EL MODELO ARISTOTÉLICO. Aristóteles nació en Estágira de Tracia en el 384 ó 383 a.C. y, en su filosofía, parte del platonismo, aunque marcará distancias con respecto a éste, adoptando una postura crítica frente a la filosofía de Platón. Su desacuerdo con Platón afecta, primero, a la teoría de las Ideas, pues considera que las cosas individuales constituyen la verdadera realidad; y segundo, en consecuencia, critica la teoría platónica del conocimiento sensible como punto de partida de todo conocimiento. CARACTERÍSTICAS DEL MODELO ARISTOTÉLICO. Aristóteles coincide con Platón en : la organización del saber, la realidad física, el hombre en sus aspectos individual y social, las cuestiones éticas y políticas, el problema del conocimiento; pero los trata desde una perspectiva diferente. El cambio de perspectiva se debe a la influencia que tuvieron en su sistema los estudios del mundo animal llevados a cabo mediante investigaciones empíricas. La orientación empírica de Aristóteles se manifiesta también en el terreno de la política. La importancia concedida a estas investigaciones presupone el rechazo de la dialéctica platónica como grado supremo de conocimiento y ciencia de la verdadera realidad, sustituyéndola por un nuevo instrumento de conocimiento que es la lógica. LA CLASIFICACIÓN DE LAS CIENCIAS. Aristóteles entiende la universalidad de la ciencia como el resultado de la conjunción de todos los saberes. El saber está articulado en diversas ciencias particulares y autónomas. El conjunto de todas constituye la ciencia: el conocimiento de todos los aspectos de la realidad. Partiendo de que la ciencia abarca la totalidad de lo que hay, la necesidad de clasificar tan diversos objetos da lugar a la aparición de las diversa ramas de la ciencia o ciencias particulares. Aristóteles establece tres grupos de ciencias: • Teoréticas o especulativas, tienen por objeto alcanzar el conocimiento teórico de la realidad: la física filosofía segunda; la matemática, y la filosofía primera o teología (que más adelante recibirá el nombre de metafísica). • Prácticas, que se ocupan de la acción humana individual o social en cuanto se dirige a conseguir algún fin. Son la ética y la política. • Poéticas, que se ocupan de la producción de cosas y constituyen las distintas artes, como la poética o la retórica. Aristóteles funda la lógica como instrumento al servicio de todas las ciencias. Distingue dos tipos de lógica: • La lógica formal, técnica que se ocupa de las leyes y reglas del razonamiento, en particular del silogismo. • La lógica material, entendida como medio de acceso a la realidad misma. En ella se ocupa de los problemas de la definición y de la demostración. FILOSOFÍA PRIMERA. 1 De entre todas las ciencias, la filosofía primera (o teología) es para Aristóteles la ciencia de las ciencias. La filosofía primera estudia el ser en cuanto tal, es decir, los aspectos del ser que son comunes a todos los seres. Es una teoría de las causas y principios del ser, de lo que hace que las cosas sean. EL CONCEPTO DE SER. Aristóteles admite que lo que nace y muere puede recibir el nombre de ser. No es tampoco un concepto equívoco, que tenga significados diferentes, sino un concepto análogo, que se puede aplicar con ciertos matices a las distintas cosas que encontramos en el universo, porque, aunque de modo diferente, todas las cosas son. SUSTANCIA Y ACCIDENTE. Para Aristóteles hay, pues, distintos modos de ser; aunque lo verdaderamente existente son los seres singulares (entelequias o sustancias). Así, todo lo que existe es o sustancia o cosas que afectan a la sustancia, los accidentes. Ambos conceptos son descritos y definidos por Aristóteles de diversas maneras: • En tiende, primero, por sustancia aquello que existe en sí y no en otro. Cumplen esta condición los cuerpos simples (tierra, agua, aire y fuego) y los compuestos de éstos. También llama sustancia a la esencia de cada cosa, que es lo que se expresa en su definición. • La noción de accidente es correlativa a la de sustancia: aquello que existe en la sustancia sin ser necesario ni constante. La necesidad que tiene los accidentes de darse en una sustancia impide que puedan existir separados. Aunque aportan determinados aspectos a la sustancia, su desaparición no modifica esencialmente la cosa individual. Esta distinción entre sustancia y accidente va a permitir explicar el problema del cambio y el movimiento en los seres. SER EN ACTO Y SER EN POTENCIA. Aristóteles distingue entre ser en acto y ser en potencia: • Ser en acto (energía, entelequia) significa lo que un ser es de hecho, aquí y ahora. • Ser en potencia (dynamis) significa la capacidad para llegar a ser algo que todavía no se es, pero que se puede ser. Con este modo de ser potencial salva la dificultad parmenídea: el ser en acto no procede del no ser, sino del ser en potencia. Esto le permite explicar el movimiento como el paso del ser en potencia al ser en acto. LA EXPLICACIÓN DE LA NATURALEZA. Para Aristóteles, la naturaleza comprende todos los seres naturales dotados de movimiento. Su explicación la desarrolla en la física. Aristóteles aborda el estudio de la naturaleza examinando las causas que producen cualquier hecho o fenómeno. EL CONCEPTO DE CAUSA. Aristóteles llama causa al principio del cual algo procede. Para explicar todo lo existente es necesario recurrir a cuatro causas o principios: • Causa material: aquello de lo que algo esta hecho. • Causa formal: aquello que hace que una cosa sea tal cosa y no otra. Es la esencia o forma. 2 • Causa eficiente: es el agente o productor de la cosa. • Causa final: aquello que se mueve al agente a actuar, el fin por el que se hace algo. La coincidencia de estas causas es necesaria para que se de un ser cualquiera, aunque las principales y básicas son la material y la formal. La causa formal tiene un especial relieve, ya que es la que determina lo que una cosa es y permite definirla. En este sentido recibe el nombre de esencia y determina las actividades propias y específicas del ser. LA TEORÍA HILEMÓRFICA. Según esta teoría, todos los seres están compuestos de materia y forma. Materia y forma no son propiamente realidades separadas, sino aspectos que nuestra mente es capaz de distinguir en las cosas. La materia y la forma son las causas o principios de las sustancias naturales y, en este sentido, tanto la materia como la forma serían naturaleza. La materia es pura pasividad, mera capacidad de recibir formas y es potencia. La forma nos muestra lo que la cosa es en un momento dado, lo que es en acto. También es relevante, en la teoría aristotélica, el papel que desempeña la causa final en la explicación de la naturaleza. Ésta es concebida como teológica o finalista: todo ser se dirige o tiende a la realización de su propio fin. ANÁLISIS DEL MOVMIENTO. Una vez explicado el origen de los seres mediante las cuatro causas, aborda el estudio del cambio o movimiento de los seres. EL CONCEPTO DE CAMBIO Y SUS PRINCIPIOS. Por cambio o movimiento entiende cualquier modificación que sufren los seres en su propia forma de ser o en los aspectos con que se nos presentan, o en sus relaciones locales. Cuando hablamos del cambio, comúnmente entendemos que éste se produce porque algo se pierde, algo permanece y algo se adquiere. Según Aristóteles, para que se produzca el cambio o movimiento son necesarios tres principios: • La materia o sustrato, que es aquello que permanece en el cambio. • La privación de una forma, que es lo que no se tiene todavía, pero que se puede adquirir en el cambio. • La forma, que se adquiere, una vez perdida la que se poseía anteriormente. CLASES DE CAMBIO Para Aristóteles hay dos tipos de cambio: cambio sustancial (generación y corrupción de un ser) y cambio accidental (modificación de algunos aspectos del ser). En el caso del cambio accidental lo que permanece es la sustancia o sujeto individual. Lo que permanece en el caso de los cambios sustanciales es la materia primera (o prima), sustrato indeterminado susceptible de recibir cualquier forma sustancial. Esta teoría del movimiento le sirve para explicar tato los cambios sustanciales como los accidentales: • Aplicado a los primeros hace posible la aparición y desaparición de nuevas sustancias (generación y corrupción). 3 • Aplicado a los cambios accidentales explica la alteración, el aumento o la disminución y el desplazamiento que equivale a nuestro concepto de movimiento. A lo hora de explicar el cambio, utiliza dos modelos de análisis. El primero se basa fundamentalmente en la composición de los seres, en el que utiliza la oposición materia−forma. El segundo hace hincapié en los conceptos de acto y potencia: la materia se comporta como potencia, que puede ser activa o pasiva, mientras que la forma lo hace como acto. El movimiento es así un proceso dinámico entre potencia y acto: el paso de la potencia o posibilidad al acto o realidad. O en otros términos, la adquisición por parte de un sustrato material (potencia) de una forma (acto). EL UNIVERSO SEGÚN ARISTÓTELES. Expone las características del universo (cosmos), en el que distingue dos regiones diferenciadas: el mundo sublunar, sometido al cambio y a la corrupción y formado por los cuatro elementos, fuego, are, tierra y agua, y el mundo supralunar, perfecto, sin corrupción posible, y formado por una sustancia, éter o primer cuerpo. Ese universo es único, esférico, perfecto, finito en el espacio, pero no en el tiempo. Cada una de sus regiones tiene sus propias leyes; las del mundo sublunar, imperfectas, regidas por movimientos violentos; y las del supralunar, perfectas de acuerdo con el movimiento circular. Este movimiento circular es el único continuo. Pero como todo cambio requiere, para iniciarse, un principio o causa que lo produzca, hay que admitir la existencia de una primera causa o primer motor. El movimiento de la esferas celestes se origina en un primer motor, que no es movido por ningún otro y que, por tanto, es inmóvil. Al no depender de ningún otro ser, es eterno, necesario, está separado de las cosas sensibles, carece de partes y es indivisible e inalterable. EL SER HUMANO. El ser humano es para Aristóteles un ser natural más. El ser humano es un compuesto de materia y forma. La materia se identifica con el cuerpo y la forma con el alma. Pero entiende el alma como un principio de vida y como tal no es exclusivo del ser humano, sino atributo de la naturaleza animada. La teoría aristotélica del alma representa así una especie de animismo biológico, ya que reconoce, en todos los niveles de vida, unos principios vitales distintos a los cuerpos, que son las almas. LA TEORIA DEL ALMA. Aristóteles distingue tres tipos de alma, que dirigen, respectivamente, las actividades vegetativas, sensitivas e intelectivas en los seres vivos. Esta diferenciación de almas le permitirá explicar la escala de los seres vivos. Los diferentes tipos de almas forman una serie tal que el tipo superior presupone siempre el inferior, pero no a la inversa. • La forma inferior es el alma nutritiva o vegetativa, que ejerce las funciones de asimilación y reproducción. Es propia de la plantas. • Los animales poseen alma sensitiva, que les permite tener percepción sensible, deseo, movimiento local y, en muchos casos, imaginación y memoria. 4 • El grado superior lo ocupa el alma intelectiva que asume las funciones vegetativas y sensitivas, y hace posible el pensamiento científico o conocimiento teórico y el pensamiento práctico. Aristóteles mantiene la concepción platónica del hombre como compuesto de alma y cuerpo. Pero en su explicación de la relación entre estos dos elementos difiere, ya que al aplicar la teoría hilemórfica al hombre lo presenta como una unidad sustancial, un ser individual. De donde se deduce la mortalidad del ser humano, puesto que el alma, forma ya acto del cuerpo, se halla indisolublemente unida a éste, que es el elemento material y potencia. TEORÍA DEL CONOCIMIENTO. Para Aristóteles todos los seres vivos tienen algún tipo de conocimiento de acuerdo con las funciones propias de cada uno. Distingue varios niveles que van desde el mero conocimiento sensorial hasta el conocimiento intelectual. Aristóteles recoge la herencia intelectualista de Sócrates y Platón, que destacan la superioridad del conocimiento intelectual sobe el sensible. La experiencia, el contacto con la realidad, es el punto de partida de todo conocimiento. CONOCIMIENTO SENSIBLE. El conocimiento sensible es el primer nivel de conocimiento que distingue. Se da también en los animales, es el nivel más elemental y su fundamento es la sensación que es el ejercicio de la facultad sensible que permite captar las cualidades de los objetos. Este ejercicio se lleva a cabo a través de los sentidos. Aristóteles distingue entre sentidos propios, especializados en un tipo de sensación: vista, oído, gusto, olfato y tacto, y sentido común que subyace a todos los sentidos y permite realizar determinadas operaciones. La imaginación desempeña un importante papel en el conocimiento humano, al posibilitar la reproducción mental de objetos percibidos anteriormente en ausencia de los mismos. Esta actividad se ve reforzada por la memoria, que permite acumular y actualizar imágenes pasadas. CONOCIMIENTO INTELECTUAL. Es el grado superior del conocimiento y una forma de conocimiento que sólo se da en los seres vivos y es levado a cabo por el entendimiento, facultad discursiva, que opera desarrollando razonamientos y hace posible la ciencia. Esta facultad permite establecer hipótesis y emitir juicios. Para ello se apoya en las imágenes almacenadas que proviene de sensaciones previas. De esta forma, la imaginación se convierte en intermediaria entre la sensación y el pensamiento, haciendo posible la opinión, la ciencia y la intelección. La ciencia, que siempre es verdadera, se establece por demostración y tiene por objeto conocer el universal o concepto de las cosas, que el entendimiento agente obtiene por abstracción. Aristóteles distingue dos clases de entendimiento: un activo el entendimiento agente, y otro pasivo, el entendimiento paciente. Sobre el entendimiento paciente dice que hay que suponer que es como una tablilla que no tiene nada escrito hasta que el entendimiento agente escribe los inteligibles o conceptos universales de las cosas. Éste es el entendimiento que nos hace ser seres pensantes. 5 ÉTICA Y POLÍTICA. Ética y política, son para Aristóteles, aspectos inseparables de una misma realidad. De acuerdo con la clasificación que hace, ética y política son las dos ciencias prácticas que se ocupan de las acciones humanas. En la ética parte del análisis de la naturaleza humana y en la política, del análisis de regímenes políticos concretos. LA TEORÍA ÉTICA. La ética se ocupa de las acciones humanas en cuanto que conducen al bien del hombre. Para determinar este bien, parte de la consideración del hombre como ser natural. Todo ser natural se dirige algún fin que consiste en la autorrealización. LA FELICIDAD COMO FIN DE TODAS LAS ACCIONES. Será preciso conocer el bien del hombre y cómo puede alcanzase. Todos están de acuerdo en que el bien supremo para el hombre es la felicidad. Los hombres conciben la vida feliz de tres maneras distintas en función de los bienes que se puedan desear: bienes externos (honores, fama, riqueza), bienes del cuerpo (placeres) y bienes del alma (conocer las cosas bellas). De entre las posibles actividades, señala que es únicamente la actividad teórica o contemplativa la que puede deparar una vida feliz. LA TEORÍA DE LA VIRTUD. La virtud es la estrategia para conseguir la felicidad. Aristóteles entiende que hay dos tipos de virtudes: las dianoéticas, que se refieren al entendimiento y las propiamente éticas encaminadas a dirigir las acciones humanas. La virtud ética dice que tiene que ser una de las cosas que afectan al alma: pasión, facultad o hábito. La virtud no puede ser ni una pasión ni una facultad, porque no hacen al hombre bueno o malo. Entonces, es un hábito, por lo que entiende un modo de comportarnos bien o mal respecto de las pasiones y sólo en virtud de ellos se nos llama buenos o malos. La virtud es, pues, el término medio entre dos vicios, el uno por exceso y otro por defecto. LA FELICIDAD COMO AUTARQUÍA. Definida la virtud como un hábito, Aristóteles definirá también la vida feliz como aquella que es conforme a la virtud. Aunque habla de diversos ideales de felicidad considera la autarquía (capacidad de bastarse a sí mismo) como piedra de toque de la felicidad. Feliz, en el último término, sería aquel que como un dios no necesita de nada ni de nadie. Si Aristóteles afirma que la felicidad consiste en la actividad contemplativa, es porque esta actividad más que ninguna otra se ejerce de forma autárquica. Aunque la situación ideal de la vida del hombre a la que apunta haría de él un ser más que humano y autárquico, sin embargo el hombre en cuanto ser natural es un animal político, es decir, social por naturaleza. 6 Esto hace que la felicidad humana sólo sea alcanzable en la ciudad. LA TEORÍA POLÍTICA. Aristóteles parte en la elaboración de su teoría política, de un análisis de 158 Constituciones escritas que recogían otras tantas formas de organización políticas concretas. A partir de ahí, tratará de encontrar soluciones a los problemas planteados en la polis dejándose inspirar por un espíritu fundamentalmente realista y pragmático. Considera el hecho de vivir en sociedad como algo connatural al hombre, subrayando la primacía de la polis por encima de otras formas de relación social, como la aldea o la familia. LA CIUDAD Y LOS CIUDADANOS. Para Aristóteles, la forma natural de agrupación humana viene determinada en función de la capacidad para satisfacer las necesidades de los hombres. La casa es la comunidad primitiva que hace posible cubrir las necesidades básicas y cotidianas del hombre. Sólo en la ciudad entendida en el sentido de ciudad−Estado griega puede el hombre desarrollarse plenamente. Por eso, el Estado es también una comunidad natural, en contra de la opinión de algunos sofistas que lo consideraban una creación convencional. Es Estado es un todo del que el individuo, la familia y la aldea sólo son parte. En su análisis de las relaciones sociales, debe justificar porqué la existencia de la esclavitud es algo exigido por la naturaleza, aunque reconozca casos de esclavitud que son fruto de la violencia y admita que hay quien tiene alma de libre y cuerpo de esclavo o viceversa. Lo que le preocupa determinar de esta institución natural es qué es lo que convierte a un hombre en ciudadano. Ciudadano solamente es aquel que participa en la administración de la justicia y en el gobierno de la ciudad. Esta participación está encaminada a alcanzar el fin de la ciudad, que es el bien común de los ciudadanos. LOS REGÍMENES POLÍTICOS. Aristóteles presupone que hay diversas formas de organizar la ciudad, las cuales pueden tener como objetivo conseguir el bien común, y que todas ellas son rectas si cumplen esta función. Para Aristóteles, todos los regímenes políticos que se proponen el bien común son rectos desde el punto de vista de la justicia absoluta, y los que sólo tienen en cuenta el beneficio de los gobernantes son defectuosos o despóticos. La forma de gobierno ideal para Aristóteles es una mezcla de aristocracia y democracia, porque evita los extremos. A esta organización política ideal le da el nombre de politeia (república): Una república bien mezclada debe parecer a la vez ambos regímenes y ninguno, y conservarse por sí misma y no por el exterior, y por sí misma no porque sean mayoría los que quieren este régimen, sino por no querer otro régimen ninguna de las partes de la ciudad en absoluto A pesar de la preferencia de Aristóteles por este tipo de régimen, se muestra partidario de un posibilismo político que le lleva a afirmar que el gobierno más conveniente es el que mejor se adapta a las características naturales de cada pueblo. 7