52 Sentados en el suelo y teniendo cada uno delante el manojo de plantas por él recogidas, entablamos la conversación sobre la gran diversidad de especies que en tan poco tiempo y espacio habíamos obtenido, lo cual era un indicio de la riqueza de la flora de aquel terreno. Y, sin embargo, todos hablan de la aridez de Castilla, de sus llanuras y cerros pelados, del triste aspecto, de la desnudez de estas tierras, de la pequeña talla de sus matas y hierbas, de la escasez de su arbolado: en suma, de la pobreza de esta vegetación. H i cimos ambas observaciones para establecer con fijeza la d i s tinción necesaria entre vegetación y flora, términos tan f r e cuentemente confundidos. A este propósito y como dato interesante para afirmar esa distinción, hicimos constar la diferencia que existe con respecto á estos términos entre nuestra provincia de Madrid y las Islas Británicas: con no ser dicha provincia de las más ricas en plantas, cuenta, no obstante , una cuarta parte más de especies vegetales que aquellas islas reunidas. No obstante lo cual, todos oímos hablar de los bosques sombríos, de los parques espléndidos, de los verdes valles de Escocia y de Irlanda. De donde resulta que nuestra flora es rica, es decir, que poseemos gran número de especies, mientras que nuestra vegetación es pobre, es decir, que aquellas especies están representadas por escaso número de individuos; sucediendo lo contrario en las islas citadas, que tienen una rica vegetación, ó sea, muchos ejemplares de muy pocas especies y con un mayor desarrollo todos ellos. Con este motivo, citamos también otro dato de un discurso de nuestro eminente botánico D. Máximo Laguna, el cual dice: «No hay en ella (España) regiones de más verdura, de más rica vegetación que la región cantábrica, que Galicia; y, sin embargo, ni Galicia ni Asturias pueden igualarse en la variedad y número de tipos vegetales á la provincia de Cádiz, á la de Málaga ó á la de Granada, á pesar de abundar en estas las montañas desnudas de arbolado, los llanos esteparios y los saladares y marismas.»