IIN ND DIIC CE E Vá re z 1ª PARTE: LO MÁS IMPORTANTE PARA TI IInnttrroodduucccciióónn::....................................................................................................................................................................................................................5 Felicidad: pensamientos y emociones ....................................... 9 Capítulo 2 Parámetros: escala de valores.................................................. 49 Capítulo 3 Parámetros personales............................................................. 81 Capítulo 4 Felicidad ............................................................................... 131 .A lo ns o Capítulo 1 .A 2ª PARTE: ACTITUDES AUTOFRUSTRANTES Baja autoestima: autoaceptación. .......................................... 151 Capítulo 6 Inmadurez, indecisión: ser responsable de tu vida................. 173 Capítulo 7 Perfeccionismo, debes y deberías.......................................... 191 Capítulo 8 Tus relaciones con los demás. ............................................... 211 l. ta Vi Los manipuladores y tus problemas con los demás. .............. 223 ud Capítulo 9 M Capítulo 5 Autolimitación, roles, yo soys y etiquetas. ............................ 269 Capítulo 11 Inseguridad, timidez, miedo a lo desconocido. ...................... 277 Capítulo 12 Tiempo: culpabilidad, preocupación, ira, venganza................. 297 A ct it Capítulo 10 Tu 3ª PARTE: EXPRIMIR LA VIDA AL MÁXIMO Capítulo 13 La práctica de la felicidad. ..................................................... 319 Capítulo 14 Técnicas de superación. ..................................................... 335 Tu ud ct it A l. ta Vi ns o lo .A .A M Vá re z z Vá re LO MÁS ns o 1ª PARTE: Tu A ct it ud Vi ta l. M .A .A lo IMPORTANTE PARA TI Tu ud ct it A l. ta Vi ns o lo .A .A M Vá re z Vá re z I n t r o du cci ó n : .A lo ns o Sobre la finalidad de esta obra. .A Sólo vivimos una vez, o por lo menos eso es lo que nos indican M nuestros conocimientos actuales. Y si sólo vivimos una vez ¿por qué ta l. no tratar de exprimir al máximo las oportunidades que nos ofrece la todo tipo: Vi vida?. Si observamos a los que nos rodean descubrimos personas de algunos son tímidos, otros son alegres, unos son ct it ud extrovertidos y otros serios; ¿qué los hace ser como son?. Nacemos con ciertos componentes genéticos que delimitan A nuestro carácter, pero es nuestra historia vital el verdadero cimiento Tu de nuestra personalidad. Efectivamente, nuestra forma de ser se va construyendo a través tanto de los acontecimientos que nos van surgiendo como de la opinión que guardamos de ellos. Dicha opinión o juicio de los acontecimientos puede traer causa de la educación recibida en nuestra niñez, pero con el paso del tiempo su verdadero origen lo encontraremos en nuestra propia forma de pensar. De lo anterior podemos extraer la siguiente conclusión: nuestra personalidad encuentra su fundamento en nuestra particular forma de ver la vida. z En efecto, es nuestra forma de ver el mundo, lo que pensamos de Vá re las cosas y, en definitiva, nuestra propia filosofía de la vida la verdadera base de nuestra personalidad. ns o Lo que hace a las personas alegres o tristes, lo que las convierte lo en positivas o negativas no es únicamente su comportamiento externo, .A sino su forma de pensar positiva o negativa; es su forma de ver las .A cosas lo que las caracteriza. Si el único factor para construir una M personalidad determinada (p.ej. ser alegre) fuese el mero hecho de comportarse según el dictado de dicha personalidad, bastaría con ta l. actuar como tal (como una persona alegre) para conseguirlo. Pero lo Vi cierto es que para adquirir una cierta forma de ser no es suficiente con representar el personaje apropiado, sino que, también es preciso ud que te sientas como tal, y para sentirte como tal has de pensar tal y ct it como pensaría esa persona que pretendes ser (para ser una persona A positiva piensa positivamente). Tu Por otro lado, nuestra forma de pensar no es invariable, sino todo lo contrario, al igual que cuando somos niños vamos aprendiendo cosas nuevas y cambiamos nuestro comportamiento hasta convertirnos en adultos, también cuando nos hacemos mayores conservamos esa misma capacidad de cambio. Utilizaremos dicha 6 facultad para mejorar todas aquellas actitudes personales que consideremos necesario corregir para disfrutar de una vida más plena. esa forma de pensar origen de tu personalidad, Vá re descubrir z En la primera parte de este libro trataremos de ayudarte a intentaremos que te plantees tus prioridades en la vida, para que, una ns o vez descubiertas, tengas una idea más clara de “quién quieres ser” y de “qué quieres obtener de la vida”. Despejaremos de dudas tu lo existencia, te proporcionaremos unos criterios sobre los cuales basar .A tu vida, te suministraremos los materiales necesarios para que .A construyas tu propia filosofía vital. Te mostraremos los diversos M aspectos que te condicionan y valoraremos en su justa medida l. nuestros objetivos de felicidad. Intentaremos que descubras tu propio ta “yo”, tu propia personalidad y que tu conducta externa se adecue a Vi ese “yo” interno. Y, en definitiva, conseguiremos y conseguirás estar ud más satisfecho de ti mismo porque te comportarás tal y como tú en tu ct it “yo” interno consideras que debes comportarte. En definitiva: serás el verdadero dueño de tu vida, el responsable de tus decisiones y no A volverás a ser nunca esclavo de la opinión ajena ni de tus emociones Tu negativas. En la segunda parte de esta obra abordaremos los principales obstáculos que habrás de salvar en el, a veces complicado, camino hacia la felicidad. Estudiaremos la mayoría de las actitudes y comportamientos autofrustrantes que dificultan tu desarrollo personal 7 (inseguridad, timidez, culpa, miedos, perfeccionismo, etc.) y te proporcionaremos las herramientas adecuadas para combatirlos. Por su parte, en la tercera y última sección de este libro z acometeremos nuestro reto fundamental: te trataremos de suministrar Vá re una serie de ideas que puedas utilizar para procurarte el mayor grado de felicidad posible. ns o Efectivamente, no basta con eliminar los obstáculos, que por lo cierto siempre van a existir, nuestro desafío va más allá: pretendemos, .A como decíamos al principio, que disfrutes al máximo de las .A oportunidades que te brinde la vida. M A lo largo de esta obra y como complemento a la parte más l. teórica te propondremos una serie de ejercicios con el fin de ta desarrollarla en la práctica. También te presentaremos una serie de Vi actitudes autofrustrantes de ejemplo que te ayudaran, creemos, a ud descubrir las tuyas y a rechazarlas. ct it Estamos convencidos de que la lectura de este libro puede constituir una de las experiencias más positivas de tu vida y que si A actúas con decisión y pones en práctica su contenido tu existencia Tu mejorará radicalmente. O, por lo menos, eso es lo que deseamos de todo corazón. 8 C a p í t ul o 1 ns o Vá re z F Feelliicciid da ad d:: p peen nssa am miieen ntto oss yy eem mo occiio on neess .A .A lo LA IMPORTANCIA DE SER FELIZ M Aunque ser feliz constituye uno de los objetivos más importantes de nuestra vida, lo cierto es que la mayoría de nosotros nunca nos ta l. planteamos, a lo largo de nuestra existencia, ni en qué consiste “eso” Vi de la felicidad ni cómo podemos conseguirla. Estamos tan enfrascados en los acontecimientos diarios que jamás hallamos tiempo para ud resolver este tipo de cuestiones. Y, sin embargo, son muchas las ct it personas que en el fondo no se sienten totalmente satisfechos de cómo A se desarrolla tu vida. Tu ¿Qué es más importante para ti, ir esta tarde de copas o plantearte una vida más feliz?. Salir de copas es importante, pero constituye un placer efímero y seguramente ser feliz a largo plazo resulta para ti mucho más importante. Por lo tanto, no dejes que pasen los días por pasar ¡ponte manos a la obra e intenta ser feliz!. Haz un hueco para ti en medio de la vorágine diaria. Date prioridad, ¿tienes de verdad algo más importante que hacer?. En el colegio te enseñan a leer, a sumar, y después a hacer ecuaciones y derivadas, pero ¿quién te enseña a vivir?. ¡Nadie!. Has Vá re manos de los acontecimientos?, ¿aprendiendo sin orden ni concierto o z de ser tú quien aprenda por ti mismo. Pero, ¿cómo?, ¿dejándolo en tomándotelo en serio, buscando la forma de conseguirlo y no ns o dejándolo a la acción de la casualidad?. Yo, desde luego me apunto a lo la segunda alternativa, ¿y tú?. ¿Qué somos? Y M .A .A NUESTRO PLANO PSÍQUICO: PENSAMIENTO Y SUEÑO ¿cómo somos?. Todos nosotros somos ta l. fundamentalmente la suma de dos aspectos: uno físico y otro psíquico. Vi Y dentro del plano psíquico somos, ante todo, pensamientos, ud emociones y sueños. ct it Pero antes de proseguir se hace necesario delimitar una definición de estos conceptos para evitar cualquier posible equivoco. De hecho, a A lo largo de la historia, muchas de las discrepancias entre los distintos Tu movimientos filosóficos y psicológicos tienen su origen en simples diferencias semánticas: lo que unos entendían por personalidad otros lo llamaban carácter y estos últimos entendían por personalidad lo contrario que los primeros. ¿Pensamiento es todo proceso 10 cerebral?. Normalmente entendemos por pensamiento todo proceso consciente que surge en nuestro cerebro y, por lo tanto, nada tiene que ver pensamiento con los sueños o con automatismos, movimientos instintivos, etc. que carecen Vá re dicha acepción como la válida, lo cierto es a lo largo de este libro z de ese componente consciente. Sin embargo, a pesar de reconocer vamos a utilizar dicho término en su más amplia extensión, que también incluiría aquellos otros significados. De hecho, en este libro ns o utilizaremos muy a menudo la palabra pensamiento como sinónimo de proceso mental abarcando cualquier tipo de fenómeno cerebral tanto .A lo consciente como inconsciente. Esta acepción amplia la emplearemos, .A sobre todo, cuando no encontremos otro vocablo más específico. M Veamos pues ,los tipos de procesos mentales incluidos en dicho Razonamientos, juicios, y valoraciones (se trata de procesos Vi A) ta l. concepto amplio de pensamiento: Procesos automáticos como pueden ser los hábitos de ct it B) ud conscientes). pensamiento (diferentes conjuntos de pensamientos que Tu A surgen automáticamente en nuestro cerebro cuando se producen ciertas situaciones, por ejemplo: te gritan y tú habitualmente piensas que debes defenderte también a gritos), los pensamientos inconscientes (son pensamientos automáticos e individuales que se manifiestan sin ningún tipo de actividad racional por nuestra parte) y el carácter o 11 personalidad externa (conjunto de comportamientos propios de cada persona íntimamente relacionados con los hábitos de comportamiento del individuo en cuestión). Sueños, imaginación, y otros procesos a medio camino entre z C) D) Vá re la consciencia y la inconsciencia. Personalidad interna, filosofía de la vida, valores, principios, ns o criterios, forma de ser, forma de pensar, etc. Todas estas lo expresiones se refieren a tu “yo” más profundo y aluden a lo .A en resumen a tu ética personal. .A qué piensas del mundo, de la vida, de cómo te gustaría ser y M En otro orden de cosas, el proceso mental que llamamos l. pensamiento puede presentar varias formas: en primer lugar puede ser ta “verbalizado”, es decir, pensado en tu idioma de forma similar a Vi cuando hablas. En segundo lugar, cabe otra forma mucho más rápida, ud sin llegar traducir a palabras tus pensamientos. A veces, incluso no ct it somos en absoluto conscientes de estos procesos no verbales, pero a poco observador que seas, seguramente te habrás dado cuenta que el A proceso reseñado existe. De hecho el pensamiento no verbalizado Tu constituye la especie más habitual de pensamiento, sobre todo cuando dicho pensamiento consiste en los procesos automáticos e inconscientes anteriormente descritos. Y el sueño, ¿qué es?. El ser humano, como los demás animales, está necesitado de descanso: su cuerpo no está lo suficientemente 12 evolucionado como para poder resistir una actividad continua. Así que, de vez en cuando, su cuerpo y su mente le piden un periodo de reposo. Vá re mucho menos que cuando estás despierto y la mayoría de tus procesos z Cuando duermes tu cuerpo ve disminuir su actividad, te mueves físicos como la respiración o los latidos del corazón bajan en ns o intensidad, pero nunca, naturalmente, hasta el punto de llegar a un total cese en su actuación, pues esto acarrearía la muerte. De igual lo manera, también tu mente necesita disminuir su actividad para poder .A descansar. Como es lógico, dicha reducción se produce en todo aquel .A proceso que no sea imprescindible. Por tanto, no puede reducir en M demasía procesos de control de ciertos órganos vitales como el l. corazón, el riñón, el hígado, etc. Y si no puede disminuir ese tipo de ta actividades sólo queda la posibilidad de restringir los procesos Vi conscientes como, por ejemplo, los pensamientos razonados. ud El sueño es un estado en el cual la consciencia aparece más o ct it menos debilitada existiendo, además, diversos grados de sueño. Normalmente, no se llega a estados de absoluta inconsciencia porque A salir de dicho estado constituye un proceso demasiado lento, lo cual, Tu en el antiguo Homo Sapiens en constante peligro hubiese resultado fatal y, en consecuencia, la evolución evitó dicha posibilidad. Y si el hombre, salvo raras excepciones (profundos estados de coma, por ej.), cuando duerme tiene una cierta actividad mental, 13 entonces ¿qué forma toma dicha actividad de pensamiento limitada?. Los sueños se manifiestan a través de imágenes y sonidos mentales, de sensaciones y sentimientos e incluso, a veces, imaginamos historias Vá re y los sueños reside en tu falta de control sobre estos últimos (si bien z casi reales. La diferencia fundamental entre el pensamiento consciente podemos dirigir nuestros pensamientos de forma racional no pasa lo ns o mismo con los sueños). Efectivamente, cuando duermes no ejerces apenas ningún control lo sobre tus pensamientos, ni sobre las imágenes que surgen en tu mente. .A Puedes gozar de cierto grado de consciencia, pero te falta esa citada .A facultad de control que posees cuando estás despierto. El control, el M estar alerta, consumen sin duda buena parte de tu energía mental y es l. lo primero que pierdes cuando duermes. Y todo esto es así por ta necesidad no por casualidad: tú necesitas descansar, tu mente también Vi necesita ese descanso, tu cuerpo y tu mente no pueden quedar ud totalmente inactivos y lo primero que disminuye en intensidad es lo ct it que menos necesitas, o sea, tus pensamientos y dentro de ellos una parte prescindible, y que seguramente consume bastante energía, A como es el control de tus pensamientos, es decir: tu consciencia. Por Tu lo tanto, yo establecería sueño como equivalente de falta de consciencia y consciencia como sinónimo de control. PROCESOS PROPIOS DE PENSAR Y FORMA DE PENSAR 14 Por otro lado, lo que somos en el plano psíquico viene determinado fundamentalmente por nuestros pensamientos y estos, a su vez, son producto de nuestros procesos propios de pensar; es decir: Vá re nosotros, a través de los cuales vamos juzgando los diferentes z tenemos unos procesos mentales particulares, propios de cada uno de acontecimientos, y que determinan los pensamientos y sentimientos que nos van surgiendo continuamente. Así puede resultar que ante el ns o acaecimiento de dos sucesos similares los sujetos que los sufren pueden responder de formas muy diferentes dependiendo de su .A lo particular forma de pensar. Por ejemplo: si tienes una forma de pensar .A optimista la mayoría de las situaciones que vayas afrontando las M juzgarás positivamente y si, por el contrario, esas mismas situaciones las afronta una persona pesimista o muy perfeccionista difícilmente ta l. quedará totalmente satisfecho. Vi Nuestra forma de pensar genera unos comportamientos externos ud habituales que en su conjunto conforman lo que llamamos carácter. ct it Dicho carácter se halla también muy relacionado con el concepto de personalidad si bien, como veremos más adelante, el término A personalidad resulta más extenso ya que se relaciona también con pensamientos más íntimos y no solo con nuestro Tu nuestros comportamiento externo. Nuestro proceso de pensar, y en consecuencia, nuestro carácter, traen causa, a su vez, tanto de ciertos componentes genéticos sobre los que hoy en día tenemos poco control y conocimiento como de los 15 aprendizajes o conclusiones obtenidas a través de las diferentes experiencias acumuladas a lo largo de nuestra vida. Este proceso propio de pensar al que aludimos está compuesto por multitud de Vá re largo del tiempo: cuando somos un bebé no tenemos apenas una forma z hábitos de pensamiento que se han ido grabando en nuestra mente a lo de pensar definida, ésta irá surgiendo a través de nuestras diferentes experiencias. La mayoría de estas experiencias apenas influirán en ns o nuestra vida, pero otras muchas se irán quedando grabadas en nuestro lo cerebro y nos influirán poderosamente en el futuro. .A Muchos de los razonamientos y hábitos de pensamiento que .A vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida son contrapuestos. Así, a M veces pensaremos que contra una agresión lo más saludable es no l. hacer caso y otras, sin embargo, juzgaremos más efectivo el uso de la ta violencia. Esta pluralidad de juicios será origen de todo tipo de Vi confusiones que seguramente se agravarán con los consejos, también ud muchas veces contrapuestos, de nuestros padres y amigos. Aunque al ct it llegar a la madurez este confuso panorama tiende a aclararse, nunca llegamos a librarnos de estas confusiones, de ahí la necesidad de A analizar las más significativas; cuestión ésta que abordaremos a lo Tu largo de este libro. Pero, ¿somos únicamente lo que nuestros hábitos de pensamiento han hecho de nosotros?, es decir: ¿nuestra personalidad consiste básicamente en ese “yo” que se enfada, que ansía la aprobación ajena y que se defiende con violencia verbal frente a los ataques de los 16 demás porque la vida le ha enseñado a comportarse así o hay algo más?. Yo creo que somos algo más y que, por lo tanto, no somos simplemente esas reacciones automáticas aprendidas. Vá re piensas del mundo y de las cosas que te rodean. En definitiva, eres, sobre todo, tu propia filosofía de la vida o forma de pensar y no tus hábitos o procesos de pensamiento. Hemos de ns o solamente diferenciar claramente ambos aspectos de nuestra personalidad: una lo cosa es cómo nos comportemos normalmente y cómo reaccionemos .A de forma automática (procesos propios de pensar, hábitos de .A comportamiento, carácter exterior) y otra cosa muy distinta es cómo propios principios de pensar, principios, Vi ta personalidad interna, etc.). (forma l. nuestros M pensemos nosotros en nuestro interior que debemos actuar basándonos en Efectivamente tu personalidad o forma de ser es la suma de tus mentales ud procesos z Lo que te hace diferente, lo que tú eres realmente, es lo que habituales (que se manifiestan en un ct it comportamiento también habitual, es decir: tu carácter) y tu forma de pensar (tus principios, tu ética personal, en definitiva: tu filosofía de la A vida) y no podemos desdeñar este segundo componente por muy Tu recóndito que se encuentre. Por lo tanto, cuando los demás te califican, por ejemplo, de vengativo o cuando eres tú quien te designas a ti mismo como tal, en realidad ni tú ni ellos estáis siendo en absoluto objetivos. De hecho, si 17 bien es posible que en ese preciso instante tu comportamiento sea vengativo eso no significa que siempre seas vengativo, ni tampoco implica que tú juzgues en tu interior la venganza como un buen Vá re ser tú mismo” debemos entenderla en el sentido de intentar ser tal y z camino para solucionar los problemas. Por eso la famosa frase “has de como queremos ser, y de hecho somos, en nuestro interior y no como solemos ser en el exterior. Esto no implica, ni mucho menos, que si ns o sueñas, por ejemplo, con ser un famoso actor debas intentar comportarte como si lo fueses, por mucho que en tu interior te sientas .A lo como tal. Muy al contrario, lo que se pretende es que ciñas tu .A comportamiento a tu propia ética, que sigas tus propios principios y M que seas fiel a ti mismo: ¡en esto precisamente consiste “ser tú otro lado, muchas ta Por l. mismo”!. personas dicen: ¡has de actuar Vi espontáneamente! o ¡has de dejarte llevar por tus propias intuiciones!, ud pero la mayoría de ellas no sabría darte una definición de qué es la ct it espontaneidad ni sabrían explicarte en qué consiste eso de la intuición, en lugar de responderte a estas preguntas intentarán convencerte de A que debemos ser creativos y dejarnos llevar por nuestros impulsos y Tu que sólo así podremos desarrollarnos como personas y demostrar lo que llevamos dentro. Cabría preguntarse entonces sobre qué es eso que llevamos tan dentro o en qué consiste ser persona o ser creativo. Por último, intentarán demostrarte que tenemos en nuestro interior un aspecto mágico por descubrir, te dirán que somos seres espirituales, 18 con facultades maravillosas que sólo esperan a que las desarrollemos. Todo esto está muy bien, pero ¿en qué consisten esas facultades?, ¿qué es eso de “ser espiritual”?, ¿en qué consiste esa magia interior?. Vá re esa racionalidad que ellos desprecian te iras dando cuenta que la z Si no te dejas llevar por esas expresiones grandilocuentes, si utilizas mayoría de estas afirmaciones son únicamente palabrería y que a través de verdades a medias ocultan la realidad y, por lo tanto, la ns o verdad. lo Es posible que exista ese algo espiritual y mágico en nuestro .A interior y también es conveniente que nos dejemos llevar por nuestros .A impulsos ya que nos evitan el esfuerzo de mantener una constante M atención en todo lo que hacemos y nos proporciona una mayor l. velocidad de respuesta ante los diferentes acontecimientos; pero en ta primer lugar hemos de asumir que dichos impulsos nos pueden llevar Vi a equivocaciones, y en segundo lugar caeríamos en el absurdo si ante ud una situación determinada eligiésemos una actuación de la que ct it racionalmente podemos intuir un daño sólo porque nuestro primer impulso ha sido actuar de esa forma errónea. Por lo tanto, es A conveniente actuar fiándonos de nuestros impulsos, salvo cuando Tu nuestra razón nos muestre un posible resultado dañino. Siempre es preferible que te guíes por tus propios parámetros (tus principios, tu ética personal) que por intuiciones momentáneas y sólo así podrás ser tú mismo. De lo dicho hasta ahora podemos extraer algunas conclusiones: la 19 primera trataría de la necesidad de modificar o eliminar ciertos hábitos que nos impiden ser nosotros mismos (lo cual no es fácil) y la segunda, apenas esbozada, consistiría en que a pesar de la enorme Vá re una importante capacidad de elección: ¡tú eres lo que eliges ser! z influencia de nuestro pasado (hábitos de comportamiento) tenemos (aunque esto resulta un poco relativo tal y como veremos más ns o adelante). SOBRE LA NATURALEZA DE LOS SENTIMIENTOS Y DE .A .A lo LAS EMOCIONES M ¿En qué consiste la felicidad? ta l. ¿Has pensado alguna vez cómo surgen tus sentimientos? Vi ¿Es realmente posible controlar los sentimientos y el estado de ud ánimo?. ct it Si fueras capaz de mantener un estado mental constantemente positivo, sintiéndote bien continuamente; es decir: si consiguieses A controlar lo que sientes y tu estado de ánimo, ¿no te resultaría más Tu fácil ser feliz?. Estas y otras preguntas vamos a tratar de responderlas en este primer capítulo. Damos por sentado muchas cosas, por ejemplo: nos dicen que 20 somos el único animal inteligente y que los demás animales sólo se guían por el instinto y nos lo creemos sin ponerlo en duda, vamos al colegio y nos tragamos todo lo que nos dicen como si fuesen actos de Vá re hecho la mayoría piensa así y, sin embargo, lo cierto es que tú continuamente estás controlando tus emociones. ns o Esto sucede, por ejemplo, cuando en medio de un proceso depresivo o en un momento de tristeza te percatas que la situación lo realmente no es tan grave y que no solucionas nada sintiéndote mal. .A Cuando adviertes esta circunstancia lo normal es que tú mismo .A intentes dejar de lado tus problemas y luches por sentirte mejor. De M esta manera te autosugestionas y controlas tus emociones. ta l. Pues bien, este proceso consistente en autoconvencerte de cosas Vi para minimizar tus problemas o por lo menos para dejarlos de lado ¿por qué no usarlo de forma más consciente?. Si te encuentras ud deprimido o bajo de moral ¿por qué tienes que continuar en ese ct it estado?. Lo más probable es que no extraigas ningún resultado positivo sintiéndote mal, ¿vas a solucionar tus problemas por pensar Tu A continuamente en ellos?. Seguramente no. Por otro lado, puedes pensar que al eludir tus problemas estás huyendo de ellos. Es posible que sea así, pero sólo hay una cosa peor que huir de los problemas y es regodearte masoquistamente en ellos. Es conveniente, por lo tanto, establecer una pauta o regla que 21 z fe. Mucha gente cree que no es posible controlar los sentimientos, de diferencie que problemas puedes “aparcar” y cuales no. Para mí la solución estribaría en si la naturaleza del problema en cuestión admite una solución en el momento presente o si dicha solución resulta Vá re nos empeñamos en darle vueltas a cuestiones cuya resolución se z imposible o muy complicada. Lo cierto es que la mayoría de las veces manifiesta prácticamente imposible y si realmente la encuentran ¿para qué seguir dándoles vueltas una vez encontrada?: la pones en práctica ns o y basta. De nada nos sirve “comernos el coco” con nuestros problemas lo salvo para acumular malos sentimientos y caer en la depresión. .A Qué es la depresión sino eso: una acumulación de pensamientos y .A de sentimientos negativos ante el acaecimiento de una o varias M circunstancias determinadas. ¡Cuantas veces les has aconsejado a los problemas” e intenten ta de l. demás cuando les has visto deprimidos o malhumorados que “pasen divertirse!. En ese momento estás Vi reconociendo la posibilidad de controlar emociones, sentimientos y ud pensamientos. Entonces si es cierto que puedes controlar por lo menos ct it mínimamente lo que sientes ¿por qué no ir más lejos?, ¿por qué no controlarlos hasta un grado en el que puedas sentirte siempre los mejor A posible?. Es difícil, nadie nos enseña a controlar nuestras emociones, Tu pero no es imposible. Y lo cierto es que si dominaras hasta ese punto tus sentimientos o tu estado de ánimo te encontrarías sin duda más cerca de ser feliz, lo cual al fin y al cabo, constituye nuestra aspiración fundamental. Pero, a pesar de todo lo expuesto es muy probable que sigas 22 dudando de la posibilidad de controlar tus emociones y, también puedes pensar que es muy difícil conseguirlo o que quizás no tenga utilidad práctica. Incluso es posible que pienses que un excesivo Vá re autómata sin sentimientos. A esas dudas intentaremos responder z control de tus emociones te pueden convertir en una especie de ahora. ns o ¿Cómo surge una estado de ánimo o una emoción?. Un estado de ánimo no es más que un conjunto de emociones o sentimientos lo encadenados y con la característica de que siguen un mismo sentido: si .A en un momento determinado te sientes feliz lo normal es que todo lo .A que pienses sea positivo, lo cual te hará sentirte aún mejor. Si te M sientes mal y triste todo lo que piensas será seguramente negativo y l. los acontecimientos positivos serán apartados o menospreciados, a no Vi ta ser que tú les proporciones importancia de forma consciente. Normalmente los pensamientos surgen en tu mente sin ningún ud orden ni control. Van sucediéndose a tenor de los acontecimientos o ct it sucesos ocurridos a tu alrededor. Por ejemplo, si se te rompe un plato pensarás algo así como: ¡soy un desastre!, ¡hoy tengo un mal día!, etc. A También ejercen una gran importancia los pensamientos que precedan Tu a los del momento presente y normalmente los determinan, así, si antes de la rotura del plato estás pensando o recordando lo bien que has hecho una cosa determinada, como por ejemplo un examen, seguramente pensarás algo completamente distinto respecto de la rotura del plato: ¡mira, pues no soy tan listo!; o quizás: ¡bah, tengo 23 muchos!. ¡Y seguirás tan campante!. Lo descrito demuestra la importancia de mantener en todo momento un estado de ánimo positivo pues de esa manera aseguramos z que sea cual sea la naturaleza del acontecimiento lo vamos a encarar Vá re de la forma más satisfactoria posible. Precisamente la persona maníaco-depresiva se caracteriza por ns o tener fases de absoluta felicidad seguidas de fases de tremenda lo depresión, en realidad lo que le ocurre es que vive sin controlar en .A absoluto su estado de ánimo. Su descontrol sobre las fases positivas .A tiene un pase, pero el descontrol sobre las negativas puede ser muy M peligroso y hacerle profundamente infeliz. Dicho descontrol en las fases positivas a veces tiene como origen la idea de que sin control (es ta l. decir: siendo totalmente espontáneo) puede conseguir un mayor estado Vi de plenitud. En efecto, muchas personas en su deseo por disfrutar de la vida intentan vivir alocadamente evitando juzgar lo que hacen. Este ud descontrol se convierte en hábito y el maníaco-depresivo no controla ct it tampoco su depresión. A Hay que fomentar esos momentos positivos de absoluta felicidad, Tu pero no hasta el punto de deformar la realidad y mentirte a ti mismo, cuestiones estas que se suelen producir en los momentos de euforia. El crearte falsas expectativas sobre tu vida o sobre el mundo puede conducirte a sentirte frustrado cuando te des cuenta que las cosas no son como esperabas. Este puede ser el principio de una depresión: el 24 mundo que antes (en tus momentos de exultante alegría) te parecía maravilloso, resulta ahora horrible. Al hablar de depresión quiero hacer un inciso: cuando en este libro se habla de depresión o de Vá re utilizando dicha expresión en todas sus posibilidades y grados ya sea z cualquier otro tipo de estado de ánimo normalmente estamos desde un mero estado de ligera tristeza o preocupación hasta un estado de profunda depresión. Esta aclaración la hago para evitar que al leer ns o algunos de los ejemplos que se exponen en este libro no te sientas aludido al entender que me estoy refiriendo a estados o situaciones .A lo extremas. De ahí la conveniencia de que hagas un cierto esfuerzo .A imaginativo para adaptar dichos ejemplos a tu caso particular M Y las emociones ¿qué son realmente?, ¿te has parado a pensarlo ta l. alguna vez?. Vi Los sentimientos y emociones se generan de la siguiente forma: en primer lugar se produce un suceso (tu madre te llama enfadada), ud acto seguido piensas lo que sea respecto a dicho suceso (¡ya está ct it gritando esta histérica!) y en ese preciso instante surge el sentimiento (enfado, preocupación), ¿qué es lo que sientes físicamente?, ¿qué es lo A que sucede en tu mente cuando sientes algo determinado?. En el Tu aspecto físico los sentimientos se manifiestan de muy diversas formas: modificaciones en el ritmo cardiaco, una mayor afluencia de sangre a tu cara (te pones rojo), cambios en tu nivel de sudoración y, en determinados casos, puede que un escalofrío recorra tu espalda o que tiembles por miedo o que tus pupilas se dilaten. ¿Y a tu cerebro que le 25 ocurre?. Pues en tu cerebro surgen imágenes, recuerdos, pensamientos, etc. Y si llamamos pensamiento a cualquier tipo de proceso mental resulta que los recuerdos e imágenes mentales no son Vá re en un estado emocional determinado se están conjugando dos z más que una forma de pensamiento. Por lo tanto, al sentirnos inmersos aspectos: por un lado en el plano físico se producen una serie de reacciones somáticas de la más diversa índole y, por otro, en el plano ns o psíquico se manifiestan una serie de pensamientos. En consecuencia un sentimiento o una emoción no es más que la síntesis o unión entre .A lo un conjunto de pensamientos y una serie de reacciones físicas .A consecuencia de ese pensamiento. M Y si realmente puedes controlar lo que sientes ¿te das cuenta del l. enorme abanico de posibilidades que se abre ante ti?. Imagínatelo: ta ¡podrías controlar tus sentimientos negativos e incluso fomentar los Vi positivos hasta conseguir sentirte siempre bien!, ¡incluso podrías ser ct it posible?. ud feliz en todo momento!. Muy bonito, pero... ¿es esto realmente Por lo visto hasta ahora el proceso a través del cual surgen las Tu A emociones sería el siguiente: 1º- Se produce un suceso de cualquier tipo, insignificante la mayoría de las veces. Este suceso es el que activa tus emociones y pensamientos: es el llamado suceso activante. A menudo este suceso activante consiste simplemente en pensamientos como, por ejemplo, 26 cuando recuerdas un hecho frustrante del pasado. Otras veces es un suceso real y exterior a ti. 2º- Este suceso va a activar una serie de pensamientos, Vá re sentimientos dependerán de la valoración que tú hagas del suceso activante. Tu valoras ese suceso, pero no lo haces al azar sino que lo positivamente o negativamente dependiendo ns o valoras lo fundamentalmente de: .A A) Los pensamientos y sentimientos inmediatamente anteriores al pensamientos negativos lo valorarás más M tenias .A suceso, es decir: que si momentos antes del acaecimiento del suceso negativamente que si los pensamientos anteriores fueron ta l. positivos. Vi B) Tu pasado o historia: ante el suceso activante surgen en tu ud imaginación pensamientos y razonamientos similares a otros grabados en tu mente consecuencia de ct it pensamientos experiencias anteriores similares. Son recuerdos relacionados Tu A con el suceso activante y que te sirven de guía para saber lo que puedes hacer y sus consecuencias. Por otro lado, para cada situación a la que vayas a enfrentarte normalmente tu memoria te muestra varias experiencias similares y cada una de ellas te puede ofrecer una solución distinta. Por ejemplo, si una madre regaña a su hijo éste puede tomar la decisión de callarse si su 27 z sentimientos y acciones en ti. El sentido de dichos pensamientos y mente guarda como razonamiento derivado de experiencias anteriores que le puede resultar más beneficioso tomar dicha actitud, pero también puede decidir contar alguna mentira si en Vá re la que mintiendo pudo librarse del enfado de su madre y, a la z ese momento recuerda, por ejemplo, una situación similar en vez, otra en la cual callarse le costo una bofetada. El niño recordará unos u otros sucesos dependiendo, en primer lugar, ns o de su estado de ánimo en ese instante y, por lo tanto, de los pensamientos inmediatamente anteriores al acontecimiento lo cuál de las situaciones .A activante y, en segundo lugar, de .A memorizadas se parezca más a la actual. M C) Razonamientos surgidos de tu escala de parámetros o valores. l. Todos tenemos una escala ética de valores en la cual nos juzgamos Vi nosotros ta basamos para juzgar las cosas como positivas o negativas. Si en nuestro interior una actuación ud determinada de forma negativa seguramente trataremos de no ct it llevarla a efecto incluso a pesar de lo que nos muestre nuestra experiencia. Por ejemplo, si sufrimos una agresión física o Tu A verbal por un niño pequeño (un hermano más joven o nuestro hijo) quizás nuestra experiencia nos demuestre que la única forma de rechazar una agresión sea utilizar medidas radicales como pegarle dos azotes en el culete, pero nuestra propia ética nos puede llevar a considerar dicha medida como desorbitada o inadecuada. 28 D) Lo que te digan los demás en ese momento. La influencia de los demás es importantísima en cualquiera de nosotros y nos pueden influir no sólo a través de sus consejos u opiniones Vá re E) Como dijimos al principio del presente capítulo, las cosas que z sino también por nuestro deseo de quedar bien ante ellos. te van sucediendo en la vida te hacen forjar ciertos hábitos de ns o pensamiento y comportamiento (carácter externo). El hábito te ayuda a reaccionar ante los diferentes acontecimientos de la lo vida sin necesidad de meditar sobre ellos. De hecho, si .A tuvieses que pensar todo lo que haces perderías tanto tiempo .A que no podrías hacer más que unas pocas cosas en todo el día. M A través de estos hábitos de pensamientos va cuajando en tu l. mente una forma de pensar y reaccionar determinada, es lo ta que llamamos normalmente nuestra forma de ser o carácter. Vi Sin embargo, como ya vimos anteriormente, este carácter o ud personalidad externa surgido de la repetición de una reacción ct it determinada ante una serie de sucesos similares no tiene por qué coincidir con tu verdadera forma de pensar. Por ejemplo, Tu A puede resultar que a través de tus experiencias hayas aprendido a reaccionar elevando excesivamente la voz ante cualquier provocación. Sin embargo, a pesar de haber adquirido este hábito es probable que otras experiencias te hayan demostrado que si bien este tipo de respuesta es a veces positivo, lo cierto es que no lo es siempre y, en consecuencia, 29 puedes encontrar respuestas más beneficiosas. Por lo tanto, en realidad tú no crees adecuado levantar la voz, pero como te has acostumbrado a hacerlo te costará mucho liberarte de dicho hábito y comportarte como realmente crees que debes Vá re z hacerlo. En conclusión: en esta fase que hemos denominado valorativa ns o introduces razonamientos que pueden ser acertados, pero que a veces no lo son dependiendo de si se basan o no en tu verdadera forma de .A lo pensar. .A Es esta fase la propia de tu pensamiento consciente, y como en M ella tu mente puede introducir razonamientos será la que te brinde la l. oportunidad de controlar tus emociones dirigiendo tus pensamientos. ta Por último, creo preciso aclarar que, a veces, esta fase de Vi valoración apenas existe ya que tu reacción ante el suceso activante ud puede ser meramente instintiva. Un ejemplo de dicha respuesta ct it instintiva la podríamos encontrar cuando al sufrir una agresión física de un tercero (un empujón) utilizas a tu vez una reacción violenta para Tu A repelerla sin que ni siquiera te de tiempo de pensar. 3º- Tras esa primera valoración del suceso activante se producen en tu mente una serie de pensamientos y sentimientos encadenados y normalmente en una dirección. A menudo, cuanto más negativa haya sido tu valoración más atención prestarás al suceso. Por lo tanto, el sentimiento surge de tus pensamientos: si tus pensamientos son de 30 vergüenza tú te sentirás avergonzado, aflorará más sangre a tu cara e incluso puede que te llegues a poner colorado, tu ritmo cardiaco subirá ligeramente y quizás sientas la tentación de agachar la cabeza, aunque Vá re ruborizas a pesar de tus esfuerzos para evitarlo. Se trata de una z sea levemente. A veces tu reacción física es imposible de refrenar: te reacción automática más cercana al simple acto reflejo (retirar la ns o mano al coger un objeto muy caliente) que a una acción meditada. El proceso anterior se puede completar en décimas de segundo lo sin que apenas seas consciente de él. La mayoría de tus pensamientos .A no son verbalizados mentalmente en forma de palabras, sino que .A pasan por tu cerebro a gran velocidad. Un ejemplo de este proceso M sería el siguiente: Pensamiento. Suceso activante, por ejemplo: ta l. Pensamiento. Vi olvidas recoger tus platos y tu madre te regaña. Pensamiento en forma de hábito: ¡no es para tanto!, ¡no debo dejarme regañar!, debo dejarle ud claro que no soy un niño. Acción acorde a dicho pensamiento: le dices ct it a tu madre que es cierto, que has olvidado recogerlo, pero que ésa no es razón para que te regañe. Sentimiento: piensas que te están A agrediendo, tu corazón se acelera y te acaloras; tu mente influye en tu Tu cuerpo. Pensamiento meditado (razonamiento que puede ser lógico o ilógico, acertado o equivocado): ¡bueno, también es cierto que tiene alguna razón para regañarme!, ¡la hago trabajar demasiado!. Acción acorde con dicho pensamiento meditado. Nuevo sentimiento. Suceso activante proveniente de la otra persona por ejemplo: tu madre te 31 acusa de que nunca la ayudas. Nuevo pensamiento en forma de hábito... etc. Todo esto significa que tus pensamientos y acciones no surgen al Vá re tus hábitos de pensamiento o incluso pueden consistir en meros actos z azar sino que traen causa ya sea de tus pensamientos anteriores o de reflejos (por ejemplo: tu cerebro manda reaccionar a tu brazo para ns o evitar ser golpeado por el agresor sin que a tu mente consciente le de tiempo a reaccionar); pero, lo cierto es que siempre son causados por lo algo. En la vida la mayoría de las cosas tienen un porqué, una causa, .A lo difícil es descubrirla. Al ser unos pensamientos causa de los .A siguientes se obtendrá como resultado el aludido encadenamiento de M pensamientos en una misma dirección. ta l. Efectivamente, desde que te levantas por la mañana te introduces Vi en el proceso descrito de pensamientos y emociones encadenados. Incluso los sueños de los que hayas disfrutado mientras dormías ud pueden tener influencia cuando despiertes. En este proceso tú tienes ct it capacidad de elección: puedes cambiar la dirección que siguen tus pensamientos. Dicha elección se puede hacer efectiva en la fase Tu A valorativa ya descrita y de eso vamos a hablar a continuación. TUS HABITOS DE PENSAMIENTO Y TU CAPACIDAD DE ELECCION 32 Normalmente, ante el suceso exterior primero actúa tu hábito de pensamiento y a través de dicho hábito realizas una primera calificación del hecho. En ese momento, entre la gran diversidad de Vá re que mejor se adapta al acontecimiento en cuestión, ya sea porque este z hábitos de pensamiento grabados en tu cerebro, seguramente aflora el último te recuerda algún suceso anterior muy similar o porque está más en consonancia con lo que estabas pensando momentos antes. Por ns o ejemplo: si recibes un insulto tu primera reacción puede consistir en contraatacar con similares provocaciones a las recibidas porque te .A lo recuerda una situación similar en la que ofreciste esa misma respuesta .A y te fue bien, pero también cabe que tu reacción sea bien distinta si, magnífico. Efectivamente, si M por ejemplo, antes del insulto estabas pensando que tenías un día tus pensamientos inmediatamente ta l. anteriores al suceso activante (el insulto) eran muy positivos Vi seguramente recordarás de forma automática otro caso similar al ud actual en el cual no hiciste ni caso y te quedaste tan a gusto. ct it Por lo tanto, tu primera respuesta ante un suceso determinado depende sobre todo de cómo te enfrentes normalmente a casos es decir: de tus hábitos de comportamiento o de A similares, Tu pensamiento. Pero, aparte de estos procesos automáticos que se producen de forma instantánea, tú puedes introducir valoraciones más meditadas. Así, en el caso anterior, si en un primer momento tu reacción pudo haber sido la de ignorar el insulto, después puedes cambiar de idea y pensar, por ejemplo, que tienes que pararle los pies 33 a esa persona para que no se te “suba a la chepa”. Por lo tanto, y como demuestra el ejemplo anterior, tú tienes capacidad para dirigir el sentido de tus pensamientos, lo cual te ofrece, a su vez, la oportunidad Vá re pensamientos harás de ello un hábito, es decir: en tus cadenas z de variar también tus sentimientos. Si te acostumbras a dirigir tus habituales de pensamientos tú introducirás un nuevo pensamiento en forma de razonamiento sin ningún esfuerzo. En resumidas cuentas, lo ns o que pretendemos demostrar con todo esto es que tú puedes elegir cómo te sientes, o por los menos tienes bastante capacidad de .A lo elección. .A Como corolario de lo expresado en el párrafo anterior nos M encontramos con una importante facultad que correctamente utilizada l. nos puede procurar una felicidad mayor de la que nunca antes ta habíamos sentido. El hábito de dirigir tus emociones, de hacerlas más Vi positivas no es imprescindible, pero sí muy deseable sobre todo si ud pretendemos ser felices. ct it Por otro lado, el hábito de pensamiento, como ya hemos visto, tiene una función de economizar tiempo en tus decisiones, te libera de A la necesidad de elegir en todo momento lo que tienes que hacer. El Tu hábito es por lo tanto imprescindible e incluso positivo en sí mismo considerado y en consecuencia, no debes tratar de eliminarlos de forma aleatoria. Lo más razonable es luchar contra tus hábitos perjudiciales estableciendo unos nuevos que los reemplacen. Los hábitos surgen con la repetición y cuando eres joven es más fácil tanto 34 crearlos como eliminarlos, sin embargo, cuando te conviertes en una persona adulta resulta mucho más difícil liberarte de ellos al igual que sucede con cualquier otro proceso de aprendizaje. El procedimiento de Vá re percatarse de que estás utilizando un hábito negativo y acto seguido z creación de nuevos hábitos de pensamiento consiste simplemente en substituirlo por otro positivo. Después, a base de repetir esos pensamientos positivos se irán convirtiendo en hábito. Por lo tanto, y para ello un primer paso consiste ns o has de estar alerta para descubrir estos hábitos erróneos o perjudiciales en tenerlos claramente para sustituirlos. Por ejemplo: si en un momento .A apropiado .A lo identificados y saber cuál es el hábito de pensamiento correcto más M determinado te descubres a ti mismo culpándote por un suceso pasado cuando, en realidad, dicho suceso ya no tiene solución, debes decirte a ta l. ti mismo que lo ocurrido ya no tiene arreglo y que intentarás evitar su Vi repetición. NEGATIVOS A ct it ud COMO DEJAR AL DESCUBIERTO TUS PENSAMIENTOS Tu Para diferenciar los pensamientos erróneos de los correctos has de servirte de un criterio que los distinga. Este criterio consiste en el establecimiento de una serie de escalas de valores que te sirvan como referencia para saber en todo momento que es lo más importante para ti. Imaginemos que te descubres preocupado por una entrevista de 35 trabajo, seguramente afloraran a tu cerebro muchos pensamientos dispares: por un lado puedes pensar que dicha entrevista constituye un acontecimiento crucial para tu vida, pero a la vez puedes pensar que Vá re problemas de ansiedad y quizás llegues a la conclusión de que no es z no ganas nada dándoles vueltas e, incluso, puedes ser una persona con bueno para ti seguir pensando en la dichosa entrevista y, sin embargo, por otro lado, quizás si sigues pensando en ello pueden ocurrírsete ns o nuevas ideas para afrontar con éxito la entrevista, etc. Como puedes comprobar son varias las elecciones que se te presentan: desde pensar .A lo en la entrevista para prepararla a conciencia, hasta sólo prepararla un .A poco, o incluso, no prepararla en absoluto. Tu elección dependerá de M lo que valores más: tu salud, el dinero y la estabilidad económica, el ser más feliz en ese momento, etc. La valoración dependerá de tu ta l. escala de valores y por lo tanto de tu filosofía de la vida o verdadera Vi forma de pensar. Tus pensamientos serán acertados o desacertados en función de su mayor o menor concordancia con tu escala personal de ud valores: si valoras tu salud por encima de tu estabilidad económica y, ct it sin embargo, tu elección se decanta por dicha estabilidad estarías tomando una decisión errónea (aunque, dicho sea de paso, en el A ejemplo descrito, la disyuntiva que se plantea consiste en una elección Tu entre un posible y dudoso peligro de salud frente a una también posible mejora en tu estabilidad económica cuestiones estas muy diferentes a la alternativa salud-estabilidad que hemos planteado para simplificar). Por lo tanto, quien decide cuál es el pensamiento adecuado y cuál no lo es eres tú mismo, a pesar de lo cual, y como 36 veras en más adelante, yo me he permitido preparar unos listados de actitudes y pensamientos equivocados para que te sirvan de referencia y que aparecerán al final de futuros capítulos. Vá re has de comportarte lo más ajustadamente a tu forma de ver el mundo, z Lo descrito en el párrafo anterior nos lleva otra vez a lo mismo: a tu ética personal. Sin embargo, no todos pensamos lo mismo y a ns o veces cada uno pensamos de forma totalmente opuesta respecto a ciertas cosas y, aunque la verdad absoluta se da pocas veces es obvio lo que hay formas de pensar más ajustadas a la realidad que otras. Es .A más, como hemos visto antes, en muchas ocasiones ni siquiera tú .A mismo tienes claro cuál de las alternativas que se te presentan es la M mejor lo cual implica que no posees una escala de valores totalmente l. definida. En consecuencia un paso previo para la adquisición de ta buenos hábitos de pensamiento será la construcción de una escalada Vi de valores propia, bien definida, clara y lo más racional posible. La ud mejor escala de valores será aquélla que mejor se adapte a la realidad ct it que nos rodea, y por lo tanto, será a través del análisis de dicha realidad como descubriremos la mejor escala de valores posible. A En este sentido pueden suceder tres cosas: o que tengas tu propia Tu escala de valores muy bien definida y meditada, o que no la tengas muy definida y, en consecuencia, tengas dudas o que no tengas ninguna escala. A través de la lectura de este libro te desafío a que construyas tu propia escala de valores y, por lo tanto, espero una lectura crítica en la cual no quepa el más mínimo resquicio al simple 37 acto de fe sino el más puro y libre racionamiento por tu parte. A pesar de que yo te presentaré en el próximo capítulo una escala de valores sólo tú puedes elaborar la tuya, pues tus valores constituyen tu Vá re y, por lo tanto, sólo tú tienes la suficiente capacidad y potestad para construirla. ns o Como vimos anteriormente el establecimiento de esta escala de valores o parámetros tiene como fin distinguir cuándo un pensamiento lo es erróneo y cuándo es positivo, y por lo tanto correcto, así veremos, .A por ejemplo, como la autoculpabilización, o sea, el estarle dando .A vueltas a errores propios pasados casi siempre es un proceso de M pensamiento erróneo, pero también veremos como no siempre es así, l. ya que también los sentimientos de culpa ejercen una importante ta función consistente en el aprendizaje a partir de los errores. Como la Vi autoculpabilización no siempre es negativa debemos emplear algún ud criterio que nos permita delimitar las actuaciones equivocadas de las ct it acertadas y este criterio se encuentra en tu interior y lo constituyen tus principios, tu filosofía de la vida y, en fin, tus valores. LA ELIMINACIÓN DEL PENSAMIENTO IRRACIONAL Tu A z esencia, son la manifestación de lo que tú eres realmente en tu interior Puedes seguir dejándote manejar por tus hábitos de pensamiento negativos, pero si lo haces no serás más que un títere a merced de tu pasado y la “bondad” de tus reacciones y sentimientos dependerá de la 38 que tuviesen tus reacciones pasadas, la alternativa es que seas responsable de tu vida y que, en consecuencia, seas tú quien elija como debe desarrollarse. Vá re debemos responder antes a la siguiente pregunta: ¿cuál es el funcionamiento de los pensamientos negativos?. Sabiendo cómo ns o funcionan encontraremos la manera de erradicarlos. lo Normalmente dicho funcionamiento dependerá del tipo de .A pensamiento negativo, pero muchos de ellos tendrán una estructura .A similar; sería la estructura típica del pensamiento autofrustrante: M 1º Se produce un hecho o pensamiento determinado: una persona l. entabla conversación con un individuo del sexo contrario que le atrae, Vi ta pero éste no le hace el menor caso. 2º Juzgamos dicha situación de una forma concreta, en este caso ud supongamos que negativamente. a) Si lo juzgamos negativamente lo ct it primero que hacemos es “filtrar los pensamientos” esto significa que nos quedamos sólo con los aspectos negativos del suceso restándole A importancia a lo que de positivo pueda tener. Comenzamos el Tu recuento de lo que hemos hecho mal: he estado poco ocurrente, luego he tartamudeado, después, no sabía que decirla-e y he metido la pata con lo del pañuelo en el cuello. b) Más tarde no sólo juzgamos como negativo el hecho erróneo concreto sino que dicho error parece trascender a toda nuestra actuación. Y, sin embargo, lo cierto es que 39 z Para eliminar los pensamientos autofrustrantes o equivocados un error parcial en un único aspecto concreto no implica que toda nuestra actuación esté mal. Aquí va un ejemplo de este pensamiento absolutista: ¡he hecho mal esta operación!, ¡todo el asunto es un Vá re siguiente: al hablar con esta chica que me gusta la he preguntado por sus padres y resultaba que se acababan de separar, ¡he metido la pata!. ¡Toda la conversación ha sido un desastre!, ¡he perdido mi ns o oportunidad!. c) Acto seguido no sólo resulta negativo el momento presente, sino que también lo es el pasado y el futuro; es la .A lo generalización excesiva: ¡siempre me sale todo mal!, ¡nunca consigo .A ligar con ninguna chica!. d) Para terminar, como siempre hacemos las M cosas mal nos etiquetamos a nosotros mismos, a los demás y al mundo en general: ¡soy un inútil con las chicas!, ¡no voy a ligar en mi vida. ta l. Las chicas son imbéciles, no merecen la pena. ¡La vida es un asco!. Vi Este proceso ocurre en segundos y muchas veces se pasa de un ud punto a otro sin apenas pasar por el intermedio o incluso puede que no ct it se dé el proceso completo y, además, en la mayoría de los casos no somos siquiera conscientes de él ya que, normalmente, los A pensamientos surgen raudos en nuestra mente sin ni siquiera llegar a Tu ser verbalizados. De hecho sólo llegaremos a los últimos estadios del proceso (autocalificación, generación excesiva) si el acontecimiento tiene suficiente entidad para nosotros. Sin embargo, en otras ocasiones puedes ser tú mismo quien caigas en la cuenta de lo exagerado de tu actuación, y cuando esto 40 z fracaso, nada me sale bien!. Un ejemplo más concreto podría ser el sucede es muy probable que intentes dialogar contigo mismo con el fin de que el proceso se detenga: ¡no es para tanto!, ¡lo mejor es que pruebe de nuevo!, a la próxima me lo-a ligo, ¡seguro!. Con dicho Vá re de autosugestionarte positivamente. Esta actitud se produce de forma z comportamiento intentas imponer el raciocinio en tu actuación, tratas casi automática, pero tú puedes provocarla de forma consciente, tú puedes, por lo tanto, controlar esos procesos de pensamiento ns o equivocado. Pero, ¿qué sucede si vuelve a producirse el hecho lo negativo?. .A Imagínate que vuelves a entrar a otra chica y fracasas de nuevo. .A ¿Serías capaz de seguir autosugestionándote?. Seguramente no, lo más M probable es que caigas, por lo menos momentáneamente, en el l. proceso autofrustrante anteriormente descrito. Para poder afrontar ta estos fracasos de forma satisfactoria, o bien debes poseer una gran Vi autoconfianza innata, o en caso contrario debes haber sido entrenado ud en su superación (aspecto este último que constituye una de las metas ct it principales de este libro). En el caso descrito quizás no poseas todavía las habilidades sociales necesarias para ligar con esa persona que te A gusta o puede que tú no le gustes físicamente y, por lo tanto, de poco Tu te servirá autosugestionarte con frases como: ¡yo puedo conseguir todo lo que me proponga! o ¡tú puedes si crees que puedes!. En este caso lo único que conseguirías sería engañarte a ti mismo: no estarías siendo realista. Lo mejor que puedes hacer es autosugestionarte con pensamientos realistas como: ¡hoy no lo he conseguido, pero eso no 41 significa que no lo vaya a conseguir nunca!, ¡lo seguiré intentando y procuraré aprender de mis errores!, ¡por no saber ligar no soy un inútil, hay muchas cosas para las que estoy capacitado!, ¡no todo ha estado mal!, por ejemplo, me he reído mucho con tal persona, o el Vá re z cóctel estaba delicioso, etc. Pero si intentas engañarte a ti mismo en el fondo no te lo creerás ns o y, además ¿es algo tan horrible que te obliga a ocultártelo?. lo Ante un fracaso por lo tanto: 1º. Debes aceptar el hecho. 2º. .A Razona si tiene remedio o si puedes conseguirlo de otra forma. 3º. Si .A no tiene remedio busca otro objetivo (seguramente tendrás varios) y M cuando lo encuentres trata de ilusionarte con él. En siguientes ta determinado. l. Esta es una muestra de cómo afrontar un pensamiento negativo capítulos, como ya he comentado Vi anteriormente, te ofreceré varios listados de pensamientos negativos ud autofrustrantes y de los pensamientos positivos y realistas más combatirlos. Por cierto que muchos de estos ct it adecuados para pensamientos negativos son, además, equivocados, y erróneos. Esto es Tu A lo más curioso: te autofrustras, te haces sufrir y, además, sin razón. Seguramente estarás pensando que todo esto está muy bien, pero es probable que dudes de la posibilidad de mantener una continua atención para descubrir esos pensamientos erróneos. Lo cierto es que, son muchos los pensamientos erróneos que te van a pasar totalmente desapercibidos por mucho que los “rastrees”. Eso no tiene la más 42 mínima importancia, ya que nuestro verdadero objetivo no es la eliminación de todos nuestros pensamientos negativos sino simplemente que tengas los menos posibles y, sobre todo, que Vá re siempre alerta buscando esos pensamientos equivocados podría z construyas hábitos de pensamiento correctos. El intentar permanecer causarte una ansiedad contraproducente y te podría llevar a deseos perfeccionistas que te autofrustren aún más al no conseguir controlar ns o tus pensamientos “perfectamente”. Y es que, como veremos más adelante, precisamente el pensamiento perfeccionista es uno de los .A lo más importantes orígenes de autofrustración. Como muestra veamos .A unos ejemplos de pensamientos perfeccionistas: ¡no lo hago bien, por M lo tanto actúo mal!, ¡lo hago mal y no merezco estar contento conmigo mismo!. De hecho el pensamiento perfeccionista nos muestra una de ta l. las principales utilidades de la escala de valores o parámetros, ¿qué es Vi más importante para ti: ser feliz o ser lo más perfecto posible?. Seguramente prefieres ser feliz, lo valoras más y, por lo tanto, el ud hecho de no ser perfecto no tiene por qué constituir un obstáculo para ct it tu felicidad. Nuestra propia felicidad, como veremos más adelante, supone uno de los límites del deseo, perfectamente lógico por otro A lado, de perfección: ¡intenta hacer las cosas bien, pero sólo hasta el Tu punto en que no te suponga un sacrificio mayor de felicidad actual que la que esperas obtener cuando consigas el resultado perfecto!. Es decir: a veces sacrificas tanto esfuerzo en tu anhelo de hacer las cosas bien que pierdes oportunidades de ser feliz en el momento presente, resultando que dichas oportunidades perdidas de disfrute no se 43 compensan ni siquiera en el caso de que consigas tu objetivo. Además, como veremos en el capítulo dedicado a la perfección, ésta no existe casi nunca y, por lo tanto, el intentar buscarla constituye una actitud Vá re z totalmente errónea. ns o EJERCICIOS: Al final de este y de otros capítulos vamos a proponerte la lo realización de algunos ejercicios o actividades que pueden resultarte .A .A muy útiles en tu afán de superación. M La primera tarea que te vamos a sugerir consiste en un ejercicio de relajación. Con dicho ejercicio pretendemos dos cosas: en primer ta l. lugar que aprendas a relajarte y no sólo en un medio cómodo como Vi puede ser tu casa, sino también en una situación más hostil como, por ejemplo, en medio de una discusión o al pronunciar un discurso ante ud personas desconocidas. En segundo lugar utilizaremos la relajación ct it como medio para realizar posteriores ejercicios de gran utilidad y que A precisan de un estado de gran concentración y relax. Tu Técnica de relajación: siéntate cómodamente o túmbate en una cama, pero evitando dormirte a lo largo del proceso. Concéntrate en tu pierna derecha y tensa sus músculos, intenta que sólo se tense tu pierna derecha y no la izquierda ni tus glúteos, debes localizar tu tensión sólo en tu pierna derecha. Intenta no mover la pierna ni 44 alzarla, sólo debes tensar sus músculos. Cuando la tengas suficientemente tensa espera unos segundos mientras observas la sensación de tensión. Pasados 2 o 3 segundos suelta los músculos y Vá re a ser capaz de experimentar en un futuro esta misma sensación de z deja relajar la pierna; observa la sensación de flojedad. Debes llegar relajación muscular sin necesidad de recorrer todo el proceso de tensión-relajación. Después de relajar la pierna derecha concéntrate ns o en tu pierna izquierda y realiza el mismo proceso anterior: empieza por tensar sus músculos, concéntrate en la sensación de tensión y .A lo luego suéltalos y observa la sensación de relajación. Una vez .A relajadas tus piernas continúa con cada uno de tus brazos, después M relaja la región abdominal, sigue con el pecho, después la espalda y los glúteos, acto seguido relaja tu cuello y tu nuca, y por último las ta l. mandíbulas. Con la práctica serás capaz de conseguir este estado de Vi relajación sin necesidad de llevar a cabo cada uno de los pasos, quizás sólo necesites tensar tus piernas y tu cuello o quizás te baste ud con tu vientre y brazos, pero lo importante es que consigas ese estado Tu A ct it de relajación y que lo sientas. 45 Tu ud ct it A l. ta Vi ns o lo .A .A M Vá re z C a p í t ul o 2 ns o Vá re z Parámetros: escala de valores lo Tu vida se desarrolla rodeada de una serie de condicionantes que influyen .A constantemente en tu vida y delimitan tu actuación, algunos de ellos resultan .A exteriores a tu persona y son consecuencia de la sociedad en la que vives (por M ejemplo: las costumbres sociales a la hora de la comida), o por la naturaleza l. de la realidad que te rodea en un momento determinado (por ejemplo: la ta realidad nos muestra que todos hemos de morir). Otros condicionantes son Vi interiores, creados en ti mismo al nacer y en el transcurso de tu vida (tus capacidades innatas, lo que has aprendido, etc.). Todos estos condicionantes ud ya sean internos o externos surgen de las características del mundo que nos ct it rodea. A estos condicionantes yo les llamo parámetros ya que delimitan tus posibilidades de actuación. Efectivamente, vivimos en una realidad que posee Tu A una serie de características que debemos aceptar. En efecto, un parámetro sería precisamente un elemento de la realidad en la que vives o de ti mismo que influye en tus elecciones y en tu actuación. Pongamos un ejemplo: la mayoría de nosotros deseamos que los demás componentes de nuestro grupo nos acepten y nos quieran, y dicho deseo delimita nuestro comportamiento ya que nos impulsa a actuar intentado no perder el aprecio ajeno. El deseo de aprecio ajeno constituye un parámetro que influye en nuestro comportamiento. z Muchos son los aspectos de la realidad con influencia en nuestra vida, Vá re pero lo cierto es que unos son más importantes que otros. Por ejemplo, disfrutar de la vida es muy importante, pero si tú entiendes que para disfrutar ns o es necesario ponerte constantemente en peligro porque sólo así te sientes vivo, el cariz de la cuestión puede resultar muy diferente. Veamos un ejemplo: lo imagina que eres un apasionado de la caza del tiburón a puñal y que disfrutas .A mucho con dicha actividad, sin embargo, es posible que en un momento .A determinado caigas en la cuenta de que más temprano puedes sufrir un grave M accidente ya que no eres muy habilidoso en este difícil arte; quizás entonces l. ya no te compense disfrutar de esa manera y te convenga más hacer ta winsurfing, aunque no disfrutes tanto. Aquí te has visto obligado a elegir entre Vi tu propia vida y el hecho de disfrutar con ella. Has escogido entre dos ud parámetros utilizando criterios de valoración. ct it Por lo tanto, no todos los parámetros tienen el mismo valor, sino que unos son más importantes que otros y, además, hay razones lógicas para que así sea A independientemente de cómo los valores tú. Por ejemplo, aunque a ti te Tu parezca más importante cazar tiburones que tu propia existencia, lo cierto es que si eliges seguir con dicha actividad y mueres, ya no podrás disfrutar de las otras cosas que te gustan de la vida. Habrás tomado una decisión equivocada y que va contra la lógica. De este ejemplo podemos extraer una nueva conclusión: para construir tu propia escala de parámetros no solo has de tener 48 en cuenta tu propia opinión sino que, además, es imprescindible tomar en consideración la idiosincrasia de la realidad que te rodea. A continuación te ofrezco un listado de algunas de las características que z nos rodean que más nos influyen y cuyo conocimiento nos servirá para Vá re confeccionar nuestra escala de parámetros: vivos con el deseo de seguir lo seres vivos (deseo de .A 1. Somos ns o CARACTERÍSTICAS DEL MUNDO QUE NOS RODEA: .A supervivencia). M 2. Vivimos en un entorno, en una realidad con determinadas propiedades l. como, por ejemplo: la perfección casi nunca existe, todos los seres vivos ta mueren en un momento determinado, leyes físicas, etc. Efectivamente la Vi realidad nos muestra una serie de características contra las que la mayoría de ud las veces poco podemos hacer: el ser humano es egoísta, la gente se pelea, hay ct it guerras, los débiles suelen ser víctimas de los fuertes, etc. Y, naturalmente, también podemos encontrar cosas buenas: gente que ayuda a los demás, Tu A personas que te quieren, etc. 3. Somos seres individuales que podemos vivir individualmente, sin someternos a los demás. Tenemos un cuerpo y una mente individual, nuestros pensamientos son nuestros, y salvo casos excepcionales, nadie más los conoce. Cuestión importante es que tú tampoco vas a conocer el pensamiento ajeno por mucho que lo intentes y el pretender adivinar el pensamiento de los demás 49 sólo puede conducir a malos entendidos. 4. Tenemos una serie de necesidades físicas: alimentos, aire, agua, etc. Y, también, unos instintos y deseos físicos. La diferencia entre deseo y necesidad z es que el deseo puede ser desatendido mientras que la necesidad precisa ser Vá re satisfecha. 5. También tenemos necesidades y deseos psicológicos: tranquilidad, ns o seguridad, deseo de ser felices, de no sufrir, deseo de que las cosas sean lo lo mejores y más perfectas posibles, deseos sexuales, deseos de amar y ser .A amado, etc. .A 6. Somos seres sociables que vivimos en comunidad y deseamos ser l. M aprobados por los que nos rodean. ta 7. La sociedad en la que vivimos tiene una serie de normas, nos gusten o Vi no. Así, por ejemplo, tenemos unas normas de tipo social y otras en forma de ud leyes. ct it 8. Somos seres pensantes con la necesidad de utilizar nuestra mente A imaginando, meditando, pensando, etc. Tu 9. Deseamos poseer cosas. 10.Somos seres con memoria, recuerdos, capacidad para aprender y deseos de mejorar. 11.Somos seres necesitados de actividad. 50 12.Toda persona se forja una forma de actuar y de pensar característica derivada tanto de ciertos componentes genéticos como de las experiencias vitales y aprendizajes obtenidos a lo largo de su vida y que conforman la z personalidad de cada individuo. Vá re 13.Deseo de vivir en pareja y de tener familia. 14.Hasta ahora tenemos que morir y, además, puede ser de forma ns o totalmente inesperada. Lo que no hayas hecho llegado ese momento ya no lo lo podrás hacer nunca. .A Hay más, pero éstas son las que a mí me han parecido más importantes. .A Además, son características con cierta vocación de permanencia a pesar de lo M cual no son totalmente inmutables. Por otro lado cada individuo siente estas l. necesidades de forma diferente: lo que a una persona se le antoja ta imprescindible a otra le parecerá una nimiedad. El mundo que nos rodea está Vi en continua evolución y a pesar de existir elementos con gran estabilidad la ud mayoría de ellos son susceptibles de cambio. ¿Quién nos dice que mañana no ct it se invente la forma de hacernos vivir para siempre?. Pero mientras llega ese momento esta lista puede ser válida para casi todos nosotros, seamos del lugar A que seamos o pensemos lo que pensemos. Es más, aun en el caso de Tu producirse un cambio determinado (por ejemplo: la aparición de una vacuna contra la muerte), el mundo seguiría teniendo unas características determinadas entre las que ahora se incluiría la posibilidad de vivir eternamente. Por lo tanto, el mundo presenta una serie de características muy estables y 51 que conforman la realidad. Hemos de adaptarnos a dicha realidad y sacar el mayor partido de ella. Si, por ejemplo, la realidad nos demuestra que somos seres individuales y en consecuencia los verdaderos dueños de nuestra vida, estaremos adaptándonos mal si sufrimos una excesiva dependencia de los Vá re z demás (tus padres, amigos, etc.). Nuestra escala de valores ha de estar en consonancia con el mundo que nos rodea, ha de tener en cuenta las características de nuestro entorno, y si está en desacuerdo con dicha realidad ns o supondrá un obstáculo para nuestra felicidad: si tú valoras en demasía la opinión de los demás hasta el punto de dejarte llevar por dicha opinión más .A lo que por la tuya propia, estarás traicionando uno de los principios más .A importantes de tu vida: el que nos convierte a nosotros como los verdaderos M responsables de nuestra existencia. Si no eres tú quien toma las decisiones que te afectan no estarás viviendo tu propia vida sino la de los demás. Si no actúas ta l. como realmente quieres en tu interior, sino como quieren los demás, estarás Vi desperdiciando tus posibilidades de autosatisfacer tus deseos y, por lo tanto, de ser feliz. En conclusión: el mundo en que vivimos nos muestra unas ud propiedades determinadas y nosotros hemos de intentar sacar provecho de ct it ellas. A En el ejemplo anterior veíamos como éramos nosotros mismos los mejor Tu cualificados para tomar las decisiones que nos afectaban. Esto significa que en la toma de decisiones y en el desarrollo de nuestra vida hemos de tomar como referencia nuestro propio punto de vista y, por lo tanto, nuestra propia escala de valores. Nadie mejor que tú puede descubrir qué es lo más importante para ti. En resumen: has de ser tú mismo quien construya tu propia escala porque tú 52 eres el principal responsable de tu vida. En el anterior listado hemos intentado incluir solamente hechos y no opiniones ni conclusiones, con el fin de que su esencia y existencia sean z aceptables para todos, aunque naturalmente se puede opinar sobre su Vá re importancia, contenido, conclusiones que se puede sacar de ellas, etc. Mi pretensión es demostrarte la existencia de una serie de características de la ns o realidad y que son así queramos o no queramos, nos guste o no nos guste y opinemos lo que opinemos. Naturalmente, es posible que al confeccionar el lo listado me haya equivocado en mis elecciones. Efectivamente, quizás halla .A cometido algún error al incluir alguna de ellas, o puede que me falten otras .A importantes, pero creo que la mayoría de las características apuntadas son M indiscutibles. La mañida expresión de que “todo es relativo” es absolutamente l. falsa, hay cosas que son así se miren por donde se miren, o se opine lo que se ta opine sobre ellas, aunque sean ciertamente las menos, ¡lo demás son juegos de Vi palabras!. Veamos un ejemplo: el que el ser humano tiene por naturaleza una ud determinada longevidad y que llegado un determinado momento muere es un ct it hecho sobre el que no cabe discusión. Apoyándonos en estos hechos irrefutables que hemos llamado A características del mundo, construiremos una escala de parámetros válida para Tu el ser humano en general y que te presentaremos más adelante para que la utilices como referencia cuando elabores la tuya particular.Todo esto está muy bien, pensarás, pero ¿y para qué sirve esto de crearse una escala de parámetros?. 53 Naturalmente todo el mundo tiene una escala de parámetros propia que se ha ido forjando de forma espontánea a lo largo de su vida. Esta escala de parámetros nos proporciona unos criterios para saber cómo comportarnos en cada situación y que serán la base para construir tu propia personalidad. Vá re z Precisamente tener mucha personalidad no significa ser una persona dura y con genio vivo sino ser una persona con unos criterios claros y que se guía por uno serie de principios de los que trata de no apartarse. Para mí tener ns o personalidad es, por lo tanto, sinónimo de ser una persona de principios. en poder diferenciar mejor los pensamientos equivocados o .A consiste lo La utilidad principal de construirte una nueva escala de parámetros .A autofrustrantes de los correctos. Imagina, por ejemplo, que estás teniendo una M fuerte discusión con tu pareja o con una persona cercana, si te descubres a ti l. mismo pensando que tu pareja te odia y actúas como si quisieras castigarla, es ta decir: con rencor, estarás dejándote llevar por ese momento de acaloramiento Vi y tus pensamientos no serán racionales, incluso puedes llegar a mostrar ud actitudes violentas si pierdes totalmente el control. Si en ese momento fueses ct it más inteligente y dejases a un lado tus actitudes irracionales seguramente serías capaz de descubrir que esa persona no te odia realmente y de esa A manera encontrarías una respuesta más satisfactoria que la violencia verbal Tu para hacerle frente. Con dicha actuación desenmascarías tus pensamientos equivocados y los sustituirías por pensamientos más racionales, más acordes con lo que tú realmente piensas en tu interior. Otra utilidad importante de construir una escala de parámetros consiste en estar mejor preparado para resolver las dudas que puedan surgirte a la hora de 54 escoger entre las diversas alternativas que se te presenten. Poseer una escala de parámetros bien definida te servirá de guía, te ayudará a descubrir lo que quieres y cuales son las cosas que más te importan y, en definitiva, te servirá para elegir ser feliz, a pesar de las dificultades.Por último, tu escala de Vá re z parámetros te ayudará a conocerte mejor a ti mismo: sabrás lo que quieres y lo que eres. Tu escala te permitirá distinguir entre aquellos pensamientos que se corresponden con lo que tú realmente piensas en tu interior, y los que son ns o simple reflejo de tus hábitos de pensamiento. En ese sentido, nuestros pensamientos se pueden clasificar de varias formas: 1- Como positivos o .A lo negativos dependiendo de los sentimientos que originan. 2- Como racionales o .A irracionales (o acertados y desacertados) dependiendo de su acercamiento o M alejamiento de la realidad y de la lógica 3- Como genuinos o no genuinos, dependiendo de si están en consonancia o no con lo que nosotros realmente ta l. pensamos en nuestro interior. Y eso que nosotros pensamos en nuestro interior Vi no es más que una manifestación de nuestra escala de valores. En conclusión: nuestros pensamientos serán genuinos si responden a lo que nosotros somos PIRAMIDE Y TIPOS DE PARÁMETROS Tu A ct it ud realmente y, en consecuencia, si concuerdan con nuestra escala de parámetros. En esta pagina aparece dibujada una pirámide dividida en varios estratos. Esta pirámide representa los diferentes criterios en los cuales podemos basarnos a la hora de tomar decisiones, actuar y pensar. 55 Explicación: En el vértice superior de la pirámide está vida: indispensable de z presupuesto la Vá re todos los demás parámetros (sin ella el resto carece de sentido). encontramos ns o Debajo parámetros es nacidos de la decir, de las lo realidad, los .A características del mundo: son los parámetros humanos. Después están los .A parámetros sociales, la escala de valores que en el momento actual tiene la M sociedad donde vives. Estos valores dependerán del lugar del mundo en el que l. te encuentres y pueden resultar más o menos racionales dependiendo de su de parámetros). Comprenderás mejor Vi humana ta grado de proximidad con respecto a la escala surgida de la realidad (escala la diferencia entre los ud parámetros humanos y los sociales si piensas en como se desarrolla la vida ct it moderna, con sus prisas y vorágine, ¿no es verdad que la sociedad se comporta a veces irracionalmente?. En el estrato siguiente encontramos A nuestros parámetros personales, es decir: nuestra escala de valores propia. Esta Tu escala, también puede ser más o menos racional según se adecue más o menos a los parámetros humanos. Por otro lado, dicha escala se ve muy influida por los parámetros sociales, de forma que en muchas ocasiones no tendremos más remedio que ceder ante ellos para estar mejor adaptados al medio. A continuación encontramos un nuevo estadio formado por los pensamientos y 56 sentimientos debidos a nuestro raciocinio. Dicho raciocinio puede ser totalmente discordante respecto de los parámetros humanos o respecto a los parámetros propios. Nuestro pensamiento encadenado suele tener su origen en simples hábitos de pensamiento y estos, a veces, pueden ser totalmente Vá re z irracionales, como ya apuntamos en anteriores capítulos. Dicho origen, a veces irracional puede traer como consecuencia que toda la cadena de pensamientos sea igualmente irracional al ser unos pensamientos consecuencia ns o de los anteriores y a pesar de su origen razonado (los pensamientos no meditados y automáticos influyen en los razonados transformándolos en .A lo equivocados). Sólo en las fases valorativas descritas en el capítulo anterior .A podemos intercalar nuestra verdadera forma de pensar. En el escalón inferior M de la pirámide nos encontramos con nuestros hábitos de pensamiento y de actuación propiamente dichos. Estos hábitos, como ya se ha comentado más ta l. arriba, pueden ser acertados o equivocados, según se adapten mejor o peor a Vi las características del mundo que nos rodea y, por tanto, a sus parámetros. ud Aparte de estas escalas de parámetros individuales y humanas habría ct it otras relativas a elementos tales como la sociedad de un país determinado, de un grupo étnico, de un grupo de amigos, de una familia, etc. Y es que cada A grupo humano tiene su propia escala de valores, y, además, dicha escala de Tu grupo genera una importante influencia en la escala de cada individuo. Sin embargo, el análisis de estos tipos de escalas de parámetros escapa del cometido de este libro, que se va a centrar únicamente en el estudio práctico de la escala individual o personal de parámetros. A continuación te ofreceré la lista de parámetros, pero antes haré una 57 serie de puntualizaciones: En alguno de los casos el orden en la valoración es bastante relativo, en otros es de necesidad, es decir: tiene una razón lógica que no se puede eludir. Vá re z Esta es mi propia escala de valores, es mía personal por mucho que la haya confeccionado con el fin de que se acerque lo más posible a esa escala ns o ideal de parámetros humanos. La escala de valores humanos es una idea a perseguir tendríamos que lo saber todo sobre el mundo para conseguir su entero conocimiento, pero .A mientras haya preguntas que resolver como: ¿existe Dios?, ¿estamos solos en .A el universo?, no podremos establecerla a ciencia cierta. Como tenemos todavía M muchas preguntas sin respuesta tendremos que conformarnos con los datos l. que conocemos. Sin embargo, al construir nuestra escala de parámetros ta podremos introducir nuestras propias convicciones, por ejemplo en materia Vi religiosa. Lógicamente, si creemos en Dios nuestra escala de parámetros ud puede resultar muy diferente con respecto a la de una persona que no cree en ct it él. Por último, debemos aclarar que los diferentes parámetros aparecen A agrupados siguiendo los criterios que exponemos a continuación: en primer Tu lugar, distinguimos los condicionantes derivados de la naturaleza del mundo en que vivimos (realidad, hechos, fenómenos físicos) de los procedentes de la propia naturaleza humana, en segundo lugar, dentro de los condicionantes humanos, diferenciamos aquéllos de naturaleza preferentemente física (vida, deseos y necesidades físicas, etc.) de aquéllos otros con predominio de lo 58 psíquico (felicidad, deseos y necesidades psíquicas, etc.), por último, distinguimos los parámetros derivados de deseos (hambre, sed) de los producidos por necesidades (necesidad de comer o beber para no morir). z Por cierto, a lo largo de este libro vas a tener la oportunidad de Vá re comprobar que utilizamos indistintamente las palabras parámetros y valores, esto es consecuencia de la ya varias veces comentada diferencia de valor dicha desigualdad, cuando confeccionamos ns o existente entre los diversos parámetros. Efectivamente, como resultado de un listado de nuestros lo condicionantes podemos ordenarlos utilizando su importancia como criterio .A fundamental, obteniendo una escala que se corresponde con el concepto más .A extendido de escala de valores. En consecuencia, una escala de valores no M sería otra cosa que la misma escala de parámetros ordenada según la l. valoración que cada parámetro tuviese para nosotros y, al diferenciarse ta únicamente en ese pequeño matiz, resultan, muy a menudo, conceptos Vi totalmente sinónimos. Por otro lado, también empleamos en este libro la ud palabra “principio” con un significado muy similar a “parámetro” esta ct it circunstancia resulta lógica si tenemos en cuenta que “principio” no es más que la conclusión ética extraída de valorar los diferentes parámetros: si el A parámetro vida es el más importante la conclusión o “principio” extraible es Tu que, a no ser que haya circunstancias que lo hagan verdaderamente imposible habremos de respetar la vida de los demás. ESCALA DE PARÁMETROS HUMANOS 59 1. Vida, necesidad de defenderla, instinto de supervivencia. Si dejas de vivir todo el resto deja de tener sentido. Valor 100. 2. Realidad: mundo real con sus propias leyes y los sucesos que van z surgiendo. Habría que incluir aquí todas las características que rodean la vida Vá re humana ya descritas en el anterior listado y seguramente alguna más. Su principal propiedad reside en que resultan muy difíciles de eludir: hemos de ns o aceptar lo que no podemos variar. La realidad nos influye de modo constante y poco podemos hacer contra ella. Valor 95. Algunas de las más importantes .A lo características de la realidad serían: .A A- Es imperfecta, te van a surgir cosas negativas, no puedes hacerlo todo M bien. l. B- Es imprevisible, nunca puedes estar seguro, la seguridad absoluta no Vi ta existe. C- En constante evolución, la vida cambia, no puedes quedarte ud inmovilizado, has de adaptarte a los cambios, después de una cosa mala puede ct it venir otra buena. A D- El pasado no se puede corregir, lo hecho, hecho esta. Pero el pasado Tu puede servirte para aprender tanto de tus errores como de tus triunfos. E- El futuro no existe todavía. Existe el presente o, mejor dicho, el futuro inmediato (el futuro que está a punto de hacerse realidad en un espacio de tiempo muy corto) pues el presente en un segundo se convierte en pasado. El 60 futuro es, además, impredecible lo cual determina el alcance de su planificación. F- Los seres vivos mueren más tarde o más temprano. Vá re z G- Tenemos ciertos instintos incontrolables. H- Leyes y fenómenos físicos como la gravedad, el clima, el día, la ns o noche, etc. Estos fenómenos y leyes nos influyen, aunque al ser prácticamente lo incontrolables no solemos prestarles atención. .A I- Además, hay hechos físicos relativos a la naturaleza del hombre como .A la muerte, los instintos, tener una resistencia física limitada, enfermedades, la M existencia del dolor físico, etc. l. J- También existen ciertos hechos psíquicos como el hecho de que ta nuestro pensamiento nos pertenece y, normalmente, somos sus dueños: ¡nos ud Vi pueden controlar físicamente, pero nuestro cerebro es libre!. K- Otros hechos psíquicos: tenemos imaginación, memoria y las usamos ct it queramos o no queramos, estamos psicológicamente limitados, etc. A 3. Necesidades físicas como comer, beber, respirar etc. Estas necesidades Tu al igual que la realidad y la vida son imposibles de eludir y sus valores son muy similares entre si. Las necesidades son imprescindibles para la vida, lo cual les diferencia de los simples deseos. Valor 90. 4. Necesidades psíquicas:, de imaginar, de pensar, de libertad, de ser 61 responsable de uno mismo, de sueño, de reposo mental, etc. Son muy excepcionales los casos en los que dichas necesidades pueden ser eludidas. La imaginación puede encontrar un límite en la realidad: debemos imaginar cosas e, incluso, lo vamos a hacer queramos o no, pero nunca debemos huir de la Vá re z realidad a través de la imaginación. Debemos ser capaces de distinguir lo que imaginamos de lo real, imaginar es el resultado de utilizar conocimientos e imágenes que ya están grabados en nuestra mente para luego alejarnos de la ns o simple concentración en los sucesos actuales y mostrarnos mentalmente una nueva realidad. Esa nueva realidad puede parecerle a nuestra mente, que es .A lo quien juzga, tan real como la propia realidad que estamos viviendo, lo cual es .A lógico si pensamos que tanto lo que imaginamos como la realidad existen, M sobre todo, en nuestra mente. Por otro lado la creación (artística, material, fabricación, etc.) es la materialización del uso de la imaginación y una ta l. estimable fuente de placer. Valor 85. Por su parte, la necesidad de Vi independencia y de libertad son una manifestación de nuestra individualidad y, además, nos encontramos, relacionada con estos dos conceptos, la necesidad ct it ud de ser responsables de nuestra propia vida. Valor 90. 5. Deseo-necesidad de seguir tus propios criterios o principios. Estamos A ante una necesidad psíquica muy relacionada con la de ser responsables de Tu nuestra vida y que se materializa, precisamente, en tu escala de valores (tus criterios de “cómo deben ser las cosas” provienen de tu escala ética de valores). Valor 70. 6. Deseo psíquico de felicidad. Deseamos ser felices, estar bien a largo plazo y durante el mayor tiempo posible. Es casi imprescindible satisfacer este 62 deseo ya que si no somos felices, ¿de qué nos sirve vivir?. El deseo de estar bien a largo plazo y el de ser felices, que son prácticamente sinónimos, resultan unos condicionantes especialmente complejos y difíciles de satisfacer lo cual explica que, a pesar de su importancia, muy pocas personas se lleguen Vá re z a plantear seriamente su satisfacción. Satisfacción que de hecho precisa plantearse, con mucho detenimiento, hacia dónde pretendes dirigir tu vida. ns o Valor 80. 7. Vínculos especiales con ciertas personas particularmente queridas lo (esposa, hijos, padres, hermanos, amigos muy allegados, etc.). En este .A parámetro estaría incluido todo aquello relacionado con el sentimiento .A amoroso, pero sin incluir deseos tales como el de formar una familia, el de ser M aprobado por las personas que te quieren, o el deseo de ser amado que serán l. examinados en otros puntos. Nos estamos refiriendo a tus propios sentimientos ta por los demás y, como es natural, la valoración de este parámetro depende Vi únicamente de la profundidad de tu afecto a cada uno de ellos. Valor de 0 a ud 100. En este punto quizás fuese conveniente que hicieses una relación de las ct it personas más importantes de tu vida y que las concedieses un determinado valor. Al otorgar dicho valor podrás comparar tu relación con dicha persona respecto de otros parámetros menos importantes y extraer las A con Tu correspondiente consecuencias. Por ejemplo, te podrías preguntar ¿qué es más importante para mí conseguir una buena posición económica o dedicar más tiempo a las personas que quiero? 8. Otros deseos psíquicos. Me gustaría hacer de nuevo hincapié, so pena de resultar reiterativo, en la diferencia existente entre deseo y necesidad: 63 mientras la insatisfacción de un deseo sólo puede producir cierto grado de disgusto, la de una necesidad puede terminar resultando muy peligrosa para la salud física o mental del individuo A- Deseo de perfección, de que el mundo y los demás sean como tú piensas que deberían ser y deseo de ser tú mismo Vá re z perfecto. Valor 35. B- Deseo de no sufrir, de no frustración. Valor 40. C- Deseo de seguridad, miedo al peligro y a lo desconocido. Valor 35. D- Deseo de disfrutar a corto plazo, en el presente o en el futuro inmediato. Es muy ns o similar al deseo de felicidad, pero circunscrito a un espacio de tiempo particularmente pequeño. Hemos de recordar que felicidad no es más que la .A lo suma de todos los momentos presentes felices, de ahí la importancia de este .A parámetro Valor 45. E- Deseo de poseer cosas, dinero, personas, etc. Valor 35 M F- Deseo de relacionarte con los demás y de que sea positivamente. De él surge el deseo de aprobación que si resulta excesivo te puede causar más de un ta l. quebradero de cabeza. Es un deseo social y por lo tanto muy “inflado” y Vi exagerado por esa misma sociedad. Valor 40. G- Deseo de ser querido y de querer. De aquí surge el deseo de que te traten bien, es decir: de que te traten ud como tú crees bueno. Puedes vivir sin ello por lo cual no es estrictamente una ct it necesidad, pero sí un deseo y de los más importantes. Valor 40. H- Deseo de tener pareja, familia, etc. Varia mucho en su intensidad dependiendo del A individuo. Valor 35. I- Deseos psíquicos derivados de tus necesidades Tu psíquicas como, por ejemplo, el deseo de imaginar (derivado de su respectiva necesidad, a la cual tu deseo trata de satisfacer). Valor 35. J- Derivada del deseo de felicidad encontramos la necesidad de tener motivaciones y metas. Valor 40. 64 9. Conveniencia de estar autosatisfecho y de amarse a uno mismo. Este parámetro resulta especialmente importante por ser un componente fundamental para una vida feliz: es prácticamente imposible alcanzar la felicidad sin amarse a uno mismo. Como veremos más adelante para estar Vá re z satisfecho de ti mismo es necesario seguir tus propios parámetros: sólo si actúas como en tu interior crees que debes actuar podrás estar suficientemente ns o satisfecho de ti mismo. Valor 75 10. Deseos derivados de la existencia del futuro y del constante cambio lo del medio en el que vivimos. Los más importantes serían: A- Deseo de .A crecimiento y de mejorar. Valor 35. B- Deseo de conseguir cosas en el futuro, M .A es decir, de alcanzar metas (motivación). Valor 35. 11. Deseos derivados de la existencia del pasado y de la memoria: A- ta l. Deseo de que las cosas sean de una forma determinada: de las experiencias Vi pasadas surgen unos recuerdos que engendran en ti una visión personal de las cosas, de cómo debe ser el mundo, las personas, etc. Valor 40. B- Deseo de ud que no se vuelvan a repetir los errores o experiencias negativas del pasado. Es ct it el aprendizaje a través del error. Valor 35. C- Deseo de que las cosas positivas A se repitan. Es el contrario al aprendizaje del error Valor 35. Tu 12. Deseos físicos, los más importantes serían: A- Los provenientes de necesidades físicas del punto 3: deseo de comer, de beber, etc. Valor 30. BDeseos de satisfacción física la mayoría son derivados del anhelo de que los deseos físicos anteriores sean lo más satisfactorios posibles (no basta con comer, sino que, además, se pretende comer bien). Valor 30. C- Deseo sexual. 65 Valor 35. D- deseo de actividad, de moverse, de hacer cosas. Es un deseo semi-psíquico. Valor 30. La valoración que doy a cada parámetro es de mi propia cosecha y, por lo z tanto, bastante discutible. La filosofía es una ciencia inexacta y las Vá re matemáticas apenas se utilizan en los estudios filosóficos y, por lo tanto, la filosofía resulta una ciencia basada más en opiniones que en hechos ns o irrefutables. Esperemos que algún día se introduzca seriamente el cálculo estadístico en la ética, entretanto nos tendremos que servir de valoraciones lo intuitivas. Por otro lado, al construir tu escala no es necesario que seas .A .A demasiado minucioso, basta con que te quede claro lo importante. M Cada parámetro puede tener un mayor o menor peso para el caso concreto. Así, en el ejemplo anterior relativo al cazador de tiburones, la vida ta l. se veía muy involucrada: había serías posibilidades de perderla. Sin embargo, Vi otros parámetros como podría ser un cierto deseo de aprobación ajena ante personas del otro sexo (o del propio) queriendo parecer un valiente siempre ct it ud será un ingrediente no sólo de menor entidad sino también de cantidad. Algunos parámetros pueden darse en distintas proporciones (se puede A tener un mayor o menor deseo de triunfar en la vida o en lo que sea) otros, Tu como la vida, o se dan o no se dan. Pero, incluso en el caso de la vida puede establecerse algún tipo de graduación y, por ejemplo, diferenciar la proporción de vida que tiene una persona en coma respecto de otra que está en plenitud. En todo caso no podemos “matematizar” nuestra vida hasta el punto de convertirnos en robot. Hay que dejar margen a la espontaneidad, y al error. 66 Pero repito lo dicho en anteriores capítulos: para mí espontaneidad significa guiarte por lo que tu interiormente crees bueno, y no simplemente por tus hábitos de pensamiento, ni por tu conducta más habitual (carácter externo). z En los próximos capítulos veremos las razones por las que cada Vá re parámetro está valorado como está. También veremos con qué idea autofrustrante está relacionado y, en consecuencia, por qué esa idea ns o autofrustrante resulta equivocada (por ejemplo: estar siempre preocupado es una costumbre frustrante, pero... ¿por qué?). También podremos delimitar el lo alcance de cada parámetro y hallaremos la respuesta a preguntas como: ¿hasta .A .A que punto debemos luchar por seguir viviendo si estamos sufriendo?. ta l. M MATEMÁTICAS: Vi Como expusimos en el punto anterior una de las principales utilidades de poseer una escala de valores bien definida es que nos puede proporcionar unos ud mejores criterios a la hora de tomar decisiones y, en consecuencia, nos ct it muestra hacia dónde debemos encauzar nuestra vida. A Para el caso concreto la decisión sería igual a la suma de los valores de Tu cada parámetro multiplicado por la proporción en que se da en el caso. Decisión =(valor parámetro 1 * proporcion1) + (valor parámetro 2 * proporcion2). +(valor parámetro n * proporción n), Por ejemplo: en el caso del cazador de tiburones la decisión ¿debo dejar 67 de cazar tiburones? =(deseo de vivir 100 * 90%) + (deseo de disfrutar -35 * 20%)=+83, es decir, matemáticamente debería de dejar de cazar tiburones. El deseo de disfrute tiene signo negativo porque niega la pregunta que te estás z haciendo. Vá re Este proceso matemático es imposible de llevarlo a práctica a la hora de tomar decisiones: ¿cómo te vas a poner a pensar en estas valoraciones en un ns o momento determinado?. Naturalmente no puedes hacerlo, pero lo que sí puedes conseguir es forjarte una idea aproximada de lo que es realmente lo importante para ti en la vida. Esto lo puedes hacer más fácil si tienes clara tu .A .A propia escala de parámetros. M De todas formas, si bien es imposible utilizar la anterior fórmula matemática en la vida real si podemos traducir dicha formula a una serie de ta l. principios orientadores que nos pueden ayudar a elegir entre las diferentes Vi alternativas. Por ejemplo, si tenemos que elegir entre actuar según los criterios de la sociedad que nos rodea y los propios a la hora de negarnos a ataviarnos ud con esa vestimenta que todos los de nuestra edad se ponen para “estar a la ct it moda” podemos echar mano al siguiente principio: me guiaré por mis propios gustos siempre que el sacrificio en forma de rechazo por parte de mis amigos A no sea de superior valor que la satisfacción que consigo al hacer lo que Tu realmente quiero. Como puedes observar este principio no es más que el reflejo de la fórmula matemática anterior. A lo largo de este libro utilizaremos de vez en cuando frases parecidas que te ayudarán a descubrir el comportamiento más razonable para cada caso. 68 La mayoría de estos principios constan de dos actitudes o decisiones a tomar y del criterio para discernir cuál es la más lógica de las dos, criterio que suele consistir en valorar mentalmente las alternativas. Otros principios, sin embargo, consisten en valorar los beneficios y perjuicios derivados de una Vá re z actuación determinada para decidir si dicha actividad es conveniente o no (por ejemplo: ¿debo o no debo estudiar esta carrera que me gusta, pero que no tiene ns o ningún futuro?). Otra cuestión a tomar en cuenta es que, a menudo, nuestra valoración va a lo recaer sobre fenómenos que se repiten en el tiempo. Por ejemplo: si valoras .A siempre tu deseo de conseguir éxito profesional por encima de la satisfacción .A de tus deseos más simples, puedes terminar acumulando en tu mente la M sensación de que no disfrutas suficientemente de la vida. Efectivamente, la l. continua insatisfacción de esos pequeños deseos puede suponer una importante ta fuente de frustración. Si bien, el hecho de no prestar atención a algunos de Vi esos deseos en aras a la consecución de otros fines más importantes resulta ud lógico, la acumulación de dichos deseos insatisfechos te puede hacer infeliz. ct it Habrás, por lo tanto, de tener en cuenta las veces que has desatendido un determinado parámetro y la frustración acumulada por su continuada Tu A insatisfacción a la hora de valorarlo. De todas formas, en el fondo la mayor utilidad práctica de la escala de valores antes descrita será, como ya hemos dicho varias veces, la de servir de modelo para discernir una serie de actitudes y pensamientos erróneos y los correspondientes pensamientos acertados con los cuales sustituirlos. Por ejemplo, si analizamos la siguiente afirmación: ¡esa persona me ha tratado con 69 desdén!, ¡debería de tratarme mejor!. ¡Me hace sentir infeliz!. Yo puedo empezar por asegurarte que esconde un pensamiento equivocado y después te puedo ofrecer otro pensamiento más acertado: esa persona me ha tratado con desdén y, sin embargo, yo creo que he actuado bien, es mi opinión lo que Vá re z importa, ¡seré feliz de todas formas!. Dicha aseveración puede parecerte más acertada que la anterior, pero yo no te habré demostrado nada en absoluto con ella y tú puedes pensar, con razón: bueno y ¿en qué se basa este hombre para ns o decir que es más positivo pensar una cosa que la otra?. La respuesta echando mano a la anterior escala aparece más clara: es más importante tu propia .A lo valoración que la ajena, es más importante seguir tus propios criterios, guiarte .A por tus propios principios y por lo tanto seguir tus propios parámetros que M seguir los de los demás. Además, es más importante ser feliz que la opinión ajena, y ésta no tiene por qué suponer un obstáculo para tu felicidad: debes ta l. hacer un esfuerzo por ser feliz a pesar de lo que esas personas digan de ti. Al Vi hacer todas estas valoraciones he tomado como referencia la escala de ud parámetros anterior y así queda explicada su utilidad. ct it Un pequeño repaso a la escala humana de valores no muestra parámetros con muy parecido valor. Así entre los tres primeros: vida, realidad y A necesidades físicas no podemos establecer muchas diferencias pues todos ellos Tu son igualmente imprescindibles (su falta absoluta de satisfacción acarrea igual resultado: la muerte del individuo). Las diferencias en su valoración provienen de la posibilidad de que no se den al 100%, caso en el que sí serían más susceptibles de diferenciación. De hecho lo más normal es que el riesgo para tu vida no sea absoluto, o que la falta de atención a tus necesidades físicas no 70 sea total, o que tu huida de la realidad sea simplemente esporádica. La proporción de un determinado parámetro (por ejemplo, el deseo de valoración ajena) en un caso concreto es muy variable y puede modificar el z sentido de la decisión, sobre todo cuando estamos ante parámetros de similar Vá re valor. Por ejemplo: si existe un pequeño riesgo de tu vida (conducir un automóvil) y, sin embargo, la cantidad de satisfacción o beneficio que puedes ns o conseguir es grande (te evita coger un autobús cuya parada queda muy lejos de tu casa) la satisfacción conseguida compensará el pequeño peligro de que lo sufras un accidente por mucho que tu parámetro vida sea más importante que .A .A tu parámetro esfuerzo físico. M También puedes observar que hay mucha diferencia entre la valoración que doy a los cinco primeros parámetros respecto de los restantes. Estos ta l. parámetros son tan importantes que están muy por encima del resto. Así, por Vi ejemplo, si tienes que elegir entre el parámetro “ser feliz” y el parámetro “estar preocupado por algo que te va a suceder”, la causa de tu preocupación ud tendrá que ser muy importante (matemáticamente darse en muy gran ct it proporción) para que dicha elección resulte la más razonable. Como muestra este ejemplo hemos de intentar huir de las preocupaciones salvo cuando tienen A una razón de peso y, por lo tanto, la preocupación excesiva sería una aptitud Tu autofrustrante a erradicar. Normalmente en cada toma de decisión son varios los parámetros puestos en juego. Así, por ejemplo, si estás preocupado por algo se ve implicado el parámetro felicidad frente al parámetro futuro y también frente a la realidad 71 que te demuestra como con una planificación eficaz las cosas te pueden ir mucho mejor. Incluso pueden verse implicados todos o casi todos los parámetros a la vez; aunque en menor o mayor proporción, así, puede que tu preocupación esté relacionada con una experiencia similar de tu pasado y que, Vá re z a la vez, entre en juego la valoración que los demás puedan tener de ti e, incluso, puede que tengas deseos de hacer las cosas lo más perfectas posibles, etc. En tu valoración final habrás de tener en cuenta todos aquellos factores ns o que acudan en este momento a tu mente, pero su calibración habrá de ser lo rápida y la toma de decisión inmediata. .A Todo esto demuestra lo difícil que resulta encontrar la solución perfecta, .A la más beneficiosa para ti. Para hallar una solución perfecta tendrías que tener M muchas cosas en cuenta a la hora de tomar tus decisiones y esto te llevaría l. mucho tiempo, resultando entonces cualquier actuación tardía e infructuosa. Vi o menos válida. ta Por eso no hay que buscar la decisión perfecta sino conformarte con una más ud Para ofrecer una mejor respuesta ante los diferentes eventos con los que ct it podemos encontrarnos, debemos empezar por buscar una serie de soluciones generales para aplicarlas a los casos particulares: imaginemos que tu A preocupación tiene su origen en una entrevista de trabajo; puedes utilizar un Tu pensamiento del tipo: ¡bueno! y ¿de qué me sirve preocuparme si ahora no puedo hacer nada?, y aplicar este mismo pensamiento en todas las situaciones futuras que te parezcan similares. En realidad cuando eres niño-a realizas esta misma actividad: te van surgiendo experiencias de las que tú extraes conclusiones y después las aplicas frente a situaciones semejantes. Por 72 ejemplo, si te descubres a ti mismo preocupado-a por lo que tus compañeros piensan de ti y analizas dicha actitud, seguramente te percatarás de que poco ganas dándole vueltas y de que, además, es tu opinión la que realmente importa y no la de los demás. Esta conclusión puedes aplicarla cada vez que te Vá re z enfrentes a situaciones similares hasta convertirlo en hábito. De esta forma habrás modificado tu conducta hasta ponerla más en consonancia con lo que tú realmente piensas y con tu verdadera escala de parámetros y estarás actuando ns o con tu verdadera personalidad: estarás siendo tú mismo. lo A través de máximas como la anterior irás consolidando una actitud fiel a .A tu filosofía de la vida, es más, el mero hecho de poseer una filosofía de la vida .A positiva y racional influirá en tú comportamiento y te facilitará enormemente M el trabajo de reemplazar tus pensamientos irracionales por pensamientos ta l. acertados. Vi El margen que te queda después de lo dicho para la espontaneidad puede parecerte muy estrecho, sobre todo si entendemos por espontaneidad el hacer ud las cosas según te vengan sin pensarlas. Pero como dije anteriormente para mí ct it actuar espontáneamente no consiste en eso, para mí espontaneidad significa hacer las cosas según “lo que tú realmente piensas que debes hacer” y no A dejarte llevar por esas primeras reacciones que a veces no coinciden en Tu absoluto con “lo que tú crees bueno”. Si espontaneidad significa guiarte simplemente por tu conducta automática entonces lo mejor es no poseer ese tipo de espontaneidad. Debes ser tú quien tengas la capacidad de elección, debes guiarte por la 73 escala de valores en la que tú mismo creas, debes de liberarte de las ataduras sociales, de los aprendizajes equivocados y de esas reacciones automáticas de las que luego te arrepientes. ¡Tú eres el verdadero responsable de ti mismo!, ¡eres tú quién debe decidir tu comportamiento ante las diferentes situaciones!, Vá re z ¡eres tú quién debe decidir quién eres, tanto interiormente como ante los demás!. ¡Debes ser quién elijas ser!. O, por lo menos, debes intentarlo, ¿y si no consigues ser quién deseas ser?, pues tampoco debes preocuparte ya que ns o por encima de todo se encuentra tu felicidad como parámetro superior. lo Efectivamente: no tienes la obligación de ser de una forma determinada, .A no tienes por qué ser tal y como quieres ser, simplemente es algo deseable, .A algo que debes intentar. Debes ser feliz ante todo, pues seguramente en tu M escala de valores o parámetros, o como la quieras llamar, pondrás tu propia l. felicidad por encima de casi todo y, por lo tanto, tu deseo de ser tú mismo y de ta guiarte por tus propios parámetros tendrá este importante límite: tu felicidad. Vi Y es que el intentar ser tú mismo es sólo uno de los medios para conseguir ese ud gran fin que es tu felicidad. Tu A ct it TÉCNICA PARA ELIMINAR LOS ESTADOS DE ABATIMIENTO Todos nos sentimos deprimidos o bajos de moral en algún instante de nuestras vidas y cuando nos encontramos en tal estado de insatisfacción es probable que todo lo que nos digamos a nosotros mismos para animarnos nos resulte insuficiente y que, además, no encontremos con facilidad la causa de dicho malestar. Desde luego existen momentos en la vida en los cuales es 74 lógico que te sientas mal e incluso es conveniente que te permitas a ti mismo sentirte mal, siempre es mejor eso que tratar de autoengañarte para convercerte de que te sientes estupendamente. Sin embargo, muchas veces tu estado de ánimo no se corresponde con el acontecimiento que lo ha activado y Vá re z resulta excesivamente negativo. En ese caso puedes utilizar la siguiente técnica: ns o A) Analiza cuál es el motivo o causa de tu bajo estado de ánimo. Para descubrir ese motivo debes centrar tu atención en los pensamientos que tienes lo en ese momento. Por ejemplo: estás pensando que esa persona a la que quieres .A no es digna de tu amor. El análisis de este pensamiento te conduce al .A acontecimiento que activó esa idea en tu cerebro: esta persona llegó tarde a M una cita contigo y tú te sentiste desdeñado y a partir de ese instante adoptaste l. una actitud defensiva autoconvenciéndote de que tu amor hacia esa persona Vi ta había disminuido. B) Una vez aislado el problema debes buscar si existe un pensamiento ud incorrecto o irracional que complique aún más el asunto. Normalmente, ct it cuando te sientes mal hay un pensamiento incorrecto vinculado a dicho sentimiento ya que tu parámetro felicidad tiene tal importancia que muy pocas A cosas deberían interponerse en su consecución. Efectivamente, es normal que Tu ante un acontecimiento negativo te sientas mal lo que no resulta razonable es prolongar ese sufrimiento o exagerar su importancia. Se hace necesario descubrir los errores que puedes haber cometido en tu valoración de los acontecimientos que te han llevado a ese estado de abatimiento. Estas preguntas pueden ayudarte a corregir tu errónea valoración del suceso: ¿por 75 qué es tan malo haberlo hecho mal?, ¿es tan grave lo que ha hecho esa persona? y, aunque esté mal hecho ¿por qué he de sentirme mal?, ¿existe una norma que me exija actuar de una forma determinada y no de la forma que lo z he hecho?. Vá re C) Una vez descubiertos los pensamientos incorrectos causantes de tu estado de ánimo negativo debes sustituirlos por los pensamientos adecuados ns o aplicables al caso. Tu escala de valores te dará la respuesta en muchos casos. En el ejemplo anterior los pensamientos correctos podrían ser: ¡me siento lo triste porque esa persona que quiero me ha dejado plantado!, pero esperaré a .A oír sus explicaciones. No tengo por qué sentirme mal ahora ¡intentaré ser lo .A más feliz posible en este instante!, el que esta persona no halla acudido a M nuestra cita no significa que yo vaya a desaprovechar esta tarde. ta l. D) Por último, una vez descubierta cuál es la respuesta adecuada, es Vi conveniente que la memorices para poderla aplicar a un suceso futuro similar EJERCICIOS A ct it ud con el fin de convertirla en hábito. Tu En este capítulo te proponemos la práctica de unos ejercicios que te serán útiles en próximos capítulos; se trata de las denominadas técnicas de visualización. Visualización: partiendo de un estado de relajación y, en principio, manteniendo los ojos cerrados, debes intentar visualizar en tu mente las 76 diferentes situaciones que se te van a describir a continuación. No es preciso que obtengas una imagen nítida, basta con que tu mente sea consciente de lo que imaginas, con la práctica te ira siendo cada vez más sencillo. Está técnica se basa en el hecho de que solo tienen existencia para ti aquellos Vá re z acontecimientos que han sido debidamente procesados por tu cerebro, es decir: solo es real lo que tu mente vive como real independientemente de si dichos acontecimientos han existido o no. A pesar de que cuando utilizas las ns o técnicas de visualización eres, y debes ser, perfectamente consciente de que no estás viviendo la experiencia en cuestión, tu cerebro recordará dicha .A lo experiencia de forma parecida a como recordamos los sueños y a la larga .A puede terminar ejerciendo una fuerte influencia sobre ti. Por cierto que esta M técnica encuentra su mejor aliado en la repetición: cuanto más visualices una l. situación más la tomarás como cierta. ta A) Si deseas superar tus miedos, o timidez: imagínate enfrentándote a esa Vi situación que te preocupa o te causa pánico. Visualízate comportándote con ud seguridad y controlando tus temores. Después imagínate saliendo airoso de la ct it situación. Debes empezar por situaciones que te causen sólo un poco de inseguridad para después imaginar otras que te provoquen más. Veamos un A ejemplo de las situaciones paulatinamente más complicadas a las que se debe Tu enfrentar una persona tímida para superar su timidez; aunque, dicho sea de paso, conviene que seas tú quien las elija ya que nadie mejor que tú para saber lo que necesitas: 1-Hablar con tu familia o con ciertos amigos de temas que te producen ansiedad. 2- Entrar en una tienda del barrio y entablar conversación con el dependiente. 3- Si vas a clase intenta preguntar al 77 profesor alguna duda que tengas. 4- Si trabajas trata de prolongar tus conversaciones con tus superiores. 5- Cuando te encuentres en medio de un grupo de personas haz un esfuerzo para participar lo más posible en la conversación. 6- Si tienes tiempo intenta realizar alguna actividad cara al Vá re z público como podría ser hacer teatro aficionado. 7- Cuando vayas de copas ns o entabla conversación con personas del otro sexo lo B) Para conseguir lo que deseas: imagina que estás intentando conseguir .A eso que tanto anhelas, trata de visualizar las diferentes fases que debes .A recorrer para lograr tu objetivo. Por último, imagina el momento del éxito. M C) Para enfrentarte a situaciones en las cuales temes fracasar: l. visualízate enfrentándote a la situación. Hazla frente con humor y exagera las ta dificultades que vas a encontrar, satiriza la situación imaginado historias Vi divertidas. Y si fracasas intenta utilizar el humor para quitarle “hierro” al Tu A ct it ud asunto. 78 C a p í t ul o 3 ns o Vá re z Parámetros personales .A .A lo PARÁMETROS PERSONALES Y ERRORES DE ELECCIÓN M Hay dos formas de errar en una elección: 1º cuando estando en conflicto varios parámetros no eres capaz de escoger la solución más correcta desde el ta l. punto de vista de tu escala de parámetros. 2º cuando por educación u otra Vi razón das una importancia exacerbada a uno de tus parámetros, como puede ser el deseo de poseer cosas o el deseo de aprecio ajeno y, sin embargo, la ud lógica te demuestra que no es tan importante como otros parámetros. En este ct it último caso se manifestaría un desacuerdo entre tu propia escala de A parámetros y la escala humana ideal. Tu Por ejemplo: mucha gente coloca su deseo de poseer cosas por encima de todo lo demás en la creencia de que sin esas cosas o, sin dinero no pueden ser felices (y, aunque no piensen exactamente eso actúan como si lo pensasen). Si la posesión de dichas cosas es para ellos condición necesaria para su felicidad estas personas podrían establecer como conclusión lógica que en primer lugar deben tratar de satisfacer su necesidad de bienes materiales y que sólo podrían ser felices después de conseguidos. Y, sin embargo, este razonamiento estaría objetivamente equivocado, pues aun en el caso de que “tener cosas” fuese necesario para ser feliz, cosa discutible, resultaría que en el fondo el deseo de tener cosas lo estás utilizando como medio para conseguir un fin más Vá re z importante: la felicidad. Si el fin es la felicidad entonces lo más importante es ser feliz y el tener dinero estará en segundo plano: el medio no podría anteponerse al fin. La lógica te indicaría que sólo puedes sacrificar parte de tu ns o tiempo en actividades que no te hacen feliz, pero que te producen beneficios económicos cuando la felicidad posterior que vas a conseguir con ese dinero .A lo compense el sacrificio inicial. Es decir, de nada te habrá servido tu esfuerzo .A para conseguir bienes materiales si dicho esfuerzo en tiempo y sacrificio de M actividades más placenteras no se ve realmente compensado por la felicidad que dichos bienes te reportan una vez conseguidos. Estaríamos ante una nueva ta l. aptitud equivocada: la ambición excesiva de conseguir cosas. Vi Por lo tanto, es posible que tu escala de valores personal tenga zonas ud ilógicas, esto es así porque tu escala de parámetros se ha ido construyendo ct it sobre la base de los acontecimientos que te han ido surgiendo desde que eras un bebe hasta hoy, y no ha habido un proceso lógico a través del cual tú hayas A controlado la valoración que dabas a cada suceso. Muchas veces, sobre todo Tu cuando eres niño, la valoración te es impuesta por otras personas como, por ejemplo, tus padres y, naturalmente, ellos no son infalibles (son ellos quienes te indican qué es lo bueno y qué es lo malo). Otras veces la valoración ha surgido de ti, pero utilizando criterios que ya estaban equivocados por multitud de razones. Como muestra de dichas valoraciones equivocadas ahí 80 van algunos ejemplos: se producen sucesos que te pueden causar una gran impresión o crearte miedos (cuando aquel chaval mayor que tú, te agredió o cuando tras aquella trastada que confesaste haber hecho tus padres te castigaron) y esos miedos, al magnificarse, influyen en tu comportamiento y Vá re z en tu forma de pensar, con lo que tus valoraciones de los diferentes acontecimientos podrían estar equivocadas. Lo contrario también es posible: tus momentos más felices pueden conducirte a conclusiones equivocadas, así, ns o por ejemplo, aquella vez que a tus padres les gusto tanto aquello que hiciste y que te premiaron con tan buen regalo puede haber provocado un deseo .A lo desmedido de buscar su aprobación. Por otro lado, si se produce un .A acontecimiento sin parecido suficiente con ninguno anterior, normalmente te M verás abocado a enfrentarte a él utilizando como referencia las conclusiones procedentes de sucesos de tu pasado que, aunque diferentes del actual, tengan ta l. algún rasgo en común con él. El proceso descrito puede llevarte a aplicar una Vi solución desacertada por resultar dichas conclusiones inadecuadas para el presente caso: las diferencias entre el suceso pasado tomado como referencia y ud el acontecimiento actual provocarán que las conclusiones obtenidas en el ct it pasado no sean las más adecuadas para el presente. Por ejemplo: si tienes que afrontar una discusión con una persona desconocida y con actitud claramente A violenta y aplicas tu respuesta habitual en las discusiones familiares Tu consistente en elevar tu voz o gritarle puedes terminar sufriendo una agresión física de su parte: habrás aplicado una solución que si bien puede estar justificada en otras circunstancias no lo está en este caso Cuando somos niños, y a semejanza de cualquier otro animal, entramos 81 en un proceso progresivo de aprendizaje con el fin de garantizarnos una preparación adecuada para que cuando seamos adultos tengamos las capacidades necesarias para valernos por nosotros mismos sin la ayuda de nuestros padres. El aprendizaje, por lo tanto, garantiza nuestra autonomía e Vá re z independencia. Este rasgo de independencia es precisamente el elemento diferenciador entre el adulto y el niño: el adulto es capaz de valerse por sí mismo sin necesidad de consejo, el niño necesita de la guía de sus padres ns o (aunque también es cierto que todos tenemos un poco de las dos facetas lo independientemente de la edad). .A Normalmente aprendemos cosas positivas que nos van a ayudar a .A progresar y superarnos, pero no siempre es así. Cuando alcanzamos cierta M edad nos vamos percatando de la irracionalidad de algunas de las conclusiones l. o aprendizajes obtenidos a lo largo de nuestra vida y vamos cambiando ta lentamente de forma de pensar: ya no creemos ni en reyes magos ni en Papa Vi Noel, nuestros padres ya no son esos seres omnipotentes que todo lo pueden, ud etc. Sin embargo, en otras ocasiones llegamos a acostumbrarnos hasta tal ct it punto a actuar o a pensar de una forma determinada que luego nos resulta, por un lado muy difícil de cambiar, aunque nos demos cuenta de nuestro error y, A por otro, a menudo ni siquiera somos capaces de discernir que estamos Tu equivocados (nos parece tan natural nuestra forma de pensar que ni siquiera nos planteamos la posibilidad de estar equivocados). Así, por ejemplo, hay personas radicalmente machistas o que ven en la violencia la mejor forma de protegerse de los ataques de los demás y, sin embargo, la lógica nos demuestra lo erróneo de este tipo de ideas y que, además, dichas personas sufren por esa 82 forma de actuar o de pensar. Por otra parte, muy a menudo recurrimos a ideas externas cuando nosotros mismos no sabemos cómo responder ante un acontecimiento z determinado (por ejemplo: utilizando normas de urbanidad, opiniones ajenas, Vá re etc.), dicha actividad deriva de la observación del comportamiento de las personas que nos rodean y constituye otra forma de aprendizaje. Dicho ns o aprendizaje lo podemos obtener examinando lo sucedido a otra persona o, incluso, imitando algún rasgo que nos gusta de ella. Y, sin embargo, esas otras lo personas pueden estar equivocadas o es posible que sus formas de proceder, .A aunque razonables para ellos no lo sean para ti (imagina que esa persona mide .A dos metros y es fuerte como un toro, si tú intentas imitar su carácter agresivo y M mides poco más del metro y medio tu integridad física puede correr un serio ta l. peligro). Vi A continuación te ofrezco un pequeño análisis de algunos de los PARÁMETROS: VIDA. Tu A ct it ud parámetros más importantes y de las ideas irracionales relacionadas con ellos. La vida es el primero y más importante de nuestros parámetros y resulta el presupuesto imprescindible del resto de nuestros valores: si no vives no hay ni necesidades, ni deseos, ni nada. La necesidad de vida se manifiesta fundamentalmente en el instinto de supervivencia y en el deseo de evitar el 83 peligro. El exceso de valoración de este parámetro en una situación en la cual el nivel de peligro es bajo o inexistente da lugar a una idea irracional: el exceso z de miedo al peligro. El exceso de miedo al peligro te impedirá, a menudo y sin Vá re fundamento, hacer cosas que te convienen. El miedo al peligro, se manifiesta en último termino en el temor excesivo ns o a lo desconocido. Imagínate obligado a desempeñar una actividad que apenas lo has practicado como, por ejemplo, hablar en publico ante una sala repleta de .A gente. Seguramente te causara algún tipo de preocupación; ¡eso es el miedo a .A lo desconocido!. En el miedo a lo desconocido se ven involucrados otros M parámetros, aparte del comentado miedo al peligro, como son el deseo de perfección en su forma de miedo al fracaso o el deseo de ser valorado ta l. positivamente por los demás y todos ellos enfrentados al parámetro realidad Vi que evidencia que el hecho de enfrentarte al reto de lo desconocido puede dispensarte una enorme satisfacción personal. Efectivamente, en algunos casos ud es posible que en lugar de guiarte por la realidad te dejes llevar por otros ct it parámetros menos importantes (como, por ejemplo, el deseo de perfección), incluso, aunque en el fondo estés deseando afrontar ese reto, lo cual demuestra A que las ideas irracionales encuentran normalmente su origen en una errónea Tu calibración de los múltiples parámetros presentes en cada caso (concedes más valor a parámetros menos importantes). Por otro lado, un temor excesivo a poner en peligro tu vida podría provocarte un cierto miedo a sufrir y este, a su vez, te induciría a sentir miedo 84 a fracasar y, finalmente, a lo desconocido. Este conjunto de miedos funcionan todos en una misma dirección impidiéndote actuar como tú en el fondo deseas. Estás valorando tu deseo de perfección y tu deseo de no arriesgar tu vida (ambos origen de tus miedos a sufrir, a fracasar y a lo desconocido) por Vá re z encima de tu objetivo de felicidad, que en este caso te exige actuar a pesar de tus miedos: si quieres triunfar y alcanzar los objetivos por los que has luchado debes hacer un esfuerzo y hablar en público. Esto miedos responden en su ns o conjunto al denominado “miedo a vivir” y suponen un importante obstáculo lo para el desarrollo de una vida plena. .A En sentido contrario, el déficit de valoración de este parámetro te conduce .A a poner en peligro tu vida sin encontrar en ello compensación suficiente. En M este caso puede ocurrir que la persona en cuestión se sienta tan absolutamente l. infeliz que valore otros parámetros por encima de su propia vida (en este caso, ta el de felicidad) e, incluso, puede llegar a establecer que el propio hecho de Vi vivir constituye la causa ultima de su infelicidad. El resultado más extremo de muy radicales ya que, salvo en circunstancias límites ct it irracionales ud dicha actitud puede ser un intento de suicidio. Normalmente éstas son ideas (enfermedades largas y dolorosas, por ejemplo), tú sueles poseer suficiente A capacidad de elección para preferir intentar hacerte más feliz a ti mismo en Tu lugar de suicidarte. De hecho la forma más habitual de déficid de valoración del parámetro vida lo podemos constatar en determinadas personas que acostumbran a poner en peligro su vida en pos de experiencias para ellos placenteras como hacer paracaidismo o conducir a 220 en carreteras cuyo límite de velocidad está en la mitad. En estos últimos ejemplos, y dicho sea de 85 paso, constatamos a veces un elemento distinto al comentado consistente en que el ser humano rara vez es consciente de su propia muerte, es decir: nunca nos imaginamos que podamos morir; nos consideramos siempre a salvo. Vá re z REALIDAD. ns o Realidad abarca el conjunto de circunstancias que nos rodean: el mundo real con sus leyes físicas y lógicas, los acontecimientos que surgen a nuestro lo alrededor, etc. El mundo real tiene una serie de propiedades o características .A como ya comentamos al principio del capítulo 2. Efectivamente, en el mundo .A se dan una serie de hechos que son como son y no existe posibilidad de M cambiarlos o, por lo menos, es muy difícil hacerlo. Son características l. absolutas y no relativas: en ellas lo único relativo es nuestra forma de ta juzgarlas no la verdadera naturaleza del hecho en sí. Es cierto que no Vi conocemos totalmente el mundo que nos rodea, pero si lo conocemos ud suficientemente, sobre todo en el asunto que tratamos, como para extraer algunas conclusiones y para demostrarlo valgan los siguientes ejemplos: 1-En ct it el mundo real es casi imposible la perfección. 2-El mundo cambia A constantemente. 3-El pasado es inalterable. 4-De lo anterior se infiere que te Tu surgen unas oportunidades y sólo ésas y si no las aprovechas en su momento en la siguiente ocasión ya serán distintas. 5-Es casi imposible que todo el mundo te quiera o te apruebe. 6-En la vida te van a pasar cosas buenas, regulares y malas y lo debes asumir. 7-El pasado te influye a través de tus recuerdos, pero el pasado ya no está ahí y puedes actuar sin dejarte influir por 86 él si te empeñas realmente en ello. Por cierto, puedes encontrar más características de este tipo en el listado que te ofrecimos en el capítulo 2 intitulado “características del mundo que nos rodea”. z Cuando no actuamos conforme al dictado de la realidad o imaginamos Vá re una realidad equivocada podemos sufrir todo tipo de sentimientos frustrantes. Tomemos como ejemplo un niño convencido de que si lo desea con suficiente ns o fuerza puede salvar la vida de su padre gravemente enfermo. Si el padre muere a su sentimiento lógico de pena se unirá un sentimiento de fracaso o lo frustración al haber fallado la idea que tenia de la realidad (cabe, incluso, que .A se sienta culpable por no haberlo conseguido). Este ejemplo es muy extremo, como, por ejemplo, cuando intentamos autoprotegernos M realidad .A son otros muchos y más cotidianos los casos en los cuales huimos de la l. convenciéndonos a nosotros mismos de nuestra falta de responsabilidad ta respecto a nuestros errores o fracasos o cuando no somos capaces de asumir Vi nuestros defectos e intentamos persuadirnos de que somos maravillosos. Pero ud además de huir de la realidad y de fracasar en nuestro análisis de la misma, ct it también podemos incurrir en defectos de valoración al comparar la realidad con otros parámetros. Un ejemplo de lo expuesto lo encontraríamos cuando A por comodidad o por disfrutar de un descanso (parámetros involucrados: deseo Tu físico y deseo psíquico) dejamos para mañana algo que la realidad nos exige que hagamos hoy. También puede darse el caso de que la realidad te muestre varias posibilidades de actuación distintas y tengamos que elegir entre ellas. Por ejemplo: si coges una sartén con el mango muy caliente tendrás que elegir 87 entre dejar caer la sartén y quedarte sin comer o correr el peligro de quemarte. La elección estaría clara en este caso y permitirías tu movimiento reflejo soltando la sartén (de hecho, aunque quisieras impedir dicho movimiento te resultaría muy difícil conseguirlo). Pero la decisión no es siempre tan clara Vá re z como en el caso anterior, ¿te imaginas la disyuntiva que se le plantea a una joven embarazada y sin recursos cuando se ve abocada a tomar la decisión de ns o abortar o seguir adelante con su embarazo?. Los absolutismos constituyen otro tipo de errores en la apreciación de la lo realidad. Ejemplos de absolutismo son las autocalificaciones o “yo” sois y .A cuando calificas al mundo o a las otras personas de manera terminante: .A imagínate que haces algo mal, por ejemplo un examen, puede que tu primera M reacción sea dejarte llevar por sentimientos de frustración y en ese instante l. pienses que eres un inútil y que nunca podrás sacar adelante tus estudios. El ta autocalificarte como inútil está en disonancia con respecto a la realidad que Vi nos demuestra que los seres humanos y el mundo son demasiado complejos ud como para poderlos resumir en simples calificaciones. Tú no puedes ct it considerarte un inútil porque en un momento lo hayas sido. Tú eres una persona completa y no una sola de tus partes. El que te hayas comportado en A un momento dado de una manera determinada no significa que siempre te Tu vayas a comportar así: ¡tú eres quién eliges ser!. Tú eres tu forma de pensar, tu escala de valores, ella es la que te define. Tu cuerpo y tu forma de pensar, ¡eso eres tú! y no tus comportamientos puntuales. Por otro lado, tampoco te comportas racionalmente cuando calificas a los demás o al mundo de una forma determinada: la gente y el mundo cambian 88 constantemente de comportamiento, tienen demasiadas facetas y no podemos reducirle a simples calificativos (ni el mundo ni las personas son siempre buenas o malas, ni divertidas ni aburridas, etc.). z Por lo dicho hasta ahora puedes haber extraído la impresión de que Vá re pretendemos imponerte un deber de mantener una constante racionalidad. No es esta nuestra intención, no tienes por qué ser siempre tan racional, incluso se ns o podría decir que en un principio es preferible dejarse guiar por las intuiciones; pero si te guías por tus automatismos e intuiciones debes asumir la posibilidad lo de que en cualquier momento la realidad dicte su ley. De la misma manera, .A puedes y hasta debes utilizar tu fantasía para imaginar situaciones divertidas o .A historias fantásticas, pero igualmente debes de ser consciente en todo M momento de que lo que imaginas no es real. ta l. Los sentimientos autofrustrantes relacionados con una mala apreciación Vi de la realidad serían por ejemplo: sentimientos de fracaso, dejar para mañana cosas que sería mejor que hicieses hoy, creer que sin una persona tu vida ya no ud tiene sentido, autocalificaciones o “yo sois”, preocuparte más por un pasado o NECESIDADES FÍSICAS Y DESEOS FÍSICOS. Tu A ct it un futuro por los que poco puedes hacer que por el presente, etc. Las necesidades físicas están íntimamente relacionadas con el parámetro vida ya que su total falta de satisfacción puede acarrear la muerte (la diferencia entre deseo y necesidad, si nos atenemos a la utilización que de 89 ambos términos se hace en este libro, se concreta en la posibilidad o imposibilidad de eludir su satisfacción). Estas necesidades no precisan normalmente de una satisfacción inmediata, pero si en un plazo determinado. Dependerá de la naturaleza de la necesidad en cuestión para que su Vá re z satisfacción sea más o menos perentoria. Por eso, por ejemplo, aunque te puedes pasar mucho tiempo sin comer al final no tendrás otro remedio que hacerlo si no quieres morir de inanición. Nuestro cuerpo suele responder a la ns o falta de satisfacción de nuestras necesidades a través de deseos físicos. El no comer trae como consecuencia el hambre, y el no beber la sed. Estos deseos .A lo no precisan de satisfacción inmediata, pero sí a largo plazo. Además, otra .A característica de las necesidades físicas consiste en que el deseo de satisfacer M tus necesidades se manifiesta de una forma determinada: no sólo querrás beber l. sino que, además, te apetecerá una bebida concreta. ta El exceso de valoración de nuestros deseos físicos puede llevarnos a una Vi vida desordenada, comiendo y bebiendo todo lo que queramos y, por lo tanto, ud poniendo en peligro nuestra salud. La principal idea errónea consecuencia de ct it este parámetro sería el deseo desmedido de satisfacer nuestros deseos por encima incluso de nuestras necesidades o de lo que nos conviene físicamente. A En todo caso, y a pesar de lo dicho, la satisfacción de nuestros deseos Tu físicos es fundamental para una vida feliz y sus únicas limitaciones pueden provenir precisamente de nuestra propia salud y, naturalmente, de la posibilidad o no de realizar ese deseo (realidad). El defecto de valoración de nuestros deseos físicos nos puede acarrear 90 todo tipo de insatisfacciones tanto físicas como psicológicas. Si puedes satisfacer a tu cuerpo y mente debes intentar hacerlo. Al fin y al cabo, por mucho que queramos, no sólo somos seres espirituales, sino que también somos animales con todo lo que ello conlleva (aunque si lo pensamos con Vá re z detenimiento podemos advertir que muchas de nuestras costumbres sociales y muchos de nuestros progresos técnicos parecen perseguir precisamente negar nuestra animalidad). Por lo tanto: si niegas tus deseos físicos estarás negando ns o una parte fundamental de ti mismo. lo Efectivamente, como afirmábamos en el párrafo anterior, los seres .A humanos somos al fin y al cabo un animal más con necesidades físicas y .A psíquicas similares a cualquier otro; pero, sin embargo, a lo largo de la historia M nos hemos intentado engañar a nosotros mismos asegurando que poseemos un l. “algo” especial que nos distingue del resto de los animales, unos lo llaman ta alma, otros inteligencia, otros sentimientos, e incluso a veces recurrimos a la Vi extraña teoría de que nosotros tenemos inteligencia y los animales instinto. Sin como la mayoría de ellos también tienen inteligencia y ct it comprobar ud embargo, cualquiera que haya estado en contacto con animales habrá podido sentimientos, aunque se manifiesten, naturalmente, de forma diferente a la A nuestra. No somos ni mucho menos el animal con el mayor cerebro, no somos Tu tampoco el que tiene más ondulaciones en el mismo, quizás empleemos más neuronas en funciones intelectuales que el resto de los animales, pero eso no está demostrado y, por lo tanto, en principio, no somos muy distintos de los otros animales. Esta similitud con el resto de los animales se manifiesta claramente en nuestras motivaciones: deseamos vivir en pareja y tener 91 relaciones sexuales con los de nuestra especie tal y como le sucede a otros muchos animales, aunque siempre, por supuesto, con las peculiaridades propias de nuestra especie, deseamos ingerir alimentos y para obtenerlos precisamos dinero al igual que los demás animales precisan también sustento y Vá re z hacen lo que esté en su mano para conseguirlo, nos gusta tener un territorio y cosas que nos pertenezcan como a todos los animales. Tenemos un cierto grado de egoísmo que se vincula con nuestro instinto de supervivencia como ns o el resto de los animales, etc. En fin, creo que nuestra única diferencia .A nuestra vida a través de lo que llamamos cultura. lo fundamental radica en que hemos complicado hasta límites insospechados .A En conclusión: si queremos ser felices debemos empezar por satisfacer l. M nuestros deseos y reconocer nuestra “animalidad”. Vi ta DESEOS Y NECESIDADES PSÍQUICAS ud Necesidades psíquicas hay pocas y, de hecho, nos podemos pasar sin ct it satisfacerlas en la mayoría de los casos. Así, por ejemplo, no es difícil encontrar personas incapaces de ser felices o de tener un mínimo de A autoestima y, sin embargo, no por ello han muerto. Si necesidad significa no Tu poder vivir sin una cosa, pocas necesidades psíquicas vamos a encontrar. Quizás el soñar, o el pensar sean necesidades ineludibles, aunque yo las consideraría más bien hechos o realidades que se dan simplemente por el hecho de estar vivo sin que precisen ningún tipo de actividad por tu parte para satisfacerlas. Por lo tanto, en lugar de hablar de necesidades sería más exacto 92 hablar de deseos o condicionantes, los cuales no son necesarios, pero si muy deseables. La mayoría de nuestras ideas irracionales surgen de una errónea z apreciación de estos parámetros psíquicos, algunos de los cuales serán Vá re abordados a continuación. lo ns o DESEO DE FELICIDAD: .A El más importante de todos estos parámetros que llamamos psíquicos es .A el deseo de ser feliz. En realidad el resto de los deseos psíquicos persiguen M precisamente la realización de este parámetro. Así, por ejemplo, el deseo de l. poseer cosas se deriva del deseo de ser feliz e intenta hacer realidad este ta anhelo de felicidad. Vi Si valoras en exceso tu parámetro felicidad puedes terminar buscando una ud felicidad perfecta: querrás sentirte siempre bien. Sin embargo, la realidad nos ct it demuestra continuamente que no siempre te vas ha sentir bien y que, por lo tanto, la felicidad perfecta no existe. Si buscas la felicidad con demasiado afán A puedes sentirte muy frustrado al no conseguirla en todo momento. Ser feliz no Tu es estar siempre en plenitud sino serlo en la totalidad de tu vida. Para ser feliz en la totalidad se precisa, por supuesto, ser lo más feliz posible en cada momento presente, pero siempre partiendo de la base de que en determinados momentos las circunstancias van a motivar en tu persona sentimientos de tristeza o, incluso, de depresión, sin que ello implique que tu vida al completo 93 sea infeliz. Habrás de aceptar la infelicidad y la tristeza cuando no haya más remedio, (por ejemplo: ante una enfermedad), siempre será preferible eso que engañarte a ti mismo (cuando acostumbras a autoengañarte terminas por desconfiar de ti mismo). En resumen: la realidad y su aceptación están por Vá re z encima de tu parámetro felicidad. Más común es la desvalorización de este parámetro. La causa de este ns o déficid de valoración no reside en que no valoremos realmente ser felices sino en que nos falta un conocimiento real de la verdadera naturaleza de la lo felicidad (no comprendemos qué es la felicidad) y tampoco sabemos como .A conseguirla. Esta falta de conocimiento determina que no le prestemos una .A atención especifica. ¿Para qué luchar por conseguir algo que no sabemos ni M qué es ni cómo obtenerlo?. Al ser algo tan etéreo e intangible no fijamos l. nuestra atención en ella y preferimos preocupamos por conseguir cosas más ta materiales como el dinero, la valoración social, etc. Además, la felicidad es un Vi bien que no se puede conseguir en un instante determinado sino que se obtiene ud a través de un proceso largo, que dura, en realidad, toda tu vida, y ¿cómo ct it mantenerse constante toda una vida en su persecución?. Es en el camino, como dijimos antes, donde se encuentra la felicidad, es decir: la felicidad se Tu A construye día a día y es a la vez las suma de todos esos días. Y, sin embargo, seguramente estaríamos dispuestos a sacrificar el dinero, la valoración social y todo lo demás por una garantía de felicidad. Pero como tal garantía es imposible y sólo nos la podemos constituir nosotros mismos nos vemos obligados a utilizar estos otros parámetros (poder, dinero, valoración ajena, etc.) como sucedáneos de felicidad. Sin embargo, la consecución de 94 dinero o de poder, el afán desmedido por hacer bien las cosas o por conseguir el afecto de quienes te rodean, etc. pueden precisar sacrificios de felicidad. Por ejemplo, si deseas con fuerza ser valorado en tu empresa es posible que tengas que sacrificar demasiado tiempo en tu trabajo, enemistarte con tus compañeros Vá re z o incluso pasar menos tiempo con tu familia. Es posible que consigas tu objetivo, pero está claro que el sacrificio de otros componentes de tu felicidad ha sido demasiado grande comparado con el beneficio obtenido: habrás ns o sacrificado tu felicidad para satisfacer otro parámetro menos importante. lo Condición necesaria para ser feliz es creerse merecedor de ella, es decir, .A tener un cierto grado de autoestima. Para poseer esa autoestima has de sentirte .A satisfecho de ti mismo y que mejor forma de estar autosatisfecho que el M guiarte por tus propios parámetros. Es decir, cuanta más capacidad tengas para l. comportarte como tú en tu interior crees que debes hacerlo más satisfecho Vi ta estarás de ti mismo y, por lo tanto, más feliz serás. Pero, como dijimos anteriormente, al hablar sobre la felicidad surgen una ud serie de preguntas: ¿qué es realmente eso de la felicidad?, ¿de qué materia está ct it constituida?, ¿cuales son los requisitos necesarios para ser feliz?. Dedicaremos Tu A un capítulo completo para tratar de responderlas. DESEO DE POSEER COSAS Y DE PODER: En principio el deseo de poseer cosas persigue hacernos más felices, aunque puede terminar siendo un deseo totalmente autónomo convirtiéndose 95 en un fin en sí mismo. El exceso de valoración de este parámetro puede originar una ambición desmedida concretada en un desmesurado deseo de poseer por poseer.El z problema surgiría cuando el sacrificio en esfuerzo o, incluso, en ética personal Vá re (a veces para conseguir poder o dinero hemos de hacer cosas que nos parecen mal) supere al beneficio obtenido en forma de felicidad. Por lo tanto, el deseo ns o de poseer no será negativo para nosotros mientras no se convierta en una necesidad compulsiva que suponga un obstáculo para conseguir ser feliz. lo Como muestra de esta excesiva valoración te ofrezco los siguientes .A pensamientos de ejemplo: ¡debo tener esto y aquello para ser feliz!, ¡mientras .A no lo tenga no podré ser feliz!. Es cierto que ya he conseguido aquello y M aquello otro, pero debo seguir adelante y tener más. No lo he conseguido, no ta l. he podido obtener esa cosa, ¡me siento tan mal!. Vi El defecto de valoración de este parámetro es muy raro en nuestros días ud y, de hecho, en muchos países el desprendimiento material excesivo puede ser causa legal de incapacitación bajo la figura de la prodigabilidad. En caso de ct it producirse dicha falta de valoración provocaría diversos grados de baja Tu A satisfacción de ciertos deseos necesitados de capacidad económica. DESEOS DE PERFECCIÓN Y DE QUE TODO SEA TAL Y COMO NOSOTROS QUEREMOS: El más problemático de nuestros deseos es el de perfección. Este deseo, 96 casi necesidad, se encuentra fuertemente relacionado con el propio deseo de felicidad: queremos que todo nos vaya bien, que el mundo sea perfecto y que nosotros también lo seamos. No es malo desear ser perfecto, de hecho es algo natural, lo verdaderamente negativo resulta de una excesiva valoración de Vá re z dicho deseo. La realidad nos demuestra que tanto el mundo en general como nosotros mismos somos imperfectos y si no reconocemos dicha realidad es probable que caigamos en una excesiva valoración de nuestros deseos ns o perfeccionistas en detrimento de otros deseos. Como resultado de una satisfacción incompleta de nuestros deseos de perfección podemos sufrir .A lo sentimientos más o menos intensos de frustración, de inseguridad en nosotros .A mismos y de excesiva preocupación. Debemos aceptar los sucesos negativos, M aunque eso no implique, naturalmente, que no tratemos de evitarlos (estamos pues ante una actitud a posteriori: aceptamos ciertamente, pero cuando ya ha ta l. surgido el hecho negativo). No esperaremos a que todo esté a nuestro gusto Vi para ser feliz. La felicidad no es la meta, sino el camino, debemos ser felices ct it sea perfecto. ud ahora, no cuando nuestros diferentes deseos se hagan realidad ni cuando todo Por otro lado, cuando se produce un acontecimiento negativo has de tener A presente que muchas veces lo verdaderamente negativo es tu valoración del Tu mismo y no el que objetivamente el hecho sea verdaderamente negativo. Has de aceptar los sucesos frustrantes sin frustrarte (o por lo menos sin hacerlo más allá de lo razonable). Darse cuenta de los errores cometidos constituye una cualidad positiva ya que te ayuda a evitarlos en el futuro, lo que resulta verdaderamente negativo es utilizar ese espíritu critico como arma de 97 frustración dirigido hacia ti mismo o hacia los demás. Efectivamente, cuando enjuiciamos negativamente una acción nuestra o ajena la estaremos valorando correctamente si nuestro juicio de dicha acción es verdaderamente realista, lo que no resulta lógico es martirizarse o martirizar a los demás por haber Vá re z fallado. Si damos un mayor valor a nuestra felicidad personal que al deseo de ser perfecto (perfección, por otro lado, prácticamente imposible de conseguir), el permitirnos autofrustrarnos, y por lo tanto el hacernos infelices, por nuestros ns o fracasos e imperfecciones constituirá un error. En resumen: el hacer las cosas lo bien es deseable, pero no imprescindible. .A En sentido contrario, el defecto de valoración del deseo de hacer las cosas motivados para intentar actuar eficazmente y, en M suficientemente .A bien puede acarrear como resultado un mayor nivel de fracaso al no sentirnos l. consecuencia, no podremos conseguir esos bienes necesarios para satisfacer ta otros deseos quizás más importantes. En todo caso esta desidia o desgana de Vi perfección será en mi opinión siempre mucho menos peligrosa que el exceso. ud De hecho muchos psicólogos ven en este deseo excesivo de perfección el ct it principio de muchos problemas psíquicos. Hay tres vías, según psicólogos como Beck, Ellis, etc., a través de las A cuales el perfeccionismo toma forma de pensamientos hasta convertirse en Tu ideas autofrustrantes e irreales: La primera de estas vías sería consecuencia de nuestra concepción personal del mundo y de nuestros principios éticos. Dicho concepto o forma de ver el mundo se derivaría de nuestra propia escala de valores: todos 98 tenemos una idea determinada de cómo debe ser el mundo, la sociedad, etc. Esta idea interior puede tomar tintes más o menos absolutistas e inflexibles originando una actitud que podría resumirse en el siguiente pensamiento perfeccionista no verbalizado: ¡el mundo y mi vida han de ser como yo Vá re z quiero!. Como resultado de esta postura vital intransigente nos sentiríamos más o frustrados o tristes al producirse acontecimientos que no se ns o menos correspondiesen con nuestra forma de ver las cosas. Cuando el mundo no es lo como nos gustaría, cuando suceden cosas que nos desagradan lo juzgamos .A negativamente: ¡no me gusta que las cosas no sean como yo quiero!. Acto M las cosas sean así, ¡me siento infeliz!. .A seguido te sientes disgustado, tienes sentimientos negativos: me disgusta que ta l. Por último filtras y desechas los pensamientos positivos quedándote sólo Vi con los negativos y llegas a lo que algunos autores llaman la generalización excesiva que respondería a un estado de ánimo expresable en pensamientos ud como: todo está mal, yo estoy mal, el mundo está mal, ¡la vida es un asco!. ct it Seguramente no llegarías a verbalizar mentalmente estos pensamientos (de hecho la mayoría de nuestros pensamientos no son verbalizados), pero te Tu A sentirías como si realmente lo pensases. Efectivamente, cuando las cosas no funcionan como a nosotros nos gusta experimentamos una cierta tendencia a sentirnos insatisfechos o tristes, y dicha insatisfacción sería mayor o menor según nuestro grado de flexibilidad a la hora de juzgar los acontecimientos. 99 Además, dependiendo de la trascendencia del suceso que active este proceso de pensamiento el grado de disgusto también resultará mayor o menor. Si somos realistas y reconocemos como prácticamente imposible la perfección, aceptando de antemano la posibilidad de que se produzcan sucesos no deseados estaremos mejor Vá re z preparados para afrontar la vida y sus imperfecciones. La segunda vía de penetración del pensamiento perfeccionista encuentra ns o su fundamento básico en nuestro ideal de cómo debemos comportarnos nosotros mismos en cada situación. Efectivamente, a lo largo de los años lo vamos forjando en nuestra mente una serie de comportamientos ideales que .A luego nos sirven de referencia para juzgar nuestro propio comportamiento en .A un intento de buscar el más adecuado para cada momento. La idea M perfeccionista descrita se puede concretar en pensamientos del tipo: ¡yo debo l. actuar así!, ¡debo ser así!, ¡debo hablar así!. Si actúas o hablas de una forma ta que tú mismo consideras desacertada, lógicamente juzgarás negativamente tu Vi comportamiento: ¡he actuado mal!, ¡lo he hecho mal!. Acto seguido, si tu ud grado de frustración es grande podrías pensar algo similar a: siempre me salen ct it las cosas mal, ¡todo lo hago mal!, ¡soy un desastre!. Por último, unas ideas excesivamente rígidas de cómo deben de A comportarse los demás suponen la tercera vía perfeccionista antes aludida: Tu ¡ellos deben comportarse así!, ¡deben tratarme así!. Cuando los demás no se comportas como tú crees bueno podrías pensar: ellos se comportan mal, me tratan mal. Por último, podrías generalizar: ellos siempre me tratan mal, son malos, ¡la gente es un asco!. 100 Todas estas ideas perfeccionistas pasan veloces en nuestra mente sin que en la mayoría de los casos seamos conscientes de su existencia lo cual dificulta enormemente su erradicación. Vá re z NORMAS, DEBES, DEBERÍAS, Y OTROS PENSAMIENTOS ns o ABSOLUTISTAS: Como comentábamos en el punto anterior, todos tenemos una visión lo particular de cómo debe ser el mundo y los demás. Desgraciadamente el .A mundo es muy complejo y rara vez coincide con dicha visión ideal, a pesar de .A lo cual nosotros no cejamos en nuestros deseos de perfección. Tenemos como M consecuencia de dicha imagen idealizada unos pensamientos del tipo “debe l. ser”, o “tiene que ser” a los que ya se ha aludido anteriormente. Son ta pensamientos absolutistas que entran en conflicto con la realidad imperfecta, Vi (imperfecta según nuestro punto de vista claro, quizás otra persona juzga ud maravilloso lo que nosotros creemos horrible). En nuestro afán de que las ct it cosas sucedan tal y como queremos, nos autoinstauramos unas normas a seguir con la finalidad de conseguir el resultado apetecido. Si bien muchas de A estas normas son positivas y nos ayudan a crear buenos hábitos, el exceso de Tu normas o su excesiva rigidez nos pueden llevar a una especie de esclavitud mental que obstaculice nuestra propia felicidad. El remedio sería, por lo tanto, peor que la enfermedad. De igual forma que nosotros formulamos nuestras propias normas 101 también la sociedad nos impone las suyas. En muchos casos no nos quedará más remedio que seguirlas, sobre todo cuando dichas normas toman forma de ley (delitos, normas administrativas, reglamentos de circulación, etc.), pero en otros muchos casos las normas constituyen meros usos sociales que podremos Vá re z eludir cuando supongan un obstáculo para nuestra felicidad. En sentido contrario, un defecto de valoración de las normas puede ns o acarrear el rechazo social de los que nos rodean, rechazo de mayor o menor entidad dependiendo de la importancia de la norma infringida. En casos .A .A justicia si la norma infringida es de tipo legal. lo extremos esa inobservancia de las normas puede dar origen a problemas con la M De sufrir un exceso de valoración de las normas y deberes sociales podríamos llegar a limitar de tal forma nuestra actuación que correríamos el ta l. peligro de rechazar la realización de múltiples actividades beneficiosas para Vi nosotros. Veamos algunos ejemplos de este tipo de actitud: ct it hacerlo!. ud a) No debo de hacer eso, ¿qué pensarían de mí?; pero...¡Me gustaría tanto b) Está prohibido entrar en este despacho, pero debería hacerlo para Tu A exigir mis derechos. Sin embargo, debo respetar las normas. DESEO DE NO FRUSTRACIÓN: Otro deseo relacionado y derivado de los deseos de felicidad y perfección 102 es el deseo de no frustración, es decir, el deseo casi imposible de que todo te vaya bien. Es lógico intentar que las cosas te vayan lo mejor posible, pero las cosas te pueden ir mal en cualquier momento y debes ser consciente de ello. Cuando los acontecimientos son contrarios a tus deseos es normal sentirse pero no debes permitir que dicha frustración z frustrado, Vá re ligeramente imposibilite tu felicidad. Cada fracaso o situación desagradable debes valorarlo en su justa medida y si lo analizas con frialdad observarás como, en ns o la mayoría de las ocasiones, lo sucedido no tiene importancia. El siguiente pensamiento de ejemplo te ilustrará sobre el funcionamiento de este tipo de .A lo deseo: ¡no debe salirme mal!, si sale mal sería muy negativo y me haría M ta l. DESEO DE SEGURIDAD: .A infeliz. ¡Cada vez que me acuerdo de lo mal que ha salido me siento fatal!. Vi Deseamos no sufrir daño y asegurar así nuestra felicidad, pero al hacerlo ud podemos caer en la exageración imponiéndonos tales límites en nuestra ct it actuación que nos impidan realizar actividades beneficiosas lo cual podría suponer un obstáculo para esa misma felicidad que pretendemos preservar. De A hecho, la realidad nos demuestra que nunca podemos estar totalmente seguros; Tu no podemos vivir rodeados de miedos. A menudo, nuestros miedos no tienen apenas base. Así, por ejemplo, las personas muy tímidas pueden llegar a tener miedo de hablar en público cuando, en realidad, poco puede 103 pasarles. Estas personas terminan acostumbrándose a esa actitud medrosa hasta el punto de convertirla en un hábito muy frustrante y difícil de eliminar. La persona exageradamente tímida (todos somos tímidos, o sea, inseguros z en ciertas situaciones) como consecuencia de su miedo a comunicarse con los Vá re demás va adquiriendo un comportamiento poco comunicativo que, en ciertos casos, le puede suponer una perdida importante de habilidades sociales. ns o Efectivamente, si el tímido se acostumbra a no comunicar tendrá dificultades para hacerlo eficazmente cuando realmente lo desee. Dicho déficid en sus lo habilidades sociales le puede hacer parecer extraño a los demás (sobre todo a .A los desconocidos) y ser por ello ignorado o sufrir cierto rechazo por su parte. .A Esta actitud de rechazo puede acrecentar el temor del tímido a las relaciones M sociales con lo que podría formarse un circulo vicioso del que sólo le sería l. posible escapar a base de forzar situaciones de inseguridad. ¡Sólo con lo ta inseguro se puede conseguir seguridad!, sólo enfrentándote a situaciones Vi desconocidas y nuevas puedes incrementar tu autoconfianza. ud Pero una persona muy tímida no puede lanzarse al encuentro de lo ct it desconocido sin más; habrá de hacerlo de forma gradual. Además, tendrá que preguntarse a sí mismo si su timidez le supone realmente un problema, es A decir: debe plantearse si su timidez le hace realmente tan infeliz y si el Tu esfuerzo para eliminarla se compensa suficientemente con el resultado. Veamos algunos pensamientos de ejemplo: 1. ¿Me gustaría hacer eso?, ¡sería bueno para mí!; pero, podría recibir daño, sufriría. Es difícil que sufra daño, pero será mejor que no lo haga; aunque ¡me gustaría tanto!. 104 Por otra parte, una minusvaloración del deseo de seguridad podría tener como consecuencia una excesiva temeridad poniéndonos demasiado a menudo en peligro para satisfacer nuestro deseo de aventura (desconocido). Como el deseo de seguridad se halla claramente relacionado con el de conservar la vida Vá re z me remito en este punto a lo anteriormente reseñado sobre dicho parámetro. ns o OTROS DESEOS RELACIONADOS CON LOS ANTERIORES: .A lo a) DESEO DE INMEDIATEZ: .A Queremos que nuestros deseos se hagan realidad ya, no podemos esperar. M Nos frustra el hecho de no poder conseguir las cosas en el momento presente, nos frustra no poder actuar ahora. Nos ponemos impacientes y nos olvidamos ta l. de disfrutar el presente. Este parámetro entra, por tanto, en conflicto con el Vi parámetro realidad y con el de felicidad: la realidad nos impide conseguir nuestros objetivos ahora, justo en el instante presente, y, en consecuencia, ct it ud nuestra felicidad se ve menoscabada por sentimientos de impaciencia. Pensamientos típicos relacionados con este deseo de inmediatez serían, A por ejemplo: ¡yo quiero eso, y lo quiero ahora!, ¿por qué tengo que esperar? Tu ¡Me encuentro mal por tener que esperar!. b) DESEO DE ESTABILIDAD Y COMODIDAD: Estos deseos están claramente relacionados con el de no frustración (y por lo tanto con los de felicidad y perfección) y en contraposición con la realidad 105 que nos rodea en continua evolución y cambio. Pensamiento de ejemplo: no tengo una situación estable, puedo tener problemas económicos en cualquier momento, ¡mientras permanezca en esta situación me será imposible ser feliz!. Vá re z c) DESEOS Y SUEÑOS IMPOSIBLES, FALSAS EXPECTATIVAS: El crearse falsas expectativas puede determinar o ser síntoma de una falta de aceptación de la realidad: inventas un mundo irreal porque no te gusta el ns o real. Esta falta de aceptación puede traer como resultado sentimientos de lo frustración, la mayoría de las veces sin importancia, pero en otras ocasiones .A muy negativos. Pensamiento de ejemplo: ¡cómo me gustaría viajar más, y .A tener más dinero!. Me imagino una playa soleada, rodeado de palmeras, M ¡cuantas aventuras podría correr allí!. ¡Y, sin embargo, no puedo hacerlo!. ta l. ¡Me siento infeliz al pensarlo!. DE LIBERTAD ud Vi NECESIDAD DE SER RESPONSABLE DE UNO MISMO, DESEO ct it En el hombre, como en otros animales, se conjugan dos aspectos A diferenciados: por un lado es un ser social que busca y gusta de la compañía Tu de los demás y por otro es un ser individual con necesidades particulares. Estar en compañía de las demás personas es nuestro estado natural, aunque no por ello constituye una necesidad ineludible. Efectivamente, el hombre una vez alcanzado cierto grado de madurez es capaz de subsistir sin necesidad de la compañía ni de los consejos de otras personas, precisamente en esto 106 consiste ser una persona adulta. Cada persona constituimos un individuo independiente con un cuerpo y una mente cuyo control nos pertenece sólo a nosotros en exclusiva. En efecto, nosotros somos los dueños de nuestra persona y, por lo tanto, sus responsables. En principio nadie puede controlar de comunicación o ciertas personas pueden intentar manipularnos ns o normalmente sólo lo consiguen si nosotros se lo permitimos. Vá re z nuestros pensamientos por mucho que lo intente, y a pesar de que los medios El deseo de libertad se deriva precisamente de nuestra individualidad y, lo por lo tanto, de que somos los verdaderos responsables de nuestra vida. Si .A somos realmente los únicos dotados con esa capacidad de decisión respecto de M .A nuestra propia vida es lógico que deseemos ser libres para decidir. Por lo tanto, somos nosotros los verdaderos responsables de nuestra vida, ta l. somos nosotros los mejor cualificados para decidir que hacer con ella. Es Vi cierto que la mayoría de las veces tendremos una capacidad de decisión limitada por la realidad que nos rodea, pero siempre tendremos un cierto ct it ud margen de maniobra. Pero de igual forma que nosotros somos responsables de nuestra propia A vida también los demás deben ser los dueños de las suyas. Si pretendemos Tu dirigir la vida de los demás y tomar las decisiones que realmente les corresponden a ellos estaremos lesionando su legitimo deseo de libertad. Si esa otra persona consiente en dejarse dirigir, quizás porque confía ciegamente en nosotros, no debemos aprovecharnos de esa confianza. Recuerda que si esas personas se dejan influir por nosotros es porque así lo deciden. 107 Muchas personas en sus relaciones de pareja sienten la tentación de cambiar a toda costa al otro sin caer en la cuenta de que la decisión del cambio no les corresponde a ellos sino a esa otra persona. Cuando el control que ejercemos sobre los demás sobrepasa la confianza otorgada, la persona puede Vá re z reaccionar negativamente y nosotros perderíamos buena parte de dicha confianza. En el caso de una relación de pareja el otro miembro de la misma podría ver en nuestro deseo de cambiarla una falta de aceptación de su persona ns o y obtendría la impresión de que no la queremos tal y como es. Si la otra persona no se siente suficientemente querida puede tomar actitudes defensivas .A lo distanciándose poco a poco de nosotros (al no sentirse querida trataría de .A proteger su ego, por ejemplo autoconvenciendose de que ella tampoco te M quiere). l. Por lo tanto, debemos aceptar a los demás tal y como son, y sólo cuando ta algún aspecto de la personalidad de la otra persona llega a molestarnos en Vi demasía tendremos derecho a sugerirles algún cambio, pero siempre teniendo ud en cuenta que la decisión de cambiar le corresponde a esa persona. Además, ct it como las circunstancias en las cuales se ha desarrollado nuestra existencia han determinado en nosotros una particular forma de pensar distinta de la de los A demás, sería ilógico pretender que otra persona se comporte como a nosotros Tu nos parece correcto en la creencia de que lo que es bueno para nosotros lo es también para los demás. Nadie mejor que el propio interesado para saber lo que le conviene, sólo a él corresponde tomar las decisiones que le afectan. No podemos imponer a los demás nuestra escala de parámetros; sus decisiones las deben tomar utilizando como referencia sus propios valores y principios. 108 Nuestra capacidad de decisión no se limita a la resolución de las posibles alternativas que se nos puedan presentar en cada momento, sino que también alcanza a nuestros pensamientos y emociones. En efecto, nosotros podemos decidir y dirigir, hasta cierto punto, lo que vamos a pensar o sentir y, en Vá re z consecuencia, no tenemos por qué ser víctimas de nuestros estados de ánimo negativos. Por lo tanto, somos también responsables de nuestros pensamientos ns o y sentimientos. Lo que digan o hagan los demás, aunque sean acciones muy graves e lo hirientes sólo tendrá importancia o trascendencia en nuestro estado de ánimo .A si nosotros se lo permitimos. Si alguien nos insulta o nos trata con desdén y .A como resultado de ello sufrimos, no será esa persona la verdadera responsable M de nuestro estado de ánimo negativo, muy al contrario, en realidad seremos l. nosotros los que a través de nuestro propio juicio de las acciones o palabras ta ajenas estemos permitiéndonos ese sufrimiento. Lo cual no implica que Vi estemos obligados a sentirnos siempre felices pues habrá ocasiones en las ud cuales nos será imposible controlar nuestras emociones. Además, también nos ct it enfrentaremos a numerosas situaciones en las cuales precisamente un estado de tristeza puede resultar el sentimiento más adecuado. De lo que se trata es de A que sean cuales sean nuestros sentimientos encuentren su origen en nuestra Tu propia decisión. ¿Y en qué se debe basar esa decisión?. Pues naturalmente en nuestros propios parámetros, es decir, en lo que nosotros realmente pensamos en nuestro interior que debemos hacer, pensar o sentir. Este control de pensamientos y emociones es sin duda complicado, pero no es una meta imposible. Además, no es necesario obtener un control perfecto de tu estado 109 de ánimo bastará con ir mejorando poco a poco, apoyándote en la convicción de que los resultados merecerán la pena, ¡te juegas tu felicidad!. Ser responsable de uno mismo se configura como una necesidad z ineludible: sólo nosotros podemos dirigir nuestra vida; aunque, naturalmente, Vá re dentro de los márgenes que nos permite la realidad. Debemos, por lo tanto, ser responsables de nosotros mismos y decidir hacia dónde dirigir nuestra vida, ns o intentando exprimir al máximo las posibilidades que se nos puedan presentar. .A .A lo LA RELACIÓN AMOROSA Y EL DESEO DE VIVIR EN PAREJA M El hombre, como otros muchos animales, desea vivir en pareja tanto para el mantenimiento de relaciones sexuales como sentimentales. La sociedad por ta l. su parte promueve este tipo de relaciones, y a pesar de los cambios sociales Vi acaecidos en el siglo 20 podemos seguir considerando a la familia como la base de la sociedad. Hay discrepancias entre los sociólogos en cuanto a si la ud familia es una institución innata a la naturaleza del hombre o si ha nacido a ct it través de un proceso social. En todo caso, sea de origen natural, o sea, un “invento” social lo cierto es que la sociedad fomenta este tipo de relaciones Tu A como afirmábamos antes. Podemos encontrar muchas definiciones del termino amor dependiendo del significado que para cada autor tiene tal vocablo. Unos harán hincapié sobre la faceta sexual como elemento diferenciador con respecto a otros tipos de amor, otros, sin embargo, centrarán su atención preferentemente sobre el 110 componente sentimental de dicho término, y otros valoraran más el aspecto de compromiso. Naturalmente el amor, como muchos otros aspectos humanos, presenta muchas facetas unas más importantes que otras, de entre ellas algunas son imprescindibles y otras sólo deseables. Así, por ejemplo, en el amor se Vá re z necesita de forma imprescindible la existencia de más de una persona y, sin embargo, la faceta de fidelidad no es imprescindible, pero si muy deseable: es posible seguir amando a la persona infiel, pero dicha infidelidad suele ns o perjudicar en mayor o menor grado a la persona enamorada dependiendo de las creencias morales (no sólo religiosas) y de la forma de entender el amor de .A lo la persona en cuestión. .A Como componentes imprescindibles del amor podemos destacar: mínimo M de dos personas, afecto, convencimiento de estar enamorado, deseo de l. mantener algún tipo de relación de pareja, en el presente o en el futuro (a ta menudo está necesidad no es sexual ya que muchas personas mantienen un cuando la pareja sobrepasa ciertas edades). Componentes casi ud todo Vi sentimiento amoroso a pesar de la inexistencia de relaciones sexuales, sobre ct it imprescindibles: nivel alto de compromiso (en su más amplia acepción incluyendo el compromiso de superar las dificultades que seguramente habrá A de afrontar la relación y otros compromisos como el de ayuda, el de Tu proporcionar afecto, el de entrega, el de respeto, el de fidelidad, etc.) ser cariñoso, respeto, entrega. Componentes muy deseables: pasión, sinceridad, superación del egoísmo, saber perdonar, paciencia con el otro miembro de la pareja, ser capaz de aceptar los defectos del otro, voluntad de adaptarse para facilitar la convivencia, atención hacia el otro. Componentes deseables: 111 sentido del humor, limpieza, trabajo, colaborar en el hogar, dinero, salud, etc. El concepto de amor presenta otras importantes características: 1) El amor necesita de crecimiento y, por lo tanto, de ser desarrollado Vá re z continuamente 2) El amor es teóricamente independiente de las distancias y de las ns o circunstancias que rodean su desarrollo. lo 3) Sin embargo, precisa de la comunicación y del cariño cuestiones éstas .A que contradicen el punto anterior. También las circunstancias en las .A cuales se desarrolla pueden tener una importante influencia sobre la M relación amorosa. El amor es, como decíamos antes, ciertamente l. independiente de las circunstancias y distancias, pero para su mejor y ta más completo desarrollo es deseable tanto la existencia de una cierta Vi cercanía física entre los sujetos de dicho amor como de la ud concurrencia de circunstancias favorables. ct it 4) El amor supone una elección personal (de hecho el amor resulta en buena medida del autoconvencimiento de que estás enamorado), pero Tu A a pesar de esa potestad personal de decisión de carácter racional el amor viene también determinado por un importante componente irracional. Dicho componente irracional, del cual surge tu convicción de estar enamorado, puede ser controlado por nosotros, aunque resulta complicado. 112 5) Sin amor realmente se puede vivir, pero es un componente de la vida muy deseable.Son muy habituales las frases: ¡si tú llegases a desaparecer moriría! o ¡sin ti no soy nada!. Son frases muy románticas; pero, en el fondo, encierran afirmaciones falsas, muy Vá re z hermosas, eso sí, pero irreales. Es cierto que de vez en cuando los medios de comunicación se hacen eco de casos en los cuales algunas personas al faltar su pareja pierden todo su interés por la vida ns o llegando, en algunos casos, a terminar languideciendo hasta morir, pero lo cierto es que se trata de casos muy aislados en los cuales la en un profundo estado depresivo lo cae que, aunque .A persona .A desencadenado por la muerte del ser querido suele tener causas más M profundas como, por ejemplo, una falta total de alicientes o ilusiones, quizás por estar basadas precisamente en la persona desaparecida. ta l. Una depresión de estas características sólo se produce cuando el Vi individuo o no es capaz de controlar sus emociones o no quiere controlarlas y es, por consiguiente, consecuencia de su decisión ud personal que resultado directo de su amor hacia el otro: si ellos ct it quisiesen realmente vivir seguirían adelante con la otra persona o sin A ella. Esta es la consecuencia de una sobrevaloración de este parámetro: si la otra persona falta, te abandona, etc. tú puedes, tras un Tu cierto espacio de tiempo replantearte tu vida para ser feliz y, sin embargo, decides quedarte en casa y abandonar tu vida durante años. En sentido contrario, cuando no valoramos suficientemente este parámetro podemos fracasar con nuestras parejas al no prestarlas suficiente 113 atención o, incluso es posible que no lleguemos ni siquiera a tenerlas perdiendo con ello el disfrute de uno de los aspectos más importantes para el ser humano. Vá re z TUS RELACIONES CON LOS QUE AMAS ns o Nos estamos refiriendo en este punto a cualquier tipo de relación con los demás que cuente con un importante componente amoroso. Utilizamos en este lo caso la palabra amor como sinónimo de afecto e incluye el amor hacia tu .A familia, hacia tu pareja, o hacia cualquier otra persona o ser por el que sientas .A gran estima. Con este parámetro entra en juego tu valoración de esas personas M como seres completos y dicho valor habrás de ponerlo en funcionamiento l. cuando debas elegir entre otros parámetros y este. Tu valoración dependerá de ta lo que sientas por cada una de esas personas y puede ser tan variable que en la Vi escala de parámetros del capítulo 2 ni siquiera nos atrevimos a sugerir ningún ud valor ya que dicha potestad creemos te corresponde solamente a ti. Tú eres quien debe decidir hasta que punto es importante cada persona, (y hablamos ct it de la persona en sí y no sólo de tu relación con ella) y si debes sacrificar otros Tu A parámetros (felicidad, deseos, otras personas, etc.) por ellas. Por cierto que, a veces, una persona o un conjunto de ellas o una nación o seres como el propio Dios pueden resultar tan importantes para nosotros que preferimos entregar nuestra vida por ellos. 114 FUTURO, CRECIMIENTO, PLANIFICACIÓN Y MOTIVACIÓN. En realidad el pasado ya no existe en este instante y su incidencia en el z momento presente sólo está en nuestra mente. También es cierto que el Vá re presente es consecuencia de dicho pasado, pero aun reconociendo este hecho podemos afirmar que es posible reducir su influencia si realmente nos ns o empeñamos en ello. Además, poco podemos hacer en el momento actual para variar el pasado y de poco nos sirve darle vueltas a lo que ya no tiene remedio. lo La única actitud razonable con respecto al pasado consiste en tratar de reparar .A .A nuestros errores, si es posible, y aprender para que no se vuelva a producir. M Por otro lado, el futuro no tiene todavía existencia real y, por lo tanto, es l. algo demasiado etéreo e impreciso como para que nos deba preocupar en ta exceso. Pero y ¿qué pasa con el presente?. Pues si lo analizas con Vi detenimiento resulta que tampoco existe realmente: el presente es algo tan ud efímero que pasado un segundo ya es pasado. En consecuencia, parece que el ct it tiempo es un ente esquivo e intangible. Quienes te aconsejan que vivas el presente te están dando, por A consiguiente, un consejo muy difícil de llevar a cabo en la práctica al resultar Tu dicho presente una entidad volátil y difícil de percibir. Ante esta situación sólo cabe una actuación lógica: a la hora de tratar de extraer el máximo partido del fenómeno temporal: debes planificar justamente el momento anterior a ese presente para así poderlo afrontar con más posibilidades de disfrute y es a ese preciso instante al que nos vamos a referir cuando con la expresión vivir el 115 presente (hemos de estar a la espera de los acontecimientos para estar suficientemente concentrado en su disfrute). En principio, el futuro no tiene existencia real en el momento presente; no z existe, por lo tanto, de forma material. Es, además, imposible de predecir o Vá re planificar con total exactitud. Y si no podemos preveerlo ¿por qué hemos de preocuparnos por él?. El futuro no existe todavía, ¡cierto!, pero es ns o consecuencia del presente y si no actuamos hoy no podremos sacarle el máximo partido. Con esta afirmación pretendo demostrar que las cosas no lo suceden porque sí, sino que cualquier acontecimiento futuro sucederá por .A causa de los avatares del presente: ¡lo que siembres hoy será la cosecha del M .A mañana!. Pero, como dijimos anteriormente, no es posible predecir con exactitud el ta l. futuro pues el mundo es demasiado complejo como para que podamos tener Vi todos lo factores en cuenta. De ahí que nuestra preocupación por el futuro encuentre un límite: hemos de preocuparnos por planificar sólo hasta el punto ud en que, como diría un economista, el gasto de preocupación sea inferior al ct it posible beneficio obtenido al planificar. Si te preocupas excesivamente por cuestiones sobre las que poco vas ha poder hacer cuando se hagan realidad o A que te resultan impredecibles estarás desperdiciando un presente que podrías Tu emplear en actividades más satisfactorias. Por lo tanto, para determinar hasta que punto una planificación mínima es deseable debes intentar que tu nivel de sacrificio de momentos presentes sea de menor entidad que el beneficio esperado por acometer dicha planificación. Dicha comparación ha de ser meramente intuitiva con el único fin de averiguar si realmente merece la pena 116 perder el tiempo con planificaciones en lugar de intentar disfrutar del presente. Por lo general, sólo es conveniente planificar lo verdaderamente importante, a no ser que el mero acto de planificar te suponga en sí mismo una fuente de satisfacción (de hecho, y como veremos a continuación, mucha gente disfruta Vá re z más planificando, por ejemplo, un viaje, que cuando lo lleva a efecto) cuestión ésta también muy digna de tener en cuenta. ns o Una vez estudiada la conveniencia de planificar tu futuro, ¿cómo hemos de planear nuestro porvenir?. Está claro que no debemos planificar hasta el lo más mínimo detalle de nuestra vida, sino que es preferible concentrar nuestra .A atención en objetivos más generales. Esos objetivos deben tener como fin .A fundamental motivarte y crearte ilusiones. Con la ilusión y la motivación serás M capaz de afrontar las situaciones más negativas y también te ofrecerán la l. oportunidad de ser feliz en el momento presente al imaginar ese anhelado ta futuro. Efectivamente, cuando imaginas un futuro esperanzador, cuando tienes Vi ilusiones eres feliz en el momento presente. De hecho, el mayor beneficio que ud puedes obtener de tus motivaciones consiste, precisamente, en el placer que te ct it procura en el momento actual pues, como quizás hayas observado, cuando realmente consigues tu objetivo, al obtenerlo en un momento tan concreto del A presente, apenas te da tiempo a saborearlo. Efectivamente, a todos nos ha Tu pasado que después de haber imaginado algo maravilloso y excitante y al llegar el momento de conseguirlo nos ha parecido no haberlo disfrutado tanto como habíamos pensado. En ese momento debes valorar también lo mucho que has disfrutado planeándolo, disfrute este a sumar al obtenido en el momento del éxito. 117 Por otro lado, cuando dejas volar tu imaginación puedes sentir la tentación de sobrevalorarte y plantearte unos objetivos inalcanzables. No es malo tener aspiraciones: si deseas algo con muchas ganas ¿por qué no vas a intentar conseguirlo, aunque te parezca difícil?; pero antes de ponerte manos a Vá re z la obra has de tener claras varias cosas: 1º Que el posible esfuerzo empleado en conseguir tu objetivo no debe sobrepasar en tu valoración el presunto beneficio obtenido con el éxito de la empresa en cuestión. Es decir, no debes ns o malgastar tu tiempo en conseguir objetivos que no merezcan la pena. 2º Debes tener también en cuenta en tu valoración las posibilidades de fracasar. Si tu .A lo objetivo es difícil de conseguir ha de ser muy importante para que compense .A el riesgo de perder el tiempo. 3ª Si las posibilidades de éxito son pocas debes M asumir de antemano la posibilidad del fracaso. De esta forma, si no llegases a tener éxito tu desilusión no sería tan fuerte. De hecho esta actitud no sólo es ta l. precavida sino también realista. Vi Dentro del capítulo que dedicaremos a la felicidad hablaremos más largo ud y tendido sobre las motivaciones, pero ahora creemos necesario adelantar ct it algunas cuestiones relativas a dicha materia. A la hora de buscar objetivos es importante que te marques metas A generales y a largo plazo preferiblemente de carácter personal. Divide este Tu objetivo general en metas más pequeñas y a corto plazo con lo que iras disfrutando de cada triunfo. Por ejemplo: si quieres obtener un título disfruta de los éxitos evaluación a evaluación y no esperes al final del curso para disfrutarlo. 118 En la escala de valores expuesta en el capítulo 2 el deseo de ser feliz aparecía como uno de los parámetros más valorados. Si das prioridad a tu objetivo de felicidad y centras tus esfuerzos en disfrutar lo máximo posible de la vida estarás en mejor disposición para afrontar los problemas y dificultades; Vá re z tus problemas quedaran eclipsados frente a tu principal objetivo: ser feliz. Por lo tanto, el ser feliz debe constituir tu fin fundamental en la vida, todos los demás objetivos y motivaciones deben servir a este objetivo primario. Otras ns o metas como la consecución de dinero, el crecimiento personal o el cuidado de lo la salud, deben atender a esa finalidad última de ser feliz. .A Otro objetivo, a mi juicio, muy digno de consideración consiste en la .A voluntad de superación o, lo que es lo mismo, el deseo de crecimiento M personal. Superarse implica realizar un esfuerzo para ser lo que tú en tu l. interior piensas que debes ser. Si creces en este sentido podrás ir sintiéndote ta más a gusto contigo mismo y aumentar tu autovaloración y confianza. Por otro Vi lado, como veremos más adelante, se producen otras manifestaciones del ud deseo de superación que en realidad esconden un cierto nivel de falta de ct it autoaceptación. Además de estos objetivos generales existen otras metas más puntuales A materializadas en actos más concretos como, por ejemplo, hacer un viaje, Tu comprarte una prenda de vestir que te gusta, aprender un idioma, etc. Estos objetivos, y otros similares, resultan mucho más tangibles y reales que los generales descritos anteriormente; pero a la hora de valorarlos debes tener en cuenta que su función final suele consistir en ser meros instrumentos para alcanzar esos otros objetivos más generales e importantes (como, por ejemplo, 119 la ser feliz). Por lo tanto, los fracasos o éxitos en la persecución de tus metas habrás de valorarlos de acuerdo con la importancia del objetivo: si no consigues z aprender informática o hacer ese viaje tan soñado es lógico que no te sientas Vá re muy contento; pero, a pesar de todo, debes tener presente que para ti es más importante ser feliz que hacer un viaje. Piensa: ¡no he conseguido lo que ns o quería!, pero intentaré ser feliz de todas formas. Debes dar prioridad a tus objetivos más importantes: felicidad, superación, mantener unas relaciones .A lo satisfactorias con los que te rodean, etc. .A En otras ocasiones te puedes plantear objetivos muy atractivos, pero de M difícil consecución. También puede ocurrir que te dejes llevar por tu perfeccionismo y te empeñes en una consecución perfecta de tu objetivo: ¡este ta l. objetivo (hacer una obra en tu casa, por ejemplo) ya lo he conseguido!, pero... Vi ¡Quiero que esté mejor!....y ahora que lo he perfeccionado ¡quiero que esté aún mejor!....., incluso después de haber alcanzado una gran perfección ¡creo ud que todavía puede mejorar aún más!, etc. Más vale plantearse varias metas de ct it poca entidad y centrarse en ellas que el malgastar tu tiempo y esfuerzo en conseguir objetivos perfectos o imposibles a no ser que en su persecución Tu A disfrutes mucho. Has de conjugar tu deseo de superación con el rechazo al perfeccionismo. Intenta superarte, pero acepta los errores teniendo siempre presente que tus objetivos pueden no cumplirse (no hay perfección): has de reconocer que eres limitado, como todo el mundo, y que, por lo tanto, hay objetivos 120 inconquistables. Huye de la necesidad de perfección o de hacer siempre bien las cosas. Desea ser mejor, pero no hagas de ello una necesidad. Perfecciónate en tu aspecto interior, pero siempre aceptando que nunca serás perfecto por mucho que te empeñes. El límite a tu deseo de superación está precisamente Vá re z ahí: Has de intentar mejorar, pero sólo hasta el punto en que tus esfuerzos se vean compensados por tu satisfacción al superarte. Si tu esfuerzo es demasiado grande y la frustración por no conseguir ser tal y como tú deseas ns o supone un obstáculo para tu felicidad habrá llegado el momento de buscar otro objetivo más satisfactorio. En primer lugar has de aceptarte tal y como eres, y .A lo sólo a partir de ahí intentar superarte. Recuerda esta frase: ¡me acepto tal y .A como soy, pero me gustaría mejorar!. M Intenta conseguir tus objetivos, pero si no los consigues, ¡no pasa nada!, ta l. te buscas otros y ¡listo!. Vi Cuanto menos ambicioso seas y más fáciles resulten los objetivos que te plantees más satisfacciones encontrarás. Una vez conseguidos esos objetivos ud más fáciles, habrás ganado confianza suficiente para afrontar con más PASADO Tu A ct it garantías de éxito otros más difíciles. El ser humano, como el resto de los animales, tiene capacidad para recordar y aprender a través de una facultad que llamamos memoria. Si no tuviésemos esa facultad de recordar no tendríamos conciencia del pasado y 121 carecería de importancia práctica para nosotros. Sin embargo, el hombre necesita aprender para sobrevivir y los diferentes acontecimientos se van quedando grabados en su cerebro y cuando se produce un evento similar reaccionará conforme al aprendizaje obtenido a través de su anterior Vá re z experiencia. Así, cuando un individuo se ha visto obligado a afrontar un acontecimiento negativo reaccionará con miedo o negativamente cuando se ns o enfrente posteriormente, a una situación análoga. El pasado solo existe en tus recuerdos, tú puedes controlarlo y utilizarlo lo para obtener beneficio en forma de aprendizaje o de placer. Puedes recordar .A acontecimientos positivos del pasado y disfrutar con ellos, o puedes recordar .A sucesos tristes e intentar extraer determinadas conclusiones positivas de esas M malas experiencias. Lo que resulta totalmente inútil es regodearte con afán l. masoquista recordando esos sucesos tristes sólo para poder sentirte culpable y ta pagar con sufrimiento tus errores. Efectivamente, a veces cuando hacemos Vi algo que juzgamos mal tendemos a echárnoslo en cara y actuamos como si ud pretendiésemos infringirnos un castigo. Esta forma de autofrustración por ct it medio de la culpa no es más que una forma exagerada de esa facultad descrita que tiene el hombre de aprender de sus errores: cuando el ser humano u otro sucedido reteniendo ese recuerdo con más o menos fuerza en Tu lo A animal comete un error que le perjudica, instintivamente graba en su cerebro correspondencia con la entidad del daño sufrido. Si la persona juzga muy negativamente su error automáticamente estará recordándolo (y sufriéndolo) una y otra vez para evitar cometerlo de nuevo. Dicha actividad de aprendizaje es totalmente natural e incluso positiva; lo que 122 la convierte en dañina es nuestro juicio excesivamente negativo de la importancia del hecho. Es nuestro desmesurado deseo perfeccionista lo que nos conduce a valorar como muy negativos acontecimientos y errores que en realidad no lo son tanto. Unas frases para contrarrestar esa culpabilización Vá re z excesiva podrían ser: actué mal, intentaré hacerlo bien la próxima vez, pero ahora me esforzaré por ser feliz. Tuve un error, no soy perfecto, pero ¿es ns o realmente tan importante lo sucedido?. Otro efecto de una exagerada valoración de los sucesos del pasado es el lo miedo. Yo distingo dos tipos de miedo, uno estaría en la naturaleza del .A hombre desde el momento de nuestro nacimiento y se manifestaría tanto en el .A miedo a lo desconocido como en el miedo a sufrir daño físico, el otro sería M consecuencia del aprendizaje: cuando nos sucede algo negativo se queda l. grabado en nuestra memoria para que intentemos evitar su repetición futura. ta El miedo tiene, por tanto, su razón de ser y es, al igual que el aprendizaje del Vi error, un elemento natural y beneficioso; pero si sobrepasa lo lógico puede ud resultar un obstáculo para tu normal desenvolvimiento en la vida. ct it Por último, cabe resaltar que la minusvaloración del pasado, de la cual resultaría una repetición continuada de los mismos errores, es mucho menos Tu A frecuente que la actitud sobrevalorativa descrita en este punto. EL HOMBRE COMO ANIMAL SOCIAL: DESEO DE ACEPTACIÓN POR EL GRUPO 123 El hombre como animal gregario busca el contacto con los demás, y desea integrarse en el ambiente que le rodea y ser aceptado y querido por el resto del grupo. Además, desea dar afecto y amor y también recibirlo y compartirlo (lo cual no es óbice para que haya muchas personas incapaces de Vá re z ofrecer a los demás la más mínima demostración de cariño). Este deseo de establecer lazos afectivos con quienes le rodean se manifiesta de forma muy diferente de unas personas a otras como consecuencia de las diversas ns o experiencias vitales que cada individuo haya tenido que afrontar a lo largo de su vida; pero el deseo de ofrecer y recibir amor subyace de forma, a mi juicio .A lo natural, en el ser humano. .A Cuando eres niño necesitas a los demás para sobrevivir y por lo tanto M buscas su aprobación y deseas ser querido. Habría, en consecuencia, dos l. buenas razones para que precisemos del cariño ajeno, una práctica y segura: ta necesitamos a los demás para sobrevivir. La otra razón más teórica, y de Vi momento no enteramente demostrada, podría ser de naturaleza genética. ud Según esta teoría en el proceso evolutivo tendrían más posibilidades de ct it sobrevivir aquellos animales que reuniesen dos características: en primer lugar sobrevivirían aquellas especies cuyos adultos amasen suficientemente a sus A crías sacrificándose por ellas (buscándoles alimento, defendiéndoles de los Tu agresores, etc.) y, en segundo lugar, también aumentarían las posibilidades de subsistencia de aquellos animales cuyas crías buscasen de forma natural la aprobación y el cariño de sus padres con lo que prestarían una mayor atención al aprendizaje que de éstos recibieran. Conforme te vas convirtiendo en una persona adulta tu necesidad de 124 aprobación ajena va disminuyendo de forma paulatina; pero, normalmente, te encuentras ya tan inmerso en tu realidad social que te ves abocado, quieras o no quieras, a relacionarte con las personas que te rodean. Por lo tanto, a no ser que decidas irte a vivir a algún lugar apartado, te verás prácticamente obligado Vá re z a convivir con los demás individuos de tu especie y naturalmente desearás que esa convivencia sea lo más armoniosa posible. Ese deseo de que “las cosas te vayan bien” con el resto de seres humanos tendrá como consecuencia el deseo ns o de ser aprobado y respetado por ellos. Además, te habrás acostumbrado desde niño a desear la aprobación de tus padres, y como consecuencia de este hábito, .A lo habrás incluido en tu escala de valores el deseo de ser querido por lo demás. .A En consecuencia, el deseo de aprobación resulta totalmente lógico e M incluso positivo. Efectivamente, no es malo desear ser aprobado por los l. demás, lo negativo es que este deseo se convierta en necesidad. Si llegas a ese ta grado de deseo de aprobación te sentirás muy frustrado si en un momento Vi determinado los demás no te muestran suficiente aprecio. Incluso puede ud ocurrir que te sientas insatisfecho con tu conducta a pesar de haber actuado ct it siguiendo tus propios criterios sólo porque los demás no sean de esa misma opinión. A Si sufres de un deseo exagerado de aprobación puedes llegar a sacrificar Tu tus propios deseos o llegar a comportarte de una forma con la que en realidad no estás de acuerdo sólo para conseguir el aplauso ajeno. Tu personalidad se desvía de ese “yo” que realmente eres, y te comportas no como eres, sino como los demás quieren que seas. Te pondré algunos ejemplos: imagina que estás en un partido de fútbol con tus amigos, los demás gritan al contrario, 125 insultan al arbitro, o se muestran agresivos hacia los aficionados del equipo contrario, es posible que a ti no te guste comportarte así, pero es muy probable que termines imitando sus acciones sólo para no sentirte excluido. Otros ejemplos de deseo de aprobación lo puedes encontrar cuando alardeas de tus Vá re z conquistas amorosas ante personas de tu mismo sexo, cuando te ríes de esa persona con la que todo el mundo se mete, cuando haces la pelota al jefe o al profesor, cuando para conquistar a una chica o a un chico te muestras ns o diferente a como eres, etc. En todos estos casos estás anteponiendo las ideas de los demás o las normas sociales de tu grupo o la búsqueda de un beneficio .A lo que seguramente no vas a conseguir, a tus propios principios y, por lo tanto, .A estás menospreciando lo que tú eres realmente. M Este parámetro es uno de los que más quebraderos de cabeza produce a la l. gente. Nuestras relaciones con los demás son a menudo difíciles, hay ta demasiada desconfianza, demasiada falsedad que dificultan la convivencia. Vi Somos de naturaleza egoísta como cualquier otro animal y buscamos nuestro ud beneficio. En nuestro afán perfeccionista queremos ser más fuertes que los que ct it nos rodean y, además, pretendemos que se comporten como nosotros deseamos. Luchamos por dominar a los demás y no ser dominados. A Competimos con ellos, queremos ser mejores y si no lo conseguimos Tu envidiamos al otro y nos alegramos de sus fracasos. Usamos de todo tipo de armas en nuestras relaciones, sobre todo con los más cercanos: nos gusta hacerles sentir culpables, nos burlamos de ellos para quedar por encima, nos hacemos respetar con veladas amenazas, etc. Decimos ser sinceros y si nos autoanalizamos fríamente nos damos cuenta que muchas veces no lo somos, y 126 es que sabemos que realmente no podemos ser totalmente sinceros porque nadie lo es. Y ante todo este gris espectáculo que nos ofrece la realidad sólo nos queda un remedio: aceptarlo. Si aceptarlo, aceptarlo porque el ser humano es así y a nosotros nos va a ser imposible cambiarlo, hemos de aceptar nuestra Vá re z naturaleza, somos así y ¡basta!. Tenemos muchas cosas buenas, pero también algunas malas. Hay gente buena, naturalmente, pero también hay personas ns o malas, e incluso existen personas que en su maldad llegan a la enfermedad. Pero el hecho de que a veces la gente no sea como nosotros queremos o lo que nos descubramos a nosotros mismos comportándonos de una forma que .A no nos gusta no debe suponer un obstáculo para que intentemos ser lo más .A felices posible, hemos de tener presente que ni el mundo, ni la gente, ni M nosotros somos perfectos y debemos aceptar esa realidad. Hagamos lo que l. esté en nuestra mano por mejorar el mundo que nos rodea, pero si dicho ta cambio no es posible no malgastemos nuestro esfuerzo, ni nos sintamos Vi frustrados: ¡hemos de intentar ser felices a pesar de todo!. ud Yo creo que si todos fuésemos más felices la gente sería mucho mejor de ct it lo que es. Detrás de cada mala acción se esconde una frustración, detrás de una persona que odia o que es mala se descubre alguien profundamente A infeliz, alguien que ha sufrido y se ha endurecido o alguien profundamente Tu equivocado. Las malas personas son las que más sufren, y las personas buenas son las más felices porque están más satisfechas de sí mismas ya que se comportan como creen que deben comportarse. 127 Vá re z C a p í t ul o 4 .A .A lo ns o Felicidad M En la escala de valores propuesta en el capítulo anterior aparecía la l. felicidad como uno de los parámetros más importantes. La vida y la ta satisfacción de tus necesidades físicas son presupuestos imprescindibles del Vi resto de tus parámetros y también lo son de la felicidad: sin vida no hay ud posibilidad ninguna de ser feliz. La realidad es el medio en el que se desarrolla ct it nuestra vida y tenemos una capacidad limitada para variarla. Estos tres parámetros están presentes en todo momento a lo largo de nuestra vida, ahora A bien, si lo que buscamos son objetivos hacia los cuales encauzarla estos Tu parámetros no nos resultaran útiles: estar vivo o satisfacer tus necesidades físicas no constituyen por sí unas metas suficientemente ilusionantes. El siguiente parámetro en nuestra escala era el de felicidad y ser feliz sí puede cumplir esa función de elemento de referencia u objetivo hacia el cual dirigir nuestra existencia. 128 Efectivamente, podemos elegir como objetivo fundamental ser feliz, aunque sin descuidar la observancia del resto de nuestros parámetros. Aunque, dicho sea de paso, normalmente el parámetro al que prestamos menos atención por su complejidad es precisamente el deseo de felicidad razón por la Vá re z cual es dudoso que el hecho de prestarle una mayor atención implique un peligro para nuestros demás valores. Dicho esto, el resto de nuestros parámetros tendrían como función servir para la consecución de este objetivo ns o principal que sería la felicidad. del concurso de uno elementos tales mismo la y como libertad la autoestima, necesaria para la tal .A responsabilización de .A precisa lo La felicidad es un complejo integrado por múltiples componentes ya que M responsabilización. Pero aun sin la intervención de cualquiera de esos l. elementos la felicidad siempre será el objetivo final mientras que dichos ta elementos constituyen el medio para conseguirla. Pongamos un ejemplo: si en Vi un momento determinado tu autoestima está por los suelos porque has ud fracasado en tu intento de ligarte a esa persona que te gusta siempre podrás ct it echar mano a tu objetivo final de felicidad y decirte a ti mismo que, aunque has fracasado en tu propósito no por ello eres un fracasado como persona A completa y que intentarás ser feliz de todas formas ya que esa felicidad es lo Tu más importante. Si tu objetivo principal es el de ser feliz debes intentar serlo en el mayor grado posible dentro de lo que la situación te lo permita. Teniendo como meta fundamental en tu vida la conquista de la felicidad todo lo que te suceda después será menos importante para ti que dicha meta. Tu arma fundamental en tu lucha para alcanzar la felicidad consiste en 129 obtener un elevado grado de control sobre tus propios pensamientos y sentimientos, es decir: tu autoresponsabilización debe llevarte a controlar tus pensamientos no permitiendo los frustrantes y desacertados y alentado los positivos y realistas. Pero dicho control no debes tomarlo en el sentido de Vá re z mantenerte en una actitud estoica y flemática sin dejar emerger ningún tipo de sentimiento, muy al contrario, el control al cual nos estamos refiriendo debe ser tomado en el sentido de dirigir: debes ser tú mismo quien dirija tu vida y ns o quien, en consecuencia, gobierne tus sentimientos y pensamientos. Utiliza tus lo pensamientos y sentimientos para lograr tus objetivos. .A El camino a seguir en tu conquista te lo mostrará tu escala de parámetros: .A a través de ella podrás distinguir cuando estás actuando erróneamente M anteponiendo, por ejemplo, la opinión ajena a la tuya propia, o cuando estás l. obstaculizando tu felicidad por un afán desmedido de conseguir dinero. Si ta sigues tu escala de parámetros, si haces lo que tú realmente crees que debes ud Vi hacer, estarás satisfecho de ti mismo y, por lo tanto, tu autoestima aumentará. ct it LOS ERRORES EN LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD: A En tus intentos por ser feliz puedes cometer varios errores, la mayoría de Tu ellos provocados por una valoración equivocada de los parámetros puestos en juego: a) Puedes pretender buscar la felicidad únicamente a través de tus logros sacrificando el disfrute del presente para concentrar tus fuerzas en la 130 consecución de otras metas. Sin embargo, aunque es positivo luchar por conseguir tus objetivos no debes dejar de lado el disfrute del momento presente: lucharemos por conseguir nuestras metas sólo hasta el punto en el cual el sacrificio acumulado de momentos presentes no sea mayor que el Vá re z posible goce reportado por nuestro éxito. Es decir, no debemos sacrificar nuestro goce actual (saliendo a tomar algo o simplemente descansando) por la posibilidad de conseguir esa meta futura (por ejemplo: trabajar para comprar ns o un coche) si en un momento determinado nos percatamos de que estamos sacrificando todo nuestro tiempo por ese logro. Esta actuación errónea se .A lo explica porque tenemos la tendencia de menospreciar el disfrute de un espacio .A temporal tan corto como es el momento presente al compararlo con la M consecución de una meta en apariencia más importante. El problema consiste en que podemos terminar despreciando demasiados momentos presentes y, al ta l. hacerlo, también estaremos sacrificando muchas posibilidades de felicidad, ya Vi que ser feliz consiste, precisamente, en la suma de todos los momentos presentes felices. Por tanto, al calibrar nuestra decisión de esforzarnos por ud conseguir nuestras metas hemos de evaluar también los momentos presentes ct it que llevamos sacrificados. Es posible que haya llegado el momento de A tomarse un respiro y de disfrutar. Tu b) Búsqueda de un ideal de felicidad. Deseas ser lo más feliz posible y cuando te das cuenta de que no eres tan feliz como imaginabas, te sientes mal. Piensas que ser feliz consiste en estar siempre alegre y olvidas que la felicidad también puede manifestarse de formas más relajadas. Limitas de esa manera tus formas de gozo y sólo te sientes satisfecho de cómo marcha tu vida cuando 131 llegan esos momentos explosivos. Por lo tanto, si surge un momento de suprema alegría debes aprovechar y disfrutarlo al máximo, pero no debes buscar siempre ese estado, y ni mucho menos forzarlo. Hay mucha gente que vive en una eterna vorágine pretendiendo vivir la vida “a tope” como ellos Vá re z dicen. Sin embargo, muchas veces esta forma de actuar no es auténtica sino forzada y, en el fondo, no lo pasan tan bien como aseguran. Fuerzan esos estados de exaltación a través de juergas, fiestas, discotecas y, a menudo, ns o alcohol. Estas actividades son indudablemente placenteras, pero en exceso su excesiva repetición las convierte en aburridas y, a menudo, esconden un .A lo recóndito deseo de evasión de la realidad. Efectivamente, hay personas que en .A su afán por pasarlo bien y ser felices intentan olvidar sus problemas o tratan de M obtener placer utilizando como medio únicamente este tipo de actividades. Simplemente, se intentan convencer a sí mismos de lo bien que se lo están ta l. pasando y, por lo tanto, se autoengañan. Y es que una cosa es intentar Vi persuadirte a ti mismo de que la vida está para disfrutarla, cuestión indudablemente cierta, y otra es que intentes autoconvencerte de cosas (por ejemplo ud inciertas induciéndote a creer que lo estás pasando ct it estupendamente cuando en realidad te sientes vacío). A Otra manifestación de esta forma perfeccionista de entender la felicidad Tu consiste en tener la convicción de que puedes ser feliz en todo momento. Por eso, si por cualquier circunstancia no eres feliz en un momento dado, te puedes sentir doblemente frustrado: primero por el suceso negativo en sí mismo considerado y luego por el simple hecho de ser infeliz. Piensas: ¡ahora estoy triste y, por lo tanto, soy una persona desgraciada e infeliz!. Como 132 dijimos anteriormente la felicidad es un estado psicológico a largo plazo (la suma de múltiples momentos presentes felices) y en consecuencia perfectamente compatible con momentos de profunda infelicidad y tristeza. z c) Puedes imponerte el objetivo de mejorar constantemente para Vá re conseguir ser ese “yo” que deseas. Intentas controlar más tu vida y seguir tus propios parámetros, luchas por disfrutar más el momento, quieres tener unas ns o mejores relaciones con los demás, deseas realizar tus objetivos y conseguir esos objetos que anhelas, te esfuerzas por comportarte como esa persona lo fuerte y abierta que aspiras ser. Y, sin embargo, a menudo, no consigues esas .A mejoras tan deseadas y descubres que el camino es largo y que debes .A esforzarte mucho para ser como quieres. Y es que tus ideas perfeccionistas te M llevan a un estado de continua vorágine de crecimiento personal. Pero, la l. realidad dicta su ley y te demuestra que el mundo es como es: en el no hay ta perfección que valga, en la realidad no hay personas perfectas sino que Vi continuamente se cometen errores, en la vida real las personas cambian muy ud lentamente y con mucho esfuerzo. A veces lo pasarás mal y serás infeliz, ct it tendrás que hacer cosas que no te gustan para evitar ser más infeliz aún o sufrir algún daño. A Debes aceptar esta realidad que te rodea, debes convencerte de que no vas Tu a ser nunca tal y como quieres, debes saber que vas a cometer muchos errores en tu vida y debes aceptarte a ti mismo y al mundo tal y como son, y si no lo haces, la vida te ira golpeando hasta que aprendas a adaptarte a ella. Pero no por ello has de dejar de luchar por mejorar como persona pues esa mejora redundará sin dura en una mayor felicidad: debes intentar mejorar, pero sin 133 que tu esfuerzo supere el beneficio en felicidad que puedas obtener. Debes intentar crecer, pero teniendo siempre presente la imposibilidad de alcanzar la perfección. z Si te suceden cosas negativas o si tienes pensamientos negativos debes Vá re aceptarlos: muchas veces el pensamiento negativo es el correcto, el real, y de nada te sirve engañarte a ti mismo diciéndote que todo es maravilloso si no lo ns o es. Debes afrontar los defectos del mundo y los tuyos propios de una forma nueva: debes hacerlos frente con una aptitud de aceptación del planeta en el lo que vives. ¿Y si hay cosas que no te gustan? ¡pues intenta cambiarlas!, .A esfuérzate en ello y, seguramente, disfrutarás al intentarlo; pero recuerda que .A por un lado hay cosas casi imposibles de cambiar y, por lo tanto, el fracaso es M una posibilidad muy digna de tener en cuenta, y que por el otro puede llegar ta l. un momento en que tu esfuerzo deje de merecer la pena. ud Vi FELICIDAD Y DESEO DE CAMBIO: ct it Efectivamente, hay aspectos de tu persona muy difíciles de cambiar y, en consecuencia, debes aceptarlos como son y desistir de cambiarlos. Por A ejemplo: si tienes un aspecto físico determinado y es imposible cambiarlo ¿de Tu qué te sirve darle vueltas?, de nada, naturalmente. Sin embargo, hay otras muchas cuestiones en la cuales tu esfuerzo de cambio sí puede merecer la pena: a) En lo que se refiere a ti mismo puede ser conveniente modificar tu 134 forma de actuar y pensar para que se adapten mejor a tu escala de parámetros; es decir: para que tus acciones y pensamientos se ajusten lo más posible a lo que tú realmente quieres. También pueden existir otros aspectos en el plano físico que precisen ese esfuerzo de cambio, Vá re z ya sea por motivos de salud o por motivos simplemente estéticos. En todo caso las razones para intentar cambiar has de encontrarlas en tu interior no en lo que te digan los demás. La decisión te pertenece a ti y ns o sólo a ti y esta decisión no debe verse condicionada por nada externo a lo ti. .A b) Tu capacidad de cambio estará mucho más limitada respecto a las .A personas que te rodean, en primer lugar porque ellas son las únicas M realmente dotadas del poder de decisión necesario para proponerse el l. cambio y esto es algo que tú debes respetar y, en segundo lugar, ta porque tu capacidad de influencia sobre los demás es de hecho Vi limitada, es decir: los demás no sólo tienen el derecho a decidir sobre ud sus vidas sino que, además, son ellos quienes tienen la verdadera ct it capacidad de decisión, y si realmente no quieren cambiar tú poco podrás hacer para convencerlos. Lo que sí puedes hacer es cambiar tu A actitud con respecto a tus relaciones con los demás y esperar a que Tu reflexionen e intenten cambiar por sí mismos. También puedes intentar dialogar con ellos y llegar a acuerdos viables. Imagina, por ejemplo, que últimamente tus relaciones con un hermano con el que has discutido debido a algún malentendido se han deteriorado, está claro que debes intentar mejorar esa relación haciéndole ver a tu hermano 135 que no hay una verdadera razón de peso para continuar enfadado. Podrías utilizar el dialogo o simplemente un trato amistoso para mejorar esta relación. z c) En cuanto a tu capacidad para cambiar la realidad que te rodea o el Vá re mundo, la verdad es que resulta normalmente escasa. Sin embargo, siempre hay aspectos de dicha realidad susceptibles de cambio y ns o también puedes descubrir otras cuestiones en las cuales un esfuerzo para su rectificación puede merecer la pena, aunque sólo sea por la lo satisfacción personal que puedas encontrar en haberlo intentado. Y en .A último término, si bien habrá materias que no podrás mejorar nunca M .A por lo menos puedes intentar no empeorarlas. Un síntoma de necesidad de cambio puede consistir en sentirte infeliz: si cuál es la causa e intentar ta l. te sientas mal o deprimido has de buscar Vi remediarlo. En el resto de los casos habrás de calibrar si te compensa el ud esfuerzo del cambio, como ya hemos apuntado. ct it Antes de intentar cambiar algo debes empezar por aceptarlo tal y como es en la actualidad. Después debes intentar cambiarlo, pero siempre aceptando la A posibilidad del fracaso. No permitas que debido a tu afán de superación tu Tu esfuerzo exceda el posible beneficio que obtengas con el cambio: en tu empeño por mejorar, a veces, puedes llegar a pasarlo mal, a dedicar demasiado tiempo o a sufrir desilusiones por tus lentos avances y puede llegar un momento en que no te compense seguir intentándolo. Si lo que persigues en tu anhelo de cambio es ser más feliz sería absurdo sacrificar tu felicidad 136 actual por una felicidad futura incierta. ¿QUÉ ES SER FELIZ? Para mí ser feliz es estar el máximo tiempo posible de tu vida feliz. Es, Vá re z como ya hemos dicho anteriormente, un estado mental a largo plazo. Y ¿Cuándo eres feliz?, ¿qué te sucede cuando eres feliz?. Son muchos los síntomas de la felicidad, pero esos síntomas exteriores ahora mismo no nos ns o interesan sino que vamos a concentrar nuestra atención en las ideas e lo imágenes que surgen en nuestro cerebro cuando somos felices: .A Cuando somos felices, nuestros pensamientos son más positivos y se van .A encadenando unos con otros hasta el punto de afectarnos físicamente: nuestros dependiente de nuestros pensamientos. Cuando tenemos l. emocional M rasgos de la cara varían, sonreímos, etc. Por lo tanto, ser feliz es un estado ta pensamientos positivos encadenados nuestro cuerpo responde con reacciones Vi adecuadas a esos pensamientos y nos sentimos contentos, es decir: felices. ud Pero ¿en qué consisten esos pensamientos positivos y que les hace ct it positivos?. Un pensamiento positivo es positivo porque incluye un elemento valorativo: tú valoras la situación, lo que estás pensando y a ti mismo de forma A positiva y, por lo tanto, juzgas que el elemento valorado se adecua a lo que tú Tu crees bueno. En consecuencia, tú te sientes feliz si lo que juzgas se acomoda a tu forma de ver el mundo, a lo que tú deseas ser, a lo que crees que los demás deben ser. Cuanto más te ajustes a tus propios parámetros, a tu forma de ver la vida, 137 mejor te aceptarás a ti mismo y más alta será tu propia valoración. Si en el mundo suceden cosas que juzgas positivas valorarás mejor al mundo y aumentará tu satisfacción por vivir en él. Si los demás se adecuan a esa imagen idealizada que tienes en tu interior de “como deben ser” o comportarse Vá re z crecerá tu aprecio hacia a ellos y te proporcionarán una mayor felicidad. En definitiva: cuanto más flexible seas mejor aceptarás las imperfecciones propias ns o y ajenas y serás más feliz. Por eso tus parámetros tienen una importancia tan grande: son los lo elementos con los que tú juzgas los sucesos. En resumidas cuentas: si tú tienes .A una filosofía de la vida positiva estarás más preparado para ser feliz que si la M .A tienes negativa. Por otro lado, si tienes un cierto dominio de tus pensamientos y una ta l. importante posibilidad de que ese dominio pueda ser mayor con la práctica, Vi ¿hacia dónde dirigir tus pensamientos?, ¿qué hacer para ser feliz? ud 1.-Por un lado tus parámetros pueden descubrirte los pensamientos ct it equivocados: serán equivocados aquellos pensamientos que supongan una menor valoración de un parámetro superior con respecto a otro de menor A importancia tomando como referencia tu propia escala de valores. Así, si la Tu realidad (parámetro superior) te demuestra continuamente que la perfección no existe de poco te servirá que desees esa perfección (deseo de perfección: parámetro inferior) y por lo tanto, todo pensamiento perfeccionista se verá matizado por la realidad: por ejemplo: si tu comportamiento normal es de persona tímida y meditas un poco sobre tu conducta seguramente advertirás 138 que no siempre te comportas como tal. La realidad te demuestra que dicha timidez sólo la sufres con respecto de ciertas situaciones o personas (no con tus padres, por ejemplo) y, por lo tanto, los siguientes pensamientos resultan absolutamente incorrectos: me he comportado con timidez, ¡siempre seré Vá re z tímido!. Y, sin embargo, a pesar de lo erróneo de esa forma de pensar la persona tímida razona a menudo de la forma descrita y, sin pretenderlo, se hace daño a sí mismo utilizando, además, una mentira. ¡A veces quieres ser ns o tan perfecto que no te das cuenta de la realidad!. lo Por otro lado, también puede ocurrir que tus parámetros personales estén .A equivocados y que no se adapten bien a la realidad que te rodea: quizás .A valoras más la opinión de los demás que la tuya propia porque desconfías de M tu propia capacidad para dirigir tu vida, y, sin embargo, esa es una postura l. totalmente incorrecta ya que tú eres la persona que mejor conoce tus anhelos y ta debes ser tú y sólo tú quien tome tus propias decisiones. Es decir, si meditas Vi con un poco de detenimiento sobre ciertos aspectos de tu vida observarás ud como, a veces, puedes estar equivocado en tus valoraciones lo cual demuestra ct it la importancia de recapacitar sobre tu escala de parámetros. Veamos un ejemplo: si en tu interior juzgas como más importante tu familia que tu trabajo A y observas que en un momento determinado la has dejado de lado a causa de Tu tus preocupaciones laborales deberías actuar en consecuencia. 2- Aparte de tratar de eliminar razonamientos equivocados de tus procesos de pensamiento, puedes tratar de autoconvencerte de cosas positivas, pero siempre reales. Es más, cuando elimines un pensamiento negativo sería deseable que en su lugar lo sustituyeses por un pensamiento positivo y 139 racional. 3- También puede ser muy beneficioso, y divertido, que utilices tu imaginación para evadirte de actividades demasiado rutinarias. Sin embargo, z al fantasear debes tener en cuenta dos limitaciones: en primer lugar debes ser Vá re consciente en todo momento de que lo que imaginas no es real. De hecho, sería más conveniente que intentases llevarlo a la práctica en lugar de ns o imaginarlo (siempre que fuese algo posible, claro). En segundo lugar, debes impedir que esta actividad imaginativa te distraiga de tal modo que no seas lo capaz de realizar con la debida eficacia la actividad en la cual estés .A .A trabajando. M 4- Si quieres que el mundo o los demás o tú mismo te parezcan más maravillosos de lo que ya de por si son, puedes intentar mejorarlos. ta l. Naturalmente tus parámetros te servirán de guía para saber hacia dónde dirigir Vi tus esfuerzos. ud 5- Está claro que si quieres ser feliz las situaciones que vivas deben ser ct it adecuadas para que lo seas. Debes procurarte actividades que te hagan sentir feliz. Es conveniente que confecciones un listado de esas actividades y que las A realices todo lo que puedas. Yo te procuraré, al final del presente capítulo, una Tu lista con algunas de ellas, pero tú deberías elaborar la propia. Confía en tus gustos personales, deja que tu “yo” se exprese espontáneamente. La clave es darte gusto siempre que el placer obtenido no suponga una superior renuncia en cuanto a felicidad futura: es decir, que si por hacer algo que te gusta vas a dejar de hacer otra cosa más productiva para tu futuro y que te puede suponer 140 una mayor felicidad sin duda será preferible dedicarse a esa segunda actividad, a pesar de ser menos placentera en el momento presente. Sin embargo, en caso de duda: ¡haz lo que realmente te guste!. z 6- Como dijimos anteriormente el pasado tiene tan sólo una importancia Vá re relativa y el presente es un espacio temporal tan pequeño que no resulta suficiente para extraer de él todo el disfrute que sería deseable. El futuro no ns o existe todavía, pero existirá y es conveniente asegurarse de que ese futuro sea lo más feliz posible, eso sí, intentando no sacrificar demasiado el presente. En lo consecuencia: debes intentar planificar tu futuro encaminándote hacia metas u .A objetivos que te ilusionen. Intenta sacar el máximo partido posible a esas .A ilusiones. Utilízalas para motivarte y disfruta imaginando cómo será ese M camino hacia el éxito de tu empresa. Sin embargo, debes tener presente la l. posibilidad de no conseguir esas metas, acepta esa posibilidad y si fracasas Vi ta busca nuevos objetivos que te aporten esa ilusión por vivir. ct it ud ACIVIDADES QUE TE HACEN SENTIR BIEN Este listado abarca una serie de actividades normalmente placenteras, A pero su valor es simplemente orientativo, sería conveniente, como ya dijimos, Tu que confeccionases tu propio catálogo de dichas actividades. - Bailar, cantar, ir a la discoteca, salir de copas, conocer gente nueva, ir a fiestas y otras actividades que impliquen gran jolgorio y diversión. - Contar chistes, bromear, hacer parodias. 141 - Juegos de todo tipo: como, por ejemplo, juegos de mesa: (naipes, Monopoly, ajedrez, Oca, parchís etc.), juegos de construcción (maquetas, puzzles, mecanos, trenes, castillos, etc.), también juegos de ordenadores y otros juegos recreativos (billar, futbolín, etc.). Incluso Vá re z los juegos más propios de los niños pueden resultarte muy divertidos sea cual sea tu edad (escondite, gallinita ciega, pañuelo, comba, etc.). Deportes: fútbol, béisbol, natación, piragüismo, montañismo, etc. - Sexo en sus diversas variantes. - Relajarte, tomar un baño, descansar en tu sillón preferido, recibir un .A lo ns o - .A masaje, pasear. No todas las actividades agradables consisten en necesitamos estar tranquilos y podemos disfrutar de l. también M grandes juergas o en reírse hasta caerse al suelo sino que a veces - Vi ta entretenimientos más apacibles. Actividades contemplativas: contemplar una puesta de sol, admirar un - ct it ud cuadro, etc. Disfrutar de la naturaleza: realizar excursiones, viajar, tomar el sol, Tu A coleccionar mariposas, cazar o pescar, etc. - Tener animales domésticos y disfrutar con su cuidado y compañía. - Trabajo creativo. Y si tu trabajo no es creativo intenta mejorar tu actitud hacia él para tratar de hacerlo más creativo y soportable. 142 - Ver la televisión, ir al teatro, a la opera, al cine, escuchar música, ver deportes, acudir a espectáculos públicos, etc. Hacer teatro aficionado, rodar películas. - Visitar a tus amigos o a personas a las que quieres. - Ayudar a la gente, realizar tareas humanitarias. - Reparar cosas en casa, realizar chapucillas en el coche, arreglar Vá re ns o lo aparatos electrónicos, restaurar muebles. z - Manualidades, jardinería, cocina, hobbies. - Coleccionismo. - Escribir, pintar, esculpir, hacer calceta u otras actividades creativas l. M .A .A - Tomar alimentos o bebidas que te gustan (comidas humeantes, bebidas ud - Vi ta en las cuales puedas dar rienda suelta a tu imaginación. Ir de compras, ver tiendas. A - ct it exóticas, etc.). Tu . 143 Tu ud ct it A l. ta Vi ns o lo .A .A M Vá re z z Vá re ACTITUDES ns o 2ª PARTE: Tu A ct it ud Vi ta l. M .A .A lo AUTOFRUSTRANTES Tu ud ct it A l. ta Vi ns o lo .A .A M Vá re z C a p í t ul o 5 ns o Vá re z Baja autoestima: autoaceptación. .A .A lo ¿QUÉ ES AUTOESTIMA? M Poseer autoestima implica tanto amarse como estar satisfecho de uno l. mismo. La autoestima es un problema de valoración: tú te valoras ta positivamente o negativamente y como consecuencia de esta valoración te Vi calificas también positiva o negativamente: yo soy maravilloso o yo no soy una persona afortunada. En esta valoración, como en cualquier otra, utilizas ud como referencia tus propios parámetros: si la belleza constituye para ti un ct it aspecto muy importante de la persona te valoraras a ti mismo de forma positiva o negativa dependiendo, en buena medida, de cómo te consideres en A el plano físico (si te ves guapo, feo o simplemente medio) y dando más Tu importancia a ese aspecto que a otros como, por ejemplo, tu capacidad para el deporte. AUTOVALORACIÓN PERFECCIONISMO Y OTROS PARÁMETROS El poseer un bajo nivel de autoaceptación, el tener una negativa imagen de uno mismo en demasiados aspectos de nuestra vida o el hecho de no mostrarte muy seguro de ti mismo son aspectos de tu personalidad generalmente derivados de pensamientos perfeccionistas del tipo “yo debo ser Vá re z así”, “yo debo hacer esto o aquello”, es decir, emanan de una imagen demasiado rígida de lo que debes o no debes hacer. El deseo excesivo de perfección puede conducirte, en primer lugar, a presionarte a ti mismo en ns o demasía para hacer las cosas bien sacrificando más de lo que vas a conseguir. En segundo lugar puede provocar un estado de ansiedad y estrés; esta .A lo situación acontece sobre todo a ciertas personas que se dejan llevar por la .A vorágine del éxito. En tercer lugar es posible que si no eres capaz de conseguir M lo que pretendes te valores demasiado negativamente: tu autoestima saldrá perjudicada al no cumplir ese objetivo que te sientes obligado a alcanzar. Y, ta l. por último, cabe destacar la posibilidad de que cuando consigas el éxito no Vi seas capaz de valorarlo suficientemente por estimarlo, simplemente, como el cumplimiento de un deber (en lugar de alegrarte y felicitarte a ti mismo por el ct it ud éxito pensarías que sólo has hecho lo que debías). Otro parámetro bastante relacionado con la falta de autoestima es el deseo A de aprobación ajena: si la valoración que tienen los demás de nosotros es Tu negativa y estimamos en demasía dicha valoración podemos terminar opinando lo mismo que ellos, incluso, aunque hayamos actuado correctamente desde nuestro propio punto de vista. En tal caso, por un lado estaríamos delegando en los demás tomar las decisiones que sólo a nosotros corresponden y, por otro, renunciaríamos a nuestros propios criterios por los ajenos, ¡y todo 148 ello a causa de nuestra inseguridad!. Sin embargo, como ya hemos expuesto en los capítulos precedentes, nuestra valoración del momento presente no depende tanto de tu escala de z parámetros como de lo que estés pensando o sintiendo en ese mismo instante. Vá re Por lo tanto, nuestra autovaloración en un momento determinado se manifiesta por medio de nuestros pensamientos a la hora de juzgar los diferentes ns o acontecimientos en los que nos vemos envueltos. En consecuencia, nos valoraremos a nosotros mismos de forma positiva o negativa dependiendo de lo nuestro estado de ánimo y del sentido que en ese momento estén tomando .A nuestros pensamientos, , pudiendo coincidir o no dicha valoración con la que .A pudiéramos haber obtenido atendiendo a nuestra verdadera escala de M parámetros. Por ejemplo: a veces puedes valorar mucho el dinero y, sin l. embargo, en otras ocasiones lo valoras menos dependiendo, por ejemplo, de si ta has cobrado el sueldo hace sólo unos días o de si ya estás a fin de mes y te ves des al dinero (escala de parámetros). En resumen: los ud realmente Vi acuciado por las deudas, todo ello con independencia del valor que tú ct it acontecimientos anteriores al suceso y los pensamientos y estado de ánimo precedentes al mismo determinan en gran medida tu valoración del presente. A Si nuestro comportamiento fuese constantemente racional daríamos Tu siempre el mismo valor al dinero y utilizaríamos para dicha valoración nuestra propia escala de valores, pero en realidad las cosas no funcionan de esa manera. Al formar los pensamientos cadenas en las cuales unos son consecuencia de los otros y no de procesos razonados, pueden ocurrir todo tipo de errores de valoración. Dos posibles causas para que no utilicemos una 149 valoración adecuada lo integrarían, por un lado, la existencia de hábitos equivocados de pensamiento y, por otro, la de recuerdos erróneos. El siguiente ejemplo te aclarará lo descrito: en un momento determinado recuerdas lo mal que lo pasaste en cierta ocasión en la que dilapidaste tu dinero en una compra Vá re z absurda que luego no utilizaste y al recordarlo te inhibes de comprar en el presente esa cosa que tanto te gustaría tener. Quizás pasados unos días te arrepientas de no haberlo comprado. Como puedes observar, es bastante ns o probable que en muchas ocasiones no hagas las cosas como realmente te gustaría hacerlas: si una persona está habituada a comportarte tímidamente, .A lo por mucho que ella en su interior sienta la necesidad de, por ejemplo, hablar .A con su jefe para pedirle un aumento le costará mucho hacerlo y al final M terminará dejando correr el tiempo sin decidirse dejando pasar la ocasión más adecuada. El resultado de no comportarte como crees interiormente que debes ta l. hacerlo es una disminución en tu autovaloración. Vi Como corolario podemos concluir que cuanto más se aproxime tu ud comportamiento al dictado de tus parámetros más te valoraras a ti mismo. ct it ¡Guiaté por tus propios criterios a la hora de tomar decisiones y a la hora de juzgar los acontecimientos!. Si tienes claro qué es lo que realmente quieres, si A sabes qué cosas tienen realmente valor para ti, si en suma, tienes una escala de Tu parámetros bien definida, sabrás mejor lo que debes hacer en cada momento y cometerás menos errores a la hora de actuar y, en consecuencia, te comportarás como tú realmente crees bueno. Sin embargo, en tu camino hacia un mayor grado de autoaceptación seguramente vas a encontrar un importante obstáculo en el perfeccionismo. 150 Efectivamente puede suceder que al tener tan presente tu escala de parámetros, y al tener más claro cómo debes de comportarte seas aún más duro contigo mismo ante los errores. Por eso, has de tener claro que lo más importante en tu vida es ser feliz y que tu parámetro perfeccionista es mucho Vá re z menos importante. El pensamiento correcto sería: he cometido un error, lo he hecho mal, pero a pesar de todo me quiero e intentaré ser feliz de todas ns o formas. Tener presentes tus parámetros implica tener presente tu imperfección y lo que vas a cometer muchos errores a lo largo de tu vida. Es más, si tomamos la .A palabra errar en su sentido de no hacer las cosas perfectas descubriremos que .A errar es precisamente lo normal ya que, en efecto, lo más habitual es hacer las M cosas de una forma mediocre, es decir: normalmente no actuamos ni l. totalmente bien ni totalmente mal. Por esa razón, si haces las cosas sólo ta “medio bien” no tienes por qué estar descontento contigo mismo: habrás Vi hecho lo normal ¡habrá sido un triunfo!. ud No es bueno imponerse metas demasiado elevadas para uno mismo. No ct it quieras ser demasiado perfecto, ni excesivamente maravilloso, ni ser superior a los demás. Esa excesiva exigencia podría requerir de tu parte un esfuerzo A mucho mayor que el beneficio que pudieras obtener. Además, ese excesivo Tu nivel de exigencia puede generar estados de ansiedad y de estrés que a su vez te podrían impedir afrontar tus metas con el estado mental apropiado. Es decir: puede llegar un momento en el que tu excesiva precisamente la razón de que al final consigas menos. 151 autoexigencia sea Tener autoestima es fundamental para ser feliz. Sólo si te estimas, si te quieres a ti mismo, te creerás merecedor de felicidad. Debes aceptar tus imperfecciones y quererte a pesar de no ser perfecto. Asume que no vas a comportarte siempre como deberías hacerlo. Elimina el perfeccionismo de tu Vá re z vida ya que el perfeccionismo es el mayor enemigo de la autoestima. Intenta hacer las cosas bien, intenta mejorar, pero ten siempre presente la posibilidad del fracaso y acéptalo cuando se presente. No olvides que tener defectos no ns o implica que tú seas defectuoso como persona completa: tú eres un todo, no sólo alguna de tus partes. Tú mereces ser feliz a pesar de todo, mereces darte .A lo gustos, ¡mereces disfrutar de esas cosas que te producen placer!. .A Ni la solución a nuestras imperfecciones ni la vía para alcanzar el éxito M consisten en intentar convencernos a nosotros mismos de que somos un l. prodigio, ni en persuadirnos de que todo lo hacemos bien, ni tampoco en creer ta que vamos a conseguir grandes cosas y que vamos a ser unos triunfadores. Vi Realmente no hacemos, ni mucho menos, todas las cosas bien ni sabemos si ud vamos a “ser alguien en la vida” y si nos intentamos convencer a nosotros ct it mismos de estas cuestiones solamente estaremos recurriendo a una forma soterrada de autoengaño. Resulta mucho más racional el pensamiento A siguiente: este soy yo con mis cosas buenas y mis cosas malas, con mis Tu virtudes y mis defectos ¡y me acepto y me quiero tal como soy!. Acepto mi cuerpo, mi forma de ser, ¡yo soy un ser completo y me acepto en esa totalidad!. Y una vez que te aceptes a ti mismo, y sólo después de hacerlo, estarás preparado para intentar mejorar. Y si no consigues mejorar pues acéptate de todas formas. 152 Apenas habrá límites para ti si te quieres y crees suficientemente en ti mismo, recuerda esta frase: tú puedes si crees que puedes. No siempre es cierta, pero puede serte muy útil para ayudarte a afrontar situaciones difíciles. z A veces, te puedes escudar en esa baja valoración para evitar afrontar Vá re retos que pueden serte beneficiosos, pero que te producen gran inquietud. Para eludir dichos desafíos es común utilizar autocalificaciones del tipo yo soy. Así, ns o por ejemplo, puedes descubrirte a ti mismo pensando algo parecido a: ¡no puedo hacerlo soy demasiado tímido!, ¡seguro que haré el ridículo si pido a lo esa persona que salga conmigo!. Muchas veces el hecho de afrontar estas .A situaciones que te crean inseguridad podrían resultarte muy provechoso y por M .A culpa de tu miedo al fracaso no puedes obtener dicho beneficio. Por otro lado, en tu autovaloración puede tener un papel fundamental la ta l. opinión ajena. Si cuando eras niño te calificaban de una forma determinada al Vi no tener suficientemente afianzados unos criterios propios seguramente aceptabas como ciertos los que los demás te inculcaban. Si tenemos en cuenta ud que normalmente lo padres suelen tender a reprender a los hijos calificándolos ct it negativamente (eres malo, eso no se hace hijo, todo lo haces mal, haces sufrir a tus padres, etc.) no es de extrañar que cuando somos mayores esas A calificaciones sigan ejerciendo una gran influencia en nuestra vida. Por otro Tu lado, incluso cuando ya eres adulto y, por lo tanto, bastante independiente seguirás teniendo la necesidad, o mejor dicho el deseo, de ser aceptado por el grupo, esto engendrará en tu interior la pretensión de que tu actuación sea aprobada por las personas que te rodean: tus amigos, tu pareja, tu familia etc. Como nunca vas a conseguir ser tan seguro de ti mismo como para que la 153 opinión ajena carezca de importancia, resultará que el hecho de contar o no con el beneplácito de los demás afectará a la valoración que tengas de ti mismo. Sin embargo, y a pesar de todo, debes tener presente que el verdadero responsable de tu propia vida eres tú mismo, y no los demás. Eres una persona Vá re z libre y debes ser tú y sólo tú quien decida cómo encauzar tu vida. Tus parámetros y, por lo tanto, tus propios criterios, son los más importantes: harás ns o lo que tú creas bueno, no lo que los demás crean que debes hacer. Hay otro aspecto en el que tu autoestima se ve influida por las personas lo que te rodean, este aspecto es la comparación con los demás. Te comparas con .A los demás intentando obtener una valoración más objetiva de ti mismo. La .A comparación con los demás es bastante común entre algunos adolescentes y M jóvenes que al encontrase en pleno proceso de cambio todavía no tienen l. demasiado claro ni quienes son, ni como desean ser, de ahí que muy a menudo ta busquen personas en la cuales fijarse para intentar parecerse a ellas. Buscan Vi ídolos a los cuales imitar y desean para sí mismos esas cualidades que tanto ud admiran en ellos. Otras veces intentarán buscar en otros ciertas respuestas: ct it quizás no se conocen suficientemente a sí mismos o no saben la impresión que causan a los demás o bien no tienen unos criterios sólidos a los que acudir, y A por eso pretenden extraer de los demás la información que a ellos les falta. En Tu los casos más agudos pueden pretender analizar cada gesto del otro para deducir lo que está pensando de ellos (intentan leer su pensamiento). En su afán por descubrir sus capacidades y de conocerse a si mismos, pueden someterse a ciertas pruebas: se plantean un objetivo e intentan conquistarlo. El reto será más importante si en su consecución superan a los demás 154 componentes de su grupo, obteniendo, de esa manera, una mayor valoración por su parte. Todas estas actitudes que, aunque propias de personas jóvenes, también z son frecuentes en adultos, suelen ocultar sentimientos de inseguridad (cuestión Vá re ya comentada anteriormente) y su aspecto negativo no reside precisamente en esa inseguridad, que en cierta manera puede ser incluso lógica, sino en la ns o posibilidad de que suponga una valoración superior de la opinión ajena que de la propia. Debes ser siempre consciente de que la última decisión respecto a lo cómo encauzar tu vida te pertenece a ti. Puedes aprender de los demás, pero .A debes tener presente que tú nunca vas a ser como esas personas a las cuales .A quieres imitar: tú eres distinto y debes guiarte por tus propios criterios. Si no M tienes claro hacia dónde dirigir tu vida medita sobre ello, pero no intentes vivir ta l. vidas que no son la tuya. ud Vi PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES: ct it Tener siempre presente tu escala de parámetros es una cuestión complicada, puedes intentar facilitar tu control sobre tus pensamientos A erróneos identificándolos de antemano. Si sabemos cuales son esos Tu pensamientos equivocados antes de que surjan podremos hacerlos frente de una forma más eficaz que si los aceptamos sin más. Para saber si un pensamiento es falso o cierto nos podemos basar en nuestra escala de parámetros. Para facilitar el trabajo hemos confeccionado una serie de listados con pensamientos que considero equivocados y los correspondientes acertados 155 con los cuales substituirlos para restar eficacia a los incorrectos. Si quieres, puedes confeccionar tu propio repertorio de pensamientos acertados y utilizar la siguiente lista como mera orientación. indicativas: te muestran tipos ideales de pensamientos, Vá re meramente z Por otro lado, tienes que tener en cuenta que las frases siguientes son seguramente que en tu vida normal no van a presentarse tal y como nosotros te ns o los mostramos sino que van a surgir con parecido significado o, incluso, a veces, ni siquiera tomaran cuerpo como pensamientos materiales verbalizados lo sino que pasaran raudos por tu mente. Otras veces en tu cerebro no aparecerán .A pensamientos ni siquiera semejantes a los expuestos (por ejemplo: soy un .A desastre), pero te descubrirás actuando como si realmente los pensases (actúas M nervioso temiendo fracasar). Es, por lo tanto, el sentido de la frase lo que l. importa. Es la actitud errónea lo que interesa, por eso aparecen agrupadas ta frases que muestran un estado de ánimo similar, aunque también es cierto que Vi a veces la actitud que se desprende es leve: ¡vaya!, he metido la pata. Mientras ud que otras veces la actitud negativa que esconden es mucho más radical: Tu A ct it ¡siempre meto la pata!. ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA 1- Yo he actuado mal. Lo he 1- No he actuado bien. La hecho mal. ¡Vaya!, he metido la próxima pata. mejor. Y si no lo consigo, me Era fácil y no lo he 156 vez intentaré hacerlo ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA esforzaré por ser feliz de todas actuado como a mí me hubiese formas. ¡Me quiero y me acepto tal gustado. como soy!. todo-nada: 2- A veces me salen mal las ¡todo me sale mal!. Casi todo me cosas, pero eso no significa que sale mal, ¡todo lo hago mal!. siempre me salgan mal. Si lo ¡Nada me sale bien!. intento, seguro que me saldrán ns o Pensamiento lo 2- Vá re z conseguido. He fracasado. No he .A mejor, y si no lo consigo intentaré Pensamiento absolutista la pata. Siempre o casi ta meto l. temporal: siempre o casi siempre M 3- .A ser feliz de todas formas. 3- Últimamente no me salen las cosas como deseo, pero no tiene por qué ser siempre así. Intentaré me va a salir mal. Casi nunca me mejor y si no lo consigo me ud Vi siempre me sale mal esto. Siempre ct it sale bien. ¡Nunca me saldrá bien!. Nunca aprenderé Nunca hacer aprenderé las cosas salgan esforzaré en ser feliz de todas formas. a A ecuaciones. a que Tu nadar. 4- Autocalificación: soy malo 4- Yo me comporto a menudo para las matemáticas. Soy bastante así, pero no siempre lo hago. torpe en esto. Soy incapaz de Puedo 157 fracasar y no por ello ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA sentirme mal. Yo me valoro como Soy demasiado tranquilo. No valgo ser completo no como una sola de para vendedor. No soy capaz de mis partes. Me acepto como soy e decírselo. Como he fracasado no intentaré ser feliz de todas formas. valgo para nada. Yo soy como elijo ser, intentaré Vá re z hacerlo bien. Soy muy nervioso. ns o ser como quiero ser y si no lo pensamiento: esta persona de 5- No sé lo que piensa esta está persona, me es imposible saberlo .A Adivinación .A 5- lo consigo me aceptaré igualmente. l. cree que soy tonto. Éste lo que con certeza, por tanto, actuaré M pensando que soy un inútil. Éste ta quiere es... Esta mirada significa Inseguridad: ¿estoy 6- No sé si lo estoy haciendo haciendo el ridículo?. ¿Lo estaré bien. Lo haré porque creo que ct it ud 6- soy el verdadero responsable de mi vida: haré lo que yo elija hacer. Vi que... Este gesto es porque... siguiendo mis propios criterios. Yo haciendo bien?. debo hacerlo e intentaré hacerlo lo A mejor posible y si fracaso lo Tu aceptaré e intentaré aprender para la próxima. 7- No me gusto a mí mismo. 7- Hay cosas de mí mismo No estoy satisfecho de mí mismo. que no me gustan. Me pondré 158 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA ¡No merezco nada!. manos a la obra para intentar cambiarlas; pero si no lo consigo z me aceptaré porque yo me juzgo Vá re como ser completo y no como una de mis partes. Debo es normal. ¡Soy un bicho raro!. propios de actuar criterios, siguiendo mis aunque sean .A Soy distinto. Él dice que lo mío no ns o 8- Todos somos diferentes. lo 8- No soy como los demás. .A distintos. Intentaré cambiar lo que M no me guste; pero, aunque no lo ta l. consiga, yo me acepto como ser completo y me quiero. 9- Siempre va a haber gente ¡Nadie se preocupa por mí!. Nadie que me quiera y siempre voy a ud Vi 9- Todo el mundo pasa de mí. ct it me hace caso y, por lo tanto, es encontrarte con gente que no me quiera o a quien caiga mal. Yo soy que nadie me quiere. Intentas tratar el verdadero responsable de mi A que no sirvo para nada. Yo creo Tu bien a la gente y ellos te responden mal. vida y quien, realmente, debe estar pendiente de mí mismo. 10- Tengo miedo a que me 10- Es mi criterio el que rechacen. Si los demás no me realmente importa. Haré lo que 159 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA elija importancia. verdadero responsable de mi vida apetece esto, que yo soy el me 11- Me gusta esto y no veo un gustaría comprarlo, pero es caro. verdadero problema en comprarlo. Me gustaría tomarlo, pero ¡bah!, Lo quiero y me lo voy a comprar, ¡ya lo tomare otro día!. Tampoco ¡me lo merezco!. Vá re Me ya ns o 11- hacer z valoran es que soy una persona sin lo lo deseo tanto. 12- Debo ser yo mismo. Debo .A 12- ¡Me gustaría ser como él!. intentaré imitar a esa otra persona ta l. M mejores que yo. seguir mis propios criterios y sólo .A El o ella son maravillosos, son en aquello en lo que se adapte a los mismos. ¡Yo soy como soy y ud Vi como tal me acepto!. 13- Hay partes de mi cuerpo Tengo una nariz horrible. Todos que me gustan y otras que no. Lo dicen que soy muy desgarbado. que no me gusta lo acepto y si es A ct it 13- No me gusta mi cuerpo. Tu Ando como un pato. Estoy algo barrigón. posible lo intentaré cambiar, y si no lo puedo cambiar me ocuparé de ser feliz de todas formas. 14- Me da vergüenza ir a la 160 14- Acepto mi cuerpo tal y ACTITUD EQUIVOCADA piscina o vergüenza la que se rían me da como es, y si no me gusta intentare de mi mejorarlo, gustaría pero si resulta llevar imposible mejorar seré feliz de pantalones, pero ¡tengo un culo tan todas formas. Si quiero hacer algo gordo!. de lo cual voy a disfrutar ¡lo hago! z Me playa, Vá re cuerpo. a ACTITUD ACERTADA ns o y la opinión ajena no me impedirá me gustaría, Yo soy hacerlo?, M haz lo que elijas hacer. Seguro que tú puedes si crees que puedes. ta l. personalidad. ¿Qué es lo peor que puede pasar?. Vi Seguro que si fracasas no es el fin ud del mundo. ct it 16- ¿Seré capaz de hacerlo?. ¿Podré resolverlo? 16- Sólo lo sabrás si lo intentas. ¿Qué es lo peor que te puede pasar?. Seguro que puedes A Tu posible ¿quieres hacerlo?. Pues entonces incapaz de hacerlo. No va con mi 17- ¿Es .A aunque 15- .A 15- Yo no puedo hacer eso, lo que haga lo que elija hacer. si crees que puedes. Culpabilización: he 17- No lo hice bien. Intentaré metido la pata. El otro día lo hice hacerlo mal. ocasión, y si no lo consigo seré 161 mejor en la próxima ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA mal. feliz de todas formas. Lo pasado, 18- Tú eres una persona Vá re 18- Como van a quererme a z pasado esta. completa y no sólo tus partes sin importancia. No soy guapo negativas. Seguro que habrá gente ¿cómo van a sentirse atraídas esas que valore lo bueno que tienes; personas por mí?. Si me acerco a ¡búscala!. La única forma segura ellos me rechazarán o se reirán de de no conseguirlo es no intentarlo. .A lo ns o mí los del otro sexo. Soy un tipo l. ella no soy nada. Necesito a esta M 19- Falta esa persona y sin .A mí. 19- Esa persona es importante para mí y me gusta estar con ella; pero si algún día falta yo puedo Y seguir adelante y ser feliz de todas ¿qué sin esa formas. ud persona?. hago Vi ahora, ta persona. ¡Sin ella no puedo vivir!. ct it A solo no el verdadero 20- Yo soy el verdadero puedo!. responsable de mí mismo. Debo de Normalmente, es el otro quien lo tener mis propias metas y luchar hace y yo sólo le ayudo, ¿seré por ellas. Si el otro puede es que es capaz de hacerlo solo? posible hacerlo. ¿Por qué no voy a Tu ¡yo soy responsable de mi vida!. 20- Necesito a alguien que me ayude, ¡Yo poder hacerlo yo?. Si lo intento y 162 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA práctico para conseguirlo, seguro lo lograré: ¡yo puedo si creo que Vá re z puedo!, ¡haré lo que elija hacer!. 21- Confío en mi valía. Le a esa persona?. ¿Por qué hará eso caigo bien porque tengo cosas por mí?. ¿Qué habrá visto en mí?. estupendas que pueden gustar a los ¿Qué buscará realmente?. demás. todas formas, lo lo De ns o 21- ¿Por qué le caeré tan bien .A importante es mi opinión. Actuaré l. valgo un real. Estoy enfermo y no M 22- Siempre estoy malo, no .A como yo elija actuar. ta puedo ser feliz. 22- A veces estoy enfermo, pero yo soy una persona completa y me acepto como soy, intentaré Vi ser lo más feliz posible con lo que ud tengo. 23- ¿Quiero hacer eso?. ¿Me puedo recibir daño y no soporto el conviene hacerlo?. Entonces, ¡elijo A ct it 23- No debo hacer eso porque hacerlo!, ¿qué es lo peor que me Tu dolor. puede pasar?. Yo puedo si creo que puedo, y si fracaso intentaré ser feliz de todas formas. 163 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA 24- Esta persona me hace 24- Es lo que yo pienso de lo daño. Me está haciendo infeliz. que me está haciendo lo que Vá re z realmente me causa dolor. Soy yo el que permito que me hagan daño. Yo controlo lo que pienso y siento. ns o Soy yo el verdadero responsable .A importa. más guapo. Soy yo soy como elijo ser. Cada uno es M Soy 25- Esa persona es como es y .A 25- Soy mejor o peor que esta persona. lo de mi vida. Es mi opinión la que responsable de su vida y de ella ta l. mucho peor deportista que él. debe ocuparse. Nadie es mejor que Vi otro. 26- Es deseable que haga eso. hacer esto, debo conseguir aquello, Es deseable que consiga aquello; ct it ud 26- Debes y deberías: debo ¡debo comportarme así!. pero si no lo consigo, me ocuparé A de otra cosa e intentaré ser feliz de Tu todas formas. 27- Me siento triste y deprimido. 27- Me siento mal. ¿Tengo una buena razón para sentirme mal?. 164 Si la tuviese, resultaría ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA lógico que me sintiese mal, y una vez pasado un tiempo razonable para intentar superar mi Vá re obra z tendría que ponerme manos a la malestar y hacerme feliz a mí 28- Hay veces que me voy a sentirme deprimido ni mal. No sentir mal, o desgraciado. Me van debo estar nervioso. Tengo que a pasar de vez en cuando cosas estar siempre tranquilo. ¡Debo ser negativas. No voy a ser siempre l. siempre feliz!. El ser infeliz me .A debo lo permitirme .A No M 28- ns o mismo. ta hace infeliz (me siento frustrado malos momentos y ser feliz en cuanto tenga oportunidad; pero eso Vi porque soy infeliz). feliz, pero intentare superar los ud sí, sin engañarme a mí mismo, ni intentando autoconvercerme de ct it que soy feliz cuando en realidad Tu A no es cierto. EJERCICIOS Y TÉCNICAS 165 Técnicas de autoestima: A) Aceptación física: ponte delante de un espejo, preferiblemente desnudo, y observa tu cuerpo. Presta atención tanto a las partes que te gustan como a las que no son de tu agrado y acepta lo que no te guste. Puedes decirte: ¡acepto estas imperfecciones como parte integrante de Vá re z mi ser!. Sea perfecto o no, ¡yo me acepto y me quiero como ser completo!. B) De vez en cuando satisface algún pequeño deseo, por ejemplo ns o tomándote un helado y mientras lo disfrutas piensa que te lo mereces. lo C) Ponte en ridículo aposta en alguna situación que no te pueda resultar .A demasiado perjudicial, tómatelo a broma, y piensa que tú te quieres, aunque a .A veces te comportes erróneamente. Debes restarle dramatismo al hecho de M meter la pata. Por cierto, que este ejercicio también puede consistir en l. visualizaciones como ya veremos en próximos capítulos. ta D) Similar al anterior: de vez en cuando comete algún pequeño error sin Vi consecuencias y acepta tus imperfecciones; piensa: ¡puedo hacer las cosas ud mal y no por ello ser un desastre!. ¡Yo me quiero a pesar de todo!. ct it E) Confecciona un listado de tus virtudes y de tus defectos, acepta con cariño tanto lo bueno como lo malo; utiliza la siguiente frase: tengo cosas A buenas y cosas malas, pero ¡yo me quiero como ser completo!. ¡Merezco ser Tu feliz!. 166 C a p í t ul o 6 z Inmadurez, indecisión: ser responsable de tu ns o Vá re vida, libertad. lo Cuando eras un niño carecías de experiencia y de unos criterios .A suficientemente formados. No gozabas de autonomía suficiente como para .A responsabilizarte de ti mismo. Tenías que guiarte por los criterios ajenos M provenientes generalmente de tus padres. Ellos decidían por ti la mayoría de l. las veces. Pero, incluso en esos momentos tú eras dueño de tus propios ta pensamientos: sólo tú sabías lo que pensabas, sólo tú eras capaz de pensar lo Vi que querías pensar. Efectivamente, incluso cuando eras niño eras tú quien ud dirigía tus propios pensamientos, aunque, eso sí, siempre bastante influenciado por tu entorno. Por lo tanto, desde que tenemos un mínimo de capacidad para ct it razonar somos libres de pensar lo que queramos y esta libertad de pensamiento Tu A es el origen y el fin del resto de libertades. Muy relacionados con la "responsabilización" de uno mismo y con la libertad de elección encontramos tanto el concepto de persona autónoma (es autónomo el que no necesita apenas de los demás y, por lo tanto, la persona capaz de ser responsable de sí misma) como el de madurez. Cualquiera de estos conceptos son prácticamente sinónimos. A medida que nos vamos convirtiendo en adultos nos sentimos más independientes y poco a poco se van formando en nuestra mente unos criterios propios que nos sirven de guía. El adulto es precisamente la persona capaz de guiarse por sus propios criterios, es decir: la persona autónoma que no necesita Vá re z ningún guía. Como es lógico, nunca llegaremos a ser tan independientes como para no requerir jamás el consejo ajeno. No tendremos nunca la suficiente experiencia sobre todos los temas como para obtener siempre en nosotros ns o mismos todas las respuestas. Tampoco llegaremos nunca a tener unos criterios tan sólidos como para no dejarnos influir por las opiniones ajenas. Es más, si .A lo fuésemos tan impenetrables a la opinión ajena en el fondo no podríamos .A contrastar nuestra propia opinión con la suya y, en consecuencia, no pensamos. Nadie está en M podríamos darnos cuenta de los errores que seguro cometemos al pensar como posesión de la verdad absoluta; aunque, ta l. naturalmente, haya personas que habitualmente puedan tener más razón que Vi otras, ya sea por ser más inteligentes (si es que la inteligencia es una realidad y no un invento humano para explicar ciertos fenómenos) o ya sea por poseer ct it ud una mayor experiencia. El deseo-necesidad de ser responsables de nosotros mismos no significa A un impedimento a la hora de escuchar a los demás ni tampoco supone un veto Tu a la posibilidad de seguir los consejos ajenos si después de escuchados consiguen convencernos más que nuestros propios criterios. Es más, ser responsable de nuestra vida lleva implícita la obligación de estar abiertos a las indicaciones ajenas ya que dicha responsabilidad implica buscar lo mejor para nosotros mismos y, a menudo, la realidad nos demuestra que no siempre 168 somos los poseedores de la razón y que pueden ser otras personas las que nos muestren las decisiones más acertadas. Debes guiarte por tus propios parámetros, en eso precisamente consiste ser responsable de ti mismo, escuchando también la opinión de los demás, ¡naturalmente!; pero sabiendo Vá re z que nadie puede saber tan bien como nosotros lo que nos conviene y que nadie conoce mejor que nosotros mismos nuestras metas y cómo conseguirlas. ns o Sin embargo, hay fases de nuestra vida en las que nos viene grande esta responsabilidad; como he dicho anteriormente no llegamos nunca a ser independientes, sobre todo cuando somos jóvenes. En lo totalmente .A consecuencia, existen momentos en los cuales no tenemos claro cómo .A encauzar nuestra vida, nos mostramos indecisos, buscamos en los demás las M respuestas que no encontramos en nuestro interior. Nuestra escala de l. parámetros, nuestros criterios o valores no están lo suficiente definidos, no son siempre respuestas Vi ofrecernos ta lo suficiente completos, ni se extienden a tantos aspectos de la vida como para satisfactorias, nos mostramos entonces ud inseguros, incapaces de proporcionarnos respuestas a nosotros mismos. La ct it inseguridad es precisamente una manifestación de la suma de esta falta de criterios suficientes para tomar una elección con el miedo a no obtener el Tu A resultado apetecido (miedo al fracaso). El poseer una escala de parámetros bien definida nos podría proporcionar los criterios necesarios para obtener soluciones propias y nos evitaría tener que recurrir a los demás. Constituiría la vía más adecuada para guiarnos por nuestros propios principios. Pero si nuestra experiencia es insuficiente siempre podremos acudir a personas capaces de ofrecernos respuestas más fiables (por 169 su mayor experiencia) que las nuestras propias. Sin embargo, si poseemos suficientes criterios o si juzgamos inadecuados los que nos ofrecen los demás no tenemos por qué seguir el consejo ajeno. A menudo, es mejor fracasar arriesgándonos a seguir nuestra propia opinión inexperta que el delegar Vá re z continuamente en los demás para tomar nuestras decisiones. Nunca seremos lo suficientemente adultos si no confiamos en nuestros criterios. Debemos seguir ns o nuestros propios parámetros y sólo así podremos ser nosotros mismos. El siguiente aserto nos muestra la elección más adecuada cuando se nos lo presenta la disyuntiva entre guiarnos por nuestra propia opinión o guiarnos por .A la opinión ajena: me guiaré por mi propia opinión salvo cuando la ajena me .A parezca más acertada que la propia. Si la opinión ajena me parece más M razonable la seguiré y trataré de aprender para la siguiente ocasión, pero si no ta l. me satisface totalmente me guiaré preferentemente por la propia. Vi En otro orden de cosas, el hecho de ser responsable de nuestra vida implica que somos responsables no sólo de lo que hacemos sino también de lo ud que pensamos y sentimos en nuestro interior. Dentro de los límites que pueda ct it alcanzar el control que seamos capaces de ejercer sobre lo que pensemos y sintamos (grado de control muy variable de unas personas a otras) podremos A dirigir en menor o mayor medida nuestros sentimientos. Nadie está tan Tu capacitado para controlar lo que sintamos como nosotros mismos. Somos pues responsables de lo que pensemos y sintamos: hemos de guiarnos por nuestros propios parámetros para afrontar dicha responsabilidad. En consecuencia, si bien los demás pueden influir en nuestros sentimientos, somos nosotros mismos los que vamos a valorar como bueno o malo el suceso o la acción de 170 la otra persona (por ejemplo: una crítica). Lo que sintamos va a ser consecuencia de esa valoración y no tanto del suceso en sí o de la intención de la otra persona. En segundo lugar, lo que pensemos o sintamos surge únicamente en nuestro cerebro y no en el de la otra persona; es algo propio, es Vá re z nuestra responsabilidad. No es el otro el que nos hace sentir mal sino que eres tú mismo quien te sientes mal ante la acción del otro. Controla en el mayor ns o grado posible lo que piensas sobre el suceso y éste te influirá menos. Por otro lado, también las otras personas son responsables de lo que lo sienten. Tu tienes una culpa relativa de que se sientan bien o mal en un .A momento determinado, normalmente son ellos más responsables que tú. .A Tampoco puedes hacer mucho si la otra persona se siente mal y no toma la M decisión de intentar cambiar su estado de ánimo. Tú puedes aconsejarla o l. intentar animarla, pero si esa persona no pone de su parte, si no colabora, tu Vi ta esfuerzo será vano. Puedes sentir la tentación de dirigir la vida de los que te rodean (tu pareja ud por ejemplo), puedes tratar de que se comporten o hagan las cosas como a ti te ct it gusta, pero en primer lugar estarás restando a esa persona una libertad para elegir cómo encauzar su vida o cómo comportarse que realmente le pertenece A a ella y no a ti, y en segundo lugar es más que probable que no consigas los Tu resultados apetecidos si la otra persona decide no dejarse influir. Por último, es bastante posible que esa persona termine rebelándose contra ti y al final tu relación con ella puede acabar resintiéndose. Incluso si tienes hijos o si alguna vez te decides a tenerlos has de tener presente que son seres individuales con potestad para tomar sus propias decisiones y que, además, sólo podrán ser 171 personas adultas y felices si poco a poco se van acostumbrando a ser responsables de su vida. Existen otras manifestaciones de “no responsabilización" como la z indecisión, aunque ésta es más consecuencia de la inseguridad que de una baja Vá re responsabilización, y la postergación, o sea, el dejar para mañana. Sobre ambas vale todo lo dicho hasta ahora acerca de la falta de autoresponsabilidad. .A lo ns o PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES: .A Algunos ejemplos de pensamientos equivocados relacionados con falta de M responsabilizaron, indecisiones, dejar para mañana, etc. se pueden encontrar l. en otros capítulos como, por ejemplo, el dedicado a la autoestima. Por otro ta lado, hay otros pensamientos importantes que se repiten en este listado a pesar Vi de haber sido ya tratados en paginas anteriores. ud Sería conveniente que tú mismo confeccionases tu propio listado de ct it pensamientos o actitudes equivocadas en las que caigas con mayor asiduidad. Cada persona tiene pensamientos equivocados de naturaleza distinta y nadie Tu A mejor que uno mismo para descubrirlos. Repito lo dicho en el capítulo anterior: lo importante no es reparar en el pensamiento concreto que se especifica sino en la actitud que se demuestra al pensar así. Es decir: se trata de que cuando muestres una actitud desacertada seas capaz de percatarse de tu equivocación. Presta atención no al 172 pensamiento especifico que aparece en el listado sino a la actitud que se desprende de dicho pensamiento; actitud que bien podría manifestarse en ACTITUD EQUIVOCADA: ACTITUD ACERTADA: 1. Creo Si debería hacer la opinión de ns o que la otra esto, pero esta persona, que persona no consigue convencerme es muy importante para mí, me opina No criterios. Si la otra persona es muy quiero molestarle: haré lo importante o ejerce sobre mí algún mis lo por propios .A contrario. guiaré .A lo tipo de poder (es mi padre o mi ta l. M que ella me dice jefe), intentaré explicarle mis razones. Sólo si considero más Vi importante mi relación con esa ud persona que el respeto a mis ct it propios criterios puedo plantearme anteponer su opinión a la propia, y si no es así: ¡haré lo que yo elija A Tu Vá re z forma de pensamientos distintos de los expresados en nuestra lista. hacer!. 2. Te descubres disculpándote Yo soy el responsable de mí a ti mismo o echando la mismo. Si mi vida no discurre culpa a otras personas, al como 173 yo quiero el mayor ACTITUD EQUIVOCADA: ACTITUD ACERTADA: tiempo, etc. de algo que te responsable soy yo, no los demás. z ha sucedido. La suerte es para el que la demás todo le viene llovido trabaja. Cuanto más hagas por del cielo. alcanzarla más fácil será obtenerla. Vá re 3. No tengo suerte. A los suerte es creada ns o La por los lo acontecimientos no es algo vivo .A que elige a quien aliarse y a quien .A no. ¡Yo soy el mayor responsable M de como discurra mi vida!. Tu tienes seguramente una que quiera, tengo que hacer amplia parcela de libertad para eso o lo otro porque me lo tomar tus propias decisiones. No mandan debes excusarte en tus deberes ud Vi ta l. 4. No soy libre de hacer lo ct it para con los demás y si tienes realmente esos deberes haz lo que Tu A te dicen, pero sin renunciar totalmente a tu libertad. 5. Yo me limito a hacer mi Seguramente tienes un amplio trabajo y basta. Hago lo margen para mostrar tu iniciativa. que me dicen y nada más. Tú eres responsable de tu vida y 174 ACTITUD EQUIVOCADA: ACTITUD ACERTADA: No tengo por qué mostrar seguro que en tu trabajo o estudios iniciativa, mi cargo no me valoran lo exige. interés. Sólo si realmente lo exigen responsabilidad e z esa Vá re las circunstancias o los que tienen poder sobre ti podrás excusarte de puedo aunque Sería me hacerlo. beneficioso ¿Pierdo para algo mí por gustaría y sería bueno para intentarlo?. Haré lo que elija hacer mí. Pero soy incapaz de .A hacerlo, no lo rindo, .A 6. Me ns o tu autoresponsabilidad. M realmente bueno para mí. l. hacerlo, ya lo harán otros, basándome en lo que yo crea ta o quizás lo haga mañana. ¿Me compensa el esfuerzo de para mí hacer eso, pero... intentarlo?. ¡Sí!, está claro que me ¿no sería mejor hacer esto compensa, entonces ¡haré lo que ct it ud Vi 7. Postergación: sería bueno me conviene hacer!. No lo dejaré pero después de hacer esto para mañana si lo puedo hacer Tu A otro antes?. ¡Sí!, lo haré, otro; aunque, ¿y si lo dejo hoy. Quizás mañana no pueda para mañana?. Bueno, hoy hacerlo. Y si ahora tengo alguna tampoco muy otra cosa que hacer seguro que animado, ¿por qué no lo podré hacer hoy mismo las dos estoy 175 ACTITUD EQUIVOCADA: ACTITUD ACERTADA: dejo para pasado mañana?. cosas a la vez (a no ser que me Hoy produzca tarde y, para además, poder demasiado agobio, es naturalmente). Y si no soy capaz hacer de hacer las dos cosas de todas z cansado demasiado formas haré la ayer?. convenga hacer. que más me ns o nada, ¡debí haber actuado Vá re estoy Yo soy responsable de mi lo 8. Que sean los demás los que vida y si se trata de algo que me .A den la cara. .A afecta seguro que tendré algo que M decir al respecto. asunto. Yo soy el responsable de mi Pediré vida. Puedo pedir consejo a los consejo a mi padre. ¡Qué demás, pero soy yo el que decide. decida él lo mejor para ¡Nadie decidirá por mí!. Y si tengo mí!. poca ta este ct it ud Vi en l. 9. Yo tengo poca experiencia experiencia adquiriendo. ¿Qué ya la puede iré pasar Tu A realmente si fracaso?. 10. He enfadado a esa He actuado mal con respecto persona, la estoy haciendo a esa persona, ¡intentaré reparar el sufrir. daño!. Pero ella es la responsable de su vida y si no quiere perdonar 176 ACTITUD EQUIVOCADA: ACTITUD ACERTADA: o si prefiere seguir sufriendo es su decisión. Tú sólo eres culpable de z lo que has hecho y no de la actitud Vá re exagerada de la otra persona ni de que se lo tome a la tremenda. Ellos me cabrean. Me Tú eres el ns o 11. verdadero responsable de como te sientas. hacen sufrir. Eres tú el que se enfada. Y si no .A lo enfado por su culpa. Me qué has de .A tienen razón ¿por M sentirte mal, si no es cierto?. Y si ta l. tienen razón, ¿puedes hacer algo Vi algo, ¡pues lo haces! y si no ct it ud puedes hacer nada pues acepta tus Esta limitaciones e intenta ser feliz de todas formas. persona debe Yo creo que a esa persona le hacer esto y esto otro. Mi conviene hacer esto o aquello, pero hijo obedecerme ellos son los responsables de su demasiado vida, ellos deciden. Yo les puedo Tu A 12. para remediarlo?. Si puedes hacer debe siempre. Es joven para decidir por sí 177 aconsejar, pero la decisión les ACTITUD EQUIVOCADA: ACTITUD ACERTADA: mismo. corresponde a ellos. Si decido yo por esas personas estoy jóvenes obstaculizando En estoy alcanzar lugar de su ordenar ns o madurez. les Vá re muy z limitándoles su libertad y si son a cambiarla. intentar Voy a aconsejarla que haga Debo las cosas así, pero la decisión le .A Voy .A 13. lo prueba a convencer. y no como actúa l. así pertenece ta normalmente. Vi ya he Ella es la verdadera responsable de su vida, debe ser como elija ser. Debo hecho ¿Para que dejar para mañana suficiente, mañana seguiré. cosas que puedo hacer ahora?. ud Hoy ella. aceptarla tal y como es. ct it 14. a M convencerla para que actúe ¿Realmente me resulta tan costoso luego. hacerlo ahora?. ¿Es importante que A Ya tengo bastante, seguiré Tu lo haga?. Pues, si me conviene, ¡lo haré ahora!. 15. Como a él le gusta Yo soy responsable de mi dirigir y mandar pues que vida y tengo siempre algo que 178 ACTITUD EQUIVOCADA: la decir en lo que me afecte. Y si decisión. Como él se me ha somos un grupo será mejor que adelantado haremos lo que actuemos él quiera. dejarnos llevar por una persona. Estoy constipado, tengo sueño. mal. Dejaré me siento mal; pero ¿realmente no lo puedo para hacer ahora?, ¿no tendré mañana esto a .A algo más importante que hacer?. ti mismo aburrido, viendo la Puedes decirte: ¡no tengo por .A descubres qué seguir aburriéndome!, ¡tengo mucho que disfrutar!. ¡Sólo yo la vida sin disfrutarla. Te puedo hacer algo para cambiar esta ves situación!, con sueño, Vi apático, ta l. televisión y dejando pasar ¡yo soy mayor feliz. No eres capaz de Después puedes intentar encontrar ud responsable ct it de el bajo de moral. No eres actividades sentirme que así!. hacer lo que sabes que te otras podría hacer feliz porque ofrecerte mayores satisfacciones. A Tu que M Te mayoría Es cierto que me encuentro cuando esté mejor. 17. por z tome Vá re quien ns o 16. él lo sea ACTITUD ACERTADA: no tienes presente en tu Busca cerebro que puedes hacer ilusionen y, después, ponte manos para ser feliz. Te sientes a vacío y sin ilusión. Esperas conseguirlas. que suceda “algo” que te 179 la motivaciones puedan obra para que te intentar ACTITUD EQUIVOCADA: ACTITUD ACERTADA: que suceda “algo” que te ns o EJERCICIOS Y TÉCNICAS Vá re z saque del aburrimiento. lo El fundamento de los siguientes ejercicios es superar aquellos hábitos .A propios tanto de pensamiento como de conducta que difieran de lo que tú en tu .A interior crees bueno (es decir: de tu escala de valores) y, por lo tanto, se trata M de evitar aquellos hábitos que suponen un obstáculo para que “seas tú l. mismo”. Los hábitos son difíciles de eliminar: en primer lugar porque ta suprimirlos requiere un elevado nivel de atención e incluso de sacrificio y, en Vi segundo lugar, porque a menudo, constituyen una fuente de placer pese a su ud naturaleza perjudicial. A pesar de estas dificultades existen una serie de ct it técnicas que pueden ayudarte a evitar los más nocivos: A a) Asocia mentalmente el hábito a todo lo negativo que lleva consigo (por Tu ejemplo: si eres muy desordenado asócialo con falta de limpieza, imposibilidad de encontrar las cosas, ineficiencia, etc.), pero si, por el contrario, pretendes establecer en tu comportamiento un nuevo hábito saludable asócialo a todo lo positivo que lleva conexo (por ejemplo: si quieres acostumbrarte a utilizar un lenguaje más culto asócialo a 180 inteligencia, habilidad social, etc.). Al utilizar esta técnica terminarás conectando tu hábito nocivo con sus cualidades negativas de tal manera que acabarás aborreciéndolo y si lo que pretendes es instaurar un hábito positivo conseguirás que te resulte agradable. No Vá re z olvides que las cosas te parecen buenas o malas dependiendo, en buena parte, de tu juicio sobre ellas y no sólo de su bondad o maldad intrínseca (aunque esto no implica calificar como bueno lo que en ns o realidad es malo pues estarías autoengañándote). lo b) Prémiate a ti mismo cada vez que consigas superar tus hábitos. Por .A ejemplo, si te gusta algo determinado, como una chuchería o un .A helado, reserva su degustación para aquellos momentos en los cuales M te demuestres a ti mismo que has logrado vencer tu hábito de fumar l. después de comer. La finalidad de esta técnica es, también, que ta asocies psicológicamente la superación de tus hábitos con el placer. de los autocastigos) porque puedes terminar realizando ud aún Vi En todo caso no es recomendable abusar de estos premios (y menos ct it asociaciones mentales peligrosas y equivocadas. Veamos un ejemplo que ilustre lo descrito: supongamos que tu hábito (imaginemos sexual) A te produce placer y que tras un gran esfuerzo eres capaz de Tu abandonarlo, si como consecuencia de tu renuncia decides premiarte, tu subconsciente puede terminar asociando placer a castigo o dolor y renuncia a premio y dar lugar a conductas masoquistas si en un momento determinado la cuestión se te escapa de las manos o si la repites demasiado. Todo esto constituiría, naturalmente, un caso 181 límite, pero no imposible (muchos niños sufren graves traumas causados por castigos y premios excesivos). c) A tus hábitos les acompañan a menudo una serie de ideas z equivocadas. Por ejemplo: si acostumbras a viajar demasiado deprisa pensamientos como ¡este tipo me quiere Vá re con tu coche es posible que acompañes dicha conducta con adelantar, me está exactamente esas palabras es posible ns o hostigando!, ¡no me dejaré!. Aunque en tu cerebro no aparezcan que lo pienses semi- lo incoscientemente sin que apenas te des cuenta y como resultado tengas .A esa actitud equivocada. La solución para este tipo de hábitos consiste .A simplemente en: 1º darse cuenta de que estás pensando de forma M equivocada, es decir, prestar atención a ese tipo de pensamientos, 2º l. tratar de eliminar ese pensamiento, 3º cambiar dicho pensamiento por ta uno más acertado como por ejemplo: ¡bueno!, pues si me quiere Tu A ct it ud Vi adelantar, ¡pues que adelante!, es su problema. 182 C a p í t ul o 7 ns o Vá re z Perfeccionismo, debes y deberías lo No hay nada más natural que el deseo de hacer bien las cosas. Es lógico .A que deseemos hacer las cosas lo mejor posible y que todo a nuestro alrededor .A se adecue a nuestra imagen mental de “como deben ser las cosas”. Queremos M que el mundo sea de una forma determinada, queremos que la gente viva más l. en armonía, que no nos mientan continuamente, que no mueran los seres ta queridos o que no caigan enfermos. Nos gusta que haga calor, pero no Vi demasiado, o que todos los días sean soleados. A otros les gusta la lluvia y el ud olor atierra mojada. Nos gustaría que los demás y nosotros mismos fuésemos maravillosos, simpáticos, que nunca fuese necesario levantar la voz ni discutir. ct it Y, sin embargo, la gente es a menudo antipática, llueve cuando no queremos A que llueva y, en definitiva, las cosas no son como deseamos. Y es que el Tu mundo, las demás personas y nosotros mismos somos imperfectos. No siempre nos salen las cosas a nuestro gusto. La realidad nos demuestra que la perfección apenas existe sino en algunas ocasiones concretas, y hemos de asumirlo. Debemos intentar hacer las cosas bien, ¡naturalmente!, pero también debemos procurar no convertir ese deseo natural en una necesidad ineludible. El mundo es diverso y tan complejo que resulta la mayoría de las veces impredecible y en dicha característica reside precisamente su atractivo. Si siempre sucediesen las mismas cosas la vida resultaría monótona y aburrida. Cuando hacemos algo no sabemos como nos va a salir, el planificar lo que Vá re z vamos a hacer no nos asegura el éxito, simplemente nos lo facilita y nos crea ilusión. Por lo tanto, cuando forjamos una imagen ideal de cómo debemos ser nosotros y el mundo se hace preciso asumir previamente la posibilidad de que ns o la realidad no se corresponda exactamente con nuestros deseos y hemos de estimar que eso es bueno porque esa imprevisibilidad hace nuestra vida más .A lo variada y, por lo tanto, más rica. Planifiquemos, imaginemos un futuro, pero .A no seamos tan rígidos con nosotros mismos y con los demás: aceptemos la M posibilidad de que las cosas no sean como deseamos. l. Cuando somos niños los mayores nos explican como deben ser las cosas ta y si no las hacemos como ellos quieren nos critican y nosotros nos sentimos Vi mal. Nuestro deseo de hacer bien las cosas se va desarrollando hasta llegar a la ud hipertrofia: nuestros deseos perfeccionistas superan lo racional. Al lado de este ct it componente de aprendizaje el ser humano lleva en sí mismo, desde su nacimiento, el deseo de hacer bien las cosas y de ser perfecto. Este deseo A innato nos lleva a esforzarnos por hacer las cosas bien y a superarnos Tu asegurando nuestra supervivencia. De tus deseos ultraperfeccionistas se derivan diversas actitudes equivocadas que dan lugar a todo tipo de fenómenos autofrustrantes como sentimientos de fracaso (por no conseguir lo que deseas), déficid de autoestima, sentimientos de culpa y de inferioridad, miedo al fracaso y a lo 184 desconocido e incluso una baja resistencia a la frustración (lo cual significa que ante un suceso poco negativo pueden asaltarte sentimientos exagerados de fracaso). z El problema del deseo de perfección consiste en la dificultad, y casi Vá re imposibilidad, de conseguir su completa satisfacción y la consecuencia de dicha imposibilidad es la frustración ante las imperfecciones del mundo, ns o consistiendo su manifestación más exterior en actitudes excesivamente críticas ante las cosas y en la queja. Tras la persona quejica o criticona suele lo esconderse un perfeccionista y, también, un elevado grado de frustración (de .A hecho todos tenemos algún grado de frustración, aunque nos cueste .A reconocerlo). En todo caso, sentirse frustrado no implica ser un frustrado y es M conveniente que descubras y admitas dichas frustraciones por muy escondidas ta l. que estén para así poder luchar más eficazmente contra ellas. ud Vi LAS FASES DEL FENÓMENO PERFECCIONISTA ct it El fenómeno perfeccionista se produce en dos etapas: Tu A A- NORMAS Y DEBERES: Tienes una imagen de cómo deben ser las cosas, piensas: “esto debe ser así”. Es lógico que tengas una imagen personal de cómo te gustaría que fuesen las cosas, pero antes has de admitir que las cosas pueden ser muy distintas a como tú las imaginas. El problema surge cuando tus convicciones son demasiado rígidas y te cuesta demasiado admitir los acontecimientos que 185 traicionan esos “debes” o normas. Observa los siguientes ejemplos: ¡la gente no debe gritar!, ¡siempre se puede razonar sin necesidad de elevar la voz!. Aunque estas afirmaciones tienen una base lógica no podemos hacer de ellas ley ya que los demás tienen absoluta libertad para manifestarse como prefieran Vá re z y nosotros hemos de aceptar dicha realidad. Nuestros “debes” o criterios han de ser suficientemente flexibles como para admitir su incumplimiento sin que nos suponga ningún tipo de trauma, lo cual implica que, a su vez, nuestra ns o escala de valores ha de estar dotada de esa misma flexibilidad. .A lo B- VALORACIÓN: crees bueno, es decir, a tus parámetros o convicciones. Dicho M tú .A Supongamos que sobreviene un acontecimiento que no se adapta a lo que acontecimiento puede consistir en una vulneración de tus normas o deberes o ta l. en un sentimiento de fracaso al no haber alcanzado tus expectativas. El Vi resultado es una valoración negativa del suceso: continuando con el ejemplo anterior, si una persona de tu entorno comienza a elevar excesivamente la voz ud tu inmediatamente pensarás que esa persona no tiene por qué gritar y tendrás ct it sentimientos negativos hacia ella. Tu juicio respecto al comportamiento de esa persona será negativo y si se acumulan varias valoraciones en este mismo A sentido con respecto a ese mismo individuo puedes terminar aborreciéndole Tu (aunque este sentimiento de aborrecimiento puede ser sólo momentáneo, sobre todo si se trata de un ser querido). Si en lugar de tratarse de un convencimiento tan inocente como el descrito (las personas no deben gritar) tu convicción se refiere a temas de más empaque como, por ejemplo, la violencia callejera, temas religiosos, el aborto, etc., tus sentimientos negativos con 186 respecto a la persona que transgrede tus “normas” mentales pueden resultar mucho más fuertes. Por otro lado, si el infractor resultas ser tú mismo, está claro que la valoración negativa recaerá sobre ti con el consiguiente Vá re z menoscabo en tu autoestima. ns o CÓMO ENFRENTARSE AL PERFECCIONISMO Lo mejor es buscar una solución antes de que la actitud perfeccionista se .A lo produzca y podría consistir en: .A 1º Cuando te enfrentes a un problema debes de tener siempre presente la M posibilidad del fracaso y debes aceptarlo si se produce. ta l. 2º Convenceté de que la perfección absoluta es inalcanzable. Vi 3º Piensa en que es bueno que las cosas no sean perfectas. ud ¡Debes hacer de lo descrito en los tres puntos anteriores una actitud vital!. ct it Si el fracaso ya se ha producido, o si las cosas no han resultado como tú A querías y te descubres a ti mismo triste o desilusionado tendrías que: Tu 1º Aceptarlo: lo cual no significa que debas sentirte feliz ante el fracaso sino que debes ser consciente de la realidad. 2º Pregúntate: ¿es para tanto?. ¿es algo tan horrible?. Y, al intentar responder a estas cuestiones, seguramente te darás cuenta que tu fracaso no es 187 tan importante. 3º Considera que el haber fracasado no significa que tú seas un fracasado ya que tú eres una persona completa y no solo una de tus partes. Vá re z 4º Repara el daño, pero sólo si es posible y si merece la pena el esfuerzo. ns o 5º Aprende para la siguiente ocasión. .A lo EL GRADO DE PERFECCIONISMO .A ¿Hasta dónde debe llegar tu esfuerzo por hacer las cosas bien?. La M siguiente frase te puede mostrar el límite: ¡intentaré hacer las cosas bien sólo si el sacrificio para conseguirlo no supera los posibles beneficios que pueda ta l. obtener!. Dentro de esos sacrificios no sólo cabe valorar tu esfuerzo físico y Vi mental sino también esas otras actividades productivas que dejas de atender. En consecuencia, no debes preocuparte por las menudencias si al hacerlo estás ud dejando de lado otros aspectos más importantes como el simple hecho de ct it disfrutar de la vida. Céntrate en intentar hacer bien esas cosas que realmente valoras: hazlas, aunque temas no hacerlas bien. Tu perfeccionismo no debe A suponer un límite que implique renunciar a hacer lo que quieres hacer. Haz lo Tu que deseas y si fracasas asúmelo, remédialo si es posible y si el esfuerzo merece la pena. Aprende para la próxima ocasión y busca otro nuevo objetivo a conquistar. El poseer unos criterios demasiados rígidos, es decir: el tener unos 188 conceptos de “cómo deben ser las cosas” demasiado inflexibles, es consecuencia de una escala de valores que no reconoce suficientemente lo complicado de la vida y la cantidad de situaciones impredecibles con las que z nos podemos encontrar. Vá re Creamos normas de actuación y eso es bueno, lo malo es que la realidad (uno de los parámetros más importantes y la mayoría de las veces ineludible) ns o nos demuestra de continuo nuestra falta de control de las situaciones a las que nos hemos de enfrentar. Las normas inflexibles son, por lo tanto, ilógicas. lo Nuestra escala de parámetros ha de valorar esa naturaleza mutable de las .A cosas, ha de ser flexible y adaptarse a la realidad cambiante. Lo que puede .A estar mal hecho un día puede resultar bien echo al día siguiente o por lo menos M algo mejor que el día anterior. En las situaciones a las que nos tenemos que l. enfrentar cada día siempre hay varias soluciones y, aunque unas sean mejores ta que otras lo positivo no es encontrar la mejor solución sino una que sea buena. Vi Así si, por ejemplo, dudamos entre estudiar una carrera o presentarnos a unas ud oposiciones seguramente que en el momento de tomar la decisión, y ct it posiblemente después, resulten buenas cualquiera de las dos alternativas; aunque pasado el tiempo se demuestre que una solución era mejor que la otra. A Como no siempre vamos a tener unos criterios lo suficientemente fiables Tu como para que nos aseguren la infalibilidad, no resulta lógico que busquemos una actuación perfecta, bastará con intentar ajustarnos lo más posible a nuestros propios parámetros; aunque a veces no equivoquemos en nuestra elección. 189 Hay que establecer una diferencia entre el “deber ser” o el “tengo que”, (que suponen una necesidad ineludible, rígida y atenazante), y el “deseo ser”, el “deseo que” o el “me gustaría que” los cuales evidencian unos deseos, unas metas hacia las cuales dirigir tus esfuerzos. Efectivamente, si tú te dices a ti Vá re z mismo que debes ser el mejor en tu trabajo o estudios te estarás obligando a un esfuerzo y disminuirás tu propia libertad al imponerte dicha obligación. Si, por el contrario, piensas algo así como: “me gustaría ser el mejor estudiante de mi ns o clase”, te estarás marcando una meta y tu esfuerzo será más llevadero, estarás persiguiendo un deseo, algo que te producirá placer y felicidad y no te estarás .A lo obligando a conseguirlo. Por lo tanto, conviene erradicar en lo posible las .A necesidades (ya que necesidades reales hay bien pocas) y en su lugar M plantearte deseos y metas. Vi ta l. PERSIGUIENDO LA JUSTICIA ud Muy similar al deseo de perfección es el deseo de justicia. También en el deseo de justicia subyacen unos deberes y normas que resultan en principio ct it positivos, pero que no lo son tanto si sobrepasan el dictado de la realidad. El A mundo es como es y las personas son como son, debemos asumirlo y a partir Tu de ahí intentar mejorar las cosas, pero no podemos malgastar nuestra vida en combates que aparte de imposibles sólo nos acarrean disgustos. Las posibles consecuencias de un exacerbado deseo de justicia irían desde pequeños rencores hasta enconados deseos de venganza, ambos igualmente improductivos. La venganza sólo motiva venganza, y más se consigue con un 190 halago, o mejor con un buen trato hacia los demás, que con el intento de imponer el respeto por medio de la violencia verbal o el miedo. Lucha por mejorar las cosas que no te gustan, pero si tus sacrificios z sobrepasan el posible beneficio que puedas conseguir habrá llegado el Vá re momento de plantearte otros objetivos (rendirse a tiempo a menudo implica hacer menos grave tu derrota). .A lo ns o FUNCIONAMIENTO DEL PERFECCIONISMO Y FELICIDAD .A A veces en tu deseo de conseguir cosas, en tu ansia por conseguir tus M metas puedes olvidarte de ser feliz, es decir: estás postergando tu lucha por conseguir la felicidad. En concreto, y referido al perfeccionismo, es posible ta l. que postergues tu felicidad hasta conseguir la completa consecución de tus Vi objetivos: ¡hasta que no sea todo perfecto y hasta que yo sea perfecto no podré ser feliz!. Has de ser capaz de sentirte bien en la imperfección, y si no eres ct it ud capaz ten por seguro que nunca conseguirás alcanzar la felicidad. Según Albert Ellis el funcionamiento del perfeccionismo sería el Tu A siguiente: 1º. Yo debo ser perfecto: A) Tengo que hacerlo bien. B) No me gusta no haber hecho lo que debo hacer. C) No aguanto haber hecho mal esto D) Soy un inútil por no hacer lo que tengo que hacer. 2º Ellos deben ser perfectos: A) Ellos deben actuar bien. Ellos me deben 191 tratar bien. B) No me gusta que me traten así. Ellos actúan mal. C) No aguanto que me traten así, no permitiré que actúen así. D) Son odiosos por tratarme de esta manera, me resultan insoportables por no actuar bien. z 3º El mundo debe ser perfecto: A) El mundo y lo que me rodea debe ser Vá re bueno. Mi vida debe transcurrir como a mí me gusta. B) No me gusta que el mundo no sea como a mí me gusta. C) No puedo soportar que la vida y el ns o mundo sea tan mala. D) La vida y el mundo son horribles. lo Estos tres grupos de frases se refieren a lo tres posibles ámbitos .A destinatarios de tus exigencias de perfección: tú mismo, los demás y el mundo .A que te rodea. Dentro de cada grupo el proceso nace desde una determinada M idea de cómo deben ser las cosas hasta terminar calificando el suceso imperfecto como algo exageradamente negativo. Naturalmente que, como ya ta l. hemos tenido ocasión de explicar en otros capítulos, este proceso no se Vi produce en nuestro cerebro con estas mismas palabras sino que nuestra mente ud actúa como si pensásemos así. A ct it PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES: Tu A continuación presentamos, como en anteriores capítulos, un listado de actitudes equivocadas (en este caso perfeccionistas) y las actitudes acertadas con las cuales combatirlas. 192 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA Yo deseo que........ 2. Yo debería............. Sería deseable que......... 3. Tengo que........ Intentaré hacerlo. 4. Yo debo ser así. Me gustaría ser así. 5. Los demás deben ser así. Desearía ns o Vá re z 1. Yo debo........... los demás lo que .A fuesen como a mí me gusta. Me gustaría que el mundo .A 6. El mundo debe ser así. l. M fuese como yo quiero. ta 7. Yo debo hacer las cosas bien, y Vi he de ser perfecto. si no lo consigo seguiré ud intentando mejorar en otras cosas. 8. Ellos deben actuar bien, deben ct it Intentaré hacer las cosas bien, Me gustaría que ellos ser perfectos. Ellos deben ser actuasen bien, pero son dueños de buenos sin su vida y pueden actuar libremente manifestárselo a esas personas, sin que yo deba enfadarme por sus y Tu A (íntimamente les estás comporten exigiendo como tu que se juzgas bueno). 193 errores. ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA 9. El mundo y mi vida deben bien, deben ser cosas buenas y sus cosas malas y debemos aceptarlo así porque en z perfectos, sin frustraciones Vá re transcurrir El mundo es como es, con sus eso no va a cambiar. No me gusta haber actuado No he actuado bien y lo ns o 10. acepto. La próxima vez intentaré inútil!. actuar mejor. .A lo mal, no lo aguanto, ¡soy un Ellos no han actuado bien, .A Me disgusta como han su forma de actuar. Son pero es su responsabilidad: yo M actuado ellos, no soporto ta l. horribles (no te gusta su Vi comportamiento y por eso los juzgas mal y los calificas de poco puedo hacer. Los acepto con sus errores y si me molestan intentaré llegar a un acuerdo con ellos. ud forma negativa). ct it No me gustan las cosas que del mundo, intentaré cambiarlas, pasan en el mundo. No soporto pero A 12. No me gustan algunas cosas como es con sus cosas buenas y Tu estas cosas. El mundo y la vida son horribles (calificas al mundo en su totalidad como horrible simplemente porque hay algunas cosas que no te 194 antes aceptaré sus cosas malas. el mundo ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA Esto debe ser hecho así. Hay una forma hacerlo, determinada existe una Hay muchas formas de hacer de las cosas. Y, aunque haya unos norma caminos mejores que otros para conseguir tus estará mal hecho . importante lo establecida y si no lo hago así ns o 13. Vá re z gustan en él). propósitos es lo intentar .A conseguirlos. Y si no lo consigues Debo hacer esto. Intentaré hacer esto. Elijo hacer esto. Deseo hacer esto. Vi ta l. 14. M .A busca otro objetivo; ¡la vida sigue!. Necesito esto...... 16. Necesito hacerlo bien. Me gustaría esto. Me gustaría ct it hacerlo bien. Debería haber hecho esto. Hubiera A 17. Deseo esto... ud 15. Tu esto, 18. la sido próxima bueno vez hacer intentaré hacerlo de esta otra forma. Debo destacar por encima de Intentaré hacer las cosas bien, los demás. Voy a ser mejor que pero no por quedar por encima de 195 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA éste. Voy a hacerlo mejor que nadie. Yo soy quien soy y ni soy él. mejor ni peor que nadie. Cada uno preocuparme hacer bien las de intentar Vá re debo z es responsable de su vida y sólo cosas que me He fracasado, no lo he ¿Realmente había una forma lo 19. ns o corresponden hacer a mí. mejor de hacerlo?. Y si es así y .A conseguido. resulta que no he actuado como me He cometido un error. .A 20. M hubiese gustado no por ello soy un ta l. fracasado como persona completa. Vi el fallo cometido, y si no es ud posible intentaré hacerlo mejor en la próxima ocasión. Mi fracaso me ct it ofrece la oportunidad de aprender, A pero ahora intentaré este nuevo objetivo y disfrutaré tratando de Tu 21. Acepto mi error e intentaré reparar alcanzarlo. ¿Cuál es la forma correcta de actuar ahora? Actuaré siguiendo, en lo posible, mis propios parámetros, e intentaré disfrutar y si no consigo 196 ACTITUD EQUIVOCADA 22. ACTITUD ACERTADA intentaré disfrutar y si no consigo ¿Estará bien hecho así?. ¿Y mis propósitos, buscaré otros y si lo hago mal? z también intentaré disfrutar en su No necesito experiencia para lo he hecho nunca. No tengo hacer la mayoría de las cosas experiencia suficiente. satisfactoriamente. El fracaso me ns o Como voy ha hacerlo si no la .A ofrecerá lo 23. Vá re persecución. y progresar. de Intentaré .A aprender oportunidad M hacerlo lo mejor posible, pero si no por no seguido Ellos creen que esta he ct it norma. haber Vi Me critican o me regañan ud 24. ta l. lo consigo por lo menos aprenderé actuado mal. del error. Tú eres el responsable de tu vida: debes guiarte por tus parámetros y criterios. Y si en un momento determinado te percatas A de que has actuado mal, lo más Tu probable es que poco puedas hacer ya. Intenta hacerlo mejor para la próxima ocasión 25. No soporto esta norma. ¡La 197 Esta norma va contra mis ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA destruiré!. Todos se comportan principios. Trataré de eludirla en lo así y yo no puedo soportarlo. posible. Pero si su transgresión me consecuencias demasiado z trae que seguirla, y si no la sigo de buen grado las ns o aceptaré Vá re negativas no tendré más remedio No ha estado mal, pero debe Ha estado .A 26. lo consecuencias. disfrutaré de mi triunfo. La .A estar mejor. estupendamente, M próxima vez seguro que sale mejor Quiero hacer esto, pero me ta 27. l. todavía. he Vi supone un duro esfuerzo. Para conseguir lo que quiero de esforzarme. Sólo me ud esforzaré si el hipotético beneficio ct it futuro posibilidades realmente de tiene producirse y Tu A supera el esfuerzo por conseguirlo. 28. Esto no es justo, ¡es horrible!. Acepto lo sucedido, pero intentaré cambiarlo. Y si no hay posibilidad de triunfo no lucharé 198 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA en vano. He hecho muy bien esto y Me ha salido todo bien salvo ha salido a medias: esto y por lo tanto he tenido éxito. Vá re aquello, pero esto otro sólo me he La venganza no sirve para esto, así que yo les voy ha hacer nada y sólo crea más venganza. esto otro. Intentaré lo han hecho hacerme respetar .A Venganza: me ns o fracasado. 30. z 29. con .A todas las armas a mi alcance, pero Creo que esta persona sufre ser como es así que Vi por ta 31. l. M la venganza es un último recurso. persona sufre por ser como es. Si realmente es preciso puedo aconsejarla que cambie. Pero la decisión ct it cambie. ud intentaré convencerla para que Desde mi punto de vista esta de cambio es A responsabilidad suya. ¿Por qué me tratan mal?. Ellos son los responsables de ¿Por qué no me tratan bien?. su comportamiento. Me esforzaré Deben tratarme como a mí me por conseguir un trato justo, pero gusta. no me vengare (intentaré evitar Tu 32. cualquier sentimiento negativo en 199 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA cualquier sentimiento negativo en Intentaré ser yo mismo. Me producirles guiaré por mis propios criterios. Debo ser Escucharé a los demás, pero luego simpático, mostrarme divertido. haré lo que yo crea, en mi interior, Debo demostrar mi cultura y mi que debo hacer. ¿Y si no resulto facilidad de He de simpático?, ¡no pasa nada!, ¡no quedar bien ante ellos. Debo tengo por qué serlo!, ¿quién dice demostrar mi inteligencia. Debo palabra. espontáneo. Debo contar que l. ser impresión. ns o buena debo que lo interesan personas .A las Vá re me .A A Vi entre Debo los demás. ud sobresalir conmigo. ta chistes para que los demás se diviertan Debo ser alguien especial. ct it haber los demás, pero no dejaré de ser yo mismo sólo por complacerles y ganarme su aprecio. Además, la al final siempre es descubierto. ocurrido. ¡Es horrible que haya ocurrido!. 35. Intentaré comportarme lo mejor posible con falso Esto no debe ocurrir, esto no debiera serlo?. gente prefiere lo autentico y el A Tu 34. deba M 33. z mí). No me gusta lo ocurrido. Me gustaría que no hubiera ocurrido, pero debo aceptarlo. Debo mirar a la gente a los 200 ¿Qué importa si miro al otro a ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA ojos y no desviar la mirada. Si los ojos, al entrecejo, o a la boca?. miro a la gente a los ojos y le Lo hago disminuido ante nadie y esto se la mirada me es no sentirte z desviar importante consigue confiando en uno mismo Vá re habré impuesto sobre ellos. y no mirando a la gente a los ojos. otro donde sin miro. preocuparme por Además, otra lo del ns o Centraré mi mirada en toda la cara la .A persona puede sentirse incomoda someterla sólo enemigo, o Hace 40 º C o llueve o te ud 36. Vi ta l. M .A ante mí y en lugar de conseguir conseguiré alguien que un se encuentre incomodo conmigo. Esto no me gusta, pero intentaré ser lo más feliz posible ¡me siento muy deprimido!. dentro de lo que las circunstancias ct it duele la tripa. ¡esto es horrible!, Tu A me lo permitan. 201 Tu ud ct it A l. ta Vi ns o lo .A .A M Vá re z C a p í t ul o 8 ns o Vá re z Tus relaciones con los demás. .A .A lo EL ORIGEN DEL DESEO DE APROBACIÓN AJENA M Desde su nacimiento el ser humano se pone en relación con los demás y sobre todo cuando es niño necesita de otras personas para subsistir. Su padres normalmente velan por nosotros proporcionándonos Vi Nuestros ta l. relación con sus padres en ese primer estadio de su vida es de dependencia. alimentos y, generalmente, educación. Esa situación de dependencia unida a ud un deseo natural del niño de recibir cariño por parte de los que le rodean ct it origina en la mayoría de los chavales un cierto deseo de aprobación y de agradar a los demás. A veces, ese mismo deseo de agradar puede verse A contrariado produciendo entonces exactamente el efecto contrario, es decir: si Tu el niño es rechazado y no encuentra suficiente cariño o atención en los que les rodean puede transformar su inicial deseo de agradar en una actitud de rebeldía. Dos pueden ser las razones por las que los niños precisan de esa aprobación: en primer lugar nos encontramos con esa necesidad lógica que tiene el bebé de ser alimentado y cuidado por los demás lo cual se traduce en la correspondiente necesidad de aprobación, y en segundo lugar, es posible que los seres humanos al ser animales sociales tengamos genéticamente esa necesidad de ser amados por los demás, constituyendo, por lo tanto, una Vá re z manifestación evolutiva (el mejor adaptado sería el más hábil provocando aprobación). Sea como fuere, y dejando de lado cualquier teoría, el hecho ns o constatable es que el ser humano desea ser querido y aprobado por los demás. A medida que el ser humano va convirtiéndose en adulto su dependencia lo de los demás se hace cada vez menor. El adulto ya no necesita de los demás, .A sino que simplemente desea su aprobación. Cuanto menor es esa necesidad de .A aprobación más independiente se hace esa persona y, por lo tanto, más l. M responsable de su propia vida y más adulto. Vi ta INDEPENDENCIA, PERO NO EGOÍSMO ud Pero ser independiente o ser adulto no implica que los demás no existan ct it para nosotros ni que su opinión no cuente. Tampoco significa que ignoremos a los demás ni que sus sentimientos no nos preocupen. Ser adulto, ser A independiente significa ser responsable de tu vida, implica estar resuelto a Tu guiarte por tus propios parámetros y no por los ajenos. En conclusión: ser adulto no significa ser egoísta sino más bien todo lo contrario. De hecho ser egoísta es ir contra lo que nos demuestra la realidad: por muy solitarios que seamos siempre habrá otras personas a nuestro alrededor, personas también responsables de su vida y realmente independientes por mucho que les 204 queramos manipular. Hemos de respetar las parcelas de independencia de nuestros semejantes y tratar de llevar una convivencia lo más gratificante posible para ambas partes, debemos ser generosos y respetar la independencia de los demás si queremos mantener con ellos una relación satisfactoria. En Vá re z conclusión: el egoísmo excesivo constituye un obstáculo para una vida feliz. Para apoyar la tesis descrita de la necesidad de respeto hacia los demás y aparte de razonamientos morales y éticos ns o de lo negativo que puede resultar para nosotros mismos las posturas egoístas podemos utilizar también .A lo argumentos de tipo más racional e incluso egoísta como: .A 1º Según tratemos a los demás así nos tratarán ellos: si tratas mal a los M demás ellos te trataran mal a ti; más se consigue con un elogio que con una amenaza. Si infringes un trato desagradable a las personas más cercanas es ta l. prácticamente seguro que tu relación con ellas sufrirá, más tarde o más Vi temprano, un serio deterioro. ud 2º Es difícil inspirar respeto por medio del miedo, lo más probable es que ct it la otra persona se revele en cuanto pueda contra nosotros. El respeto ajeno no se consigue por la utilización de la violencia física o verbal sino cuando A demuestras a los demás que eres digno de consideración. Es mucho más Tu agradable y productivo conseguir el cariño de la gente que su temor u odio. 3º Si pretendes obtener una cierta consideración social y que la gente te respete y te quiera será conveniente que te ganes el mayor numero de aliados posible. La persona más insignificante puede infringirte algún daño si se empeña; no menosprecies nunca a nadie. 205 De las consideraciones anteriores se desprende que el contar con el afecto de los demás es siempre positivo para conseguir que tu desenvolvimiento social sea lo más satisfactorio posible. Nosotros no estamos de acuerdo con las afirmaciones de ciertos libros de autoayuda en los cuales se aconseja una Vá re z especie de menosprecio de la opinión ajena, expresable en la frase: ¡tu opinión es la única que importa! (nosotros preferimos la frase: ¡tu opinión es la más importante!); tampoco vemos productiva esa actitud defendida por algunos ns o autores que parece contraponer el amor a uno mismo con respecto a tu generosidad con los demás. Algunas frases como las siguientes: ¡coge lo que primero por ti mismo!, Etc., sólo esconden una actitud .A ¡preocúpate .A lo deseas!, ¡has de mirar por ti mismo, ya que si no lo haces nadie mirada por ti!, M desconfiada con respecto a los demás, y una forma beligerante de ver las relaciones humanas según la cual parece existir una constante batalla entre tú ta l. y los que te rodean. Vi Por un lado parece conveniente intentar una buena convivencia con los ud demás y a la vez también es deseable que te rijas por tus propios parámetros. ct it Ambos conceptos parecen contrapuestos ¿donde estará el límite entre tu deseo de agradar a los demás y tu independencia?. A En principio tu deseo de éxito social no es incompatible, ni mucho menos, Tu con tu necesidad de ser dueño de tu propio destino. Si sacrificas tus propios deseos para satisfacer los de los demás o si te esfuerzas por ayudar a alguien, seguramente, lo estarás haciendo por tu propia voluntad, será una decisión tuya y, en consecuencia, habrás seguido tus propios parámetros. 206 En otras ocasiones tus criterios pueden entrar en contradicción con respecto a la forma de pensar de los que te rodean y entonces te verás obligado a elegir entre hacer lo que tú crees bueno o en actuar como los demás te demandan. La siguiente frase describe el punto de equilibrio entre estos dos Vá re z parámetros y te ayudará a tomar la decisión acertada: sacrificaré mis propios criterios sólo cuando el beneficio que pueda obtener (según mi punto de vista) sea de mayor entidad que mi renuncia. Esta frase te muestra el límite hasta el ns o cual puedes sacrificar tus propias opiniones y valores: tu cesión no puede ser mayor que el valor del aprecio ajeno obtenido. Es decir: busca la aprobación .A lo ajena, pero no sacrifiques demasiado tus propios valores. Pongamos un .A ejemplo: imagina que tus amigos o amigas son fumadores o les gusta tomar M bebidas alcohólicas para pasarlo bien y tú, sin embargo, no te sientes atraído por semejantes actividades, en semejante tesitura puede suceder que tus ta l. amigos critiquen tu actitud o incluso que te hagan sentir poco integrado en el Vi grupo al no seguir sus costumbres, en tal caso, te verás obligado a elegir entre ser mejor aceptado en tu grupo o seguir tus propios criterios. Si valoras en ud demasía la opinión ajena terminarás dependiendo de ella a la hora de tomar tus ct it decisiones en lugar de guiarte por tus propios parámetros y, en consecuencia, sacrificarás tu personalidad sin llegar a comportarte nunca como un ser Tu A verdaderamente adulto. Las siguientes frases te muestran algunos criterios a tener en cuenta cuando tu independencia se ve enfrentada a la opinión de los demás: a) Seguiré los criterios ajenos con preferencia a los propios sólo si me resultan mejores que los míos. 207 b) Atenderé los razonamientos ajenos siempre que mis propios parámetros no se opongan a ellos. c) Escucharé a los demás, pero las decisiones que me afecten a mí trataré z de tomarlas yo. Sin embargo, si es una cuestión que afecta a más Vá re personas expresaré mi opinión cediendo si la mayoría manifiesta una opinión contraria. ns o d) Si sigues los criterios ajenos a pesar de ser contrarios a los tuyos con el lo fin de ganarte el aprecio de los demás lo más probable es que termines .A consiguiendo desprecio (ellos te encontrarán falto de personalidad). .A En cuanto a la obtención de aprobación debes tener en cuenta dos M cuestiones: primero, que nunca vas a conseguir la aprobación de todo el l. mundo ya que lo que a ti te parece correcto a la otra persona le puede parecer ta incorrecto y, por lo tanto, siempre habrá alguien que no acepte tu forma de Vi actuar. En segundo lugar, debes tener presente que nunca vas a obtener la total ud aprobación de los que te rodean por muy buenas relaciones que tengas con ct it ellos. De estas dos características se desprende que tu persecución de aprobación puede resultar, a menudo, totalmente inútil, cualidad esta a tener A en cuenta cuando tomes tus decisiones. Es decir: el esfuerzo por obtener el Tu aprecio ajeno no siempre puede verse recompensado, lo cual disminuye su valor como parámetro ya que tu sacrificio de otros valores para satisfacer dicho deseo puede no verse en absoluto recompensado. RESPETO: 208 Debes intentar hacerte respetar, pero no a toda costa sino sólo cuando tu libertad de elección se esté viendo seriamente amenazada. Tú eres el verdadero responsable de tu vida y quien debe elegir cómo encauzarla. Cuando alguien se entromete en tus decisiones y pretende desviarte de tu Vá re z camino sin demostrarte que su alternativa sea más eficaz que la tuya debes declararle tu intención de no desviarte del itinerario trazado. Hacerse respetar consiste precisamente en eso: en demostrar a los demás que si tomas una nada te va a desviar de tu decisión sin ns o determinación una razón verdaderamente válida. Por lo tanto, debes hacer respetar tus decisiones y ésa .A lo es la clase de respeto que realmente te interesa y no ese otro tipo, el .A conseguido por medio de la agresividad, más parecido al miedo que a otra M cosa. Vi ta l. EL ELOGIO: ud Más se consigue con un elogio que con una crítica. Si mantienes una actitud positiva frente a los demás, si eres capaz de elogiarles cuando hagan ct it las cosas bien y de disculparles tanto exteriormente como en tu interior si A hacen las cosas mal, seguramente estarás facilitando que tu relación con esas Tu personas funcione satisfactoriamente. La crítica, aun cuando, a veces, tenga un punto de verdad suele ser negativa para las relaciones: con ella poco se consigue de constructivo y sólo constituye una vía para manifestar tu frustración porque la otra persona no actúa como tú quieres. Efectivamente, la crítica, a menudo, no es una actitud franca, sino que tras su aparente 209 sinceridad suele ocultar deseos manipulativos, pequeñas venganzas, deseos de controlar la vida del otro, etc. Si has de criticar algo a una persona, sobre todo si es una persona Vá re que está bien, de lo positivo y luego introduce esa crítica. z cercana, intenta acompañar dicha crítica con un halago: primero háblales de lo Sin embargo, el elogio excesivo y los halagos repetidos no tardan en ns o perder su eficacia ni en cultivar la desconfianza del destinatario y, por otro lo lado, también pueden ser reflejo de un exacerbado deseo de aprobación. Debes .A calibrar todos estos aspectos para evitar el “abuso del elogio”. l. M .A PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN ta En nuestras relaciones con los demás utilizamos como medios de Vi comunicación fundamentalmente el habla y el gesto. Aunque dichos medios ud son muy útiles no están exentos de limitaciones que les impiden ser totalmente ct it infalibles a la hora de comunicar nuestros pensamientos. De hecho, a menudo, nosotros mismos provocamos dichas deficiencias porque precisamente lo que Tu A pretendemos es no comunicar lo que estamos pensando. Uno de los más importantes obstáculos para que esa comunicación sea suficientemente eficaz es la mentira. Mentimos por muy diversas causas y, aunque la mentira es un componente perjudicial para nuestras relaciones con los demás está tan extendida en nuestra sociedad que a veces no podemos eludir su aplicación. Efectivamente, las normas sociales, la sensibilidad de la 210 gente, etc. nos exige a menudo mentir. El engaño, por su parte, constituye un tipo de mentira cualificado que normalmente persigue la obtención de algún tipo de beneficio ya sea material o espiritual. Tanto la mentira como el engaño generan diversos problemas a quien las utiliza en exceso: los demás dejan de Vá re z confiar en ti, haces daño, te creas enemigos, actúas en contra de tus parámetros e incluso puedes terminar creyéndote tus propias mentiras. podemos encontrarlo en lo que podríamos ns o Otro obstáculo para el mantenimiento de una comunicación satisfactoria denominar “lectura de lo pensamiento”. Consiste dicho fenómeno en la pretensión constante de intentar .A saber lo que la otra persona piensa. Esta pretensión es claramente imposible, .A pero si analizas tu comunicación con los demás, sobre todo con las personas M allegadas, te darás cuenta que la utilizas constantemente y si no lee el l. siguiente ejemplo (lo que piensa cada personaje aparece en cursiva y entre ta paréntesis y, como siempre, no reflejan el pensamiento exacto sino la actitud o Vi el sentimiento que esconden): ct it ignora). ud John: María, te has olvidado de planchar mi camisa (esta mujer me A María: se me ha olvidado. ¡Tengo muchas cosas que hacer!. (este hombre Tu cree que soy una inútil y no hace más que exigirme, si no me cree maravillosa es que no me quiere). John: tú eres la responsable de la casa y si no te gusta ponte a trabajar (he de conseguir que trabaje más porque si no tendré que hacerlo yo y no tengo tiempo: John intenta crear un sentimiento de culpa en su mujer para conseguir 211 ,lo que pretende). María: si no fuese porque tengo que cuidar a los niños lo haría. (este tipo es injusto sabe que si no trabajo es por los niños sólo quiere hacerme sufrir, Vá re z ¡como siempre!: María cree saber lo que pretende su marido). En esta escena de la vida cotidiana de una pareja podemos contemplar como los dos personajes, en primer lugar, no dicen lo que realmente están ns o pensando y que, además, se dedican a intentar leer el pensamiento del otro y a lo imaginar sus intenciones. Aunque, a veces podemos acertar con nuestra .A lectura lo cierto es que muy a menudo fracasamos y nos imaginamos cosas .A inciertas, lo cual puede originar comportamientos belicosos y discusiones sin M base real l. Otra fuente de problemas en tus relaciones resulta de la etiquetación (¡tú ta eres un jeta!). Cuando etiquetas a una persona cometes dos errores: en primer Vi lugar, nadie responde totalmente a las etiquetas que les ponemos y nos pueden ud sorprender en cualquier momento demostrándonos nuestra equivocación. En ct it segundo lugar, a nadie le gusta que le etiqueten, sobre todo si dicha etiqueta es negativa y, además, si la persona en cuestión se da cuenta de lo que pensamos Tu A habremos ganado un enemigo. La crítica, aunque sea veraz, constituye otra posible causa de tensión con los demás, como tendremos ocasión de ver en el capítulo siguiente al cual nos remitimos para su estudio. Por otro lado, el pensamiento absolutista o perfeccionista encuentra 212 también un importante campo de cultivo en nuestras relaciones con los demás. Dicho pensamiento absolutista puede manifestarse de diferentes formas: a) Generalizando un aspecto negativo de un acontecimiento determinado z y considerando a raíz de él todo el suceso como negativo. Se escoge Vá re sólo lo negativo de lo sucedido y se desdeña lo positivo: acabo de cometer un error, todo se ha ido al garete, ¡ todo lo he hecho mal!. ns o b) Exigiendo que todo lo acontecido sea perfecto y calificándolo como lo negativo si no lo es. Lo estaba haciendo muy bien, pero he cometido .A este pequeño error y todo lo anterior a quedado invalidado. He .A fracasado por completo, ¡ha sido un desastre!. M c) Exagerando excesivamente o lo positivo de un acontecimiento o lo l. negativo dependiendo de el estado de ánimo del sujeto, y extrayendo a ta causa de dicha actitud unas consecuencias equivocadas: ¡esto es lo Vi peor que me ha sucedido en mi vida!. ud d) Estableciendo para los demás y para ti mismo un deber de ct it comportamiento determinado (debes y deberías) de tal manera que cuando cualquier persona no actúa según dicho comportamiento Tu A calificamos su conducta negativamente. ¡mira!, acaba de meter la pata, ¡todo lo hace mal!. Observa esta conversación de ejemplo: María: ¡mira donde has dejado las zapatillas!. (él debe ayudarme, debe 213 dejar las cosas en su sitio). John: ¡no tienes por qué echarme continuamente la bronca!. Tengo prisa y si me ando con esas tonterías llegaré tarde al trabajo. Vá re z María: claro, tú llegas tarde y no eres capaz de hacer las cosas como Dios manda y me dejas todo a mí, ¡como siempre!. (sólo busca excusas, él tiene que hacer las cosas bien y, aunque ahora no puede hacerlo, le enseñaré para ns o un futuro). lo En el ejemplo anterior podemos encontrar otro de los problemas .A habituales en las relaciones interpersonales: el deseo de enseñar a los demás .A como deben comportarse. Ya hemos visto que todos tenemos una imagen de persona determinada no se comporta como nosotros juzgamos l. una M cuál es el comportamiento adecuado para cada situación, pues bien, cuando ta conveniente inmediatamente nos surge el deseo de enseñarle la conducta Vi correcta. Para enseñar a la otra persona utilizaremos todo tipo de artimañas: ud les criticaremos su comportamiento, les intentaremos hacer sentir culpables, ct it etc. Todas estas medidas van encaminadas disimuladamente a controlar a la otra persona y conseguir que se comporte como nosotros deseamos, con lo A cual estaremos imponiendo a ese individuo un comportamiento con el que Tu quizás esa persona, en su interior, no está de acuerdo. Hemos de permitir que los demás tomen sus propias decisiones y sólo es lícita nuestra intervención si su comportamiento nos es realmente perjudicial. Algunos de los problemas de comunicación descritos serán tratados en el siguiente capítulo donde, además, se estudiarán diversos métodos para 214 los problemas más comunes en tus relaciones Tu A ct it ud Vi ta l. M .A .A lo ns o Vá re z solucionar 215 Tu ud ct it A l. ta Vi ns o lo .A .A M Vá re z C a p í t ul o 9 z Los manipuladores y tus problemas con los lo ns o Vá re demás. M .A .A MANIPULACIÓN Y PERSONAS MOLESTAS: l. Manipulación es toda actividad encaminada a que las otras personas sigan ta nuestros criterios en lugar de los suyos propios; es intentar influir en las Vi decisiones y en los sentimientos ajenos. Manipulamos a los demás para que se ud comporten como nosotros queremos, para poder servirnos de ellos, para salir beneficiados nosotros mismos, para bromear a su costa, también por hábito o ct it por rencor e, incluso, para no ser manipulados. Manipulamos a los demás cuando insistimos para que hagan tal cosa o tal otra a pesar de que ellos no A quieren hacerlo. Manipulamos a los demás si les criticamos algo y les decimos Tu que es por su bien cuando en realidad es por el nuestro, es decir: les criticamos porque su actividad nos molesta o porque pretendemos sacar un beneficio si actúan como nosotros les pedimos. Otras veces escondemos nuestras manipulaciones tras la apariencia de consejos, críticas o indiferencia. Efectivamente, a veces nos mostramos indiferentes ante una persona precisamente para llamar su atención o para vengarnos de su propia indiferencia. La manipulación normalmente se manifiesta en una absoluta falta de sinceridad: si nos molesta algo de otra persona se lo criticamos, pero no exponiendo el motivo real de nuestro enojo, Vá re z sino mostrándolo como un defecto de la otra persona, como algo que ella debe cambiar por sí misma. Intentamos despertar su lado egoísta o perfeccionista en ns o lugar de manifestarle que su forma de actuar nos molesta. Tres serían los componentes característicos de la manipulación: uno de lo ellos el deseo de que los demás se comporten como nosotros queremos (es el .A motivo), el otro sería la utilización de diferentes medios para conseguir este .A propósito que tienen en común la falta de sinceridad (es la forma de M materializarse dicha manipulación) y por último vemos como la manipulación ta Vi deterioro de la relación. l. trae consigo más manipulación como respuesta, el resultado puede ser un Es posible que lo expuesto en estas líneas pueda parecerte algo oscuro, ud pero comprenderás mejor en qué consiste la manipulación según vayas ct it avanzando en la lectura de este capítulo. A Deseamos triunfar en la vida, quedar bien ante los demás, etc., y para Tu conseguirlo utilizamos todo tipo de armas: hablamos bien de nosotros mismos, intentamos demostrar nuestra amplia cultura o lo mucho que sabemos de deportes, contamos sosas de nosotros mismos en las cuales aparecemos casi como héroes. Otras veces intentamos quedar por encima de los demás, nos hacemos respetar recurriendo incluso a amenazas o a un vocabulario violento 218 para que teman nuestras respuestas y, a menudo, manipulamos a los demás para que hagan lo que queremos: pedimos a nuestra madre que nos adelante la paga del fin de semana o regañamos a nuestro hijo para que nos obedezca y para ello nos valemos de todo tipo de tretas (les hacemos sentir culpables, por Vá re z ejemplo) con tal de salirnos con la nuestra. Muchas veces no somos sinceros y, por ejemplo, intentamos quedar bien aparentando ser humildes cuando en el fondo nos creemos lo mejor que ha nacido en el mundo. La mayoría de estas ns o manipulaciones no tienen importancia y hemos de aceptar su existencia. Sin embargo, a veces, nuestras manipulaciones pueden volverse contra nosotros .A lo mismos y rápidamente la otra parte comienza a jugar el mismo juego: si tú .A criticas a tu madre porque no te da la misma paga que las demás madres M proporcionan a tus amigos ella utilizará también la culpabilización para echarte en cara, por ejemplo, que ella y tu padre se tiran todo el día trabajando ta l. y que están pasando una mala racha y que encima tú eres incapaz de Vi comprenderlo. En consecuencia: la manipulación tiene como resultado más manipulación, como falta de sinceridad, tiene su más clara ct it La ud manipulación dando lugar a un juego interminable y absurdo. manifestación en nuestras relaciones de pareja o con nuestra familia. ¡Cuantas A veces estamos pensando que esa persona está actuando mal gritando más de la Tu cuenta y, en lugar de hacérselo ver, preferimos utilizar ciertas tretas como hacernos pasar por sordos, ponernos a cantar o simplemente burlarnos de ella!. Pero todo lo descrito no implica una necesidad ineludible de erradicar la manipulación de nuestras vidas, pues ésta sería una labor prácticamente imposible. Hemos de aceptar la existencia de actitudes manipulativas; pero, a 219 su vez, debemos evitar que nuestras relaciones con los demás se deterioren por culpa de un exceso de manipulación. Existe una amplia diversidad de arquetipos de personas manipulativas y z molestas y cada una de esas personas merecerá un trato diferente; así, por Vá re ejemplo, podremos encontrar: quejicas, pelmazos, burlones, polemistas, criticones, discutidores, mentirosos, culpabilizadores, violentos, bravucones, ns o coaccionadores, resentidos, consejeros, iracundos, borrachos, etc. lo Aunque tú eres el verdadero responsable de tus sentimientos y, si te .A empeñas, puedes controlarlos a pesar de lo que digan o hagan estos .A manipuladores, lo cierto es que ejercer este tipo de control no es una labor M fácil y conlleva un elevado grado de esfuerzo y atención, por eso es muy positivo tener a mano una serie de técnicas que te posibiliten afrontar a estos ta l. individuos molestos de forma efectiva. Vi Cuando te enfrentas, por ejemplo, a una persona violenta y fuera de sus ud casillas es probable que no tengas de antemano una idea clara de como ct it encararla y, aunque intentes convencerte a ti mismo de que la actuación de esa persona no te afecta interiormente lo cierto es que si dicha persona termina A propinándote un puñetazo y te deja “groggy” todos tus intentos de persuadirte Tu se irán al “carajo” y seguramente terminarás afectado por su actuación, de ahí la conveniencia de tener previamente meditadas unas pautas a seguir ante la aparición de determinadas personas. A continuación te vamos a ofrecer una serie de técnicas que te ayudaran a afrontar con éxito a estas personas y después veremos una serie de ejemplos prácticos que te servirán para hacerte 220 una idea de cómo se utilizan las diferentes técnicas. Además, también podrás utilizar estas técnicas cuando te enfrentes a actitudes similares a las descritas, pero provenientes de personas más allegadas y queridas ya que la mayoría de las acciones manipulativas apuntadas proceden, en realidad de los individuos Vá re z más cercanos a ti. 1).TÉCNICAS GENERALES (estas técnicas se pueden utilizar ante ns o cualquier tipo de manipulación): lo A). Mantenerse erguido y acercarte a la otra persona: esta técnica .A consiste en mantener cierta actitud física hacia la otra persona. Cuando te .A mantienes en una postura erguida en primer lugar pareces más grande, lo cual M ya es de por sí una ventaja, y, en segundo lugar, demuestras a la otra persona l. que no eres fácil de amedrentar. Existen en el mercado multitud de libros que ta tratan del lenguaje corporal cuya lectura podría resultarte muy interesante para Vi ilustrar esta técnica. ud B). Sonrisa o en su defecto una actitud exterior positiva. La risa y el ct it buen humor pueden constituir unas muy eficaces herramientas para desarmar a los insidiosos. Sin embargo, no hay por qué forzar la sonrisa ni reír si A realmente no tienes ganas; no hay nada más estúpido que una sonrisa forzada. Tu Sería interesante que tratases de ampliar tu arsenal gesticular. Muchas veces comunica más un gesto que mil palabras. D). Relajación interior y exterior: control. Esta técnica consiste en intentar controlarte ante esa persona molesta. No debes perder los nervios ni 221 entrar en el juego del otro, sino todo lo contrario: debes mantener la cabeza fría y ser inteligente. Muchas veces te habrás descubierto a ti mismo envuelto en discusiones vanas con las que nada resuelves, habrás perdido el tiempo en una actuación que lo único que puede reportarte es enfadarte con la otra Vá re z persona, a la que seguramente aprecias, ¡y sólo por no salir perdedor en la discusión!. Controla tu ira y compórtate lo más inteligentemente posible. ns o E). Manténte firme en tu convencimiento de no dejarte manipular, de no permitir que los demás, a través de su comportamiento manipulador, dirijan lo tu vida; ¡tú eres el dueño de tus propias decisiones!. A veces y sólo a veces, .A esta actitud de firmeza puede traducirse en hacer lo contrario de lo que tu .A manipulador pretende (si pretenden enfadarte lo mejor es intentar mantener la M calma). Esto no equivale, ni mucho menos, a mantener constantemente una l. postura rebelde ni a mostrar una actitud de no escucha frente a los demás, muy pero si sus razones no son realmente muy Vi pretendan manipularnos, ta al contrario: debemos escuchar a los demás, incluso en el caso de que ud convincentes habrás de seguir tus propios criterios. Sólo si es preciso y estás ct it convencido de su necesidad, sería lógico tomar exactamente la resolución contraria a la exigida por tu manipulador. Con esta actitud de firmeza los A demás caerán pronto en la cuenta de que la crítica o la culpabilización no les Tu son útiles para manipularte y al final estas conductas desaparecerán. F). Búsqueda de acuerdo o compromiso: es el verdadero objetivo a alcanzar frente al manipulador de turno. Debes encontrar una vía de acuerdo para librarte de tu manipulador, pero dejándole una salida honrosa con lo cual evitarás el deterioro de tu relación con él. Naturalmente, ambas partes habrán 222 de ceder en sus posturas para conseguir ese acuerdo. Por lo tanto, no temas ceder, el orgullo muchas veces es un impedimento para conseguir la felicidad. Debes ser comprensivo con la otra persona y ser capaz de ponerte en su lugar, así conseguirás entenderlo mejor y hacer más fácil ese acuerdo. Pero tu Vá re z renuncia para llegar a ese compromiso nunca debe sobrepasar al valor total de este. ns o 2). TÉCNICAS COMUNICATIVAS: (son diversas técnicas utilizables para casos concretos y específicos y, por lo tanto, pueden no .A lo resultar las más convenientes para otros). .A A). Aceptar la posibilidad: esta técnica se utiliza principalmente cuando M la otra persona emplea críticas o culpabilizaciones de dudoso fundamento. l. Imagínate que critican tu forma demasiado alta de hablar y, sin embargo, tú no ta estás de acuerdo con dicha afirmación. Puedes responder: ¡es posible!, ¡puede Vi ser!. Se trata de un reconocimiento sincero que debe estar exento de ud agresividad, no debe utilizarse en el sentido de ignorar a la otra persona, o pasar de ella. Por lo tanto, esta técnica consiste en el mantenimiento de una ct it actitud de escucha, pero mostrando una postura que exteriorice que la crítica no afecta a tu autoestima: ¡tú te valoras a pesar de tus defectos!. Los A beneficios que puedes obtener con este tipo de respuesta pueden ser: 1) Quizás Tu evites una improductiva discusión en la cual quedarías abocado a tomar una actitud defensiva seguramente poco provechosa para ti. 2) El eludir la discusión te facilita la relación con esa persona favoreciendo un posible acuerdo o llegar a un entendimiento con ella. 3) Demuestras a la otra persona 223 que su crítica no te preocupa ni afecta a tu autoestima con lo cual si pretendía manipularte, vengarse o quedar por encima de ti habrás frustrado su intento y, además, seguramente utilizará cada vez menos dicha arma al darse cuenta de su ineficacia. Pero, y a pesar de lo expuesto, lo cierto es que la mayoría de Vá re z nosotros estamos tan acostumbrados a usar la crítica y otros instrumentos similares en nuestras conversaciones que por mucho que lo intentemos siempre habrá intentos manipulativos. 4) También te demuestras a ti mismo ns o que tus defectos o errores no son tan importantes, y que los puedes aceptar sin que ello suponga una devaluación en tu autoestima. 5) El aceptar la .A lo posibilidad constituye una respuesta sincera ya que realmente no sabes si la .A otra persona tiene razón o no, ni tampoco si está utilizando la crítica de forma M espontanea o esconde algún tipo de venganza o manipulación. l. B) Aserción negativa: consiste en la aceptación de críticas que tú mismo ta consideras veraces. Una crítica te afecta especialmente cuando refleja alguna Vi imperfección en tu persona. La clave para aceptar las críticas consiste en ud llegar a la intima convicción de que las admites y no sólo en aceptar de ct it palabra su autenticidad. Esta técnica es muy similar a la primera y, en general vale la mayoría de lo expuesto en la anterior técnica. Las siguientes frases A resultan muy apropiadas para desarrollar esta técnica: ¡es cierto!, ¡por Tu supuesto!, ¡es verdad!. C) Indagar la veracidad de la crítica. Esta técnica puede utilizarse cuando la otra persona insiste en su crítica, por ejemplo, al darse cuenta de que tú no te sientes demasiado preocupado por su opinión. También puedes emplear esta técnica cuando la otra persona te acusa de algo que resulta 224 dudoso. Sería una técnica subsidiaria de las dos anteriores. Las frases características de esta técnica serían: ¿por qué dices eso?, ¿estás seguro?, ¿y no lo somos todos?, ¿seguro que lo hago mal?, y tú ¿cómo lo harías?. Esta técnica no resulta tan efectiva cuando se trata de varias personas reunidas o Vá re z cuando la otra persona simplemente pretende bromear a tu costa. Como puedes observar la mayoría de las frases a utilizar son interrogativas porque el fundamento de esta técnica consiste en indagar sobre los razonamientos que ns o han llevado a esa persona a expresarte su crítica. Con esta pesquisa pretendemos: 1º. Descubrir si realmente estás cometiendo errores y, por lo .A lo tanto, si eres merecedor de esa crítica. Una vez persuadido de tus errores .A podrás intentar ponerlos remedio (si lo crees preciso, naturalmente). 2º) Cabe M la posibilidad de que tú no estés cometiendo ningún error resultando equivocada la otra persona. Al verse obligado a responder a tus preguntas la ta l. otra persona descubrirá su error por sí misma y tú también te asegurarás de no Vi haberlo cometido (¡atención!, poco positivo habría en que tú, a tu vez, le “restregases” al otro sus fallos por la cara). 3º) Puede ocurrir también que la ud otra persona esté utilizando la crítica como arma con algún fin (quizás ct it pretenda vengarse de ti o llamar tu atención porque últimamente no le haces caso) y al preguntarle sobre sus razones para criticarte el mismo puede A descubrir el verdadero fundamento de su crítica con lo cual terminará Tu abandonando su actitud más tarde o más temprano. Por otro lado, esta técnica te permitirá percatarte de su intento manipulador y, tomar las medidas que creas más oportunas; aunque, desde luego, lo mejor sería no tomárselo demasiado en cuenta. 225 D). Decir lo que piensas, sincerarte, pero de forma educada. Esta técnica consiste en exponer lo que realmente piensas del asunto en cuestión, dejando las cosas claras, explicando tu postura y tus intenciones. Otras veces puede consistir en descubrir cuales son las verdaderas motivaciones de las otra Vá re z persona y hacérselas ver (Ejemplo: ¡tú lo que quieres es que te ayude!). Cuando utilices esta técnica no has de mostrarte irritado sino todo lo contrario: se desprenda que los ataques ajenos no te afectan. ns o has de mantener un tono cercano a la broma, mostrando una actitud de la cual lo Esta técnica, por llamarla de alguna manera, puede resultarte, en .A ocasiones, penosa de utilizar ya que, en general, la mayoría de nosotros .A tememos parecer débiles ante los demás si decimos lo que pensamos. Así, por M ejemplo, si una persona nos está haciendo una broma pesada el hecho de l. decírselo a la cara puede parecernos una demostración de debilidad pues con ta ello tememos demostrar al otro que sus puyas han surtido efecto lo cual nos Vi dejaría en una posición de inferioridad y podría provocar nuevos ataques. En ud estos casos es más fácil tomar la determinación de responder con lo mismo al ct it otro. Pero si cuando eres criticado o cuando la otra persona te gasta bromas pesadas o cuando te “pinchan” para sacarte de tus casillas entras en el juego y A respondes con esas mismas armas puedes verte envuelto en una especie de Tu competición sin sentido cuya única finalidad suele consistir en averiguar cuál de los contendientes es capaz de sobrepasar al otro en sus críticas o mofas. Y, sin embargo, es muy probable que tú no tengas ganas de bromear ni de discutir y en ese caso tu manipulador estará consiguiendo su objetivo: estará influyendo en tus sentimientos y pensamientos, estará consiguiendo que actúes 226 como él quiere y no como tú quieres. En tales casos debes evitar ser agresivo y comportarte lo más educadamente posible; pero, a la vez, debes mostrarte firme y contundente en tu actitud y actuar en consecuencia (una acción vale z por mil palabras). Vá re Ser sincero y decir lo que realmente piensas es mostrar exteriormente lo que eres interiormente y, por lo tanto, si evitas ser franco con los demás ns o estarás, en el fondo, demostrando una absurda reserva a mostrarte como eres: estarás dudando de ti mismo. Ejemplos de frases relativas a esta técnica lo podrían ser: ¡me estás molestando!, ¡lo que dices es falso!, ¡todos tenemos .A nuestros defectos!, ¡tú a veces también fracasas!, ¡no me gusta tu forma de M .A comportarte!, ¡basta ya!, ¡no te pases tío!, ¡no te hagas el gracioso!, etc. Una de las principales utilidades de esta técnica es que puedes dejar al En segundo lugar, como ya apuntamos l. tu adversario. ta descubierto a Vi anteriormente, evita que te enredes en discusiones o juegos verbales poco productivos o que, simplemente, no te apetecen. En tercer lugar al no entrar en ud el juego ajeno probablemente la otra persona tomará una aptitud menos ct it manipulativa y, seguramente, terminará respetándote más. Por último, la cualidad de ser sincero puede enriquecer mucho tus relaciones con las A personas que te rodean, las hará mucho más profundas y seguramente te Tu ganarás un mayor aprecio ajeno. Siendo sincero demuestras que no tienes miedo a la realidad, que no precisas huir de ella con mentiras y, además, ganas verosimilitud ante los demás. Pero, naturalmente, la sinceridad tiene un límite: debes intentar reducir al mínimo el daño que puedas hacer con tus afirmaciones. 227 E). Quitarle importancia al asunto: frases características de esta técnica serían: ¡venga!, ¡tranquilo!, ¡no te preocupes!, ¡cálmate!, ¡bah eso no es nada!, ¡tómatelo con calma!, ¡no hay tanta prisa!. Esta técnica resulta especialmente eficaz frente a personas que te exigen respuestas urgentes, que están nerviosas, Vá re z etc. F). No darse por enterado: esta técnica consiste precisamente en no ns o hacer nada, en seguir atendiendo tus asuntos como si nada sucediese. Es adecuada para afrontar a personas que intentan llamar tu atención a toda costa, lo a personas que te vienen con urgencias si éstas no son tales, a bromistas que se .A ponen pesados, etc. Es una forma de actuar que sólo debes de usar cuando la .A persona acuciada por la urgencia no parece responder a la técnica “di lo que M piensas” o si la otra persona sólo quiere hacerte víctima de tus bromas. ta l. G). ¡Tú eres el que se enfada!, ¡tú eres el que lo pasa mal!: estas frases Vi (del tipo “di lo que piensas”) son muy útiles cuando la otra persona pretende hacerte responsable de su negativo estado de ánimo. Con ellas le demuestras a ud esa persona que es ella la realmente responsable de su estado de ánimo. Son, ct it por lo tanto, muy eficaces frente a intentos culpabilizadores (como por ejemplo si tu madre te acusa de estar “quitándole la vida” de tanto como la A haces trabajar). El problema puede surgir si la otra persona se lo toma como Tu una agresión por lo cual debes utilizarlas con cuidado. H). Existen una serie de frasecitas en el “mercado” muy útiles para afrontar con éxito ciertas situaciones. Así, ante bromas pesadas o personas que se cachondean de ti puedes utilizar frases como: ¡qué mal bicho!, ¡eres un 228 cabronazo!, ¡qué cerdo!, etc. Para aquellas situaciones en las cuales la otra persona intenta intimidarte puedes usar una frasecita del tipo: ¡qué miedo me das!. z La utilización de estas expresiones ha de estar revestida del adecuado Vá re tono de broma para restarle una posible y perjudicial agresividad y, además, debes acompañarlas con una actitud de la cual se desprenda que la acción ns o ajena no te a molestado. Esta técnica puede terminar poniéndote en apuros si el otro es demasiado violento y tú de pequeño tamaño y, por lo tanto, debes .A lo utilizarla con prudencia. .A I). ¡Y a ti ¿qué te importa?. Frase esta, a utilizar cuando la otra persona M se pone muy pesada intentado indagar en tus cosas intimas. También es una frase agresiva que debemos utilizar con moderación y, en su lugar, ta l. seguramente puedes echar mano de un “di lo que piensas” mucho más Vi efectivo. ud J). Disco rayado: técnica muy útil para conseguir cosas que te interesan o ct it cuando la otra persona intenta desviar la conversación. Consiste en repetir una y otra vez tu pretensión: sí, claro, es cierto; pero...¡Me gustaría que me dijese A dónde me pueden sellar este documento!. Claro, pero ¿y dónde me lo pueden Tu sellar?, ¡por supuesto que sí!, pero ¿y el sello?. K). Desviar la conversación: esta técnica verbal se puede emplear cuando la conversación deriva hacia temas delicados o molestos. Has de ser hábil para conseguir que tu intento de cambiar de tema pase inadvertido. En caso de no dar resultado siempre puedes utilizar un “di lo que piensas” del tipo: ¡disculpa, 229 pero la verdad es que no tengo ningún deseo de hablar de eso!. Y si la persona insiste puedes emplear un “disco rayado” lo menos agresivo posible: pues lo siento, pero ¡no quiero hablar del tema!. ¡no! déjalo, no insistas, ¡por favor!. Vá re z 3). TÉCNICAS DE ATAQUE Y CONTRAATAQUE: Es posible que en alguna ocasión no te quede otro remedio que utilizar métodos más violentos para librarte de esas personas molestas. Así que, ns o aunque te consideres una persona pacifica y no te gusten los enfrentamientos lo lo cierto es que a veces tu única salida consistirá en atacar físicamente o .A verbalmente a tu contrincante. .A A). Violencia física y verbal (insultos). Constituye un último recurso: M sólo has de usarlo cuando no te quede otro remedio y siempre que su l. utilización no te vaya a traer más consecuencias negativas que positivas. Así, ta por ejemplo, si la otra persona es mucho más corpulenta que tú quizás sea más Vi conveniente “salir por piernas” que enfrentarte a ella. Sin embargo, también te ud enfrentaras a situaciones en las cuales será preferible utilizar la violencia que ct it permitir continuas vejaciones. A B). Frases agresivas: ¡y a ti que coño te pasa!, ¡y tú que quieres!, ¿tienes Tu algún problema conmigo?, Etc. Estas frases junto con una actitud física adecuada (encarar al otro, acercarte a él físicamente, etc.) pueden amedrentar a tu adversario. C). Responder con lo mismo: consiste esta técnica en contestar a tu adversario con las mismas armas que él utiliza. Aunque, muchas veces es 230 precisamente eso lo que el manipulador pretende y te puede conducir a una escalada mutua de vejaciones e insultos, lo cierto es que las continuas manipulaciones y agresiones ajenas pueden llegar a resultarte insoportables y, entonces, no te quedará más remedio que utilizar esta técnica. Al hacer uso de Vá re z esta técnica debes en tener en cuenta dos cuestiones: A) Has de intentar superar al otro. Si no lo haces esta técnica perderá ns o efectividad ya que si tu adversario resulta vencedor más tarde o más lo temprano volverá a las andadas. .A B) Has de actuar de forma premeditada, estudiando a tu contrario, .A planeando el ataque y luego, cuando llegue el momento de actuar, M atacar sin contemplaciones, de forma casi “científica”, sin volverte ta l. atrás. Vi 4). PRÁCTICA DE LAS TÉCNICAS ANTIMANIPULATIVAS: ud A continuación vamos a describir una serie de situaciones que te van a servir de ejemplo de cómo se utilizan las técnicas descritas en los puntos ct it anteriores. En cada una de estas situaciones, tras describir la actuación del A manipulador, pasaremos a explicar cuál es la verdadera pretensión del mismo Tu y, a continuación, describiremos cuales son, por orden de eficacia, las actitudes más adecuadas para afrontar el intento manipulativo con éxito. Sería conveniente que utilizases alguna técnica de visualización de las descritas en capítulos anteriores y te imaginases enfrentado a las situaciones descritas a continuación: 231 1. Te ridiculizan ante los demás. El intento de ridiculizarte puede provenir de un único individuo, pero también puede proceder de la alianza de varias personas unidas con el fin de hacer más efectivo su ataque. Con esta actuación pueden pretender ganarse la aprobación de los demás, bromear a Vá re z tu costa, sentirse superiores a ti, vengarse, etc. El manipulador intenta crear en tu estado de ánimo sentimientos de inferioridad, de ridículo, de imperfección, de que los demás no te aprecian ni valoran o de que no te ns o respetan. En lugar de dejarte llevar por tales sentimientos: A) Si es una crítica realista: acéptala, al hacerlo demuestras a los demás que no te preocupa. B) .A lo Si es una crítica dudosa: acepta la posibilidad. C) Si insisten utiliza la técnica .A “di lo que piensas”, pero sin acritud sino en tono de broma: ¡anda M cachondéate de otro!, ¡eres muy gracioso a costa de los demás!, etc. D) No l. hacer caso. ta 2. Se burlan de ti de forma repetida y a la vez estúpida haciendo, por Vi ejemplo, imitaciones de ti, o empleando frases burlonas o utilizando un mote. ud Si estas personas toman por costumbre el cachondearse de ti (y has de tener ct it en cuenta que normalmente su principal fin es divertirse a tu costa) sólo les estarás haciendo el juego si terminas comportándote como ellos A “respondiendo con lo mismo” (a no ser que seas capaz de vencerles en su Tu propio terreno, cuestión bastante complicada ya que de momento tienen la ventaja de la iniciativa y, además, pude resultar especialmente complejo si son varias las personas a las que te enfrentas). La más lógica de las reacciones es no hacer caso, sobre todo si utilizan motes, pero si esta técnica no da resultado y las burlas continúan, puedes decir lo que piensas sobre él 232 (ha ser posible en tono de broma e intentando no ser demasiado agresivo): ¡vaya tío chorras que eres!, ¡no haces más que el payaso!, etc. 3. Te culpan a ti o a personas allegadas de cosas que no son verdad. z Dicha culpabilización puede basarse en algo que estás haciendo actualmente, Vá re en algún suceso pasado o en tu actitud o forma de comportarte; pero, en todo caso, nos referimos a acusaciones falsas. Pueden pretender que niegues la ns o acusación y te pongas a la defensiva o quizás todo lo contrario, es decir: que te enfades y te sientas mal (quieren fastidiarte). Tres pueden ser las técnicas lo para enfrentarse con éxito a este tipo de culpabilización: a) Indagar, .A preguntar a la otra persona para descubrir la veracidad o falsedad de sus .A acusaciones: cuando preguntas pasas de ocupar una posición pasiva a ser M quien tiene la iniciativa. Efectivamente, mientras preguntas ocupas la posición l. de inquisidor y, además, diriges la conversación. La otra persona se verá ta obligada a razonarte cuales son sus motivos para creerte culpable y ante tus Vi preguntas sentirá el peligro de que se descubran sus verdaderas intenciones ud (o descubrirá cuales eran éstas en realidad si no se había dado cuenta de lo ct it que el mismo pretendía), esta situación seguramente le resultará incomoda lo cual propiciará que abandone sus culpabilizaciones y que no vuelva a intentar A manipularte en un futuro. B) “Di lo que piensas”, que en este caso puede Tu consistir en hacer patente cuál es la verdadera motivación de la otra persona. El problema de esta última técnica es que puede resultar demasiado agresiva. 4. Te culpan de algo cierto, te critican. Lo que tus manipuladores esperan conseguir con esta acción puede ser muy variado, pero normalmente la culpabilización se utiliza para lograr que la persona culpable sienta la 233 necesidad de compensar su mala acción. Técnicas: 1) Debes reconocer el error. 2) Si la persona insiste puedes “decir lo que piensas”: ¡no es para tanto!. 2) Por último, intenta llegar a un acuerdo viable. z 5. Te culpan para conseguir que les ayudes en algo. Utilizan tus Vá re sentimientos de culpa para que les compenses ayudándoles: ¡mira!, por tu culpa se me ha derramado el café en estos folios, ¡pues ahora los vas a volver ns o a escribir tú!. Tu respuesta ante este tipo de manipulación, si en realidad no deseas ayudar porque, por ejemplo, no te crees realmente culpable, puede lo consistir desde un “no hacer caso”, hasta aceptar el error o culpa. Sin .A embargo, si quieres ayudar puedes “decir lo que piensas”: te voy a ayudar, M .A pero no porque me eches la culpa sino porque yo lo quiero así. 6. Te culpan con el fin de que realices una actividad que tú mismo, en el ta l. fondo, sientes la necesidad de afrontar. Veamos un ejemplo de este tipo de Vi actitud manipulativa: ¡me ha sentado mal la comida porque echas demasiada grasa!, ¡deberías hacer un cursillo para aprender a cocinar!. Estaríamos ante ud un caso muy similar al anterior y la respuesta podría ser un “di lo que ct it piensas” del tipo: lo haré, pero quiero que quede muy claro que si lo hago no A es precisamente por lo que me has dicho sino porque creo que debo hacerlo. Tu 7. Listillos. Te dicen: ¡de verdad no sabes eso!. Con esta frase y otras parecidas pretenden que te sientas inferior a ellos por no saber o no poder hacer algo que según ellos es muy sencillo. Aparte de calificarte como inferior consiguen quedar como superiores. Otro ejemplo: ¿qué? ¿te pesa mucho?, ¡anda, trae que no puedes con ello!. Cuando estos listillos le cogen el gusto a 234 la utilización de semejantes comportamientos puedes contrarrestarles utilizando algún “di lo que piensas” que les ponga en su sitio, pero utilizando a la vez la sorna o el "cachondeo": ¡ah! ¡pero mira que eres inteligente!, ¡lo haces muy bien, sí señor!, ¡eres tan inteligente!. Naturalmente, si la otra Vá re z persona no parece darse por enterada con esta técnica e insiste en seguir demostrando su inteligencia superior (y la tuya inferior) puedes dejar de lado la utilización del humor y usar unos ¡di lo que piensas! mucho más expeditivos ns o y directos como: ¡eres un fantasma!, ¡cada cosa de lo poco que sabes lo pasas lo bien por la cara. .A 8. Te insultan o te infieren un mal trato verbal. Con el insulto .A normalmente intentan dañarte, pretenden que te sientas mal o que te ofendas y M pierdas los nervios. Por lo tanto, tu actitud debe consistir precisamente en lo l. contrario de lo que pretenden y, en consecuencia, has de intentar mantener la ta calma. En segundo lugar cabe utilizar un “di lo que piensas” comunicando, Vi por ejemplo, a la otra persona que si tiene un problema contigo no ha de ud recurrir al insulto para contártelo. Por último, intenta llegar a un compromiso ct it viable con la otra persona. Y si estas técnicas no te funcionan quizás no te quede más remedio que “responder con lo mismo”. A 9. Te tratan sin respeto o con superioridad. Con esta actitud pueden Tu pretender bajarte los humos o hacerte sentir inferior para así dominarte. Respuestas más adecuadas: A) “Di lo que piensas” utilizando, por ejemplo, respuestas irónicas que demuestren a tus adversarios tu intención de no dejarte controlar o que ridiculicen su anhelo de superioridad: ¡ah que listo eres!. También puedes utilizar un “di lo que piensas más directo” como: ¡a 235 ver si cambias tu forma de tratar a la gente!, etc. Como es natural, en el empleo de esta técnica debes resultar lo menos agresivo posible. B) Si el trato irrespetuoso se convierte en costumbre o la otra persona no parece responder a tus intentos conciliadores utiliza un “responde con lo mismo” bien Vá re z planificado. 10. Te piden que hagas algo, pero de forma poco respetuosa. Situación ns o similar a la anterior en la cual pueden pretender, entre otros fines, no sólo tu colaboración sino dejar patente su superioridad sobre ti y su derecho a lo mandarte. Como respuesta natural podemos empezar por un “no hacer caso” .A con el cual dejemos clara nuestra total falta de disposición para cumplir sus .A exigencias, a no ser, naturalmente, que sus peticiones nos parezcan lógicas a M nosotros mismos. Después puedes echar mano a un “di lo que piensas” del ta l. tipo: ¡Lo haré!, pero...¡a ver si aprendes a tratar a la gente con educación!. Vi 11. Te exigen una actividad determinada que ellos mismos pueden afrontar o, cuando se ven abocados a realizar una tarea, pretenden quedarse ct it ud con la parte más agradable. “Di lo que piensas”. 12. Intentan intimidarte. Puedes utilizar un “di lo que piensas” que deje A al descubierto sus verdaderas motivaciones: ¡tú lo que quieres es que haga tal Tu cosa!. Además, puedes echar mano de frases del tipo ¡qué miedo! con la cual ridiculizas su intento y le demuestras que no estás dispuesto a dejarte amedrentar. Esta segunda técnica puede conducirte a un enfrentamiento si la otra persona es de naturaleza violenta por lo que no siempre es aconsejable. Un “no hagas caso” puede ser muy útil siempre que con tu actitud dejes claro 236 que no callas por temor, sino porque ignoras sus amenazas. Naturalmente, antes de utilizar cualquiera de estas técnicas, debes estudiar con qué tipo de persona te estás enfrentando ya que en caso de peligro real la mejor solución sería evitar el entrenamiento (al fin y al cabo es tu opinión la que realmente Vá re z importa y no la ajena), pero recuerda que muchas veces es preferible terminar con un ojo morado a permitir que una vez tras otra te hagan la vida imposible. ns o 13. Intentan colocarte una etiqueta o rol (te dicen, por ejemplo, que eres lo un vago): a) Admite la posibilidad. b) Di lo que piensas: ¡sólo lo soy a veces!. .A 14. Te comparan con alguien: ¡eres como Alberto!, ¡Pedro es mucho más .A listo que tú!. La solución consistiría en admitir la posibilidad o, en su defecto, M decir lo que piensas: ¡cada uno es como es!, ¡todos tenemos defectos y l. virtudes!, ¿qué es, realmente, ser más listo para ti?. ta 15. Te adjudican algún defecto: admite la posibilidad. Si la anterior Vi técnica no te produce el resultado apetecido utiliza un “di lo que piensas”: ud ¡nadie es perfecto!, ¡tú lo que pretendes es herirme!. ct it 16. Te llaman niño, chaval o emplean otros calificativos con los cuales pretenden hacerte sentir inmaduro o sentirse ellos mismos más maduros, A experimentados o superiores: 1) No hagas caso. 2) Si lo toman por costumbre Tu responde con lo mismo, es decir: trátalos igual que ellos a ti. 17. No hacen caso a lo que dices, te ignoran, prestan más atención a otros que a ti: 1) No hagas caso. 2) Si este comportamiento se convierte en habitual o si el asunto del que quieres tratar es importante para ti puedes 237 utilizar la técnica “disco rayado” elevando el volumen de tu voz hasta conseguir la atención que deseas. 18. Te cuentan mentiras, fantasías o chorreadas que te aburren: A) No z hagas caso. B) Desvía la conversación hacia temas más interesantes. C) Di lo Vá re que piensas: ¡vaya rollo me estás metiendo!. 19. Intentan convencerte de algo con lo cual no estás de acuerdo: A) No ns o hagas caso y desvía la conversación. B) Di lo que piensas intentando dar por .A convencer!, así que ¡hablemos de otra cosa!. lo terminada la conversación: ¡es tu opinión, pero no la mía!, ¡no me vas a .A 20. Te dicen que no te entienden, pero tú estás convencido de que, M realmente, te han comprendido perfectamente. Buscan que dudes de tu l. capacidad para expresarte y aprovechar tu inseguridad para tener la ta iniciativa en la conversación. Por cierto, esas personas actúan así de forma Vi no premeditada sino a través de un comportamiento automático que les ud resulta, a menudo, beneficioso. De ahí que lo repitan habitualmente en sus ct it discusiones: son los “juegos” en los que participamos. Si estás convencido de que te han entendido no hagas caso y prosigue tu exposición como si el otro A no hubiese dicho nada. Si, por contra, no estás seguro de haber sido Tu escuchado puedes “decir lo que piensas”: ¡me has oído perfectamente!, creo que me has oído muy bien. 21. Te molestan aposta o cuando estás haciendo algo: A) No hagas caso. B) Di lo que piensas: ¡estoy trabajando!. Luego te atiendo. 238 22. Te hacen preguntas insidiosas con ánimo de molestarte: A) No hagas caso. B) Di lo que piensas: ¡no te respondo porque lo que pretendes es distraerme!. z 23. Se enfadan contigo o se hacen la víctima sin que tú te sientas Vá re realmente culpable de nada: muéstrales que son ellos mismos los verdaderos responsables de su propio enfado o sentimiento negativo mediante un “di lo ns o que piensas” como el siguiente: ¡tú eres el que se enfada y no yo!. lo 24. Intentan darte largas sobre algo para librarse de ti: “disco rayado”. .A 25. Te preguntas cosas intimas de las cuales no deseas hablar. A) No .A hagas caso, no respondas. B) Desvía la conversación. C) Di lo que piensas: l. M ¡es algo que no te interesa!. ta 26. Discutes con alguien y dicha discusión te resulta perjudicial de algún Vi modo. Tienes frecuentes entrenamientos con una persona con la que convives o tienes distintos puntos de vista sobre cualquier tema con personas que A ct it ud realmente te interesan: busca un compromiso viable. Tu PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES: ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA 239 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA 1. Esta persona no me acepta, Siempre va a haber alguien ¡no me quiere!. que no me apruebe, esta persona es Vá re z muy libre de sentir lo que quiera respecto a mí. Escucharé lo que tenga que decirme, pero es mi ns o opinión la que importa. Intentaré llevarme lo mejor posible con ella; lo pero si no lo consigo, trataré de ser .A .A feliz de todas formas. l. Ella me hace feliz. ¡Sin Me gusta esta persona, deseo M 2. Con esta persona soy feliz. su compañía; pero puedo vivir perfectamente sin ella porque soy lugar soy feliz. Sólo soy una persona independiente y el máximo responsable de mi propia ud feliz aquí. Vi ta ella no soy nada!. En este vida. Yo puedo ser feliz con ct it cualquier persona o en cualquier A lugar, aunque si puedo elegir Tu estaré con esta persona y en este lugar. 3. Haces la pelota, adulas o halagas a una persona, pero 240 Mi opinión es la que realmente importa, me guiaré por ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA en el fondo sabes que todo mis propios parámetros porque si es falso. hago lo que yo, en mi interior, creo z que debo hacer automáticamente Vá re estaré satisfecho de mí mismo. No elogiaré a quien no crea merecedor lo aprobación. ns o de ello sólo para conseguir su Yo me siento herido. Soy yo .A 4. Esta persona me ha herido. el que se permite estar pensando .A ¡Me ha hecho daño!. M en negativo a raíz de lo que esta ta l. persona ha hecho. Soy yo el que escandalizar a Debo ser yo mismo, debo alguien, sorprenderle o guiarme por mis parámetros y si ud Vi 5. Intentas su atención de ct it llamar cualquier otra forma. esta me acepta será ello he de estar insatisfecho de mí mismo. 6. Intentas quedar lo mejor posible persona magnifico y si no lo hace no por A Tu me hiero a mí mismo. delante de otra persona (una persona del 241 No intentaré ser quien no soy. Seré yo mismo. No voy a cambiar por agradar a los demás sino ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA otro sexo o un superior) porque yo mismo, en mi interior, incluso estoy totalmente convencido de la representando necesidad del cambio. corresponden. 7. Dependencia: preguntas el verdadero responsable de mi vida y por lo su opinión sobre tanto escucharé la opinión de los cosas de las cuales tú eres demás e incluso la pediré cuando el no tenga una propia bien formada; responsable lo .A único ns o los demás a soy y .A constantemente Yo Vá re z papeles o roles que no te ¿qué pongo, mama?, me Vi ¡hola amiga mía ¿tú ud Elvira!, ropa ta ejemplo: decida al final. l. una opinión suficiente. Por pero seré yo, y sólo yo, quien M sobre las que tú ya tienes crees que esto me queda ct it bien? de pensamiento Es imposible saber lo que ajeno: intentas a menudo realmente piensan los demás. Por adivinar los pensamientos mucho de la otra persona, sobre equivocarme en mi propósito, y, todo en lo que se refiere a además, ¿de qué me sirve saber lo Tu A 8. Lectura 242 que lo intente puedo ACTITUD EQUIVOCADA opinión que dicha que esta persona está pensando?, persona tiene de ti: ¿qué seguramente de poco. ¡Haré lo que habrá pensado de mí?. elija hacer!, intentado no molestar z la ACTITUD ACERTADA guiándome Vá re a los demás, ¡por supuesto!, pero por mis Es mi opinión la que realmente me afecta y la que me en realidad son tuyos, por interesa. Voy a fracasar a menudo, ejemplo: si metes la pata M pero no por ello soy un fracasado. l. en algo y piensas que esa .A juicios sobre ti mismo que .A lo 9. Atribuyes a la otra persona ns o parámetros. propios ta persona te debe tener por Vi un inútil lo más probable ud es que seas precisamente tú Intentaré hacer las cosas bien, y si no lo consigo lo aceptaré e intentaré buscar otras actividades gratificantes. el que te esté calificando tal ct it como y no la otra A persona. Tu 10. Te descubres a ti ¿Dónde está escrito que mismo elevando la voz, tengas el deber de estar siempre participando en discusiones hablando?. Puedes escuchar a los o hablando sobre demás y no estás obligado a hablar temas 243 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA si no te apetece. No tienes por qué un intento de introducirte hablar si no tienes nada que decir y en una conversación o de si te aburre la conversación intenta dirigirla. Llevas un buen conducirla rato callado mientras los interesantes (si los demás están demás hablan y te sientes dispuestos a hablar de esa otra desplazado y obligado a cosa, naturalmente). no Si ud molestar a los demás o expresan su que ellos a expresarla y con mucha más razón si la cuestión te afecta. No sabrás si te van a escuchar hasta que lo intentes. Acostumbra a los demás a que te escuchen. ct it temes no ser escuchado. La otra persona no te Aprovecha cualquier pequeña deja hablar, es un torrente interrupción en su perorata para A Tu demás M l. ta quieres Vi No los opinión tú tienes el mismo derecho acuerdo con lo que dicen 12. Vá re ns o .A a en realidad no estás de demás. más .A Acostumbras expresar tus ideas cuando los temas lo “meter baza”. 11. hacia z que no vienen al caso en de palabras y te sientes poder expresar tu opinión y si incapaz insiste en su actitud utiliza la de expresar tu opinión. técnica del disco rayado. Utiliza frases 244 como: ¡vale!, ya te he ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA escuchado, ahora ¡escúchame tú a mí!. Si la otra persona está muy z enfadada o nerviosa y ésa es la intentar calmarla: Vá re causa de su disertación puedes ¡venga!, ns o ¡tranquilo!. ¡Vamos!, cálmate y escucha. Si puedes evitarlo no caso ninguno .A tal lo respondas con lo mismo pues en de los dos En una conversación l. 13. M .A conseguiría hacerse escuchar. en el caso anterior intenta utilizar cualquier pequeña interrupción para introducirte en la Vi sientes escuchado. ta entre varias personas no te Como ud conversación por medio de alguna afirmación que atraiga su atención ct it como, por ejemplo una broma, y A aprovecha ese instante de atención Tu para exponer tus ideas rápidamente. En último termino puedes utilizar la técnica del disco rayado o decir lo que piensas: ¡bueno ahora escucharme a mí ya 245 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA de una vez!. Actuando de esa manera te mismo haciendo burla de estarás buscando un enemigo y otra persona o utilizándola nunca como tus ningún contrincante, además, si bromas o de tus críticas. repites demasiado a menudo esa Utilizas a esa persona para actitud los demás temerán ser tu hacerte el gracioso. siguiente víctima. En lugar de caer Vá re de z ti víctima a debes menospreciar a ns o descubres lo Te .A 14. .A simpático sólo conseguirás caer Respeta a los demás si M mal. ta l. quieres ser respetado. Los demás Vi Tu haciéndote aunque tu ¡Bromearé con el otro cuando el también disfrute de la broma!. ¡Me reiré con él, no de él!. descubres listo Quién debe sentirse o inteligente eres tú mismo no tienes intentando demostrar a los por qué demostrar nada a nadie. Si demás quieres tu el importan, opinión sea la más importante. ud ct it Te A 15. también cultura o lo inteligente que eres. hacerte publicidad demuestra tus habilidades con los hechos, pero no insistas demasiado 246 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA hechos, pero no insistas demasiado ¿Qué importa si el otro es más intentado inteligente que tú o más culto?. Es culto o tu opinión la que importa y la que ella. te afecta. Al único que debes Entablas discusiones con demostrarle cosas es a ti mismo. ella intentado superarla o Quien insiste demasiado para pasar no quedar por debajo de por inteligente es fácil que en ella más inteligente en que cultura o l. inteligencia. Cada uno es responsable su incurre en la autoalabanza vida y si la otra persona insiste en o alaba a un ser querido esa actitud “di lo que piensas”: como, por ejemplo, su hijo ¡me ta Cuando la otra persona ct it ud Vi 17. realidad se sienta estúpido. M mostrarte ns o persona lo con .A Compites Vá re otra .A 16. z so pena de resultar pesado. demostrando continuamente lo inteligente que en el juego y compites con eres o lo listo que es tu hijo!, ya lo A de forma excesiva tú entras ella. Tu estás 18. he captado, ¡no insistas!. La otra persona actúa Puede hacerlo para como si no te escuchase o menospreciarte o para burlarse o, no te entendiese y tú sabes incluso, 247 puede que estés ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA que, en realidad, te está equivocado y que realmente no te entendiendo. haya escuchado. Lo mejor que explicaciones es a dar esa pocas persona z hacer y Vá re puedes eludir hablar con ella hasta que guapo o que ¡Deseo ¿soy él ser o tal Yo soy como soy y me acepto más como soy. Intentaré mejorar, y si lo persona?, que ella?. como no esa encontrar ta Es me aceptaré imposible dos personas iguales, todos tenemos virtudes y defectos Vi ud compararse con los demás. ¿Qué es realmente eso de ser mejor?. ct it Tu consigo, y, por lo tanto, de nada sirve Intentas demostrarte o Las personas sólo son mejores demostrar a los demás tu que otras en cuestiones puntuales A 20. lo igualmente. l. persona!. .A mejor .A ¿Soy M 19. ns o ella decida comunicarse contigo. superioridad frente a ellos como, por ejemplo, jugar bien al o tu mayor habilidad en ajedrez o al baloncesto. No es alguna actividad o como posible determinar quien es mejor persona. como persona completa. Cada cual es como es y tú no tienes que 248 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA es como es y tú no tienes que demostrar nada a nadie, sólo a ti z mismo. Es tu propia opinión la que Vá re más importa. ¿Para qué te sirve ser mejor en algo?. porque comporto esa persona así Yo soy me responsable de comporto verdadero mi vida como y me elijo .A incita a comportarme así. el ns o Me lo 21. .A comportarme. ¡Me comporto así yo quiero comportarme M porque Deseo hacerlo para no ta 22. l. así!. conveniente hacerlo. Haré lo que Vi defraudar a estas personas. ud ellos desean sólo si el beneficio obtenido por ellos y por mí merece ct it A Tu 23. Te Hago eso porque creo que es el esfuerzo. utilizan como Lo que hagan los demás no víctima. Se meten contigo, me afecta; es mi opinión la que se burlan de ti, etc. importa. Pero debo impedir que la actitud ajena me perjudique, y si llegan a ese punto utilizaré las 249 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA técnicas apropiadas para hacer frente a la situación (aceptación de z la posibilidad, decir lo que pienso, Cada uno es responsable de su los demás para conseguir vida y todo el mundo tiene derecho que tú a opinar como le plazca y a actuar Te como le parezca bueno. Si intento sirves de pequeñas tretas controlar la vida de los que me para conseguir cosas de los deseas que lo que piensen. lo piensen .A manipular ns o a .A Intentas rodean que ta estaré luchando con la realidad que Vi me demuestra que cada uno es ud dueño de sus propias decisiones y que, por lo tanto una persona sólo ct it se deja influir si ella lo decide. Una persona a la que Ella es dueña de su vida y aprecias o cuya opinión te puede opinar lo que quiera o sentir importa (sea cual sea la lo que decida. A ti sólo te queda razón), un exigir respeto y aclarar cualquier negativo posible malentendido. La realidad A Tu conseguiré terminen aborreciéndome, además, l. demás. 25. sólo M 24. Vá re etc.). tiene comportamiento 250 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA te enseña que no vas a caer bien a muy buena opinión de ti en todo el mundo, que a veces vas a ese instante o te rechaza. querer a quien no te quiera, que no z hacia ti, parece no tener bien, que la gente Vá re siempre te van a salir las cosas cambia de ns o humor contantemente y que hasta el mejor puede tener un mal día y lo convertirse en un diablo y a ti sólo .A te queda asumir las cosas como .A son e intentar sacar el mayor Me gustaría ser como ta 26. l. M partido posible de la vida. gusta ese aspecto de esta persona. Vi él. Me cae bien esta persona. Me ud Pero yo soy como soy en mi interior, sólo intentaré parecerme a ct it ella si realmente yo en mi interior A me siento como ella y si no lo Tu consigo me aceptaré con mis limitaciones y diferencias. 27. Si hiciese eso...¿qué pensarían?, ¡no lo haré!. Si 251 Lo obligado haré sólo a hacerlo si me porque creo mi ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA cuento esto ¿qué opinaran opinión es la que importa; aunque de mí?, ¡lo ocultaré!. eso no impide la tenga ajena. en Para z consideración que Vá re decidir si lo cuento seguiré mis propios criterios. No tengo nada ns o que ocultar, ni nada de lo cual avergonzarme si he seguido mis Tengo tendencia a Cuando te vanaglorias estás .A 28. .A lo propios parámetros. buscando aprobación y mostrando l. constantemente de lo que M vanagloriarme ta hago. tu dependencia respecto de lo que piensen los demás. Sólo me haré la Vi autopublicidad estrictamente ct it ud necesaria. A 29. Tu esto Estas personas piensan de mí, como yo decida una actuar. Me guiaré por mis propios imagen de mí contra la que criterios y si ellos no lo aceptan no voy a ser capaz de seguiré intentando luchar. como yo Ellos tienen Actuaré no me permitirán cambiar. Nunca 252 comportarme. creo comportarme que debo ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA les convenceré de que no comportarme. Si para conseguir lo que deseo la atención de todos y todo he de entrar en contacto con ellos el mundo me mirará. Me pues ¡hablaré con ellos!. ¿Qué es corta que lo peor que me puede pasar?. Haré introducirme en ese grupo lo que elija hacer. Y se intentan en el que todos se conocen. cachondearse de mí, ¡pues que lo ¡Seguro que se burlan de hagan!, ¡es mi opinión la que mí!. En ese grupo todos .A con ellos ns o lo sólo ningún estúpido y no tengo por qué parecerlo. ta hablo realmente importa!. Yo no soy l. están de "cachondeo" y si .A tener Vá re Si entro aquí llamaré M 30. z soy como ellos piensan. Vi conseguiré que se burlen He de defender mis ct it 31. ud de mí. Expondré mis defenderé con ideas. Yo tengo la razón. convicción, ¡He de convencerles!. realmente me importan, pero he de A las ideas si Tu saber que no soy dueño de los pensamientos ajenos. Cada cual es muy libre de pensar como quiera, por lo tanto, si no los convenzo, 253 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA debo aceptarlo. Delante de mi jefe Trataré con respeto a mi z 32. superior, pero intentaré ser fiel a forma determinada con el mis propios principios. Es más fin de caerle bien. aunque importante tenga que falsear. personal que el posible beneficio Vá re debo comportarme de una propia ética ns o mi Debo conseguir caerle bien. Si es preciso le vas a caer mal a alguna persona y, .A aprecia. Hagas lo que hagas siempre .A Esta persona no me por lo tanto, no debes perseguir M 33. lo que pueda obtener fingiendo. constantemente el aprecio ajeno y cosa de él. Esta persona me menos desprecia, sacrificar tus principios. Sólo si ta l. adularé o alabaré alguna mala Vi tiene de mí. intentar demostrarle ct it ud opinión soy una Voy a que persona mis si esto significa propios conseguiré estar criterios realmente satisfecho de mí mismo. ¡Trataré de ser yo mismo!. Tu A capacitada. sigo aún 34. Te descubres a ti No es malo imaginar, es algo mismo imaginando como placentero y parte importante de tu serían las cosas si tú fueses felicidad. una persona distinta. En tus cuando 254 El utilizas problema tu surge imaginación ACTITUD EQUIVOCADA fantasías apareces ACTITUD ACERTADA casi para huir de la realidad y cuando llegas alguien especialmente fantasías. La consecuencia es la capacitado para liderar a frustración por no ser eso tan los una maravilloso que sueñas ser. Asume de la realidad tal y como es y sólo dotada tremenda inteligencia y después de aceptarla podrás disfrutar de tus sueños. es la atención de .A si deseo realmente tanto hacerlo l. llamaría apropiado, M no ¿Deseo realmente hacerlo?. Y .A Me gustaría hacer eso, pero propias lo poder. 35. tus Vá re persona como creerte ns o demás, a z como un superhéroe, como mal!. ¡Me da Vi pensar ta todos, ¡los otros podrían pueda causar que el placer a obtener?. Sólo si las consecuencias de ud vergüenza hacerlo!. ¿Es más importante el daño que tu acción son realmente negativas debes dejar de hacer lo ct it que deseas hacer. Haz lo que A deseas, date placer, seguro que te Tu lo mereces. ¡No dejes para mañana el ser feliz!. 36. Ha habido malentendido con un esa 255 Sólo me molestaré en solucionarlo si es un malentendido ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA persona, he de solucionarlo realmente grave. Debo intentar a toda costa. llevarme bien con los demás, pero por importancia. se cree en derecho así que, su Yo creo que no está en su ¿cómo derecho y, si su actuación me ns o El sin lo 37. cosas Vá re preocupándome z no sacrificare mi felicidad actual perjudica, voy a decirle que no. .A voy a decirle que no?. si, .A Pero el no me contrario, molesta su será M actuación por me invitan elija hacer. yo Sigo mis propios criterios que invito, si me besan yo beso son independientes de lo que los y si me insultan, pues yo demás decidan hacer: contestaré Vi Si ct it ud 38. ta l. preferible dejarle hacer lo que él insulto. con una invitación si yo creo que A realmente debo hacerlo, besaré si Tu realmente me apetece o si me siento obligado a hacerlo, pero no simplemente porque persona lo haya hecho. 256 la otra ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA 39. Si no me tratan bien pido En un lugar publico, explicaciones con educación y no te tratan correctamente. manteniendo la calma. Utilizo la técnica “decir Vá re z por ejemplo un restaurante, lo que pienso” dejando claro mi deseo de ser Alguien te exige que Puede ocurrir que esa lo 40. ns o respetado. actividad sea realmente molesta gusta hacer. para los demás, en cuyo casi sería .A .A dejes de hacer lo que a ti te que atendieras las M conveniente ta l. aseveraciones de esas personas. Si Vi tan molesta intenta llegar a un compromiso viable y “di lo que ud ct it 41. Tu piensas”. A esas personas del con ellas ¿por qué no hacerlo?, molestarlas. Tampoco debo intenta ser amable y educado y molestar a estas personas podrás importantes aunque se trate de un rey. 42. sexo no Si realmente deseas hablar debo A otro tú no crees que tu actuación sea Alguien pierde algo, o 257 hablar con quien sea, Di lo que piensas: ayúdale, ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA le sucede algo negativo y pero explicándole que lo haces por te culpa a ti de lo sucedido. auxiliarle y no por su intento de Después culparte. tu z aprovecha Vá re sentimiento de culpa para exigirte que le ayudes a ns o buscar esa cosa perdida o a Si la otra persona sufre no triste o mal humorada y debes rechazarla a no ser que estés como .A se siente .A La otra persona está mal l. intentan imbuirte en sus razonablemente seguro de que no M 43. lo remediar lo sucedido. o ta preocupaciones sus Vi transmitirte otra ud sentimientos negativos. La persona ct it contantemente se sufre en absoluto. Es posible que busque sólo tu atención y que, en realidad, esté pidiendo ayuda. Si la otra persona siempre se está queja quejando escúchala, si es posible, y esto te pero después debes dejarle claro que no gana nada quejándose, y A molesta. Tu que es realmente ella misma capacitada la única para solucionar sus problemas. Si la otra persona insiste en su actitud quejumbrosa será el momento de 258 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA utilizar la técnica de “no hacer caso” pues ya la has ofrecido la tu grado de implicación Vá re que z atención adecuada. Naturalmente dependerá de lo importante que sientes físicamente y esto mal Acepta tu malestar, intenta te solucionarlo, pero no debes esperar lo Te .A 44. ns o sea la otra persona para ti. a encontrarte totalmente bien para .A deprime. M disfrutar. ta l. depende Vi Muchas lo agudo de tu incluso en los momentos negativos seas capaz de obtener lo máximo. veces te Si realmente deseas decirle a capaz de las otras personas que les quieres demás lo no debe de haber nada que te lo mucho que les quieres y, impida. Es conveniente decir que sin quieres a los que quieres ya que A gustaría decirle Tu de todo enfermedad, pero es importante que ud ct it 45. Naturalmente ser a los embargo, te da vergüenza. muchas veces los demás pueden dudar de tus sentimientos 259 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA dudar de tus sentimientos acerca y te pide El dar o no dar algo a esa z Alguien de la calle se una persona es decisión tuya y, por lo tanto, algo. insistencia. 47. La otra persona independiente de su ns o limosna, o te quiere vender Vá re 46. se Él es el responsable de su vida, pero tú puedes utilizar la lo pone pesada. .A técnica “decir lo que piensas” para .A dejarle perfectamente claro que se ta l. M está poniendo pesado y de que nada va a conseguir con esa actitud. Si la otra persona insiste Vi puedes utilizar un “no hagas caso” ud que exponga claramente tu deseo ct it de zanjar la cuestión o, en último termino, si tampoco actuando de A esta manera consigues librarte del Tu pesado técnicas en cuestión como conversación o emplea desviar discos la rayados dejando clara tu intención de no 260 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA dejarte manipular. La gente es como elige ser. como debe ser y si no es Ellos tienen el derecho a ser como como yo creo que debe ser quieran. Tú debes aceptar a los es porque es mala. ¡No demás tal y como son, puedes aguanto la forma de ser de aconsejarles como actuar, pero la la gente!. ¡No soporto este decisión final es suya. Y si la comportamiento forma de ser de esas personas te z ser Vá re debe ns o gente lo La negativo .A 48. molesta intenta apartarte de ellas. .A que tiene esta persona!. M Y si no tienes otro remedio que ta l. convivir personas acepta esa realidad y no le des más Vi ud grave. No debo actuar mal en Voy a cometer muchos publico o cometer errores errores a lo largo de mi vida, no delante de los demás y soy perfecto ni voy a serlo nunca. A Tu dichas vueltas, seguro que no es tan ct it 49. con menos aún pasar por tonto. Mantendré mi dignidad a pesar de He de quedar bien ante los mis fallos. Yo soy una persona demás porque si no me completa y no sólo una de mis perderán el respeto y me partes, puedo fracasar y no por ello 261 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA rechazaran. Si los demás ser un fracasado. Lo que importa me es cómo me vea yo mismo y si me consideraran un estúpido y intento luego no habrá forma de estaré hacerles comportamiento cambiar de mis satisfecho parámetros de mí independientemente de si fracaso o ns o opinión. seguir z fracasar Vá re ven M .A .A lo no. Vi ta l. C a p í t ul o 1 0 Tu A ct it ud Autolimitación, roles, yo soys y etiquetas. Todos tenemos una imagen de nosotros mismos, y los demás también nos ven de una forma determinada. A lo largo de nuestra vida vamos adquiriendo una serie de hábitos de comportamiento y, en consecuencia, respondemos de una forma específica y 262 repetida ante acontecimientos parecidos. La reiteración de estos comportamientos la llamamos personalidad o carácter y no es más que la manifestación exterior de los mencionados hábitos de comportamiento. Dicha personalidad o carácter son parte de nosotros mismos y tienen su origen tanto Vá re z en ciertos condicionamientos genéticos con los que nacemos (solemos emplear en este sentido con preferencia la palabra carácter sobre la de personalidad) ns o como en nuestra propia historia personal y experiencias vitales. Sin embargo, esa personalidad, a menudo no se corresponde con lo que lo nosotros realmente somos o nos gustaría ser. Cuando alguien nos tilda de .A tímidos o nos atribuye una fuerte personalidad está tomando como referencia en realidad, nosotros somos algo más que nuestro M completas; pero, .A nuestro comportamiento más habitual para calificarnos como personas ta l. comportamiento exterior. Vi Efectivamente, nuestra verdadera personalidad se esconde en nuestro interior y consiste en nuestra forma de pensar, en nuestros más profundos ud deseos e ilusiones y también, ¿por qué no?, en lo que realmente nos gustaría ct it ser. A Por lo tanto, cuando calificamos a alguien estamos colocándole una Tu etiqueta que nos sirve para simplificar nuestras relaciones con ellos. Sabemos que nunca llegaremos a conocer a los demás totalmente así que nos conformamos con hacernos una imagen estereotipada de ellos con el fin de saber a que atenernos respecto a esas personas. Por ejemplo: si sabemos que una mujer es muy feminista trataremos de no introducir en nuestra 263 conversación temas que pudieran molestarla y nos apresuramos a colocarle una etiqueta en base a la cual podamos predecir su actuación. Podemos extraer como conclusión que el acto de colocar etiquetas a los demás o el de actuar siguiendo unos roles determinados no son actividades negativas en si mismas Vá re z consideradas ya que responden a una realidad: las personas solemos comportarnos siguiendo unas pautas similares ante situaciones semejantes y el tener un conocimiento mínimo del comportamiento ajeno puede sernos muy ns o útil para mantener unas relaciones armónicas con ellos. lo Pero estos roles y etiquetas a veces nos molestan y otras veces nos .A perjudican ya que pueden suponer un importante obstáculo para conseguir ser .A exteriormente lo que realmente somos en nuestro interior. Los roles sólo M suponen un problema cuando nosotros mismos los tomamos demasiado en l. serio y cuando a pesar de que nos gustaría comportarnos de otra forma nos ta sentimos prisioneros de nuestros personajes (o de nuestro carácter). No Vi debemos permitir, por lo tanto, que nuestros roles nos limiten como tampoco ud debemos limitar a los demás con nuestras calificaciones. ct it Por otro lado las personas son demasiado complicadas y no podemos esperar de ellas siempre el mismo comportamiento. La realidad nos A demuestra, precisamente, que la gente es impredecible y, en consecuencia, Tu resulta imposible prever con seguridad sus reacciones; por esa razón resulta totalmente irracional establecer unos roles inflexibles tanto para nosotros mismos como para los demás. Si analizamos un poco el mundo que nos rodea sacaremos algunas 264 interesantes conclusiones: A). El mundo cambia constantemente y nosotros también. B). Hemos de enfrentarnos a muy distintas situaciones que precisan de Vá re z nosotros respuestas también distintas. C). Nos resulta imposible predecir como será nuestro futuro con exactitud ns o y hemos de estar preparados para cualquier tipo de acontecimiento. lo Lo expuesto determina una necesidad de flexibilidad que nos capacite .A para afrontar los cambios y dicha flexibilidad se traduce en la conveniencia de .A actuar con la menor dependencia posible de nuestros propios roles. M En consecuencia lo razonable sería tener una personalidad abierta a los l. cambios que nos permita enfrentarnos con éxito a cualquier situación. En Vi ta resumen: debemos intentar evitar autocalificarnos. ¡Tú eres como eliges ser!. ct it ud SER COMO ELIGES SER Si tienes la capacidad de elegir tu forma de ser, lo más lógico es que la A aproveches. Puedes empezar confeccionando un listado de las cualidades que Tu te gustaría llegar a poseer. Para confeccionar ese listado tendrás que tener en cuenta factores como tu escala de valores y, por lo tanto, tu personalidad interna (tu comportamiento externo debe corresponder con tus principios éticos para que seas “tu mismo”), también debes tomar en consideración tus verdaderas capacidades, ya que de poco te valdría aspirar a ser presidente de 265 gobierno si no tienes cualidades para serlo, y por último sería conveniente que tratases de mantener en lo posible tu actual forma de actuar aceptando lo que eres, so pena de embarcarte en una empresa agotadora. z Cuando tengas una imagen nítida de ese carácter externo que pretendes Vá re adquirir debes planificar un comportamiento acorde con dicho carácter. Trata de imaginar cómo se comportaría el “personaje” en cuestión en las diversas ns o situaciones, utiliza para ello técnicas de visualización adecuadas. lo Debes tratar de autoconvencerte de que tú eres así y, a la vez, esa labor de .A convicción debes combinarla con una actuación externa acorde con la .A personalidad que pretendes inculcarte. M En resumen podríamos sintetizar el proceso de adquisición de esa nueva l. personalidad externa (o carácter) como sigue: 1- Acéptate como eres ta actualmente. 2- Elabora un listado con las cualidades que pretendes conseguir, Vi tratando de respetar en lo posible tu actual personalidad. 3- Elabora una ud imagen mental de cómo se comporta tu personaje (describe en papel y ct it visualiza). 4- Convéncete de que tú eres así. 5- Trata de comportarte según los dictados de ese ideal que persigues. 6- Propónte diversos ejercicios para A asentar esa personalidad en tus hábitos de comportamiento. Estos ejercicios Tu deben ser progresivos y consistirían en hacer frente a situaciones en la que tuvieses que demostrar esa personalidad que intentas instaurar. Por último, una serie de recomendaciones: a) debes tener cuidado de que tu deseo de cambio no conlleve una falta de autoaceptación, de ahí que sea tan importante que antes de comenzar ninguna labor de cambio te aceptes tal y 266 como eres actualmente (en el capítulo 13 hablaremos sobre el cambio y el crecimiento personal, y a él me remito sobre este tema). b) debes tener siempre presente la posibilidad del fracaso: es muy probable que no puedas cambiar ciertos aspectos de tu personalidad demasiado arraigados en tu Vá re z comportamiento, y debes aceptarlo. c) tu esfuerzo no debe superar el beneficio que puedas obtener. d) mantén los pies en el suelo, no pretendas imposibles. El perseguir ideales inalcanzables puede convertirse en una fuente de ns o insatisfacción cuando no los alcances. e) debes tener mucha paciencia y esperar un avance progresivo, incluso, a veces, en lugar de adelantar vas a .A lo tener la impresión de ir marcha atrás; pero esto no debe desanimarte: ¡tú .A puedes si crees que puedes!. ta l. M PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES: ACTITUD ACERTADA Vi ACTITUD EQUIVOCADA ud 1. No puedo hacerlo porque ct it yo soy así y no puedo evitarlo. Tu A conseguido podré Nunca hacerlo jamás Normalmente me cuesta conseguirlo, pero si lo intento y me he esfuerzo ni conseguiré. ¡Yo puedo si creo que hacerlo porque yo siempre actúo así y no puedo actuar de otro modo. 267 seguramente puedo!. ¡Haré lo que elija hacer!. lo ACTITUD ACERTADA 2. Actúo así porque es mi Actúo así porque es lo que quiero. 3. El pasado me ha marcado. Vá re carácter. z ACTITUD EQUIVOCADA Yo soy como elijo ser. Puedo mejorar si hecho de mí. empeño conseguiré ser como soy intento. Si me hábitos son muy Intentaré cambiar si lo creo .A 4. Los .A lo en realidad. lo ns o Soy lo que la vida ha ta soy; pero, por lo menos, lo habré ud esfuerzo. Yo soy el responsable de mi diferente a lo que lo otros vida, ¡yo soy el que debe elegir esperan no lo aceptarán. como me comporto!. ct it 5. Si me comporto de forma A Tu consigo me aceptaré tal y como intentado y valoraré mi propio Vi si no lo consigo. l. sufrir una gran desilusion beneficioso para mí y si no lo M difíciles de quitar y puedo 6. Yo soy...................... Yo me comporto como si fuese así, pero puedo comportarme de otro modo si me empeño en 268 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA 7. Tú eres...................... Vá re z ello. Yo soy como elijo ser. Él suele hacer esto o lo otro, pero puede cambiar: 8. Él es.......................... es una de otra Me gustaría ser lo 9. Me gustaría ser de otra ns o decisión que le pertenece. manera, aunque acepto mi forma .A forma, pero soy como soy. .A de comportarme. Voy a intentar M ser de esa forma y si no lo consigo Tu A ct it ud Vi ta l. me aceptaré tal y como soy. 269 Tu ud ct it A l. ta Vi ns o lo .A .A M Vá re z C a p í t ul o 1 1 ns o Vá re z Inseguridad, timidez, miedo a lo desconocido. lo No existe nadie perfecto en el mundo y, por lo tanto, todos cometemos .A errores de vez en cuando. Ante cualquier tipo de error podemos adoptar dos .A actitudes bien diferentes: o le damos mucha importancia o no le damos M ninguna. Si damos demasiada importancia a nuestros errores obtendremos l. como resultado un incremento en nuestra inseguridad. Si inseguridad significa ta desconfiar de tu capacidad para resolver ciertas situaciones te sentirás Vi inseguro cuando no seas capaz de solventarlas satisfactoriamente. Además, si ud fracasas constantemente en algo concreto terminarás sintiéndote inseguro cada vez que te enfrentes a una situación similar. Dicha inseguridad ante ct it determinados eventos cuando sobrepasa ciertos límites puede extenderse a A otras circunstancias apenas relacionadas con dichos sucesos, generalizándose, Tu de esta manera, a todas las actividades que deba afrontar el sujeto. Vamos a afrontar el estudio de la inseguridad desde cinco perspectivas distintas: en primer lugar la inseguridad en sí misma considerada como desconfianza en tus propias capacidades (desconfianza en uno mismo), en segundo lugar la timidez como falta de seguridad en tu capacidad para mantener unas relaciones adecuadas con los demás (inseguridad frente a los demás), en tercer termino los miedos como manifestación externa y exagerada de tu inseguridad y que se suelen manifestar sólo ante sucesos muy determinados (inseguridad ante casos particulares). En cuarto lugar tu falta de confianza se manifiesta como miedo a lo desconocido: te sientes inseguro no Vá re z sólo ante las situaciones en las cuales ya has fracasado anteriormente sino que también rehuyes situaciones que nunca has vivido, (inseguridad ante lo nuevo). La última manifestación de inseguridad consiste en la inmovilización ns o o actitud pasiva (manifestación externa de tu inseguridad) que supone una cierta retracción hacia uno mismo para evitar todo lo exterior capaz producir .A lo daño. l. M .A INSEGURIDAD, DESCONFIANZA EN TU PROPIA CAPACIDAD: ta La inseguridad tiene una razón lógica de existir que la convierte en un Vi elemento natural y positivo siempre y cuando no sobrepase ciertos límites. La ud inseguridad tiene como función evitar que nos enfrentemos a riesgos de los cuales podríamos salir perjudicados. En este aspecto inseguridad equivaldría a ct it prudencia y constituiría un componente más de nuestro aprendizaje. Cuando A eres niño aprendes a desconfiar de ti mismo respecto de ciertas actividades en Tu las cuales fracasas o en las que recibes criticas de los adultos. Muchas veces ese miedo o desconfianza no resulta lógico: lo que de niño pudo resultar peligroso no tiene por qué serlo de adulto. En casos extremos la persona trasforma su primigenia desconfianza respecto a las actividades en las cuales fracasa en desconfianza generalizada en sí mismo como persona completa y, 272 como resultado, esa persona se sentirá insegura y tímida, tratará de evitar cualquier actividad que suponga algún riesgo, exagerará los peligros, no se enfrentará a situaciones que en realidad están a su alcance, etc. z La siguiente frase describe cuál es el límite entre una actitud racional de Vá re prudencia y una actitud negativa de inseguridad: eludiré una situación que me produzca temor sólo si el posible riesgo que deba asumir es de mayor entidad ns o que el beneficio obtenido al afrontarla. Si la condición anterior es falsa, es decir, si el riesgo es menor que el posible beneficio que puedas obtener, tu o inactividad denotaría un cierto nivel de inseguridad. lo pasividad .A Efectivamente, si el riesgo del evento a encarar es muy bajo sería muy .A positivo que nos decidiésemos a enfrentarnos al reto en cuestión. Por otro M lado, en tu valoración del beneficio obtenido debes de tener en cuenta, entre l. otros elementos, factores como tu posible satisfacción si eres capaz de triunfar ta en tu intento o como el hecho de que si consigues salir airoso habrás dado un Vi importante paso para liberarte de un miedo frustrante. Ese posible triunfo TIMIDEZ: Tu A ct it con éxito. ud podría reportarte, además, la confianza suficiente para afrontar otros temores El miedo y sobre todo el miedo al fracaso, es la principal causa de inseguridad y de timidez. Una excesiva inseguridad en tus relaciones con los demás puede provocar un comportamiento exageradamente tímido. Ser tímido significa, por lo tanto, mostrarse habitualmente inseguro en tus relaciones con 273 los que te rodean. Pero la timidez, constituye un problema complejo con una serie de características entre las cuales podríamos destacar: A) Falta o déficid de habilidades sociales: como consecuencia de una z deficiente comunicación con los demás el tímido no es capaz de comunicarse Vá re eficazmente; le falta práctica. B) Su inseguridad suele ser generalizada, sufriéndola incluso en ns o situaciones en las cuales sus relaciones con los demás no precisan de un lo elevado grado de comunicación (como sucede, por ejemplo, en el deporte). .A Dicha inseguridad tiene como consecuencia que el tímido sea a veces torpe en .A algunas actividades, sobre todo cuando en la realización de dichas tareas M corren el riesgo de quedar en ridículo ante los demás. l. C) La timidez funciona como un circulo vicioso: cuanto más tímido seas ta más miedo tendrás a relacionarte con los demás, y cuanto más miedo tengas Vi más torpe serás pues te pondrás más nervioso lo cual, a su vez, provocará una ud disminución en tu deseo de relacionarte con los demás, y cuanto menos te ct it relaciones con los demás menos habilidades sociales obtendrás y más fracasarás y, como consecuencia, te iras encerrando cada vez más en ti mismo. A D) El tímido teme lo desconocido, no sólo teme esas actividades en las Tu cuales fracasa sino que incluso siente un exagerado nerviosismo e inseguridad frente a situaciones a las cuales nunca se ha enfrentado. E) El tímido suele ser tímido desde una edad muy temprana o por lo menos desde la adolescencia, es una característica personal crónica en la cual 274 se halla inmerso desde hace mucho tiempo, eso provoca en el tímido una serie de comportamientos típicos, en forma de hábitos: el tímido está acostumbrado a pensar y comportarse como tímido, se considera a sí mismo tímido y a la vez z no cree poder cambiar, etc. Vá re F) Al tímido su entorno lo tiene calificado como tímido y esto le crea ciertos problemas en su proceso de cambio: los demás no aceptan el cambio, ns o algunos le dicen precisamente en ese momento que nunca cambiará etc. Esto puede desalentar al tímido si no pone suficiente empeño en su resolución de .A lo cambio. .A La única vía para que el tímido solucione su problema consiste M precisamente en enfrentarse a las situaciones que le causan temor. Una vez solventadas con éxito dichas situaciones el tímido va perdiendo su inseguridad ta l. y ganando confianza en sí mismo y, además, ira adquiriendo las habilidades Vi sociales necesarias. El problema radica en que precisamente ante esas situaciones el tímido siente un elevado grado de ansiedad y sufrimiento. A ud menudo esa inseguridad es simplemente el resultado de un cierto miedo al ct it fracaso: su retraimiento encuentra su explicación en el temor a hacer las cosas mal. De hecho, cuando el tímido se ve abocado a enfrentarse a esa situación A que le produce inseguridad su mayor miedo radica en cuál será su juicio hacia Tu sí mismo si fracasa. De ahí la necesidad de que cuando el tímido se vea en la tesitura de enfrentarse a estas situaciones delicadas sea capaz de afrontar de forma positiva los posibles fracasos. El tímido debe enfrentarse a las situaciones que le producen nerviosismo o temor con el convencimiento previo de que puede fracasar y no por ello sentirse mal: ¿qué es lo peor que te 275 puede suceder?. Por lo tanto cualquier tipo de temor, timidez incluida, sólo se elimina precisamente afrontándolo. Para conseguir seguridad debes visitar lo inseguro. Vá re z Sólo afrontando esas situaciones que te producen temor conseguirás seguridad. Pero si la persona tímida o insegura se enfrenta de golpe a situaciones demasiado complicadas en el ámbito relacional lo más seguro es que fracase. ns o Y, aunque el tímido ha de aprender a fracasar, lo cierto es que el fracaso lo puede desalentarle. De ahí que en el proceso de ataque a la timidez se haga .A necesario comenzar enfrentándose a situaciones más sencillas para que una .A vez resueltas pueda encarar eventos más complicados: un tímido no puede M empezar a librarse de su timidez dando una conferencia ante cientos de ta que le produzca cierto respeto. l. personas sino que habrá de empezar simplemente hablando con una persona Vi Como ya hemos comentado si la persona en cuestión padece un grado de sociales para que sus relaciones con los demás sean ct it habilidades ud timidez demasiado elevado puede llegar a carecer de las suficientes suficientemente efectivas. El tímido al reducir sus relaciones con los demás no A logra aprender a comunicarse con ellos, les falta conversación, no saben de Tu qué hablar y si lo saben lo hacen con cierta torpeza o meten de vez en cuando la pata, el resultado es que a veces los demás los juzgaran como personas extrañas y el tímido pueden llegar a sentirse rechazado. El tímido debe intentar aprender a relacionarse con los demás, debe ser capaz de saber cuando puede decir una cosa o cuando debe permanecer callado, debe aprender a interpretar 276 los gestos o las inflexiones de voz ajenas para así mejorar su comprensión de lo que los demás intentan manifestarles, deben aprender a comunicar con sus gestos y con su cuerpo y, por último deben tener siempre a mano un bagaje de temas de conversación suficiente para evitar esos momentos en los que se Vá re z quedan en blanco. En cuanto a este último punto, y a modo de ejemplo, el tímido puede ns o utilizar ciertos temas de conversación generalmente intrascendentes como podrían ser: hablar sobre el lugar donde estudian o trabajan, sobre cualquier lo cosa referida a dicho trabajo o estudio (profesores, asignaturas, jefes, lo que .A les gusta o disgusta, etc.), sobre sus gustos o aficiones, sobre el lugar o la .A ciudad donde viven y sus virtudes y defectos, sobre lugares de diversión que M conozcan, sobre el tiempo, sobre la época del año en la que están, comentar l. las cosas que están viendo u oyendo en ese momento, sobre lo que suelen ta hacer en el fin de semana o entre-diario, sobre su familia o sobre sus Vi amistades, sobre viajes, vacaciones, y lugares que conocen, sobre deportes, ud cine, televisión, cosas que pasan en el mundo, personajes famosos y sobre ct it bebidas, comidas, ropas, modas, etc. El tímido debe practicar este tipo de conversaciones intrascendentes y banales que normalmente ocupan el 90% de A los temas de conversación en los que participan las personas que no se Tu conocen demasiado (naturalmente con personas más allegadas estos temas pueden resultar demasiado pueriles). Para terminar solamente aclarar que la persona tímida no tiene por qué sentirse obligada a hablar si realmente no tiene nada que decir y que a veces el silencio es precisamente la forma más adecuada de expresión. El tímido debe 277 empezar aceptándose tal y como es y sólo después pretender cambiar. z MIEDOS EN GENERAL: Vá re El miedo es un componente lógico de tu personalidad: tienes miedo porque hay cosas en la vida que realmente pueden causarte daño. Sin ns o embargo, el miedo puede llegar a convertirse en un obstáculo irracional si te impide afrontar actividades que sin suponer un riego real te podrían resultar .A lo muy beneficiosas. .A El miedo es el componente fundamental de la inseguridad, pero mientras M que la inseguridad, según el concepto que aquí estamos empleando, se refiere a una actitud general frente a la mayoría de las situaciones que le tocan vivir al ta l. individuo, el miedo se refiere a ciertas actividades en las cuales tiene dudas Vi exageradas sobre su capacidad para afrontarlas. Inseguridad sería, por tanto, la ud suma o acumulación de muchos miedos. ct it Sólo hay una forma de enfrentarse al miedo irracional o exagerado y consiste en encarar esa situación que te causa temor. Pero enfrentarte a tus A miedos no es cuestión sencilla, sino que se hace necesario seguir un proceso Tu similar al aludido cuando hablábamos de la timidez: primero afrontaremos las actividades que te producen sólo un pequeño temor para proseguir con esas actividades que te producen más miedo. Cuando tu temor sea fundado y exista una posibilidad real de sufrir daño se hará preciso abandonar dicha actividad, en caso contrario debes proseguir en tu empeño. Hay una serie de frases que te 278 pueden ayudar a enfrentarte a tus temores irracionales como: ¡yo puedo si creo que puedo!, ¿qué es lo peor que me puede pasar?, ¿es tan grave si fracaso?. Vá re z MIEDO A LO DESCONOCIDO: Es normal sentir cierta inseguridad a la hora de afrontar situaciones que ns o nunca antes habías vivido. Tu falta de experiencia frente a un tipo determinado de acontecimiento te provoca una razonable inseguridad sobre tu capacidad confianza en tu capacidad es una consecuencia lógica de tu .A de lo para afrontar ese evento nuevo con éxito. La inseguridad entendida como falta .A desconocimiento de ciertas situaciones. Sin embargo, el hecho de no sentirte M seguro de algo no significa que debas rehuirlo, sino todo lo contrario: puede l. ser un reto divertido de afrontar. Por tanto, si tu inseguridad te impide afrontar ta lo desconocido te estarás limitando a ti mismo y, además, te impedirá adquirir Vi seguridad en dicho ámbito. Además, si lo piensas un poco, llegarás a la ud conclusión de que nunca vives situaciones totalmente idénticas y, por lo tanto, la realidad te demuestra que más tarde o más temprano debes de enfrentarte ct it con lo desconocido. No te quedes inmovilizado, busca lo desconocido, y A consigue disfrutar de cada situación buscando lo nuevo que haya en ella. No Tu intentes crearte un muro protector frente a los peligros pues dicho muro sólo puede suponerte un obstáculo que te limite. Lo desconocido forma parte integrante de la realidad y desde el momento en que estás limitado en tus conocimientos tendrás que aceptar la existencia de lo desconocido y la necesidad de afrontarlo. Ya desde el momento de tu 279 nacimiento te ves obligado a enfrentarte con distintas situaciones cuya resolución te va proporcionando el correspondiente bagaje de experiencias de las cuales obtendrás el necesario aprendizaje. Por lo tanto, por mucho que intentes evitar lo desconocido, al final no tendrás más remedio que afrontarlo Vá re z Y como enfrentarte a lo desconocido supone aprender, cuando más te enfrentes a ese desconocido más fácil será para ti resolver satisfactoriamente las nuevas situaciones. Vivimos, además, en un mundo en constante ns o evolución, sobre todo en la época actual, y hay que estar preparado para el cambio; nunca vamos a estar totalmente seguros de nada y buscar la seguridad .A lo constituye una actividad inútil. Como decíamos antes, el secreto de la .A seguridad en uno mismo está precisamente en saber enfrentarte a lo inseguro. M Sólo enfrentándote a lo inseguro podrás conseguir seguridad. Y no hay nada más inseguro que lo desconocido, es decir, no hay nada más inseguro que el enfrentarse a esas situaciones l. de desconocidas e inciertas. ta hecho Vi Naturalmente, el hecho de enfrentarse a lo desconocido no debe ser entendido como sinónimo de temeridad o imprudencia sino como de tener audacia y ud valentía; aunque, debemos aclarar, que en todo momento debes ser consciente ct it de dónde está el límite entre lo audaz y lo imprudente. Tu A PASIVIDAD, INMOVILIZACIÓN, HUIDA DE LA REALIDAD: Nuestra inseguridad frente a lo todo lo exterior a nuestra persona puede provocar una cierta tendencia a encerrarnos en nosotros mismos evitando, de esa manera, cualquier contrariedad que pueda provenir de fuera. Estaríamos 280 ante un grado de inseguridad particularmente irracional. Dicho talante retraído puede manifestarse de varias formas: 1) Por un lado nuestro miedo puede consistir simplemente en un deseo de Vá re z evitar ser dañado y, en consecuencia, construimos un muro protector por el cual no pueden penetrar los sentimientos ni todo aquello que en un momento dado nos pueda producir daño; estamos ante una actitud ns o inmovilista e introvertida. lo 2) Por otro lado, puede aparecer como falta de iniciativa para resolver los .A problemas o simplemente como inactividad generalizada; caeríamos M .A en una postura pasiva. l. 3) Por último, nuestra inseguridad también se podría manifestar en una ta actitud vital de huida de la realidad. Vi Todas estas posturas medrosas o desconfiadas tienen en común un ud carácter limitativo ya que suponen auténticos obstáculos para nuestro deseo de ct it vivir plenamente: nos impedirán hacer cosas que deseamos hacer. Tu A PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES: ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA 1. Ahora Estoy me siento bien, 281 bien, pero lo ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA entonces...¿para qué buscar desconocido te surge a cada paso lo desconocido así que no voy a tener más z remedio que afrontarlo. Seré yo el que dirija mi Vá re que tome la delantera; seré yo el vida y estaré fracaso me volveré Nada es seguro en la vida y, inseguro, no podré volver a .A 2. Si lo ns o preparado ante lo desconocido. hacerlo. futuro, pero tú puedes dirigir tu ta l. M .A además, no se puede predecir el vida y prepararte para lo que pueda venir. La seguridad está dentro de Vi ti y se basa en tu habilidad para ud enfrentarse a lo desconocido. Por ct it lo tanto, sólo a base de afrontar lo Tu A inseguro conseguirás seguridad 3. Tengo miedo a eso. ¡Me ¿Qué es lo peor que te puede pongo nervioso sólo con pasar?. Es un miedo real o, en pensar en enfrentarme a realidad, tampoco es tan grave. 282 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA esa situación!. Acepta tu miedo, pero si es irracional no te dejes manipular Vá re z por él. ¡sácale la lengua al miedo!. 4. Me gustaría no tener miedo Me gustaría que nada de lo humano me fuese extraño. Me tener desconocido, pero ns o no miedo no es a lo así, lo gustaría .A siempre habrá algo que me cause .A miedo y he de aceptar dichos l. M temores como parte integrante de ta 5. Lo desconocido se refiere a encontrar lo que es insignificante. Esto por insignificante que parezca. En es nuevo, pero. ¡es tan todo lo que haces siempre hay algo ud Vi desconocido en cualquier situación ct it A Puedes retos importantes no a esto poco importante! Tu mi persona. nuevo de lo cual disfrutar. 6. No lo haré porque puedo sufrir daño. ¿De verdad puedes sufrir daño?. ¿Son realmente tantas las posibilidades de sufrir daño?. En cualquier situación de tu vida puedes sufrir daño físico o mental, 283 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA pero sólo si el peligro es real y de suficiente entidad puedes justificar z de forma razonable que evites Vá re enfrentarte a tus miedos y que disfrutes de lo desconocido. temerario hacerlo. pasar?, ¿es tan grave?. ¿No te lo Me horroriza sentir miedo. ¿Qué es lo peor que te puede ns o 7. Sería .A estarás escudando en ese supuesto para no afrontar tus .A peligro ta l. M miedos?. Convive con tus miedos, te sientas avergonzado o Vi ud si tu miedo tiene una base real puedes encontrar excusa suficiente para eludir enfrentarte a él. ct it A Tu Los no cobarde por tener miedo; pero sólo 8. Me quedo con la misma gente. no luches contra ellos, acéptalos y disfrutar conociendo son gente nueva y observando otras necesito formas de actuar y de pensar. Y si conocer a nadie más. ¡A me rechazan o me intentan dejar saber que puede pasar si en ridículo será su decisión no la extraños, demás Puedo no 284 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA mía; yo estaré satisfecho de mí grupo!. Quizás me dejen en mismo porque habré actuado como ridículo o me creía que debía actuar. sabe lo que Vá re Cualquiera rechacen. z intento introducirme en ese pensarían de mí. ¡Son tan miedo ¿Crees que debes hacer eso provocar mi fracaso. Me que te da miedo?. Pues si crees pondré nervioso y lo haré que lo debes hacer... ¡hazlo!. Efectivamente, hazlo aceptando tu ta l. M mal. miedo, conviviendo con él, pero tratando de hacerlo lo mejor Vi posible. ¿Por qué no vas ha hacerlo Voy a fracasar. Me siento bien?. ¿Qué es lo peor que te ud No voy a hacerlo bien. ct it 10. lo puede .A el .A 9. Pero, ns o diferentes!. puede pasar si lo intentas?. Si para que me salga bien. realmente es tan difícil de hacer el A demasiado inseguro como Tu fracaso será lo normal y no podrás sentirte un fracasado, sino una persona intentado. 285 valiente por haberlo ACTITUD ACERTADA 11. Lo he intentado, pero No me ha salido bien, he he fracasado, ¡me siento un fracasado, pero he tenido un gran inútil!. éxito pues lo he intentado. Me he demostrado a Vá re z ACTITUD EQUIVOCADA mí mismo mi capacidad para enfrentarme a las que me producen ns o situaciones miedo. Soy una persona valiente y si meto pata...¿qué la pensaran de la mía y si fracaso no habré fracasado como persona completa ta l. mí?. La opinión más importante es .A Y M 12. .A lo capaz de hacer muchas cosas. sino que habré sido capaz de Vi intentarlo. A Tu a que esta Soy yo el que debe dirigir mi otra persona dé el primer vida no delegaré en los demás la ud Esperaré ct it 13. paso por mí. Este amigo-a satisfacción de mis deseos. Seré será responsable de mi vida. el establezca (o la) que relación con aquel grupo de personas del sexo contrario que me parece tan interesante. 286 ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA 14. Si tienes éxito ya pensarás Y si tengo éxito al enfrentarme a ese reto (por como ejemplo: si ligas con esa conseguido. persona tan maravillosa y intentarlo sólo por el miedo a no que juzgas superior a ti) saber ¿qué simplemente por el miedo a sufrir. ¿seré al capaz de mantener mi conquista o z Vá re hacer después, o .A terminará dándose cuenta no ns o éxito?, enfrentarme sería vez lo ¿sabré después?, que Peor una .A pasará afrontarlo Tengo más Buscar lo desconocido es una entre manos enorme fuente de satisfacción y, Vi importantes asuntos ta 15. l. M de lo inseguro que soy?. andar pensando en ud que buscar lo desconocido. por lo tanto, muy importante ha de ser ese asunto para que me impida ct it su búsqueda. No inventaré excusas Tu A con el fin de evitar lo desconocido. 16. Mi vida es aburrida, siempre puedo es hacer igual nada y no para evitarlo. Vivo el mismo día 287 Cada instante es diferente al anterior, siempre hay algo nuevo que explorar. Lo habitual, por mucho que se repita, también es ACTITUD EQUIVOCADA ACTITUD ACERTADA durante 50 años. susceptible de disfrute si realmente te gusta. Y, en todo caso siempre z encontrarás algo desconocido de lo Vá re cual poder disfrutar. Viviré 50 .A lo ns o años en un solo día. l. M .A EJERCICIOS Y TÉCNICAS ta 1º Visualización: partiendo de un estado de relajación debes intentar Vi visualizar en tu mente las diferentes situaciones que se te van a describir. No ud es necesario que consigas una imagen mental totalmente nítida de cada ct it acaecimiento y, además, con la práctica te irá siendo cada vez más fácil. A) Para sobreponerte a tus miedos o timidez: imagina que te estás A enfrentado a esa situación que te preocupa o te produce miedo. Te comportas Tu con seguridad y te ves a ti mismo controlando tus temores. Por fin imagínate saliendo airoso de la situación. Puedes empezar con acontecimientos que te crean sólo un poco de inseguridad para ir poco a poco imaginando situaciones que te causan mayor aprensión o timidez. Al final del capítulo 2 ya te recomendamos este ejercicio y a él nos remitimos en cuanto a los ejemplos 288 de situaciones paulatinamente más complicadas. B) Para enfrentarte a situaciones en las cuales tienes ciertas probabilidades de fracasar: imagínate enfrentado al suceso e intentando z sacarlo adelante. Encara esos retos con humor y exagera las dificultades con Vá re las que te vas a encontrar. También puedes satirizar la situación imaginando historias divertidas o en las que fracases estrepitosamente sin que te suponga ns o ningún trauma. Lo que se pretende es que pierdas el miedo a fracasar y que lo lo aceptes. .A 2º Desensibilización “en vivo”: consiste en enfrentarte a esas mismas .A situaciones que te causan temor, pero esta vez en la realidad no en tu M imaginación. Puedes combinar esta desensibilización con las visualizaciones adecuadas. Es preferible que empieces proponiéndote retos sencillos para una ta l. vez superados continuar con otros más complicados. Debes enfrentarte a Vi dichas situaciones con buen ánimo y humor convencido de que, aunque fracases no significa que seas un fracasado: tú eres una persona completa, no ud sólo una de tus partes, y por lo tanto, el hecho de fracasar no tiene apenas ct it importancia a la hora de autovalorarte. A 3ª Para superar tus miedos. Aparte de las técnicas in vivo y de Tu visualización apuntadas anteriormente puedes utilizar las siguientes: A) Acepta que tienes miedo, no luches contra él, convéncete de que no es malo tener miedo y de que no tiene por qué suponer un obstáculo para conseguir lo que deseas. Puedes intentar utilizar tu imaginación para visualizar un resultado negativo de tus proyectos, debes aceptar esa 289 posibilidad y convencerte de que no es tan grave. Una vez persuadido de que un posible fracaso no es tan grave estarás mejor preparado para enfrentarte a esa situación. z B) Si el objeto de tus miedos precisa para su realización de varias Vá re fases (por ejemplo: aprender a nadar o hacer una actuación teatral) puedes concentrarte sólo en superar cada una de las etapas según vayan ns o surgiendo sin prestar atención a la siguiente. En el ejemplo anterior: centra primero tu atención en intentar mantenerte recto mientras flotas; o lo en el ejemplo de la actuación: presta atención solamente al momento de .A los ensayos previos que vayas afrontando. Una vez superada esa primera .A fase continúa con la siguiente y después con la siguiente hasta completar M todas las etapas. En cada una de las fases valora positivamente cada uno ta l. de tus logros. demás puedes Vi C) Si tu temor se basa en el peligro de quedar en ridículo ante los probar a ponerte aposta en ridículo delante de ud desconocidos para ir perdiendo paulatinamente el respeto a dicho miedo. ct it Naturalmente a tu criterio queda la elección de cómo vas a ponerte en Tu A ridículo, pero más vale que seas cuidadoso. D) A la hora de pensar en eso que te da miedo presta atención a los beneficios que conseguirías si fueses capaz de superar dicho temor para así darte más ánimos para intentarlo. E) Cuando llegue el momento de enfrentarte a la situación que temes puedes usar tu sentido del humor para tomártelo un poco a broma y 290 Tu A ct it ud Vi ta l. M .A .A lo ns o Vá re z quitarle "hierro" al asunto. 291 Tu ud ct it A l. ta Vi ns o lo .A .A M Vá re z C a p í t ul o 1 2 z Tiempo: culpabilidad, preocupación, ira, lo ns o Vá re venganza. .A El hecho del tiempo nos afecta provocando una amplia diversidad de .A fenómenos capaces de alterar nuestro estado de ánimo. M Como ya apuntamos en anteriores capítulos, el pasado realmente ya no l. existe más que en nuestros recuerdos y el futuro todavía no es realidad, y, por ta último, el presente resulta una realidad tan efímera que en un segundo se Vi trasforma en pasado. ¿Sería pues sólo el futuro más inmediato el espacio de ud tiempo más digno de atención?. Ciertamente, es ese momento del futuro más ct it próximo, tan cercano al presente, el único susceptible de control y, en consecuencia, habremos de tratar de disfrutarlo cuando llegue. La famosa A frase “vivir el presente” pretende mantener nuestra atención en dicho presente Tu para poderlo gozar lo máximo posible, pero como el presente se materializa en un espacio tan corto de tiempo si no planificamos mínimamente su llegada no podremos disfrutarlo de forma satisfactoria. Dicha planificación va encaminada sobre todo a procurarnos la debida atención o concentración que nos permita disfrutar el acontecimiento gozoso. La frase aludida parece significar que debemos mantenernos atentos a los posibles sucesos del futuro más inmediato para así poderlo disfrutar en el breve espacio de tiempo en el cual se convierte en presente. Pero si vivir el momento presente es importante no por ello podemos z desdeñar nuestro pasado ni dejar de lado el futuro ya que ambos momentos Vá re influyen enormemente en nuestra vida. Efectivamente, la realidad nos muestra un pasado grabado en nuestra ns o memoria el cual nos influyó en su momento, nos influye en el presente y nos influirá en el futuro. El pasado es la causa del presente y modela nuestra forma .A lo de ser tanto interior como exterior a través de recuerdos, costumbres, hábitos y .A de la formación de la realidad social que nos rodea y en la cual nosotros ocupamos un puesto. Este pasado es la causa de nuestros miedos y de nuestros M hábitos, de nuestras virtudes y de nuestros defectos, de nuestros deseos, de ta l. nuestros amores, de nuestros odios y de nuestros deseos de venganza. Sin Vi embargo, la influencia positiva o negativa que el pasado pueda ejercer en nosotros es un aspecto de nuestra vida que podemos controlar y del cual ct it ud podemos sacar partido. Por su parte el futuro es algo que todavía no existe y por lo tanto su A predicción y control resulta complicado. Sin embargo, es notable a través de Tu factores tales como la necesidad de un mínimo de programación de nuestra vida, la preocupación por nuestro futuro y la construcción de deseos y metas que nos ayudan a forjar ilusiones. Ilusiones que podemos utilizar para sentirnos más felices en el presente. 294 CULPABILIDAD. Cuando hacemos algo que juzgamos negativamente nos sentimos z culpables. La culpa es una manifestación de la influencia del pasado tanto Vá re porque trae causa de un suceso acaecido en dicho pasado como porque nuestro juicio sobre ese suceso es consecuencia de una forma de pensar forjada por ns o nuestra historia particular. lo El primer aspecto es totalmente incontrolable por nosotros ya que el .A pasado es algo inalterable por mucho que nos esforcemos por cambiarlo u .A olvidarlo. M Debemos asumir ese pasado tal y como fue, con sus aspectos positivos y l. negativos y no debemos ocultarnos a nosotros mismos dicha realidad. Muy al ta contrario: aprendamos de ese pasado para así mejorar nuestro presente y Vi futuro, utilicemos el pasado para ser más felices y disfrutemos recordando en ud el presente lo bueno del pasado. ct it Lo expuesto en el párrafo anterior implica que el segundo aspecto apuntado anteriormente relativo a nuestro juicio respecto del pasado sí puede A verse alterado por nuestra voluntad. Efectivamente, nosotros podemos juzgar Tu de forma distinta nuestro pasado y en lugar de evaluarlo negativamente y dejar que los pensamientos culpables se adueñen de nuestros recuerdos podemos intentar extraer de él conclusiones positivas y utilizarlo para nuestros fines. Imaginemos un caso límite, por ejemplo: atropellamos a otra persona con 295 un coche. ¿Qué solucionamos sintiéndonos culpables?. Poco, sin duda, pero...¿cómo nos vamos a sentir de otra forma después de lo sucedido?. Lo lógico, por supuesto, es sentirse culpable y si no te sientes culpable sería síntoma de algún problema mental grave. Pero una cosa es sentirte culpable y Vá re z otra es regodearte en tu culpabilidad. Es natural que te sientas culpable, pero lo que no resulta lógico es pasarse días enteros dándole vueltas al mismo asunto. Incluso cabe la posibilidad de que utilices tu sentimiento de culpa ns o como autocastigo o como forma de evadirte y no afrontar el problema. Frente a esta actitud autofrustrante deberías empezar por reconocer tu error y .A lo asumirlo para después intentar reparar el daño (por ejemplo, visitando a la .A víctima y apoyándola en su esfuerzo por recuperarse). Por último, intenta M extraer un aprendizaje de esa experiencia negativa para el futuro: si en el ejemplo anterior ibas a una velocidad excesiva sería conveniente que tratases ta l. de acostumbrarte a conducir más despacio. Vi Lo que es válido para un acontecimiento tan radical y extremo puedes ud ponerlo en práctica en asuntos más cotidianos como, por ejemplo, cuando ct it levantas la voz a una persona de tu familia y luego te arrepientes de haber sido tan violento. A El grado de culpabilidad depende de 2 factores: 1º. De la gravedad innata Tu del error cometido. 2º. De tu juicio del mismo. Este segundo punto deriva de tu forma de pensar al respecto y puede verse muy influido por tu grado de exigencia de perfección. Una persona perfeccionista tiene una mayor tendencia a sentirse culpable ante la comisión de un determinado error que otra persona más flexible y comprensiva. 296 Igualmente, una persona perfeccionista resultará muy dura en su juicio del error ajeno e intentará provocar sentimientos de culpa en la persona que ha cometido el fallo. Con lo reseñado en el párrafo anterior llegamos a otro aspecto del Vá re z problema de la culpa: la utilización de la culpabilidad del otro. El hecho del error de la otra persona puede generar en nosotros sentimientos muy diversos. Podemos sentir pequeños deseos de venganza ns o cuando el error nos afecta a nosotros: ¡por culpa de este idiota nos han echado de clase!, ¡ahora le arreglare las cuentas!. También podemos sentir deseos de .A lo enseñar al otro para que aprenda para el futuro, lo cual a menudo oculta un .A recóndito deseo de dominarlo (es decir: deseas que el otro sea como tú quieres), o el deseo de que el otro no te cause nunca el menor problema: ¡le M haré ver su error porque si vuelve a meter la pata puedo ser yo quien pague las ta l. consecuencias!. Por último, nos puede molestar el simple hecho de que el otro Vi no se comporte tal y como nosotros pensamos que debe comportarse y esto nos da rabia: ¡esta persona no hace lo que debe hacer!, ¡hace mal las cosas! y, ct it ud por lo tanto, es un inútil!, ¡debo castigarle!, ¡debo hacerle ver su error!. Aunque realmente no pensemos exactamente las frases anteriores puede Tu A producirse en nuestro cerebro un proceso similar al siguiente: 1º. Juzgamos negativamente la acción de la otra persona. 2º. La juzgamos mal como persona completa. Es curioso, dicho sea de paso, como a una misma persona a veces la juzgamos maravillosa y al día siguiente nos resulta horrible. 297 3º. Intentamos castigarla, normalmente de forma verbal, haciéndola sentir culpable: ¡mira lo que has hecho!, ¡ya has metido la pata!. ¡siempre tienes que gritar!, etc. z Un importante aspecto negativo derivado de mantener una actitud Vá re culpabilizadora es que la otra persona aprende pronto a utilizar esa misma técnica del reproche y, al final, posiblemente se resienta tu relación con ella. ns o Sin embargo, también es cierto que a veces el reproche a esa otra persona será la única vía efectiva para hacer frente a sus intentos manipuladores o agresivos lo y de hecho éste sería un claro ejemplo de utilización totalmente justificable de .A la técnica “Di lo que piensas” (dices lo que realmente piensas: ¡mira como me .A has puesto!, ¡ten más cuidado!). Por otro lado tampoco constituye una actitud M acertada la de callarse ante los errores ajenos pues si mantienes dichas postura ta l. de forma constante la otra persona no se dará nunca cuenta de sus fallos. Vi ¿Cuál es la línea que separa una utilización del reproche justificada de una utilización negativa del mismo?. En mi opinión se debe utilizar el ud reproche sólo si la otra persona te está causando o se está produciendo a sí ct it misma un daño de mayor entidad al que puedas provocar con tu crítica. Este principio también es válido cuando es una tercera persona la que sufre el daño A (solo criticarás a la persona en cuestión si el daño que produce al tercero es Tu más importante que el provocado por tu crítica). En consecuencia, si realmente no te molesta tanto la actuación del otro ¿ para qué culpabilizarlo?. Por otro lado si, como hemos visto, el hecho de mantener una actitud culpabilizadora no resulta positivo ni siquiera cuando es justificado mucho 298 menos lo resultará si utilizas los fallos del otro para aprovecharte de él o para cachondearte. Las bromas pueden ser muy positivas, pero dejan de serlo cuando a quien las recibe le terminan resultando insufribles. En la vida hay muchas cosas de las cuales reírse y siempre es preferible reírte con el otro, que Vá re z del otro. .A lo ns o PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES: actúo como debo ta debía haber hecho. l. actuar. No he hecho lo que M 1. No ACTITUD ACERTADA .A ACTITUD DESACERTADA De me sirve darle vueltas, intentaré mejorar y en la próxima ocasión me esforzaré por hacer Vi nada las cosas siguiendo mis ud propios parámetros. ct it 2. No debía haberlo hecho, actuado realmente de forma contraria a mis criterios?, A me siento culpable. ¿He Tu ¿pude, realmente, haber actuado de otra manera?. Si he actuado mal de nada me sirve darle vueltas: intentaré aprender para el futuro. 299 ACTITUD ACERTADA 3. Te das cuenta que la otra Yo soy el responsable de mi persona te intenta hacer vida, me guiaré por mis propios sentir culpable. parámetros para determinar si he actuado realmente realmente he Vá re z ACTITUD DESACERTADA mal. actuado Y si, mal lo ns o asumiré e intentaré remediar el daño que he hecho, y si no puedo ese lo remediar daño concreto .A intentaré aprender para el futuro. .A No pagaré por mi culpa un precio horrible. Lo Lo ocurrido es negativo según ocurrido es espantoso. ¡Lo mis propios criterios, sin embargo, ta algo Vi 4. Fue l. M más alto que el daño producido. seguro que no es tan horrible, ¡el ud he hecho muy mal!. mundo no se va a acabar por eso!. ct it Intentaré que no vuelva a ocurrir, A pero si vuelve a suceder lo asumiré Tu e intentaré evitarlo en la próxima ocasión. 5. Te descubres a ti mismo tratando de provocar 300 Esta persona es responsable de su vida, es ella la que debe ACTITUD DESACERTADA ACTITUD ACERTADA sentimientos de culpa en la preocuparse por sus errores. Si las otra persona. acciones de la otra persona te z afectan díselo: “di lo que piensas”, Vá re pero no utilices su culpabilidad para manipularla. culpable para error. reconocer Después intenta tu poner remedio al daño que puedas haber actuación producido, también puedes intentar .A conseguir de tu parte una .A o compensar de alguna manera ese errores o los de culpa Vi sentimientos a ellos ud vinculados de ta tus l. determinados. Se valen de controlar ct it comportamiento. A ejemplo: reprende M comportamiento Tu por lo sientas Empieza ns o 6. Otra persona intenta que te tu madre porque le daño, pero intento se siempre que fundamente dicho en tus propios parámetros y no en lo que para la otra persona diga. Si lo crees tu preciso puedes tratar de dejarle Por claro que aceptas tu error, pero que te has no por ello manipular. te Para vas ello a dejar puedes ensuciado el suelo con tus utilizar unos “di lo que piensas” zapatos de como los siguientes: ¡es cierto!, barro y te acusa de que la ¡he cometido un error!, voy a haces intentar repararlo, pero no lo hago manchados trabajar mucho, 301 ACTITUD DESACERTADA ACTITUD ACERTADA por la bronca que al mercado y le traigas un echando, sino porque creo que paquete de detergente que debo hacerlo. estás Reconoce tus posibles errores, pasa todo el día echándote pero déjale claro a la otra persona pequeñas broncas por todo que el verdadero responsable de tu aquello que haces mal. Sus vida eres tú y que, además, no vas constantes criticas pueden a esconder deseo manipular. Para ello utiliza técnicas del tipo “di lo que piensas”. l. controlarte o de enseñarte a .A lo de dejarte M un ns o persona cercana se .A Vá re ella había olvidado traer. 7. Una me z después te pide que vayas su criterio, que Vi según ta hacer las cosas bien (bien en la ct it 8. Caes ud puede no ser el acertado). cuenta que Intenta evitar manipular a los criticas mucho a otra demás si no quieres que la otra persona y intentas persona termine cansándose de tus A que Tu utilizar sus sentimientos de culpa y de imperfección ya sea con el fin de procurarla un aprendizaje ya sea para 302 criticas y se rebele contra ti. ACTITUD DESACERTADA ACTITUD ACERTADA que se comporte tal y como ns o PREOCUPACIONES Y OBSESIONES Vá re z tú deseas que lo haga. lo El ser humano es capaz de aprender de sus errores y, en consecuencia, .A puede evitar su repetición (si bien es cierto que algunos no terminan de .A aprender nunca). Ese aprendizaje lo conseguimos porque deseamos hacer bien M las cosas (es un perfeccionismo natural y lógico) y cuando las hacemos mal lo l. almacenamos en nuestra memoria y de vez en cuando lo repasamos para así ta saber cómo debemos comportarnos en la próxima ocasión. Este recordar los Vi errores del pasado tiene, por lo tanto, una función totalmente positiva para ud nosotros. Sin embargo, a veces, podemos llegar a obsesionarnos con lo ct it sucedido y esto ya no es positivo. A De igual manera, todo ser humano se ve obligado a planificar su futuro, Tu aunque sea mínimamente, pues de otra manera, por ejemplo, no tendría nada en el frigorífico para poder llevarse a la boca. Esta necesidad de planificar se manifiesta en sentimientos de preocupación, a veces totalmente lógicos como cuando nos preocupamos por ir al mercado o planificamos la comida del día siguiente. Sin embargo, otras veces este sentimiento de preocupación 303 sobrepasa lo razonable y es a este último estado mental al que en realidad todos llamamos preocupación. A la sensación de preocupación le suelen acompañar una multitud de z pensamientos todos ellos girando alrededor de un mismo tema. Le das vueltas Vá re y más vueltas al asunto incluso cuando ya de poco te sirve pensar sobre la materia. Preocuparse es, por lo tanto, algo totalmente natural, pero cuando tu lo actividad muy negativa y terminar haciéndote infeliz. ns o nivel de preocupación sobrepasa el límite de lo razonable puede resultar una .A La diferencia entre preocupación y obsesión es cuestión de léxico: .A utilizamos normalmente la palabra preocupación para referimos a sucesos M futuros. Por su parte la palabra obsesión la empleamos para referirnos a un suceso pasado que nos ha dejado como secuela un recuerdo constante y ta l. repetido del acontecimiento. Otras veces la utilizamos como sinónimo de Vi fobia, miedo o hábito y, en otras ocasiones, la empleamos para referirnos a un estadio superior de preocupación. Yo personalmente prefiero utilizar la obsesión en ud palabra este último sentido, es decir: como un estado ct it especialmente cualificado de preocupación. A De lo dicho anteriormente podemos observar como la preocupación Tu puede encontrar su origen tanto en un suceso futuro importante como en un acontecimiento del pasado, ofreciendo en ambos casos una misma característica cual es centrar tus pensamientos en un mismo asunto. A continuación te ofrezco un listado de actitudes de preocupación excesiva y la correspondiente actitud acertada con la cual sustituirla. 304 PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES: ACTITUD ACERTADA 1. Te Si descubres dándole Vá re z ACTITUD DESACERTADA realmente puedes hacer vueltas y más vueltas a algo ¡hazlo!, establece un plan y algún llévalo Te a cabo, pero no te ns o asunto. obsesionas con algo. obsesiones con el asunto, no le des lo más vueltas de las estrictamente .A necesarias. Y si no puedes hacer .A nada, entonces debes intentar interesante 2. Te descubres a ti mismo ud en lo que pensar, motívate. Vi ta l. M pensar en otras cosas, busca algo Planifica el futuro ,pero no más de lo necesario ya que al fin y ¿y si pasa algo malo?, ¿y si al cabo el futuro es imprevisible y fracaso?. tu A ct it preocupado por el futuro: esfuerzo puede no verse Tu recompensado. El darle vueltas a un asunto sólo es útil si te ayuda a establecer planes para afrontarlo con garantías de éxito, el resto sólo 305 ACTITUD DESACERTADA ACTITUD ACERTADA sirve para autofrustrarte. las se me pasar?, ¿es realmente tan malo?, ganas de ¿tengo realmente posibilidades de Vá re quitan fracasar intentarlo! éxito?. Y si lo consigo ¿no es verdad que merecido la .A .A lo pena?. habrá ns o puedo ¿Qué es lo peor que puede z 3. ¡Sólo de pensar en que ta l. M IRA, VENGANZA, RENCOR, BÚSQUEDA DE JUSTICIA Vi Estos cuatro sentimientos tienen varias notas en común: ud 1) Son sentimientos basados en sucesos del pasado. ct it 2) Resultan del conflicto entre la imagen ideal que tú tienes del mundo A y la realidad. Se trata, por lo tanto, de sentimientos perfeccionistas Tu relacionados con comportamientos ajenos contrarios a lo que nosotros creemos “bueno”. 3) Se trata de sentimientos, en la mayoría de los casos, totalmente inútiles 306 Las películas, la televisión, los libros, etc., utilizan, a menudo, la venganza o la ira como base. El argumento suele responder siempre a un esquema parecido al siguiente: en primer lugar el héroe o su familia sufre una vejación (en los thriller suele consistir en el asesinato de un ser Vá re z querido) y acto seguido el protagonista se lanza en una carrera contra-reloj para conseguir la correspondiente venganza. Como siempre, la ficción no es más que un reflejo de la realidad; efectivamente, las diferentes deseos más o menos fuertes de ns o humillaciones o afrentas por pequeñas que sean engendran en nosotros ira y venganza. La sociedad se ve .A lo constantemente bombardeada con escenas violentas que acrecientan .A nuestros deseos de justicia y nuestros sentimientos de odio. Y, sin embargo M ¿sirven para algo estos sentimientos?, la respuesta es no. El odio sólo engendra más odio y la venganza más venganza y si nos dejamos llevar por ta l. este tipo de sentimientos podemos vernos abocados a una continua escalada Vi de violencia y sufrimiento. Es precisamente el odio y la venganza la base de la mayoría de los conflictos del mundo y una vez introducidos en su ct it ud vorágine nos será muy difícil liberarnos. La conclusión extraible es clara: debemos evitar dejarnos llevar por A nuestros deseos de justicia y de venganza. Si podemos hacer algo para Tu remediar el perjuicio sufrido ya sea por nosotros o por los demás pues pongámonos manos a la obra, pero no nos dejemos llevar jamás por la ira. Utilicemos los resortes legales, si es menester utilizarlos, empleemos el dialogo (“di lo que piensas”, búsqueda de acuerdo), no nos quedemos inmovilizados ante la injusticia, pero nunca nos sirvamos de la venganza 307 para restañar las cicatrices. Vá re 1 Para liberarte de sentimientos de culpa o de vergüenza: z EJERCICIOS Y TÉCNICAS A) Simplemente, cuéntaselo a alguien en quien puedas confiar, es decir, ns o una persona que no vaya a utilizar contra ti eso que cuentas. lo B) También puedes liberarte de tus sentimientos de culpa pidiendo .A perdón, ya sea públicamente o personalmente o, incluso, utilizando las .A técnicas de visualización descritas en anteriores capítulos (visualízate a ti constituirán el método más efectivo cuando exista una l. visualización M mismo pidiendo perdón a la persona a la que has dañado). Estas técnicas de ta imposibilidad real de contactar con la otra persona (quizás esa persona esté Vi de viaje, viva en otra ciudad, no sabes donde se encuentra, etc.) ud 2 Para superar la ira, los deseos de venganza el rencor o la irritación ct it hacia otra persona: A A) Imagínate a esa persona en una situación ridícula, y a la vez Tu graciosa, de tal manera que poco a poco deje de parecerte tan molesta. Por ejemplo: imagínate a tu odiado profesor de matemáticas vestido con un ridículo disfraz de conejo y comiendo una enorme zanahoria, después visualízalo tropezándose con sus propios pies de trapo y cayendo al suelo con estrépito. El fin de esta técnica no es vengarte mentalmente sino que 308 la otra persona te resulte más próxima e incluso entrañable. B) Puedes imaginarte que eres esa otra persona para poder descubrir sus motivaciones e intentar comprenderlo mejor, de esa manera .A EXPRIMIR LA VIDA M 3ª PARTE: .A lo ns o Vá re z tu irritación hacia ella disminuirá. Tu A ct it ud Vi ta l. AL MÁXIMO 309 Tu ud ct it A l. ta Vi ns o lo .A .A M Vá re z C a p í t ul o 1 3 ns o Vá re z La práctica de la felicidad. lo En anteriores capítulos hemos analizado los obstáculos que se oponen a .A nuestra felicidad. Hemos tenido a la oportunidad de observar como el .A perfeccionismo origina en nuestro interior un permanente estado de ansiedad o M como la culpabilidad nos impide sacar el máximo partido del presente. Todo l. esto está muy bien y la solución de estos problemas nos asegura una mayor ta felicidad, pero...¿basta con erradicar estos comportamientos autofrustrantes Vi para ser feliz?. Desde luego que no. Para tener una vida plena y sacar el mayor ud rendimiento posible de ella, también hemos de saber como obtener esa felicidad. Es decir: debemos saber cómo es eso que llamamos felicidad, que ct it elementos la componen, y qué se puede hacer para obtenerla. A Para empezar habremos de estudiar que actividades o situaciones nos Tu hacen felices. En primer lugar nos hace feliz la satisfacción de nuestros deseos y la práctica de ciertas actividades que nos procuran placer. También nos hace feliz la satisfacción de nuestros sueños o incluso el mero hecho de tenerlos y el fantasear. Otro elemento que nos procura felicidad es él hecho de sentirnos satisfechos de nosotros mismos y cuando el mundo funciona como nosotros deseamos. Y, por fin, otra posible fuente de satisfacción puede resultar de la propia felicidad de los que nos rodean. Al analizar todo lo anterior con un poco más de atención observamos como en lo que respeta a nosotros mismos podemos atender a diversos planos. z Uno de estos planos es de naturaleza perfeccionista, en el sentido de que nos Vá re hace feliz comportarnos o ser tal y como a nosotros mismos nos gusta. Este deseo una vez colmado se concreta en el sentimiento de autosatisfacción. ns o El otro plano al que nos referíamos anteriormente resulta exterior a lo nosotros y está formado por las personas que no rodean y por el mundo y los .A acontecimientos que lo acompañan. En dicho plano exterior nuestra particular .A forma de pensar (escala personal de parámetros) nos lleva a juzgar como M positivos o negativos los diversos acontecimientos, resultando que estos l. eventos pueden hacernos felices o infelices según el juicio que nos merezcan. ta Por otro lado, también el tiempo influye en nuestra felicidad. Así Vi podemos ser felices recordando las cosas buenas del pasado o imaginando un ud maravilloso futuro. Nuestra imaginación no sólo nos sirve para soñar con ese ct it futuro que nos motiva sino que también nos procura placer en el presente creando fantasías, fuente, a su vez, de satisfacción. Por otra parte, también A empleamos el recurso imaginativo para planificar nuestro futuro, aunque para Tu ello no abandonamos, normalmente, el substrato de realidad en el que ese futuro se sustenta. A continuación ofrecemos un análisis más extenso de cada uno de los elementos de disfrute descritos. 312 LA SATISFACCIÓN DE NUESTROS DESEOS Y LA BÚSQUEDA DEL PLACER: z Hemos visto como la satisfacción de nuestros deseos y el mero placer nos Vá re proporcionan felicidad. Si tomamos el término placer en el sentido de disfrutar de las cosas que físicamente o psíquicamente nos resultan agradables ns o estaremos admitiendo a su vez que para obtener dicha felicidad o placer no basta con la mera naturaleza agradable de lo sucedido sino que, además, lo hemos de ser capaces de disfrutar de ella, es decir,: nuestro cerebro debe ser .A consciente de esa sensación de disfrute. A menudo pasamos por alto .A innumerables oportunidades de obtener placer porque estamos pensando en M otras cosas. Por ejemplo: imagínate que estás saboreando ese maravilloso l. desayuno que tanto te gusta. Hoy el desayuno está especialmente delicioso y, ta sin embargo, tú ni siquiera te das cuenta porque estás demasiado preocupado Vi recordando esa cosa desagradable ocurrida ayer. El resultado es que tu cuerpo ud está sintiendo ese placer, pero tu cerebro no es consciente de ello, y en consecuencia tú no habrás disfrutado todo lo que podrías de ese maravilloso ct it desayuno. A En consecuencia, si menosprecias demasiado a menudo el simple hecho Tu de disfrutar porque en ese momento juzgas más importantes otras cuestiones, estarás desperdiciando uno de los más importantes factores creadores de felicidad. La conclusión o corolario de lo anterior es clara: si quieres disfrutar de la vida al máximo has de empezar por disfrutar de las cosas que te gustan concentrando tu atención en ellas. En tu escala de valores coloca en un lugar 313 preeminente el deseo de disfrutar, de forma que haya pocas cosas más importantes para ti en la vida (esto es, de hecho, lo que la gente y algunos psicólogos llaman vivir el presente). Vá re z Para que ese disfrute sea pleno has de tener en cuenta lo siguiente: 1º Has de concentrarte en ese disfrute sin que otros problemas o asuntos te impidan disfrutar; el disfrutar debe ser lo más importante, como ns o explicábamos anteriormente. lo 2º No importa si el origen de ese disfrute es algo habitual o si en el fondo .A te parece una nimiedad sin importancia; aunque consista simplemente en .A disfrutar de ese desayuno que tomas todos los días debes ser capaz de M disfrutarlo al máximo. La repetición de una actividad gratificante no tiene por l. qué conducir a la monotonía sino todo lo contrario: te asegura unos momentos ta diarios de felicidad. Sólo el abuso de las cosas te llevan al hastío de ellas y Vi solamente en dicho aspecto es preciso cierta moderación. ud 3º Trata de procurarte momentos agradables. Intenta satisfacer tus deseos ct it lo más a menudo posible, encuentra tiempo para tu propio placer. Recuerda que sacrificar un momento de disfrute a cambio de conseguir alguna meta más A importante puede ser positivo, pero si estás postergando continuamente la Tu satisfacción de tus deseos estarás desdeñando uno de los más importantes componentes de la felicidad: ¡sacrificare mis deseos sólo mientras el conjunto de los momentos de placer sacrificados no sea más importante que los beneficios obtenidos con dicho sacrificio!. 314 4º Explora nuevas vías de diversión o placer. Amplia tu concepto de lo que es divertirse o pasarlo bien. Disfrutar no es sólo reír a carcajadas o permanecer bailando hasta altas horas de la noche o madrugada, tampoco consiste en enfrentarte a grandes retos, ni en vivir tremendas aventuras, ni en Vá re z disfrutar de situaciones excitantes. Puedes disfrutar de todas estas actividades e incluso es conveniente que lo hagas de vez en cuando, pero también hay otras formas de diversión mucho más tranquilas de las cuales puedes disfrutar ns o sin caer en la llamada “vorágine de la diversión”. Efectivamente, muchas personas en su deseo de diversión y disfrute (a veces escondiendo un deseo de .A lo huir de los problemas y por lo tanto de la realidad) se ven arrastrados a una .A constante búsqueda de diversión que nunca se ve totalmente satisfecha y, sin M embargo, también puedes disfrutar leyendo novelas o poesía, escuchando músicas diferentes a las que escuchas normalmente, viajando a lugares ta l. distintos a los habituales, buscando actividades que nunca antes hayas Vi realizado, etc. ud En el capítulo 4º te ofrecí un listado de actividades que resultan, a mi ct it juicio, placenteras. Me remito a dicho listado para que tomándolo como referencia confecciones el propio, si es que no lo confeccionaste entonces, A naturalmente. Con la elaboración de tu dicha lista se persigue que tengas Tu siempre presente tanto las actividades que te gustan, como aquellas actividades nuevas que te gustaría probar para que, en consecuencia, trates de procurártelas. 315 MOTIVACIÓN: El motivarte, el buscar metas e ilusiones te proporciona el ánimo z suficiente para luchar por alcanzarlas, y de hecho te ayuda a conseguir esas Vá re metas que persigues tanto porque al soñar con ellas estás planificando en tu imaginación las actividades a realizar para lograr dichos objetivos (y de esa ns o forma aseguras el éxito de tus empresas) como porque te proporciona el ímpetu necesario para conseguir satisfacer tus deseos (lo cual también te .A lo facilita la victoria). .A Además, tus ilusiones te pueden proporcionar un estimable disfrute en el M momento presente al imaginar el instante en que consigas hacer realidad tus l. fines. De hecho, es muy probable que disfrutes más en el trayecto hacia tus ta metas que en el mismo momento del triunfo. Vi Sin embargo, la motivación excesiva o el exceso de ilusión pueden ud provocar unos fuertes sentimientos de frustración si llegado el momento ct it decisivo fracasas. De ahí lo importante de tener varias metas y de que en todo IMAGINACIÓN Y SUEÑOS: Tu A momento tengas presente la posibilidad del fracaso. Ligada con los conceptos de motivación e ilusión tratados en el punto anterior encontramos otra posible e inagotable fuente de satisfacción, esta 316 fuente es la imaginación. Imaginar significa utilizar tu cerebro para cuestiones alejadas de la realidad del momento presente o pasado. Utilizamos la imaginación, por ejemplo, cuando elucubramos sobre un suceso futuro o cuando imaginamos un presente distinto al actual. Nosotros podemos utilizar para procurarnos placer. Nuestro cerebro vivirá z imaginación Vá re nuestra prácticamente como reales las situaciones imaginadas, circunstancia que bien ns o aprovechada puede hacernos disfrutar en grado sumo. Por otro lado, podemos utilizar nuestra imaginación en nuestro trabajo lo (planificando, ideando, etc.), o para hacer felices a los demás con nuestro .A ingenio. Por último, también podemos utilizar esta facultad para planificar .A nuestro futuro o para crearnos metas, tal y como vimos en el punto anterior. M En conclusión: podemos utilizar nuestra imaginación para hacernos felices a ta l. nosotros y a los que nos rodean, y no debemos desdeñar su utilidad. Vi Sin embargo, una utilización indiscriminada de nuestra fantasía podría ser también perjudicial si la utilizamos para huir de la realidad. Cuando seamos ud conscientes de dicha huida habremos de poner los pies en el suelo y tratar de ct it aceptar la realidad que nos rodea. Por tanto, antes de comenzar a fantasear y a soñar debemos empezar por aceptar la realidad, y si no somos capaces de A aceptar el mundo tal y como es será mejor que abandonemos nuestras Tu fantasías. PENSAR EN POSITIVO, SENTIR POSITIVO 317 Pensar en positivo consiste en valorar positivamente los sucesos acaecidos a tu alrededor. Por lo tanto, es al aspecto valorativo asociado a dichos sucesos al que realmente aludimos con el empleo de dicha expresión. Efectivamente, lo más importante a la hora de calificar una situación Vá re z determinada como positiva o como negativa es nuestro propio juicio sobre ella y no si estamos realmente ante una situación positiva o negativa. Sin embargo, esto no significa que debamos tomar como bueno lo que en realidad es malo, ns o sino que a la hora de juzgar un suceso como bueno o malo es preferible lo centrar nuestra atención o hacer más hincapié en lo positivo. .A A lo largo de capítulos anteriores hemos visto múltiples ejemplos de .A pensamientos negativos y de los pensamientos positivos más adecuados para M sustituirlos (de hecho éste era el fundamento de dichos capítulos). Ese proceso positivo. Un segundo ta pensamiento l. de sustitución es precisamente el primer paso hacia la consecución de un paso consistiría en incentivar los Vi pensamientos positivos en tu vida. Y, ¿cómo se hace esto?. Pues simplemente ud prestando una atención especial a los acontecimientos positivos que te vayan ct it surgiendo, regodeándote en ellos y no dejándoles pasar sin disfrutarlos con la excusa de otras cuestiones más preocupantes. A menudo ante dos sucesos uno A positivo y otro negativo solemos prestar más atención al negativo porque nos Tu causa una mayor preocupación o miedo y dicha preocupación nos impide disfrutar del acontecimiento positivo. Debemos evitar este tipo de comportamiento. El proceso de adquisición de una forma de pensar positiva y optimista se puede sintetizar como sigue: 318 1º Has de tratar de evitar los pensamientos erróneos y más aún cuando dichos pensamientos son negativos o desagradables. 2º Has de sustituir esos pensamientos desacertados por los Vá re z correspondientes acertados. 3º Ante cualquier suceso intenta tomar la actitud más positiva posible. A ns o la hora de juzgarlo da prioridad a los aspectos positivos sobre los negativos. 4º Si se producen varios acontecimientos unos positivos y otros negativos .A lo evita que los negativos te impidan disfrutar de los positivos. .A 5º No dejes pasar un suceso positivo sin valorarlo como se merece, M ¡disfruta de lo sucedido!. l. 6º Anímate a ti mismo, autosugestiónate, procura hacerte feliz; aunque, Vi ta naturalmente, sin caer en el autoengaño. ud En resumen, si eres capaz de dirigir mínimamente tus pensamientos podrás procurarte un estado de ánimo más positivo y, en consecuencia, Tu A ct it conseguirás sentirte mejor y, en suma, ser más feliz. DIRIGIR TUS EMOCIONES: Como hemos visto a lo largo de esta obra el control de tus pensamientos y emociones es posible y, además, beneficioso. Tú puedes dominar tus pensamientos y sentimientos negativos y transformarlos en positivos ,y esto nos lleva a una conclusión: si tú puedes dirigir tus emociones y tienes cierta capacidad de elegir como te sientes, también podrás utilizar tus estados 319 emocionales para conseguir tus fines. Efectivamente, podemos utilizar nuestras emociones para adoptar la actitud que cada ocasión requiere, sólo tenemos que convencernos de lo que z sentimos. Utilizando nuestro control de pensamientos y autosugestionándonos Vá re apropiadamente podemos conseguir un carácter o comportamiento externo flexible y adaptable a nuestras necesidades. Por ejemplo: si tienes que afrontar ns o una entrevista de trabajo y quieres presentarte con una actitud decidida, trabaja antes contigo mismo sugestionándote hasta que sientas interiormente esa lo sensación de estar decidido. Utiliza para ello todo el arsenal de pensamientos .A positivos que creas conveniente, visualiza mentalmente tu actuación, emplea .A tu imaginación y, una vez alcanzado el estado mental apropiado, afronta la l. M situación con decisión. Vi ta AUTOSATISFACCIÓN AUTOESTIMA Y AMOR A UNO MISMO ud Es muy difícil alcanzar la felicidad si no somos capaces de sentirnos ct it satisfechos con nosotros mismos A En anteriores capítulos vimos que para estar realmente satisfecho con uno Tu mismo era preciso actuar en la vida siguiendo nuestra propia escala de parámetros. Como te autojuzgas tomando tu escala de valores como baremo para medir la bondad o maldad de tus acciones lógicamente si actúas siguiendo dicha escala tu juicio resultaría mucho más positivo. Por ejemplo: si tú interiormente juzgas de forma positiva el hábito de tratar bien a los más 320 débiles poco satisfecho quedarías de ti mismo si te descubrieses riéndote de esa persona menos afortunada sólo para hacerte el gracioso ante los demás. En un principio puedes sentirte complacido por ese hipotético (y seguramente falso) “plus” de estima ajena, pero en último término si no eres auténtico y Vá re z traicionas tus valores terminarás perdiendo tu propio respeto. Un segundo factor para alcanzar ese elevado grado de amor a uno mismo ns o consiste en autoaceptarnos tal y como somos tanto en el plano físico como en el psíquico, con todas nuestras limitaciones y defectos. Como este punto ya ha lo sido tratado anteriormente no voy a extenderme sobre él, aunque esto no .A .A significa que no sea un aspecto importante, sino todo lo contrario. ta l. M CRECIMIENTO, SUPERACIÓN, EL ÉXITO, EL CAMBIO. Vi La superación de tus propias limitaciones y el mejorar como persona ud constituyen otra importante fuente de satisfacción y felicidad. ct it Efectivamente, el crecimiento personal puede erigirse como una nueva motivación, como otra meta a conseguir. Sin embargo, la autoexigencia A exagerada o unas metas de crecimiento que superen lo razonable pueden, muy Tu al contrario, convertirse en un obstáculo difícil de superar. Efectivamente, si te dejas llevar por un exagerado deseo de éxito o superación nunca tendrás bastante para satisfacer tus ambiciones. Entrarás en un permanente estado de vorágine, de lucha constante por obtener cosas, un deseo que nunca conseguirás satisfacer totalmente 321 y, en consecuencia, te sentirás constantemente frustrado e insatisfecho. Por eso, en tu búsqueda del éxito o en tu afán de superación: 1º. Debes de aceptarte tal y como eres, 2º. En todo momento has de poner tu felicidad personal por encima de tu deseo de superación o éxito. Es decir: tu deseo de superación o de éxito constituye un Vá re z medio para conseguir un fin que es ser feliz. Por lo tanto, la persecución del éxito o el deseo de superación son positivos siempre que disfrutes en su búsqueda o que su consecución merezca realmente la pena. 3º. Intenta cambiar ns o y progresar ,pero aceptando en todo momento la posibilidad del fracaso. lo Para que tu intento de superación tenga más posibilidades de éxito en .A primer lugar debes planificar como conseguirlo, después debes motivarte para .A que a la hora de ponerte manos a la obra lo hagas con toda tu convicción y M empeño (aunque aceptando la posibilidad del fracaso) y, por último, actúa y l. hazlo con toda tu ilusión y poniendo toda la carne en el asador, sin rendirte ta hasta agotar todas las posibilidades. Utiliza estas dos frases motivadoras: ¡tú Vi puedes si crees que puedes!, ¡en el infinito está el límite!. ud El deseo de cambio y de autosuperación llevan anejos, como veíamos ct it antes, varios posibles peligros, como el de caer en un permanente estado de insatisfacción personal o el de entrar en una dinámica de constante vorágine A de éxito. Por último el proceso de cambio precisa de un esfuerzo que requiere Tu ser justificado. Para que sea justificado dicho esfuerzo hemos de utilizar algún criterio valorativo que nos indique cuándo es razonable cambiar y en cuales elementos es conveniente hacerlo. Como primer criterio podemos utilizar nuestro grado 322 de felicidad: ¿somos realmente felices?, ¿somos suficientemente felices?. Si la respuesta a estas preguntas es negativa queda claro que debemos intentar cambiar. Un segundo criterio consiste en comparar el esfuerzo que supone para nosotros el cambio con el beneficio que dicho esfuerzo puede Vá re z reportarnos: ¡intentaré superarme salvo cuando el esfuerzo a realizar supere el benéfico que pueda obtener!. ns o En consecuencia, si en un momento determinado observas que ya has acumulado demasiado esfuerzo habrá llegado el momento de abandonar en tu lo empeño. Por cierto, al tomar esta última resolución sería un error sentirte .A obligado a continuar a causa del sacrificio que hayas invertido; es posible que .A te de pena abandonar cuando has sacrificado tanto, pero no puedes permitir M que dicho sentimiento te obligue a continuar malgastando tu tiempo. ta l. Por otro lado, debes tener presente que para ser feliz no has de esperar a Vi cambiar, ni a ser mejor, ni mucho menos a ser perfecto: ¡debes intentar ser feliz en el presente sin esperar a superarte!. Es en el proceso de cambio dónde ud has de encontrar el disfrute y no debes aplazar tu felicidad hasta la ct it consecución de tus objetivos de crecimiento. De hecho, te vas a ver obligado a superarte constantemente y siempre vas a encontrar elementos de tu vida A susceptibles de mejora y, por lo tanto, nunca vas a conseguir ser perfecto y Tu estarías desperdiciando tu vida (una infinidad de momentos presentes) si no te permitieses ser feliz hasta conseguir ser como quieres ser. LO DESCONOCIDO, LOS RETOS 323 Lo desconocido ya fue tratado con anterioridad en el tema dedicado a la inseguridad y los miedos. Decíamos entonces que este miedo suponía una importante limitación en nuestra vida al constituir un obstáculo que nos z impedía realizar esas actividades que nos gustaría o convendría hacer. Vá re Pero a la hora de hablar de lo desconocido y de aquellas situaciones que suponen un reto para nosotros encontramos otro aspecto importarte y que ns o consiste en la enorme satisfacción que nos puede reportar el hecho de enfrentarnos a estos obstáculos y superarlos. lo El misterio, lo desconocido es excitante y puedes disfrutar en su .A búsqueda. Todos deseamos aprender y sentimos curiosidad por muchas cosas .A que desconocemos, al enfrentarnos a lo desconocido además de disfrutar en M caso de salir airosos también podemos encontrar motivo de gozo en el mero l. hecho de desafiarlo. Efectivamente, lo desconocido es un medio de disfrute en ta sí mismo, te hace la vida más atractiva, te descubre nuevos aspectos de la Vi misma y, en fin, constituye el arma más importante para luchar contra el Tu A ct it ud aburrimiento y la monotonía. 324 C a p í t ul o 1 4 ns o Vá re z Técnicas de superación. lo Las técnicas descritas a continuación no son más que una recopilación de .A los ejercicios ubicados al final de los capítulos anteriores. La función de este .A capítulo es la de servir de recordatorio de los citados ejercicios y facilitar su M acceso a través de su agrupación en un sólo capítulo. l. 1º Relajación: túmbate en una cama o siéntate cómodamente. Vas ha ir ta relajando cada parte de tu cuerpo de la siguiente manera: concéntrate en tu Vi pierna derecha y tensa sus músculos, intenta que sólo se tense tu pierna ud derecha, manténla tensa durante unos instantes concentrándote en la ct it sensación de tensión. Después suelta los músculos y deja relajar la pierna; observa la sensación de flojedad. Ahora concéntrate en tu pierna izquierda y A realiza el mismo proceso anterior: tensa los músculos y observa la sensación Tu de rigidez y luego suelta los músculos concentrándote en la sensación de relajación. Luego sigue con cada uno de tus brazos, después la región abdominal, enseguida el pecho, después la espalda y los gluteos, después el cuello y nuca, y por último las mandíbulas. Con el paso del tiempo serás capaz de conseguir este estado de relajación sin necesidad de llevar a cabo cada uno de los pasos. 2º Visualización: en primer lugar debes intentar alcanzar un buen estado de relajación utilizando la técnica descrita anteriormente. Cierra los ojos e intenta visualizar en tu mente las diferentes situaciones que se te van a describir. No es preciso que consigas una imagen totalmente nítida, basta con Vá re z que imagines las siguientes situaciones y con la práctica te ira siendo cada vez más fácil: ns o A) Para facilitar la consecución de tus fines y motivarte: imagina que estás trabajando para conseguir eso que tanto deseas, trata de visualizar las lo diferentes fases que deberás recorrer en el futuro para lograr tu objetivo. Por .A .A fin imagina el momento del éxito. M B) Para sobreponerte a tu timidez o miedos: imagínate enfrentado a esa situación que te preocupa o te causa miedo. Te comportas con seguridad y ta l. consigues salir airoso. Es preferible comenzar por situaciones que te crean Vi sólo un poco de aprensión para ir poco a poco imaginando eventos que te causan mucha inseguridad o timidez. Puede resultar conveniente que ud confecciones un listado progresivo de las situaciones que te causan temor y ct it que planifiques cuidadosamente las incidencias a las cuales te debes ir enfrentando. Por ejemplo, si eres una persona tímida empieza por retos A sencillos, como intentar contar un chiste a un amigo y una vez superado Tu puedes ir planteándote otros desafíos mucho mas inquietantes, como pronunciar un discurso en público, hablar con una persona del otro sexo muy atractiva, etc. (en los ejercicios del capítulo 2 puedes encontrar ejemplos de estas situaciones). 326 C) Para enfrentarte con mayores garantías de éxito a situaciones en las cuales tienes muchas probabilidades de fracasar: imagínate enfrentándote a la situación e intentando sacarla adelante. Mantén una actitud humorística tratando de quitarle hierro al asunto; pero, a la vez, exagera las dificultades Vá re z con las que te vas a encontrar para que cuando llegue el “momento de la verdad” estés preparado. También puedes satirizar la situación imaginando ns o historias divertidas y afrontando los fracasos con humor. 3º Desensibilización “en vivo”: consiste en encarar en la vida real y no lo en tu imaginación esas mismas situaciones que te causan temor o timidez. .A Puedes combinar esta desensibilización con las visualizaciones adecuadas. .A También en esta técnica se comienza afrontando retos sencillos para, una vez M superados, continuar con otros más complicados. Debes encarar esas l. situaciones con humor y manteniendo en todo momento una aptitud positiva. ta Debes actuar con la convicción de que un fracaso no te convierte en un Vi fracasado: tú eres una persona completa, no sólo una de tus partes y, por lo ud tanto, el hecho de fracasar no tiene apenas importancia a la hora de Cuando te enfrentes a esas situaciones debes valorar ct it autovalorarte. positivamente cada uno de los logros que consigas y animarte a proseguir; de Tu A esta manera, incrementarás tus posibilidades de éxito. 4º Para liberarte de tus sentimientos de culpa o vergüenza: simplemente cuéntaselo a alguien en quien confíes, es decir, alguien que no vaya a usar lo que cuentas como arma contra ti. 5º Técnicas de autoestima: 327 A) Aceptación física: debes ponerte delante de un espejo y observar tu cuerpo, presta atención tanto a las cosas buenas como a las malas, acepta lo que no te guste. Una vez terminado el examen proclama tu autoaceptación: ¡acepto estas imperfecciones como parte integrante Vá re z de mi ser!, ¡sea perfecto o no, yo me acepto y me quiero como ser completo!. ns o B) Intenta satisfacer lo más a menudo posible algunos pequeños deseos como, por ejemplo, tomarte un helado o un delicioso batido y mientras .A lo lo disfrutas piensa que te lo mereces. .A C) Fuerza situaciones en la cuales quedes en ridículo, tómatelo a broma, M y piensa que tú te quieres, aunque a veces te comportes erróneamente. l. Debes restarle dramatismo al hecho de “meter la pata”. ta D) Similar al anterior: de vez en cuando comete algún pequeño error sin Vi consecuencias y acepta tus imperfecciones. Mientras provocas tu ud propio error debes pensar: puedo hacer las cosas mal y no por ello ser ct it un desastre, ¡yo me quiero a pesar de todo!. E) Elabora una lista con tus virtudes y tus defectos, acepta con cariño Tu A tanto tus aspectos positivos como los negativos; debes decirte a ti mismo: ¡tengo cosas buenas y cosas malas, pero ¡yo me quiero como ser completo!,. ¡merezco ser feliz!. 6º Para superar la ira, el rencor, los deseos de venganza o la irritación hacia una persona: a) Visualiza mentalmente a esa persona en una situación 328 ridícula y a la vez graciosa hasta que el individuo en cuestión deje parecerte tan molesto. Por ejemplo: imagínate a tu odiado profesor de álgebra dando su clase vestido únicamente con unos estúpidos calzoncillos de flores y una enorme corbata de colores chillones mientras toda la clase se ríe de él. Al Vá re z utilizar esta técnica no debes pretender vengarte mentalmente de esa persona tan irritante, muy al contrario, lo que se persigue es que esa persona te resulte menos odiosa e incluso entrañable (de hecho las personas que más problemas ns o nos causan son normalmente las que más miedo nos producen, de ahí que la técnica consista en ponerlas en ridículo). b) Imagínate en el lugar de esa otra .A lo persona para descubrir sus motivaciones e intentar comprenderle y de esa .A manera seguramente tu irritación hacia ella disminuirá. M 7ª Para superar tus miedos. aparte de las ya apuntadas técnicas de ta l. visualización y de la in vivo puedes utilizar las siguientes: Acepta tu miedo, no luches contra él, convéncete que no es malo Vi a) tener miedo y que tu temor no tiene por qué suponer un obstáculo para ud conseguir lo que deseas. Utiliza alguna técnica de visualización para ct it imaginar en tu cerebro que tus miedos se hacen realidad (no resulta conveniente utilizar esta técnica cuando dichos temores no tienen Tu A ninguna posibilidad de hacerse efectivos), debes aceptar dicha posibilidad y convencerte de que no es tan grave. Una vez persuadido de que el posible fracaso o el acaecimiento del suceso que te causa temor no tiene tanta gravedad estarás listo para enfrentarte a la situación en cuestión. 329 b) Si el objeto de tus miedos precisa para su realización de varias fases (como sucede, por ejemplo, al aprender a nadar o al elaborar una representación teatral) puedes concentrarte sólo en la superación de cada una de dichas fases según vayan surgiendo sin prestar Vá re z atención a la siguiente (en el ejemplo anterior primero centrarías tu atención a la fase de mantenerte recto mientras flotas, después te concentrarías en mover tus piernas de la forma adecuada, etc.). En ns o cada una de las fases aludidas valora positivamente cada uno de tus lo logros. Si tienes miedo de quedar en ridículo delante de los demás puedes .A c) .A intentar liberarte de dicho temor provocando adrede situaciones M grotescas delante de personas desconocidas. Después, puedes intentar l. ascender un escalón más y llevar a cabo alguna payasada delante de ta personas cuya opinión te resulte más importante. Naturalmente queda Vi a tu criterio la elección de cómo vas a ponerte en ridículo, pero más ud vale que seas cuidadoso. Esta técnica es prácticamente idéntica a la ct it anteriormente descrita en el punto 5ºb salvo que en este caso persigue liberarte de un temor y en la técnica anterior se pretendía aumentar tu Tu A autoestima. d) Cuando te plantees afrontar esas situaciones que te producen miedo presta atención a los beneficios que conseguirías si fueses capaz de superar dicho temor, con ello conseguirás las fuerzas necesarias para poder dominarlo. 330 e) Cuando llegue el momento de enfrentarte al evento que temes utiliza el sentido del humor con el fin de quitarle "hierro" al asunto. 8ª Para superar hábitos perniciosos y crear nuevos hábitos saludables: Empieza por asociar mentalmente el hábito a todo lo negativo que Vá re z a) lleva conexo (por ejemplo: si tienes el hábito de morderte las uñas asócialo a falta de limpieza, fealdad de tus manos, etc.), si por el ns o contrario pretendes instaurar un nuevo hábito saludable en tu lo comportamiento asócialo a todo lo positivo que lleva consigo (por .A ejemplo: si quieres acostumbrarte a utilizar un lenguaje más culto .A asócialo a respeto, inteligencia, habilidad social, o lo que tú creas M conveniente). Lo que perseguimos con esta técnica es que cuando imagines esa actividad inmediatamente la asocies con todo lo que ta l. tenga de positivo o negativo y así terminará por resultarte molesta si Vi lo que deseas es eliminar ese hábito o agradable si lo que deseas es crear el hábito. No olvides que las cosas te parecen positivas o ud negativas dependiendo en buena parte de tu juicio sobre ellas y no ct it sólo de su bondad o maldad implícita (aunque esto implica, naturalmente, que sea razonable calificar como bueno lo que en Tu A realidad es malo). b) Puedes proporcionarte pequeños premios cada vez que realices bien una actividad o un deber determinado, por ejemplo: si te gusta algo determinado como una chuchería o un helado reserva su degustación para los momentos en que consigues superar tu hábito. La 331 finalidad de esta técnica es, también, asociar psicológicamente la superación de tus hábitos con el placer. En todo caso no es conveniente abusar de estos premios y mucho menos aún de los z autocastigos. Tus hábitos suelen venir acompañados de una serie de ideas Vá re c) equivocadas. Por ejemplo: si tienes la costumbre de ir muy deprisa quizás acompañes dicha conducta habitual con ns o con el coche pensamientos como este: me quiere adelantar, ¡pretende intimidarme!, lo ¡no me dejare!. La solución para eliminar este tipo de hábitos consiste .A simplemente en: 1º prestar atención a la aparición de este tipo de .A pensamientos y, por lo tanto, permanecer alerta para intentar M descubrirlos en cuanto surjan, 2º tratar de eliminar ese pensamiento, l. 3º sustituir dicho pensamiento por uno más acertado, como por Vi su problema!. ta ejemplo: ¡bueno!, pues si me quiere adelantar pues que adelante, ¡es ud 9º Puede suceder que en un momento determinado te sientas deprimido o ct it bajo de moral y que todo lo que te digas a ti mismo para animarte te resulte insuficiente o que no encuentres la causa de dicho malestar. En ese caso A puedes utilizar la siguiente técnica: A) Analiza cuál es el motivo o causa de tu Tu bajo estado de ánimo. Para llegar a ese motivo debes prestar atención a los pensamientos que tienes en ese momento. Por ejemplo: estás pensando que esa persona a la que quieres no merece tu amor. El análisis de este pensamiento te conduce al momento en el cual surgió esta idea: esta persona te reprendió por comprarte algo que a ti te gustaba, pero que ella no creía 332 necesario y a raíz de esta acción discutisteis. B) Una vez aislado el problema debes buscar si existe un pensamiento incorrecto o irracional que empeore lo que ya de por sí constituye un problema. Normalmente cuando te sientes mal hay un pensamiento incorrecto vinculado a dicho sentimiento ya que tu Vá re z parámetro felicidad tendría que ser tan importante que muy pocas cosas deberían interponerse en su consecución. Sólo ciertos sucesos importantes y negativos de la realidad deberían alejarte de tu propósito de ser feliz y ns o únicamente durante el tiempo lógico que precises para superar tu dolor o tristeza. Efectivamente es normal que cuando te sucede algo negativo te .A lo sientas mal lo que no es lógico ,ni deseable es que prolongues ese sufrimiento .A durante más tiempo del debido ni que exageres su magnitud. Debes, por lo M tanto, indagar dónde falla tu valoración de los sucesos que te han llevado a ese estado de tristeza. Por ejemplo, ante un fracaso y el subsiguiente estado de ta l. frustración cabría preguntarse: ¿por qué es tan malo haberlo hecho mal?, Vi ¿existe una norma que me exija actuar de una forma determinada y no de la forma que lo he hecho? y, aunque esté mal hecho ¿por qué he de sentirme ud mal?. Con estas y otras preguntas seguramente descubrirás que tu fracaso no ct it es tan importante y que, por lo tanto no tienes por que, sentirte tan mal. C) Cuando encuentres cuales son los pensamientos incorrectos debes también A tratar de hallar cuales son los pensamientos adecuados aplicables al caso Tu para sustituirlos. Tu escala de valores te dará la respuesta en muchos casos. D) Por último, es conveniente que recuerdes cuál es la respuesta adecuada para que la apliques a un suceso futuro similar. 333