¿PEQUEÑA ESCENOGRAFÍA? Catherine Simon de la Revista Trimestral NUMERO 7 Enero-Febrero-Marzo del 85. C.T.E.J.- Bélgica ¿Cómo se inicia la creación de un espectáculo? Con el paso del tiempo es a veces difícil el acordarse. Surge el "flash" de una imagen, un color, un accesorio, un trozo de texto, una palabra aislada... Pero en el campo tan particular del teatro para niños muy pequeños, existen siempre desde un primer momento dos datos o factores: el factor subjetivo, el "flash" que acabo de mencionar, y un factor objetivo que es el factor técnico (dato racional, inamovible, funcional): es más que deseable que los espectáculos para jardín de infancia puedan descentralizarse por todas partes, y que pueda actuarse dos veces por día, en distintos lugares. Así que, el pensar en un "teatro para jardín de infancia", supone al mismo tiempo: ningunos o muy pocos decorados, ninguna o escasa luminotecnia — todo ello imposible de hallar en una pequeña escuela. Si me pongo a analizar por medio de qué "alquimia" llegó a crear un espectáculo, me doy cuenta que estas dificultades técnicas que pasan a ser unos elementos obligatorios del puzzle de creación las integro totalmente. No son dificultades sino retos. No son unos imperativos que conducen a una esclerosis, sino unos elementos provocadores. No son barreras sino vehículos de superación. Juego, apuestas. La dificultad se convierte así en algo creativo. ¿Lo que hace falta es un espectáculo-maleta? ¿Que pueda acudir a todas las pequeñas escuelas? ¿Cuyos accesorios en su totalidad puedan caber en un coche? Así es la obra ANTOINES en la que la maleta es el único elemento "teatral" visible: una maleta sobre el césped. De lo que se trata en cada caso es de que la maleta entre en un coche (como máximo una pequeña furgoneta). Es una cuestión de equilibrio de presupuesto. Si lo que uno decide hacer es actuar en las escuelas —incluso las más pequeñas—, pa- 1 2 - ra 60 o 80 niños por sesión —cifras ideales tratándose de niños de tres a seis años resulta absurdo el embarcarse con un camión: resultará, proporcionalmente carísimo. Por consiguiente, para que, en lo que a cuentas se refiere, nos quedemos en algo proporcional, hay que decir: un espectáculo para jardín de infancia = dos actores más un coche. Lógico. Y para que los actores o actrices no se cansen demasiado, fuera estructuras pesadas, fuera decorados que tengan que montarse y desmontarse, fuera luces: son los aparatos de luminotecnia los más pesados y los que más tiempo de montaje exigen. Así se ha hecho NANIE CROCHE ET LE SHLACK: Dos alfombras que se extienden, un solo color: el blanco, para contrastar con la alborotada policromía de las clases de jardín de infancia, y un sorprendente vestuario que se basta él solo para crear toda la imagen teatral. Porque lo que el teatro debe ser ante todo es una imagen sorprendente, incluso sin decorados, e incluso con unos medios mínimos descentralizables. - 13-