296 FERDINANDO CASADIEGOS CÁCERES O en términos más sencillos: un derecho personal es aquel que da la facultad de obligar individualmente a una persona a una prestación cualquiera (es decir, a dar, a suministrar, a hacer o no hacer alguna cosa). Un derecho real es aquel que da la facultad de sacar de una cosa cualquiera un beneficio mayor o menor. El derecho real es erga omnes, o sea que existe frente a todas las personas, por eso es absoluto, todos estamos en la obligación de respetarlo; goza de ius praeferendi (tener la preferencia en el pago), del ius persequendi (poder perseguir el bien en manos de quien se encuentre para hacer efectiva una obligación sobre el mismo); la acción que puede utilizar para proteger el derecho real es la actio in rem, o acción reivindicatoria; los derechos reales son limitados, nacen de los modos de adquirir la propiedad. En cuanto a los derechos personales hay que decir que son relativos, porque solo se tienen frente a una determinada persona de la cual se exige que haga algo o que se abstenga de hacerlo; nacen por mandato de la ley o por convención y por eso no son limitados, pues las partes pueden crear todas las obligaciones que a bien tengan siempre que estén dentro de la ley; se protegen mediante la actio in personam o actito ad rem. 4. FUENTES DE LAS OBLIGACIONES Las obligaciones, como todas las cosas del mundo, deben tener una causa inmediata y eficiente. Por eso se habla de fuentes de las obligaciones, es decir, de las causas inmediatas de donde ellas surgen. En las Institutas de GAYO las obligaciones nacen: aut ex contractu, aut ex maleficio, aut propio quodam jure ex variis causarum figuris, con lo cual quiere significarse que las obligaciones nacen ya de un contrato, ya de un delito, ya de otras figuras jurídicas semejantes, es decir, de otros actos o hechos, que sin reunir los elementos constitutivos del contrato o del delito, hacían surgir a semejanza de éstos, determinadas obligaciones a cargo de quienes los ejecutaron. Las Constituciones Imperiales desenvolvieron y ampliaron esta noción hasta señalar los siguientes fenómenos jurídicos como causa eficiente de las obligaciones civiles: ex contractu, quasi ex contractu, ex maleficio, quasi ex maleficio.