LOS PIES, LOS GRANDES OLVIDADOS Nos permiten correr, dar saltos y chutar balones, aguantan nuestro peso y mantienen nuestro equilibrio. Y a pesar de ser tan importantes, apenas les dispensamos cuidados. Pero casi ningún deporte es posible sin ellos. De cómo conseguir unos pies 10 versa este artículo. A pesar de que con ellos caminamos, corremos, brincamos, movemos los pedales de nuestra bicicleta, de que son los que trepan por las barras de la espaldera, los que hacen equilibrio para ascender por las cuestas pedregosas en nuestras excursiones de montaña, los que se calzan los esquíes para poder deslizarnos por las pendientes nevadas, los que hacen piruetas o danzan sobre los patines, a pesar también de que nos posibilitan andar distancias y recorrer paisajes, los pies son los grandes olvidados. Y es que sólo nos fijamos en ellos cuando nos hacen daño o cuando sentimos molestias o los notamos hinchados. Se calcula que hasta un 35% de los españoles sufre algún problema más o menos severo de pies como malformaciones o lesiones de alcance, cifra que aumenta hasta el 65% si añadimos dolencias mucho más leves, como callos, duricias o juanetes. El pie es una joya de la ingeniera anatómica, que consta de 26 huesos, 33 articulaciones y hasta un centenar de tendones y ligamentos, además de vasos sanguíneos y una compleja red de terminaciones nerviosas. Tiene la difícil misión de sostener nuestro peso y proporcionarnos equilibrio. Del pie surgen las corrientes de energía que se conectan con la mayoría de nuestros órganos internos, como bien saben los reflexoterapeutas. Y un mal uso de los pies, por una incorrecta manera de caminar o por la presencia de malformaciones, puede generar con relativa facilidad problemas serios de espalda o de columna. Los pies tienen un protagonismo esencial en la mayoría de las prácticas deportivas, no sólo corren y saltan, también chutan, empujan o hacen presión, se deslizan, mantienen el equilibrio sobre una barra o se adhieren a verticales de vértigo en la escalada. Una mínima lesión en los pies altera de forma sustancial nuestro rendimiento deportivo, y en muchos casos acaba siendo invalidante. No sorprende además que los deportistas más altos y de constitución más gruesa, como son los jugadores profesionales de basquet y balonmano, sean los más propensos a sufrir lesiones en los pies, a causa de que éstos están sometidos a una mayor presión. PIES MUY DISTINTOS Lo ideal, como nos recuerdan los especialistas, es que antes de emprender una práctica deportiva, todo deportista, tanto si es profesional como amateur, se haga una valoración podológica de sus pies, a fin de preveer posibles problemas y estar a tiempo de evitarlos. Y es que, como bien se sabe, no todos los pies son iguales: los hay planos, que son aquellos que presentan una disminución del arco plantar, y los hay cavos cuando este arco está muy acusado, pero también los hay hiperpronados, cuando presentan una inclinación hacia dentro. Por otro lado, hay quien adolece de pies sudorosos, quien tiene los tobillos débiles o quien tiene una mayor tendencia a que se le formen callos y duricias. Conociendo todas estas particularidades el médico podólogo puede orientar sobre cual es la medida correctora más adecuada para reducir riesgos, sea a través de plantillas, cremas y polvos, o bien del tipo de calzado, tipos de ejercicios a realizar, etc LOS DEPORTES Y SUS LESIONES - Natación: infección por hongos, como el llamado pie de atleta - Atletismo, footing: tendinitis por sobrecarga en los tendones fracturas por sobrecarga microcontusiones en las uñas, uñas descarnadas aparición de ampollas fascitis plantar o inflamación de la planta de los pies esguinces de tobillo - Gimnasia: tendinitis, tendinitis aquileas o del tendón de aquiles fascitis plantar, frecuente en quien realiza muchos ejercicios descalzo - Fútbol, basquet ampollas, especialmente cuando comienzan a entrenar tras las vacaciones o una convalecencia tendinitis esquinces de tobillo - Ciclismo bursitis, roces en el talón. A este cuadro, debemos añadir todas aquellas dolencias generales, que no están relacionadas estrictamente con el deporte, pero que muchos deportistas también sufren, como la presencia de verrugas plantares, callos y duricias, grietas en el talón o la hipersudoración. CONSEJOS DE CABEZA PARA TUS PIES - En primer lugar, da a los pies la importancia que tienen. - Hazte una valoración podológica antes de iniciar un deporte. - Camina correctamente, evitando malas posturas. - Busca el tipo de calzado más adecuado para cada deporte. - Ten un cuidado escrupuloso de las uñas, que no deben llevarse ni muy largas ni tampoco en exceso cortas, y sobre todo, recortadas bien rectas, sin picos, para evitar que descarnen. - Evita andar descalzo en piscinas o gimnasios. Utiliza chancletas de goma en las duchas para eludir el riesgo de contagiarte de alguna infección por hongos. - Sécate bien los pies, incluido los espacios entre los dedos. La humedad es fuente de problemas, como la aparición de hongos y la descamación. - Utiliza plantillas adecuadas si tienes los pies planos o hiperpronados. - Opta por los calcetines de hilo o algodón, que transpiran más. - Utiliza jabones suaves y el agua no muy caliente para lavarte los pies. - Además de agradable, resulta muy sano para los pies caminar descalzo por la arena de la playa o por la alfombra de tu casa. - Hidrátate los pies todos los días con cremas o pomadas. EL MEJOR CALZADO Es justo admitir que en los últimos años el calzado deportivo ha mejorado muy sustancialmente, y que cada disciplina deportiva cuenta con una tipología propia de calzado adaptada a sus especiales necesidades. Pero como norma, en general: - No conviene que el calzado sea demasiado flexible, debe ser cómodo, pero al mismo tiempo firme, con horma y una suela lo suficientemente gruesa. - Las botas y botines no deben ser ni muy altas ni muy bajas, mejor de media caña. Las botas altas inhiben las funciones de los ligamentos. - Es imprescindible que el talón esté bien sujeto para evitar torceduras. - Hay que evitar los tacones altos y las puntas estrechas. Éstas deben ser lo suficientemente anchas como para no aprisionar los dedos. - Los niños y adolescentes deben ir cambiando de calzado conforme crecen para evitar que se sientan incómodos o se les claven las uñas. AYUDAS PARA LOGRAR UNOS PIES 10 El cuidado de los pies es básico para cualquier deportista. Tenerlos en óptimas condiciones te asegurará una práctica agradable, con menores riesgos de lesiones y con mayores posibilidades de rendimiento. - Ante unos pies hinchados y doloridos, nada mejor que los baños de agua fría y tibia. Medio minuto de cada, durante 5 y acabando con la fría. - Para tratar la sudación excesiva, aplícate polvos o bien baños con agua y bicarbonato. - Si aparecen ampollas, se trata de romperlas, conservando la piel y aplicando luego una solución yodada. - Sobre los hongos como el pie de atleta, ayuda mucho la tintura de propóleo o el aceite de árbol del té, y sobre los callos y duricias, el aceite de germen de trigo o de sésamo. - Son muy recomendables los ejercicios para tonificar los pies. Mantén el pie sobre una toallita y realiza movimientos repetidos tratando de arrugarla. - Para reforzar los ligamentos del tobillo, un buen ejercicio consiste en aguantarse sobre un solo pie durante unos pocos minutos y cambiar de pie para repetir el ejercicio. - Para reforzar los gemelos, puedes caminar de puntillas durante unos dos o tres minutos. - Regálale a tus pies una sesión de masaje a fondo cada pocos días para liberarles de tensión. Masajea la planta y el dorso en sentido ascendente y hacia el talón, para favorecer la circulación de retorno. - Y no te olvides de hacer estiramientos antes y después de la práctica deportiva. Texto: Jordi Cebrián Asesoramiento: Dr. Jordi Ardèvol Jefe de los Servicios Médicos del F.C. Barcelona