María Cecilia Cremer - UN Comahue fisiomed@infovia.com.ar Alejandro Giayetto - Técnico INTA agiayetto@correo.inta.gov.ar Extractos vegetales: posibles usos como agentes de control de plagas y enfermedades La estepa patagónica presenta una variedad de especies botánicas con efectos positivos sobre la salud humana y conocida actividad antimicrobiana, antifúngica e insecticida La creciente demanda de productos libres de residuos por parte de los mercados internacionales gravita sobre un aumento en las exigencias en cuanto a regulaciones, etiquetado, trazabilidad y certificación. Como consecuencia, el uso indiscriminado de compuestos que afectan la salud humana y el ambiente tiende a disminuirse en todos los eslabones de la cadena alimentaria y se buscan otras alternativas. Una de ellas es el uso de derivados botánicos para el control de plagas y enfermedades. Las plantas, en su evolución han desarrollado mecanismos de defensa contra insectos, hongos, bacterias y otros organismos nocivos, y los metabolitos secundarios producidos por ellas constituyen una de esas barreras. El hombre, desde su conocimiento empírico, ha aprovechado esta propiedad y utiliza estas plantas para repeler o eliminar las plagas que afectan sus cultivos y alimentos almacenados. Así, por ejemplo, las tres especies de "jarilla" presentes en la estepa patagónica (Larrea divaricata, L. cuneifolia y L. nitida) han sido utilizadas como repelente de insectos y, por otro lado, su uso etnomédico como antiséptico orienta a que podrían ser empleadas como antimicrobianos y antimicóticos. Estudios recientes realizados en la Universidad Nacional del Comahue muestran que sus extractos acuosos producen inhibición del crecimiento de bacterias patógenas para humanos como Staphyllococcus aureus, Escherichia coli, Enterococcus faecalis, S. epidermidis, y otras investigaciones indican su actividad antifúngica. Algunos ejemplos conocidos Los recursos botánicos constituyen una fuente incalculable de compuestos útiles para la medicina, la agricultura y la industria. Entre los productos sintéticos más utilizados en la agricultura y muy difundidos en la zona se encuentran los piretroides, derivados de estructuras moleculares obtenidas de flores de crisantemo (Chrysanthemun cinerariaefolium). Sin embargo, su empleo está restringido al manejo tradicional del monte frutal debido a que produce efectos no deseados sobre la fauna, el ambiente y el hombre. Por otro lado, en el Alto Valle se han realizado aplicaciones con distinto grado de efectividad y contra distintos insectos plaga de frutales de pepita, con Ryana speciosa (rianodine) y el producto comercial VGP-Guard® (PermaguardArgentina) desarrollado con principios activos de paraíso (80%), ajo (12%) y casuarina (8%). En algunos países latinoamericanos se incentiva entonces la aplicación de extractos obtenidos en > Fruticultura&Diversificación 37 Tabla I. Plantas evaluadas para el control de plagas y fitopatógenos 38 forma directa de las plantas, dada su efectividad, bajo costo de preparación, fácil obtención y degradación. Su uso y empleo responden principalmente al conocimiento tradicional relacionado con las plantas medicinales. Para garantizar la calidad, efectividad y seguridad de estos productos existen directrices técnicas tales como las descriptas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su publicación "Buenas prácticas agrícolas y recolección de plantas medicinales". Plantas nativas de la región patagónica Actualmente se están desarrollando líneas de investigación que analizan la efectividad de extractos de plantas para el control de distintos organismos tanto en laboratorio como a campo (Tabla I). En síntesis >X< Relevamientos etnobotánicos realizados en la región andino-patagónica revelan el uso popular de vegetación autóctona con posibles aplicaciones como agentes de control. Entre estas se han citado Azara lanceolata (corcoven o aromo) para fumigaciones; Adesmia boronoides (paramela) como piojicida; Psila spartioide (pichana) como repelente de insectos. El uso de extractos naturales para el control de plagas de importancia agrícola es cada vez más aceptado debido a la necesidad de emplear compuestos eficaces que no provoquen efectos deletéreos para la salud y el ambiente. La investigación y el desarrollo tecnológico sobre plaguicidas orgánicos se orienta en general a la identificación del posible uso del extracto vegetal como biocida, sin determinar el grado de toxicidad sobre la salud humana y la fauna benéfica asociada al ecosistema donde se realizarán las aplicaciones. Basándose en los usos populares de las plantas medicinales de la región se podrán identificar recursos botánicos con potenciales aplicaciones en el campo del control de plagas. Fruticultura&Diversificación 39