CUESTIONARIO QUE NOS PERMITE HACER UNA BUENA
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CUESTIONARIO QUE NOS PERMITE HACER UNA BUENA CONFESIÓN PRIMER MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS: “Amar a DIOS sobre todas las cosas” Nos manda a creer y esperar solo en EL, reconocerlo como nuestro creador y protector; adorarlo con suma reverencia de cuerpo y alma, porque DIOS es amor. ¿He amado a DIOS sobre todas las cosas? ¿He adorado a DIOS con suma reverencia? ¿He dudado de la existencia de DIOS? ¿He sentido odio contra DIOS? ¿He despreciado a DIOS, a la Virgen María, a los Santos y las cosas sagradas? ¿Me acuesto y me levanto sin orar a DIOS? ¿Conozco lo necesario para salvar mi alma? ¿Procuro completar mi formación religiosa con lecturas, consultas, sermones, conferencias religiosas? ¿He peleado con Dios? ¿Amo más a mis hijos que a Dios? ¿He ofrecido a DIOS mis sufrimientos, trabajos y alegrías? ¿Evito cuánto puede dañar mi fe católica? ¿En el momento de la tentación he pedido ayuda a DIOS? ¿Obro en mis actos con recta intención? ¿Eludo la cruz, me desespero con el sufrimiento? ¿Creo en agüeros, talismanes, riegos? ¿He creído en amuletos de la “buena suerte”: monedas conjuradas, billetes rezados, cuarzo, mata de sábila, pata de conejo, herradura, pirámide, delfín, tres elefantes, azabache, anillo atlante, cruz de Caravaca, etc.? ¿He asistido a reuniones de espiritismo o he sido “curado” por José Gregorio Hernández, el negro Felipe, Maria Lionza, etc? ¿He hecho o he mandado hacer brujería o maleficio a alguien? ¿Me he revelado contra la voluntad de DIOS? ¿He dudado voluntariamente de una Verdad de FE? ¿He cometido sacrilegios profanando objetos religiosos o lugares sagrados faltando el respeto debido al tempo, personas o cosas consagradas? ¿He recibido la comunión siendo “casado” por lo civil solamente? ¿He desconfiado o presumido de la misericordia de DIOS? ¿Adoro ídolos como el dinero, la fama, el trabajo, el sexo, cantantes, deportistas, científicos, gurúes, etc.? ¿He maldecido a alguien? ¿Me he burlado de los que practican la religión? ¿He hablado mal de la iglesia católica u oído hablar mal de ella con gusto? ¿He leído o difundido libros, revistas o periódicos anticatólicos? ¿He recibido en pecado mortal la comunión, la confirmación, el matrimonio u otro sacramento que requiere el estado de gracia? ¿He hecho mis oraciones diarias? ¿Mi oración es una auténtica conversación de mente y de corazón con DIOS, o es un puro rito exterior? ¿He aprendido las principales oraciones del cristiano? ¿Me avergüenzo de dar testimonio de mi fe en DIOS, en obras y palabras por temor al qué dirán? ¿Directamente o Indirectamente, he manifestado i condición de católico en la vida pública y privada? ¿He hecho conjuros a otras personas? ¿He hecho pactos de palabra con el demonio o pactos con sangre? ¿He practicado meditación trascendental, yoga, curaciones por contacto de espíritus (Nueva Era)? ¿Me he distraído voluntariamente en la oración? ¿He sido supersticioso? ¿He participado en cultos protestantes (“los cristianos”) o sociedades secretas como el comunismo, rosacrucismo, gnosis, masonería, Sai Baba, espiritismo? ¿He contado chistes contra DIOS o sus santos? ¿He consultado adivinos, falsos profetas o espiritistas? ¿He jugado con la tabla Ouija, el hilo y la aguja, las tijeras y el cuaderno? ¿Creo en el tarot, carta astral, los espíritus guías? ¿Creo en la reencarnación, el karma? SEGUNDO MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS: “No jurar el nombre de DIOS en vano” Prohíbe poner a DIOS por de que es verdadero y cierto lo que se dice o se promete, cuando en realidad es falso, injusto y sin necesidad. Nos manda cumplir los votos hechos a DIOS o las promesas a la VIRGEN o a los Santos en gratitud o en reconocimiento de favores recibidos. ¿He usado el nombre de DIOS mágicamente? ¿He hecho perjuro: promesas hechas bajo juramento sin ser capaz de cumplirlas o mantenerlas? ¿He dicho palabra irreverentes de DIOS, la Sagrada Eucaristía, la VIRGEN MARIA o los Santos del Cielo? ¿He criticado o calumniado, sin fundamento y sin razón, a los sacerdotes? ¿He pronunciado en vano el nombre de DIOS, de MARIA SANTÍSIMA o de los Santos? ¿He jurado sin necesidad o con mentira o al hacer una cosa mala? ¿He blasfemado contra DIOS o sus Santos a conciencia? Cuántas veces? ¿He cumplido mis promesas o votos hechas a DIOS? ¿Me he quejado de DIOS o de su providencia? ¿He jurado cosas injustas o mal intencionadas en contra del prójimo? ¿He engañado a los demás? TERCER MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS: “Santificar las fiestas” Nos manda a ir a misa todos los domingos y demás fiestas de precepto, para honrar a DIOS y santificarnos a nosotros mismos. ¿He impedido que oigan la Santa Misa los que dependen de mí? ¿He llegado tarde o me he quedado sin oir misa entera sin motivo suficiente? (cumple el precepto de oír misa quien llega al credo; pero se debe llegar antes de salir el sacerdote al altar). ¿He faltado a misa los domingos y días festivos sin motivo grave o he incitado a otro a hacerlo? ¿He trabajado corporalmente en domingo o fiesta de precepto, sin permiso, sin necesidad o mucho más de dos horas? ¿Y a mis empleados los he obligado a trabajar sin necesidad? ¿He recibido la Santa Comunión en pecado grave? ¿Me he confesado y comulgado por lo menos una vez al año? ¿Descuido la oración y los sacramentos? ¿He observado la abstinencia de carne los viernes de Cuaresma? Soy siempre reverente ante la presencia de JESÚS en el Santísimo Sacramento? ¿He callado en la confesión, por vergüenza o por pudor, algún pecado grave? ¿He guardado el ayuno eucarístico antes de comulgar? ¿He sido causa de escándalo para que alguien haya abandonado la FE católica? CUARTO MANDAMIENTO: “Honrar a Padre y Madre” Manda que amemos y respetemos a nuestros padres y superiores en edad, dignidad y gobierno; manda también que los padres de familia cumplan sus obligaciones para con sus hijos e inferiores. A. HIJOS ¿He obedecido o amenazado a mis padres, maestros y superiores? ¿Siento resentimiento hacia mis padres? ¿Les he faltado al respeto contestándoles mal? ¿He murmurado y hablado mal de ellos? ¿Los he amenazado, golpeado o tratado con dureza o brusquedad? ¿Odio a mis padres, no les perdono sus errores y les he deseado el mal? ¿Les he quitado algo contra su voluntad? ¿Me avergüenzo públicamente de ellos porque son pobres, ignorantes o ancianos? ¿Soy rebelde, ingrato, altanero con mis padres? UNO DE LOS MAYORES PECADOS DE LOS HIJOS PARA CON SUS PADRES ES NO FACILITARLES A TIEMPO QUE RECIBAN LOS ULTIMOS SACRAMENTOS: CONFESIÓN, COMUNIÓN, EXTRAMAUNCIÓN). ¿Después de su fallecimiento, me acuerdo de ellos? ¿Rezo o les mando a celebrar misas por el descanso de su alma? ¿Respeto, amo y obedezco al Papa y demás autoridades civiles, eclesiásticas y militares? ¿Ayuno y cuido a mis padres ancianos? ¿Cumplo las leyes que rigen en mi ciudad o país? ¿Amo y respeto a mi cónyuge? ¿He sobrellevado con paciencia sus defectos? ¿He faltado a mis deberes de estado como casado, hijo, padre, madre, profesional? B. HERMANOS ¿He tratado bien a mis hermanos? ¿He reñido con ellos? ¿Los he maltratado? ¿Les he negado el habla prolongadamente? ¿Les tengo envidia? ¿Les he dado mal ejemplo? ¿Les ayudo material y espiritualmente si ellos lo necesitan y yo puedo hacerlo? ¿He maldecido a mis padres? C. LOS PADRES DE FAMILIA ¿He deseado abortar alguno de mis hijos o no los he deseado? ¿Me preocupo por aprender y enseñar las verdades de la FE CATÓLICA? ¿He sido autoritario y no he tenido caridad con los demás? ¿Pudiendo ayudar económicamente a mis padres, no los he auxiliado oportunamente? ¿Enseño la religión y la moral católica a mis hijos? ¿Los amo, ayudo, corrijo, vigilo, leas doy buen ejemplo, les enseño valores católicos como el amor al trabajo, al estudio, a la oración, etc.? ¿Me doy cuenta con qué amigos andan? ¿He enseñado a mis hijos a respetar a los demás? ¿Los he maldecido o deseado el mal alguna vez? ¿Cumplo mis obligaciones y oficios? ¿Si soy obrero, jefe, patrono, jefe, oficial, médico, maestro, estudiante, juez, abogado, policía, sacerdote, religioso, etc., cumplo bien las obligaciones de mi cargo? ¿En el trabajo he sido deshonesto e injusto? ¿He sido alcahuete permitiendo escándalos morales o físicos entre las personas que viven en mi casa o que dependen de mí? ¿Pudiendo, no he ayudado espiritualmente a mi familia? ¿Sobreprotejo a mis hijos y no me opongo a sus caprichos? ¿He sabido imponer mi autoridad rectamente y respeto su personalidad (a mis hijos)? QUINTO MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS: “No matar” Prohíbe que hagamos daño al prójimo o a nosotros mismos en la vida del cuerpo o del alma. DIOS es el dueño de la vida. Debemos respetar la dignidad ajena. ¿He puesto en peligro mi vida sin necesidad? ¿Por desprecio he dejado de hablarle o negado el saludo a alguien? ¿He tratado de reparar el escándalo? ¿He deseado la muerte para mí o para otro? ¿He atentado contra mi vida intentando el suicidio? ¿He aconsejado o facilitado los medios para herir o matar a otro? ¿He pertenecido a grupos guerrilleros u otros grupos al margen de la Ley? ¿He cometido asesinato o lo he ordenado? ¿He aconsejado o practicado el aborto? ¿He practicado la Eutanasia? ¿Hice daño de palabra, o de obra a mí mismo, o a otros? ¿Tengo odio, venganza o rencor contra alguien? ¿He deseado el mal? ¿He reñido, molestado, despreciado, insultado a otros, a los pobres? ¿Practico el control de la natalidad? ¿Soy ocasión de pecado para otros con mis conversaciones, mal ejemplo o con mis vicios, juegos de azar, TV? ¿He participado en grupos delictivos, narcotráfico o sicariato? ¿He sido cómplice de secuestros, extorsión, terrorismo, torturas? ¿He maldecido a otras personas con palabras, pensamientos, con una mirada o con desprecio? ¿Me he negado a perdonar a alguien? También son PECADOS MORTALES contra el QUINTO MANDAMIENTO: incitar directamente a otros al suicidio; embriagarse hasta perder la razón o usar drogas alucinógenas: cocaína, morfina, crack, etc., pudiendo y debiendo evitarlo. SEXTO Y NOVENO MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS: “No fornicar y no desear la mujer del prójimo”. El sexto prohíbe todos los pensamientos, deseos, palabras, y obras contra la pureza. Fornicación es tener relaciones sexuales fuera del matrimonio. El Noveno prohíbe pensamientos y deseos contra la mujer casada o el hombre casado. ¿Me he acostado con un sacerdote, religioso, seminarista? ¿He sabido respetar mi cuerpo y el de los demás como templo del Espíritu Santo? ¿He cometido pecados contra la pureza: fornicación, adulterio, lujuria? ¿He negado su derecho al otro cónyuge sexualmente sin importar su sentir? ¿He deseado la mujer o esposo del prójimo? ¿Me he complacido en pensamientos y deseos malos? ¿He hablado u oído hablar con gusto de cosas indecentes? ¿He mirado objetos, figuras o estampas obscenas? ¿He cometido acciones deshonestas, solo o con otros? ¿Visto decentemente? ¿He leído novelas, revistas o libros obscenos? ¿He visto películas pornográficas? ¿He contado chistes de doble sentido? ¿He tenido fantasías sexuales? ¿He sido infiel en el matrimonio, culpable de separaciones y causado mal al cónyuge o hijos? ¿He cometido violaciones o participado en orgías? ¿He enseñado o incitado a otro a hacer cosas impuras? ¿Me he expuesto voluntariamente a la ocasión de pecar? ¿Ando con malas compañías en paseos, discotecas, etc.? ¿He tenido miradas indecentes? ¿He participado en el tráfico de blancas y promovido la corrupción de menores con la prostitución? ¿He maltratado sexualmente a alguien? ¿Tengo alguna amistad que me hace pecar? ¿He practicado el onanismo (verter semen fuera de la vagina)? Todo lo que sea buscar o admitir placer sexual fuera del uso lícito en el matrimonio es pecado mortal. Contra estos dos mandamientos también se peca cometiendo los siguientes actos impuros: masturbación, homosexualidad, incesto, bestialidad (acto carnal con animales), lesbianismo, sexo múltiple, relaciones prematrimoniales, inducir a menores de edad o personas ancianas a relaciones sexuales, practicar la necrofilia (sexo con muertos), el cibersexo (sexo por internet), streptease, las líneas calientes, ir a casas de prostitución o moteles y participar en orgías sexuales en el satanismo. Bailar con mala intención (quiere decir con intención deshonesta); tener actos movidos por la lujuria; besar o abrazar con deseo deshonesto; ir a espectáculos, a sitios de perdición, y llevar a otros. SEPTIMO Y DÉCIMO MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS: “No hurtar y no codiciar los bienes ajenos”. Hurtar es quitar, retener o dañar los bienes ajenos contra la voluntad de su dueño. Topas las personas tienen derecho a poseer los bienes propios y disfrutar de ellos para su bienestar espiritual y material. Codiciar es desear injustamente los bienes ajenos. Deseo de acumular riquezas para adquirir lujos o logra placeres, vanidades y vanagloria. ¿He cometido robos, atracos, contrabando, enriquecimiento ilícito? ¿He aconsejado a otros que se queden con lo robado? ¿Soy avaro, tacaño o he retenido bienes ajenos? ¿He tomado cosas ajenas? ¿Me he quedado con cosas encontradas, conociendo a su dueño? ¿He ayudado a robar o a perjudicar a otros? ¿Pagué el sueldo debido y a tiempo? ¿Doy limosnas? ¿Derrocho mucho dinero en el vestir? ¿He deseado que a otros les vaya mal? ¿Me burlo o ridiculizo a mi prójimo? ¿He traicionado a alguien? ¿Me he alegrado del dolor ajeno? ¿Codicio los bienes ajenos, y no disfruto de los propios? ¿He restituido lo robado, pudiendo hacerlo? ¿He reparado el daño ocasionado? ¿He cometido una injusticia o fraude de estafa? ¿He pagado mis deudas, pudiéndolo hacer? ¿He sido usurero? ¿He dado monedas o billetes falsos a conciencia? ¿He falsificado firmas, cheques, documentos? Otros PECADOS MORTALES contra el séptimo y el décimo mandamientos son: Hacer trampa en las compras o en las ventas (aunque lo que se robe cada vez sea poco puede llegar a ser pecado grave por acumulación); jugar cantidades grandes de dinero, pagar sobornos, comprar cosas robadas, violar los contratos, no devolver lo que le prestan, malgastar el presupuesto familiar, malversación de fondos de la comunidad. OCTAVO MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS: “No levantar falsos testimonios ni mentir”. DIOS prohíbe perjudicar al prójimo en su honra y buena fama y además con las mentiras. Toda persona tiene derecho a su prestigio y buena reputación ante el prójimo. ¿He leído sin permiso correspondencia ajena? ¿Digo groserías? ¿Practico la crítica, la calumnia, la ironía? ¿He mentido? ¿He pensado mal o he deshonrado al prójimo sin justa causa? ¿He revelado sin necesidad secretos o faltas ajenas? ¿He acusado falsamente al prójimo? ¿He hecho juicios temerarios? ¿He cumplido las promesas y votos hechos a las personas? ¿Perdono a los que me ofenden, olvido las ofensas, soy resentido, tengo ira o rencor? ¿He actuado en contra de mi conciencia por respeto humano? ¿He levantado algún falso testimonio? ¿He restituido la fama u honra que he quitado? ¿He destruido la reputación y el honor del prójimo (malediciencia)? Otros PECADOS MORTALES contra el octavo mandamiento son: mentir con daño grave del prójimo; calumniar (hay que reparar los daños ocasionados por la mentira o la calumnia); difamar el buen nombre de personas, murmurar, hacer chismes, etc. He violado confidencias, secretos profesionales, correspondencia, sigilo de confesión?
