06 DE FEBRERO. MUERE RUBÉN DARÍO Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío, nació en Metapa, hoy Ciudad Darío, Matagalpa, el 18 de enero de 1867 y murió en León, el 6 de febrero de 1916. De niño, sus padres se separaron y su madre fue a vivir con otro hombre en Honduras, dejando a Darío al cuidado de sus tíos abuelos. El poeta eventualmente decidió usar el antiguo apellido familiar Darío. Educado por los jesuitas, Darío fue un lector precoz y comenzó a escribir sus primeros versos a temprana edad. De hecho, publicó su primer poema a los 13 años en un periódico local. En 1887, después de haberse trasladado a Chile, logró publicar su primer libro de poemas Abrojos. El año siguiente salió Azul. . . , uno de sus libros más importantes, marcando el comienzo del modernismo. En 1892, el poeta viajó por primera vez a Madrid, dando comienzo a una vida de trotamundos, alternando entre París, Madrid y países latinoamericanos. Colaboró con periódicos importantes y desempeñó varios cargos diplomáticos, entre ellos: cónsul honorífico de Colombia, en Buenos Aires, ciudad en la que publicó Prosas profanas y otros poemas; y embajador de Nicaragua en Madrid, donde publicó Cantos de vida y esperanza (1905). Llevó una vida de embriaguez, mujeres y desenfreno. Por varios años luchó contra el alcoholismo, perjudicando su salud, y en 1916 cayó enfermo y falleció a los 49 años de edad en su Nicaragua natal. A pesar de su muerte prematura, fue un escritor prolífico y considerado uno de los mejores poetas de la lengua española. Sus obras más importantes son Azul, Prosas profanas y otros poemas, y Cantos de vida y esperanza. Azul: Azul . . . (1888) es el primer libro modernista de Darío. Consiste en prosa y poesía, pero la renovación modernista aparece más en la prosa. Azul. . . representa el inicio del cambio y el comienzo de su experimentación. En la poesía, emplea una gran variedad de estrofas y de metros, pero da prioridad al alejandrino. Como en otros libros, es evidente el culturalismo, con abundantes referencias a la mitología griega. Las descripciones son muy suntuosas y el uso abundante de adjetivos resalta la belleza, el decorativismo y la naturaleza domesticada (flores en floreros, jardines, etc.). Es evidente la influencia del parnasianismo francés, evadiendo la sociedad de su tiempo y refugiándose en lo antiguo, exótico, bello y aristocrático, como los mitos griegos, los jardines franceses y los cisnes. En buen ejemplo de esta influencia es el cuento "El rey burgués", una crítica de la sociedad burguesa en el que aparecen muchas de estas imágenes. Prosas profanas y otros poemas: Prosas profanas y otros poemas (1896) representa la culminación y plenitud del modernismo. Darío ejerce control absoluto sobre la forma y emplea el simbolismo. El título del libro es subversivo dado que quiere unir lo sagrado con lo profano: “prosa” es una palabra arcaica que se refiere a misas cantadas y “profano” es todo lo opuesto a lo religioso. Como en Azul. . . , la naturaleza aparece domesticada y es un libro muy sensual con alusiones a todos los sentidos como en el poema "Era un aire suave". Aparece el exotismo, la mitología greco-latina, como en "Coloquio de los centauros", e imágenes modernistas como cisnes, perlas, encaje y flores. En "Sonatina", uno de sus poemas más conocidos que comienza con el verso: "La princesa está triste. . . ¿qué tendrá la princesa?", resalta lo precioso y extranjero (tules, mármol, cisnes, y los jazmines del Oriente). Cantos de vida y esperanza: Después de Prosas profanas, Darío comienza a usar un tono más conversacional y verso libre en Cantos de vida y esperanza: Los cisnes y otros poemas (1905), que muchos consideran ser su obra más importante. Es un libro menos experimental y más profundo, existencialista e intimista, sin abandonar las imágenes modernistas de sus libros anteriores. También aparecen en este poemario el tema de la hispanidad y una crítica al imperialismo estadounidense. A pesar del título optimista y las exaltaciones gozosas de la vida, hay un trasfondo de angustia y pesimismo. El modernismo literario El modernismo es el primer movimiento literario que surgió en América Latina. Tuvo su mayor arraigo en la poesía producida entre aproximadamente 1880 y 1916, año en que falleció Rubén Darío, patriarca del modernismo. Se inicia con la publicación de su poemario Azul . . . en 1888, sin embargo, esta nueva estética se ha encontrado en la obra poética de José Martí y Manuel Gutiérrez Nájera escrita entre 1875 y 1882. En vez de dejarse guiar por los modelos españoles de la época, los modernistas hispanoamericanos fueron muy influidos por dos corrientes francesas: el simbolismo y el parnasianismo. Escritores influyentes incluyen a Théophile Gautier, Stéphane Mallarmé, Paul Verlaine, Leconte de Lisle, Victor Hugo, Walt Whitman, Oscar Wilde y Edgar Allan Poe. Temas del modernismo: Culto a la belleza: La poesía modernista valora el cultivo del arte por el arte, por lo que hay un énfasis en las imágenes hermosas, armoniosas y exquisitas, así como en la perfección de la forma del poema. Los poetas modernistas no querían producir una poesía burguesa para el consumo masivo. En cambio, es una poesía elitista e idealista, un rasgo heredado del romanticismo. Aparecen cisnes, ornamentación lujosa, materiales preciosos y animales hermosos. En contraste con la naturaleza silvestre del romanticismo, la naturaleza en el modernismo es domesticado y cuidado como los jardines franceses. Amor: El tema del amor cobra un tono más erótico y sensual en la poesía modernista. La evasión: Evocan un mundo fantástico de lugares lejanos y tiempos arcaicos. Predominan imágenes de la mitología greco-latina, así como personajes de otras épocas pasadas como princesas, damas y caballeros. Generalmente no es una poesía regionalista, como el realismo. Los poetas modernistas sienten aversión por la sociedad en que viven. Cultivan el exoticismo con referencias a viajes, y lugares distantes y míticos. Indigenismo y la amenaza de EE.UU.: Aunque parece contradictorio a la evasión, el tema del indigenismo también suele ser evasionista en que no refleja la realidad actual del pueblo indígena, sino que busca recuperar el legado precolombino del pasado. También hay una preocupación por el imperialismo de los EE.UU. Este tema aparece en Cantos de vida y esperanza (1905), de Darío. Sincretismo religioso: Recuperan ideas de varias religiones: el budhismo, el cristianismo y la filosofía griega. El paganismo aparece frecuentemente en la deificación de la naturaleza y en las referencias a la mitología clásica (culteralismo). Los poetas modernistas también muestran un interés por el ocultismo y emplean el simbolismo para explorar los significados ocultos del mundo. Estilo del modernismo: La influencia del parnasianismo resalta en el estilo arquitectónico de estos poemas tan cuidadosamente construidas como edificios greco-latinos. Se hace hincapié en la perfección de la forma, el esteticismo y el lenguaje culto. El ritmo, palabras esdrújulas, aliteración y onomatopeya se emplean para crear musicalidad en los versos. De hecho, los poetas modernistas buscan evocar todos los sentidos (color, sentido, olor, tacto) con imágenes sinestésicas y cromatismo. Usan el verso alejandrino, dodecasílabo y eneasílabo, pero también comienzan a ensayar el verso libre. Escritores modernistas: Éstas son algunas de las figuras más importantes del modernismo hispanoamericano. Delmira Agustini (Uruguay, 1886-1914) José Asunción Silva (Colombia, 1865-1896) Julián del Casal (Cuba, 1863-1893) Rubén Darío (Nicaragua, 1867-1916) Manuel Gutiérrez Nájera (México, 1859-1895) Julio Herrera y Reissig (Uruguay, 1875-1910) Ricardo Jaimes Freyre (Bolivia, 1868-1933) Leopoldo Lugones (Argentina, 1874-1938) José Martí (Cuba, 1853-1895) Amado Nervo (México, 1870-1919)