LITIGIOS La Universidad del Cauca ha asumido durante el transcurso de toda su historia institucional una férrea defensa de sus intereses patrimoniales al hacer parte en diversos litigios con los que se han buscado la expropiación de los terrenos del Naya, a favor de terceros y de los habitantes de la zona baja de esa cuenca hidrográfica. Como muestra del actuar como señor y dueño de estos terrenos, la Universidad no sólo ha defendido jurídicamente sus intereses, sino que además ha logrado poner en claro que éstos son de su incumbencia para el beneficio de las presentes y las futuras generaciones de estamentos universitarios y sociedad en general. Las acciones judiciales, recursos, demandas, son diversas, para lo cual se hace transcripción de algunas de ellas a continuación, y en las que se podrán vislumbrar los argumentos de la Universidad para reconocer públicamente sus derechos de propiedad sobre las tierras del Naya: RESOLUCIÓN NÚMERO 5593 DE 1972. (24 de octubre de 1972) Por la cual se declara que se ha extinguido el derecho de dominio privado sobre el inmueble rural denominado “Naya”, ubicado en los municipios de López y BUENAVENTURA, Departamentos del Cauca y Valle del Cauca, respectivamente y se resuelve un recurso. EL GERENTE GENERAL DEL INSTITUTO COLOMBIANO DE LA REFORMA AGRARIA. En uso de sus atribuciones legales y en especial las que le confieren las leyes 200 de 1936 y 135 de 1961, los decretos 59 de 1938 y 1902 de 1962 y demás disposiciones concordantes y: Considerando: 1. GENERALIDADES Para dar cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 22 de la ley 135 de 1961 y el acuerdo No. 1 de 12 de febrero de 1962, proferido por la Junta Directiva del Instituto, los Señores Manuel María Olano, Rosa Elvira Olano, Gorgette de Olano, la Universidad del Cauca y los herederos de Antonio Olano Borrero, presentaron el 6 de agosto de 1962, la declaración descriptiva del predio rural denominado “NAYA”, ubicado en los municipios de López y BUENAVENTURA, Departamentos del Valle y Cauca, respectivamente, declaración según la cual, la finca no cuenta con explotación económica alguna ( folios 1 a 6). Sobre la base anterior, el Instituto decretó la práctica de una diligencia de visita previa sobre el bien objeto de la declaración descriptiva, a fin de obtener y complementar la información previa de que trata el artículo segundo del Decreto 1902 de 1962, tal como consta a folio 7. La visita previa se efectuó en la fecha ordenada con el resultado con el resultado que se consigna a folios 12 a 13 del expediente, en los siguientes términos: Superficie de la finca: 200.000 hectareas, aproximadamente. Ubicación: Municipios de López y Buenaventura. Topografía: Conformada por la Hoya del Río Naya, desde su nacimiento hasta la desembocadura. Explotación Económica: No se establece explotación económica regular y organizada por parte de los propietarios. Los únicos vestigios de aprovechamiento económico rudimentario, lo dan las familias que en calidad de ocupantes sin vinculos de dependencia de los titulares del dominio y en número superior a 5000, ejercen sobre dichos terrenos con pequeñas explotaciones de caña, maíz, yuca y platano. Habiéndose establecido que no existe explotación económica del inmueble por parte de sus dueños, el Instituto encontró procedente iniciar “….las diligencias administrativas destinadas a decidir si procede, o no, declarar extinguido total o parcialmente, el derecho de dominio privado existente sobre el fondo…”a que nos venimos refiriendo, mediante la resolución 8202 de 23 de noviembre de 1964, de la Gerencia General del Incora. Esta Resolución fue notificada al procurador agrario, folio 27 vuelto, y a los titulares inscritos del derecho de dominio privado: Universidad del Cauca, a través de su representante Legal debidamente acreditado: folios 38 y 70; Carolina Olano de Garces, folio 37; Manuel María Olano, folio 29; Alvaro Olano, folio 31; Francisco Diago, Rafael Diago, Rosa Elvira Olano, José Luís Trujillo Gómez, Rafael Olano, Ana María Olano de Grivel, Victor Daiel Olano, mediante curador Ad –Litem debidamente posesionado y designado, después del emplazamiento y de las publicaciones de ley al no hacerse posible la notificación personal de aquellas personas: folios 48 a56 y 60 a 63. Después de considerar el recurso de reposición interpuesto por el Representante Legal de la Universidad del Cauca, sobre el cual haremos un análisis más espacioso. En otro aparte de esta providencia, se abre a pruebas el negocio para la solicitud que de ellas quieran hacer los interesados. Vencido el término de esta oportunidad procesal sin que aquellos la utilizaran, se decretó por parte del Instituto prueba oficiosa de alineación de zonas, para determinar con la precisión necesaria la clase y grado de explotación con que se aprovecha el inmueble materia del proceso, con el resultado que a continuación veremos (folios 72 a 75). 2. DILIGENCIA DE ALINDACIÓN DE ZONAS Tal como acaba de anunciarse y de conformidad con las disposiciones del Decreto 1902 de 1962, artículo 4, el Incora ordenó la realización de una diligencia de alindación de zonas que expreso la siguiente realidad: Ubicación de la Finca: Municipios de López y Buenaventura en el Departamento del Valle y del Cauca, Hoya del Río Naya. Superficie estimada: 100 mil hectáreas. Topografía estimada: Tierras planas: 25 hectáreas; tierras onduladas: 35 mil hectáreas, tierras inclinadas: 25 hectáreas; tierras muy pendientes: 15 hectáreas. Suelos: De regular fertilidad natural, promedio, los terrenos planos, de buena fertilidad, los ondulados de regular fertilidad y los pendientes de mala fertilidad. Explotación Económica: Por parte de los propietarios: ninguna, pues”…no han hecho nunca actos de dominio ejerciendo explotación o posesión de parte si quiere mínima del predio. Este se encuentra explotado como ya se dijo por colones que tienen posesiones pequeñas dentro del mismo…” sin reconocimiento de propiedad distinta a la suya. Ocupantes: Se calcularon en número no inferior a 4000, las familias diseminadas por todo el predio, con especialidad sobre las márgenes del río Naya, el corregimiento de San Francisco, el corregimiento de Dos Quebradas y la parte alta de la finca, quienes han construido no menos de 531 chozas y adelantan pequeños cultivos de cacao, platano, yuca, arroz, piña, tabaco, pastos, y caña, sobre parcelas que oscilan entre ½ y 5 hectáreas de superficie, para un total aproximado de 10 a 15 hectáreas ocupadas. Estos colonos “…en ningún momento han sido perturbados en su posesión tranquila y pacífica, y, por tanto son reputados dueños…”, dicha posesión sobrepasa los diez años (folios 76 a 84). 3. RECURSO DE REPOSICIÓN Ya se había anticipado que el Rector de la Universidad del Cauca, invocando su calidad de personero de la misma, interpuso recurso de reposición contra la resolución 8202 de 23 de noviembre de 1964, emanada de la gerencia general del Instituto, por medio de la cual se abrió este proceso, alegando que “…a virtud de la ley 65 de 31 de diciembre de 1964, la Universidad del Cauca fue declarada entidad nacional, lo cual explica que todos sus bienes inmuebles hacen parte del patrimonio nacional…” Sobre este particular el Instituto en providencia de 9 de septiembre de 1966, resolvió no responder la pieza jurídica impugnada, apreciando que “…la impugnación de la resolución ameritada, constituye, por así decirlo, una excepción perentoria cuya decisión, por disposición expresa del artículo 342 del Código Judicial, debe hacerse en la providencia que pone fin al proceso y no es de previo y especial y especial pronunciamiento…” Es esta la oportunidad para considerar de fondo la impugnación propuesta por el Señor Rector de la Universidad del Cauca, añadiendo a lo consignado por el Instituto que la Resolución inicial y la situación procesal, se debe atener a lo certificado sobre el inmueble por el correspondiente Registrador de Instrumentos Públicos y Privados, vistos a folios 15, 23y 93, no indican cambio de domicilio alguno o cambio de la destinación del inmueble y aún más, no señalan con posterioridad a 1937, alteración alguna de la situación de dominio de la finca referida. Así lo disponen los artículos 2 y 3 del Decreto 1902 de 1962. De otra parte, tampoco se allegó prueba alguna por parte del interesado ni del Ministerio Público, que demostrara la modificación de dominio alegada, tal como lo dispone el mismo decreto 1902 de 1962 en sus artículos 4 y 5. Igualmente, el capítulo VII de la ley 135 de 1961, complementado por la ley 1 de 1968, no hace excepciones sobre los bienes de propiedad privada que hayan salido del patrimonio del estado o donde una entidad de derecho público tanga intereses como es el caso presente, donde la Universidad del Cauca tiene acciones dentro de un bien, en común y proindiviso con particulares. 4. DOMINIO DEL PREDIO Por los certificados de libertad y tradición que obran a folios 15, 23 y 93, se deduce que son titulares actuales del derecho de dominio, sin limitación alguna las siguientes personas naturales y jurídicas: Universidad del Cauca, quien adquirió mediante escritura pública No. 397 de 30 de abril de 1937; de la notaria Pública Segunda del Circuito de Popayán, registrad en el circuito de Guapi en el libro primero de 1937 y matriculado bajo partida No. 32 del mismo año, a través del Señor ANTONIO J. LEMOS; en calidad de representante legal de aquella entidad (Rector de la Universidad); Francisco E. Diago, Rafael Diago; Carolina Olano de Garcés, Rafael Olano, quienes adquirieron su dominio por la misma escritura que se acaba de enunciar; José Luís Trujillo, por intermedio del Señor Carlos Vernaza Diago, en calidad de apoderado y los señores Ana María Olano de Crivel, Rosa E. Olano, Manuel María Olano, Víctor D. Olano, Alvaro Olano, por intermedio de su apoderado el Señor Rafael Olano, quienes adquieren su derecho de dominio por la misma escritura No. 397, citada al principio de este considerando. El predio se divide para efectos de su dominio en 37.437 acciones, en común y proindiviso, de las cuales pertenecen a la Universidad del Cauca 28.333. Al Señor Francisco Diago, 1.138. acciones, al Señor Rafael Diago, 1.138. acciones y el resto, o sea 6828 acciones a los herederos de la Señora Adelaida Arboleda de Olano, que se distribuyen así: 2.276 para Carolina Olano de Garcés; 2.276 acciones para José Luís Trujillo y 2.276 acciones para Rafael Olano y sus hermanos Ana María Olano de Crivel, Rosa E. Olano, Manuel María Olano, Víctor D. Olano, por iguales partes. 5. COSIDERACIONES FINALES Según se ha venido demostrando a través de todo el proceso, pero especialmente por intermedio de la vista previa, de la diligencia de alineación de zonas y de la misma declaración descriptiva de los propietarios, el predio Naya no ha tenido nunca ninguna explotación económica regular por parte de sus dueños. Por lo mismo cree el Instituto oportuno entrar a aplicar la sanción establecida por la ley 200 de 1936 para aquellos propietarios que por más de 10 años desaprovechan sus propiedades rurales. La misma Corte Suprema de Justicia así lo comprende al afirmar que los legisladores “…quisieron que la propiedad implicase para su dueño la obligación de hacer uso de ella en tal forma que no se perjudique a la comunidad sino que le sea útil. Si la existencia de tierras inexploradas perjudica a la comunidad, porque entraba su progreso, la ley, como la hizo la 200 de 1936, irá consagrando normas que conduzcan a la explotación de la tierra o su paso a otras manos que la hagan fructificar…”, Sentencia de 24 de marzo de 1943, LV, 399. Esto es precisamente, lo que ha venido a consagrar el capítulo VII de la ley 135 de 1961, la ley 200 de 1936, el decreto 59 de 1938 y el decreto 1902 de 1962. Por todo lo expuesto, RESUELVE ARTÍCULO PRIMERO: Negar el recurso de reposición interpuesto por el Señor Rector de la Universidad del Cauca, a nombre de dicha entidad, contra la Resolución No. 8202 de 23 de noviembre de 1964, proferida por Gerencia General del Incora. ARTÍCULO SEGUNDO: Declarar que se ha extinguido el derecho de dominio privado de cualesquiera personas naturales y jurídicas y en especial de los Señores Francisco E. Diago, Rafael Diago, Carolina Olano de Garcés, Rafael Olano, José Luís Trujillo Gómez, Ana María Olano de Crivel, Rosa E. Olano, Manuel María Olano, Víctor D. Olano, Álvaro Olano y de la Universidad del Cauca, respecto del inmueble denominado Naya, ubicado en los municipios de López en el Departamento del Cauca y Buenaventura en el Departamento del Valle del Cauca, con superficie aproximada de 100 hectáreas, comprendido dentro de los siguientes linderos: “Al este la línea arcifinia ante los cerros de San Vicente y de Naya, por la cima de la cordillera; por el norte el contra fuerte que arrancando del cerro de San Vicente separa la región de Naya de la Yurumanquí, hasta encontrar el nacimiento de la quebrada de el “limón”, por cuyo curso se sigue hasta caer al río Naya y se continúa por la margen derecha de este río hasta el desagüe en la ensenada del Naya, comprendidas entre las “playas” y el “El Ají”, por el lado norte, y playa de Naya por el sur, por el occidente el estero que partiendo que partiendo de dicha ensenada separa la región de Naya de la playa denominada también Naya, hasta la cuenca que por el lado Sur sierra o separa la región de Micay, cerca a la quebrada el “Lloraiguero”, la que queda comprendida también en la región Naya; por el Sur la línea imaginaria que partiendo del estero sigue dicha cuenca a buscar las lomitas que forman el contra fuerte que separa primero la cuenca del río Naya, y va luego a la cuenca divisoria entre las del río Chuare, afluente del río Micay, y la del Naya, casi en línea recta divisando enseguida hacia el sur alseparar (sic) las cuencas del río Chuare, y del llamado Agua Clara afluente del Naya, continuando por las cimas de las montañas que forman el dicho contra fuerte hasta el cerro del Naya”. ARTÍCULO TERCERO: Permanecerá en suspenso los efectos de esta providencia durante los treinta días siguientes a su ejecutoría, término de que disponen los interesados para recurir ante el Honorable Consejo de Estado, si fuere procedente, tal como lo disponen las leyes 200 de 1936 y 135 de 1961. ARTÍCULO CUARTO: Vencido el término dispuesto en el artículo inmediatamente anterior, sin que los interesados concurran ante el Consejo de Estado, o resuelto definitivamente el mismo negando la revisión o denegando la admisión de la respectiva demanda, previos los requisitos establecidos en el artículo 24 del Decreto 1902 de 1962, remítase original de esta providencia al Registrador de Instrumentos Públicos y Privados del Circuito de Guapi, Departamento del Cauca, a fin de que la inscriba en los libros correspondientes junto con un certificado en que se ordene la cancelación de la escritura siguiente o de las que posteriormente se hayan inscrito con relación al mismo predio o parte de él, escritura No. 397, suscrita el 30 de abril de 1937, en la Notaria Segunda del Circuito de Popayán, registrada en Guapi, en el libro 1 de 1937, el 3 de Julio del mismo año, matriculada bajo partida No. 32 de 1937. ARTÍCULO QUINTO: Esta providencia requiere para su validez la aprobación de la Junta Directiva del Instituto Colombiano de la Reforma Agraria, con el voto favorable e indelegable del Señor Ministro de Agricultura. ARTÍCULO SEXTO: Esta Resolución se notificará en la forma prevista por el artículo 22 del Decreto 1902 de 1962, en concordancia con los artículos 10 y 11 del decreto 2733 de 1959. COPIESE, NOTIFIQUESE Y REGISTRESE Dada en Bogotá D.E. a los 24 de Octubre de 1972. El Gerente General Encargado COPIA DE LA CARTA DE OPOSICIÓN A LA TITULACIÓN COLECTIVA DE LAS COMUNIDADES NEGRAS DEL RÍO NAYA, POR PARTE DE LA UNIVERSIDAD DEL CAUCA, RADICADA EL 11 DE SEPTIEMBRE DEL 2000 EN EL DESPACHO DEL GERENTE REGIONAL INCORA - VALLE DEL CAUCA “PRIMERO QUE TODO y para todos los efectos legales futuros, la UNIVERSIDAD DEL CAUCA, resalta e invoca y excepciona, el que la REGIONAL INCORA VALLE DEL CAUCA, CARECE DE JURIIDICCIÓN y COMPETENCIA PARA CONSIDERAR Y DECIDIR VALIDAMENTE SOBRE LA. SOLICITUD DE TITULAClÓN COLECTIVA DE TIERRAS DE LA CUENCA DEL RÍO NAYA, PRESENTADA POR EL SEÑOR ISABELlNO VALENCIA “Y carece la Regional INCORA VALLE DEL CAUCA, de dicha JURISDICCIÓN y COMPETENCIA, en razón a que la propiedad de la Universidad del Cauca, está radicada y ubicada en dos departamentos diferentes de Colombia, como son, el Valle del Cauca y el Cauca y en ellos, existen DOS REGIONES DE INCORA DIFERENTES; con funciones Constitucionales, legales y reglamentarias definidas, no susceptibles de modificación por vía interpretativa o de aplicación extensiva, según el particular querer del funcionario administrativo que conoce del asunto. “Luego entonces y como primera conclusión de fondo, la Universidad del Cauca, reclama de la Regional Incora -Valle, el que esté considerando un asunto, que no es de su competencia, tal como lo está tramitando, según el sentido literal de la resolución 00,45del 23 de Junio de 2000, la cual, debe en consecuencia ser NULITADA, EN SU INTEGRALIDAD , “EN SEGUNDO TERMINO, la Universidad del Cauca, reclama de la regional INCORA Valle del Cauca, que tramita las diligencias Administrativas objeto del presente, hechos que vician de fondo, toda el procedimiento, tal coma son: “2.1. En parte alguna del expediente se acredita conforme a derecho la representación legal del solicitante ISABELlNO VALENCIA, ni tampoco se acredita la constitución ni vigencia del CONSEJO COMUNITARIO DE LA CUENCA DEL RIO NAYA. “2.2. Ni siquiera, se acredita la representación legal de lo que la resolución 00451 de junio 23 de 2000, denomina, Vereda 47; corregimiento número 15 y 16 y mas sin embargo, se reconoce una PERSONERIA SUSTANTIVA PARA ACTUAR, a una persona e institución no acreditada, ni existente. “2.3. El no hacerlo, atenta claramente en contra de los postulados del derecho vigente y especialmente de las leyes de negritudes y el decreto 1745 de 1995, debiéndose en consecuencia y como segunda 'conclusión de fondo, reiterar la solicitud de nulidad absoluta de todas las diligencias administrativas surtidas, para ser puestas en consideración y decisión, en forma exclusiva y excluyente, de la GERENCIA GENERAL DEL INCORA EN BOGOTA. “EN TERCER LUGAR, la UNIVERSIDAD DEL CAUCA, debe de resaltar situaciones de hecho que vician de fondo el procedimiento seguido y que dada, la gravedad de los mismos, pueden estar rayando el código penal vigente, dado que, se presenta la figura de la falsedad documental en sus diferentes expresiones, como son: “3.1. No es cierto que se haya surtido el tramite de las etapas de publicación de la solicitud, conforme a lo preceptuado por el articulo 21 del Decreto 1745 de 1995, y no puede serlo, en atención, primero a la naturaleza jurídica de la Universidad del Cauca, ente del orden nacional, conocida a través de sus 180 años de existencia pública y notoria, y segundo, puesto que, el procedimiento de publicación por edictos hasta la presente no se ha surtido. “3.2. Tampoco es cierto, si consideramos, que el tramite se está surtiendo con base a meras e informales solicitudes del Señor ISABELlNO y VALENCIA y este carece por completo de legitimidad sustantiva para actuar, tanto a nombre propio, como en representación del hipotético consejo comunitario de !a Cuenca del Río Naya “3.3, Tan grave es la omisión y el exabrupto sustantivo, en que se esta incurriendo, que es de anotar, que es el mismo INCORA Regional Valle, quien a considerando primero de la resolución No. 00451, la que deja constancia, de no saber a ciencia cierta, en qué calidad actúa el solicitante ISABELINO VALENCIA y más, sin embargo continua con el irregular tramite administrativo. “EN CUARTO LUGAR, la Universidad del Cauca, deja expresa constancia, para que surta todos los efectos legales de ley hacia el futuro, de un hecho por demás grave y doloso, tal como es, el que la REGIONAL INCORA VALLE DEL CAUCA, dentro de su irregular tramite, a resuelve primero de la resolución 0O45 del 23 de Junio de 2000, "ORDENA LA PHACTICA DE ALA (sic) VISITA A LA COMUNIDAD DEL RJO NAYA UBICADO EN CORREGIM1ENTO 15 y 16 MUNICIPIO DE BUENAVENTURA y LOPEZ DE MICAY, DEPARTMENTO DEL VALLE y CAUCA. SOLICITADO EN TITULAC10N COLECTIVA COMO SE ORDENA EN EL ARTICULO 22DEL DECRETO 1745 DE !995. LA VISITA SE REALIZARA DEL 7 AL 28 DE JULIO DEL 2000"“La Universidad del Cauca, enfatiza la gravedad e impropiedad del resuelve al tenor de los siguientes hechos y consideraciones: “4.1. No existe claridad por parte de la Regional Incora Valle, sobre las áreas a visitar y como ya dijimos, carece de jurisdicción y competencia para actuar, y siendo así, es por demás nula la orden de la practica de la visita, debiendo así de decretarse. “4.2. Es todo un despropósito físico, o mejor aún……ES UN IMPOSIBLE, FISICO, TECNICO y CIENTIFICO, EL PRETENDER REALIZAR UNA VISITA DE CAMPO A LA COMUNIDAD DEL RIO NAYA, EN VEINTIUN DIAS CALENDARIO “4.3. Tanto así, que ni siquiera los Institutos Científicos del País con toda su infraestructura técnica y científica están en capacidad de realizarla. En forma respetuosa, la Universidad del Cauca le acota a la Regional Incora Valle, que ni siquiera la NASA Estadounidense, estaría en, condiciones de visitar, revisar y presentar el informe técnico y socioeconómico requerido aquí pretendido hacer en 21 días por tres funcionarios sin mayores recursos ni apoyo logístico. “Señores Incora Regional Valle, son 300 mil hectáreas, las que componen la cuenca del Río Naya, muchas de ellas, selva virgen e inexplorada, con el agravante de ser el hábitat de enfermedades tropicales que imposibilitan casi por completo la sobrevivencia de ser humano alguno. “Como no es seria la pretensión y el despropósito es tal, la Universidad desde ahora tacha de sospecha no solo la visita ordenada, sino los resultados que pudieren de ella derivarse, dada !a pública y notoria carencia de recursos técnicos, científicos y logísticos, no solo del Incora Regional Valle, sino y también, de los miembros de la comisión visitadora conformada por !os Doctores Alberto Mina Rodríguez, Floresmira Mondragon Pretel; Gladis Patricia Perlaza y Gloria Inés Angulo. “La Universidad desde ahora, y para accionar ante las autoridades, competentes, solicita, que a su cargo se le expidan copias de los planos que llegare a levantar la comisión sobre la delimitación del territorio susceptible de titulación y copia del recopilación sociocultural, que ordena el artículo segundo de la resolución 00451. “De igual manera y conforme al articulo 3 de la resolución en comento, se me expida copia del acta de la práctica de la diligencia de inspección ocular, que debió haberse hecho o deberá hacerse sobre las 300 mil hectáreas que componen la cuenca del Río Naya y, en caso de haberse ya presentado, copia del informe técnico, de que habla el artículo 23 del decreto 1795 de 1995. “EN QUINTO LUGAR, la Universidad del Cauca le recuerda al Incora Regional Valle 1a existencia del Ministerio del Medio Ambiente , del Incora, Bogotá, del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, -entidades éstas que controlan la comisión técnica de que tratan los artículos 8 y 17 de la ley 70 de 1993, comisión con !a cual debe de contarse, en todo trámite de adjudicación y titulación de tierras de las comunidades Negras, lo cual y para el caso en comento, no se ha cumplido en momento alguno, debiéndose reiterar una vez más, la solicitud de nulidad absoluta de todos y cada uno de los tramites administrativos, adelantados y ordenados por el Incora Regional Valle en cuanto a la titulación colectiva de tierras en la cuenca del Río Naya. “EN SEXTO LUGAR, la Universidad del Cauca, junto a las anteriores cinco inconsistencias, e irregularidades, y vicios jurídicos de fonda, debe dejar de presente, que el procedimiento de ilustración colectiva a comunidades Negras, es un procedimiento reglado, y que en forma clara e incontrovertible, el Decreto 1745 de 1995, en su articulo 19, consagra áreas inadjudicables, y dentro de éstas, están los bienes de uso público, caso concreto el de propiedad de !a Universidad del Cauca, los cuales y para mayor entendimiento del Incora regional Valle, tienen amparo constitucional, al ser bienes destinados al servicio público de la educación. Este amparo, no solo constitucional sino y también legal, conforme a la Ley 30 de 1992, esta vigente y mientras lo este y no habiendo sido modificado por las leyes de negritudes o leyes posteriores, consecuencia obvia es que sus tierras no pueden ser objeto del trámite administrativo de titulación colectiva a comunidades negras. “Así las cosas; la Universidad le recuerda al Incora Regional Valle, el que sus títulos centenarios de propiedad de tierras en la cuenca del Río Naya, datan de 1827, cuando así lo dispuso el Genera! Francisco de Paula de Santander, mediante decreto de fundación de abril de 1827, ratificado por el Libertador Presidente en octubre 1827; los cuales y a su vez, fueron ratificados por el Congreso de Colombia en Decreto de 09 de septiembre de 1861, relativo a desamortización de bienes de manos muertas y suscrito por el General Tomás Cipriano de Mosquera, en su calidad de Presidente provisorio de los Estados Unidos de Colombia, título que su vez ratificado por la Ley 41 del 29 de mayo de 1864, Ley 49 del 24 de mayo 1877, ley 34 del 12 de octubre 1883; y !a Ley de nacionalización última que impiden el desconocimiento y vulneración de sus legítimos derechos de titularidad, los cuales han sido en forma reiterada controvertidas y avaladas por el Consejo de Estado, siendo parte actuante en contra de la Universidad, el Incora nivel central. “No obstante que conforme al decreto 2150 de 1995 y al decreto 266 de 2000, no es obligación de la Universidad del Cauca el anexar documentos que están en poder del Incora, como información y punto de referencia, remito copia de providencia última proferida por el Consejo de Estado y que respaldan en forma incontrovertible la propiedad de la Universidad del Cauca. ' “EN SEPTIMO LUGAR, la Universidad deja expresa constancia y para todos los efectos legales futuros, no solamente ante el Incora Regional Valle, sino y en general, para ante cualquier otra institución nacional o regional, o instancia judicial, el que: “7.1. La solicitud de titulación, no llena los requisitos de que habla el artículo 20 del decreto 1745 de 1995 y no llena ninguno de los siete requisitos, que en sus diferentes literales consagra el mencionado artículo, siendo esta carencia y vinculo lo esencial argumento suficiente, que debe de llevar, como efectivamente debe hacerse, al decdreto de nulidad de todo lo hasta la presente actuado respecto de la resolución 00451 del 23 de junio de 2000. “7.2. No se requiere el menor ejercicio académico para concluir que el simple escrito o solicitud a mano hecha por el señor Isabelino Valencia Rodallegas, no llena los requisitos y previsiones del artículo 20 del decreto 1745. “7.3. De otro lado, dejarnos constancia que el Incora ni a solicitud de parte, ni oficiosamente ha solicitado ni allegado la información de que habla, el articulo 20. “7.4, Tampoco constan que haya informado a la Dirección de asuntos para las comunidades negras, al Instituto Colombiano de Antropología, ni a las Comisiones consultivas departamentales o regionales, debiéndose de nulitar una vez más, las diligencias realizadas “EN OCTAVO LUGAR Y FINALMENTE en razón de todas las anteriores, la Universidad reitera y concluye: “8.1. Se opone rotundamente a la pretensión de titular colectivamente a las comunidades negras, tierras de su propiedad ubicadas en la cuenca del Río Naya dentro de los departamentos del Valle del Cauca y Cauca. “8.2. Desde ahora y dadas las características de los trámites surtidos, tacha de sospecha y falsedad ideológica la visita ordenada en la resolución 00451 del 23 de junio de 2000, y los resultados de la misma, como el informe que de ella, presentaren los Doctores Alberto Mina Ramírez, Floresmira Mondragón Pretero, Gladis Patricia Perlaza y Gloria Inés Angulo. “8.3. La Universidad recuerda y excepciona, al Incora Regional Valle que carece de Jurisdicción y competencia para considerar y decidir respecto, de la titularidad de sus tierras ubicadas en la cuenca del río Naya debiendo de nulitar lo actuado y remitir el expediente a la Dirección General para lo pertinente. “8.4. La Universidad reitera, el imperio legal de decretar la nulidad de todo lo actuado dentro de las diligencias administrativas de titulación colectiva a comunidades negras de su propiedad sobre el Río Naya, en razón a los graves e insalvables vicios de forma y fondo anotados en los puntos arriba referidos, dado que, de seguirse con el tramite se estaría incurriendo y quedando incurso en la colisión de diferentes tipos penales”. CONTESATACIÓN DE DEMANDA DE ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO INTERPUESTA POR EL CONSEJO CUMINITARIO DEL NAYA ANTE EL TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL VALLE, CONTRA LA UNIVERSIDAD DEL CAUCA O.J 683 Popayán, noviembre 10 de 2004 Doctor OSCAR A. VALERO NISIMBLAT Honorable Magistrado Ponente Tribunal Contencioso Administrativo del Valle del Cauca Santiago de Cali Ref.: Expediente No. 2004-4324 Actor: Consejo comunitario de la cuenca del río Naya. Acción: Cumplimiento Demandado: Nación Ministerio del Interior y de Justicia y Otros. JESÚS HERNAN GUEVARA, Asesor Jurídico de la Universidad del Cauca, Abogado inscrito, Identificado con la cédula de ciudadanía 10.530.721 expedida en Popayán, y Tarjeta Profesional de Abogado No.36925 del CSJ, me permito presentar el poder que me ha conferido el Doctor DANILO REINALDO VIVAS, en su calidad de Rector y Representante legal de le Universidad del Cauca, para en ejercicio del mismo, ante usted, dentro de los términos de ley, manifestarle y dar respuesta a la ACCION DE CUMPLIMIENTO, referenciada, la cual si bien se abrió paso al examen formal, ya enfrente del análisis de fondo, está llamada a fracasar, por los defectos de técnica jurídica y la Impropiedad, no solo de las pretensiones de la misma, sino y también, de las afirmaciones con que sustancialmente la parte actora basa la demanda, de tal forma, que por razones de orden, como por la disciplina misma de la respuesta, ésta se ciñe y enfrenta, en su primera parte a los pasos planteados por la parte actora y en su segunda parte, a aspectos que considera la Universidad de importancia y fundamentales para su defensa y la defensa del interés y patrimonio público así: 1. No siendo ciertos los hechos en que se fundamenta la acción, ni mucho menos, el contexto dentro del cual se presentan dichos hechos, como más adelante demostraremos, y por ende, estando en imposibilidad de demostrarlos por quien así lo presenta, me opongo a que se despachen favorablemente las pretensiones de la acción. 2. Me opongo, a los hechos básicos de la acción y no reconozco los derechos invocados, puesto que, hechos irreales e inexistentes y acciones fuera de contexto, como las presentadas por el doctor Leonardo Jaimes Marín, en representación de uno de los tantos actores que hacen presencia en la cuenca del río Naya, excluyendo a otros actores y comunidades igual de importantes, y representativas, no pueden generar derecho alguno, ni ser sustento válido de la acción impetrada y menos, el menoscabar, el erario público y los legítimos intereses y patrimonio publico de la entidad oficial prestadora del servicio publico esencial de la educación superior, tal como es la Universidad del Cauca. 3. La acción de cumplimiento presentada, merece el más absoluto rechazo, por la falta de orden, análisis, comprobación y profundidad de los temas, que lleva a los actores o demandantes a proposiciones y conclusiones falsas y en donde, se presentan hechos, en forma sesgada y parcial, se omiten otros de conocimiento público, y en donde es absolutamente protuberante, la falta de iniciativa probatoria de los actores. 4. De otro lado y tal como ya lo hemos planteado, de entrada, falla el proceso, cuando es de publico conocimiento y por ende exento de prueba, que en la cuenca del río Naya, también y junto a las negritudes, tienen asiento, importantes asentamientos humanos de comunidades indígenas, de colonos, y de campesinos, a las cuales y en derecho, hay que convocar, para que hagan respetar los legítimos derechos que pudieren tener. 5. No menos importante es el resaltar, que la Universidad del Cauca, es un ente autónomo universitario del orden nacional, adscrito al ministerio de educación y el que esta naturaleza jurídica implica y conlleva, a que de conformidad a las normas procedimentales vigentes, en especial las atinentes al régimen de prohibiciones y competencias, indiquen, que este asunto en particular, debe ser tratado en primera instancia, en forma exclusiva y excluyente, por parte del Honorable Consejo de Estado y no por el Tribunal Contencioso Administrativo del Valle, fallando así y de primera mano, un requisito sustancial dentro del proceso que se viene surtiendo, tal como lo excepcionaremos en el acápite correspondiente. Como consecuencia de la presencia de las comunidades indígenas, campesinas y de colonos en la cuenca; no es clara, ni procedente la titularidad de los accionantes, los cuales no pueden DEROGAR Y MODIFICAR DE HECHO EL REGIMEN DE COMPETENCIAS Y PROCEDIMIENTOS, NI MENOS, EL DESCONOCER A LAS OTRAS COMUNIDADES ASENTADAS, PARA ASI, OBTENER PROVECHOS INDEBIDOS, QUE NI LA CONSTITUCIÓN NI LAS LEYES LES DISPENSAN, O PARA, GENERAR PROCESOS DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN ATENTATORIOS DEL ARTICULO 13 DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL VIGENTE. En otras palabras, solo es claro, que los motiva intereses sesgados y acomodados de etnia, el cual por loables y entendibles que sean, en momento alguno convalidan que la Universidad del Cauca, y en general, todas las expresiones estatales, tengamos que avalar y ratificar las inconstitucionales e ilegales pretensiones del Consejo Comunitario. Mas aun, cuando de la lectura literal de los puntos 1.1, 1.2, y 1.3, encuentra la Universidad que las pretensiones de expropiación por vía administrativa, la solicitud de entrega de la titularidad de estos territorios de manera colectiva y el que se garantice el desarrollo económico y social desde la decisión de las propias comunidades en el marco de su proyecto de vida, son el más fiel reflejo de una inadecuada e impropia acumulación de pretensiones; y en donde se confunden, las jurisdicciones y competencias y los procedimientos; y como si no bastara, se pretende que por vía judicial, sumaria además, se jalonen procesos de desarrollo económico y social, ajenos a la actividad contenciosa y judicial, y que en razón de la naturaleza propia y gravedad de la situación del pacifico colombiano, sencillamente, implica y compromete todo el presupuesto de la nación durante un tiempo no inferior a los cincuenta años venideros. En consecuencia veamos: 1. LAS PARTES La Universidad, reitera que dentro de la presente acción no se hacen presentes actores vitales dentro del proceso como son: las comunidades de colonos, indígenas y campesinos; que no pueden ser desconocidas ni vulnerados sus derechos, por parte del Consejo Comunitario, el cual en forma sesgada y discriminatoria, pretende excluirlos y generar así, un motivo más de inconformidad y problema social, no solo en la región del Naya, sino en el departamento y nación en general. Por lo mismo, tanto el Honorable Tribunal Administrativo del Valle del Cauca, o el Honorable Consejo de Estado, que es quien tiene la competencia natural, debe proceder a convocar a los legítimos representantes de dichas comunidades, para que se hagan parte y defiendan los intereses de sus respectivas colectividades. El no hacerlo, significa y conlleva a entrabar mas el proceso, a generar discordia social, a agravar los problemas de orden publico y a menguar y desintegrar la institucionalidad del país. 2. EN CUANTO A LAS ENTIDADES DEMANDADAS: Para la Universidad es claro, que estamos ante una acción que no tiene un marco jurídico definido por aplicar, y en donde, para poder hablar de ENTIDAD DEMANDADA, primero tiene que dirimirse judicialmente y concretarse la vocación activa para accionar por parte del Consejo Comunitario, y de otra, la competencia del Tribunal Contencioso Administrativo del Valle. Aunque mas adelante lo observaremos, la Universidad jamás se ha opuesto a un proceso de normalización de la cuenca del río Naya, lo que ella ha pedido y reitera, es que por brindar una solución sesgada e interesada a las comunidades afro-colombianas, por dicha situación; no pueden menoscabarse su patrimonio, sus recursos, su misión ni cometidos constitucionales y legales, máxime y cuando, no solo, esta en juego el interés particular y sesgado de las negritudes, sino y también, los derechos fundamentales de otras comunidades con asiento en la región; que, como colombianos que son, también tienen derecho a una solución, en igualdad de condiciones y bajo el amparo del Estado Colombiano. En otros términos, falla aquí también un presupuesto procesal más, para la acción, debiéndose declarar la improcedencia de la misma y remitirse la solución de todo el problema de la cuenca del río Naya a la instancia concertadora administrativa, en donde, bajo la coordinación del Ministerio del Interior y de Justicia, se procure el que se respete los derechos de las negritudes, los derechos de los colonos, de los indígenas, de los campesinos y de la Universidad del Cauca, ésta última, a quien los generales Bolívar y Santander le dieron las tierras del Naya, con miras a que tuviese bienes que garantizasen su permanencia en el tiempo y que hoy en día, están siendo concertadas con el gobierno nacional, para que por una parte, solucione su pasivo pensional y de otra, garantice su funcionamiento por los cien años futuros. La Universidad entiende, comprende, y comparte los justos anhelos, no solo, de los afrodescendientes, sino y también, de los indígenas, campesinos y colonos de la región del Naya, a los que en forma escrita, oficial o institucional; en todos los escenarios de concertación en que a participado, siempre les ha expresado su vocación positiva de llegar a un entendimiento; el cual, si no se ha dado, ha sido sencillamente, por acciones y propósitos, tan fuera del marco legal y contexto social, como el que se expresa con esta acción de cumplimiento que presentan las negritudes atentando contra otros actores sociales. 3. HECHOS QUE MOTIVAN LA ACCIÓN: AL HECHO PRIMERO: Que denomina el actor como antecedentes, es prueba fehaciente de las afirmaciones de la Universidad, respecto de la presencia en la región del grupo étnico embera, eperara-Siapidara, y quienes ubicados en el resguardo indígena de Joaquincito, pretenden la ampliación del mismo. Pero en parte alguna esta demostrado que han otorgado poder al doctor JAIMES MARIN, para que en su nombre demande derecho alguno. En el mismo hecho se demuestra la presencia de los indígenas Páez, que pretenden la creación del resguardo del alto Naya y la presencia de colonos y campesinos que han solicitado titulaciones individuales, y quienes tampoco han otorgado para actuar, al citado profesional. AL HECHO SEGUNDO: No es un hecho, sino que es la descripción que según el Consejo Comunitario accionante, de las características de la cuenca del río Naya, y en el que para efectos legales, lo único cierto es la afirmación del citado Consejo, de no tener claro cuál es el área de dichas tierras, ni cuáles son sus linderos. AL HECHO TERCERO: No es un hecho, es una presentación de orden histórica, que realiza el apoderado de los actores, la cual, no tiene la menor incidencia en las relaciones entre la Universidad del Cauca y las comunidades de indígenas, de colonos, de campesinos y de negritudes asentadas en el Naya. Hechos del año 1680, que deben ser probados que existieron o la presentación y la relación de peleas cuerpo a cuerpo entre otras subjetividades, no tienen nada que ver, con el objeto de la acción de cumplimiento impetrada, situaciones estas, que se le habían puesto de presente al doctor Silvio Garcés, funcionario del liquidado Incora, en su calidad de Jefe del programa de atención a comunidades negras, y quien en documento de octubre de 2002, ya estaba planteando dicho cúmulo de inconsistencias y afirmaciones descontextualizadas y en donde lo único entendible, era que el doctor Garcés Mosquera pretendía y mantenía una entendible solidaridad de etnia. AL HECHO CUARTO: El hecho cuarto es una errada y perversa interpretación que hacen los accionantes, en cuanto a los títulos otorgados a la Universidad del Cauca en 1827, por parte del General Santander. El conjunto de subjetividades que se presentan, no pueden tener alcance diferente, a que estamos ante una interpretación acomodada y subjetiva por parte de los parcializados actores, que en momento alguno, pueden menoscabar los legítimos títulos de la Universidad del Cauca. AL HECHO QUINTO: Es una afirmación absurda y temeraria y hasta grosera por parte de los accionantes, a quienes sí se les puede y debe imputar gravísimas responsabilidades por los atentados permanentes que realizan en contra del medio ambiente, y el envenenamiento de las fuentes de agua y tierras de la región con químicos, a través de sus primarias explotaciones mineras. AL HECHO SEXTO: Son meras presentaciones de los accionantes, que constituyen prueba respecto de la titularidad de las tierras por parte de la Universidad, y el profundo interés académico y social que siempre ha cobijado a ésta, respecto a las Tierras del Naya. De otro lado, demuestran la vocación que ella ha inculcado y mantenido, para favorecer de forma integral y definitiva la solución de tan delicada problemática e incluso, y a través del corredor de biodiversidad; el interés de lo Universidad por velar por el medio ambiente del mundo, puesto que, no debe olvidarse, que del corredor biológico propuesto por la Universidad, harán parte zonas que ostentan, el nivel de pluviosidad mas alto del mundo. Frente a un interés sesgado y parcializado de las comunidades negras, por entendible que este sea; la Universidad en forma integral y humanista, no solo esta pensando en las mil setecientas ochenta y seis familias que dicen los mismos actores conforman el Consejo Comunitario, sino en todas las familias de dicha región y en las incidencias que la región tiene, para con la humanidad en general. Podrá observar el despacho que, a folio 11 del libelo de acción, en su párrafo sexto, a un actuar coherente por parte de la Universidad, siempre nos encontramos ante la negativa absurda y parcializada de las comunidades negras, a quienes tan sólo interesa, el que se les titule las tierras y se generen los problemas sociales, que generaría el desconocimiento de las comunidades indígenas, campesinas y de colonos coterráneas suyas. Para la Universidad, las largas relaciones que se hacen a folios 11 a 16 del libelo de acción, se constituyen en la más clara prueba de su diligente acción para garantizarle a la región y al país, una solución integral a los delicados problemas de dicha zona. AL HECHO SÉPTIMO: La Universidad conoce la Constitución y su alcance; conoce la ley 30/93 y el decreto 1745/95, y porque las conoce, entiende y comprende, siempre le ha sido claro, como debe serlo tanto al INCORA y al Consejo Comunitario, el que los derechos de las negritudes, no pueden concretarse con la trasgresión de otros derechos fundamentales de actores sociales y la mengua del patrimonio de la Universidad del Cauca. Este hecho séptimo, podrán observar ustedes, también parte de los parcializados estudios y conclusiones hechos por el doctor Silvio Garcés Mosquera y tiene en sus planteamientos singularidades tales como, la práctica de visitas legales a las ciento noventa mil hectáreas del MICAY, entre el 7 y el 28 de julio de 2000, o sea en veintiún días calendario, y en donde, se recorrería y verificaría por día, algo mas de ocho mil hectáreas. Sobra cualquier comentario adicional sobre tan gaseoso argumento. AL HECHO OCTAVO: Es una respuesta institucional por parte de la Universidad, a las temerarias acciones del Incora, quien desafortunadamente en cabeza del doctor Garcés, quien como miembro de la etnia afro-descendiente, se parcializó y no permitió, un interactuar institucional fluido, objetivo, conciliador e integrador, y que en ultimas, entrabó por completo los procesos de conciliación que inició la Universidad con todos los actores del Naya. La formal oposición que presentó la Universidad, ante el Incora Regional Valle, y que reposa en el expediente, es prueba idónea y pertinente de su verdadero actuar e intención, y además, de su inquebrantable transparencia y seriedad institucional. AL HECHO NOVENO: A la Universidad no le consta absolutamente nada, respecto de las decisiones de la denominada Comisión de Justicia y Paz; si advierte, que las observaciones de dicha Comisión, en nada influyen ni menoscaban los legítimos derechos de la Universidad del Cauca AL HECHO DECIMO: Para la Universidad es claro que respeta y comparte profundamente las políticas y medidas adoptadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la O.E.A, no obstante, los hechos objeto del punto décimo son por completo ajenos al estamento Universitario. AL HECHO DECIMO PRIMERO: Mas que un hecho, es una relación del proceso concertador del que ha hablado la Universidad desde un principio, el cual y a la fecha, pese al obstáculo que se genera con acciones como la presente, esta en marcha y pendiente de la definición o pronunciamiento que debe hacer el Honorable Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil, ha petición y consulta del Ministerio de Hacienda y Crédito Publico. Dentro de este trasigar, la Universidad, a octubre 4 pasado en cabeza de su Rector Doctor DANILO REINALDO VIVAS RAMOS, la Directora la Caja de Previsión en liquidación doctora MARIA TERESA OTOYA, y el Asesor Jurídico de la Universidad, atendieron formal audiencia ante el Consejo de Estado, en donde se expuso y motivó la necesidad de una pronta solución de la consulta por parte de dicha Corporación, en el entendimiento, de que la misma, estaría viabilizando una solución integral a la problemática del río Naya y a las comunidades asentadas en dicha región. Son válidas las acotaciones anteriormente planteadas, puesto que y tal como se presenta en el pie de pagina 26 y 27, su fuente es el mismo estudio sesgado y parcializado del doctor Garcés Mosquera. AL HECHO DECIMO SEGUNDO: la Universidad ya ha planteado su posición oficial, respecto del parcializado estudio realizado por el doctor Silvio Garcés Mosquera, Jefe de Atención a Comunidades Negras del Incora, el que se reproduce en el hecho décimo segundo y en otros acápites del libelo de acción y que obviamente, por la falta de objetividad, no pueden fundamentar una acción como la presente. AL HECHO DECIMO TERCERO: Son válidas las acotaciones anteriormente planteadas, puesto que y tal como se presenta en el pie de pagina 26 y 27, su fuente es el mismo estudio sesgado y parcializado del doctor Garcés Mosquera A LOS HECHOS DECIMO CUARTO Y DECIMO QUINTO: Son válidas las acotaciones anteriormente planteadas, puesto que y tal como se presenta en el pie de página 28 y 29, su fuente es el mismo estudio sesgado y parcializado del doctor Garcés Mosquera. AL HECHO DECIMO SEXTO: No es cierta la afirmación de este hecho, y tan no es cierto, que a través de los oficios que anexamos por vía de prueba, dirigidos a la Presidencia de la Republica, al Ministerio del Interior y de Justicia, al Ministerio de Hacienda y Crédito Publico, al Ministerio de Educación y al Consejo de Estado entre otras; y la misma consulta elevada por el Ministerio de Hacienda; si algo es cierto, y probado, es el permanente interés y gestión de la Universidad del Cauca para dar una solución real y concreta a los problemas de los asentamientos humanos del río Naya. Unas afirmaciones carentes de verdad, como las del hecho décimo sexto, son pruebas palpables del interés sesgado de la comunidad afro, de su afán discriminatorio, el que y de acolitarse, en lugar de constituir una solución, agravaría los problemas de orden publico de la región. AL HECHO DECIMO SÉPTIMO: Es una presentación acomodada y subjetiva de los actores, de las cuales solo pueden inferirse la mala voluntad del Consejo Comunitario, para obtener, para sí, beneficios impropios, en menoscabo de las comunidades indígenas, de colonos y campesinas. Para la Universidad le es claro, que el gobierno nacional deberá dar cumplimiento a la ley 70-93, pero también, que para dar cumplimiento a este mandato legal, no puede atropellar a los demás colombianos. AL HECHO DECIMO OCTAVO: La presentación y hecho en sí, es el más fiel reflejo del afán desmedido y descomedido del Consejo Comunitario, para el que tan solo le sirve y le interesa, el que independientemente del cómo se haga, se le entregue las tierras, propiedad de la Universidad del Cauca; la cual reitera, en ningún momento se ha opuesto a la búsqueda de una solución integral y en derecho, a los problemas que pueda tener la comunidad afro y en donde, lo que sí ha pedido y pide, es que en forma objetiva, ética, social, transparente, equitativa, y razonada, no se vulneren los demás derechos de los colombianos y de instituciones que como la Universidad del Cauca, también tienen el amparo constitucional y legal del estado colombiano. 4. ARGUMENTACIONES: A folios 31 y siguientes del libelo de acción, el actor presenta una sui-generis y excluyente argumentación de lo que para él constituye el marco jurídico de su derecho a un territorio y a la propiedad sobre éste. En su largo e incoherente trasegar pretende concatenar los antecedentes de la Asamblea Constituyente del 91, con los planteamientos de lo que él denomina “Movimiento Nacional Cimarrón”, para concluir que la carta política, reconoce la diversidad étnica y cultural de la Nación Colombiana. (punto 1.3 folio 32). Pero bien, este punto 1.3, me parece afortunado y es resaltable, dado que, de él, puede y debe inferirse que el reconocimiento a la diversidad étnica y cultural, y sus derechos complementarios, en momento alguno han sido exclusivos ni excluyentemente prodigados o estatuidos para los afro-americanos. No, esa diversidad étnica y cultural y sus beneficios también se prodigan para los blancos, mestizos, campesinos, y en general para todos los que residimos en la Republica de Colombia. Por lo tanto, mal puede la comunidad afro- americana y en especial el Consejo Comunitario el pretender excluir al resto de colombianos e instituciones; y pensar que la Constitución y el estado colombiano deben estar a su exclusivo servicio y disposición. La Universidad no entra al superfluo juego de discutir las subjetividades que de orden constitucional y legal, según su entender y acomodo, presenta el apoderado del Consejo Comunitario a puntos 1.4, 1.5 de los folios 32 a 37 del libelo de acción. Y no lo hace, puesto que no tiene sentido, dado que para ella el marco constitucional vigente, no solo se predica para la comunidad negra, sino y también para todos los colombianos, y de dichos puntos 1.4, y 1.5 tan solo encontramos, lo que bien podría denominarse un ejercicio interpretativo excluyente. La Universidad respeta a la comunidad afro-descendiente, a los mismos les ha dicho por todos los medios posibles su disposición de concertar la búsqueda de una solución integral al problema, previo el respeto mutuo de los derechos de los actores. Ella, no actúa bajo presiones ni amedrantamientos, tales como la amenaza de procesos de expropiación, planteadas a folio 35, a los que cuales ya ha dado respuesta en tres oportunidades, cuando el Incora hoy liquidado, intento ante el Consejo de Estado, hacerse a las tierras de su propiedad. A una actitud positiva de la Universidad tan solo podemos deducir una actitud negativa, agresiva y de mala voluntad, por parte de la comunidad afro, y pareciera del mismo Incora, chocante con la vocación de concertación universitaria. A folios 38 y siguientes, como punto 2, se presenta un segundo acápite de argumentos, denominado “identidad cultural asociada al territorio colectivo”, este ejercicio a punto 2.1, 2.2, y 2.3 de los folios 38 a 45, no es cosa diferente, a una extensión de las acomodadas presentaciones hechas en el punto y argumento primero, y en donde, en concreto, tan solo se ratifica la voluntad y propósito de exclusión del Consejo Comunitario y obviamente, la vulneración de los legítimos derechos de las comunidades indígenas, campesinas y de colonos, asentadas en la región del Naya. Las actuaciones de la Universidad con respecto a los bienes que dispone para el ejercicio de sus actividades, históricamente se encuentran enmarcadas dentro de la constitución nacional y del desarrollo normativo de la misma, desvirtuando por si solas, las manifestaciones hechas por el accionante con respecto al presunto desconocimiento de normas a favor de un grupo minoritario de la sociedad, siendo estas sí, como se ven a folios 46 y 47, expresiones de una discriminación marcada hacia los demás grupos que habitan las zonas del Naya. A folios 48 al 54 y como argumento cuarto, se insiste en presentar en forma sesgada criterios jurisprudenciales, a favor de la excluyente solicitud objeto de la presente acción de cumplimiento, siendo procedente el que la Universidad se remita a la integridad de las afirmaciones anteriormente hechas, y no entrar así, en un desgastante e innecesario juego de debate sin un propósito definido. A folios 54 a 60 y como quinto argumento, se pretende bosquejar un bloque de constitucionalidad y la efectividad de unas medidas cautelares, supuestamente decretadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La Universidad expresa su más profundo respeto por dichas previsiones, como igualmente respeta, pese a lo sesgada, la de la comunidad afro, pero ellas deben entender, que no pueden menoscabar la constitución, las leyes, ni menoscabar los legítimos intereses y derechos de los indígenas, mestizos, campesinos y colonos, para satisfacer sus particulares intereses. La Universidad no puede acceder a la absurda pretensión del Consejo Comunitario de titularle las 190.000 hectáreas, sin que previamente, se defina con el gobierno nacional, la contraprestación o compensación que debe hacerse a la Universidad en razón de dicha titularización. 5. DERECHO La argumentación antes expuesta, convalida las afirmaciones de la Universidad en su defensa y deben ser base suficiente para que el Consejo Comunitario accionante, entienda, que en un Estado Social de Derecho, como lo es el colombiano, no puede pretenderse amparar el derecho de unos pocos, bajo la premisa de atropellar el interés general. En este orden de ideas, la Universidad observa que la única posibilidad y marco legal que le permitirá dar solución real y concreta al tema, la constituye el proceso de concertación que viene adelantando con la Presidencia de la Republica, y el Ministerio de Hacienda y Crédito Publico, el que cuenta con la participación del Ministerio del Interior y de Justicia, quién y además, en cabeza del señor Viceministro, ejerce la Presidencia del Consejo Superior, proceso este, que esta, como ya hemos dicho, en espera del pronunciamiento del Honorable Consejo de Estado, a consulta elevada por el Ministerio de Hacienda y Crédito Publico. 6. PRUEBAS 6.1- PRUEBAS SUSTENTO DE LA ACCION La Universidad debe observar en derecho las siguientes pruebas así: 1. La prueba 1, anexo 2, por su impertinencia y ninguna relación con la acción presente. 2. La prueba dos, anexo 3, la tacha de sospecha, por lo sesgada y falta de objetividad y por el origen de la misma, dado que el informe técnico-jurídico fué elaborado por el doctor Silvio Garcés Mosquera, en su condición de Jefe de Atención a Comunidades Negras del Incora, y él mismo pertenece a la etnia afro, habiendo demostrado en su actuar, una falta absoluta de objetividad, la que si bien es cierto, es entendible y loable desde el punto de vista de etnia, y de grupo, no lo es, desde el punto de vista administrativo, dadas las disfunciones que genera. 3. Las pruebas 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9 son documentos que tan solo evidencian la propiedad de dichas tierras por parte de Universidad, su profundo interés, su manifestación de señor y dueño sobre dichas zonas y la vocación de la misma por brindar una real solución a la temática del Naya. 4. La prueba diez, es una evidencia más de la titularidad de la Universidad sobre las tierras del Naya y además, prueba fehaciente de la falta de objetividad del Incora en el manejo del tema, y de los propósitos definidos de la Universidad para buscar una solución concertada. 5. Las pruebas 11, 12, 13 14, son documentos respetables, loables y entendibles, pero que, en derecho, no tienen ni pueden tener, incidencia alguna, dentro de la acción presente, puesto que ellas y pese al bloque de constitucionalidad, no pueden menoscabar los legítimos derechos de la Universidad del Cauca y la titularidad de sus tierras. 6. Las pruebas 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21 y 22 son documentos oficiales que demuestran la carencia de argumentación de la acción presente y además, el accionar coordinado del estado colombiano, con miras a brindar solución integral a la problemática del Naya. 6.2- PRUEBAS QUE APORTA LA UNIVERSIDAD PARA SU DEFENSA: Si bien es cierto dentro del expediente ya reposan pruebas suficientes respecto de la titularidad y derechos de la Universidad, ella remite: 1. En siete folios copia de la consulta elevada por el Ministro de Hacienda y Crédito Publico al Consejo de Estado, Sala de Consulta y Servicio Civil. 2. Oficio R-3176-OJ605 de 4 de octubre de 2004, mediante el cual la Universidad sustentó ante la Sala de Consulta y Servicio Civil, las referencias del señor Ministro. 3. Oficio R-1923-OJ462 del 17 de junio de 2003, dirigido a los doctores Carlos Franco y Jesús Ramírez, funcionarios del ministerio del Interior y de Justicia. 4. Oficio R-2712—OJ607 del 29 de agosto de 2003, dirigido al doctor Jesus Ramírez, en donde consta la reiterada posición de la Universidad del Cauca. 5. Oficio R-3178-OJ685 de octubre 1 de 2003, dirigido al doctor Carlos Franco. 6. Oficio R-2211-OJ612, del 25 de agosto de 2002, dirigido al doctor Álvaro Uribe Vélez, Presidente de la Republica. 7. Fotocopia de sentencia del 2 de julio de 1976, proferida por el Consejo de Estado- Sala de lo Contencioso Administrativo- Sección Tercera, dentro del expediente 1470, y en donde la Honorable Corporación, decidió a favor de la Universidad del Cauca frente a las pretensiones del Incora para expropiarle los terrenos del Naya. 7. ANEXOS. La Universidad no observa los presentados por los actores y a su vez, remite los relacionados como pruebas a su favor. Además, anexa y remite el poder para actuar y el certificado de vigencia y representación legal de la Universidad. 8. COMPETENCIA Tal como se plantea al principio de la respuesta, la Universidad observa la competencia del Honorable Tribunal Administrativo del Valle puesto que, en atención a la naturaleza jurídica de la Universidad del Cauca, su juez natural en asuntos en donde se discuten temas sin cuantía, lo es el Honorable Consejo de Estado. 9. PROCEDIMIENTO Estando viciada la competencia, consecuencia obvia la constituye el que este viciado el procedimiento, debiéndose declarar por lo tanto, la nulidad de todo lo actuado y el ordenarse el impulso del expediente al juez natural competente. 10. PROCEDENCIA DE LA ACCION DE CUMPLIMIENTO Su presentación, como la de toda la acción, no obedece a un marco lógico ni coherente, sino al querer interpretativo de los actores con miras a obtener un indebido beneficio, y tristemente a generar al interior de las comunidades afro, expectativas alejadas del interés general y que tan solo han derivado en el entrabamiento del proceso administrativo de concertación. La Universidad ha actuado de manera seria y responsable, y así puede corroborarlo el despacho; participó en todas y cada una de las etapas de concertación, pero en ellas, fue enfática, en que no se prestaría a controversias internas dentro de la comunidad afro, y por lo tanto y complementariamente, acudió ante las autoridades competentes y con real capacidad de decisión, como son la Presidencia de la Republica y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público. LA ACCION QUE SE INTENTA ES UNA ACCION DE CUMPLIMIENTO; y por lo mismo y dada la naturaleza jurídica de las hipotéticas transgresiones de derechos colectivos, y la esfera para dirimir estas, ha de concluirse QUE LA ACCION PRESENTE ES TOTALMENTE IMPROCEDENTE. No puede en aras del apetito de los actores, el derogarse el marco sustantivo y procedimental del País, no puede variarse el régimen de competencias imperante; dado que de hacerse, sencillamente, ESTARIAMOS CONDENANDO AL CAOS EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO QUE NOS COBIJA, y además, menoscabando intereses y derechos fundamentales de los grupos indígenas, colonos y campesinos que también se asientan en la Naya. La Universidad, invoca vuestra sabiduría para que no se permita tal despropósito, debiendo en consecuencia, declararse la improcedencia de la acción. Pretender acabar con el régimen de competencias, no con el espíritu altruista que previó la Constitución de 1991, sino como argucia jurídica para satisfacer intereses personales y no colectivos, es el más claro ejercicio de FRAUDE PROCESAL y de menoscabo de la integridad jurídica del País. 11. PROCESO: Tal como lo habíamos planteado en los acápites de competencia y procedimiento; y como consecuencia de las acotaciones presentadas por la Universidad a través del presente escrito, es de inferirse que el proceso que se surte, no es el indicado y así, solicitar reiteradamente, la IMPROCEDENCIA DE LA ACCION. 12. NORMAS VIOLADAS Y BREVE CONCEPTO DE VIOLACIÓN: Es de resaltar, que el apoderado, presenta una relación de normas presuntamente violadas, pero en parte alguna presenta el concepto de violación, fallando así, uno de los presupuestos procesales de la acción; no es con el querer interpretativo del apoderado o del Consejo Comunitario, o el sui-generis informe técnico-jurídico del liquidado Incora, como se puede expropiar las tierras a la Universidad del Cauca, sin un previo reconocimiento y pago de las mismas, ni mucho menos el desconocimiento del interés general y los derechos fundamentales de otros colombianos con igual derecho. 13. PRETENSIÓN DE LA DEFENSA Por lo expuesto, la Universidad del Cauca, espera del Honorable Tribunal, se denieguen las pretensiones de la parte actora, reconociendo en todo su esplendor los postulados del principio del derecho administrativo, de la jerarquización de la actividad ejecutiva del Estado, y el por qué, de la adopción de la teoría de los grados del derecho, la cual le atribuye un valor determinado a las diversas fuentes del Derecho Administrativo, a nivel Nacional, Departamental y Municipal, y por ende, el que toda la actividad estatal esté sometida jerárquicamente, de tal suerte que se imposibilite el quebrantamiento de normas superiores, por vía de control administrativo; caso como el presente, y así se evite el tener que recurrir innecesariamente al control de legalidad ante la Justicia Contencioso Administrativa. Por lo mismo, es de vital importancia, tener presente la preeminencia de la subordinación al vínculo jurídico, y la inconveniencia e inexistencia de la subordinación a la persona que ocupa el cargo público, lo que podría conllevar a un no-sometimiento al mandato de la Constitución y las Leyes y así contrariar los postulados del Estado de Derecho. Luego entonces, si tenemos en cuenta que los servidores públicos, somos responsables no solo por acción, sino por omisión, si es claro que todos y cada uno de los funcionarios de la Universidad, manejan la escala de primacía de las normas y derechos, mal podrían entonces ellos, sustraerse a la obligación de aplicar las normas sustantivas y las fuentes auxiliares del derecho y por ende se impone en derecho la DECLARATORIA DE IMPROCEDENCIA DE LA ACCION Y EL ARCHIVO DEL EXPEDIENTE y en su defecto la remisión al juez natural competente como es el Honorable Consejo de Estado. Respetados señores Magistrados, la Universidad del Cauca deja a su disposición toda la colaboración institucional que se requiera, con miras a brindar claridad en lo que ha sido su manejo del proceso del Naya; no sobrando el resaltar, que mantiene su más profunda convicción, de que la única salida posible a los problemas de la cuenca del Naya, la constituye el trámite de conciliación administrativa que se viene surtiendo ante la Presidencia de la República y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público; debiendo entender el Consejo Comunitario, que es un imperativo legal el agotar los diferentes trámites que la Constitución y la ley nos imponen, para poder traspasar la titularidad de las tierras del Naya al Gobierno Nacional, y para que éste, a su vez, pueda destinarlas a satisfacer los justos, loables y entendibles anhelos, no sólo de las comunidades afrocolombianas asentadas en la zona, sino también de los indígenas, campesinos y colonos que hacen presencia en la misma, intentar y perseguir, como se esta hacinedo con la acción presente, otros mecanismos diferentes de solución significa, y conlleva sencillamente, a no brindar y no querer una solución real a la problemática. Universitariamente. JESÚS HERNAN GUEVARA Jefe Oficina Jurídica OTRAS ACTUACIONES JUDICIALES ADELANTADAS POR LA UNIVERSIDAD DEL CAUCA PARA LA DEFENSA DE SUS INTERESES PATRIMONIALES Señor: Inspector de Recursos Buenaventura (Valle) REINALDO MUÑOZ ZAMBRANO, mayor de edad y vecino de Popayán, en mi carácter de Rector de la Universidad del Cauca, entidad jurídica domiciliada en Popayán, de manera muy atenta me dirijo a usted para manifestarle que, como representante legal de la entidad nombrada, coadyuvo en la acción que han intentado ante ustedes los señores Justo Cadavid Gónima, César Zambrano y Mario Arango Escobar con el fin de que suspenda las explotaciones que en la zona de “Naya” de propiedad de la Universidad del Cauca, hacen los señores Daniel Aldana, Luis Molano, Isabel de Juri, José Tamayo, Alfonso Ocampo, Julio Moren, Luís Ruíz, AlbertoRincón, Genaro Oyero y Aserríos Calima. Me baso para hacer esta solicitud en los siguientes HECHOS: De conformidad con las leyes 153 de 1941, 95 de 1944 y Decreto Ejecutivo número 2118 de 1994, la Universidad del Cauca es dueña del suelo y subsuelo del territorio formado por la Hoya Hidrográfica del Río Naya, límite arcifinio entre los Departamentos del Calle del Cauca y del Cauca, territorio que según el Decreto 2118 de 1944 ya citado está comprendido entre los siguientes linderos: “EN EL DEPARTAMENTO DEL VALLE DEL CAUCA.- Partiendo de la desembocadura del río “Naya” en el brazo del mar que separa la isla “Ají” de la costa, se sigue por dicho brazo en dirección aproximada Norte, hasta la desembocadura en el mismo de la quebrada “Paiteña”; esta agua arriba hasta su cabecera más próxima al divortium-aquarum de los ríos “Yurumangu” y “Naya”; siguiente por este divortium-aquarum en dirección aproximada oriente, hasta el cerro de “San Vicente” en la cima de la cordillera que separa las aguas que van al Océano Pacífico de las que vierten al río Cauca; del cerro “San Vicente” se sigue hacia el sur por la cima de la cordillera hasta el cerro “Naya”; descendiendo de este último hasta encontrar las cabeceras del río “Naya” y por este aguas abajo, hasta su desembocadura en el Pacífico. “EN EL DEPARTAMENTO DEL CAUCA.- Partiendo de la desembocadura del río “Naya” aguas arriba hasta dar al cerro “Naya” en la cima de la cordillera que separa las aguas que van al Océano Pacífico de las que van al río Cauca; del cerro “Naya”, con dirección aproximada occidente, se desciende a buscar el divortium-aquarum de los ríos “Naya” y “San Juan de Micay” y siguiendo por este divortium-aquarum”, hasta encontrar los nacimientos de la quebrada “Tambor”; esta última aguas abajo hasta su desembocadura en el Océano Pacífico; de aquí por la costa y en dirección aproximada Norte, hasta encontrar la desembocadura del río “Naya” en el mismo Océano”. La Universidad del Cauca, celebró con los señores Justo Cadavid Gónima, César Zambrano y Mario Arango Escobar, un contrato para la explotación de los bosques de toda la zona mencionada, y les confirió poder para que soliciten la licencia del Ministerio para dicha explotación y pidan la cancelación de licencias o permisos de dos a terceros Siendo la Universidad del Cauca la única dueña de los citados terrenos, y estando de por medio el contrato celebrado con los señores nombrado, coadyuvo en la solicitud que ellos han formulado ante usted para que suspenda las explotaciones que actualmente llevan a cabo en dichos terrenos todas las personas arriba nombradas. Acompaño a esta petición los documentos que acreditan mi personería. Del señor Inspector, atentamente Popayán, agosto 3 de 1954. REINALDO MUÑOZ ZAMBRANO Rector de la Universidad del Cauca. Señor: JUEZ SEGUNDO CIVIL MUNICIPAL DE POPAYAN E. S. D. Yo, HENRY SIMMONDS PARDO, mayor y de este vecindario, cedulado bajo el No. 2212261, en mi carácter de Rector de la UNIVERSIDAD DEL CAUCA, establecimiento de creación legal, para fines que interesan a la Institución, atentamente solicito a usted se sirva citar y hacer comparecer a su Despacho al señor ALFONSO SALCEDO BECERRA, mayor y vecino del Municipio de buenaventura, de tránsito en esta ciudad, para que bajo la gravedad del juramento declare al tenor del siguiente interrogatorio: 1. Su nombre y apellido, su edad, su profesión u oficio, su domicilio y vecindad y demás generales de la ley; 2. Si en verdad, que en el año de 1958 el compareciente celebró con la Universidad del Cauca un contrato que le permite la explotación de los bosques de la zona de propiedad de la Universidad sita en la Hoya Hidrográfica del NAYA, ubicada en los departamento del Valle del Cauca y Cauca y cuyos linderos se hayan claramente establecidos en el Decreto 2118 de 1944, contrato cuyos mutuos derechos y obligaciones aparecen consignados en la escritura pública No. 316 de 28 de marzo de 1958 pasada ante la Notaría 2ª del Circuito de Popayán y legalmente registrada. 3. Si es verdad que en su carácter de concesionario para la explotación forestal de la zona del Naya de propiedad de la Universidad, ha venido realizando desde esa fecha hasta hoy trabajos de explotación forestal que han conllevado la circunstancia de conocer ampliamente la topografía de la mayor parte de la zona hidrográfica del NAYA de propiedad de la Universidad, especialmente de las zonas aledañas al curso y desembocadura del río Naya. 4. Si es verdad que en días pasados cuando en razón de sus negocios tuvo que visitar la población de Puerto Merizalde, sita en la margen derecha del río Naya, le informaron que poco más o menos a cinco (5) kilómetros de esa población, río arriba, y hacia el oriente se había establecido un campamento para la exploración de esa zona en busca de petróleo por la Geophisic Service Incorporation: y si es igualmente verdad que ante esta noticia viajó el personalmente a la zona indicada habiendo podido constatar que efectivamente existió allí un campamento establecido al mando del doctor Meter Wolf quien lo manifestó ser ellos contratistas de la International Petroleum Company y le indicó los trabajos adelantados consistentes principalmente en trochas transversales de una longitud aproximada de doscientos metros sobre las que se habían venido haciendo perforaciones de sesenta pies, y en las cuales, por medio de tubos se hacen detonaciones a la profundidad indicada y sus repercusiones son tomas por los sismógrafos para los análisis geológicos correspondientes; - y, finalmente si pudo observar que en los trabajos que se adelantan se están empleando mucho mas de doscientos cincuenta obreros.- El testigo se servirá exponer todos los pormenores que le consten con relación a este hecho. 5. Si es verdad que el levantamiento topográfico que se le exhibe al momento de rendir su declaración corresponda a la suma hidrográfica del NAYA y está ajustando a la realidad sobre el terreno y si la ubicación del campamento de la que ocupa la Geophisic Service Company está correctamente ubicada en ese levantamiento.- El testigo dirá todo lo que le conste y que pueda confirmar la veracidad de este hecho. 6. Si es verdad, por el conocimiento topográfico que tiene de la zona Hidrográfica del NAYA, que el campamento que actualmente ocupa la Geophisic Service Company para los trabajos de exploración en busca de petróleo se halla ubicada en la margen derecha del río Naya y dentro de los terrenos de propiedad de la Universidad del Cauca. – El testigo dirá la razón o razones en que fundamenta su observación con relación a este hecho. Recibidas que sean las anteriores declaraciones comedidamente ruego al señor Juez se sirva ordenar que se me devuelvan originales para fines que interesan a la Universidad del Cauca. Renuncio notificación y término de ejecutoria de auto favorable. Popayán, 23 de marzo de 1966 HENRY SIMMONDS PARDO Rector Señor: JUEZ SEGUNDO CIVIL MUNICIPAL DE POPAYAN E. S. D. Yo, IRALDO HURTADO M., abogado titulado e inscrito, mayor y de este vecindario, cedulado bajo el No. 1425339, para fines que interesan a la UNIVERSIDAD DEL CAUCA, respetuosamente solicito a usted se sirva señalar día y hora para que por el Despacho a su cargo y en asocio de peritos designados en la forma legal, se practique una diligencia de inspección ocular, para futura memoria, al predio denominado “EL NAYA” de propiedad de la Universidad del Cauca, sito en jurisdicción de los Departamentos del Valle del Cauca y Cauca, para constatar los siguientes hechos: 1. Si es verdad que en una zona ubicada a unos cinco (5) kilómetros de distancia aproximada del caserío conocido con el nombre de Puerto Merizalde y sobre la margen derecha del río Nata se ha establecido un campamento para la exploración en busca de petróleo por parte de la Compañía Geophisic Service Incorporation, que se dice contratista de la Internacional Petroleum Company. Con relación a este hecho el señor Juez se servirá al momento de la diligencia recepcionar los testigos que crea necesario para establecer la veracidad de este hecho. 2. Si es verdad que los trabajos que adelante la citada Compañía para exploración de petróleo consiste en trochas transversales de longitud aproximada de doscientos (200) metros cada una y sobre las cuales se han venido haciendo perforaciones de sesenta (60) pies, en las cuales mediante tubos se hacen detonaciones para su repercusión ser tomada por los sismógrafos para análisis geológicos posteriores. Al igual que en el punto anterior el señor Juez se servirá recibir la declaración de testigos que puedan acreditar la veracidad de este hecho. 3. Si es verdad que en los trabajos que adelanta la Geophisic Service Incorporation se están empleando maquinaria y cerca de doscientos cincuenta (250) hombres. Para la práctica de la diligencia de inspección ocular, comedidamente manifiesto a usted que usted se servirá ordenar cualquier investigación tendiente al esclarecimiento de los hechos y ampliar los puntos sobre los que deben dar el dictamen los peritos. Para la práctica de la diligencia de inspección ocular usted se servirá comisionar al señor Inspector de Policía del Corregimiento de Puerto Merizalde, en jurisdicción del Municipio de Guapi, a quien usted se designará facultad para reemplazar los peritos y resolverlas incidencias que se presenten al momento de la diligencia. Finalmente en el acto de la diligencia usted se servirá dejar constancia expresa respecto de los hechos y circunstancias por usted observado. En derecho me fundo en lo dispuesto por el artículo 724 y siguientes del C. De Procedimiento Civil. Renuncio notificación y término de ejecutoria de auto favorable. Popayán, 1 de abril de 1966. IRALDO HURTADO M. Señores: JUEZ PROMISCUO DEL CIRCUITO JUEZ CIVIL MUNICIPAL – REPARTO E. S. D. Yo, ENRY SIMMONDS PARDO, mayor y de este vecindario, cedulado bajo el No. 2.412.261 expedida en Cali, obrando en mi carácter de Rector de la Universidad del Cauca, y por lo mismo, representante legal de dicha entidad oficial, respetuosamente manifiesto a usted que, confiero poder especial, amplio y suficiente al Dr. IRALDO HURTADO M., abogado titulado e inscrito, mayor y de este mismo vecindario, para que obrando en nombre y representación de la Universidad del Cauca, inicie y lleve hasta su terminación un juicio especial por los trámites de la acción de lanzamiento, o la que estime conducente, teniendo a obtener por parte del Sr. Alfonso Salcedo Becerra, el reintegro del predio denominado “Naya” de propiedad de la Universidad según contrato de arrendamiento suscrito entre ésta y la Universidad y que consta en la Escritura Pública No. 316 de 28 de marzo de 1958 pasada ante la Notaría Segunda se este Circuito y legalmente registrada. El sr. Iraldo Hurtado M., queda expresamente facultado para incoar la acción de lanzamiento o la que estime conducente; para solicitar la práctica de prueba, para interponer recursos y promover incidentes, para desistir, transigir, recibir, sustituir este poder, y en fin, para ejecutar todos los actos procesales que estime indispensable a la consecución del fin indicado. Popayán, octubre 3 de 1966. HENRY SIMMONDS PARDO ACEPTO IRALDO HURTADO M. SEÑOR: JUEZ PROMISCUO DEL CIRCUITO E. S. D. Me refiero a las diligencias del embargo preventivo que adelanto como mandatario judicial de la Universidad del Cauca contra el Sr. Alfonso Salcedo Becerra. Con el debido respeto, solicito a usted, que dentro del negocio de la referencia se sirva decretar de plano el desglose y entrega de la Escritura Pública No. 316 de 28 de marzo de 1958 pasada ante la Notaría Segunda del Circuito de Popayán y legalmente registrada. En derecho me fundo en lo dispuesto por el Art. 363 del Código de Procedimiento Civil. Renuncio notificación y término de ejecutoria de auto favorable. Popayán, octubre 3 de 1966 IRALDO HURTADO M. Señor: JUEZ PROMISCUO DEL CIRCUITO E. S. D. Yo, HENRY SIMMONDS PARDO, mayor y de este vecindario, cedulado bajo el No. 2.412.261 expedida en Cali, obrando en mi carácter de Rector de la Universidad del Cauca y por lo mismo, representante legal de dicha entidad especial, respetuosamente manifiesto a usted que, confiero poder especial, amplio y suficiente al Dr. Iraldo Hurtado M., abogado titulado e inscrito, mayor y de este mismo vecindario, para que obrando en nombre y representación de la Universidad del Cauca, inicie y lleve hasta su terminación juicio ejecutivo, o la acción que estime conducente, tendiente a obtener por parte del señor Alfonso Becerra al pago de una suma líquida de dinero que adeuda a la Universidad y de plazo vencido por concepto de cánones de arrendamientos del predio denominado Naya según contrato que conste en la Escritura Pública No. 316 de 28 de marzo de 1958 pasada ante la Notaría Segunda de este Circuito, y legalmente registrada. El dr. Hurtado M., queda expresamente facultado para solicitar la práctica de las medidas preventivas que estime necesarias; para instaurar el correspondiente juicio ejecutivo; para interponer recursos y promover incidentes; para desistir, para transigir, recibir, sustituir este poder y en fin para ejecutar todos los actos procesales que estime indispensable a la consecución del fin indicado. Popayán, septiembre 20 de 1966. HENRY SIMMONDS PARDO Señores: JUEZ PROMISCUO DEL CIRCUITO JUEZ CIVIL MUNICIPAL DE POPAYAN – REPARTO E. S. D. Yo, IRALDO HURTADO M., abogado titulado e inscrito, mayor y de este vecindario, cedulado bajo el No. 4.425.339, en ejercicio del mandato que me ha conferido el Sr. Dr. HENRY SIMMONDS PARDO, mayor y de este mismo vecindario en su carácter de Rector de la Universidad del Cauca, entidad oficial de creación legal, a usted con el debido respeto expongo: HECHOS: 1. Según consta de la Escritura Pública No. 316 de 28 de marzo de 1958, pasada ante la Notaría Segunda del Circuito de Popayán y legalmente registrada en la Oficina de Instrumentos Públicos y Privados de este Circuito con fecha 14 de abril del mismo año en el libro 1º Tomo 5 folios 16 a21 y en la Oficina del Circuito de Buenaventura Departamento del Valle del Cauca con fecha 19 de mayo de 1958 en el Libro 2º tomo 19 folios 31 y 32 bajo partida 973 y con matrícula No. 1.007 del Tomo 7º Folios 328, la Universidad del Cauca, entidad oficial de creación legal, representada por el Sr. Rector, Dr. Antonio J. Lemos Guzmán, debidamente autorizado por el H. Consejo Directivo, celebró un contrato de arrendamiento con el Sr. Alfonso Salcedo Becerra, mayor y vecino del Municipio de Buenaventura, contrato en virtud del cual la Universidad del Cauca entregó al Sr. Salcedo Becerra a título de arrendamiento y para la explotación de los bosques el predio de su exclusiva propiedad denominada “El Naya”, sito en jurisdicción de los Dptos. Del Valle del Cauca y Cauca y comprendido dentro de los siguientes linderos: EN EL DPTO DEL VALLE: “ Partiendo desde la desembocadura del Río “Naya” en el brazo del mar que separa la isla “Ají” de la Costa, se sigue por dicho brazo en dirección aproximada norte hasta la desembocadura en el mismo de la Quebrada “Paiteña”, está agua arriba hasta su cabecera mas próxima al divortium aquarum de los Ríos Yurumangui y Naya, siguiendo por este divortium aquarum en dirección aproximada a oriente hasta el cerro de San Vicente, en la cima de la Cordillera que separa las aguas que van al Océano Pacífico de las que vierten al río Cauca; del Cerro San Vicente, se sigue hacia el sur por la cima de la cordillera hasta el Cerro Naya, descendiendo de esta última hasta encontrar las Cabeceras del río Naya y por este, aguas abajo hasta su desembocadura en el Pacífico”. EN EL DPTO DEL CAUCA: “ Partiendo de la desembocadura del río Naya aguas arriba hasta dar al cerro Naya en la Cima de la cordillera que separa las aguas que van al Océano Pacífico de las que van al río Cauca; del Cerro Naya con dirección aproximada occidente se desciende a buscar el divortium aquarum de los ríos “Naya” y San Juan del Micay y siguiendo este divortium aquarum hasta encontrar los nacimientos de la Quebrada Tambor; esta última, aguas abajo hasta su desembocadura en el Océano Pacífico, de aquí por la Costa y en dirección aproximada Norte hasta encontrar la desembocadura del río Naya en el mismo Océano. 2. En la Cláusula Quinta del Contrato contenido en la Escritura Pública 316 de 28 de marzo de 1958, antes referida, se estipuló expresamente: “El Contratista se obliga a pagar la Universidad del Cauca como participación por la explotación de los recursos forestales en la zona mencionada la misma participación que en la actualidad cobra el Ministerio de Agricultura por la explotación de los bosques de propiedad de la Nación según los permisos que el Ministerio concede. Esta participación será aumentada ene. Caso de que este aumento lo decrete la nación, pero en ningún caso podrá ser inferior a la tarifa que rige actualmente. Además el Contratista pagará a la Universidad la suma de CUATROCIENTOS PESOS ($400,oo) mensuales, los cuales se obliga el Contratista a cancelar directamente en la Tesorería de la Universidad por mensualidades anticipadas a partir del primero (1) de Octubre de Mil Novecientos Cincuenta y Ocho (1958). 3. En cánon de arrendamiento mensual pactado inicialmente en la cláusula Quinta del Contrato contenido en la escritura Pública No. 316 de 28 de marzo de 1958, por mutuo acuerdo de las partes fue modificado, obligándose el Arrendatario a pagar la suma mensual fija de Mil Doscientos cincuenta pesos ($1250,oo) a partir del día 1º de Julio de 1964, cantidad esta que ha venido pagando desde la mencionada fecha en forma ininterrumpida hasta el 31 de marzo del corriente año. 4. El señor Alfonso Salcedo Becerra en su carácter de arrendatario de la Universidad del Cauca se halla en mora en el pago de seis (6) mensualidades del arrendamiento, y por consiguiente adeuda a ésta de plazo vencido, la suma de Nueve Mil Quinientos pesos ( $ 9500,oo) por dicho concepto. 5. Preceptúa el Artículo 1.602 del Código Civil que todo contrato legalmente celebrado es una Ley para los contratos y no puede ser invalidado sino por el mutuo consentimientote las partes o por causas legales. 6. Conforme a la doctrina contenida en el Artículo 1757 del C. Civil, demostrada la existencia de la obligación le corresponde al demandado probar que ella se ha extinguido por solución o pago en efectivo o por cualquier causa legal. Analizando la naturaleza del contrato de arrendamiento a la luz de la doctrina anterior ha dicho nuestra Honorable Corte Suprema de Justicia “aunque el Contrato de Arrendamiento es bilateral, cumplida por el arrendador la obligación inicial de entregar la casa arrendada, el da acción ejecutiva ara el cobro de los cánones que adeuda el arrendatario según afirmación del arrendador siempre se entiende que el arrendador no haya dejado de cumplir con las demás obligaciones que le incumben. Cuando se demande el pago de los cánones que adeude el arrendatario conviene anotar que, para acreditar la existencia de la deuda no incumbe al arrendador probar que el arrendatario no pagó los cánones a que se contrae la demanda o cobro, toda vez que los hechos negativos de negación absoluta, no son susceptibles de “prueba” (prueba directa”, bástele al arrendador afirmar que no se le han cubierto los arrendamientos correspondientes a determinado lapso de tiempo para que haya de presumirse verdadero tal hecho, en tanto que el arrendatario presente la prueba del hecho afirmativo del pago. Gaceta Judicial Nros.2165-2166 Sentencia: 21 de marzo de 1956, páginas 414. 7. El contrato contenido en la Escritura Pública 316 de 28 de marzo de 1958 pasada ante la Notaría Segunda de este Circuito y legalmente registrada constituye plena prueba de las obligaciones en ella contenida. 8. Ante el señor Juez Promiscuo del Circuito solicité el embargo preventivo de bienes contra el deudor Sr. Alfonso Salcedo Becerra diligencias que fueron decretadas favorablemente previo reconocimiento de mi personería. 9. El Sr. Dr. Henry Simmonds Pardo, mayor y de este vecindario, en su carácter de Rector de la Universidad del Cauca me ha conferido poder para adelantar este juicio. DEMANDA: Con base en los hechos anteriores que he dejado relacionados atentamente solicito a Usted se sirva librar orden de pago en vía ejecutiva contra el señor Alfonso Salcedo Becerra, mayor y de este vecindario, y a favor de la Universidad del Cauca, por la suma de Nueve Mil Quinientos pesos ( $ 9500,oo) por concepto de capital y por los intereses legales de dicha suma líquida dos sobre los cánones mensuales correspondientes y desde sus respectivos vencimientos hasta el día del pago total de la obligación, por las costas y costos del juicio incluyendo las agencias de derecho. Usted se servirá ordenar lo conveniente para que las diligencias de embargo preventivo que promoví contra el demandado ante el Despacho del Juzgado Promiscuo de este Circuito, sean glosadas a esta demanda para que surtan sus efectos dentro del juicio ejecutivo de conformidad con lo previsto por el Artículo 291 del Código de Procedimiento Civil. CUANTIA – COMPETENCIA Es ud. Sr. Juez competente para conocer de este juicio no solo por razón de la cuantía, la que estimo en mas de Diez Mil pesos ($ 10.000,oo) sino también por razón del domicilio contractual pactada para el cumplimiento de las obligaciones contraídas por las partes. DERECHO En Derecho me fundo en lo dispuesto por los Artículos 1494-1495-15021-503-1504-15251527-1551-1608-25-88 y demás concordantes del C. Civil; Artículos 982 – 986 – 996 – 999 y demás concordante del C. Judicial; Decreto No. 528 de 1964. DOCUMENTOS Los documentos a que me he referido en los hechos de esta demanda obran en las diligencias de embargo preventivo que promoví contra el demandado ante el Despacho del Juzgado Promiscuo del Circuito de esta ciudad. Recibiré notificaciones en la Secretaría del Juzgado. Popayán, septiembre 26 de 1966. Señor: JUEZ PROMISCUO DEL CIRCUITO E. S. D. Yo, IRALDO HURTADO M., abogado titulado e inscrito, mayor y de este vecindario, cedulado bajo el No.1.425.339, en ejercicio del mandato que me ha conferido el Sr. Dr. Henry Simmonds Pardo, mayor y de este mismo vecindario, en su carácter de Rector de la Universidad del Cauca, entidad Oficina de creación legal, a usted, con el debido respeto expongo: HECHOS: 1. Según consta de la Escritura Pública No. 316 de 28 de marzo de 1958, pasada ante Notaría Segunda del Circuito de Popayán y legalmente registrada en la Oficina de Instrumentos Públicos y Privados de este Circuito con fecha 14 de abril del mismo año en el Libro 1º, Tomo 5 Folios 16 a 21 y en la Oficina del Circuito de Buenaventura Departamento del Valle del Cauca con fecha 19 de mayo de 1958 en el Libro 1º Tomo 37 par Folios 20 y 21 y en el Libro 2º Tomo 19 Folios 31 y 32 bajo partida 973 y con matrícula No. 1.007 del Tomo 7º Folios 328, La Universidad del Cauca Entidad Oficial de creación legal, representada por el Sr. Rector Dr. Antonio J, Lemos Guzmán debidamente autorizado por el H. Consejo directivo, celebró un contrato de Arrendamiento con el Sr. Alfonso Salcedo Becerra, mayor y vecino del Municipio de Buenaventura, contrato en virtud del cual la Universidad del Cauca entregó al Sr. Salcedo Becerra a título de arrendamiento y para la explotación de los bosques el predio de su exclusiva propiedad denominado “El Naya”, sito en jurisdicción de los Dptos del Valle del Cauca y Cauca y comprendido dentro de los siguientes linderos: EN EL DPTO DEL VALLE: “Partiendo desde la desembocadura del Río “Naya” en el brazo del mar que separa la isla “Ají” de la Costa, se sigue por dicho brazo en dirección aproximada norte hasta la desembocadura en el mismo de la Quebrada “Paiteña”; esta aguas arriba hasta su cabecera mas próxima al divortium- aquarum de los ríos Turumangui y Naya, siguiendo por este divortium aquarum en dirección aproximada a oriente hasta el Cerro de San Vicente, en la cima de la cordillera que espera las aguas que van al Océano Pacífico de las que vierten al Río Cauca; del Cerro San Vicente, se sigue hacia el sur por la Cima de la Cordillera hasta el Cerro Naya, descendiendo de este último hasta encontrar las cabeceras del Río Naya y por este aguas abajo hasta su desembocadura en el Pacífico!. EN EL DEPARTAMENTO DEL CAUCA: “Partiendo de la desembocadura del Río Naya aguas arriba hasta dar al Cerro Naya en la Cima de la Cordillera que separa las aguas que van a l Océano Pacífico de las que van al Cauca, del Cerro Naya con dirección aproximada Occidente se desciende a buscar el Divortium Aquarum de los Ríos “Naya” y “San Juan del Micay” y siguiendo este divortium aquarum hasta encontrar los nacimientos de la quebrada Tambor; esta última aguas abajo hasta su desembocadura en el Océano Pacífico; de aquí por la Costa y en dirección aproximada Norte hasta encontrar la desembocadura del Río Naya en el mismo Océano. 2. En la Cláusula Quinta del Contrato contenido en la Escritura Pública 316 de 28 de marzo de 1958, antes referida, se estipuló expresamente: “El Contratista por la explotación de los recursos forestales en la zona mencionada la misma participación que en la actualidad cobra el Ministerio de Agricultura por la explotación de los bosques de propiedad de la Nación según los permisos que el Ministerio concede. Esta participación será aumentada en el caso de que este aumento lo decrete la Nación, pero en ningún caso podrá ser inferior a la tarifa que rija actualmente. Además el Contratista pagará a la Universidad la suma de Cuatrocientos pesos ($40,oo) mensuales, los cuales se obliga al Contratista a cancelar directamente en la Tesorería de la Universidad por mensualidades anticipadas a partir del primero (1º) de Octubre de Mil Novecientos Cincuenta y Ocho ( 1958). 3. El cánon de arrendamiento mensual pactado inicialmente en la Cláusula Quinta del Contrato contenido en la Escritura Pública No. 316 de 28 de marzo de 1958, por mutuo acuerdo de las partes fue modificado, obligándose al Arrendatario a pagar la suma mensual fija de Mil Doscientos cincuenta pesos ( $ 1250,oo) a partir del día 1º de julio de 1964, cantidad esta que ha venido pagando desde la mencionada fecha en forma ininterrumpida hasta el día 1 de marzo del corriente año. 4. El señor Alfonso Salcedo Becerra en su carácter de arrendatario de la Universidad del Cauca se halla en mora en el pago de seis (6) mensualidades del arrendamiento, y por consiguiente adeuda a ésta de plazo vencido, la suma de Nueve Mil Quinientos pesos ( $ 9500,oo) por dicho concepto. 5. Preceptúa al Artículo 1.602 del Código Civil que todo contrato legalmente celebrado de una Ley para los contratantes y no puede ser invalidado sino por el mutuo consentimientote las partes o por causas legales. 6. Conforme a la doctrina contenida en el Artículo 1757 del C. Civil, demostrada la existencia de la obligación del corresponde al demandado probar que ella se ha extinguido por solución o pago efectivo o por cualquier causa legal. Analizando la naturaleza del contrato de Arrendamiento a la luz de la Doctrina anterior ha dicho nuestra Honorable Corte Suprema de Justifica “aunque el Contrato de Arrendamiento es bilateral, cumplida por el arrendador la obligación inicial de entregar la cosa arrendada, el da acción ejecutiva para el cobro de los cánones que adeuda el arrendatario según información del arrendador siempre se entiende que el arrendador no haya dejado de cumplir con las demás obligaciones que le incumben. Cuando se demanda el pago de los cánones que adeuda el arrendatario conviene anotar que, para acreditar la existencia de la deuda no incumbe al arrendador probar que el arrendatario no pagó los cánones a que se contrae la demanda, los hechos negativos de negación absoluta, no son susceptibles de “prueba” (prueba directa). Bástele al arrendador afirmar que no se le han cubierto los arrendamientos correspondientes a determinado lapso de tiempo para que haya de presumirse verdadero tal hecho, en tanto que el arrendatario no presente la prueba del hecho afirmativo del pago. G. J. No. 2165 – 2166. Sentencia: 21 de marzo de 1956, Pág. 414. 7. El contrato contenido en la Escritura Pública 316 de 28 de marzo 1958 pasada ante la Notaría Segunda de este circuito y legalmente registrada constituye plena prueba de las obligaciones en ella contenidas. 8. Afirmo que el sr. Alfonso Salcedo Becerra se halla en mala situación de negocios y que trata de eludir el pago o el cumplimiento de las obligaciones a su cargo. 9. El Sr. Dr. Henry Simmonds Pardo, mayor y de este vecindario en su carácter de Rector de la Universidad del Cauca, me ha conferido Poder no solo para adelantar el juicio sino también para solicitar la práctica de las medidas preventivas que estime conducentes. DEMANDA Con base en los hechos anteriores que he dejado relacionados y previo reconocimiento de mi personería atentamente solicito a usted, se sirva decretar contra el sr. Alfonso Salcedo Becerra el embargo y secuestro preventivos de los depósitos que en cuenta corriente o a cualquier otro título tuviera o llegare a tener en los Bancos Cafetero, Comercial Antioqueño, de Colombia, Del Comercio y de Bogotá, Sucursales de la ciudad de Buenaventura Departamento del Valle y en los Bancos Cafeteros, Comercial Antioqueño, de Bogotá, de Colombia, de Londres y Montreal Ltda.., del Comercio, Del Estado, First Nacional City, Francés e Italiano para la América del Sur, Ganadero, industrial Colombiano y Popular. Sucursales de la ciudad de Cali. Decretado que sea el embargo Ud. Se servirá ordenar se comunique lo pertinente a los sres. Gerentes de las mencionadas entidades bancarias para los efectos legales consiguientes. CUANTIA – COMPETENCIA Es Ud. Sr. Juez competente para conocer de estos juicios no sólo por razón del domicilio contractual pactado para el cumplimiento de las obligaciones contraídas por las partes. CAUCION Para dar cumplimiento a lo dispuesto por el Ordenal Tercero del Art. 274 del C. Judicial, atentamente manifiesto a usted que a nombre de la entidad demandante estoy dispuesto a otorgar ante su despacho, caución suficiente que garantice la indemnización de perjuicios que con el ejercicio de la acción se puedan ocasionar al ejecutado, presunto ejecutado o a terceros. DERECHO En derecho me fundo en lo dispuesto por el Artículo 274 y siguientes del C. Judicial. DOCUMENTOS Acompaño a esta demanda los siguientes documentos: Copia legalmente registrada de la Escritura Pública No. 316 de 28 de marzo de 1958 pasada ante la Notaría Segunda de este Circuito; certificación expedida por el Presidente y Secretario del honorable Consejo Superior sobre nombramiento y posesión del Dr. Henry Simmonds Pardo para el desempeño del cargo de Rector de la Universidad del Cauca; certificación del Tesorero General de la Universidad sobre incumplimiento en el pago de los cánones por parte del Sr. Alfonso Salcedo Becerra; Carta original de fecha 30 de junio de 1964 dirigida por el Sr. Alfonso Salcedo B. Al Rector, Dr. Benjamín Iragorri Díaz y Memorial poder que me ha sido conferido. Recibiré notificaciones en la Secretaría del Juzgado.