1/11 Infiltración de cicatrices dolorosas INFILTRACIÓN DE CICATRICES DOLOROSAS (Reproducción autorizada del artículo del libro: "Rehabilitación intervencionista" de Editorial ERGON©) Dra. Emilia PÉREZ Médico Especialista en Rehabilitación y Medicina Física Eurosport. Barcelona. Centro de Medicina Biológica. Barcelona. Tel. 934191716 E-mail: emiperez@comb.cat Dr. Filippo DE CANEVA Médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación. Clínica del Dolor. Clínica Del Remei. Tel. 619966650 E- mail: 43479fdc@comb.cat INDICACIONES Como médicos rehabilitadores diariamente vemos numerosas cicatrices en nuestras consultas. Es posible encontrar pacientes con cicatrices dolorosas y/o hipertróficas que tienen dificultad para progresar en las etapas de la fisioterapia post quirúrgica y sobretodo con importantes déficits propiceptivos, en otras ocasiones puede ser la causa de la visita médica. Se puede considerar el tratamiento de los tejidos cicatriciales como parte de la rehabilitación. En el postoperatorio las cicatrices dolorosas pueden enlentecer la rehabilitación, tanto las hipertróficas como las que evolucionan a queloide. Es recomendable infiltrar las cicatrices pruriginosas, las que dan alodinia, las que producen dolor neuropático o bien trastornos vegetativos locales tales como hiperemia, crisis de hiper o anhidrosis, así como vasoconstricción. La Academia Americana de Médicos de Familia considera la infiltración con triamcinolona tratamiento de primera línea de las cicatrices hipertróficas . (1) Definición sindrómica de las indicaciones Un correcto proceso de cicatrización implica un cuidadoso desarrollo a lo largo de tres fases distintas: inflamación, proliferación y remodelación. Este complejo mecanismo depende de la regulación entre los depósitos de fibrina, la actividad 2/11 Infiltración de cicatrices dolorosas de los fibroblastos, la angiogénesis y la producción de fibronectina y colágeno. Se define como cicatriz patológica un tejido neoformado con sobreproducción de tejido cicatricial debido a un desequilibrio entre síntesis en exceso y degradación de la matriz extracelular (2). Algunos autores consideran que el proceso de cicatrización está regulado por el sistema neuroendocrino cutáneo compuesto por el sistema nervioso neurovegetativo, las fibras nociceptivas C y A, junto con los melanocitos, neuropéptidos y las interleuquinas(3). La relación entre cicatriz cutánea y el sistema nervioso vegetativo, se evidencia por el retraso en la curación tras simpatectomía . En la fase final de la curación de la herida proliferan las (4) fibras nerviosas seccionadas. La regeneración nerviosa puede estar alterada por el ambiente fibroso escasamente vascularizado y formar nuevas fibras con poca mielinización(4)que puntualmente pueden evolucionar formando pequeños neuromas, más frecuentes por ejemplo en las cicatrices post amputación. Una cicatriz dolorosa determina una sensibilización periférica que puede desencadenar síndromes miofasciales caracterizados por adherencias entre los planos fasciales pericicatriciales y puntos gatillos. En la exploración de la cicatriz dolorosa se suele observar una superficie sobreelevada y en la palpación una zona indurada, contraída de aspecto hiperémico posiblemente por alteraciones locales del sistema vegetativo. Figura1. Exploración de cicatriz dolorosa al realizar el signo del pliegue. Se pueden apreciar las adherencias. Infiltración de cicatrices dolorosas 3/11 CONCEPTO Y DEFINICIÓN DE LA TÉCNICA Se realizan infiltraciones de cicatrices dolorosas con distintas substancias: la más descrita en la literatura es el acetonido de triamcinolona. También se utilizan anestésicos locales inyectados en el espesor de la cicatriz a nivel subcutáneo. MATERIAL NECESARIO Guantes estériles Antiséptico cutáneo Gasas y apósitos Jeringas de 2 y de 5 ml Aguja de 27 G, 0,4/40mm Aguja de 30 G, 0,3/13mm Aguja de 22 G 0,7 /30mm Suero fisiológico de uso intramuscular viales de 10 ml Lidocaína 1% Procaína Clorhidrato 1% (viales de 5ml) Acetónido de Triamcinolona (Trigon depot ®) 40mg Acetato de Betametasona (Celestone Cronodose R) 2mg Técnica de introducción y dirección de la aguja: La infiltración con cortisona requiere el abordaje por el extremo más periférico de la cicatriz direccionando la punta de la aguja profundamente hacia el plano sub dérmico para evitar posibles atrofias cutáneas. Infiltración de cicatrices dolorosas 4/11 Figura 2. Cicatriz dolorosa en amputación de Chopart de más de 20 años de evolución desde la cirugía hasta el momento de la infiltración con considerables adherencias que dificultaban el uso normal de la prótesis. Sin embargo, en la infiltración con agentes anestésicos locales es recomendable direccionar la aguja larga intradérmica (40G) a lo largo de toda la longitud de la cicatriz superficialmente, para inyectar el anestésico de manera progresiva a la vez que se retira la aguja. Figura 3A. Es frecuente apreciar una resistencia mecánica al introducir y al retirar la aguja, posiblemente por las adherencias cicatriciales; esa resistencia suele disminuir de manera importante al inyectar líquido, incluso es visible la distensión y el “ensanchamiento” del tejido . (5) Figura 3B. 5/11 Infiltración de cicatrices dolorosas Figuras 3A y 3B. Infiltración (de 1, 5 ml de procaina 1% diluida con 1,5 de suero fisiológico) de cicatriz dolorosa por fractura abierta trasversal de rotula: dirección de la aguja (A) y distensión del tejido superficial al inyectar el líquido (B). Ayudas instrumentales: no requiere. Dosis: No hay protocolos estándar de dosis. Algunos autores recomiendan 10 mg por cm de triamcinolona en caso de queloide (6) y de 1 a 5 mg por cm de triamcinolona por cicatriz dolorosa. En la literatura se reportan sobretodo infiltraciones con Acetónido de Triamcinolona, al mismo tiempo otros corticóides son largamente empleados como El Acetato de Betametasona (Celestone Cronodose ®). Dilución: Se recomienda una dilución de la triamcinolona en 1 ml o en 2 ml de suero fisiológico, también es utilizada la dilución con lidocaína para que la infiltración sea menos dolorosa .Algunos estudios experimentales consideran que concentraciones elevadas de agentes anestésicos (2%) determinan una disminución de la resistencia a la rotura de la cicatriz en ratas . La práctica (7) más frecuente es lidocaína 1% o procaina 1% diluida al 50 % con suero fisiológico. Cómo funciona: El acetato de triamcinolona disminuye la síntesis de colágeno, posiblemente por la caída de los niveles de alfa-1-antitripsina y alfa2-macroglobulina que son inhibidores naturales de la colagenasa ha observado que provoca una disminución de la angiogénesis (8) también se . (9) Está comprobado que los anestésicos locales tienen distintos efectos sobre las cicatrices. Estudios experimentales, demuestran que al aumentar la concentración del anestésico disminuye la síntesis de mucopolisacaridos y posiblemente del colágeno . Otros estudios apoyan que la lidocaína y la (4) bupivacaina inhiben la síntesis del colágeno en cultivos de fibroblastos de ratas a través de un mecanismo que altera la estabilidad de la membrana celular, la conductancia del sodio y el movimiento del calcio intracelular . Se observó (10) histológicamente que los agentes anestésicos alteran la vascularización y la Infiltración de cicatrices dolorosas morfometría (7) 6/11 además de inhibir directamente las fibras nociceptivas como las C y A. El bloqueo temporal con lidocaína de la nocicepción periférica puede inhibir temporalmente la respuesta neuroendocrina a los estímulos cicatrizantes, lo cual podría alterar la cicatrización (3). La inyección intracicatricial muy superficial tiene la ventaja de liberar las adherencias por efecto puramente mecánico del líquido inyectado. Figura 4. Se aprecian las adherencias peri-cicatriciales alrededor de la aguja. Durante cuánto tiempo funciona: Las cicatrices dolorosas pueden mejorar desde la primera infiltración, en general depende del tipo de cicatriz, del lugar anatómico y más variables (incluso factores personales). Son necesarias mínimo 2-3 infiltraciones para intentar lograr alivio duradero, en caso de cortisona se recomienda intervalos de dos semanas, sin embargo, en el caso de anestésicos locales se puede aumentar la frecuencia. EFECTOS ADVERSOS Y PRECAUCIONES Los riesgos típicos de las infiltraciones como lesiones de vasos, nervios adyacentes y de infección son reducidos con esta técnica por la escasa profundidad que puede llegar a alcanzar la aguja. Una anamnesis exhaustiva debe descartar alergias a los medicamentos empleados y co-morbilidades que podrían descompensarse como por ejemplo una diabetes mellitus. 7/11 Infiltración de cicatrices dolorosas Amenazas para la vida: Por hipersensibilidad al fármaco. Derivadas del procedimiento: Síndrome vagal. Que hacer si se presentan efectos adversos: Síndrome vagal: paciente en decúbito, compresión abdominal, control tensión arterial. En caso necesario debe inyectarse atropina. Descripción de problemas frecuentes con la técnica y su solución: La infiltración de cicatrices dolorosas suele ser muy molesta, para disminuir el dolor puede ayudar la aplicación tópica de EMLA o crioterapia local. La infiltración con triamcinolona puede provocar atrofia, hipopigmentación y telangectasias hasta en la mitad de los casos, en cambio complicaciones sistémicas son poco frecuentes. RECOMENDACIONES EN ENSAYOS CLÍNICOS Y REVISIONES SISTEMÁTICAS En general el tratamiento de las cicatrices dolorosas es controvertido actualmente: no existe aun un protocolo único basado en la evidencia para el manejo de las cicatrices dolorosas. En las metanálisis no se detectaron diferencias estadísticamente significativas entre los múltiples tratamientos . El (9) gran número de opciones de tratamiento es el reflejo de la importancia de resolver esta patología y a la vez la necesidad de ulteriores investigaciones. En las revisiones sobre la utilización de infiltración con cortisona destaca la ausencia de protocolo estandarizado . Según una revisión de la Academia (8) Americana de Médicos de Familia la infiltración con triamcinolona tiene un grado de evidencia B (de calidad limitada sostenida por revisiones de múltiples series de casos) (1). Estudios experimentales sugieren que las infiltraciones con anestésicos locales producen cambios histopatológicos (7) aunque faltan estudios randomizados caso-control sobre los efectos terapéuticos. Más allá de los hallazgos de la Medicina basada en la evidencia destaca la amplia experiencia clínica de la técnica ya detallada por Leriche en su libro “La Infiltración de cicatrices dolorosas 8/11 Cirugía del Dolor”, en 1940, donde se describe el concepto de “cicatriz toxica”, por otro lado ya presente hace más de tres mil años en la Medicina Tradicional China y posteriormente ampliado y difundido en Alemania desde principio del siglo XX por la Terapia Neural de los hermanos Huneke . Técnicas de (5) infiltraciones intradérmicas de cicatrices conocidas como mesoterapia también fueron descritas por el Dr. Pistor en Francia. PERLAS CLÍNICAS En general según nuestra experiencia preferimos como primera elección la infiltración con procaina 1% de la cicatriz a nivel superficial y de los puntos gatillos y adherencias fasciales, la consideramos una opción terapéutica fácil y rápida de ejecutar, al mismo tiempo relativamente segura, que puede dar alivio y ayudar a progresar en las etapas de la rehabilitación. En la exploración física de un paciente con un cicatriz dolorosa es recomendable también la búsqueda de puntos gatillos y los test de Medicina Ortopédica Manual para enfocar de manera más global el cuadro álgico. La cicatriz dolorosa se encuentra en una zona anatómica con problemas miofaciales añadidos, por lo que la infiltración de puntos gatillo y fascias cercanos a la cicatriz ayudan a su mejoría tanto del dolor como aspecto y adherencias. A los pacientes que temen a las agujas les puede ayudar la realización de una pápula subcutánea en zonas alejadas de la cicatriz dolorosa. Esto les familiariza con la aguja antes de tratar el tejido cicatricial. Los anestésicos locales en forma tópica tienen un efecto limitado debido al poder de penetración de la crema. Relajar al paciente, informarle, realizar técnicas de relajación a través de la respiración y visualización, puede ser muy efectivo. Siempre que sea posible es recomendable posicionar al paciente en decúbito supino ya que la sedestación, aunque en algunas cicatrices nos facilite la infiltración, puede empeorar los síntomas de un cuadro vagal. Algunas cicatrices tienen un gran componente de adherencia como es el caso de la cesárea, en ocasiones con problemas de retorno vascular. En este caso, Infiltración de cicatrices dolorosas 9/11 podría ser útil el drenaje linfático manual posterior a la infiltración para mejorar tanto el dolor como el trofismo del tejido adyacente. Las cicatrices operatorias pueden causar dolor crónico en especial si hubo infección o se prolongó la duración del drenaje. TRATAMIENTOS CONCOMITANTES Puede recomendarse masoterapia con aceite de rosa de mosqueta para mejorar el efecto de la infiltración y para liberar los planos más profundos. Crema de capsicina al 0,75% vía tópica 4 veces al día puede desensibilizar los nociceptores periféricos o bien los parches de lidocaina (Versatis ®) que suelen dar un efecto prolongado. Aplicar láminas de silicona puede contribuir a aplanar y mejorar la elasticidad de la cicatriz así como también las medidas de compresión local. ALTERNATIVAS SI NO FUNCIONA En general hay un amplio abanico de tratamientos que se suelen combinar entre ellos: infiltraciones de agentes quimíoterapicos, radioterapia, láser entre otros . Se debe considerar como ultima opción terapéutica la escisión de la (1) cicatriz con técnicas de cirugía plástica ya que existe una alta tasa de recidiva. Pese a esto, suele ser resolutiva sobretodo cuando hay pequeños neuromas en los planos incisionales. A recordar: -En el postoperatorio las cicatrices dolorosas pueden enlentecer la rehabilitación, tanto las hipertróficas como las que evolucionan a queloide. -Es recomendable infiltrar las cicatrices pruriginosas, que dan alodinia, que producen dolor neuropático o bien trastornos vegetativos locales. -Una cicatriz dolorosa determina una sensibilización periferica que puede desencadenar sindromes miofasciales caracterizados por adherencias entre los planos fasciales pericicatriciales y puntos gatillo. -La infiltración de una cicatriz dolorosa es un procedimiento mínimamente invasivo, que no requiere ayudas instrumentales. -Puede requerir múltiples infiltraciones. -La triamcinolona da con cierta frecuencia atrofia cutánea sin embargo, los Infiltración de cicatrices dolorosas 10/11 efectos secundarios por los anestésicos locales son poco comunes. Bibliografía (1) Juckett G, Holly Hartman-Adams. Management ok keloids and hypertrophic scars. Am Fam Physician. 2009;80 (3):253-260. (2) Lazaurus GS. Definitions and guidelines for assessment of wounds and evaluation of healing. Wound Rep. Reg. 1994; 130: 489-95. (3) Ferreira LM, Gragnani A, Furtado F, Hochman B. Control of the skin scarring response. An Acad Bras Cienc. 2009 Sep; 81(3):623-9. (4) Rodrigues F,Hochman B, Wood T,Simoes M, Juliano Y, Ferreira L. Effects of lidocaine with epinephrine or with buffer on wound healing in rat skin.Wound Rep Reg. 2011; 19: 223–228. (5) Gil Vicent J.Mª, Colell Mitjans F., Técnicas de infiltración articular y de tejidos blandos en aparato locomotor desde la perspectiva de la Médicina Ortopédica Manual. Zambon: Formación Médica Continuada. (6) Al-Attar A, Mess S, Thomassen JM, Kauffman CL, Davison SP. Keloid pathogenesis and treatment. Plast Reconstr Surg. 2006 Jan; 117(1):286-300. (7) Drucker, M, Cardenas E, Arizti P, Valenzuela A, Gamboa A. Experimental Studies on the Effect of Lidocaine on Wound HealingWorld J. Surg. 22, 394– 398, 1998. (8) Hochman B, Locali RF, Matsuoka PK, Ferreira M. Intralesional Triamcinolone Acetonide for Keloid Treatment: A Systematic Review. Aesth Plast Surg.2008.32:705–709. (9) Leventhal D, Furr M, Reiter D. Treatment of keloids and hypertrophic scars: a meta-analysis and review of the literature. Arch Facial Plast Surg. 2006 NovDec: 8 (6):362-8. Infiltración de cicatrices dolorosas 11/11 (10) Chvapil M, Hameroff SR, O'Dea K, Peacock EE Jr. Local anesthetics and wound healing. J Surg Res. 1979 Dec; 27(6):367-71.