Señales químicas Muchos animales utilizan sustancias químicas para comunicarse entre sí. Las kairomonas son sustancias producidas por un individuo de una especie que son recibidas por individuos de especies diferentes, con una acción beneficiosa para los receptores. Así, entre los insectos depredadores y sus presas, estas señales químicas actúan como un sistema de alerta para la presa, permitiéndole reaccionar para protegerse. A pesar de estar muy extendidas en el mundo de los insectos, la identidad química de las kairomonas se ha mantenido en gran parte desconocida. Una investigación llevada a cabo por la Rockefeller University ha identificado dos sustancias emitidas por depredadores de mosquitos que hacen que los mosquitos tengan una menor tendencia a poner sus huevos en determinados charcos de agua. Identificación de kairomonas El estudio se centró en la interacción entre dos especies de insectos que se hallan en lagunas temporales del Mediterráneo y Oriente Medio: larvas del mosquito C. longiareolata y su depredador N. maculata (Backswimmer). Se reprodujeron las condiciones ambientales de las lagunas reales y se introdujeron especímenes de N. maculata en frascos, tomando muestras del aire contenido en los frascos. Posteriormente, los investigadores analizaron las muestras de aire para identificar las sustancias emitidas por los depredadores N. maculata. Dos productos químicos fueron identificados: hidrocarburos n-heneicosano y n-tricosano. Las sustancias actúan como repelentes y las hembras las evitan para poner sus huevos. los dos Según Joel E. Cohen, principal autor del estudio, "dado que los mosquitos pueden detectar las kairomonas de sus depredadores N. maculata por encima de la superficie del agua, se reduce el riesgo inmediato de depredación del mosquito. Sin embargo, también incrementan la probabilidad de que la hembra muera por otras causas antes de que pueda encontrar un lugar seguro para la puesta de huevos." Por este motivo, Cohen considera que estas sustancias químicas, y otras kairomonas que quedan por descubrir, podrían ser útiles como parte de una estrategia para el control de las poblaciones de mosquitos y otros insectos portadores de enfermedades infecciosas.