Fundamentos del hilozoísmo en 49 puntos 1. En tanto en cuanto existe solo una realidad, solo puede haber un conocimiento, una visión del mundo común a todos. Por otro lado, muchas visiones sobre la vida son posibles, debido a dife ­ rentes necesidades y orientaciones, caracteres y niveles individuales, pero estas visiones de la vida deben todas reposar sobre la base común de conocimiento proporcionada por hechos esoté­ ricos. 2. En la etapa actual de desarrollo de la humanidad, la visión del mundo hilozoísta no puede ser más que una hipótesis de trabajo. Sin embargo, cuanto más se desarrolle la humanidad, más evi­ dente se hará que esta hipótesis es incomparablemente superior a los sistemas hipotéticos de la ignorancia en ciencia, filosofía, teología y ocultismo. 3. La unilateralidad de la especulación en la esfera de la teoría del conocimiento se hace eviden­ te en lo siguiente: – el materialismo dice que “todo es materia” – el subjetivismo en filosofía y ocultismo, que “todo es conciencia (espíritu)” y – la física moderna, que “todo es energía”. Cada una de las tres se ha concentrado solo en un aspecto de la existencia. Son visiones parciales de una realidad que es simultáneamente: 4. Materia, conciencia y fuerza o movimiento. Son los aspectos objetivos, subjetivo y dinámico de la realidad. Se combinan juntos de manera indisoluble, pero sin conversión o confusión en la sín­ tesis hilozoísta. 5. Los tres aspectos de la realidad deben ser inmediatamente auto­evidentes incluso para el inte­ lecto más simple sin que sea posible explicarlos a partir de ninguna otra cosa. 6. La base original de todo es la materia primordial. No tiene límite en tiempo y espacio, está más allá del tiempo y del espacio, es absolutamente densa, es absolutamente elástica, eterna­ mente inconsciente, contiene todas las cualidades conocidas y desconocidas de la vida, inclu­ yendo la conciencia en un estado potencial, y posee una energía dinámica (auto­activa) denomi­ nada dynamis. 7. La acción de dynamis en la materia primordial produce átomos primordiales. Estos son las partes de la materia menores posibles, son simples, no compuestos y por lo tanto indestructibles. 8. Solo cuando los átomos primordiales han sido creados es posible para la materia crear formas. Esto se lleva a cabo mediante la combinación de átomos primordiales para formar tipos atómi­ cos compuestos (los átomos primordiales son de tipo atómico nº1 ) 2­49, en cuyo proceso los 49 tipos atómicos son los materiales de construcción de 49 tipos diferentes de materia con las formas modeladas a partir de ellas. 9. Estos 49 tipos atómicos construyen el globo que se denomina cosmos. 10. Los 49 tipos de materia atómica que constituyen el cosmos son diferentes entre si en su composición de átomos primordiales. Esto implica que cada mundo atómico tiene su propia di­ mensión, duración (intervalo de tiempo), conciencia y movimiento (energía). También implica que la percepción del espacio y el tiempo es diferente en los diferentes mundos. 11. En los siete mundos cósmicos inferiores, 43­49, existe una composición adicional de sus tipos atómicos para formar moléculas materiales de 42 tipos. A partir de esta materia molecular se forman incontables sistemas solares. 1 12. La conciencia puede ser actualizada, despertada a la vida, solo en la materia atómica. Esto sucede primero en un proceso en el que la materia superior se compone en materia inferior (1­ 49), lo que se denomina involución, luego en un proceso en el que la materia inferior se disuelve en materia superior (49­1), denominado evolución. 13. Involución y evolución son dos procesos que se condicionan el uno al otro. Juntos constitu­ yen el gran proceso de la manifestación. 14. A través del gran proceso de la manifestación el cosmos es formado, mantenido, su propósito es llevado a cabo y es finalmente desmantelado. 15. Desde el aspecto conciencia, la involución implica que la conciencia es despertada a la vida (es actualizada); la evolución implica que la conciencia se vuelve auto­activa y más tarde (a partir del reino humano) también auto­consciente en tipos progresivamente superiores de mate­ ria. 16. Cuando a través de la involución el átomo primordial ha llegado “descendiendo” al mundo 49, su conciencia ha sido actualizada de manera que puede funcionar como un individuo. 17. El átomo primordial, que es la menor parte posible de materia, de este modo se convierte en el menor punto firme posible para la conciencia individual. 18. Dado que el átomo primordial es indestructible, esta individualidad es inmortal. 19. El átomo primordial retiene la memoria de todo lo que ha experimentado alguna vez desde que surgió. La memoria se convierte en latente pero puede ser re­suscitada a través del contacto con la realidad correspondiente. 20. El fondo de experiencia latente recogida del átomo primordial determina su manera única de captar y de actuar con su entorno. Este carácter individual es indestructible y único para cada átomo primordial. 21. La conciencia de cada átomo primordial es común con la de todos los demás átomos pri­ mordiales en el cosmos. Esto es el resultado de haber solo una conciencia en la que todos los áto­ mos primordiales tienen una participación que no pueden perder. 22. Más aún, cada átomo primordial entra en un gran número de colectivos materiales, formas de la naturaleza, en el cosmos. El átomo primordial tiene una conciencia común de tipo caracte­ rístico con cada uno de estos colectivos. 23. Cada individuo y cada colectivo en el cosmos pertenece a uno de los siete tipos fundamenta­ les. 24. De igual manera que la materia superior construye y penetra la materia inferior, la conciencia superior capta y comprende todos los tipos inferiores. Por contra, la conciencia inferior no puede captar a la superior, sino que esta parece no existir para la inferior. 25. El átomo primordial desarrolla su conciencia en envolturas, en formas hechas de la materia de los mundos respectivos. 26. Todo el cosmos constituye una serie de formas de vida cada vez más refinadas que sirve para proporcionar a la conciencia atómica primordial, paso a paso, los “órganos” que necesita para su desarrollo. 27. En cada átomo, molécula, organismo, mundo, planeta, sistema solar, etc., existe un átomo pri­ mordial en una etapa superior de desarrollo a la de los demás átomos primordiales que entran en esta forma de vida. Este átomo primordial es un yo, una mónada, en su envoltura. Los yoes 2 atómicos primordiales que participan en etapas inferiores sirven a su desarrollo y al de los de­ más constituyendo colectivamente la envoltura. 28. El aspecto movimiento incluye todos los acontecimientos, todos los procesos de la naturaleza y de la vida, todos los cambios. Todo está en movimiento, y todo lo que se mueve es materia. 29. Existen específicamente tres causas principales de movimiento: dynamis, energía material, y voluntad. 30. La causa original de todo movimiento, la fuerza primordial una, es la energía dinámica de la materia primordial. Dynamis crea los átomos primordiales y los mantiene. Dynamis actúa en todo átomo primordial y solo en los átomos primordiales, que penetran toda la materia. 31. La energía es materia en movimiento. Todos los tipos superiores de materia son energía en relación a todos los tipos inferiores de materia. La materia se disuelve, no en energía, sino en materia superior. 32. La voluntad es la acción de dynamis a través de la conciencia activa. La conciencia activa es por tanto la capacidad de la conciencia de permitir a dynamis actuar a través suyo. 33. La transición en la manifestación de involución a evolución implica que la conciencia se vuelve auto­activa gradualmente. 34. En la evolución, la conciencia en cada nuevo tipo de materia (de tipo atómico y molecular) es solo pasiva de entrada, es decir, solo se activa bajo influencias externas. Posteriormente se con­ vierte en auto­activa y como tal al principio subjetiva, es decir, incompletamente determinada por la realidad objetiva. Finalmente se convierte en auto­consciente y objetiva en esta materia: “yo estoy viendo esto”. 35. En los tres reinos naturales inferiores de la evolución, la activación de la conciencia es un proceso inconsciente y automático, que en el reino humano eventualmente se hace consciente. En reinos superiores es el resultado de actividad de conciencia auto­iniciada. 36. La evolución de la conciencia del átomo primordial (la mónada) se lleva a cabo en una serie de reinos naturales progresivamente superiores, seis en el sistema solar y seis en los mundos cósmicos. 37. La conciencia de la mónada “duerme” en el reino mineral, “sueña” en el reino vegetal, despierta en el reino animal, adquiere auto­conciencia en el reino humano, y conocimiento de la existencia en el quinto reino natural. 38. El significado de la existencia es el desarrollo de la conciencia. La meta de la existencia es omnisciencia y omnipotencia en todo el cosmos. 39. El proceso implica desarrollo: con respecto al conocimiento de la ignorancia a la omniscien­ cia, con respecto a la voluntad de la impotencia a la omnipotencia, con respecto a al libertad del cautiverio al poder ofrecido por la aplicación de las leyes, con respecto a la vida desde el aisla­ miento a la unidad con toda la vida. 40. Todas las formas materiales están sujetas a la ley de transformación. Son formadas, cambian, se disuelven, con lo cual nuevas formas toman el lugar de las viejas. Los átomos primordiales que constituyen estas composiciones materiales al hacerlo tienen oportunidades de tener constantemente nuevas experiencias en nuevas formas. 41. Cuando su forma se renueva, todos los organismos (plantas, animales, hombres) obtienen una forma de vida similar a la anterior, hasta que el desarrollo de su conciencia requiera una forma específicamente diferente, superior. 3 42. Un retorno desde un reino natural superior a uno inferior es imposible. 43. Existen leyes en todo y todo es una expresión de la ley (el axioma fundamental del hilozo­ ísmo). 44. En lo que concierne a la humanidad, las siete leyes más importantes de la vida son: la ley de libertad, la ley de unidad, la ley del desarrollo, la ley de auto­realización, la ley del destino, la ley de cosecha y la ley de activación. 45. La ley de libertad: cada mónada es su propia libertad y su propia ley dentro de los límites esta­ blecidos por el igual derechos de todos. La ley de unidad: todas las mónadas constituyen una unidad. Para lograr la expansión supraindi­ vidual de la conciencia, cada mónada debe percibir esta unidad. La ley de desarrollo: todas las mónadas desarrollan su conciencia. La ley de auto­realización: cada mónada debe adquirir por si misma todas las cualidades y capaci­ dades necesarias para la omnisciencia y omnipotencia finales. La ley del destino: existen fuerzas actuando sobre cada mónada con vistas a las experiencia nece­ sarias. La ley de cosecha: todos lo bueno y lo malo que hemos ocasionado de pensamiento, sentimiento, palabra y acción se nos devuelve con el mismo efecto. La ley de activación: el desarrollo del individuo es posible solo a través de la actividad auto­inicia­ da de la conciencia. 46. La Ley es la suma de todas las leyes de la naturaleza y las leyes de la vida. Todas las mónadas están sujetas a la Ley. La omnipotencia es solo posible mediante la aplicación absolutamente in­ falible de las leyes en su totalidad. 47. El mal son todos los errores con resentir a la ley, en particular el odio en todas sus innumera ­ bles formas. Todo el mal con el que el individuo se encuentra es de su propia factura. 48. Es tarea de la visión de la vida descubrir y describir las leyes de la vida e indicar los méto­ dos de su aplicación. 49. Es tarea de todos el mundo aplicar las leyes de la vida tanto como su visión y capacidad lo permitan. Es la meta del desarrollo social que la ley humana, la comprensión de la ley y el poder para aplicar la ley estén de acuerdo con las leyes de la vida, la evolución de la vida y la meta de la vida. Lars Adelskogh, 7 de Noviembre 1983. 4