MARXISMO Término que hace referencia a la filosofía de Karl Marx (s. XIX) elaborada conjuntamente con Engels y a su influencia en la historia del pensamiento. Tomando como referencia alguna de sus principales teorías (alienación económica y materialismo histórico) se desarrolla como un método de análisis e interpretación de la sociedad y la historia. Recibe influencia de la filosofía hegeliana, de la crítica al socialismo utópico francés y los análisis de los economistas liberales ingleses. Lo que propone la teoría marxista es la filosofía de la praxis, cuyo fin principal es servir de base a la acción que transforme el mundo. Se fundamenta en una concepción materialista del hombre como único ser que transforma la naturaleza creando sus propios medios de vida. Esta relación hombre-naturaleza tiene también una dimensión social (relaciones entre los hombres) e histórica (abierta al cambio según el grado de desarrollo de la ciencia y la técnica). En esta explicación materialista de la historia, el materialismo histórico, la economía adquiere protagonismo máximo. La sucesión de modos de producción o infraestructura determina el pensamiento político, jurídico, ideológico o superestructura. Y el motor de la historia ya no serán las ideas sino la lucha de clases. En el sistema capitalista el hombre está alienado porque se ha convertido en una mercancía sujeta a los cambios del mercado. El capitalismo debe por tanto desaparecer y dar paso a la sociedad comunista, una sociedad sin clases y sin explotación. La teoría marxista ha sido enormemente influyente en el pensamiento actual por dos razones principales. En primer lugar por su vinculación estrecha a ciertos movimientos políticos y sociales, especialmente el comunismo que triunfa como sistema político en la URSS (Lenin: marxismo ortodoxo), en China y en otros países satélites. En segundo lugar por las diversas y contrapuestas interpretaciones que de él se han hecho durante el siglo XX que han permitido aceptar su difusión en corrientes de pensamiento muy variadas. Desde el primer punto de vista, el político, se hicieron dos interpretaciones de la forma en que hay que realizar la revolución: de forma violenta (URSS) o el llamado eurocomunismo, utilizando los mecanismos democráticos para acceder al poder (PC Alemán). Desde el segundo punto de vista, el filosófico, se ha mezclado la teoría marxista con otras de diferentes disciplinas sociales como el psicoanálisis (Erich Fromm) o la crítica a la sociedad de consumo (Escuela de Frankfurt) TEORÍA CRÍTICA Metodología y propuesta teórica de la Escuela de Frankfurt, grupo de intelectuales próximos al marxismo agrupados en torno al Instituto de investigación social, fundado en 1924 en Alemania, cuyo objeto de estudio serán principalmente las sociedades industrializadas modernas. Pretenden retomar la teoría del marxismo como teoría crítica del capitalismo. Es una revisión del marxismo para adecuarlo como instrumento de análisis y reflexión a los fenómenos sociales del siglo XX: fascismo, totalitarismo, sociedad de consumo, comunicación de masas... Se pretende recuperar la capacidad crítica de la teoría marxista como teoría crítica volcada en el análisis social. El conocimiento humano no puede separarse del contexto social en que surge y el conocimiento teórico debe ir encaminado a la transformación social (praxis). La teoría crítica será un análisis de la sociedad burguesa neocapitalista del siglo XX. Criticará la mentalidad economicista que trae consigo la razón instrumental capitalista enfocada a la producción y al consumo. Defienden que las estructuras y valores siguen siendo alienantes (injusticia, violencia, irracionalidad...) y esto se ve: en la destrucción de la naturaleza, dado que el desarrollo industrial sólo está impulsado por la rentabilidad; en que el hombre se convierte en un consumidor compulsivo para mantener el ritmo de consumo que necesita la producción excesiva; en que los medios de comunicación están al servicio del desarrollo del capitalismo (la publicidad pretende someter la voluntad de los consumidores) y en la cultura y el arte, sometidas también a las leyes del mercado. Se critica el conocimiento “objetivo”, la ciencia, que esconde intereses y prejuicios que legitiman la dominación (ideología) y se reivindica que la filosofía sea una crítica racional al servicio del hombre, de su liberación y emancipación. Sus autores más representativos son Adorno, Horkheimer, Marcuse y Habermas.