PROGRAMACIÓN, ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE Y EDUCACIÓN: UNA AYUDA IMPRESCINDIBLE La mayoría de las veces, sobre todo al comienzo de nuestro caminar docente, cuando entramos por primera vez en un aula nos damos cuenta de que nos enfrentamos a una situación desconocida para nosotros. Muchas veces salvamos esta situación gracias a un libro de texto que nos ofrece una editorial determinada y en pocas ocasiones, o quizás no tan pocas, recurrimos a la improvisación. Estas situaciones se dan porque en determinados momentos olvidamos la base de nuestro trabajo, lo principal en todo trabajo que requiere un tiempo prolongado de actuación, es decir, programar. La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación promueve un apreciable grado de autonomía organizativa y curricular en los centros, hasta el punto de que sus equipos directivos y docentes, así como el Consejo Escolar, constituyen el penúltimo escalón de concreción del diseño curricular del que el último sería la programación de aula. Mediante la programación docente se planifica, estructura y se programa el plan de acción a seguir para cada una de las áreas a lo largo del curso escolar, con la finalidad de personalizar el proceso educativo de cada alumno/a. En la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE, MEC 2006) en el artículo 91, al hablar de las funciones del profesorado, se establece que una de ellas el la programación y la enseñanza de las áreas, materias y módulos que tengan encomendados. La programación es ante todo un instrumento de planificación de la actividad en el aula, su utilidad estará en función del buen diseño de las siguientes acciones: Planificar el proceso de enseñanza-aprendizaje que se desarrollará en el aula para evitar la improvisación. Asegurar la coherencia entre las intenciones educativas del centro y la práctica docente. Proporcionar elementos para la revisión, análisis, y evaluación del proyecto educativo del centro. Promover la reflexión de la propia práctica docente a través de la evaluación de la programación. Facilitar la progresiva implicación de los alumnos/as en su propio proceso de aprendizaje. Atender a la diversidad de intereses, motivaciones y características del alumnado. La programación docente la podemos definir, según VV.AA. (2005) como “una actividad cuya finalidad u objetivo es desarrollar (concretar) un proyecto curricular determinado, creando un plan de actuación operativo (listo para llevarse a la práctica) para un grupo de alumnos y alumnas determinado y para un periodo de tiempo concreto.” Para Cabrerizo y otros (2008), resulta un instrumento fundamental para atender a la diversidad, ya que cada discente es diferente, presentando unas características particulares en un contexto determinado. De este modo, dar respuestas a las necesidades del alumnado es el referente fundamental de la programación docente, aspecto vital dentro de la enseñanza comprensiva en la que dotaremos a los discentes de las herramientas necesarias para que construyan su propio aprendizaje. Esta es una responsabilidad de todo el profesorado del centro en una labor conjunta. Imbernon (1994) justifica la necesidad de realizar una programación docente que sistematice el proceso de la acción didáctica en el aula, ya que: Nos ayudará a eliminar el azar y corregir errores. Evitará perdidas de tiempo. Sistematizará y ordenará el proceso de enseñanza-aprendizaje. Permitirá adaptar el trabajo pedagógico al contexto. Dentro de la importancia que hemos resaltado de la necesidad de programar, y por supuesto, dentro de dicha programación situaremos las distintas estrategias de aprendizaje, las cuales resultan esenciales, no sólo para enseñar, también para enseñar atendiendo a la diversidad del alumnado. Resulta muy complejo reunir las diferentes estrategias de enseñanza-aprendizaje, ya que el abanico es muy extenso, por otro lado lo importante no es conocerlas todas y cada una de ellas, sino saber por qué vamos a utilizar una u otra. Para ello es necesario tener en cuenta una serie de premisas básicas que pueden variar según el punto de vista de cada docente, entre aquellas que yo sigo están: Cuáles son los objetivos que pretendemos alcanzar en nuestra práctica docente con los alumnos/as. Cuáles son las necesidades reales de nuestro alumnado de aula y cómo podemos atenderlas. Cómo puedo atender a la diversidad del alumnado de clase sin desatender los aspectos anteriores. En este sentido, resulta fundamental reducir nuestros propositos a hechos reales y básicos, en educación podemos alcanzar una gran variedad de objetivos, y debemos alcanzarlos, pero teniendo una meta bien definida, así, a modo de ejemplo, con alumnos/as con necesidad específica de apoyo educativo podemos reducir nuestras aspiraciones a dos aspectos fundamentales: Que todo alumno/a pueda ser un miembro activo de la sociedad. Valorar las diferentes capacidades y adquisiciones del alumnado en función de su nivel. Para ello, las estrategias de enseñanzas son fundamentales, para ello debemos seguir dos principios básicos como son experiencia e interacción. Así puedo decir, que en mis experiencias docentes, me ha ido muy bien con las siguientes estrategias: Aprendizaje experiencial: Principalmente se basa en el aprendizaje de contenidos por parte del niño/a, a través de experiencias vividas, suelen ser muy positivos para la adquisición de las famosas competencias básicas, ya que se desarrollan en situaciones reales y cotidianas. En el aprendizaje experiencial la asunción de el conocimiento se realiza a través de la transformación provocada por la experiencia. La experiencia concreta es trasladada a una conceptualización abstracta la cual es testada activamente a través de nuevas experiencias. El objetivo esencial es la construcción de significados por parte del alumno a través de dos tipos de experiencias: el descubrimiento, la comprensión y la aplicación del conocimiento a situaciones o problemas y la interacción con los demás miembros del proceso, donde por medio del lenguaje hablado y escrito, el alumno comparte el conocimiento adquirido y, a través de este proceso, lo profundiza, lo domina y lo perfecciona.. de esta manera, el grupo de compañeros que ha tenido poca relevancia en los modelos educativos mas tradicionales, pasa a ocupar un lugar fundamental en este proceso. El otro principio en el que se fundamente esta filosofía educativa es el aprendizaje experiencial, según el cual, todos aprendemos de nuestras propias experiencias y de la reflexión sobre las mismas para la mejora. El aprendizaje experiencial influye en el estudiante de dos maneras: mejora su estructura cognitiva y modifica las actitudes, valores, percepciones y patrones de conducta, esto garantiza un aprendizaje más permanente y duradero en el alumnado, aportando además diversas ventajas como: Involucra todos los sistemas relacionados e integra todas las dimensiones ( físicas, psíquica, social, y espiritual) El aprendizaje experiencial se facilita en un grupo, la confianza entre los miembros del mismo se incrementa al trabajar tareas desconocidas para todos que exigen el soporte y aporte grupal. La realización de dinámicas en ambientes naturales, brinda a la mente nuevas y renovadoras acciones aplicables a distintos campos. Se refuerza de manera concreta, al interior de un equipo, la responsabilidad de las diferentes personas en la consolidación de los procesos de desarrollo y logro de objetivos comunes. Se obtienen resultados concretos para las personas, para los equipos y para su organización o comunidad. Esta metodología entraña la realización de juegos y ejercicio, en un orden definido en donde los participantes interactúan entre sí con un objetivo determinado. Estos ejercicios se engloban dentro de la acción formativa y es labor del facilitador la definición de las condiciones del ejercicio, su realización y desarrollo y la dinámica posterior donde se tratan las conclusiones finales. Apredizaje cooperativo: Principalmente cree en la actividad conjunta de los miembros de un grupo clase, donde todos pueden aprender de todos, y de este modo crear vínculos sociales fuertes y duraderos. Es un concepto diferente del proceso de enseñanza y aprendizaje. Se basa en la interacción entre alumnos diversos, que en pequeños grupos , cooperan en el aprendizaje de cuestiones de índole muy variada. Este aprendizaje cuenta con la ayuda del profesor, que dirige este proceso supervisándolo, siendo más un guía del aprendizaje que un instructor del mismo. Se trata, pues, de un concepto del aprendizaje no competitivo ni individualista como lo es el método tradicional, sino un mecanismo colaborador que pretende desarrollar hábitos de trabajo en equipo, la solidaridad entre compañeros, y que los alumnos intervengan autónomamente en su proceso de aprendizaje. Se plantea como objetivo fundamental la colaboración en el aprendizaje, además de: Potenciar las relaciones sociales en el aula y ayudar al alumnado a trabajar con cualquier compañero/a evitando discriminaciones y mejorando el clima del centro. Conseguir que los alumnos y las alumnas sean autónomos en su proceso de aprendizaje y enseñándoles a pedir ayuda a sus compañeros/as consensuando las respuestas a las problemáticas propuestas. Atender a la diversidad de alumnado que podemos encontrar en el aula, ya que aquellos que poseen algún tipo de necesidad pueden tomar como ejemplos las formas de actuar de otros compañeros/as. Es una herramienta sumamente interesante, tanto desde la perspectiva de los resultados académicos como de la práctica en habilidades sociales, con lo cual también resulta muy apropiado para la adquisición de las distintas habilidades básicas. Entre las ventajas más importantes de este tipo de aprendizaje están: Realmente promueve la construcción de conocimiento porque obliga a activar el pensamiento individual para buscar un bien común. Desde el punto de vista de la comunicativo, la participación en grupo propicia la interacción social y el aumento del vocabulario en los miembros del grupo. Genera una interdependencia positiva, ya que nos debemos al grupo y a su funcionamiento. Valora la contribución individual dado que cada miembro del grupo asume íntegramente su responsabilidad en la tarea, a la vez que al socializarla recibe las contribuciones del grupo. Estimula habilidades personales y de grupo al permitir que cada miembro participante desarrolle y potencie las habilidades personales y grupales como: escuchar, participar, liderar, coordinar actividades, realizar seguimiento y evaluar. Propicia un ambiente para la comunicación y discusión productiva si se logra una interdependencia óptima entre propósitos, sistemas y equipos disponibles. Asegura la calidad del aprendizaje y la confianza en el grupo, anteponiendo los interese de éste en perjuicio de los intereses individuales. Obliga a la autoevaluación del grupo. Promueve el proceso enseñanza-aprendizaje, el cual es concebido como un proceso activo, producto de la interrelación del aprendiz con el medio que lo rodea. Ayuda a clarificar las ideas Proporciona oportunidades para que los estudiantes adquieran información e ideas. Desarrolla destrezas de comunicación. Provee de un contexto en el que el estudiante toma el control de su propio aprendizaje en un contexto social. Da validación a las ideas individuales El trabajo cooperativo propicia que el estudiante se mantenga activo y atento a lo que se discute o comenta dentro del equipo. Los participantes mas avanzados ayudan a explicar y clarificar las actividades y los materiales a los estudiantes menos avanzados. Aprendizaje por descubrimiento: El aprendizaje por descubrimiento es un tipo de aprendizaje en el que el sujeto en vez de recibir los contenidos de forma pasiva, descubre los conceptos y sus relaciones y los reordena para adaptarlos a su esquema cognitivo. La enseñanza por descubrimiento coloca en primer plano el desarrollo de las destrezas de investigación del escolar, para ello, el docente debe adoptar un papel de guía, mostrando posibles caminos y pistas para la consecución de los aprendizajes del alumnado, que al ser ellos los que modifican su esquema cognitivo a partir de ideas preconcebidas, hacen que el aprendizaje sea más permanente y duradero. Para que podamos llevar a cabo este aprendizaje se deben dar unas condiciones como son: El ámbito de búsqueda debe ser restringido, ya que así el individuo se dirige directamente al objetivo que se planteo en un principio. Los objetivos y los medios estarán bastante especificados y serán atrayentes, ya que así el individuo se incentivara a realizar este tipo de aprendizaje. Se debe contar con los conocimientos previos de los individuos para poder así guiarlos adecuadamente, ya que si se le presenta un objetivo a un individuo del cual éste no tiene la base, no va a poder llegar a su fin. Los individuos deben estar familiarizados con los procedimientos de observación, búsqueda, control y medición de variables, o sea, tiene el individuo que tener conocimiento de las herramientas que se utilizan en el proceso de descubrimiento para así poder realizarlo. Por ultimo, los individuos deben percibir que la tarea tiene sentido y merece la pena, esto lo incentivara a realizar el descubrimiento, que llevara a que se produzca el aprendizaje. CONCLUSIÓN Para terminar debemos decir que la importancia de programar estrategias didácticas están fuera de todo tipo de dudas, éstas nos darán mayor confianza en la consecución de los objetivos y una mejora en los resultados de nuestra práctica docente, además de garantizar la atención a la diversidad en el aula, porque no todos somos iguales y no a todos nos interesan las mismas cosas, lo que si es cierto es que todos aprendemos más y mejor cuando las experiencias se acercan a nuestros intereses. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Cabrerizo y otros (2008): Programación por competencias. Pearson. Madrid. Imbernon, F. (1994): La formación y el desarrollo profesional del profesorado. Hacia una nueva cultura profesional. Graó. Barcelona. VVAA (2005): Guía para elaborar programaciones y unidades didácticas en educación infantil y primaria. EOS. Madrid. MEC (2006): Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.