El profesional Idóneo y la idoneidad profesional Joan Corominas define el concepto de “idóneo”, derivado del latín idonĕus, como «adecuado, apropiado» 1 (María Moliner agrega a la definición «apto» 2 ). Podríamos establecer una diferencia entre el concepto de idóneo como capacidad y condición de posibilidad de ejercicio de una acción determinada, usado como adjetivo, y el término Idóneo con mayúscula, designando la figura de un profesional que se desempeña en una práctica educativa o terapéutica sin contar con el título correspondiente y habilitante. En este caso hablamos de una persona Idónea en psicología, psicomotricidad, etc. La Constitución Nacional prevé esta condición en el artículo 16, al declarar que todos los habitantes de la Nación Argentina «son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad». 3 Esta posibilidad se acentúa en etapas del desarrollo de las formaciones académicas, en la cual la especialidad y el titulo son inexistentes. La persona Idónea se caracteriza por contar a su favor con una experiencia suficiente y constante en una práctica determinada. Si bien el Idóneo debe contar con una formación teórica, lo que caracteriza su reconocimiento es su práctica clínica, educativa, terapéutica, habilitante para el ejercicio de un rol determinado. Sin embargo, para su inserción profesional en algunos organismos oficiales el Idóneo deberá someterse a una «prueba de idoneidad». Así lo prevé, por ejemplo, el Estatuto del Docente, al establecer que «los aspirantes que no posean título básico para la asignatura a la que aspiren» deberán «rendir una prueba de idoneidad, cuya aprobación les permitirá desempeñarse únicamente en interinatos y suplencias» pero que «no genera calificación alguna ni modifica la condición no habilitante del título del aspirante» 4 . En el caso específico del Idóneo en la PSICOMOTRICIDAD, en la mayoría de los casos los profesionales que iniciaron la práctica en nuestro país, contaban con un título profesional, al que llamamos “título de base”: Fonoaudiólogos, Kinesiólogos, Profesores en Educación Física, Licenciados en Ciencias de la Educación, Musicoterapeutas, docentes de Educación Especial, Maestras de Nivel Inicial, etc., que se volcaron al campo de la práctica Corominas Joan, Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, Madrid, Gredos, 1973. Moliner María 3 Constitución de la Nación Argentina, 1º parte: cap. 1: “Declaraciones, derechos y garantías”. 4 Estatuto del Docente de la Ciudad de Buenos Aires, Ministerio de Educación. 1 2 psicomotriz, en la mayoría de los casos abandonando o reduciendo al mínimo el ejercicio de la profesión de base. A su vez este título de base servía como habilitación para el ingreso a instituciones del ámbito de la salud como de la educación, aunque el ejercicio de la practica no coincidiera con el título5 . El aspecto más importante de la Idoneidad, con todo, reside en la percepción social en relación al Idóneo: una persona es Idónea si es reconocida como tal por un conjunto de la sociedad. Este conjunto incluye fundamentalmente a otros profesionales, alumnos, pacientes, discípulos, asociaciones profesionales, etc., que reconocen en él una capacidad de accionar cumpliendo una tarea dirigida a la producción transformadora. Y es que la condición de Idóneo, esa aptitud referida por María Moliner, trasciende cualquier título otorgado por una institución educativa oficial. Como ha sido enunciado por Natalio Etchegaray, en el marco de la XXIV Convención notarial del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, «el concepto de idoneidad es un concepto subjetivo. Ningún documento, ningún papel, ningún título da idoneidad […] la idoneidad no está adjunta, no está pegada a un documento» 6 . Todos conocemos casos en los que el título no se corresponde necesariamente con la idoneidad. El Idóneo puede ser evaluado con «pruebas de idoneidad», pero la verdadera legitimación de su saber se encuentra en la práctica profesional diaria. Las recientes creaciones de Carreras Universitarias, que incluyen las licenciaturas, resolvieron de echo la problemática del Idóneo con mayúscula, que surgía en esa condición al no tener una referencia académica para su formación, y recurrir a una formación no formal. Este hecho, largamente esperado, le dio a la Psicomotricidad un lugar y un discurso de proyecto social, junto a las profesiones reconocidas por la comunidad. Pero, más que nunca, la problemática de la idoneidad profesional, de la aptitud y actitud para el desempeño de un rol, se transformó en un eje de discusión y preocupación. Sabemos que la idoneidad profesional no se sostiene solamente en la constancia de un título, sino en una experiencia que necesariamente se apoya en una ética, no asimilable al de moral y buenas 5 Mi inserción en el Hospital de Clínicas, en el Servicio de Psicopatología Infanto Juvenil, en el año 1980, fue sostenido legalmente por mi título como Profesor en Educación Física, otorgado por la Universidad de La Plata, Facultad de Humanidades, que siendo otorgado por una universidad tenía una correspondencia con la práctica en un Hospital Escuela dependiente de la Universidad de Buenos Aires. 6 Etchegaray Natalio, en el marco de la XXIV Convención notarial del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, mesa redonda: “Reforma de los artículos 1001 y 1002 del Código Civil. Justificación de la identidad de los otorgantes de las escrituras”, Buenos Aires, 30/ 8/ 07. costumbres, que como plantea Bleger, no se enuncia, ni se declama, sino que se practica. Ligar el concepto de idoneidad con el de ética, es una tarea de gran complejidad que actualmente nos ocupa como institución profesional. DANIEL CALMELS - agosto del 2008. Borrador. Comunicación especialmente preparada para compartir con los colegas de la AAP.