Los económicos reposacabezas riACT ofrecen una alta protección contra el latigazo cervical Johnson Controls es la única empresa que desarrolla dos sistemas de reposacabezas como protección contra el síndrome cervical para todos los segmentos de automóviles Burscheid, Alemania – 4 de agosto de 2010. Año tras año, más de un millón de personas en Europa sufre lesiones cervicales por causa de colisiones a baja velocidad. El denominado síndrome cervical o latigazo cervical no sólo causa dolores individuales durante una larga fase de recuperación, sino también inmensos costes. Los expertos calculan que el tratamiento médico del síndrome cervical por traumatismo devora en Europa hasta diez mil millones de euros y en Alemania mucho más de 600 millones. Johnson Controls empezó con anticipación a desarrollar sistemas de reposacabezas que evitan las lesiones en la zona cervical o que mitigan en este punto las secuelas producidas por un choque trasero. El productor mundial de interiores de automóviles y sistemas electrónicos automotrices es hoy en día el único suministrador que, bajo el nombre de riACT, puede ofrecer a la industria automovilística dos sistemas de reposacabezas activos. “El síndrome cervical es una consecuencia típica de colisiones a baja velocidad de hasta 30 km/h. Este tipo de accidente representa en Europa casi el 50 por ciento de los accidentes registrados por la policía”, aclara el doctor Alexander Hasler, Sales Director Foam de Johnson Controls Automotive Experience en Burscheid y responsable, entre otros, de la distribución de los reposacabezas riACT. “El latigazo cervical o síndrome cervical se produce cuando un vehículo detenido o que se desplaza a baja velocidad se ve impulsado de forma repentina hacia adelante debido a un choque trasero. El cuerpo describe este mismo movimiento, al contrario que la cabeza por causa de su propia inercia”, explica el médico y biomecánico al describir los fenómenos físicos que se desencadenan. La posición correcta del asiento y del reposacabezas disminuyen el riesgo La razón de este fenómeno es el apoyo insuficiente de la cabeza, un hecho que tiene varios motivos, como por ejemplo la escasa posibilidad de ajuste de los reposacabezas convencionales. “Muchos sistemas no ofrecen la posibilidad de poder colocar el almohadón del reposacabezas lo suficientemente cerca de la cabeza como para evitar que ésta se vea impulsada bruscamente hacia atrás en caso de una colisión trasera. La distancia máxima no debe superar los cuatro centímetros”, describe el doctor Alexander Hasler. Pero también apunta que la gran mayoría de los ocupantes de los vehículos ajustan el reposacabezas a una distancia superior, incluso en los casos en que la construcción del asiento y del reposacabezas haría posible ajustar la distancia ideal. “Aquí juega un papel muy importante la comodidad. A muchas personas les resulta incómodo el contacto directo con el reposacabezas, porque limita la libertad de movimiento.” Además, es importante que la cabeza no sobresalga del borde superior del reposacabezas, y que el respaldo del asiento esté lo menos inclinado posible, aconseja el doctor Hasler para conseguir la posición correcta del reposacabezas. El movimiento de latigazo sobrecarga la zona cervical Los típicos movimientos que se producen durante una colisión trasera demuestran por qué es tan importante el correcto ajuste del asiento y del reposacabezas: el automóvil parado o que se desplaza a baja velocidad recibe, con la colisión trasera, un impulso hacia delante que se transmite al cuerpo desde el asiento. Ello provoca la peligrosa sacudida de la cabeza y de la zona cervical, que describe un movimiento semejante a un latigazo (whiplash), puesto que el cuerpo se mueve con el asiento hacia delante y al mismo tiempo se ve impulsado ligeramente hacia arriba. La cabeza, por el contrario, se mantiene en su posición inicial en relación al cuerpo impulsado hacia delante, realizando así prácticamente un movimiento hacia atrás. La zona cervical es el punto débil en este proceso: “Desde su posición normal, y debido a los movimientos contrarios del tronco y de la cabeza, se ve forzada a realizar un movimiento en S, y a continuación una hiperextensión. Un reposacabezas ajustado demasiado bajo tiene un efecto funesto cuando el cuerpo se ve impulsado hacia delante, puesto que así, la cabeza se ve catapultada hacia atrás más allá del reposacabezas, lo que provoca una hiperextensión de la columna cervical”, explica el doctor Alexander Hasler para describir la fase más crítica de una colisión trasera. “Así, la compresión y la hiperextensión de la zona cervical o de sus zonas blandas puede provocar lesiones en los ligamentos, los discos intervertebrales, los músculos y los nervios.” El síndrome cervical es en muchos casos muy difícil de reconocer con los métodos de diagnóstico actuales; es usual que los problemas de salud no aparezcan hasta unas horas o incluso días después del accidente. “Los dolores de cabeza y en la zona cervical, que en muchas ocasiones desaparecen rápidamente, son las más leves consecuencias”, resume el doctor Alexander Hasler al describir los resultados obtenidos por médicos y científicos especialistas en el análisis de accidentes. También pueden producirse náuseas y problemas de concentración, o incluso parálisis temporales y deficiencias visuales. Cada décimo accidente con una diferencia de velocidad entre los vehículos de hasta 30 km/h provoca además dolores a largo plazo o problemas de salud. Por ello los costes de tratamiento provocados por el síndrome cervical alcanzan hasta los diez mil millones de euros al año en toda Europa. A estos deben sumarse los costes por incapacidad laboral, indemnizaciones y gastos judiciales relacionados con las mismas. Los reposacabezas activos riACT disminuyen el peligro de latigazo cervical Estudios independientes demuestran que los sistemas de protección adecuados pueden disminuir el riesgo de sufrir las secuelas de un latigazo cervical en más del 50 por ciento y reducir el peligro de lesión en la zona cervical en más de un tercio de los casos. Un eficaz instrumento para evitar el síndrome cervical son los reposacabezas inteligentes como los modelos riACT de Johnson Controls. Éstos sostienen con eficacia la cabeza en caso de colisión trasera y evitan la hiperextensión de la columna. “Incluso si, por razones de comodidad, existe un gran espacio entre la nuca y el reposacabezas, queda garantizado el alto nivel de protección de este sistema, puesto que, en caso necesario, nuestro sistema riACT establece la distancia correcta en milésimas de segundo”, apunta el doctor Alexander Hasler al describir las ventajas de los reposacabezas activos desarrollados por Johnson Controls. El principio funcional de los reposacabezas riACT es que, independientemente del ajuste elegido, el almohadón del reposacabezas se coloca tan cerca de la nuca en caso de colisión que se impide, o por lo menos se mitiga en gran medida, la sacudida hacia atrás de la cabeza, y el siguiente movimiento en látigo. “Para ello hemos desarrollado un inteligente mecanismo telescópico basado en un movimiento de tornillo, que se encuentra entre el almohadón y la parte posterior del reposacabezas. Este mecanismo une ambas partes y en uno de los modelos éste se encuentra ya tensado previamente por un muelle, en el otro modelo, éste es accionado por el propio ocupante del asiento”, aclara el doctor Alexander Hasler al describir el elemento central de la tecnología riACT. El almohadón puede ajustare dentro de un margen horizontal de hasta 54 milímetros, de modo que cada ocupante puede ajustar la distancia entre el almohadón y la nuca de la forma que más cómoda le resulte. En caso de una colisión trasera, se trata de hacer avanzar el almohadón lo más rápido y lo más cerca posible de la nuca, para poder sostener la cabeza y evitar la funesta sacudida hacia atrás de la cabeza. El doctor Alexander Hasler continúa: “El reposacabezas necesita una señal para ponerse en funcionamiento. La forma en que se da esta señal marca la diferencia entre nuestro sistema reactivo riACT y el sistema proactivo riACT.” Sistema reactivo riACT: el movimiento del cuerpo anuncia la colisión El sistema de reposacabezas reactivo recibe del propio cuerpo del ocupante la orden de ponerse en marcha, así que, en cierto modo, puede decirse que el cuerpo del ocupante actúa como “sensor de choque”: en caso de colisión trasera, el cuerpo es impulsado con fuerza sobre la zona inferior del respaldo del asiento; esta presión dispara un activador mecánico integrado en el respaldo que, por su parte, tensa un cable Bowden. Éste se extiende desde el respaldo al reposacabezas y acciona el mecanismo telescópico integrado en él. “Unos 50 milisegundos desde el inicio de la colisión o unos 25 milisegundos tras la activación, el almohadón protector del reposacabezas se encuentra en su posición final; en cualquier caso lo suficientemente rápido como para que este sistema riACT pueda desplegar toda su funcionalidad y efecto protector”, aclara el doctor Alexander Hasler a partir de los resultados de las pruebas internas realizadas; resultados que más tarde fueron confirmados por las pruebas de choque del Euro NCAP (European New Car Assessment Programme): la organización independiente valoró el efecto protector de este sistema reactivo riACT en todos los vehículos probados con la mejor nota (“bien”) y le dio 3,7 puntos de los 4 posibles, lo que representa además la mejor puntuación jamás otorgada. Sistema proactivo riACT: accionamiento por sensor de choque Mientras que el sistema reactivo reacciona al movimiento dinámico del cuerpo cuando se produce una colisión, para reconocer la situación crítica el reposacabezas proactivo riACT hace uso de la información de los sensores de choque que regulan también el bloqueo del cinturón de seguridad y otros sistemas de retención. Estos sensores anuncian directamente a una unidad pirotécnica dentro del reposacabezas que se ha sobrepasado un valor umbral predeterminado en la velocidad. Esta unidad pirotécnica se encuentra dentro de un dispositivo de activación que normalmente mantiene bloqueado el mecanismo telescópico en tensión. Mediante la ignición de la carga pirotécnica, completamente inofensiva para la salud, se retira el perno de su posición inicial y el reposacabezas se dispara hacia adelante para proteger la cabeza. Puesto que esto sucede independientemente del movimiento del cuerpo, Johnson Controls denomina este sistema riACT como proactivo. “Al prescindirse de algunas piezas mecánicas y gracias a la rápida transmisión de información del sensor de choque, el reposacabezas proactivo se encuentra en su posición final unos 25 milisegundos después de producirse la señal de choque”, matiza el doctor Alexander Hasler. “Gracias a su activación externa, el reposacabezas proactivo tiene todavía más potencial de protección que el reposacabezas reactivo en todos aquellos casos en los que la posición del asiento, el peso o la estatura del ocupante difieren considerablemente de la norma. Este mayor potencial de seguridad supone un gasto más elevado que los fabricantes de automóviles están dispuestos a aceptar mayoritariamente sólo en vehículos de clase media y superiores”, declara Detlef Jürss, vicepresidente del departamento Engineering Seating, Interieurs & Systems Europe de Johnson Controls Automotive Experience. Jürss apunta asimismo que: “Nuestro empeño es hacer asequible el aumento de seguridad mediante nuestra tecnología riACT también a los compradores de automóviles pequeños y más económicos. Por ello hemos desarrollado el sistema reactivo para los millones de automóviles que se venden dentro de las clases más sujetas a una comparativa de precios. Puesto que los vehículos pequeños y compactos suscriben la mayoría de permisos de circulación en todo el mundo, esta ventaja de seguridad beneficiará a un gran número de automovilistas y puede contribuir a ahorrar miles de millones de euros en el sistema sanitario.” En la página www.johnsoncontrols.es/media se encuentra a disposición material gráfico en formato digital. Para más información estamos a su disposición en todo momento: Johnson Controls GmbH Automotive Experience Industriestraße 20–30 51399 Burscheid Astrid Schafmeister Tlf.: +49 (0)2174 65-3189 Fax: +49 (0)2174 65-3219 E-mail: astrid.schafmeister@jci.com Johnson Controls Automotive Experience es líder global en asientos para automóviles, sistemas para el techo, paneles de instrumentos y puertas, y sistemas electrónicos de interiores. Apoyamos a los principales fabricantes de automóviles a diferenciar sus vehículos del resto gracias a nuestros productos, tecnologías y capacidades de producción avanzadas. Con más de 200 fábricas en todo el mundo, estamos allí donde nuestros clientes nos necesitan. Los consumidores han disfrutado de la comodidad y el estilo de nuestros productos, desde simples componentes a completos interiores, en más de 200 millones de vehículos.