España mantiene unas tasas más bajas de cáncer que la media de

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El cáncer en España se mantiene por debajo de la media de la Unión Europea (UE),
especialmente en las mujeres, pero continúa su tendencia al alza. Además, la frecuencia
relativa de los cánceres de alta incidencia en España y en la UE es muy similar: en los
hombres, las localizaciones más frecuentes son pulmón, intestino grueso, vejiga y próstata,
mientras que en las mujeres se dan en mama, intestino grueso, útero y estómago.
Las tasas de cáncer de labio, cavidad oral y faringe,
laringe y vejiga en los hombres están entre las más
elevadas de Europa
España mantiene unas tasas más bajas
de cáncer que la media de la UE pero
la incidencia de casos continúa
aumentando
L trabajo es el resultado
de la colaboración entre
los registros de cáncer
españoles, la Red Europea de Registros de Cáncer y la
Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, patrocinados por la Comisión Europea y
la Fundación Científica de la
Asociación Española contra el
Cáncer. El estudio recuerda que
el cáncer es uno de los principales problemas de salud de la actualidad, con una incidencia que
aumenta progresivamente “debido al mayor riesgo en algunos tipos y al envejecimiento de la población”.
Las cifras apuntan a que el
número estimado de nuevos casos
en la UE en 1990 fue de
1.350.000 excluyendo el cáncer
de piel no melanoma, produciéndose ese mismo año alrededor de
900.000 fallecimientos. El análisis
se centra en los nueve registros de
cáncer de población española
cuyos datos constan en EUROCIM, la base de datos de la Red
E
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Europea de Registros de Cáncer
(ENCR), que son los recogidos en
Albacete, Asturias, Granada,
Mallorca, Murcia, Navarra, Tarragona, País Vasco y Zaragoza. En
línea con lo que ocurre con España respecto a otros países de la
UE, se ha detectado que el patrón
general muestra tasas más elevadas en los registros del norte que
en los del sur.
Eso no quita para que haya
algunos tipos entre los más elevados de toda la Unión Europea,
como las tasas de cáncer de labio,
cavidad oral y faringe, laringe y
vejiga en hombres. En el lado
contrario encontramos que las
tasas de incidencia para España de
melanoma, intestino grueso, páncreas y riñón en ambos sexos: las
de próstata y testículos en hombres y las de mama, labio, cavidad
oral y faringe, laringe y esófago
en las mujeres “se encuentran
entre las más bajas de la UE”.
Entre las singularidades en
nuestro país se apunta a una de
las tasas de cáncer de pulmón
más elevadas en hombres menores de 55 años, mientras que en
las mujeres es todavía bajo. Esta
situación se relaciona muy directamente con el tabaco y la dieta,
recordando los autores del informe que las ventas de cigarrillos
en España alcanzaron su máximo en 1991 y que, en el período
1982-1993, fue el país que, en
hombres, mostraba menores disminuciones en el consumo de
cigarrillos entre los países de la
UE. No obstante, la dieta puede
encontrarse, en el lado positivo,
en las tasas bajas de cáncer de
intestino grueso, mama, ovario y
próstata, algo que podría explicarse con el elevado consumo de
grasa vegetal (principalmente
aceite de oliva), pescados, frutas,
verduras y el bajo consumo de
carne, grasa animal, productos
lácteos y azúcar, lo que se ha
dado en llamar la dieta mediterránea.
Esto se completa con que en
España “el consumo de frutas y
verduras en adultos es muy
sumario
OCTUBRE-2001
superior al de la mayor parte de
los países europeos”. Así las
cosas, los expertos firmantes
acaban su informe resaltando
que, “dada la importancia de los
cánceres relacionados con el
consumo de tabaco y alcohol,
sería importante considerar la
aplicación de medidas preventivas”. En este sentido, se recuerda que la efectividad de este tipo
de iniciativas “ya se ha demostrado en otros países”.
colon y recto, mama, estómago,
vejiga, boca y faringe. En particular, el cáncer de pulmón es el
más común entre los hombres, y
el de mama, entre las mujeres.
Valentín Rodríguez apunta que
la evolución temporal del cáncer
desde 1982 a 1993 ha sido prácticamente plana, con una variación del 0,20% por año, y que
por esa razón los datos del informe pueden considerarse actuales.
Asturias, por encima de la
media europea
Tabaco y alcohol
No obstante, los varones asturianos muestran una incidencia de
cáncer superior a la media europea. Así lo confirma el Atlas de
Incidencia de Cáncer en Asturias
(1982-1993), en el que se indica
además que el 27% de los hombres residentes en esta provincia
podrán padecer procesos tumorales, frente al 16% de las mujeres.
Los doctores de la Dirección
General de Salud Pública, Álvaro Cañada, jefe de la Sección de
Información Sanitaria, y Valentín Rodríguez, médico epidemiólogo del Servicio de Salud
Laboral, han sido los encargados de llevar a cabo el proyecto.
En total, se han analizado
45.378 casos de tumores malignos recogidos en el Registro
Poblacional de Tumores del
Principado entre los años 1982
y 1993, y se ha comparado la
incidencia de la enfermedad en
Asturias con los datos existentes
sobre la Unión Europea. El
informe refleja que en comparación con Europa, la incidencia
global de cáncer en mujeres
asturianas es baja, frente a los
casos de cáncer entre el sexo
masculino, que están por encima del promedio estimado por
la Unión Europea, especialmente en los casos de tumores de
vejiga, laringe, boca, faringe y
enfermedad de Hodgkin.
El Atlas del Cáncer en Asturias concluye que son los hombres asturianos los que de modo
general se verán más afectados.
Los tumores más frecuentes, en
general, son los de pulmón,
En cuanto a las tasas más altas
de cáncer que registra Asturias
en comparación con la Unión
Europea, se encuentran los
tumores de laringe, riñón, faringe, vejiga y boca, provocados
fundamentalmente
por
la
influencia del tabaco y el alcohol. Sobre este asunto, el director general de Salud Pública,
Ramón Quirós, apunta a que el
control del tabaquismo y la lucha
por una mejor alimentación se
han convertido en una prioridad
para atajar la incidencia del mal
en Asturias. En el estudio se
recoge también el aumento de
los casos de cáncer colo-rectal,
vejiga, riñón, hígado y linfoma
no Hodgkin y la reducción en la
incidencia ajustada del cáncer de
laringe, próstata, encéfalo, esófago y leucemias entre la población masculina asturiana. En
cuanto a la población femenina,
se ha incrementado el cáncer de
mama, ovario, riñón, vesícula
biliar y tiroides, y se ha disminuido el cáncer de estómago y el
mieloma.
El director general de Salud
Pública destaca que el estudio es
uno de los primeros realizados
en España en los que se analiza
la incidencia del cáncer a escala
municipal. La metodología utilizada en el Atlas se ha orientado
hacia la detección de patrones
geográficos que puedan favorecer la formulación de hipótesis
sobre los factores ambientales
que intervienen en la producción
de los tumores.
En este sentido, Ramón Quirós destaca que respecto a la dis-
tribución geográfica por municipios existen diferencias, aunque
son calificadas de “moderadas”
desde la Consejería de Salud. En
hombres, para todos los tumores,
se observa una concentración de
casos en torno a las zonas industrializadas del centro, especialmente Avilés y concejos de su
entorno, Oviedo, las cabeceras
de las cuencas del Nalón y Caudal y Gijón, en buena parte a
expensas del cáncer de pulmón y
del colo-rectal, que suponen un
tercio del total, aunque en las
mujeres también existe una
mayor incidencia en estos municipios.
Desde 1982 a 1993 se han
diagnosticado en Asturias 7.176
casos de tumores malignos de la
tráquea, de los bronquios y del
pulmón, de los que 6.570 han
sido en hombres y 606, en mujeres. A este respecto, subrayaron
tanto los autores del estudio
como Ramón Quirós, se “espera
un aumento de casos de cáncer
de pulmón” asociado al mayor
número de mujeres fumadoras,
“aumento que de momento no se
ha producido”. El cáncer de
laringe, asociado al consumo de
tabaco, es más de 30 veces más
frecuente en hombres que en
mujeres. En el mismo período el
número de tumores malignos de
mama fueron diagnosticados
4.626 casos, es decir, una media
anual de 420 casos.
El director general de Salud
Pública indica también que entre
1982 y 1993 ha habido un
aumento de cánceres de mama,
ovario, riñón y vesícula, así
como de tiroides en las mujeres,
un caso este último que dijo
“habrá que investigar”, ya que
este estudio busca tan sólo la
descripción de los casos y no su
origen. En los hombres, el
aumento ha sido “más importante” en cáncer colo-rectal, “asociado al incremento del nivel de
vida”, así como los de vejiga,
riñón, hígado y linfoma no
Hodgkin. Se han reducido la
incidencia del cáncer de laringe,
próstata, encéfalo, esófago y leucemia en hombres, y los de estómago y los mielomas en las
mujeres del Principado.
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