Aspectos a tener en cuenta en el entore Ing.Agr. Andrés De Grossi Instituto Plan Agropecuario a quedado atrás un invierno singularmente duro para la ganadería. El mismo se caracterizó por un clima en el que se conjugaron fuertes y frecuentes heladas, intercaladas con períodos de lluvia, frío, falta de sol y altos porcentajes de humedad. Eso fue determinante para que muchos rodeos hayan experimentado un acentuado desmejoramiento en su estado. Hoy se constata un importante deterioro de las reservas de los vacunos sobre todo referidas al estado corporal que presentaban los animales en el pasado otoño. Si bien es cierto que las pérdidas invernales son prácticamente inevitables, es claro que este proceso resultó más intenso que lo técnicamente aconsejado. Por esa razón, a esta altura del año aún se verifica un importante número de animales en mal estado, en prácticamente todas las categorías. H Los principales factores responsables de esta situación han sido la disminución de la calidad del forraje consumido durante el invierno, los aumentos en los requerimientos energéticos por el 30 / diciembre - 2002 intenso frío, y un notorio incremento de problemas sanitarios, tal es el caso del saguaypé. La intensa brotación de los campos registrada en las últimas semanas, constituye un aporte importante en calidad y cantidad, lo que permitirá recuperar estado rápidamente sobre todo a aquellas categorías de recría, falladas y de engorde. Para los ganados de cría en cambio, la salida del invierno e inicios de primavera está siendo muy difícil, ya que los requerimientos de los vientres se han incrementado notoriamente y están con niveles muy bajos de reservas corporales. El estado de estos grupos de animales, en la mayoría de los casos, es bastante deficitario lo que probablemente incida negativamente en la preñez del próximo período reproductivo. En resumen hoy existen muchos rodeos de cría que a pesar de haber entrado con buena condición corporal al invierno, han tenido una pérdida de reservas que fue mucho más allá de lo que puede ser compatible con una adecuada performance reproductiva en el entore. Con condiciones corporales al parto cercanas a 3, no se puede pretender un adecuado nacimiento, una buena lactancia y además buenos porcentajes de preñez, si no se toman medidas de manejo que apunten a revertir esta situación. En esa dirección, pretendemos con este artículo dar algunas pautas que clarifiquen las acciones a adoptar para obtener buenos resultados productivos en el entore, y no tener sorpresas desagradables en el momento del diagnóstico de gestación. Aspectos sanitarios Sin ningún lugar a dudas este ha sido un año muy complicado en cuanto a mantener una adecuada sanidad en el ganado. Los parásitos gastrointestinales y el saguaypé han provocado mermas notorias en los rodeos. Asociado al saguaypé también los problemas de clostridiosis, han provocado muertes y pérdidas por encima de lo normal. Si a la pobre condición corporal de algunos ganados de cría le sumamos una alta carga parasitaria el desempeño reproductivo de los mismos seguramente será muy malo. Por lo tanto, mantener una adecuada sanidad en el rodeo de cría se torna una medida incuestionable y que no podemos darnos el lujo de desatender. Cada establecimiento tiene sus particularidades, por lo cual sería conveniente el debido asesoramiento veterinario para desarrollar estrategias de control y prevención de enfermedades. Revisación de toros Si bien los reproductores deberían haber sido revisados por lo menos con 60 días de anticipación al entore, ésta es una práctica que no podemos obviarla de ninguna manera. No olvidemos que una vaca tiene el potencial de dar un ternero por año, pero un toro tiene la capacidad de servir a 40 o 50 hembras. Si ese toro tiene problemas de patas, pene, semen, u otro tipo de deficiencias, no va a poder cumplir eficazmente con su función de reproductor. Si además es un toro dominante y no deja trabajar a otros que sí están aptos, los resultados serán peores aún. Ni qué hablar de las enfermedades reproductivas, que en estos tiempos han resurgido de forma importante. Según encuestas realizadas (Proyecto INIA-Dilave), el 82% de los productores no realiza ninguna evaluación de sus toros antes del servicio. Este dato se agrava aún más cuando detectamos que aquellos que sí lo hacen, encuentran que entre un 20 y 25 % de los toros de uso del establecimiento padecen algún problema que los inhabilita para el servicio en forma temporaria o permanente. De nada vale tener vacas en buen estado corporal, ciclando normalmente, si los toros no están en un 100% de sus posibilidades para servir y preñar en el menor tiempo posible. Por lo tanto, ésta aparece como una práctica muy recomendable y altamente rentable. Clasificación por condición corporal Una de las tareas más importantes a realizar, es clasificar las vacas con cría al pie en lotes con estados nutricionales similares, a los efectos de definir estrategias para cada una de ellas. Los escasos recursos económicos que tiene el sector criador debería dirigirlos a aquellas categorías que más lo precisan, y jamás tomar medidas al barrer. En este sentido, la mejor manera de apartar los lotes por estado nutricional, es utilizar la escala de clasificación por condición corporal. La misma describe una secuencia de estados del 1 a 8, donde la 1 es una vaca sumamente flaca y debilitada, y la 8 una vaca excesivamente gorda. A las vacas con condición corporal 4 o más, se las debería destinar con sus crías a campos con una disponibilidad media de forraje, con el fin de que simplemente mantengan su estado al comienzo y durante el entore. Con esa única medida podremos asegurar un porcentaje de preñez del 80% o más con un mínimo costo. A los vientres paridos que presenten condiciones corporales entre 3,5 y 4 se los debería apartar con sus terneros a potreros con buena disponibilidad de pastura, y al comienzo del entore realizar destete temporario de sus terneros. El mismo consiste en la aplicación de una tablilla nasal durante 11 días, a aquellos terneros que tengan más de 45 días de edad y pesen como mínimo 60 kgs. Se debe cuidar especialmente durante este período a los terneros de la infestación por lombrices. Con esta práctica, y en esta categoría de animales, podremos pasar de índices de preñez del 50% sin tomar ninguna medida, a guarismos cercanos al 80%, por el solo hecho de apartarlas, darles mejor alimentación, y usar una tablilla cuyo costo es insignificante, ya que puede ser usada durante muchos años. Para las vacas que presenten estados corporales menores a 3,5 (situación actual de un número importante de rodeos en varias zonas de cría) a nuestro criterio deberíamos definir otra estrategia. La primera medida consiste en destinarles el mejor nivel alimenticio posible. Sería recomendable destinarlas a campos naturales con baja carga y pocos ovinos o bien a mejoramientos extensivos. Paralelamente es conveniente realizar al comienzo del entore un diagnóstico de actividad ovárica, para separar objetivamente tres subgrupos de animales, a los cuales se les debe tratar en forma diferente: • A los vientres en anestro definido, realizar destete precoz a sus crías. Dicha práctica se realiza con terneros con un mínimo de 75-80 kgs de peso y 60 días de edad, y está pensada de forma de sustituir la leche materna por raciones de alto valor proteico y energético con el fin de interrumpir definitivamente la lactancia de la madre, mejorando su nivel de reservas, lo que les permitirevista del Plan AGROPECUARIO / 31 ría volver a ciclar con altas probabilidades de quedar nuevamente preñadas. En caso de tener praderas de muy buena calidad y disponibilidad, se puede eliminar el concentrado sin afectar la performance del ternero. • A las vacas que aún estando en anestro, presentan síntomas de un pronto reinicio de la actividad sexual, como ser ovarios con folículos desarrollados, un mejor tono uterino, etc, quizás valga el intento de levantar el anestro de una forma más económica, aplicando el destete temporario. Si por alguna razón no se quiere o no se puede realizar el intento, habría que encarar el destete precoz tal cual fue descripto anteriormente. • Para los vientres que aún estando en condición corporal menor a 3,5 estén ciclando (sólo entre un 20 y un 30 % de esta categoría lo logra), no se deberían tomar demasiadas medidas, con excepción de intentar que mejoren su nivel de reservas corporales lo más posible antes del invierno siguiente. Para ello destetes anticipados (4 a 5 meses de edad de sus terneros) y mejoras de la alimentación pueden ser los caminos a seguir. Vacas de 2º entore Esta categoría constituye un capítulo aparte, y como tal debemos tratarla. Trabajos de Facultad de Agronomía, INIA, y experiencias extranjeras, coinciden en que para que la vaca de segundo entore tenga una adecuada performance reproductiva debe presentar estados corporales superiores en un punto a las vacas multíparas en todo momento del año. Si sa32 / diciembre - 2002 bemos que las vacas adultas deberían llegar con una condición de 4 al comienzo del entore, para lograr una preñez cercana al 80%, en la categoría de segundo entore, dicha condición debería ser de 5. Los relevamientos en la región Centro del país nos indican que en general esta categoría con su primer ternero al pie presenta estados corporales cercanos a 3, y en un profundo anestro. Por lo tanto para que esta categoría reinicie rápidamente la actividad sexual, y no se alargue demasiado el intervalo entre partos, habría que pensar seriamente en la aplicación del destete precoz de sus crías, además de brindarles muy buenas pasturas. Vaquillonas de primer entore a los 2 años Para esta categoría no realizaremos muchas indicaciones más que aquellas que los productores ya conocen, no obstante conviene enfatizar dos aspectos fundamentales: 1. Cuidar el peso al inicio del entore. No entorar vaquillonas de menos de 270-280 kgs (razas británicas). Sabemos que el invierno interrumpió seriamente el normal crecimiento de estos animales jóvenes, que en muda de dientes, mal alimentadas, y con altas cargas parasitarias perdieron peso aceleradamente y hoy todavía se ven algo disminuidas. Por lo tanto se deberían manejar aparte en potreros con buena disponibilidad de forraje para intentar lograr los pesos mínimos anteriormente citados. 2. Usar para esta categoría, toros que presenten EPD´s con bajo peso al nacer. Si bien es bueno que tengan valores altos en los EPD´s para destete, 15 meses o 18 meses, lo primero que tiene que hacer el ternero para expresar ese potencial productivo, es nacer. Hemos visto problemas de distocia muy serios en la parición de vientres primerizos por no tener en cuenta este aspecto. CONSIDERACIONES FINALES A pesar de la muy buena primavera que estamos viviendo, los ganados de cría están en términos generales con un estado corporal que no permite augurar un buen resultado productivo, y es muy posible que esto conduzca a que se pierdan cientos de miles de terneros, que no nacerán en el año 2003 si no se toman medidas de manejo. Sería lamentable no aprovechar el potencial que están brindando hoy los campos, capitalizándolo en un número importante de terneros en la próxima parición. Con este artículo hemos intentado discutir los principales criterios a considerar en cada una de las categorías del rodeo, aplicando no sólo el conocimiento ya generado y validado a nivel nacional, sino también analizando donde y cuando gastar diferencialmente los recursos para obtener el mejor retorno.