Entrevista José Luis González Armengol (1961) es el juez decano de Madrid desde el año 2002, cargo que ha renovado en dos ocasiones, en 2006 y en 2010. Su extensa trayectoria le ha hecho pasar por el Juzgado de 1.ª instancia núm. 63 de Madrid, el Juzgado de Instrucción núm. 1 de Bilbao, el Juzgado de lo Penal núm. 1 de Baracaldo, el Juzgado de 1.ª Instancia e Instrucción núm. 4 de Figueras y el Juzgado de 1.ª Instancia e Instrucción núm. 1 de Santa Coloma de Farners. Es, además, portavoz nacional de la Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria. Bajo los dominios de José Luis González Armengol se halla todo el gran entramado judicial de la capital de España, donde el goteo de litigios en todos los órdenes jurisdiccionales es constante y abundante. Es precisamente por esta razón por la que una de las reclamaciones recurrentes del juez decano es solicitar más medios para una Justicia que atraviesa momentos difíciles y a la que también han llegado los recortes. Con 327 jueces a su cargo, considera que aún son necesarios 40 más para que la Justicia madrileña pueda dar debida respuesta al alto número de casos que se atienden cada día. En sus más de 10 años de mandato ha visto evolucionar enormemente la situación judicial de Madrid, pero lamenta el retroceso producido en los últimos años. Considera que «la gran asignatura pendiente que tiene Madrid, en el sector Justicia, es la dotación de una estructura de edificios judiciales útiles, modernos y dignos, sustituyendo las antiguallas con las que contamos en la actualidad». Como juez decano de Madrid, ¿cuál diría que es la principal necesidad de los juzgados y tribunales de la capital?, ¿cómo cree que se podría mejorar el funcionamiento de los mismos? La primera necesidad de los órganos judiciales madrileños es el incremento de la planta judicial, y que la misma responda a las cargas de trabajo que dichos juzgados soportan. El hecho de la capitalidad repercute negativamente en este hecho, dado que el domicilio social de la mayoría de entidades y empresas se sitúa en Madrid, unido al importante núcleo poblacional que tiene. Unido al incremento de órganos judiciales, existe el mal endémico de la falta de recursos, esencialmente medios materiales, al contar con sedes judiciales que han quedado obsoletas, desfasadas e inapropiadas para el uso al que están destinadas. Por ello, urge la remoción de edificios judiciales, con la conformación de una ciudad judicial o, en su defecto, la necesaria concentración de jurisdicciones en inmuebles apropiados que cuenten con buena comunicación para facilitar el acceso de ciudadanos y profesionales a sus instalaciones. ¿Qué tipo de procesos están generando mayor actividad?, ¿qué jurisdicción está teniendo más problemas? Indudablemente, a consecuencia de la reforma laboral, en la actualidad, la jurisdicción social soporta un importante volumen de asuntos, hasta el punto de llegar prácticamente al colapso, siendo claramente insuficientes las medidas de refuerzo adoptadas. Debe nombrarse urgentemente diez nuevos jueces de refuerzo, con cinco secretarios judiciales y un mínimo de quince funcionarios judiciales que ayuden a reducir las dilaciones que actualmente se están produciendo. ¿Le parece que las sedes judiciales de Madrid están preparadas para asumir la sobrecarga de trabajo que implica ser la capital de España? Insisto que el hecho de ser capital penaliza a los juzgados madrileños, no solamente en las leyes procesales (fuero de sumisión expre- 22 otrosí | Número 3 | 2013