AÑO: 2.003 GUIÓN TÉCNICO Y LITERARIO TÍTULO: Telecap

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AÑO: 2.003
GUIÓN TÉCNICO Y LITERARIO
TÍTULO: Telecap: TÍTEReS
NIVEL: Primaria
ÁREA: Lengua Castellana y
Educación Artística
IDIOMA: Castellano.
DURACIÓN: 60 minutos
AÑO: 2.000
GUIÓN TÉCNICO Y LITERARIO
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TELECAP: TÍTERES
GUIÓN
El presentador del programa (Mikel) intenta manejar una marioneta de hilo. No le resulta
fácil.
Entra la presentadora (Mónica). Esconde a la espalda un títere de guante. Se dirige al
presentador.
MÓNICA: ¿Qué haces, Mikel?
MIKEL: ¡Puf! Ya ves. Estoy intentando manejar esta marioneta de hilo. (Sigue
intentándolo.)
MÓNICA: (Se ríe.) ¡Pues yo diría que no se te da demasiado bien!
MIKEL: ¡Sí! ¡Sí! ¡Ríete! ¡No creas que es nada fácil! Con razón dicen que hacer teatro
de marionetas es un auténtico arte.
MÓNICA: Estoy completamente de acuerdo contigo, Mikel. Y mira, como ya sabía
que el programa de hoy iba de títeres y marionetas, yo también he traído uno. (Descubre
el títere que escondía.) Pero el mío es un títere de guante. Se llama Terry el Terrible.
(Hace que el títere agarre a Mikel por la nariz.)
MIKEL: (Riéndose.) ¡Y el nombre le va como anillo al dedo! Mónica, ¿tú crees que se
estará quietecito y nos dejará presentar el programa?
MÓNICA: No lo sé. Podemos preguntárselo. (Al títere.) Oye, Terry, ¿vas a dejar que
Mikel presente el programa en paz? (El títere niega enérgicamente.) Entonces, ¿seguimos
metiéndonos con él? (Ahora el títere asiente enérgicamente.)
MIKEL: (Resignado, habla al títere.) Bueno, no me va a quedar más remedio que hacer
un trato contigo, amiguito. Ven Terry, acércate un poco. (Le habla al oído.) ¿De acuerdo?
(El títere niega.) ¿Qué no? Bueno, y si... (Mikel vuelve a hablar al oído del títere. Cuando
termina, mira a Terry que asiente.) Entonces, ¿trato hecho? (El títere vuelve a asentir.) ¡Así
me gusta! ¡Choca esos cinco! (Se dan la mano y luego el títere se retira.)
(A la cámara) Como habéis podido comprobar, los títeres son muñecos creados para tener
vida. Muñecos que se mueven, gesticulan, hablan, se ríen, lloran, etc. gracias a un actor
que se oculta tras ellos. Ese actor es el titiritero.
MÓNICA: (A la cámara) Títeres y marionetas, marionetas y títeres son casi tan antiguos
como el hombre mismo. Sabemos que los egipcios los usaron hace muchos siglos y que
en Grecia y Roma fueron muy populares.
MIKEL: Italia fue, desde la Edad Media, el país clásico de las marionetas, que gozaron
también de gran difusión en otros países, entre ellos España, Francia, Alemania e
Inglaterra.
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MÓNICA: Y no nos olvidemos de países del Extremo Oriente, como por ejemplo
China o la India, donde la fabricación de marionetas es un arte muy antiguo y el teatro
hecho para y por estos muñecos una entrañable tradición.
MIKEL: El teatro de títeres ha tenido siempre un carácter profundamente popular.
Hasta hace muy poco tiempo, los titiriteros recorrían los caminos de pueblo en pueblo,
dando funciones en plazas y lugares públicos. La llegada del titiritero constituía todo un
acontecimiento y no había ni un solo vecino del pueblo, ni grande ni chico, que no se
acercara a ver la función.
MÓNICA: Pero los tiempos han cambiado: ya no hay titiriteros ambulantes y han
surgido otros espectáculos, espectáculos tan poderosos como el cine y la televisión. En
esta nueva situación, ¿qué ha ocurrido con los títeres y con el teatro para títeres?
MIKEL: ¿Han quedado arrinconados como algo pasado de moda o, por el contrario,
siguen gustando al público actual?
MÓNICA: Y esta pregunta te la dirigimos a ti, (señala directamente a la cámara) y a ti, y
también a ti; a todos vosotros que nos estáis viendo desde vuestras casas.
MIKEL: Nos gustaría conocer vuestra opinión. Para ello, sólo tenéis que marcar uno de
los números de teléfono que aparecen en pantalla:
el 999 85.85.01 si opináis que los títeres siguen interesando al público actual;
y el mismo número pero terminado en 2 si creéis que, por el contrario, el
teatro de títeres es un espectáculo que pertenece al pasado.
MÓNICA: Vamos a repetirlo por si no ha quedado claro: si creéis que los títeres siguen
estando de actualidad, debéis marcar el 999 85.85.01; y si pensáis que NO es así,
marcaréis el 999 85.85.02.
MIKEL: Y mientras recibimos vuestras llamadas, vamos a continuar con el programa.
Ha llegado el momento de dejar de hablar de títeres para ver teatro de títeres.
MÓNICA: Hoy tenemos con nosotros a la compañía de teatro infantil “Tic-tac” que
nos va a ofrecer su último montaje de teatro para títeres.
MIKEL: Os dejamos, pues, con “Tic-tac” y “La historia del Príncipe Valentín y del
ingenioso Listillo”.
Aplausos de los espectadores en el estudio.
Aplausos. Aparecen los dos presentadores aplaudiendo también.
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TEATRO DE TÍTERES
LA HISTORIA DEL PRÍNCIPE VALENTÍN Y DEL
INGENIOSO LISTILLO
Tres escenas.
Escenografía: la trama se desarrolla en un salón de un castillo medieval.
Personajes
El viejo rey.
El mago Merlín.
La princesa Tontina.
Listillo / Fantasma.
El príncipe Valentín.
Una mariposa.
1ª ESCENA
Entra el rey, desesperado.
Rey: (Gimiendo.) ¡Ayy! ¡Cielos, cielos, cielos! ¡Qué desgracia! (Se lleva las manos a la
cabeza.) ¡Qué terrible desgracia! (Se aparta a un lado del escenario y llora.) ¡Qué va a ser
de mi reino! (Corre al lado contrario y llora de nuevo.) ¡Qué va a ser de mis súbditos!
(Regresa al centro.) ¡Una solución, tengo que encontrar una solución! (Permanece unos
instantes pensativo. De repente se alza bruscamente, ahora entusiasmado.) ¡Ya lo tengo!
Llamaré al mago Merlín. (Solemne y misterioso.) Amigo y consejero, viejo mago Merlín,
yo te convoco. ¡Abandona de inmediato tus magias y tus pócimas y ven aquí! (Aguarda
un momento.) ¡Yo te lo ordeno! ¡Ven ahora mismo!
Se oye un gran estrépito y bruscamente aparece Merlín, que lleva una bola de cristal.
Merlín: ¿Me llamabas, señor?
Rey: (Temblando del susto.) ¡Pardiez, Merlín! ¡Qué susto me has dado!
Merlín: Lo siento, rey, pero uno ya está viejo y a veces...
Rey: (Gime de nuevo.) Déjate de pamplinas, mago tonto. Necesito que me ayudes.
Merlín: (Aburrido.) Vamos a ver. ¡¿Qué le sucede ahora a su majestad?!
Rey: Que me muero.
Merlín: ¿Se muere?
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Rey: ¡Me muero! Y eso no es lo peor...
Merlín: ¡Recordones! ¿Hay algo peor que morirse?
Rey: (Suspira.) Sí. Mi hija.
Merlín: ¿La princesa Tontina?
Rey: (Se lamenta.) ¡Ella es mi única heredera!
Merlín: Majestad, yo sigo sin ver el problema...
Rey: Digamos que Tontina... no es la heredera que yo desearía. Ahora verás. (Grita,
dirigiéndose a Tontina.) ¡Tontina, hija mía, ven aquí!
Tontina: (En off.) ¡Ahora no puedo, papito!
Rey: (Con paciencia.) ¡Es muy importante! ¡Ven un momento! ¡Sólo un momento!
Tontina: (En off.) ¡Te he dicho que no puedo!
Rey: ¡A ver, Tontina! ¿Y qué es eso tan importante que estás haciendo?
Tontina: (En off.) Estoy con Listillo. Contamos mariposas.
Rey: (Enfadado.) ¿Con Listillo? ¿Contando mariposas? ¡Ya está bien! ¿Qué tonterías son
esas? ¡¡Ven aquí ahora mismo!!
Tontina: (En off, también enfadada, grita.) ¡¡No me da la gana!!
Rey: (Al mago.) ¡Ya ves, Merlín!
Merlín: Desde luego, majestad, la princesa os ha salido un pelín rebelde.
Rey: Rebelde, desobediente, caprichosa... ¡Se me pasa el día entero con Listillo
contando mariposas o mirando las estrellas! El día que yo me muera es muy capaz de
cambiar mi reino entero por un puñado de gominolas. (Llora sobre el hombro de Merlín.)
¡Qué puedo hacer, Merlín! ¡Qué puedo hacer!
Merlín: Dadle unos buenos azotes.
Rey: (Dubitativo.) ¿Unos azotes? (Niega con la cabeza.) No. Hay que pensar en otra cosa.
El mago se mueve por el escenario pensativo. El rey no deja de mirarlo.
Merlín: ¡Ya lo tengo! Buscaremos un marido a la princesa.
Rey: ¿Y cómo encontraremos el marido adecuado?
Merlín: Muy fácil. Sólo tenemos que mirar en mi bola de cristal.
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Merlín se concentra sobre su bola. No dice nada. El rey termina impacientándose.
Rey: ¿No ves nada?
Merlín: Tranquilo, majestad, creo que... (Súbitamente asustado.) ¡¡Ay, qué susto!!
Rey: ¿Qué pasa?
Merlín: Nada, nada, majestad. He encontrado el marido ideal para Tontina. Sólo hay un
pequeño problema...
Rey: ¿Cuál?
Merlín: Vedlo con vuestros propios ojos.
Rey: (Mira la bola y retrocede asustado.) ¡Joé! ¡Qué tío más feo! ¿Quién es ese?
Merlín: Es el príncipe Valentín, el príncipe más valiente que hay en el mundo. No teme
a nada ni a nadie, ni hay enemigo que se le resista.
Rey: No me extraña. ¡Con esa cara los asustará a todos!
Merlín: Es feo, pero si casamos a Tontina con él, vuestro reino estará seguro.
Rey: No sé, no sé... (Duda.) ¡Es qué es más que feo! ¡Es horroroso! ¡A ver quién le dice
a mi hija que se tiene que casar con eso!
Merlín: (Impaciente.) Pues si no ordenáis nada más, majestad, yo me marcho...
Rey: (Lo sujeta.) ¡Espera! Vale, tienes razón. Casaremos a Tontina con el príncipe
Valentín. Tú, Merlín, ve en busca del príncipe; y mientras yo hablaré con mi hija. (El
mago sale.) ¡¡Y que Dios nos coja confesados!! (Sale el rey).
2ª ESCENA
La sala queda a oscuras y cambia la iluminación del escenario: la luz será suave y comenzará
a escucharse una música muy dulce. De repente aparece una mariposa, revolotea libremente.
La sigue Listillo. Mientras tanto, se escucha en off la poesía de Federico García Lorca
“Mariposa del aire...”
Mariposa del aire,
qué hermosa eres,
mariposa del aire
dorada y verde.
Luz del candil,
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mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí! ...
No te quieres parar,
pararte no quieres.
Mariposa del aire,
dorada y verde.
Luz de candil,
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí! ...
¡Quédate ahí!
Mariposa, ¿estás ahí?
La mariposa desaparece por el lado contrario al que apareció. El escenario recobra la
iluminación normal, la sala también. Cesa la música. Entra la princesa Tontina llorando; lleva en
las manos la bola mágica de Merlín.
Listillo: (Se acerca a Tontina.) ¿Qué te pasa, Tontina? ¿Por qué lloras?
Tontina: ¡Es qué mi padre quiere que me case!
Listillo: ¿Y con quién?
Tontina: (Le muestra la bola de cristal.) Mira, con éste. Es el príncipe Valentín.
Listillo se acerca y mira la bola. Luego retrocede asustado y repite las palabras que dijera
anteriormente el rey:
Listillo: ¡Joé! ¡Qué tío más feo!
La princesa Tontina suelta la bola mágica y empieza a llorar más fuerte. Listillo la consuela.
Listillo: No te preocupes, Tontina. ¡Se me está ocurriendo una idea para librarnos del
príncipe Valentín!
Tontina: (Deja de llorar.) ¡¿Sí?!
Listillo: Sí. Verás: esta noche me disfrazaré de fantasma y le daré un buen susto.
Seguro que sale corriendo y no vuelves a verlo por aquí nunca más.
Tontina: No sé, no sé... ¡Dicen que es muy valiente! (Vuelve a llorar).
Listillo: (Triste.) No llores, Tontina. Todo va a salir bien. Además los niños nos
ayudarán. (Al público.) Niños, ¿queréis ayudarnos a dar un susto al príncipe Valentín?
Los espectadores responderán a Listillo.
Tontina: (Al público.) ¿De verdad? ¿Nos vais a ayudar? (Los espectadores responderán
nuevamente. Tontina abraza a Listillo.) ¡Ay, Listillo! ¡Qué contenta estoy! Si todos estos
niños nos ayudan seguro que lo conseguiremos.
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Listillo: ¡Claro que sí! Rápido, vamos a prepararlo todo.
Ambos salen.
3ª ESCENA
Entran Merlín y el príncipe Valentín.
Merlín: Aquí podréis pasar la noche sin que nadie os moleste. Y por la mañana os
presentaré a vuestra prometida, la princesa Tontina.
Valentín: (Suspira.) ¡Ay! ¡Qué ganas tengo de conocerla!
Merlín: Descansad bien. Y que tengáis dulces sueños.
Valentín: Seguro que soñaré con Tontina. Y espero que ella sueñe también conmigo.
Merlín: Eso no sería un sueño. ¡Sería una pesadilla!
Valentín: (Enfadado.) ¿Qué decís? ¡Pesadilla!
Merlín: (Se aparta de él, asustado.) ¿Pesadilla? ¿Quién ha dicho pesadilla? ¡Habéis oído
mal! Yo decía maravilla: que la princesa soñara con vos sería una maravilla.
Valentín: Bueno, bueno. Ya basta. ¡Y marchaos de una vez, que estoy muy cansado!
Merlín sale. El príncipe Valentín se estira y bosteza.
Valentín: Sí, estoy muy cansado. Pero con tanto pensar en Tontina no voy a poder
pegar ojo en toda la noche. (Bosteza nuevamente.) ¡Ay, el amor! (Vuelve a bostezar. De
repente, cae dormido y comienza a roncar muy fuerte).
Entra Listillo disfrazado de fantasma. Se acerca a Valentín y comprueba que duerme. De
repente, el príncipe emite un sonoro ronquido, asustando a Listillo que se aparta bruscamente.
Al cabo de un momento, Listillo vuelve a acercarse, con temor, al príncipe Valentín.
Listillo/Fantasma: Duerme como un tronco. Bueno, yo a lo mío. (Comienza a gemir
como si fuera un fantasma.) ¡Uuuuuuuuu! (Valentín sigue durmiendo, sin enterarse de nada.)
¡Pardiez, qué sueño tan pesado tiene! Gritaré más. (Más fuerte.) ¡¡Uuuuuuuuuu!!
(Valentín suelta otro ronquido, se da media vuelta y sigue durmiendo.) Nada, que no hay tu
tía. (Al público.) Niños, necesito vuestra ayuda: vamos a hacer el fantasma, bien fuerte,
entre todos, a ver si así el príncipe Valentín se despierta. ¿Vale? Pues venga, cuando yo
cuente hasta tres: uno, dos, y... y... ¡tres!
Listillo y los espectadores gimen como si fueran fantasmas.
Valentín: (Entre sueños.) ¿Qué es eso? Me suenan las tripas. Claro, ¡con el hambre que
tengo! ¡Ya sé! ¡Soñaré ahora con un buen banquete! (Vuelve a dormirse).
Sale Tontina y se acerca al príncipe Valentín. Lleva una cachiporra.
Listillo/Fantasma: (A Tontina.) ¡Jo! Sigue dormido. ¿Qué hacemos?
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Tontina: No te preocupes, Listillo: yo lo despierto en un periquete.
Tontina golpea a Valentín con la cachiporra y se esconde de nuevo.
Valentín: (Despertándose sobresaltado.) ¡Ay! ¡Ay! ¡Qué ocurre! (Se fija en el fantasma.)
¡Ah! ¡Bueno! ¡Un fantasma! (Está a punto de volver a dormirse tranquilamente cuando se
levanta de nuevo, muy asustado.) ¡Quéeeeeeee! ¡Un fan...fan...fantasma! (Tiembla).
Listillo/Fantasma: (Con voz lúgubre.) ¡Síiiii! ¡Soy el fantasma del castillo! (Gira en torno
a Valentín.) ¿Y tú quién eres? No te conozco.
Valentín: (Temblando.) El prín...prín...príncipe Valentín.
Listillo/Fantasma: Bueno. Da igual. (Se acerca mucho a Valentín.) Valentín o Valentón
es lo mismo. ¡Vas a venir conmigo!
Valentín: ¡No!
Listillo/Fantasma: (Lo agarra.) ¡Sí!
Valentín: (Intenta escapar.) ¡Qué no!
Listillo/Fantasma: (No lo deja.) ¡Qué sí!
Valentín: ¡Pies, para qué os quiero! ¡Yo me largo de aquí ahora mismo!
El fantasma persigue a Valentín por todo el escenario sin dejar de ulular. Cuando ambos salen,
vuelve a entrar Merlín.
Merlín: Y así es cómo la princesa Tontina y su amigo Listillo consiguieron librarse del
príncipe Valentín que, además de feo, resultó ser un miedica. Y ¿queréis saber si
Tontina y Listillo se casaron? (Espera a que el público responda.) Pues sí, se casaron. Y
como en todos los cuentos, fueron felices, pero no comieron perdices. Eso sí: nunca
dejaron de contar mariposas, ni de mirar las estrellas. (Vuelve a aparecer la mariposa y
revolotea por el escenario.) Y ya sólo queda decir “Colorín, colorado...” (Piensa un
momento, como si se le hubiera olvidado el final.) “Y colorín, colorado...” ¡Qué cabeza la
mía! ¡No recuerdo cómo terminan los cuentos! ¿Os acordáis vosotros? ¡A ver, cómo!
“Y colorín, colorado...” (El público responderá “...este cuento se ha acabado”.) ¡Adiós
amiguitos! ¡Hasta el próximo cuento!
El mago Merlín abandona el escenario.
FIN
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MIKEL: ¿Qué te ha parecido, Mónica?
MÓNICA: Me ha encantado, me he divertido mucho. Y a juzgar por las llamadas de
teléfono que no paramos de recibir, estoy completamente segura de que los espectadores
que nos ven desde sus casas habrán disfrutado también muchísimo con las peripecias de
la princesa Tontina y de su amigo Listillo.
MIKEL: Pues sí, porque nos está llegando una auténtica avalancha de llamadas
telefónicas respondiendo a la pregunta que os formulábamos al principio del programa:
¿Son los títeres algo pasado de moda o, por el contrario, siguen gustando al público
actual?
MÓNICA: Y la verdad es que la inmensa mayoría de los espectadores que nos han
llamado, exactamente el 87%, piensa que los títeres siguen interesando hoy en día,
mientras que el 13% restante opina que se trata de un espectáculo que está ya un poquito
“pasado”.
MIKEL: De todas formas aún queda mucho programa por delante y esperamos recibir
muchísimas llamadas más. Ya sabéis: si os gusta el teatro de títeres, y estáis
absolutamente convencidos de que vuestros hijos, sobrinos, primos, vecinos, y hasta el
perro y el canario comparten vuestras simpatías hacia estos muñequitos animados, basta
con que marquéis el 999 85.85.01. Y si por el contrario creéis que los títeres son ya cosa
de abueletes, marcad el 999 85.85.02. ¡Venga, venga! ¡A qué estáis esperando! ¡Rápido,
al teléfono!
MÓNICA: Y nosotros seguimos adelante. Dentro de unos momentos nuestros
compañeros Ester Lizuáin y Carlos Bujanda tendrán ocasión de charlar con los
integrantes del grupo “Tic-tac” que tienen cosas muy interesantes que contarnos.
MIKEL: Pero mientras descansan un poco tras la representación que nos han ofrecido
aquí, en riguroso directo, os vamos a dejar con una actuación musical.
MÓNICA: Así es. Beatriz Laparra y Pablo Bailo al saxo, acompañados por el acordeón
de Suniva Marzo, nos van a interpretar una bonita pieza titulada “The syncopated
clock”.
Aplausos.
ACTUACIÓN MUSICAL:
Beatriz Laparra, Pablo Bailo (saxo) y Suniva Marzo
(acordeón): “The syncopated clock”.
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COLOQUIO
Entrevistadores: Ester Lizuáin y Carlos Bujanda.
Invitados: Siete miembros del grupo de teatro “Tic-tac” (Alfonso Lage, David Garrido, Saraien
Molinet, Mireia Ordóñez, Saúl Armendáriz, Yassine Essaouari y Paula Romero).
CARLOS: (A la cámara.) Tras este breve paréntesis en el que hemos podido disfrutar
con la música de Bea, Suniva y Pablo, tenemos con nosotros, dispuestos a contarnos
muchas y muy interesantes cosas, a algunos de los integrantes del grupo de teatro “Tictac”, que hace unos instantes nos ofrecían aquí, en directo, su último montaje para
títeres, titulado “La historia del príncipe Valentín y del ingenioso Listillo”. Ellos son
Alfonso, David, Saraien, Mireia, Saúl, Yassine y Paula.
(A los miembros de Tic-tac.) Antes que nada, bienvenidos y muchas gracias por estar hoy
aquí, con nosotros.
ALFONSO: Bueno. En realidad somos nosotros los que estamos encantados de que nos
hayáis invitado al programa y esperamos poder responder de forma satisfactoria a todas
vuestras preguntas.
CARLOS: A nuestras preguntas y a las de los telespectadores. (A Ester.) ¿Verdad,
Ester?
ESTER: (A la cámara.) Sí. Porque si cualquiera de vosotros, amigos telespectadores,
cree que tiene algo interesante que contarnos −algún testimonio, alguna experiencia−, o
desea preguntar algo a los invitados, sólo tiene que llamar por teléfono y nuestros
compañeros os atenderán y nos irán pasando vuestras llamadas a lo largo del coloquio.
CARLOS: (A los miembros de “Tic-tac”.) Y bien, hecha esta aclaración, vamos a
comenzar a charlar ya con nuestros invitados. Para empezar, a mí me gustaría saber algo
de vosotros, de “Tic-tac”. ¿Cuándo nace el grupo “Tic-tac”? ¿Cómo se formó?
PAULA: Al finalizar la Secundaria, algunos de nosotros decidimos hacer algo...
especial, diferente: no nos apetecía ir a estudiar a la universidad, ni queríamos
quedarnos en el pueblo. Por eso Saraien, Mireia y yo nos marchamos a Madrid para
estudiar arte dramático.
MIREIA: Cuando terminamos la carrera, estuvimos trabajando en diferentes compañías
de teatro, realizando pequeños papeles. Incluso trabajamos como extras en televisión. (A
sus compañeras.) ¿Os acordáis? (Las otras dos asienten.) Pero como no nos salía nada
medianamente importante, finalmente regresamos a Lodosa.
SARAIEN: Sí, regresamos a Lodosa y decidimos fundar nuestra propia compañía
teatral. Poco a poco, se nos fueron agregando otras personas, algunas de ellas antiguos
compañeros de colegio. Y así, poco a poco, surgió “Tic-tac”.
ESTER: Tic-tac: ¿por qué ese nombre tan curioso para el grupo?
SAÚL: Bueno, cuando empezamos a buscar un nombre para el grupo, no se nos ocurría
nada. O, mejor dicho, ninguno de los nombres que se nos ocurrían nos gustaba. Hasta
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que, por casualidad, nos fijamos en el sonido de un reloj que había en la pared y fue ese
sonido el que nos sugirió el nombre de “Tic-tac”. Y con “Tic-tac” nos hemos quedado.
CARLOS: Yo sé que vosotros habéis hecho teatro mmmm... “convencional”, por
llamarlo de alguna forma, y teatro de títeres. ¿Cuál de esos dos tipos de teatro os gusta
más?
YASSINE: El de títeres, sin duda.
CARLOS: ¿Y por qué?
YASSINE: No sé... Quizá porque en él hay más fantasía, más magia. Porque los títeres
nos llevan al mundo de los cuentos. Y, sobre todo, porque con los títeres podemos hacer
reír a niños y mayores.
ESTER: ¿Y cuál es más fácil, el teatro normal o el de títeres?
DAVID: Yo creo que no hay que compararlos: son diferentes y punto. Cada uno de
ellos presenta dificultades distintas. A nosotros nos resulta más sencillo el teatro de
títeres porque nos gusta mucho, pero yo quisiera dejar claro que hacer títeres no es tan
fácil como puede parecer a primera vista. Y de hecho, antes de representar una obra
tenemos que ensayar bastante duramente y durante bastante tiempo.
CARLOS: Bien, vamos a dar paso ya a la primera llamada, de uno de nuestros
telespectadores que creo que tiene algo que contarnos. ¿No es así?
AITOR: Sí, así es.
CARLOS: Vamos a ver, ¿cuál es tu nombre y desde dónde nos llamas?
AITOR: Soy Aitor y llamo de Pamplona.
CARLOS: (Mientras toma nota.) Aitor, de Pamplona. Bueno, Aitor, ¿qué quieres
decirnos?
AITOR: Lo primero, felicitar al grupo “Tic-tac” por su montaje. Me ha gustado
mucho. (Enfocar a los miembros de “Tic-tac”.) Y, bueno, se está hablando aquí de si es
fácil o difícil hacer teatro de títeres y a mí me gustaría aportar mi granito de arena
porque yo he sido titiritero...
CARLOS: ¡Ah! ¡Qué interesante! ¡Has hecho teatro de títeres! ¿De forma
profesional?
AITOR: No. Lo hacía como hobby, y me gustaba mucho, pero al final tuve que
dejarlo por motivos de trabajo.
CARLOS: Vale, vale. Continúa.
AITOR: A mí me gustaría decir que hacer teatro de títeres es muy divertido −o por
lo menos a mí me lo parece− pero no es fácil. Para empezar, hay que saber mover
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las marionetas con gracia, y no todo el mundo sabe hacerlo, no es tan sencillo.
Luego está el tema de la voz: yo creo que el titiritero trabaja básicamente con la
mano y con la garganta y tiene que dominar perfectamente su voz y ser capaz de
sacar todos sus matices.
CARLOS: ¡Ya veo, Aitor, que estás muy puesto en el tema! Gracias por tu
llamada...
AITOR: Sí, Carlos, pero espera un poco, me gustaría decir una última cosa.
CARLOS: ¿Muy breve?
AITOR: ¡Sí! ¡Sí! ¡Muy breve! Quizá suene a tópico, pero se suele decir que hacer
llorar es difícil, pero hacer reír lo es mucho más. Y yo soy de los que piensan que el
teatro de títeres debe hacer reír ante todo. Si tu público no se ríe, hay algo que falla.
CARLOS: Muchas gracias, Aitor, por tu testimonio.
AITOR: A vosotros. Adiós.
CARLOS: Si el público no se ríe hay algo que falla, decía nuestro amigo Aitor. E,
indudablemente, vuestra historia del príncipe Valentín contiene todos los ingredientes
necesarios para hacer reír, comprimidos en los aproximadamente 10 minutos que dura el
montaje. Pero en realidad, ¿cuánto tiempo os ha llevado prepararlo?
YASSINE: Unos cuatro meses, más o menos.
ESTER: Y a lo largo de esos cuatro meses, ¿qué pasos habéis tenido que ir dando para
que la “Historia del Príncipe Valentín” haya podido llegar finalmente al escenario?
YASSINE: Bueno, lo primero de todo es trabajar el guión. Dentro de “Tic-tac” hay un
grupo de personas que se encargan de escribir los guiones y después nos los pasan a
nosotros, que somos los que vamos a mover las marionetas. Entonces, entre todos
leemos y discutimos el texto y a continuación diseñamos los títeres y los decorados que
vamos a necesitar para la representación.
SAÚL: Y finalmente nosotros mismos los elaboramos.
ESTER: Precisamente para ilustrar esto que nos estáis contando tenemos preparado un
vídeo en el que se os ve haciendo las marionetas y preparando los decorados que
utilizáis en las representaciones. ¡Adelante vídeo!
VÍDEO: Elaboración títeres/decorados.
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CARLOS: ¿Qué os ha parecido el vídeo?
ALFONSO: (En tono de broma.) ¡Hemos salido muy favorecidos!
Risas generales.
MIREIA: No, en serio. Está bien.
PAULA: Yo creo que lo más interesante de él es que recoge, muy brevemente para no
cansar pero sin olvidar ninguno, todos los pasos que tuvimos que dar para elaborar las
marionetas y los decorados de la historia de Valentín y Listillo. (A sus compañeros.) ¿No
os parece?
Los demás confirman.
CARLOS: ¿Es sencillo fabricar una marioneta?
ALFONSO: Depende del tipo de marioneta y de lo que queramos complicarnos la vida.
Hacer una marioneta puede ser lo más fácil del mundo o, por el contrario, puede ser
trabajo de artistas. Pero yo estoy convencido de que no hay ni una sola persona en el
mundo que, con un poco de imaginación, no sea capaz de fabricar un títere sencillo.
CARLOS: (Escéptico.) ¡Pues no sé si yo sería capaz! Pero bueno, centrándonos en las
marionetas que habéis utilizado hoy, ¿cuánto tiempo, aproximadamente, os costó
prepararlas?
ALFONSO: Poco más o menos un mes.
ESTER: ¿Y qué materiales habéis utilizado?
Los invitados irán enumerando los materiales que han utilizado para elaborar sus títeres.
DAVID: Aparte de los títeres que hemos utilizado en la representación de la historia de
Listillo y Tontina, nos gustaría enseñaros otros, fabricados con otro tipo de materiales.
(Saca y enseña a Geraldine.) Ésta es Geraldine, una famosa actriz que protagonizó
nuestro anterior montaje. La obra se titulaba “Quiero un caramelo”. (Muestra el caramelo
que la marioneta lleva en la mano.) Por eso Geraldine lleva este caramelo en la mano.
Geraldine es, como podéis ver, una cuchara de palo, con pelo de lana y un vestido de
una muñeca de mi hija. Los ojos y la boca son de plastilina y las manos de fieltro.
Es una marioneta de varilla; para manejarla basta con coger la cuchara por el mango y
con esta varilla podemos mover su mano así. (Hace una demostración.)
MIREIA: (Enseña a Sid Silbidos.) Y yo tengo conmigo a Sid Silbidos, que procede del
montaje de una obra titulada “El ladrón de juguetes”. Sid es también un títere de guante,
fabricado con un calcetín y con el pelo de lana, pero en lugar de pelota de tenis lleva
una enorme boca de cartulina roja con una larga lengua de fieltro naranja. Este títere
tiene los ojos de cartulina y fieltro; pero tenemos este otro Sid (enseña la marioneta de
Pablo) que es muy parecido al anterior pero los ojos están hechos de plastilina.
ESTER: Oye, ¿y por qué le habéis puesto dos chinchetas en los ojos? Porque me he
fijado en que la marioneta de varilla también las llevaba.
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YASSINE: Se trata de un viejo truco de titiriteros: se pone algo reflectante en los ojos
de la marioneta para que brillen con la luz.
CARLOS: ¡Qué curioso! Y tú, Saúl, ¿qué tienes ahí?
SAÚL: (Enseña la marioneta.) Yo tengo aquí al panda Ludovico: es un títere de calcetín
y pelota de tenis del tipo de los que hemos utilizado en la representación de hoy, pero
que en lugar de pelo lleva cosidas a la cabeza estas dos orejas de fieltro negro.
PAULA: Y otra variante de este mismo tipo es la marioneta marciana, (la enseña) que
lleva en la cabeza globos desinflados. Y los ojos son dos ruedas de un cochecito de
juguete.
CARLOS: O sea, que vosotros sois capaces de crear una marioneta utilizando los
materiales más sencillos y variados que llegan a vuestras manos.
YASSINE: De eso se trata. Incluso hay titiriteros que recorren las chatarrerías buscando
cosas con las que fabricar sus marionetas.
ALFONSO: Nosotros no hemos llegado hasta ese extremo, pero sí visitamos con
frecuencia las tiendas de todo a 100.
MIREIA: Sí. Allí es fácil encontrar materiales que se pueden utilizar en la elaboración
de las marionetas.
YASSINE: Hombre, al margen de todo esto que estamos diciendo, hay también
marionetas talladas en madera, por ejemplo, o vestidas son trajes de telas finas y caras,
que constituyen auténticas piezas de coleccionista. Pero repito que no es ese nuestro
caso.
ESTER: Bien. Antes de seguir, me gustaría recordar la pregunta que os hacíamos hace
un rato. Yo os pedía que me contarais el proceso que habéis seguido desde que nació la
historia del príncipe Valentín hasta que, finalmente, ha llegado a los escenarios. Y
vosotros, si no recuerdo mal, me decíais que primero tuvisteis que preparar el guión y
trabajar sobre él y, después, crear las marionetas y los decorados. ¿Qué vino a
continuación?
DAVID: Pues los ensayos. Mucho tiempo de ensayo para memorizar la obra y practicar
con los títeres. Fuimos preparando las escenas una a una y cuando ya nos salían bien, las
íbamos encajando una con otra.
CARLOS: Supongo que durante los ensayos de la representación os habrán ocurrido
muchas anécdotas curiosas.
SARAIEN: ¡Buf! ¡A montones! Nada más comenzar los ensayos, se nos cayó la bola
mágica de Merlín al suelo y se rompió. Conseguimos pegarla, pero para evitar que se
rompiera de nuevo, decidimos quitarla del teatrillo y sustituirla por una caja de Nescafé
Cappuccino...
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MIREIA: (Aclara.) ¡Para los ensayos, se entiende! En las representaciones usamos la
bola auténtica. La hemos sujetado bien al teatrillo con velcro y cinta adhesiva
transparente.
SARAIEN: Sí, pero volviendo a las anécdotas y al Nescafé Cappuccino, fue muy
gracioso que en uno de los ensayos, a Alfonso, que hace el personaje de Valentín, se le
olvidó lo que tenía que decir y no se le ocurrió mejor cosa que comenzar a moverse
alrededor de la caja del café imitando al italiano que lo anuncia en la tele. Empezamos a
reírnos todos y tuvimos que suspender el ensayo ese día porque cada vez que salía
Valentín a escena, volvía a entrarnos la risa y no podíamos hablar.
Alfonso vuelve a imitar al italiano del Nescafé Cappuccino. Los demás se ríen.
PAULA: Es que con Alfonso nos reímos mucho.
SAÚL: Con los ronquidos, por ejemplo. Ya te acostumbras, pero al principio nos
entraba la risa cada vez que Valentín empezaba a roncar.
ALFONSO: (Protesta.) Bueno, bueno. También han ocurrido anécdotas que no han
tenido nada que ver conmigo. P. ej. cuando Tontina fue a pegarme y descubrió de
pronto que se le había olvidado la cachiporra, o cuando en medio de la acción salió
volando por los aires el gorro del mago Merlín...
DAVID: Eso ocurre con bastante frecuencia. Durante los ensayos de “Quiero un
caramelo” salió volando el pelo del director de la película y se quedó calvo. ¿Os
acordáis?
Los demás confirman y se ríen.
ESTER: O sea, que os divertís mucho mientras estáis trabajando. (“Tic-tac”
confirma.) Bien, vamos a dar paso ahora a otra llamada de teléfono. ¡Hola! ¿Quién
eres?
JORGE: Jorge.
ESTER: (Anota.) Jorge. Y nos llamas desde...
JORGE: Desde aquí mismo, desde Estella.
ESTER: Muy bien, Jorge. Te escuchamos.
JORGE: Yo quería hacerles una pregunta a los invitados del programa. Es que yo
soy profesor, estoy trabajando con niños pequeños, de Primaria, y alguna vez ya se
me ha pasado por la cabeza hacer teatro de títeres con ellos. Pero me ha resultado
muy difícil, por no decir imposible, encontrar textos para representar. Yo quería
preguntaros si sabéis adónde hay que dirigirse para conseguir textos de este tipo.
ESTER: (Termina de apuntar.) OK. ¿Algo más, Jorge?
JORGE: No. Sólo eso.
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ESTER: Pues muchas gracias por tu llamada. (A Tic-tac.) A ver, ¿quién quiere
responder a la pregunta de Jorge? ¿Adónde hay que ir si queremos encontrar textos
para hacer títeres?
SARAIEN: ¡Buf! Jorge tiene toda la razón, no es nada fácil conseguir textos de teatro
de títeres, ni creo que exista ningún lugar concreto donde pueda encontrarlos. Hay
alguna publicación suelta... P. ej. yo tengo aquí este libro (lo enseña a cámara): “Taller
de títeres” de Rosa Escalada Salvo. Está editado en Argentina y recoge una serie de
obritas para títeres. Pero, vamos, a nosotros no nos convence mucho ninguna. De este
libro sacamos, p. ej. , nuestro anterior montaje, “Quiero un caramelo”, pero hubo que
adaptar el texto muchísimo.
SAÚL: (A la cámara.) Nosotros, Jorge, te aconsejamos que si quieres hacer teatro de
títeres con los chavales, no te limites a representar un texto de otro: comienza
trabajando el guión con tus alumnos y verás como la experiencia es mucho más rica.
CARLOS: Hace un rato nos comentabais que la historia del príncipe Valentín había
sido escrita directamente por gente que forma parte del grupo “Tic-tac”. ¿Son,
normalmente, las propias compañías de titiriteros las que escriben los textos que luego
representan?
SAÚL: Generalmente sí. Y los textos rara vez se publican, aunque desde luego los hay
muy buenos. Algunos incluso podrían calificarse, sin exagerar, de pequeñas obras
literarias. Nosotros escribimos pensando en el público y en la representación: no nos
planteamos el publicar nuestros guiones.
ESTER: ¿De dónde sacáis las ideas que lleváis al papel y luego al escenario?
DAVID: Fundamentalmente de los cuentos: unas veces representamos los mismos
cuentos; otras, los tomamos como base y los transformamos por completo.
PAULA: Y otras veces nos inventamos nuestras propias historias, pensando siempre en
el público al que van dirigidas.
CARLOS: ¿Sirven los textos de teatro “convencional” para el teatro de títeres?
YASSINE: No, en absoluto. Para empezar, por su duración: las obras para títeres suelen
ser bastante más cortas que el teatro normal. Y además, los títeres hablan con un
lenguaje especial, un lenguaje, no de personas, sino de muñecos. El teatro de títeres
requiere unos textos muy especiales.
ESTER: Cuando representáis, ¿os ajustáis estrictamente al texto escrito o introducís
elementos y variantes que se os van ocurriendo sobre la marcha?
SARAIEN: Improvisamos y modificamos sobre la marcha el texto. Sin alejarnos
demasiado de él, vamos introduciendo pequeñas modificaciones que se nos van
ocurriendo durante los ensayos y que pensamos que pueden dar más “chispa” a la obra.
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CARLOS: Bien. Ha llegado el momento de interrumpir durante unos instantes esta
interesante charla para conectar con nuestra enviada especial en Lodosa.
Adelante, Cristina. ¿Qué tienes para nosotros?
VÍDEO: Conexión fallida.
CARLOS: Parece que tenemos problemas para conectar con Lodosa. (...) Vamos a ver
si nuestros compañeros consiguen solucionarlos. (...) ¿No?
ESTER: ¡Éstos son los inconvenientes del directo!
CARLOS: Mientras tratan de solucionar esos problemillas técnicos podemos seguir
conversando...
ESTER: (Le interrumpe.) Espera, Carlos, parece que nos indican que ya podemos hablar
con Lodosa.
CARLOS: Vamos a intentarlo. ¡Hola, Cristina! ¿Me oyes?
VÍDEO: Conexión con Lodosa / Exposición de títeres.
ESTER: Preciosa la exposición. Y oye, ¡qué curioso! Tenéis varios títeres diferentes
para cada uno de los personajes de la historia.
ALFONSO: Sí, y diferentes decorados. Hicimos más de un títere para cada personaje y
más de un decorado y así podemos utilizar en unas representaciones unos y en otras
otros. O si se nos estropea alguna marioneta, podemos sustituirla inmediatamente y sin
ningún problema por otra.
DAVID: Sí, y ya que estamos aquí, en la tele, nos gustaría aprovechar la ocasión para
agradecer a la Fundación Ángel Martínez de Lodosa, nuestro pueblo, que nos haya
brindado la posibilidad de organizar esta exposición para que todo el mundo pueda ver
nuestros títeres. Además de habernos ayudado en el montaje de la historia del príncipe
Valentín y de haber corrido con todos los gastos del mismo. Muchas gracias.
CARLOS: Hablando de la Fundación “Ángel Martínez Baigorri”, tenemos en estos
momentos al teléfono a su presidenta, Beatriz Antón, con la que vamos a conversar
un momento. Hola, Beatriz.
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BEATRIZ: Hola, Carlos. Y si me lo permites, antes que nada me gustaría mandar
un saludo a mis paisanos, los “tic-tac”; y disculparme con vosotros por no haber
podido acudir al programa.
CARLOS: Sí, porque estaba previsto que Bea Antón estuviera hoy aquí, con
nosotros en el estudio, pero por una serie de motivos ha resultado finalmente
imposible.
BEATRIZ: Así es.
CARLOS: Oye, Bea, la Fundación que tú presides lleva varios meses trabajando y
apoyando al grupo “Tic-tac” en la producción del montaje de títeres que hoy hemos
podido ver aquí, en el programa. ¿Por qué ese interés por los títeres?
BEATRIZ: Pues sencillamente porque aquí, en Lodosa, los títeres gustan mucho.
CARLOS: Es decir, que ya contáis con experiencias anteriores.
BEATRIZ: Sí, contamos con bastantes experiencias. Mira, éste es el tercer año
consecutivo que organizamos exposiciones de títeres y marionetas. La del año
pasado, por ejemplo, fue muy interesante. La trajo un titiritero italiano y algunas de
las marionetas −orientales, italianas, francesas− eran verdaderas piezas de museo.
Fue una de las exposiciones que más han gustado en Lodosa.
En el campo del teatro de títeres, solemos ofertar con relativa frecuencia y
pensando fundamentalmente en el público infantil representaciones de marionetas.
Las organizamos en fechas en que los niños no tienen escuela y la acogida, tanto
por parte de los críos como de los mismos adultos, es fantástica.
Y ya a nivel escolar, en el colegio público del pueblo llevan un par de años
trabajando el tema de los títeres, a través de un programa didáctico especial que
abarca el lenguaje, las manualidades y la expresión dramática y cuyo objetivo más
ambicioso es el de enseñar y divertir a la vez. Es un programa muy interesante y
que gusta mucho a los chavales.
CARLOS: O sea, que lo único que os faltaba es tener un grupo de titiriteros local y
ya lo tenéis.
BEATRIZ: En efecto, ya tenemos a “Tic-tac”.
CARLOS: Pues muchas gracias, Beatriz, por habernos dedicado un poco de tu
tiempo.
BEATRIZ: Ha sido un placer. Hasta luego.
CARLOS: Adiós.
ESTER: (A Tic-tac.) Retomando las palabras de Bea Antón, parece ser que en vuestro
pueblo, en Lodosa, existe un indudable interés hacia los títeres que se remonta a varios
años atrás. Y a mí me gustaría preguntaros: ¿es ese interés de Lodosa por los títeres algo
aislado o se detecta también interés en otras localidades?
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ALFONSO: Bueno, yo creo que en los últimos tiempos los títeres están cobrando un
relieve que quizás nunca llegaron realmente a perder. Se está haciendo mucho teatro de
títeres, no sólo en localidades pequeñas como Lodosa sino incluso en las ciudades, con
una muy buena respuesta por parte del público. Voy a leerte unos datos que tengo
anotados aquí:
En Barañáin, muy cerca de Pamplona, se organizó hace escasamente seis meses un
ciclo de teatro de títeres. Acudieron compañías muy importantes, procedentes de
lugares bastante lejanos. Hubo una, p. ej., de Bulgaria. En cuanto a la asistencia del
público, se registró un lleno casi total en la mayor parte de las funciones.
Poco después se ofrecieron varias representaciones de títeres en el teatro Gayarre de
Pamplona y con también bastante éxito de público.
En Madrid se inauguró en el mes de agosto pasado una importantísima exposición
de títeres de todo el mundo. Y suelen darse funciones de títeres, al aire libre, en el
Parque del Retiro. Funciones, por supuesto, populares y gratuitas.
Y como éstos, podría leerte otros datos que parecen confirmar que, en general, los
títeres siguen despertando interés en la actualidad.
ESTER: Llevamos ya bastante tiempo hablando de los títeres y del teatro de títeres. Ha
llegado el momento de escuchar a la gente de la calle. La gente normal, ¿sabe lo que es
un títere? ¿Sería capaz de manejarlo? ¿Ha visto alguna vez un espectáculo de títeres?
Para intentar encontrar la respuesta a todas estas preguntas ha salido a la calle nuestro
compañero Erik Gil. Y esto es lo que le han contestado.
VÍDEO: Encuesta en la calle.
ESTER: Parece ser que estábamos en lo cierto, que la gente de la calle sabe
perfectamente qué es un títere, incluso algunos de los encuestados poseen ciertas
habilidades “titiritirescas”. ¿No creéis?
MIREIA: Ya lo creo. A mí me ha llamado la atención, sobre todo, la señora del carrito
del niño. ¿Sabes cuál digo? (Ester asiente.) Parece que sabe muchísimas cosas acerca de
los títeres.
SAÚL: Sí. Y a mí me ha gustado cómo ha manejado el títere el señor de barbas. Ha
estado muy gracioso.
CARLOS: Estamos llegando ya al final del coloquio. Vamos a comentar ahora un
poco, si os parece, el papel de los espectadores. ¿Son importantes los espectadores en el
teatro de títeres?
YASSINE: Son más que importantes: son imprescindibles. Y es que sin público no hay
espectáculo. Pero eso ocurre en todos los espectáculos, no sólo en los de títeres.
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DAVID: (Replica.) Bueno, en eso no estoy del todo de acuerdo contigo, Yassine. Es
cierto que los espectadores son esenciales para cualquier espectáculo, pero para el teatro
de títeres mucho más. Muchas veces las marionetas hablan directamente con el público,
le piden ayuda, buscan la complicidad de los espectadores.
MIREIA: Es verdad. Y eso no se da en todos los espectáculos.
CARLOS: ¿Y cuál es la función de estas llamadas a los espectadores?
PAULA: Es una forma de hacer que el público se meta en la obra, que se convierta en
un personaje más. Y al público le gusta hacerlo, le resulta divertido.
ESTER: Bueno, os voy a cortar porque no nos queda mucho tiempo y hay que dar
entrada a la última llamada telefónica del programa. Hola, ¿con quién hablo y desde
dónde llamas?
ADRIÁN: Con Adrián, de Tafalla.
ESTER: (Toma nota.) Adrián de Tafalla, ya sé que no es justo pero te voy a pedir
que seas muy breve.
ADRIÁN: Bueno, es que yo quería decir varias cosas que me parecen
importantes...
ESTER: Y no dudo de que lo sean, pero te repito que no hay tiempo. Tendrás que
elegir una de ellas.
ADRIÁN: Entonces me limitaré a hacer una pregunta. A ver, normalmente se
asocian los títeres con el público infantil. Y a mí me gustaría saber si existen títeres
para adultos.
ESTER: Gracias, Adrián, por tu llamada. Y espero que la próxima vez que llames
al programa tengamos más tiempo para ti. Hasta pronto.
ADRIÁN: Adiós.
ESTER: ¿Hay títeres para adultos o se trata de un espectáculo dirigido siempre y
especialmente a los niños? ¿Quién contesta?
SAÚL: Yo mismo contesto. Los títeres suelen hacerse casi siempre pensando en los
niños, pero también hay títeres para adultos, aunque hay que reconocer que muy pocos.
Todos hemos visto por televisión “Las noticias del guiñol”, ¿no? Pues he ahí, sin ir más
lejos, un ejemplo de títeres para adultos.
CARLOS: Y ahora si que ya no queda tiempo para más. Pero antes de despedir a
nuestros invitados, a Ester y a mí nos gustaría leer unas notas que hemos ido tomando a
lo largo del coloquio y que sintetizan de algún modo lo que se ha dicho aquí.
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ESTER: Hoy hemos tenido con nosotros a “Tic-tac”, un grupo teatral que, además de
contarnos cosas muy interesantes acerca de los títeres, nos ha ofrecido una
representación de marionetas: “La historia del príncipe Valentín y del ingenioso
Listillo”. Ellos nos decían que el teatro de títeres es un tipo de teatro diferente del teatro
“convencional” y que no resulta tan sencillo como normalmente se cree: hay que saber
mover las marionetas con gracia, prestar la voz adecuada a los personajes y, sobre todo,
ser capaces de hacer reír: hacer reír a niños y adultos.
CARLOS: Cuando preparan una representación de títeres, los titiriteros comienzan por
escribir el guión. Unas veces sacan las ideas de los cuentos; otras inventan sus propias
historias. Pero siempre, siempre, utilizan un lenguaje muy especial: un lenguaje de
muñecos.
ESTER: Tras el guión, viene la fabricación de las marionetas y la elaboración de los
decorados. “Tic-tac” nos ha demostrado que es posible confeccionar una marioneta con
materiales tan sencillos como un calcetín o una pelota de tenis. Lo que no quiere decir
que no haya títeres fabricados por artistas, que constituyen verdaderas piezas de museo.
CARLOS: Y antes de la representación hay que ensayar: muchas horas de ensayos,
divertidos pero, al mismo tiempo, duros.
ESTER: Parece ser que en la actualidad vuelve a haber un gran interés hacia el teatro
de títeres. Cuando se organizan representaciones, el público acude con gusto y con
frecuencia llena los recintos donde tienen lugar las mismas.
CARLOS: Un público que es esencial en el teatro de títeres. Un público que, llamado
por los propios títeres, se comunica y colabora con ellos, se mete en la obra, participa
como un personaje más. Se hace cómplice de los títeres.
ESTER: Finalmente, “Tic-tac” nos aclaraba que aunque el teatro de títeres se suele
hacer pensando en los niños, también hay títeres para adultos.
CARLOS: Bueno. Ya sólo resta dar las gracias a Alfonso, David, Saúl, Saraien, Mireia,
Paula y Yassine por haber estado hoy aquí, con nosotros, divirtiéndonos con su
“Historia del príncipe Valentín y del ingenioso Listillo” y contándonos cosas tan
interesantes. (A los invitados.) Os deseamos toda la suerte del mundo en vuestra carrera
como titiriteros.
ESTER: (A la cámara.) Y a todos vosotros, que habéis seguido tan amablemente el
coloquio, esperamos que éste haya sido de vuestro agrado y no dudamos que
volveremos a encontrarnos, aquí mismo, en el próximo. Os dejamos ahora de nuevo con
Mónica y Mikel.
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Vuelven a aparecer los presentadores Mónica y Mikel.
MÓNICA: Muchas gracias. Y así llegamos al final del programa.
MIKEL: Sí, pero no podemos despedirnos sin antes comunicar el resultado de nuestra
encuesta telefónica. ¿Son los títeres algo pasado de moda o, por el contrario, siguen
gustando al público actual?
MÓNICA: De los 248 espectadores que se han animado a telefonear, el 92,7% opina
que el teatro de títeres sigue gustando hoy día, frente a un escaso 7,3% que no parece
disfrutar con este tipo de espectáculo.
MIKEL: Resultado que, mira por donde, Mónica, viene a corroborar algo que se ha
dicho durante el coloquio y que me ha llamado la atención: y es que últimamente se está
haciendo mucho teatro de títeres y que el público acude con gusto a estas funciones,
llenando con frecuencia los recintos donde se realizan.
MÓNICA: Así es, Mikel. Y no creas que se trata de un público exclusivamente infantil.
Seguro que muchos adultos no pierden la ocasión de acercarse a los títeres, quizá
buscando el niño que, afortunadamente, muchos de ellos siguen llevando dentro.
Se oyen golpes, como si alguien llamara a la puerta.
MÓNICA: ¿Qué es eso?
MIKEL: No te asustes. Es Terry. Es que le he prometido que si se portaba bien le
dejaría despedir el programa.
MÓNICA: (A la cámara) Pues bueno. Como lo prometido es deuda, Mikel y yo os
dejamos con Terry. Adiós.
MIKEL: Hasta la próxima.
Primer plano de Terry el Terrible.
TERRY: ¡Qué par de pesados! ¡Pensaba que no se iban a callar nunca! Bueno, voy a
despedir el programa. Pero antes quiero mandar un saludo a las marionetas que han
representado la obra.
De repente aparece la princesa Tontina. Da un empujón a Terry.
TONTINA: ¡Espera un poco, listorro! ¡No querrás despedir el programa tú solo! Yo
también quiero despedirme de los espectadores. ¡Para eso soy una princesa y, además, la
protagonista de la obra que hemos visto! ¡La más importante!
TERRY: (Resignado.) ¡Bueno! ¡Va! ¡No seas pesada! Empieza tú.
TONTINA: (Carraspea. Con voz afectada.) Damas y caballeros, niños y niñas, público en
general: Terry y yo, en nombre de todos todos los títeres del mundo, deseamos que os
hayáis divertido con el programa de hoy y que no os olvidéis de nosotros nunca.
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TERRY: Sí. Y que cada vez que haya una función de títeres en vuestro pueblo o
ciudad, o en el pueblo o ciudad de al lado, no dejéis de ir a verla. ¿Nos prometéis que lo
haréis? Porque sino, mis amigos me lo dirán y yo me pondré muy triste. (Solloza.)
¿Vale?
TONTINA: Entonces, nos veremos en la próxima función. (Manda un beso a los
espectadores.)
TERRY: Os estaremos esperando. ¡No faltéis a nuestra cita! ¡Hasta la vista, amigos!
TONTINA: ¡Adiós amigos!
TERRY: ¡Adiós!
Los títeres miman gestos de adiós. Aplausos.
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