L. N. Ana Lucía Mendoza Vázquez Nutrióloga de Kellogg Company México Abril de 2010 DÍA MUNDIAL DE LA SALUD DIGESTIVA All-Bran® es una línea de productos que por su contenido de fibra ayudan a mejorar la digestión. Desde sus inicios, All-Bran® ha sido el cereal líder en México por su contenido de fibra y también líder en la divulgación de los beneficios que éste nutrimento proporciona a la salud. Durante años, la marca All-Bran® ha participado de cerca con profesionales de salud reconocidos a nivel mundial, patrocinando foros científicos donde se expone evidencia científica y conocimientos recientes relacionados con la fibra. Este 29 de mayo, All-Bran® se une a la celebración del Día Mundial de la Salud Digestiva. Esta celebración surgió en el 2003 durante el 45° Aniversario de la creación de la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO sus siglas en inglés); en ese año el Profesor Henry Cohen, Secretario General de WGO, lanzo la iniciativa de celebrar el Día Mundial de la Salud Digestiva en los siguientes años. El Día Mundial de la Salud Digestiva (WDHD) es un evento anual público patrocinado por la WGO para incrementar la conciencia de las enfermedades digestivas entre los miembros de la sociedad, cuerpos de gobierno, medios y publico en general. Cada año se hace hincapié en un desorden digestivo concreto con el objetivo de incrementar el conocimiento del mismo entre el público en general así como impulsar su prevención y tratamiento. Este año el tema del Día de la Salud Digestiva Mundial será “la Enfermedad Inflamatoria Intestinal” (EII). Actualmente se carece de datos actuales, sin embargo, la WGO señala que a pesar de que no es tan común este problema en nuestro medio, si esta presente y lamentablemente parece en aumento. La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), representa un grupo de afecciones intestinales inflamatorias crónicas idiopáticas. Las dos categorías nosológicas principales que cubre el término son la enfermedad de Crohn (EC), y la colitis ulcerosa (CU); ambas presentan rasgos clínico-patológicos que se superponen y otros que difieren claramente. La enfermedad de Crohn es un trastorno crónico progresivo; puede seguir un curso benigno y al final desaparecer o agravarse y presentar complicaciones como obstrucción intestinal y formación de fístulas. En forma típica los enfermos tienen fatiga, anorexia, perdida variable de peso, dolor o cólicos en el cuadrante inferior derecho, diarrea y fiebre. La colitis ulcerosa es una inflamación y ulceración crónica de la mucosa del colon que siempre comienza en el recto. También puede afectar la musculación intestinal, con lo cual se produce dilatación del colon (megacolon). Las características generales son rectorragia (pérdida de sangre a través del ano), diarrea acompañada de dolor y espasmo, fiebre, lesiones ulcerosas de la mucosa del colon, deshidratación, desequilibro de electrólitos, anorexia y malnutrición. El cuadro clínico de la EII no se ha logrado comprender completamente. Hay factores genéticos y ambientales, como la modificación de las bacterias intestinales y el aumento de la permeabilidad del intestino, que juegan un importante papel en la mala regulación de la inmunidad de dicho órgano, lo que lleva a lesión gastrointestinal. Cuidar tu salud digestiva no sólo ayuda a evitar la incomodidad del estreñimiento ocasional, sino que también ayuda al bienestar general y a un adecuado funcionamiento del sistema inmunológico en el tracto digestivo. Es importante puntualizar que el intestino humano es el órgano más grande del sistema inmune, y que la fibra es imprescindible para fomentar la colonización del mismo con bacterias benéficas previniendo de este modo inflamaciones. Un mayor consumo de fibra (particularmente insoluble, como el salvado de trigo), reduce el tiempo de permanencia de los alimentos en el sistema digestivo. La permanencia prolongada frecuentemente causa una sensación incómoda de inflamación. La fibra ayuda a absorber agua y crear volumen, haciendo más fácil para los músculos del tracto digestivo mover el contenido a lo largo del trayecto. Esto acelera el paso de los alimentos a través del sistema digestivo, ayudando a prevenir el estreñimiento. Algunos tipos de fibra o componentes de la misma como las pectinas, la inulina y los oligosacáridos son llamados “fibras prebióticas”. Las fibras prebióticas alimentan selectivamente a las bacterias benéficas en el tracto digestivo y estimulan su crecimiento. Sus efectos beneficiosos se asocian principalmente con la formación de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), que las mismas bacterias benéficas producen al momento de digerir la fibra. Los AGCC tienen además otros múltiples efectos beneficiosos, incluidos la estimulación de la secreción mucosa, el aumento del flujo vascular, la motilidad y la absorción de sodio. Se ha observado un efecto antiinflamatorio reductor de la permeabilidad paracelular e inductor de la respuesta inmune. Sin embargo, no existen suficientes estudios que apoyen el uso de dietas enriquecidas con fibra dietética en la enfermedad inflamatoria intestinal activa, moderada o grave. No obstante, existen alrededor de 100 estudios en los últimos 25 años donde se demuestra que incluir fibra dentro de una alimentación saludable, tengas o no algún padecimiento, es importante para tu salud digestiva. Referencias: 1. Casanueva E., et al. (2008). Nutriología Médica. Nutrición del adulto. Tercera Edición. Editorial Panamericana, pp. 436-446. 2. Kathleen ML y Escott-Stump S (1998) Nutrición y Dietoterapia, de Krause. Editorial Mc Graw Hill. Novena Edición. México. Pp 645-646. 3. García Obregon P., (2002) Enciclopedia de la fibra. Kellogg de México S.A de C.V. pp 129-130 4. Guamer et al (2003) Gut flora in health and disease. The Lancet 360: 512-519. 5. Gibson et al (1995) Dietary modulation of the human colonic microbiota: introducing the concept of prebiotics .J Nutr 125, 1401-1412. 6. Organización Mundial de Gastroenterología (2009) Guías Mundiales de la Organización Mundial de Gastroenterología. Enfermedad inflamatoria intestinal: una perspectiva global (consulta: Abril de 2010) obtenido de: http://www.worldgastroenterology.org/index.html 7. Pérez Tárrago C., Puebla Maestu A., y Miján de la Torre A., (2008) Tratamiento nutricional en la enfermedad inflamatoria intestinal. Nutrición Hospitalaria.; 23(5):417-427. Obtenido de: http://scielo.isciii.es/pdf/nh/v23n5/revision.pdf