<5) E s p a d a . — E X A M E N DESCRIPTIVO D E LOS HEMIPHRACTUS. 388 veces, curvas ó sinuosas otras, presentan comunmente el filo mellado con escotaduras ó ranuras diminutas y poco profun­ das, ya irregulares, ya equidistantes é iguales; en cuyo ú l t i ­ mo caso los espacios enteros que dejan entre sí son redondea­ dos ó granulosos é imitando en conjunto un cordoncillo. Los cambios ó diferencias más principales que en su figura y conexiones ordinarias experimentan los huesos, cambios y diferencias no m u y difíciles de reconocer, gracias á la delga­ dez de la piel, aplicada además en mucha parte sobre todos ellos, son los siguientes: Los maxilares están dilatados en sentido vertical y su borde superior se suelda posteriormente con las dos ramas anterio­ res del timpánico ó cuadrado; hacia el medio, con el palatino inmediato, y anteriormente, con el extremo superior de las prolongadas apófisis ascendentes de los intermaxilares, sin perjuicio de las articulaciones que ordinariamente presenta en sus extremos con el timpánico é intermaxilar respectivos. Estos huesos así reunidos Gontribuyen á formar la mitad externa del contorno circular de la cuenca orbitaria que p r o ­ tege inmediatamente el hemisferio inferior del globo del ojo á contar de las comisuras de los párpados. Los nasales se ensan­ chan posteriormente para seguir formando, junto con el borde interno y superior del etmoides, parte del circuito interior de la cavidad orbitaria hasta encontrarse con los frontales, dila­ tados de un modo extraordinario y convertidos en una extensa placa, cuyo canto externo, avanzando hacia el centro de aque­ lla cavidad y reduciéndola más y más, se acerca, y á veces se suelda, á la parte anterior de la rama horizontal del timpánico. Los palatinos, modificados al tenor de los huesos en que se apoyan y en relación con la anchura de la boca, llevan ade­ más aristas robustas, cortantes y levantadas, las cuales imitan en relieve sobre la parte anterior del paladar la fig'ura de dos YY( / ^tendidas y opuestas por el vértice, pero sin que los trazos, colocados uno delante y otro detrás de los agu­ jeros de los cornetes nasales, lleguen á tocarse. De semejante disposición resulta: una arista transversal interrumpida en el medio y prolongada hasta el mismo borde interior y dos obli­ cuas que parten de aquel punto dirigidas hacia adelante y hacia afuera.