jueves, 19 de abril de 2012 TITULARES FMI: los países de la zona euro necesitan tomar más medidas para compartir su deuda soberana Presidente del Bundesbank y Consejero BCE: No es labor del BCE hacer frente a problemas de España El Banco de Brasil recorta, como se esperaba, los tipos de interés hasta el 9,00% desde el 9,75% SIN RESPUESTA SIMPLE Año XVII. Número 4.118 En Europa está creciendo el debate sobre si la estrategia para superar la crisis de deuda soberana se debe basar en la austeridad o el crecimiento. En estos momentos la zona euro está al borde de su segunda recesión en tres años. Este debate, que hasta ahora se centraba básicamente a nivel académico y en la prensa financiera, se ha extendido a la campaña electoral en Francia y Grecia, pudiendo ampliarse próximamente a otros países como Alemania que el año 2013 también celebra elecciones generales. Los partidarios de la austeridad sostienen que una reducción del gasto es clave para que las finanzas públicas sean sostenibles, generando una mayor credibilidad en los inversores y creando las condiciones para un crecimiento equilibrado que no se base en un endeudamiento cada vez mayor. Los defensores del crecimiento apuntan que una acción rápida sobre los impuestos y el empleo es la manera de salir de la crisis. Señalan que con un menor gasto fiscal se reduce empleo público, se disminuye la demanda, se contrae el gasto de los consumidores y la inversión, pudiendo desembocar en un círculo económico vicioso. Entre los defensores de políticas de crecimiento, el premio nobel Paul Krugman, el exsecretario del Tesoro norteamericano Lawrence Summers y el actual candidato socialista a la presidencia francesa. El otro grupo está liderado por la canciller alemana e instituciones como el BCE y la Comisión Europea. A pesar de las diferencias, ambos concuerdan en que las reformas económicas estructurales son necesarias para impulsar el crecimiento potencial y que la elaboración de leyes laborales más flexibles puede ayudar a medio plazo. Sin embargo, se diferencian sobre todo por el ritmo de la reducción del déficit. La situación económica o incluso, tal y como señaló ayer el actual Presidente de Francia, el tema cambiario del euro también debería debatirse con el BCE. El Presidente francés, rompiendo un pacto no escrito con Alemania de no hablar del BCE, abogó por que este tuviese un papel más procrecimiento, apuntando que para ello no sería necesario modificar los tratados europeos o cuestionar su independencia. Su llamado a un debate sobre el tema ha levantado ampollas en Berlín. Pero con elecciones, ese debate seguirá abierto. El euro, a pesar de las tensiones, se mantiene con el dólar desde inicios de año en un rango entre 1,26 y 1,35 Eur/Usd. En la jornada de ayer, osciló levemente en la zona de los 1,31 Eur/Usd, en un mercado que centra su atención en la subasta de bonos a 2 y 10 años que hoy celebra el Tesoro español, y que supone un test más real de la respuesta de los inversores ya que la venta de deuda a 10 años queda fuera de la ventana de operaciones de préstamo a tres años del BCE. La relativa estabilidad del euro frente al dólar no ha sido igual con respecto a otras divisas como la libra. La divisa británica se apreció cerca de un 1% después de que el BoE publicase las actas de su última reunión reflejando un temor a un incremento de las tensiones inflacionistas. Lagasca, 106, 3º centro 28006 MADRID Tfno: (34) 91 576 07 06 albertopazos@omegaigf.com www.omegaigf.com info@omegaigf.com Lagasca, 106, 3º centro 28006 MADRID Tfno: (34) 91 576 07 06 info@omegaigf.com