Procesos de formación de suelo en LAC En LAC, por su gran extensión, podemos encontrar una enorme variedad de procesos de formación. Diversas latitudes cruzan el continente, desde la subtropical en el mar Caribe, pasando por la ecuatorial o tropical, hasta llegar a zonas templadas al sur de Argentina y Chile. A esta variabilidad hay que sumarle la zonificación vertical, con altitudes que van desde el nivel del mar hasta los 6.000 m. Todo lo anterior produce grandes variaciones en las temperaturas y su estacionalidad, lo que influye en los procesos de meteorización de los compuestos minerales y la acumulación de materia orgánica. Por otra parte, también existen distintos tipos de material parental o sustrato geológico: se pueden encontrar desde materiales calcáreos de origen marino, sobre todo en las islas del Caribe, hasta materiales de carácter ígneo muy antiguos, como los escudos de Guayana y de Brasil, los cuales originan in situ multitud de tipos de suelo así como aluviones derivados de ellos con un alto grado de meteorización (como sucede en Venezuela, parte de las Guayanas y Brasil). Por otro lado, cabe mencionar la diversidad de materiales existente (rocas metamórficas y calizas) en las grandes planicies aluviales de sedimentos más recientes derivados de los Andes, situadas al norte del continente y en Uruguay. En cuanto a los materiales de origen volcánico, estos predominan tanto en Centroamérica como en Colombia, Bolivia, Chile y Argentina. A continuación se describen brevemente los principales procesos de formación de suelo en LAC. Procesos de formación más comunes en Sudamérica Para facilitar la comprensión del texto, en esta descripción se diferencian los procesos en función de su localización en el subcontinente. Se han definido tres grandes áreas: (i) los grandes escudos o macizos, las áreas geológicas más antiguas y estables, (ii) la cadena montañosa andina, la más larga del mundo, la cual se extiende desde Tierra del Fuego (Chile) hasta Venezuela y (iii) las varias cuencas sedimentarias donde los procesos deposicionales se han producido recientemente o aun están actuando. 1. Los escudos o macizos El área más extensa en la que los procesos de formación son homogéneos en Sudamérica se deriva principalmente de los tres escudos más antiguos del continente: el de Guayana, ubicado principalmente en Venezuela, el escudo brasileño, principalmente en ese país y en parte de Uruguay, Paraguay y Argentina, y el macizo patagónico, al sur de Argentina. En estas zonas se encuentran los suelos derivados directamente de las rocas de esos macizos y en las áreas contiguas aparecen los aluviones que proceden de los mismos. Estos escudos están constituidos por rocas ígneas del Precámbrico, principalmente ácidas en el escudo de Guayana (p. ej. granitos) y rocas basálticas en los escudos brasileño y patagónico. También podemos encontrar rocas metamórficas Tepuy del sur de Venezuela (parte del Escudo de Guayana). Los tepuyes o tepuis son grandes mesetas cubiertas por areniscas fracturadas. El tepuy vecino contiene el Salto del Ángel, la cascada más alta del mundo, con una caída de 1.000 m. (LC) como el gneis y sedimentarias como areniscas y aluviones pre-meteorizados de las rocas mencionadas. Ocupan grandes peneplanicies y altiplanicies, todas ellas de gran estabilidad geomorfológica. El clima dominante es el tropical húmedo con periodos secos variables en Guayana y Brasil norcentral. El sur del escudo de Brasil posee un clima subtropical, mientras que en el escudo patagónico el clima es templado y más seco. La cobertura vegetal más extensa es la de grandes bosques siempreverdes con gran biodiversidad, como los amazónicos seguida de las sabanas (arboladas y no arboladas). En el escudo patagónico aparecen praderas con vegetación arbustiva. Los suelos formados en estas zonas tropicales y subtropicales, han estado sujetos a miles de años de intemperización, con importantes lavados de bases y acumulación relativa de sesquióxidos de hierro y aluminio. El grado de meteorización se evidencia por el predominio de arcillas del tipo caolinita, óxidos de hierro como la goethita y de aluminio como la gibsita. Los procesos de acumulación de materia orgánica son pequeños, debido a las altas temperaturas. Los de remoción son en general altos por la gran pluviosidad y lavado. Los de translocación se concentran en los movimientos de arcilla en varios grados hacia el subsuelo, principalmente en los climas más subhúmedos y en materiales mas ácidos. Las transformaciones han consistido fundamentalmente en la conversión de minerales primarios hacia arcillas y sesquióxidos, dadas las altas tasas de remoción de cationes básicos, las altas temperaturas y el largo tiempo de meteorización. Como consecuencia, los suelos predominantes son profundos y rojos (Ferralsols y Acrisols). Por otra parte, las condiciones en la Patagonia resultan en un escaso grado de evolución del suelo, principalmente por las bajas temperaturas y el poco lavado, dando lugar a suelos muy esqueléticos y superficiales y con baja evolución mineralógica (Leptosols y Regosols). 2. Cadena Montañosa Andina Ferralsol en el río Jari, selva amazónica, Brasil. (BQ) La segunda gran extensión de procesos de formación de suelos que presenta cierta homogeneidad se sitúa en las cadenas montañosas andinas y en la serranía de la Costa norte. Sus alturas van desde los 300 m hasta más de 6.000 m sobre el nivel del mar (snm), dando lugar a una gran zonalidad vertical de las temperaturas y consecuentemente de la vegetación y los suelos. Esta región es de mediana edad, comparada con la de los Escudos, y de mucha menor estabilidad geomorfológica, ya que está sujeta a importantes movimientos tectónicos. Como resultado encontramos valles compuestos por fallas y terrazas fluviales, resultado de cambios climáticos y procesos erosivos. Los materiales geológicos son de una gran diversidad: desde materiales ígneos en el corazón de la montaña, hasta metamórficos de diversos grados y sedimentarios en las laderas (calizas, esquistos, lutitas y cenizas volcánicas, estas últimas principalmente en Colombia, Ecuador, Bolivia Occidental, Argentina y Chile). La cobertura vegetal es también muy variada por efecto de grandes diferencias en los balances hídricos; desde la vegetación espinosa propia de zonas secas como la Goajira venezolana y colombiana y desiertos del sur de Bolivia y norte de Chile, hasta los bosques subhúmedos y húmedos tropicales presentes en la mayoría del territorio. En las zonas donde se registran las temperaturas más bajas la vegetación es de porte arbustivo (p.ej. en los páramos o punas, sobre los 3.000 msnm). Las actividades humanas han sido a menudo las responsables de la deforestación de las laderas, lo que ha provocado la eliminación de cobertura vegetal e importantes procesos de erosión. La combinación de factores formadores ha resultado en una gran variedad de suelos, desde muy poco desarrollados (por ser jóvenes o por estar en zonas muy secas), hasta suelos de mediano desarrollo pedogenético con variadas características químicas y mineralógicas. Los procesos de acumulación de materia orgánica también son diversos: son muy escasos en las zonas secas, mientras que en zonas más húmedas puede llegar a darse una acumulación de moderada a alta de materia orgánica (especialmente bajo bosques, por encima de los 1.000 msnm. En los páramos, debido a las bajas temperaturas, pueden llegar a formarse Histosols). Los procesos de remoción de bases del suelo dependen del balance hídrico, pero en general son de moderados a altos marcando la naturaleza ácida de los suelos, excepto en aquellos de origen calcáreo. Los procesos de translocación son muy evidentes en los suelos calcáreos, con acumulaciones de carbonatos secundarios en el subsuelo. También se pueden observar movimientos de arcilla (horizonte árgico) en los suelos más estables. En casos excepcionales, sobre materiales muy arenosos y donde se producen altas precipitaciones y bajas temperaturas, se identifican movimientos de hierro y aluminio ligados a la materia orgánica en el subsuelo (horizontes espódicos y plácicos), especialmente en páramos. Los procesos de transformación dominantes en esta región son los cambios de mineralogía, desde los minerales primarios hasta estados intermedios como son: de micas a illita y vermiculitas y de materiales volcánicos a alófana. Los suelos representativos de estos procesos y sus distintas combinaciones son los Cambisols, Luvisols, Leptosols y Andosols. Suelos y medio ambiente en LAC | Atlas de suelos de América Latina y el Caribe JRC_LAC_atlas_maps.indd 31 31 29/01/2014 17:05