La catástrofe ultravioleta. Las estrellas son cuerpos que emiten en todas direcciones todo tipo de ondas electromagnéticas (luz, ondas de radio, rayos X, rayos gamma, etc). Cuanto más nos vamos a la derecha, más energía tiene la onda emitida. Por ejemplo, los rayos X son más energéticos que los ultravioletas. Por este motivo, los rayos X son más peligrosos que los rayos ultravioletas, y los ultravioletas son más peligrosos que los rayos de luz visible. Basándonos en esta idea correcta sobre las ondas electromagnéticas, TODAS las estrellas deberían ser de color ultravioleta, puesto que es el color con más energía: es el color MÁS INTENSO (curva de color rojo). Sin embargo, esto NO sucede en la realidad con las estrellas, porque hay estrellas de color rojo, de color amarillo como nuestro sol, e incluso de color blanco. Esto significa que en las estrellas el color ultravioleta no tiene porqué ser el predominante (teoría clásica de la radiación). Los científicos no supieron cómo explicar esto, y por lo tanto llamaron a este problema la “catástrofe ultravioleta” y supone otra prueba más de que algo andaba mal en la física clásica. En el año 1900, Max Planck consigue dar una explicación lógica y matemática a este problema, y lo resuelve: “Las estrellas emiten en colores diferentes porque estan a temperaturas diferentes” Por ejemplo, las estrellas a 5000 grados emiten más el color rojo, las que estan a 10 000 grados emiten más el color azul. Las estrellas siguen emitiendo todo tipo de ondas, incluso rayos X, pero es la temperatura de la estrella la que decide la onda que predomina sobre las otras. La relación entre la energía que emite una estrella y su temperatura se conoce como la ley de Stefan-Boltzman: Por ejemplo, el sol emite 59 millones de vatios por metro cuadrado de superficie solar (E = 59·106 W / m2 ). esto significa que la temperatura de la superficie del Sol está a: T4 E 4 59·10 6 5680 K 5,67·10 8