Cuando me enteré del fallecimiento del Maestro Antón J. Geesink las primeras palabras que vinieron a mi cabeza fueron “La vida sigue…”, las mismas palabras que el Gran Maestro Holandés pronunció tras finalizar el pequeño homenaje que se le dedicó en Torrelavega a otro gran maestro tristemente desparecido “Jose Luis de Frutos”. Toda una filosofía vital que resume perfectamente su persona, su espíritu y su sistema de enseñanza. Tuve la suerte y el honor de conocerle personalmente en 1983 durante la realización de un curso internacional en Orense y ya siempre formó parte esencial en mi vida primero como maestro y luego como amigo. El equipo de profesores que formamos la Federación Gallega pudimos disfrutar en varias ocasiones directamente o a través de su asesor técnico personal, De frutos, de sus enseñanzas. Enseñanzas que se vieron plasmadas en el libro “Método Didáctico de Judo Infantil” como a él le gustaba, en constante evolución. Celebrando con su mujer Heidi su 70 cumpleaños en Galicia Junto a él pudimos celebrar la publicación de este libro y su 70 cumpleaños con motivo del 5º Congreso de Maestros de Galicia organizado en Sanxenxo en el año 2004. Atónito pude leer hace dos días en el diario deportivo “Marca” que algunos maestros que asistieron a sus clases en el año 1978 en el Escorial decían que su labor como docente no se acercó nunca a su labor como competidor; la lectura de este comentario es la que me ha animado a escribir esta breve hoja para reivindicar la figura de Anton Geesink - Maestro que junto al Maestro Kawaishi yo creo que han sido los más influyentes en nuestro deporte después de Jigoro Kano, su fundador, y como Maestro ha contribuido no solo a formar grandes profesores y competidores sino un auténtico sistema de enseñanza pedagógico, moderno y práctico. Sin lugar a dudas, si el diario dice la verdad, estos profesores no han entendido el “Judo in evolution” del Maestro Geesink, no han seguido su trayectoria o simplemente se han quedado con su magnífico “uchi mata”, en cualquier caso conociendo al “Tío Antón”, como cariñosamente le llamaba De Frutos, seguro que no le daría mayor importancia y diría: LA VIDA SIGUE….. Gracias Maestro Geesink por todo lo que nos has dado, te echaremos de menos ya que al igual que pensábamos del Maestro De Frutos: Nadie es imprescindible pero “genios como vosotros sois insustituibles”. Mario Muzas Cobo Un Alumno