voz Erase tina vez... Hace ya siglos, érase una vez un pueblo de costumbres morigeradas, honrado y laborioso. Gracias al trabajo de sus manos vivía feliz y,satisfecho, sabiendo alternar sus días laborables con el descanso de los festivos, diversiones honestas, reuniones y amenas charlas en sus plazas y calles que había ornado con bello arbolado y cómodos asientos donde-tomar el sol en invierno y el fresco en verano, remanso de paz para los mayores, solaz apetecido para los traviesos y juguetones pequeñuelos. Transcurrían los años beatíficamente en sana alegría y. gracia de Dios, hasta que un día llegaron al lugar unos extranjeros mercaderes sin escrúpulos ni moralidad, venidos de remotas tierras, con las bolsas repletas de monedas al objeto de introducir sus mercancías y comerciar en el país, tomando dicho pueblo como base de sus correrías; fueron recibidos con cierta desconfianza hostil, más at poco tiempo los magnates y financieros seducidos por propuestas de los mercaderes y sobre todo por el tintineo monetario de las bolsas, dieron libre entrada a los forasteros, soñando montones de plata, oro y nadar en deliciosa opulencia. Sucedió, empero, que la gente del pueblo fue perdiendo su amor al trabajo y sana alegría; las plazas donde se solazaban en sus días festivos estaban sucias y llenas de pesados fardos de extrañas mercancías, siendo imposible transitar entre ellos, y menos usar de la sombra y asientos con tanto amor antaño colocados; en consecuencia acabáronse las fraternales reuniones, diversiones plácidas, una tristeza profunda señoreaba en los corazones; los jóvenes erraban esquivos entre los fardos de LJ O exóticas mercancías, algunas de ellas de olor nauseabundo, los mayores presos de melancolía,se movían como autómatas, perdida toda esperanza, y los pequeñuelos ya no reían ni jugueteaban felices bajo el radiante sol. Maldecían todos la. hora en que entraron los fatídicos mercaderes con su maldito dinero; de vez. en cuando los magnates y financieros cruzaban las antes alegres calles, mirando con ojos encendidos desorbitados, mientras sus dedos de uñas afiladas y temblorosos sacaban de los bolsos puñados de monedas olientes a estiércol, mostrándolas enloquecidos gritando, mirad mirad , desapareciendo envueltos de hábitos infernales, vibrando en el aire su horrible grito, mirad mirad.,... CARTUJANO JÍntonía CASA CENTRAL EN VICH La Casa nacida en la era de la y para la ELEVISION Dirección para la Comarca: Bajada Estación, 5 - Tel. 37 - CALDETAS Para encargos en MALGR.AT: l\ A [VI O N JV1 O K A Calle Blandí, 24 - Tel. 215 O(JJL ti, i o (Consells ais boletaires novells) lia arribat la temporada deis bolets. Es niriós, cada any arriba mes o menys al mateix temps.Tanmateix: convenia un profonri cstudi per esbrinar les causes de tant curiosa circumstáncia. I aquest estudi, proíond estudi, ha sigut fet per joia i alegría de tots aquells mortals que vulguin emprar moiodes científics peranar a cercar bolets. Per comencar, direra que un bolet és qualsevulga de les especies de fongs en forma de barret aguantat per un peu. I aquesta definido primera és fonamental, perqué ens dona la base necessária i imprescindible per avancar en el noble art deis boletaires. També hem de dir que hi ha dues clase s de bolets: bolets bons i bolets dolents. A'u hem tingut en compte els bolets que cauen sobre les galtes de tant en tant, perqué som gent sedosa i, com a tal, no voIrm fer xistes suats). Dos son els problemes principáis que es presenten a tot bon buscador de bolets: problema primer: trobar-los, i Voz de Malgrat. 1/9/1962. Pàgina 3 problema segon: distingir els bons deis dolents. Anem a resoldre el primer: si voleu trobar rovellons amb abundancia us heu de dirigir ais boscos i allá... us heu d'espavilar (Testudi que estem comentant és profond, pero no tant). El mateix podem dir de les altres classes de bolets: es.busquen bé i un cop orríplenat el cistell, ja está. En quant al segon problema és també fácilment resoluble: res de la prova de la forquilla de plata que es torna negre, ni del suc blanc, ni... Res d'aixó. La ciencia moderna ho estima quasi prehistoric. El millor procediment és el següent: del cistell de bolets (que está pie, segons la resolució que hem donat al primer problema) s'en fan dues parts, que es posen en dos llocs diferents. La primera part s'ofereix a uns ve'íns (o a latia rica). La segona part es guarda. Si a l'endemá encara están sans i bons, i sabeu segur quese'ls han menjat, no tingueu por, mengeu-se'ls de gust. Pero si están malalts, molta atenció, podría ser que els bolets fossin verinosos; llenceu-los. Com es veo, el métode és mQlt bo, lo que demostra com s'av.anca en totes les coses. Finalment, el profond estudi que. comentem acaba donant un savi conseli a tots els boletaires novells: si voleu trabar bons bolets, aneu» no al bosc, sino a una botiga de queviures, i compreu una llauna de bolets en conserva. Es el mes segur. Set Ciéncies. DEPORTISTA: «VOZ» publicará en su próximo número la entrevista a un interesante personaje <ie Id actualidad halóucestística local. No te olvides de adquirir un ejemplar.