Clima El clima que predomina en la Región de Murcia es el mediterráneo. No obstante, la costa y hacia el sur, a sotavento de las montañas béticas, se da el clima subtropical seco. Es una de las regiones más secas de España y se prologa por Almería. Se trata un clima seco, menos de 300 mm, y caluroso. Las precipitaciones son muy irregulares. La amplitud térmica diaria es moderada, pero la anual es muy pequeña. La altitud, la orografía, la distancia al mar y la orientación son factores decisivos para definir las variedades climas existentes. Los centros de acción principales son el frente polar, que descarga sus masas de aire húmedas y el anticiclón de las Azores, que domina no sólo en verano sino durante la mayor parte de año. La Región de Murcia está, por su latitud, al borde del clima mediterráneo y del clima subtropical seco. Así, el frente polar afecta a la región en raras ocasiones; muy entrado el invierno. En invierno aparecen anticiclones térmicos sobre La Mancha que llegan a la región y dan un tiempo seco y frío. En otoño la gota fría es un meteoro frecuente y activo, aunque no tanto como un poco más al norte, ya que el aire frío en altura tiene ciertas dificultades para llegar hasta la región. En verano la borrasca sahariana trae masas de aire cálido con gran cantidad de polvo en suspensión. La topografía es decisiva para explicar la variedad climática murciana. El efecto barrera sólo actúa en las montañas cuando soplan los vientos húmedos de levante. En este caso se provocan lluvias. El efecto foehn es crucial en la región ya que encontrase a sotavento de los vientos dominantes del oeste, de llegar muy secos después del paso por toda la península, son los responsables de la extrema sequedad del clima murciano. La diferencia de altitud entre la meseta y la costa es modesta, pero lo suficiente para activar el efecto foehn. La lejanía del Atlántico hace que las masas de aire húmedo del Atlántico apenas lleguen a la región, hasta el punto de que frentes activos en su viaje por la península apenas se dejan sentir en la comunidad. Sin embargo, la presencia inmediata del Mediterráneo, particularmente si está caliente, puede reactivar esos frentes. Así, vemos que la época más lluviosa en la costa valenciana es el otoño, con un máximo secundario en primavera, sobre todo en el interior. En la costa, la gota fría del otoño es muy activa. Las precipitaciones presentan un patrón este-oeste muy marcado. El máximo se encuentra en las sierras occidentales y no supera los 700 mm anuales. Desde aquí las lluvias descienden rápidamente hacia el valle, sólo rota por la singularidad de sierra Espuña. Las regiones más secas son las del interior al norte y en la costa sur, donde no se alcanzan los 300 mm anuales. La mayor parte de la región está entre los 300 y los 400 mm anuales. Es, pues, un clima muy seco. Las precipitaciones se concentran en otoño y primavera. Encontramos hasta cinco meses áridos, de mayo a septiembre. Incluso el mes de marzo, e incluso el de febrero, pueden ser áridos. En otoño la gota fría provocan fuertes temporales, ya que en su rotación chocan con las montañas del interior y generan episodios de fuertes precipitaciones. Las temperaturas presentan un gradiente con un patrón muy similar al de las precipitaciones. Las zonas más frescas se encuentran al oeste y en el interior. Son comarcas que no alcanzan los 14 ºC de media anual, pero en las que en invierno apenas hay un período de heladas. Esto es una excepción porque en Murcia los inviernos no son fríos. A continuación se encuentra una franja que incluye todo el interior de la región con temperaturas medias anuales entre 40 y 16 ºC. Desde aquí a la costa la temperatura asciende hasta los 18 ºC. Sólo en la cuenca baja del Segura se superan los 18 ºC. Se trata, pues, de una región muy cálida, particularmente en verano. En esta época las altas temperaturas provocan un alto grado de humedad relativa que dan al clima una sensación pegajosa, que en el litoral sólo alivian las brisas marinas. Vientos en la región no suelen ser fuertes, debido a las montañas. Los más constantes se sitúan en la costa (brisas marinas) y sobre todo en las zonas de San Javier y Cartagena. No obstante, los vientos del oeste de la circulación general están presentes con un cierto componente norte, ya que entran tras atravesar Castilla-La Macha. La Región de Murcia es uno de los países con más insolación de España. Apenas durante 70 días al año se ven los cielos cubiertos por nubes. El mes más soleado es julio, tanto por la ausencia de nubes como por la larga duración de los días, y el de menos diciembre. La humedad relativa en la Región de Murcia presenta grandes contrastes regionales, no así anuales. En la costa la humedad media se mantiene entre el 71 y el 76%, mientras que en el interior puede variar entre el 52 y el 63%. Es muy significativo que en la costa el mínimo se alcanza en invierno y el máximo en verano, mientras que en el interior el mínimo se alcanza en verano y el máximo en invierno. El conjunto de estos valores dan a la región un fuerte índice de evapotranspiración que supone un permanente déficit de agua. Sólo las áreas montañosas y sierra Espuña tienen valores más equilibrados. El tiempo de la Región de Murcia reúne todos los rasgos propios de un clima mediterráneo semiárido. Las precipitaciones anuales son inferiores a 350 mm. con variaciones territoriales. Así, las áreas más montañosas actúan como "islas climáticas" alcanzando los 500 mm. al año; mientras que la zona más meridional de la región registra valores por debajo de la media anual. Hay que destacar la elevada irregularidad interanual de las precipitaciones. Es normal la concentración de lluvias en fuertes aguaceros que, en numerosas ocasiones, han producido grandes riadas e inundaciones. Los períodos más húmedos coinciden con la primavera y sobre todo el otoño, separados por un verano de intensa sequía. Las temperaturas se ajustan al modelo mediterráneo, con veranos calurosos en los que se llegan a rebasar los 40º C, e inviernos suaves y cortos. La media anual varía entre 16º y 19º oscilando según la altura. El cielo aparece despejado durante gran parte del año (entre 120 y 150 días), y la insolación media es superior a 2.800 horas anuales. Relieve Incluida en el dominio de las Cordilleras Béticas, la Región de Murcia comprende un territorio bastante accidentado en el que alternan alineaciones montañas de dirección suroeste-noreste con valles, grandes depresiones y llanuras. De su superficie el 23% queda por debajo de los 200 m. de altitud; el 45% se distribuye entre los 200 y 600 m. y el 32% restante rebasa los 600 m. El punto más alto se localiza en el macizo de Revolcadores, con 2.027 m. Numerosas sierras situadas en el noroeste y centro regional rebasan los 1.000 m., como El Carche, Sierra Espuña, La Pila o Ricote, tapizadas por extensas masas forestales, compuestas fundamentalmente por bosques de pino carrasco. En el noreste, en contacto con las llanuras manchegas, se extiende el altiplano de Jumilla-Yecla, una extensa y elevada planicie actualmente ocupada por viñedos. Hacia el sur la altitud de los relieves va disminuyendo, las condiciones climáticas se vuelven más áridas y las formaciones vegetales son de tipo arbustivo. Antes de alcanzar la costa el relieve dibuja la amplia depresión agrícola del Campo de Cartagena. El litoral murciano, con más de 170 km. dibuja una costa acantilada y rocosa, interrumpida por pequeñas playas y calas, en las que se reúne una enorme variedad de ecosistemas: salinas, humedales, dunas y playas. Así, la mitad de las áreas que actualmente integran la red de Espacios Naturales Protegidos de la Región está ligada a esta franja litoral. Este es el hábitat de la sabina mora, un árbol propio del norte de África que no se encuentra en el resto de Europa. Paisaje En tan sólo once mil kilómetros cuadrados se registra una enorme variedad ambiental. La Región de Murcia es una zona a caballo entre las influencias europeas y norteafricanas, con un paisaje de contrastes. En este territorio se pasa fácilmente de las áridas cuencas del sur peninsular, con ambientes esteparios, a las masas forestales de las sierras interiores, a las vegas que forma el río Segura y de allí al mar Mediterráneo. Por su singularidad destacan los paisajes áridos representándose en los llamados "badlands", tierras abarrancadas originadas por la acción del agua sobre materiales blandos. Otro ambiente único es el Mar Menor, una laguna costera de agua salada de 180 km2, separada del Mediterráneo por la barra arenosa de La Manga. El carácter dual de este territorio tiene un protagonista: el río Segura, en torno al cual se articula gran parte de la geografía murciana. Desde su nacimiento en Pontones (Jaén) el Segura inunda los arrozales de Calasparra, forma el profundo cañón de Los Almadenes y riega las vegas del valle morisco de Ricote y la Huerta de Murcia. Sus acusados estiajes y fuertes crecidas han llevado a construir 16 embalses de regulación para asegurar el abastecimiento urbano y agrícola, a la vez que sirven para el plan de defensa contra las avenidas. . Bibliografía: -Murcia, una Región al borde del Mediterráneo, E. Montaner, C. Montaner y Mª Luz Tudela. Univ. de Murcia, 1ªedc., Nov. 2002. Pago 12-23 - http://club.telepolis.com/geografo/regional/espa/murcli.htm -http://www.lomejordemurcia.com/lmdm_datos.htm