P ≤ 0.001), * diferencias significativas (P ≤ 0.05), ns = sin 495 diferencias significativas (P > 0.05). 496 497 Cuadro 4. Cuadrados medios del análisis de varianza para atributos dasométricos de 498 Gymnopodium floribundum Rolfe. Fuente de gl DAP 2 AT ALCOP APRA ARPO ARSO ARTO 189.09*** 80.06*** 36.83*** 8.26*** 993.64ns 1042.07** 247.89ns 1 29.88*** 0.683ns 3.56** 1.13ns 1032.02ns 1226.51** 3186.89** BFL(SUE) 2 33.26*** 4.28** 3.34** 0.8701ns 328.17ns 529.42* 433.92ns 0.520 0.417 0.401 145.04 257.88 variación Clases de tamaño Suelo Error 18 0.918 368.24 499 Fuente de gl LRPO LRSO LRTO LENT LLHO LBHO 2 12368.81** 7564.56** 995.78ns 273695.43*** 10.52* 0.0765* Suelo 1 4449.93ns 12299.86** 2159.35* 7568.60ns 0.9243ns 0.0737ns BFL(SUE) 2 4957.93* 1060.64ns 140.80ns 8196.10ns 0.1195ns 0.0313ns Error 18 1184.87 855.33 416.78 4797.11 1.76 0.0184 variación Clases de tamaño 500 gl = grados de libertad; BFL(SUE) = clases de tamaño dentro de tipo de suelo. 501 *** = P ≤ 0.001; ** = P ≤ 0.01; * = P ≤ 0.05; ns = sin diferencias significativas. Ver significado de 502 variables en cuadro 1. 503 23 504 Cuadro 5. Valores promedio de atributos dasométricos para Gymnopodium floribundum 505 Rolfe. Clases de N DAP AT ALCOP APRA ARPO ARSO ARTO Brinzal 8 0.610b 1.03c 0.699c 0.339b *53.66a 70.36a 64.16a Latizal 8 1.80b 3.34b 2.29b 1.05b **34.00a 48.75b 53.24a Fustal 8 9.56a 7.29a 4.94a 2.34a **34.74a 53.20b 60.58a 1.22 0.920 0.824 0.808 24.49 15.37 20.49 tamaño DMSH Tipo de suelo K’ankab 12 5.11b 3.72a 2.26b 1.46a 47.36a 64.59a 70.85a Tzek’el 12 2.87a 4.06a 3.03a 1.03a 34.25a 50.29b 47.81b 0.822 0.618 0.554 0.543 16.46 10.33 13.77 DMSH 506 507 Continuación cuadro 5… Clases de tamaño N LRPO LRSO LRTO LENT LLHO LBHO Brinzal 8 10.70a 23.94b 19.07a 35.40b 2.86b 0.320b Latizal 8 53.25ba 81.54a 40.58a 87.50b 5.12a 0.506a Fustal 8 89.25b 71.41a 24.66a 378.63a 4.31ba 0.465ba 43.92 37.32 26.05 88.38 1.69 0.173 DMSH Tipo de suelo K’ankab 12 37.45a 36.32b 18.62b 149.42a 4.29a 0.486a Tzek’el 12 64.68a 81.60a 37.59a 184.93a 3.89a 0.375a 29.52 25.08 17.51 59.40 1.14 0.116 DMSH 508 N = número de individuos en cada clase. DMSH = diferencia mínima significativa honesta. 509 Valores seguidos por letras iguales entre hileras no son estadísticamente diferentes (Tukey, P > 0.05). 510 Orientación con respecto al eje principal: ascendente (*) y difuso (**). Ver significado de variables en 511 cuadro 1. 512 513 514 515 516 517 24 518 Cuadro 6. Valores de probabilidad de la distancia de Mahalanobis entre clases de tamaño 519 dentro de tipos de suelo para Gymnopodium floribundum Rolfe. Clases de Brinzal tamaño K’ankab Brinzal Latizal Fustal Latizal Tzek’el K’ankab Fustal Tzek’el K’ankab K’ankab ----- Tzek’el 0.7186ns ------ K’ankab 4.62* 3.12ns ------ Tzek’el 3.85ns 2.65ns 1.20ns ------ K’ankab 26.35*** 21.82ns 10.73** 15.40** ------ Tzek’el 77.59*** 69.70*** 46.90*** 54.34*** 17.44** Tzek’el ------ 520 Diferencias altamente significativas: ***P ≤ 0.001, **P ≤ 0.01; diferencias significativas: *P ≤ 0.05; 521 ns = sin diferencias significativas. 25