MERCOSUR/LXVIII GMC/DT Nº 11/07 La integración productiva como herramienta necesaria para la superación de las asimetrías en el MERCOSUR El MERCOSUR permite potenciar el desarrollo de cada uno de los países socios al generar un mercado interno ampliado y favorecer la competitividad de los distintos sectores y, por tanto, incrementar el potencial exportador del bloque. De este modo, el mercado ampliado del MERCOSUR abre una oportunidad de mayor nivel de demanda a aquellos países con menor tamaño relativo. Esta realidad se ve limitada cuando agresivas políticas de subsidios generan desequilibrios en los procesos de radicación de inversiones o en la competitividad empresaria. Cuando el tamaño y el grado de desarrollo inicial de las industrias son muy diferentes entre los países que se integran, se corre el riesgo de que la producción industrial tienda a concentrarse en los países de mayor tamaño y madurez de sus aparatos productivos; aún en ausencia de políticas especiales de incentivos. Esta concentración de los beneficios de la integración en pocos países o regiones plantea una amenaza a la misma viabilidad del proceso de integración. Como se dijo, los incentivos agudizan esta realidad. En los inicios del MERCOSUR, los Estados Parte plasmaron como objetivo la integración de sus miembros, definiendo para ello a la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales, y a la complementación de diferentes sectores de las economías como herramientas de acción. Se partió, entonces, de la base de asimetrías ya existentes en la construcción del bloque. La evolución de la integración económica entre los Estados Parte estuvo centrada, fundamentalmente, en el plano arancelario, es decir, en aspectos vinculados con la eliminación de los derechos aduaneros intra bloque y con el establecimiento de un arancel externo común. Sin embargo, en la coordinación de políticas regionales, un eje central en la fundación del MERCOSUR, los avances fueron menores. En esa línea, la falta de coordinación de políticas públicas constituye una importante limitación para el desarrollo de encadenamientos productivos regionales. Esta circunstancia no permitió superar los desequilibrios existentes al momento de conformarse el MERCOSUR. Si bien se han tomado definiciones tendientes a avanzar en materia de integración productiva en diferentes instancias de decisión del MERCOSUR, su impacto no ha terminado de resolver planteos de los distintos socios. Argentina comparte el espíritu de que los países con mayor tamaño relativo dediquen especial atención a aquellos temas planteados por sus socios de economías menores en la búsqueda de generar todas las posibilidades para su 1 desarrollo. Esto no obsta que cuando se analiza el concepto de asimetrías deba prestarse especial atención a los indicadores sociales y per cápita. En este sentido muchas de las acciones que pueden encarar los socios de economías mayores no deben explicarse como medidas tendientes a solucionar desequilibrios causados por el MERCOSUR, sino como acciones positivas para lograr un mayor nivel de crecimiento productivo de todos los socios, y en particular de aquellas economías menores o con indicadores sociales con menor grado de desarrollo relativo. Todas las flexibilidades introducidas hasta el momento a favor de las economías menores y todas aquellas medidas que se decidan en el futuro, deben orientarse a incrementar la producción global del MERCOSUR, orientar nuevas inversiones a los socios menores y una mayor incorporación de valor agregado. En este sentido, aquellas propuestas que impliquen crear comercio en términos de volumen, induciendo mayores niveles de importación de extrazona, no cumplen el objetivo señalado. Mayor nivel de comercio debe ser consecuencia de mayores niveles de importación de los socios mayores provenientes de los socios menores que permitan sustituir importaciones de extrazona, o que sea la consecuencia de mayor nivel de actividad económica, integración sectorial y de especialización intraindustrial. La sustitución de proveedores de extrazona por proveedores regionales es una condición clave para la integración productiva, y debería realizarse promoviéndose una mayor competitividad en las economías más pequeñas con la incorporación de mayor valor agregado a sus actividades de procesamiento. El bloque regional debe preocuparse para que los beneficios de la integración regional se extiendan a todos sus miembros, y para ello se debe alentar la complementariedad entre distintos eslabones de las cadenas de valor regionales, procurando la efectiva incorporación de producciones de las economías de menor tamaño relativo en los procesos productivos de todos los socios. Las políticas y decisiones específicas que se analicen para favorecer el desarrollo económico de los socios de economías menores, deben sustentarse en un mayor grado de vinculación entre los sectores productivos de los países, en el equilibrio de los flujos de inversiones, en la promoción y desarrollo de proveedores regionales y en la profundización de la integración de empresas y sectores. En esta orientación, Argentina respalda las decisiones y flexibilidades que potencien el crecimiento de Uruguay y Paraguay y al bloque en general. 2 Propuestas de trabajo para favorecer la integración productiva: - Ampliación de los alcances del FOCEM para la financiación de proyectos productivos. - Organización de misiones comerciales conjuntas, previendo subsidios para los gastos de los socios de economías menores. - Diseño de programas de capacitación técnica en materia de mejoras de procesos productivos, comercio exterior, logística, etc. - Cooperación para el desarrollo e incorporación de nuevas tecnologías. - Programas de desarrollo de proveedores regionales (vinculación de grandes empresas y Pymes). - Cooperación para el mejoramiento de los sistemas nacionales de calidad y certificación de las economías menores. Capacitación sobre normas internacionales de calidad. 3