Nuevas elecciones de Gobernador en el Valle del Cauca, la evidencia de un departamento en crisis Felipe Jiménez Ángel Coordinador del Observatorio de la Democracia de la MOE “(…) la elección del próximo gobernador del Valle esta cimentada en dos grandes acuerdos políticos que no representan alianzas programáticas sino coaliciones en torno a un objetivo común: Continuar en el poder, o en su defecto, recuperar la Gobernación que desde hace más de 10 años los grupos tradicionales del departamento perdieron”. La falta de gobernabilidad, la corrupción administrativa, la interinidad, la incertidumbre en la prestación de políticas públicas y el descontento ciudadano han primado en el escenario de la política vallecaucana durante la última década. Los últimos dos comicios a gobernación han terminado en la destitución de los electos, mientras Juan Carlos Abadía estuvo en el poder cerca de 3 años, Héctor Fabio Useche estuvo cerca de 3 meses. El departamento del Valle del Cauca se encuentra en el centro del debate y no precisamente por su sector empresarial, ni por el conflicto armado, sino por celebrar unas elecciones atípicas que no se debieron convocar si se hubieran tenido en cuenta las alertas que se lanzaron en su momento sobre la posibilidad de una victoria de Héctor Useche. Es claro, la responsabilidad es de los partidos políticos por no tener actitudes concretas frente a la entrega de avales, y del ciudadano, por mantener (en ciertas ocasiones) una apatía frente a su democracia. La combinación de todas las formas de lucha adoptadas a mediados de los ochenta ha mutado y se ha rencauchado en el escenario político de Colombia en los últimos años. El narcotráfico, las mafias y los grupos armados se asociaron con varios sectores políticos para acceder al poder mediante, en algunos casos, la eliminación o intimidación de sus contendores o en otros, capturando al Estado. El Valle de Cauca no ha sido ajeno a esta problemática, la presencia de carteles como el del norte de Valle, el bloque Calima de las autodefensas (en su momento), la injerencia que tienen hoy los Rastrojos y la presencia de las FARC, han arrinconado la democracia vulnerando los principios del Estado de derecho presente en el ordenamiento jurídico y social colombiano. El modelo del estado a nivel local adoptado por Colombia no está respondiendo a las necesidades que hoy en día se demandan ni mucho menos cuenta con las herramientas necesarias para resolver los diferentes problemas que lo aquejan. La democracia en lo local se encuentra asediada (Pizarro, 2004), las élites políticas son vulnerables y fácilmente permeables por la ilegalidad y el departamento del Valle es un claro ejemplo de esta situación. Municipios como Buenaventura, Florida y Pradera reflejan la dinámica de un conflicto armado que en el corto plazo no pareciese tener solución; el norte del Valle tiene una fuerte influencia del narcotráfico aliado con bandas criminales; y, municipios como Palmira y Yumbo cuentan con la presencia de políticos que desean apropiarse de las rentas a como de lugar. Con este panorama es posible identificar 5 grandes características que van a primar en el periodo pre-electoral y que ineludiblemente van a definir el mapa político del departamento del Valle del Cauca. La primera de ellas y la más importante es que la elección del próximo gobernador del Valle esta cimentada en dos grandes acuerdos políticos que no representan alianzas programáticas sino coaliciones en torno a un objetivo común: Continuar en el poder, o en su defecto, recuperar la Gobernación que desde hace más de 10 años los grupos tradicionales del departamento perdieron. La disputa entonces girará entre la vieja élite vallecaucana y el poder emergente del grupo de los condenados Martínez Sinisterra y Juan Carlos Abadía. Una segunda característica va ser la indisciplina partidista que exista al interior de los partidos políticos. Varias facciones partidistas no apoyarán la decisión que tome su partido y volcarán su apoyo a otro candidato llevándose no el logo de su partido pero si su maquinaria burocrática y electoral. En tercer lugar está el hecho que la gobernación del Valle (para muchos) no representa un incentivo sino un problema, los retos actuales del departamento son enormes, pocos quieren andar con esa “cruz a cuestas”. En cuarto lugar, la crisis de gobernabilidad que vive hoy el departamento del Valle no cuenta con soluciones y acciones estructurales claras por parte de los partidos políticos. Actualmente están más concentrados en obtener votos que en encontrar una salida consensuada al problema de deslegitimación política en el que está inmerso el departamento. Por último, es importante mencionar que las elecciones del 1 de julio contarán con una apatía ciudadana que se materializará en la abstención y en el voto en blanco. Es por eso que se hace necesario contar con todas las herramientas y acciones que permitan minimizar las probabilidades de la existencia de irregularidades electorales. Nos permitimos sugerir que la vigilancia se centre en los siguientes puntos que consideramos son primordiales en el territorio vallecaucano: 1. La financiación de las campañas: Son pocos los recursos existentes para esta campaña, el empresariado vallecaucano está desanimado y no quiere invertir en campañas, las empresas o personas que financian habitualmente ya lo hicieron en octubre y no cuentan con suficientes fondos para seguir haciéndolo. Si llegasen a existir grandes financiadores se hace necesario efectuar un seguimiento detallado a la procedencia y uso de los mismos. Vale la pena seguir insistiendo con el aplicativo de Cuentas Claras desarrollado por el CNE y Transparencia por Colombia. 2. Participación indebida en Política: La vigilancia tanto a nivel departamental como municipal en esta materia es tarea fundamental. Es menester que las autoridades dispongan personal y recursos suficientes para evitar que desde las administraciones se apoye de una u otra forma a un candidato. Los antecedentes del Valle son claros y una gobernadora encargada no es obstáculo para cometer este tipo de irregularidades. 3. Captura de líderes locales por parte de partidos políticos: Esta práctica se generaliza cada vez más en el ambiente político. La compra de líderes locales resulta en muchos casos más eficiente que la compra de votos y, en una campaña tan corta como la de esta vez, esta irregularidad puede ser constante. La observación sobre estas prácticas constituye un mecanismo claro en la prevención de la compra de votos. 4. Atipicidades en las pasadas elecciones de octubre 2011: Los comportamientos atípicos en materia electoral se han convertido en indicios muy fuertes de irregularidades electorales, a tal punto que son argumentos que ha utilizado la Corte Suprema en el juzgamiento de los Congresistas envueltos en la parapolítica. En las pasadas elecciones de octubre se presentaron atipicidades que valen la pena tener en cuenta y que se describen a continuación: Las atipicidades por factores electorales en el departamento de Valle, una vez pasadas las elecciones de 2011, aumentaron un 20% frente a las alertas tempranas descritas por la MOE mediante los Mapas de Riesgo Electoral. Existen 24 municipios donde la MOE considera es necesario contar con una vigilancia especial. Tabla 1. Municipios en riesgo por factores electorales resultados post electorales Número 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 Municipio Cali Palmira Alcalá Buenaventura Cartago Dagua Jamundí Sevilla Tuluá Ansermanuevo Argelia Buga Calima Candelaria El Cerrito El Dovio Florida Pradera Restrepo Riofrío Toro Trujillo Vijes Yumbo Riesgo Final Prioritaria Prioritaria Alta Alta Alta Alta Alta Alta Alta Media Media Media Media Media Media Media Media Media Media Media Media Media Media Media Fuente: Misión de Observación Electoral- MOE Mapa 1. Municipios donde la MOE considera debe existir vigilancia especial Fuente: Misión de Observación Electoral- MOE No hay que dejar a un lado las dificultades con las que contará el gobernador electo. Recibirá un Departamento que acaba de entrar en un Acuerdo de Reestructuración de Pasivos bajo los términos de la Ley 550. La magnitud de su pasivo no financiero y en especial sus pasivos contingentes se convierten en un factor decisivo en la gobernabilidad de los próximos años. Adicionalmente, el gobernador electo se encontrará con un plan de desarrollo aprobado por la Asamblea que le impedirá en un primer momento tener plena autonomía sobre las políticas públicas que desea implementar en el territorio. Finalmente, son pocas las carteras que cuentan con una liquidez importante, la empresa de licores, la CVC, el Chance y los nuevos recursos de regalías serán fundamentales en la recuperación económica del departamento. Los desafíos son muchos, enfrentar un TLC sin la infraestructura ni conectividad adecuada, cumplir con la atención a las más de 10.000 familias afectadas por el invierno, recuperar la gobernabilidad y credibilidad política, iniciar un proceso de saneamiento fiscal integral, liderar la integración de la Región Pacífico y mejorar las condiciones de seguridad serán tal vez las prioridades que deberá atender la nueva administración. Es una obligación que la elección del nuevo gobernador sea atípica, es por eso que esperamos que no ganen las maquinarias, que primen las preferencias electorales frente a las ayudas burocráticas, que el ciudadano vallecaucano se concientice un poco más del significado que tiene un voto, que la crisis del departamento no se soluciona con acuerdos partidistas totalmente desideologizados. Lo típico en una elección es un factor que tiene al Valle sumergido en esta crisis, tal vez, las atipicidades lo ayuden a salir de este bache y situar al departamento en los lugares de los que nunca debió salir.