REFORMA ADMINISTRATIVA. SU APLICACIÓN EN LAS UNIDADES EJECUTORAS DE PRESTAMOS EXTERNOS. Cdor. Jorge Leyro(1) – Dra. Laura Valarino(2) (1) Vicedirector del Instituto de Investigación en Políticas del Sector Público (UNLZ) (2) Ayudante cátedra Finanzas Públicas (UNLZ) Introducción. Reforma Administrativa. El contexto socioeconómico internacional y la crisis que atravesó el país sobre el final del primer gobierno luego de la recuperación de la democracia arrojaron como consecuencia el inicio de un profundo proceso de reforma del Estado a principios de la década del ´90. Las principales manifestaciones de ese proceso se resumen en la redefinición de los fines y objetivos del Sector Público Nacional, a través de las distintas privatizaciones y la transferencia de servicios públicos a las administraciones provinciales; la desregulación de las actividades económicas; la creación de entes reguladores; la liberación del mercado de divisas y la aplicación del programa monetario basado en la Ley de Convertibilidad. Consecuentemente se definieron los nuevos roles del Estado y se modificaron los instrumentos a través de los cuales se llevaría adelante esa nueva gestión pública. El Programa de Reforma de la Administración Financiera Gubernamental tuvo como primordial expresión la Ley Nº24.156 “Administración Financiera y Sistemas de Control del Sector Público Nacional”. El espíritu de esa reforma estuvo orientado a sentar las bases para realizar la actividad financiera del Estado en forma económica, eficiente y eficaz, garantizando la transparencia en el desarrollo de la gestión. Asimismo, con el objeto de extender las transformaciones al Sector Público Argentino el programa comprendía un capítulo para coordinar la aplicación de criterios similares de reconversión en las Provincias y los Municipios. Una década después, desde el Plan de Convertilidad a la fecha, se puede afirmar que todas las reformulaciones del Estado Argentino han sido parciales y desarticuladas, sin considerar un criterio federal integrador, conforme lo demanda la nueva realidad internacional: a) A nivel Nacional: los procesos de reforma recayeron con mayor profundidad en los organismos dependientes del Poder Ejecutivo, quedando prácticamente al margen los Poderes Judicial y Legislativo. b) A nivel Provincial: no todas las Provincias se sumaron a los procesos de reforma. c) A Nivel Municipal: los procesos de reforma institucional y administrativa son solamente casos aislados, con escasa incidencia en el universo total de Municipios. En el Sector Público Nacional los principales logros obtenidos son: la implantación de la cultura presupuestaria, la aplicación del presupuesto por Programas, la integración de los registros presupuestarios, contables y financieros, la puesta en marcha del sistema integrado de registro de la deuda pública, una mayor eficiencia en la utilización de los fondos a través de la Cuenta Única del Tesoro y la producción de Estados Contables. A pesar de los importantes avances realizados, no puede soslayarse que el desarrollo de ese proceso de reforma administrativa no ha sido uniforme en su aspecto temporal ni en el ámbito de su aplicación. Su concreción se fue deteriorando a través del tiempo, disminuyendo su intensidad hasta llegar a su estancamiento. Esta situación resultaría razonable considerando los inconvenientes que atraviesan las transformaciones de esta magnitud por: el tamaño de las estructuras del Sector Público, los plazos necesarios para la implementación de nuevas normas y procedimientos, y el profundo cambio cultural que ello implica. Pese a ello, la realidad nos muestra que las crisis políticas y económicas que atravesó nuestro país y los continuos cambios que ellas generan dejaron graves secuelas en su ejecución alterando su curso y objetivos. En los últimos años el proceso se caracterizó por priorizar el cumplimiento de los fines políticos en el marco de la emergencia, realizando los Órganos Rectores de los Sistemas de Administración Financiera un enorme esfuerzo por mantener vigentes las reformas instauradas. Desde una perspectiva técnica se puede afirmar que no se alcanzó a integrar con igual intensidad y criterios uniformes, todas las transacciones que conforman el universo de las operaciones que realiza la Administración Nacional. Muchas jurisdicciones y entidades han logrado la integración de todos los registros de su actividad, pero también un gran número de ellas continúan efectuando asientos disociados, destacándose en ese aspecto el caso de los gastos financiados a través de operaciones de crédito público. Página 1 de 9 El presente artículo tiene por objeto expresar algunas consideraciones sobre la evolución de la Reforma de Administración Financiera y su incidencia y aplicación en el manejo y uso de los recursos que se obtienen mediante operaciones de crédito público con Organismos Internacionales de Crédito. A) Antecedentes y Consideraciones Preliminares: Los recursos provenientes de crédito externo, si bien no constituyen la principal fuente de financiamiento del Presupuesto de la Administración Pública Nacional, contribuyen para sostener una porción importante de los gastos de la gestión. A los efectos de sustentar la afirmación realizada se ha procedido a analizar el comportamiento de una serie de siete ejercicios, a partir del año 1996 hasta el año 2002, inclusive. La serie esta integrada con la totalidad de los gastos corrientes y de capital, excluyendo aquellos correspondientes al servicio de la deuda. Las proyecciones iniciales de los créditos aprobados, arrojaron un promedio de $40.074 millones y una participación de la fuente 22 de $1.701 millones, cifra que representa un 4,2% de los presupuestos. Cuadro 1: Créditos Iniciales FF 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 11 14.046.150.631 14.459.025.722 14.441.577.413 14.542.990.48 8 15.239.965.350 16.235.385.410 17.493.945.946 12 13.330.278.472 14.432.339.017 17.000.033.235 16.732.745.91 6 15.685.796.073 15.642.777.551 14.083.074.656 13 4.525.577.720 4.798.368.026 5.028.573.172 4.782.892.082 4.330.546.494 4.250.662.200 3.590.794.419 14 4.823.767.025 4.534.582.697 2.779.159.475 2.790.998.000 2.647.411.939 2.646.005.567 2.505.950.022 15 - 17.200.000 236.750.000 247.313.000 211.158.000 121.000.000 166.150.000 21 7.203.132 6.150.000 21.671.190 30.426.779 38.366.586 52.599.643 58.551.000 22 276.414.585 1.703.897.805 2.397.196.826 2.402.712.432 1.972.941.844 1.736.615.027 1.414.464.000 37.009.391.565 39.951.563.267 41.904.961.311 41.530.078.69 7 40.126.186.286 40.685.045.398 39.312.930.043 Total Durante el período bajo análisis los gastos devengados totales ascendieron, en promedio, a la suma de $38.913 millones. La media del financiamiento de gastos a través de la Fuente 22 “Crédito Externo”, ascendió a la suma de $2.895 millones, cifra que representa un 7,41% de los presupuestos ejecutados. Este porcentaje relacionado con los gastos clasificados por finalidad no es uniforme, en ese orden cuentan con un mayor financiamiento promedio: Seguridad Social (10,3%), Trabajo (25,7%) y Transporte (12,2%). Los gastos por finalidad citados representan con relación al total del presupuesto respectivamente un 49%, 1,6% y 3,4%. Cuadro 2: Ejecución presupuestaria base devengado FF 1996 1997 1998 1999 2000 2001 11 13.750.695.96 6 14.595.054.52 8 15.128.211.02 1 13.996.751.77 0 15.508.278.20 2 14.711.391.27 5 18.851.615.260 12 11.570.599.09 0 12.731.842.05 2 14.975.579.33 9 13.650.637.99 5 14.589.587.22 5 12.920.444.60 2 11.825.694.082 13 4.374.703.473 4.727.229.642 4.673.145.963 4.913.998.877 4.068.517.189 3.551.264.244 3.413.777.856 14 4.690.178.466 4.622.100.640 2.617.605.650 2.616.817.037 2.539.305.865 2.552.572.437 2.302.644.375 15 248.088.548 230.440.000 84.676.189 675.651.735 147.299.944 69.616.197 115.592.631 21 4.184.439 8.250.258 17.884.691 12.806.831 8.928.444 12.425.023 19.746.964 22 4.790.926.656 2.394.824.528 2.194.653.971 4.419.764.618 2.234.020.099 2.347.440.954 1.884.972.256 Total 39.429.376.63 8 39.309.741.64 9 39.691.756.82 4 40.286.428.86 3 39.095.936.96 6 36.165.154.73 2 38.414.043.422 Página 2 de 9 2002 En función a los datos expuestos y comparando los presupuestos aprobados con la ejecución al cierre de cada período surge un desvío del 77% en la participación relativa para este tipo de financiamiento. El siguiente gráfico evidencia que el desvío mencionado no es uniforme, observándose un mayor defasaje en los años 1996 y 1999. Gráfico 1: Comparación participación relativa en el total del presupuesto de los gastos financiados con FF 22 – “Crédito Externo” 14% 12% 10% Crédito Inicial 8% Devengado 6% 4% 2% 0% 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 Los dos períodos señalados también corresponden a aquellos que reflejan una mayor ejecución en términos absolutos con relación a la composición de las fuentes de financiamiento. Curiosamente, en los mismos ejercicios se encuentran las menores previsiones aprobadas por el Poder Legislativo para el período de referencia. A los efectos de interpretar correctamente este análisis debemos recordar las crisis económicas internacionales que extendieron su impacto a la economía argentina, a saber: México (1994-1995), Rusia (1998) y Brasil (1999). Gráfico 2: Comparación crédito inicial con totales devengados correspondientes financiados con FF 22 5.000.000.000 a los gastos Crédito Inicial 4.000.000.000 Crédito Vigente 3.000.000.000 2.000.000.000 Devengado 1.000.000.000 0 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 El nivel más alto de ejecución coincide con el primer año de la serie y el nivel más bajo con el último de los períodos. En el año 2002 se observa con relación a la fuente 22 una caída significativa en el nivel de los créditos aprobados y su ejecución, que responde al período más crítico de la crisis económica que dio origen a los incumplimientos de pagos ante los Organismos Internacionales. Página 3 de 9 Este ejercicio estuvo caracterizado por el redireccionamiento de la cartera de créditos que se efectuó en el marco de la emergencia social para el financiamiento de los gastos sociales prioritarios. En el gráfico Nº3 puede valorarse la composición de los gastos ejecutados por fuente de financiamiento. Gráfico Nº3: Gastos ejecutados por Fuente de Financiamiento 20.000.000.000 18.000.000.000 16.000.000.000 FF 11 14.000.000.000 FF 12 12.000.000.000 FF 13 10.000.000.000 FF 14 8.000.000.000 FF 15 6.000.000.000 FF 21 4.000.000.000 FF 22 2.000.000.000 0 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 Tal como fue afirmado, con los datos expuestos podemos corroborar que los recursos provenientes de crédito externo contribuyen al financiamiento de una porción importante de los gastos de la Administración Pública Nacional. Para complementar el análisis, a los valores aludidos habría que adicionarle la contrapartida local, en razón que los Organismos Internacionales no financian la totalidad de las erogaciones del proyecto. La contrapartida aludida varía conforme a lo acordado en cada préstamo, pudiendo alcanzar hasta un 50% del total. Desde el punto de vista económico una de las principales características de los proyectos financiados con recursos provenientes de crédito público subyace en los efectos que producen en la economía nacional. Sus gastos se traducen y reflejan en una doble incidencia: por un lado, se realiza la ejecución del proyecto en el corto y mediano plazo, y por el otro, se perfecciona el vencimiento y la cancelación de los servicios de la deuda en el mediano y largo plazo. Tal como expresara el Dr. Dino JARACH “La deuda externa es una verdadera deuda de la economía nacional hacia acreedores del exterior y requiere que a los respectivos vencimientos la economía nacional provea al pago –normalmente con divisas extranjeras- de los intereses y de la amortización según lo pactado”, por lo que su incidencia no solo afecta la economía del Sector Público. Por otro lado, tal como es unánimemente reconocido por la doctrina y afirmado por el mencionado autor, “el gasto público como instrumento para la producción de bienes y servicios públicos, financiado con recursos del crédito, promoverá al desarrollo, siempre que dicho gasto asegure la producción de bienes de inversión o de servicios públicos de alta influencia en la productividad de las actividades tanto del sector público como del sector privado y siempre que la suscripción de la deuda pública no provoque una disminución de las inversiones privadas de mayor productividad que la de las inversiones y servicios públicos”. Es por ello, que los efectos económicos de los gastos públicos no solo deben ser reconocidos a través de la satisfacción de las necesidades públicas que genera la producción de los bienes y servicios públicos, sino también mediante el tipo de gasto efectuado, el empleo de riqueza realizada y sus consecuencias. En este orden de ideas la relevancia de los gastos financiados con recursos provenientes de créditos externos se ve potenciada por los efectos a mediano y largo plazo que los mismos generan en la economía nacional. Con relación a este último punto no puede dejar de remarcarse que la Deuda Externa Argentina ha crecido velozmente al tiempo que simultáneamente su economía se deterioraba, en ese marco el País tendrá problemas para crecer en forma sostenida hasta que no se reduzca significativamente la carga de su deuda. B) Diagnostico y objetivos iniciales de la Reforma de Administración Financiera: Página 4 de 9 A inicio de la década del 90, conforme a lo expresado en el Programa de Reforma de Administración Financiera Gubernamental publicado por la Secretaría de Hacienda, los responsables de la conducción económica describieron la situación global de la Administración Financiera del Gobierno Nacional y realizaron un minucioso diagnóstico de situación. Al respecto corresponde destacar las siguientes reflexiones: “El presupuesto público no era utilizado como instrumento de fijación de políticas y de asignación de recursos. No existía la administración presupuestaria.” “No existían normas que regularan el crédito público ni una organización que lo administrase.” “La actividad contable central no había integrado adecuadamente a las distintas ramas que la conforman y sólo brindaba información para posibilitar el control legal del uso de los recursos y para la elaboración de la Cuenta General del Ejercicio.” “El sistema no generaba información oportuna y confiable sobre la gestión financiera pública, lo que originó el desarrollo de metodologías ad-hoc producto de los requerimientos de las autoridades responsables de administrar las finanzas públicas nacionales.” Tal como se mencionó anteriormente, el Programa de Reforma, consagró sus lineamientos fundamentales mediante la sanción de la Ley Nº 24.156 “Ley de Administración Financiera y Control del Sector Público Nacional”, expresando en su artículo 4º sus principales objetivos. A efectos de este análisis corresponde tener especialmente en cuenta los incisos: a) “Garantizar la aplicación de los principios de regularidad financiera, legalidad, economicidad, eficiencia y eficacia en la obtención y aplicación de los recursos públicos”; y c) “Desarrollar sistemas que proporcionen información oportuna y confiable sobre el comportamiento financiero del sector público nacional, útil para la dirección de las jurisdicciones y entidades y para evaluar la gestión de los responsables de cada una de las áreas administrativas” También resulta de gran importancia, lo dispuesto en su inciso D apartado C, por cuanto asigna como responsabilidad propia de la administración superior de cada jurisdicción o entidad, la implantación y mantenimiento de: ”Procedimientos adecuados que aseguren la conducción económica y eficiente de las actividades institucionales y la evaluación de los resultados de los programas, proyectos y operaciones de los que es responsable la jurisdicción o entidad”. Habiéndose cumplido más de diez años de la sanción de la norma mencionada, resulta interesante analizar el grado de cumplimiento de algunos de los objetivos propuestos con relación a la gestión de los proyectos financiados con Organismos Internacionales de Crédito. C) Esquema de ejecución de proyectos financiados con fondos provenientes de préstamos internacionales y su relación con los procesos de gestión de la Administración Financiera Entre otros objetivos, la reforma estuvo orientada a mejorar la calidad y el procesamiento de la información con el fin de facilitar la toma de decisiones. En este contexto, y con relación al tema que nos ocupa se observan dificultades en el manejo y tratamiento de la información. La información presupuestaria es la que presenta mayores inconvenientes de uniformidad y precisión, en razón que si bien se efectúa el correspondiente registro de la gestión, estos registros no cuentan con las características básicas y elementales que debe poseer la información para la toma de decisiones, esencialmente con relación a los principios de: oportunidad, confiabilidad, objetividad y homogeneidad. La situación expuesta encuentra su origen en diversas causas, siendo la principal de ellas la falta de integración de los registros presupuestarios con los registros contables de ejecución de los proyectos. Los registros que realizan las Unidades Ejecutoras de Préstamos Externos responden a lo establecido en sus manuales operativos y a las normas particulares de las entidades financieras, encontrándose en la mayoría de los casos, disociados de los asientos que realizan los distintos Servicios Administrativos Financieros (SAF) de las Jurisdicciones o Entidades. Por ello, en numerosos casos los registros presupuestarios son consecuencia de la contabilidad, y no, como debería ser, la contabilidad resultado de los registros presupuestarios. Como corolario, no siempre se respetan los momentos de registros establecidos por la normativa vigente. Asimismo, este objetivo se ve tergiversado en razón del carácter netamente financiero de los asientos exigidos por los organismos internacionales, puesto que surge la evidente necesidad de contar con información adicional a los efectos de contabilizar todas las fases de cada operación. Página 5 de 9 La situación presupuestaria se presenta más confusa en virtud a las deficientes estructuras programáticas, que no reflejan fielmente las características del proceso productivo de los proyectos, mezclándose en innumerables oportunidades con otros circuitos productivos pertenecientes a las entidades o jurisdicciones. Producto de ello no existe una clara identificación entre proyectos, estructuras programáticas, relación insumo producto y unidades de medidas, a pesar que la normativa emanada del Órgano Rector es suficientemente clara al respecto. En ese orden, lo descrito dificulta la unificación, y por lo tanto el control integral de la información volcada en todas las etapas del proceso presupuestario con la información presentada ante los Organismos de Financiamiento. De esta manera, se corre el riesgo que los compromisos asumidos en la ejecución no cuenten con el respaldo correspondiente ya que no poseen una adecuada y directa identificación en la Ley de Presupuesto. En este nivel de análisis resulta insoslayable, resaltar que conforme a nuestros preceptos constitucionales, leyes generales y decretos reglamentarios el límite máximo para poder gastar obedece a los créditos aprobados por el Honorable Congreso de la Nación y no a los recursos disponibles o a los que se pudiera obtener durante el desarrollo del Contrato de Préstamo. En este ámbito, todo compromiso de ejecución asumido frente a las Entidades Prestatarias debe contar necesariamente con su reflejo en las previsiones presupuestarias. Precepto básico de cultura presupuestaria que es fácilmente vulnerado por la situación descripta: duplicidad y falta de integración de los registros, y ausencia de controles integrales e integrados. En esta instancia y con relación a este último punto, sólo alcanza con mencionar que las revisiones posteriores, en la mayoría de las oportunidades, comprenden el ciclo de ejecución del proyecto, la confección de sus estados contables y el cumplimiento de las cláusulas exigidas en los contratos de préstamos, omitiendo en cuantiosas circunstancias el seguimiento de la ejecución del presupuesto y el cruce de estos datos con la contabilidad presupuestaria del préstamo y la de la jurisdicción o entidad. Otro problema relevante vinculado a la gestión reside en que, muchas de estas Unidades concentran sus esfuerzos en dar cumplimiento a las normativas emanadas por los Organismos Internacionales, dejando de lado e ignorando en múltiples casos las propias normas locales y las instrucciones emitidas por los Organos Rectores. Este fenómeno se profundiza por la creencia generalizada que sostiene que las normas nacionales no son de aplicación en estos proyectos, salvo en contados y excepcionales casos. Asimismo, tiene relación directa y se potencia con la falta de coordinación y por la independencia que las UEPEX poseen respecto de los SAF, conforme se mencionara anteriormente. Es importante reflexionar sobre este punto por resultar otro de los motivos trascendentales que dificulta la integración de esta clase de operatoria con los sistemas medulares de información central, al vulnerar el principio rector de la centralización normativa que constituye uno de los pilares de la Reforma de Administración Financiera. Los alcances de la coexistencia de dos cuerpos normativos emanados por organismos distintos con objetivos propios caracterizados por distintos intereses, se extienden a toda la operatoria de estas unidades, y se proyecta a la gestión de compras, la gestión patrimonial y la gestión de recursos humanos. A nuestro juicio no existen dudas respecto que las normas nacionales y las instrucciones impartidas por los Organos Rectores siempre resultan aplicables y sólo si existen contradicciones entre las citadas normas y las establecidas por los Organismos Internacionales, prevalecen estas últimas. Ello es así, en razón que esa supremacía queda establecida a través de los acuerdos internacionales firmados entre las partes. Este criterio difiere en muchos casos del aplicado, ya que algunos ejecutores consideran que los Convenios Internacionales constituyen un gran paraguas protector para apartarse del cumplimiento de las normas locales. A los efectos de ser rigurosos con nuestro pensamiento debemos reconocer que muchas de las normas generales fueron confeccionadas sin considerar las características especificas de esta operatoria, por lo que en algunos casos deberían ser revisadas y flexibilizadas con el fin de no transformar una herramienta ágil y dinámica de ejecución en una estructura rígida con procedimientos engorrosos. Todo ello, en virtud que resulta imprescindible garantizar también el cumplimiento de los requerimientos emanados de las entidades prestatarias. Como reflexión, podemos inferir que su incorporación al resto de la gestión no debería ser traumática debido a que los Organismos Financieros en sus disposiciones persiguen los mismos principios básicos de transparencia, economía, eficiencia y eficacia consagrados en la reforma de administración financiera. A la luz de lo expresado, la solución reside en identificar y tipificar criterios generales y comunes que faciliten la integración con el resto de la información a nivel nacional, considerando excepciones particulares que permitan Página 6 de 9 tener en cuenta los criterios específicos, esenciales y ordinarios de la gestión propia de las unidades ejecutoras de préstamo. Erróneamente, en muchas oportunidades el criterio adoptado se orientó a excluir estos procesos de los procedimientos establecidos para la Administración Pública Nacional. Actuar conforme al criterio propuesto no significa contradecir el principio de centralización normativa, por el contrario implica diagramar cursos de acción tendientes a dotar a las Unidades Ejecutoras de criterios comunes y uniformes de operación, garantizar el registro de las transacciones económicas por única vez y producir información oportuna y confiable. Con todo ello se daría cumplimiento al precepto esencial ya mencionado que establece que: “ los sistemas que se apliquen deben ser útiles para la dirección de las jurisdicciones y entidades y para evaluar la gestión de los responsables de cada una de las áreas administrativas.” Continuando con el análisis de la normativa aplicable, resulta pertinente merituar su incidencia en las tareas de control. Al respecto, corresponde señalar que este tipo de procedimiento, las acciones y los gastos que ocasionan no sólo se encuentran regulados por un conjunto normativo más complejo que el resto de las actividades del Estado, sino que también son fiscalizados por una cantidad mayor de actores institucionales. Lo afirmado obedece a que, a los controles que realizan las UAI, la SIGEN y la AGN, debemos adicionarle los efectuados por los prestatarios que se encuentran focalizados en el seguimiento periódico de la gestión desarrollada, el cumplimiento de los objetivos y compromisos contractuales asumidos, la presentación de Estados Financieros auditados y la transparencia de los procedimientos aplicados (solicitudes de desembolsos, gestión de contratación de bienes y servicios, gestión financiera, etc). A medida que los proyectos de préstamo avanzan en su ejecución y se materializan modificaciones, ampliaciones y/o prórrogas de cronogramas y objetivos, su seguimiento y control se torna arduo y dificultoso; resultando extremadamente complicadas las tareas posteriores de cierre. Por otro lado y en función del principio de centralización normativa y descentralización operativa, no sólo se relacionan con los Órganos Rectores de los Sistemas de Administración Financiera sino también con la Dirección Nacional de Proyectos con Organismos Internacionales de Crédito y otras áreas de la Administración Nacional encargadas del seguimiento, desde distintos órdenes, de la ejecución de estos programas. La multiplicidad de controles y de usuarios de información, es precisamente la que ocasiona que la gestión se exponga de distinta manera conforme a los diferentes requerimientos, con pesada incidencia en los tiempos de gestión y con baja utilidad en el control de los programas. Esta preocupación es compartida por algunos de los responsables de las Unidades Ejecutoras de Préstamos quienes se ven obligados a destinar recursos materiales para la generación de múltiple información en detrimento de los objetivos del proyecto. Pese a ello, resulta interesante apreciar que la información brindada a los Órganos Rectores es inferior a la proporcionada por el resto de las Unidades de Registro que se encuentran en el marco de la ley 24.156. En el mismo orden de ideas y a la luz del análisis realizado estamos en condiciones de afirmar que la multiplicidad en los requerimientos de información y la existencia de criterios distintos de interpretación fomenta el desorden administrativo, e impide la aplicación de controles integrados e integrales, generando un efecto distinto al perseguido. Producto de lo expuesto el cumplimiento del objetivo consagrado en la Ley Nº24.156, tendiente a “garantizar la aplicación de los principios de regularidad financiera, legalidad, economía, eficiencia y eficacia en la obtención y aplicación de los recursos públicos” y el empleo correcto de la normativa, queda librado y depende de la capacidad técnica de las Unidades Ejecutoras, capacidad técnica que se ve condicionada por la calidad, aptitud y experiencia de los recursos humanos que la integran. Si bien muchas unidades están integradas por profesionales idóneos y con profundos conocimientos de la operatoria y de la normativa aplicable exigida por los organismos internacionales, se observa en innumerables casos un marcado desconocimiento de los procedimientos administrativos y de la dinámica de la reforma de administración financiera iniciada. Todo ello adquiere mayor relevancia, por la ya manifiesta ausencia de cultura presupuestaria y la creencia sostenida de independencia ante las regulaciones nacionales vigentes. Otra variable que caracteriza su composición y que se presenta en mayor medida en aquellos proyectos que prorrogan sus plazos extendiendo su ejecución en el tiempo, es el surgimiento de una burocracia conformista, que privilegia el mantenimiento de sus puestos ante el cumplimiento de los objetivos de gobierno y de los compromisos contractuales. Página 7 de 9 Por ello, determinadas contrataciones que revisten un carácter transitorio y que están asociadas al cumplimiento de un cronograma de trabajo preestablecido, adquieren el carácter permanente, fomentando la creación de un sistema perverso donde el retrazo en el cumplimiento de los objetivos del proyecto, se transforma en un fin en sí mismo, tendiente a garantizar la continuidad de la fuente de trabajo en menoscabo de las políticas inicialmente diagramadas. El efecto es más devastador aún, si consideramos la posibilidad de que algunos de estos requerimientos pueden no responder a las necesidades del programa y encontrar su fundamento en las apetencias particulares de los responsables de turno. Otro aspecto imposible de soslayar, es el fenómeno generado a partir de la aparición de las Unidades de Financiamiento Internacional, en las estructuras de distintas jurisdicciones y entidades. Al respecto, no existe consenso unánime sobre el rol institucional que les compete, exhibiendo algunas de las siguientes características: Llevan adelante en forma centralizada las funciones de contratación, contables y financieras que corresponden a las Unidades Ejecutoras; Coordinan la información y gestión ante los Organismos Financieros Internacionales, Órganos Rectores y Servicios Administrativos Financieros; Son simples Oficinas que recopilan información para las autoridades y gestionan los préstamos ante las Entidades Financieras; Realizan tareas de Monitoreo, Supervisión y Control; o Efectúan la totalidad de las funciones mencionadas en los puntos precedentes. En otros casos son simplemente Entidades Centrales que agrupan físicamente a la totalidad de los Programas con la particularidad que cada uno de ellos opera sus propios sistemas y funciona en forma disociada e independiente. La falta de uniformidad en cuanto a la definición de funciones, también se traslada al funcionamiento de las Unidades Ejecutoras y, en especial a su vinculación con los Servicios Administrativos Financieros. Considerando que los SAF son el reflejo de los sistemas de administración financiera en cada jurisdicción y entidad, y que los proyectos se ejecutan dentro de esas jurisdicciones o entidades es necesario revalorizar el principio de integración, desterrando la creencia errónea de total independencia. La situación descripta genera múltiples problemas de gestión frente a los distintos actores que intervienen en la vida de un proyecto y es un síntoma más del desorden administrativo y operativo existente, evidenciándose de esta manera la extrema necesidad de generar definiciones comunes donde enmarcar este conjunto de acciones, respetando asimismo el marco normativo vigente para la totalidad de las operaciones en la Administración Pública Nacional. En este sentido, la implementación del Sistema UEPEX desarrollado por la Unidad Informática de la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía y Producción representa un importante salto cualitativo. Este sistema pretende reemplazar los distintos desarrollos informáticos existentes en las distintas unidades ejecutoras. Con el mismo se persigue iniciar una integración entre la gestión de los préstamos y sus registros presupuestarios, así como también generar un sistema de información uniforme para todas las Unidades. A pesar del importante avance que significa, esta herramienta sólo brinda soluciones parciales desde el punto de vista de los registros dentro de las unidades ejecutoras, quedando pendiente su integración con el resto de los sistemas de Información Financiera, requisito indispensable para eliminar el doble registro de las transacciones y contar con información oportuna y confiable. Su implementación en algunos programas en ejecución resulta problemática puesto que no contempla varios aspectos específicos que hacen a la operatoria particular de estos proyectos, lo que obliga a contar con registros auxiliares, generando una mayor carga administrativa. A la fecha se han llevado a cabo alrededor de 35 implementaciones del sistema en diversas Unidades Ejecutoras de Préstamos. Por último, es importante destacar que como consecuencia de los cambios ocasionados en el contexto económico de los últimos años los cuales originaron el fin del sistema de Convertibilidad, se agrega el inconveniente de una contabilidad bimonetaria, cuyos resultados no deben dejar de contemplarse en los registros presupuestarios. D) Reflexiones finales: Página 8 de 9 El análisis de los datos utilizados en el presente trabajo, nos permiten identificar y valorizar la importancia y magnitud de los gastos del Sector Público Nacional que son financiados a través de operaciones de crédito público. Su trascendencia y contribución para el financiamiento de las políticas públicas nos impiden ser indiferentes en su tratamiento. Por lo expuesto, es imprescindible retomar con firmeza algunos principios básicos que arrojaron buenos resultados a lo largo del proceso de reforma administrativa cuya aplicación resulta indispensable para subsanar las deficiencias que hoy presenta la operatoria y que fueron expresadas en este trabajo. En ese orden resulta prioritario: aplicar los principios de centralización normativa y descentralización operativa teniendo en cuenta las características particulares de estos proyectos; integrar la información generando un registro único de transacciones; instaurar la cultura presupuestaria en las UEPEX; y establecer controles integrales que abarque la totalidad del ciclo de ejecución del proyecto. Para avanzar en estos aspectos corresponde profundizar la integración de la información contable y financiera de los préstamos con los registros presupuestarios fomentando la cooperación y coordinación entre las UEPEX y los SAF respectivos, resultando indispensable el registro en línea con el SIDIF Central. Asimismo, es necesario progresar en la definición de normas y procedimientos comunes a la gestión de todos los proyectos financiados a través de operaciones de crédito público con Organismos Internacionales, que incorporen los principios básicos de la Administración Financiera Gubernamental. Finalmente es importante definir estructuras programáticas que permitan reflejar en forma única y uniforme en los presupuestos la producción física y financiera de los proyectos a lo largo de su proceso de ejecución, viabilizando la posibilidad de efectuar un seguimiento secuencial e integral durante la vigencia de los mismos. El desarrollo de estos lineamientos permitirá disminuir la duplicidad de requerimientos de información a través de la generación de información única, oportuna y confiable para la toma de decisiones, facilitando de esa manera la realización de los tan deseados controles integrales e integrados. Página 9 de 9