El FMI: Datos básicos

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El FMI: Datos básicos
El Fondo Monetario Internacional se creó en 1945 para promover una
economía mundial sólida. Tiene su sede en la ciudad de Washington
y es administrado por los gobiernos los 185 países miembros —casi
todos los países del mundo— a los cuales rinde cuentas sobre su
desempeño.
¿Qué es el Fondo Monetario Internacional?
La idea de crear el Fondo Monetario Internacional, también conocido como el "FMI" o
"el Fondo", se planteó en julio de 1944 en una conferencia de las Naciones Unidas
celebrada en Bretton Woods, New Hampshire (Estados Unidos), cuando los
representantes de 45 gobiernos acordaron establecer un marco de cooperación
económica destinado a evitar que se repitieran las desastrosas políticas económicas
que contribuyeron a provocar la Gran Depresión de los años treinta.
Algunos datos
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Número actual de países miembros: 185
Personal: Aproximadamente 2.635 funcionarios procedentes de 143 países.
Total de cuotas: US$338.000 millones (al 30 de septiembre de 2007).
Préstamos pendientes de reembolso: US$17.000 millones a favor de 768 países, de los
cuales 57 reciben préstamos en condiciones concesionarias por un monto de US$6.000
millones (al 30 de septiembre de 2007).
Asistencia técnica provista: 438.4 años-empleado durante el ejercicio fiscal 2007.
Consultas de supervisión concluidas: 134 países durante el ejercicio 2007, de los cuales
125 publicaron voluntariamente los informes respectivos.
En el Artículo I del Convenio Constitutivo se establecen las principales
responsabilidades del FMI:
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Fomentar la cooperación monetaria internacional.
Facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional.
Fomentar la estabilidad cambiaria.
Coadyuvar a establecer un sistema multilateral de pagos.
Poner a disposición de los países miembros con dificultades de balanza de pagos
(con las garantías adecuadas) los recursos de la institución.
Las actividades del FMI
En general, el FMI se encarga de velar por la estabilidad del sistema monetario y
financiero internacional (el sistema de pagos internacionales y tipos de cambio entre
las monedas nacionales que hace factible el comercio entre países). Las actividades del
FMI buscan fomentar la estabilidad económica y prevenir las crisis, ayudar a resolver
las crisis cuando éstas se producen, y fomentar el crecimiento y aliviar la pobreza. Para
lograr estos objetivos, el FMI emplea tres mecanismos principales: la supervisión, la
asistencia técnica y la asistencia financiera.
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El FMI trata de fomentar el crecimiento y la estabilidad económica
mundial (y, de este modo, evitar las crisis económicas) alentando a los países
para que adopten políticas económicas sólidas.
Por medio del proceso de supervisión, el FMI ofrece un diálogo y un
asesoramiento periódicos en materia de políticas a sus países miembros. El FMI
realiza evaluaciones minuciosas de la situación económica de sus países
miembros, regularmente una vez al año. El FMI y las autoridades examinan las
políticas del país y determinan si éstas son congruentes con la estabilidad interna
y externa, incluyendo un crecimiento sostenible, y el FMI hace recomendaciones
en caso de que considere que es recomendable hacer ajustes. Los países
miembros tienen la opción de publicar la evaluación del FMI, y la gran mayoría
de ellos opta por la transparencia, poniendo a disposición del público amplia
información sobre la supervisión bilateral. Además, el FMI combina información
obtenida a través de distintas consultas para formular evaluaciones de la
evolución y las perspectivas económicas mundiales y regionales. El FMI da a
conocer sus puntos de vista supervisión multilateral en la publicación bianual
Perspectivas de la economía mundial (World Economic Outlook) y en el informe
sobre la estabilidad financiera mundial (Global Financial Stability Report).
El FMI ofrece asistencia técnica y capacitación (generalmente, sin cargo
alguno) a fin de ayudar a los países a fortalecer su capacidad para elaborar y
poner en práctica políticas eficaces. La asistencia técnica brindada abarca varios
ámbitos: política fiscal, política monetaria y cambiaria, supervisión y regulación
del sistema bancario y financiero, y estadísticas.

En el caso de los países miembros que tienen problemas para financiar su
balanza de pagos, el FMI también funciona como un fondo al que puede
recurrirse para facilitar la recuperación.
La asistencia financiera se otorga con el fin de dar a los países miembros margen
de maniobra para corregir sus problemas de balanza de pagos. Las autoridades
nacionales, en estrecha colaboración con el FMI, formulan un programa de
políticas respaldado con financiamiento del FMI, y la continuidad del
financiamiento está sujeta a la implementación exitosa de este programa.

El FMI realiza también (de manera independiente y en colaboración con el
Banco Mundial y otras organizaciones) una intensa labor destinada a reducir la
pobreza en países de todo el mundo.
El FMI brinda asistencia financiera en virtud de sus servicios para préstamos en
condiciones concesionarias: el Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la
Pobreza (SCLP) y el Servicio para Shocks Exógenos , y alivio de la deuda a través
de la Iniciativa para los Países Pobres muy Endeudados (PPME) y la Iniciativa
Multilateral para el Alivio de la Deuda.
En la mayoría de los países de bajo ingreso, esta labor de asistencia está
fundamentada en los documentos de estrategia de lucha contra la pobreza
(DELP). Estos documentos son preparados por las autoridades de los países —en
consulta con la sociedad civil y sus socios externos en el desarrollo— con el fin de
describir un marco de política económica, estructural y social de gran alcance
para fomentar el crecimiento y reducir la pobreza en el país.
La gestión y organización del FMI
El FMI rinde cuentas a los gobiernos de sus países miembros. Su autoridad máxima es
la Junta de Gobernadores, que está integrada por gobernadores de los 185 países
miembros (un gobernador por país). Todos los gobernadores se reúnen una vez al año
con ocasión de las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial; los 24 gobernadores
que conforman el Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI) se reúnen dos
veces por año. Las operaciones cotidianas del FMI se realizan en la sede del organismo
en Washington y están a cargo del Directorio Ejecutivo, que tiene 24 miembros; esta
labor es orientada por el CMFI y respaldada por el personal profesional del FMI. El
Director Gerente es el jefe del personal del FMI y el Presidente del Directorio Ejecutivo,
y cuenta con la asistencia de tres subdirectores gerentes.
Los recursos del FMI son suministrados por sus países miembros, principalmente por
medio del pago de cuotas, que, en general, guardan relación con el tamaño de la
economía del país. El monto total de las cuotas es el principal factor determinante de la
capacidad de concesión de préstamos del FMI. Los gastos anuales de administrar la
institución se cubren principalmente con la diferencia entre los ingresos derivados de
los intereses (sobre los préstamos pendientes de reembolso) y los pagos por concepto
de intereses (correspondientes a los "depósitos" de cuotas).
Cómo ayuda el FMI a resolver las crisis
económicas
A veces surgen problemas de balanza de pagos —que pueden, en el
peor de los casos, desembocar en una crisis— aunque se hayan
adoptado sólidas medidas preventivas. El FMI ayuda a los países a
restablecer la estabilidad económica colaborando en el diseño de
programas de medidas correctivas y concediendo préstamos para
apoyar sus esfuerzos. Dado que, a veces, parte del problema está en
la carga insostenible de deuda que acarrea el país, el FMI también ha
venido alentando a los países deudores, y a sus acreedores, para que
adopten medidas orientadas a facilitar un proceso de
reestructuración de la deuda más armonioso.
¿Por qué se producen las crisis económicas?
La mala suerte, la falta de políticas apropiadas o una combinación de ambos factores
pueden hacer que un país tenga problemas de balanza de pagos, es decir, se encuentre
en una situación en la que no puede obtener suficiente financiamiento en condiciones
asequibles para hacer frente a sus obligaciones de pagos internacionales. En el peor de
los casos, esas dificultades pueden precipitar una crisis. El país puede verse obligado a
depreciar rápidamente su moneda, con lo cual aumentará el costo de los bienes y el
capital internacionales, y la economía nacional podría sufrir graves perturbaciones.
Estos problemas también pueden propagarse a otros países.
Las causas de esas dificultades suelen ser variadas y complejas pero, entre otros
factores, cabe destacar la debilidad de los sistemas financieros, los déficit fiscales
grandes y persistentes, los altos niveles de deuda externa o pública (o ambas), los
tipos de cambio fijos a niveles inadecuados, los desastres naturales o los conflictos
armados. Algunos de estos factores pueden tener un efecto directo en la balanza
comercial de un país, reduciendo las exportaciones o aumentando las importaciones,
mientras que otros pueden reducir el financiamiento disponible para las transacciones
internacionales; por ejemplo, los inversionistas pueden perder la confianza en las
perspectivas de un país, provocando ventas masivas de activos o una "fuga de
capitales". En cualquier caso, los vínculos que existen entre los distintos sectores de la
economía dificultan el diagnóstico de la crisis y la adopción de medidas para combatirla.
Los desequilibrios en un sector se pueden propagar rápidamente a otros sectores,
provocando perturbaciones económicas generalizadas.
Cómo ayudan los préstamos del FMI
Los préstamos del FMI tienen por objeto dar a los países un respiro para que puedan
implementar políticas de ajuste y reformas que restablecerán las condiciones
necesarias para promover un crecimiento vigoroso y sostenible, el empleo y la
inversión social. Estas políticas variarán según las circunstancias de cada país, incluidas
las causas de los problemas. Por ejemplo, un país que enfrenta una caída súbita del
precio de un producto clave de exportación quizá necesite simplemente asistencia
financiera para capear el temporal hasta que se recuperen los precios y para ayudar a
atenuar el dolor de lo que, en otras circunstancias, sería un ajuste brusco y radical. Un
país que registra una fuga de capitales tendrá que hacer frente a los problemas que
provocaron la pérdida de confianza de los inversionistas: quizá las tasas de interés
sean demasiado bajas, o el país registre un abultado déficit presupuestario y un
volumen de deuda que crece demasiado rápido, o el sistema bancario nacional es
ineficiente y no está suficientemente regulado.
Para que un país miembro pueda recibir un préstamo, las autoridades nacionales y el
FMI han de ponerse de acuerdo con respecto a un programa de políticas económicas.
Los compromisos asumidos por un país en el sentido de adoptar determinadas medidas
de política son un elemento esencial de los préstamos del FMI y tienen por objeto
garantizar que los recursos se utilicen para resolver los problemas de balanza de
pagos. También ayudan a restablecer u obtener acceso al apoyo de otros acreedores y
donantes. Cuando el país sanea su situación económica y financiera puede reembolsar
los préstamos al FMI, permitiendo que otros países miembros puedan utilizar esos
fondos.
De no contarse con el financiamiento del FMI, el proceso de ajuste para el país sería
más difícil. Por ejemplo, si los inversionistas no están dispuestos a suministrar nuevos
fondos, el país no tendrá más remedio que realizar un ajuste, a menudo mediante una
penosa compresión de las importaciones y la actividad económica. El financiamiento del
FMI puede facilitar un ajuste más gradual y estudiado más detenidamente.
Los programas de préstamo del FMI se ajustan a la medida de las circunstancias
específicas de cada país miembro. En los últimos años, el mayor número de préstamos
se ha otorgado a través del Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza
(SCLP), que proporciona fondos a tasas de interés concesionarias a los países de bajo
ingreso para ayudarlos a resolver problemas persistentes de balanza de pagos. Sin
embargo, el mayor volumen de recursos se otorga a través de acuerdos de derecho de
giro, en virtud de los cuales se cobran tasas de interés basadas en el mercado por los
préstamos que se conceden para ayudar a resolver problemas a corto plazo de balanza
de pagos. El FMI otorga también otros tipos de préstamos como la asistencia de
emergencia para los países que han sufrido un desastre natural o están saliendo de un
conflicto armado.
La globalización ha producido un enorme aumento de los flujos de capital privado en
relación con los flujos oficiales y las cuotas del FMI, si bien en forma dispar.
Actualmente muchos países de mercados emergentes enfrentan la necesidad
insatisfecha de contar con un resguardo ante los efectos de esos flujos de capital
cuantiosos y volátiles. En el marco de su Estrategia de Mediano Plazo, el FMI
reevaluará los instrumentos que utiliza para contribuir a prevenir las crisis y responder
a ellas, a fin de seguir satisfaciendo las necesidades de los países de mercados
emergentes. Los países de bajo ingreso tienen necesidades diversas. Algunos requieren
alivio de la deuda y otros, financiamiento concesionario. A su vez, algunos ya no
necesitan financiamiento, pero sí las garantías que les brindan el respaldo de sus
políticas y la función señalizadora del FMI.
Solución a las crisis de deuda externa
Algunos problemas de balanza de pagos se presentan porque los países acumulan
cargas de deuda insostenibles, que no pueden reembolsarse con ninguna serie de
políticas factibles. En esas circunstancias, el país y sus acreedores deben reestructurar
la deuda, lo que puede entrañar, por ejemplo, una mayor flexibilidad en las condiciones
de reembolso, como la prórroga de los plazos de vencimiento o, en los casos más
graves, una reducción del valor nominal de la deuda.
Como institución multilateral central del sistema financiero mundial, el FMI se esfuerza
por mejorar el proceso de reestructuración de la deuda entre los países y sus
acreedores privados. Por ejemplo, el FMI ha alentado activamente a los países
miembros para que incluyan Cláusulas de Acción Colectiva en los nuevos bonos
soberanos internacionales, a fin de facilitar la reestructuración de emisiones
individuales en caso necesario. El FMI también ha venido siguiendo los esfuerzos de los
deudores soberanos y los acreedores del sector privado por aplicar un conjunto general
de principios voluntarios formulados en el contexto de una iniciativa liderada por el
sector público y privado —los "principios para el mantenimiento de flujos estables de
capital y la reestructuración justa de deuda en mercados emergentes"— para la gestión
de crisis y la reestructuración de la deuda en los mercados emergentes. La política de
concesión de préstamos a países con atrasos del FMI tiene como finalidad asegurar que
los países deudores que tienen atrasos en los pagos frente a acreedores privados
cuentan con los fondos necesarios para implementar sus programas económicos, en
tanto tratan de eliminar esos atrasos mediante un diálogo constructivo con sus
acreedores.
Algunos datos sobre los préstamos del FMI
(al 31 de julio de 2007)
Fondos prestables
US$194.000 millones
Préstamos pendientes de reembolso
US$17.000 millones 68
países)
De los cuales: Préstamos en condiciones
concesionarias
US$6.000 millones (57
países)
Cómo ayuda el FMI a los países pobres
El FMI brinda asesoramiento en materia de política económica,
asistencia técnica y respaldo financiero a los países de bajo ingreso.
Este grupo de países recibe más de la mitad de la asistencia técnica que
ofrece el FMI, además de un respaldo financiero a bajas tasas de interés
y durante períodos relativamente largos. Los países de bajo ingreso con
una pesada carga de deuda externa también pueden recibir alivio de la
deuda.
¿Qué puede hacerse para reducir la pobreza?
Pese al avance logrado en los últimos decenios, la extrema pobreza que prevalece en los
países de bajo ingreso es un problema crucial para la comunidad mundial. Actualmente,
más de 1.000 millones de personas viven con menos de US$1 por día. Se estima que más
de 750 millones de seres humanos—de los cuales alrededor de la quinta parte son niños—
padecen malnutrición. De cada 1.000 niños nacidos en países de bajo ingreso,116 mueren
antes de cumplir los 5 años, la mayoría de ellos por malnutrición o enfermedades fáciles de
prevenir.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) establecidos por las Naciones Unidas se
centran en la reducción de la pobreza a la mitad entre 1990 y 2015. ¿Cómo pueden esos
objetivos cumplirse cuando las causas de la pobreza y las razones de su persistencia son
complejas y variadas, y no se entienden del todo? Difícilmente podría negarse que para
lograr una reducción significativa de la pobreza es esencial un crecimiento rápido y
sostenido del ingreso medio per cápita. Se ha demostrado que entre los factores que
fomentan ese crecimiento figuran la apertura al comercio, la adopción de políticas
económicas bien concebidas, instituciones y marcos normativos sólidos y buen gobierno.
En el marco del Consenso de Monterrey de marzo de 2002, la comunidad internacional
adoptó una estrategia de dos pilares para cumplir los ODM. El primero es la adopción de
políticas acertadas y el buen gobierno en los países de bajo ingreso. El segundo tiene que
ver con un respaldo internacional más amplio y eficaz, que incluya asistencia internacional
para el desarrollo y la apertura de los mercados a las exportaciones de los países en
desarrollo.
El papel del FMI
El FMI está ayudando a los países de bajo ingreso a avanzar en la consecución de los ODM
y está contribuyendo al éxito del enfoque del Consenso de Monterrey mediante las tres
funciones básicas de la institución: el financiamiento, la asistencia técnica y la supervisión.
Financiamiento. El FMI brinda asistencia financiera a los países de bajo ingreso con
problemas persistentes de balanza de pagos a través del Servicio para el Crecimiento y la
Lucha Contra la Pobreza (SCLP) y, en el caso de necesidades temporales suscitadas por
shocks externos, a través del Servicio para Shocks Exógenos (SSE). Los préstamos
otorgados en el marco del SCLP y el SSE están sujetos a una tasa de interés concesionaria
(de solo 0,5%) y se reembolsan en un plazo de 10 años (con un período de gracia de 5½
años). Además, el FMI proporciona asistencia de emergencia para casos de catástrofes
naturales y a países en situación de posconflicto. La asistencia se reembolsa en un plazo de
cinco años (con un petíodo de gracia de 3½ años) y las contribuciones de los donantes se
utilizan para subsidiar la tasa de interés, que para los paílses de bajo ingreso es del 0.5%.
Los programas de préstamo del SCLP y el SSE se basan en los Documentos de Estrategia
de Lucha contra la Pobreza (DELP) que preparan las autoridades del país de bajo ingreso
en cuestión, junto con la sociedad civil y otras instituciones que promueven el desarrollo,
como el FMI y el Banco Mundial, y en los que se describen las políticas que se adoptarán
para fomentar el crecimiento y reducir la pobreza en el país. Cubren, además de las
políticas económicas, las políticas estructurales y sociales necesarias para mejorar la salud
y la educación, proteger el medio ambiente y combatir la infección por el VIH/SIDA, la
malaria y otras enfermedades. El FMI considera que el enfoque de los DELP constituye el
marco fundamental para implementar el Consenso de Monterrey y está tratando de lograr
una mayor coincidencia de objetivos entre los programas de financiamiento en el marco del
SCLP y los DELP.
Algunos países de bajo ingreso están habilitados para recibir asistencia en el marco de la
Iniciativa para los Países Pobres Muy Endeudados (PPME) y la Iniciativa para el Alivio de la
Deuda Multilateral (IADM). El objetivo de la Iniciativa PPME, una iniciativa conjunta del FMI
y del Banco Mundial, implica una coordinación de los esfuerzos de la comunidad financiera
internacional, incluidos los organismos multilaterales y los gobiernos, para reducir la carga
de la deuda externa de los países pobres muy endeudados a un nivel sostenible. La IADM
añade un alivio del total de la deuda por parte de cuatro instituciones multilaterales: el
FMI, la Asociación Internacional de Fomento (AIF) del Banco Mundial, el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Africano de Desarrollo (FAfD). Los países
pobres muy endeudados que ya recibieron alivio del servicio de la deuda están gastando
mucho más—cuatro veces, en promedio—en servicios sociales que en el reembolso de la
deuda y han registrado un acusado incremento de las partidas presupuestarias destinadas
a la salud y la educación mediante programas enmarcados en el SCLP.
El Instrumento de Apoyo a la Política Económica (IAPE) permite ayudar a los países de
bajo ingreso que no desean o no necesitan asistencia financiera del FMI pero sí quisieran
beneficiarse de su asesoramiento y supervisión y del aval que este brinde para su política
económica. El mecanismo debe ayudar a los países a diseñar programas económicos
eficaces y servir como vehículo para enviar señales a los donantes, los bancos de
desarrollo multilaterales y los mercados.
Asistencia técnica. Para lograr un desarrollo y un crecimiento sostenibles es fundamental
contar con una capacidad adecuada de formulación de políticas. El FMI ofrece asistencia y
capacitación —por lo general en forma gratuita— con el fin de ayudar a sus países
miembros a fortalecer la capacidad de sus instituciones y sus funcionarios para la gestión
de las políticas económicas y financieras. En los últimos años el FMI ha redoblado sus
esfuerzos en los países de bajo ingreso mediante la creación de centros regionales de
asistencia técnica en la región del Pacífico, el Caribe, África oriental, occidental y central, y
Oriente Medio.
Supervisión. Los países de bajo ingreso se benefician del asesoramiento que, en todos los
aspectos de la política económica, reciben periódicamente los 185 países miembros a
través de la supervisión que ejerce el FMI. El objetivo que se persigue con este
asesoramiento es el de ayudar a los países a: i) establecer marcos económicos que puedan
sustentar un crecimiento elevado y sostenido y fomenten la reducción de la pobreza, ii)
identificar y controlar las fuentes de riesgo macroeconómico y los factores de
vulnerabilidad, entre ellos los relacionados con la deuda, y iii) fortalecer las instituciones y
políticas que constituyen la base de una buena gestión macroeconómica. Los países de
bajo ingreso tambié se benefician de la supervisión que ejerce la institución sobre las
políticas de otros países y del sistema monetario internacional, pues de esa manera se
promueve el crecimiento y la estabilidad económica a nivel mundial. El FMI utiliza además
el proceso de supervisión para alentar a los países desarrollados a cumplir sus promesas
en relación con los ODM.
El avance de la puesta en práctica de las políticas y medidas necesarias para el logro de los
ODM y de los resultados conexos se evalúa todos los años en un informe de seguimiento
titulado Global Monitoring Report, que el FMI y el Banco Mundial elaboran en colaboración
con otros socios internacionales.
Algunos datos sobre la asistencia del FMI a los países de bajo ingreso
(Al 30 de septiembre de 2006, salvo indicación contraria)
Países miembros del FMI de bajo ingreso*
78, ó 42% del total de
países miembros
Programas en vigor en el marco del SCLP
US$1.4.000 millones a 25
países
Alivio de la deuda comprometido hasta ahora en el
marco de la Iniciativa para los PPME
Alivio de la deuda suministrado hasta ahora en el
marco de la IADM
Porcentaje de asistencia técnica del FMI que
US$2.700 millones (en
términos nominales)
US$3.400 millones **
Aprox. 52% durante el
recibieron los países de bajo ingreso
Consultas del Artículo IV concluidas con países de
bajo ingreso
ejercicio 2005
45 durante el ejercicio 2005
*Países que reúnen los requisitos para recibir financiamiento del FMI en condiciones
concesionarias
** Incluidos US$400 millones financiados mediante recursos PPME consignados.
¿De dónde obtiene dinero el FMI?
La mayoría de los recursos para financiar los préstamos que otorga el
FMI proceden de los países miembros, principalmente del pago de
cuotas. Los préstamos concesionarios y el alivio de la deuda para los
países de bajo ingreso se financian mediante otros fondos fiduciarios
basados en aportaciones. Tradicionalmente, los gastos de operación
anuales del FMI se cubren en gran medida con la diferencia entre lo
que recibe la institución y lo que paga por concepto de intereses; no
obstante, el FMI está reexaminando este modelo de generación de
ingresos como parte de su Estrategia a Mediano Plazo. En enero de
2007, una Comisión de Notables presentó un informe al FMI que
recomienda nuevas fuentes de ingresos más acordes a la variedad de
funciones que el FMI desempeña, tales como la supervisión y la
asistencia técnica.
Sistema de cuotas
A cada país miembro del FMI se le asigna una cuota —basada en general en el tamaño
de la economía del país en relación con la economía mundial— que determina su
contribución a los recursos financieros de la institución. Cuando un país ingresa al FMI,
suele pagar hasta la cuarta parte de su cuota en divisas ampliamente aceptadas (como
el dólar de EE.UU., el euro, el yen o la libra esterlina) o en derechos especiales de giro
(DEG). Las tres cuartas partes restantes se pagan en la moneda del país.
Las cuotas se revisan cada cinco años, como mínimo. La revisión de 1998 dio lugar a
un aumento del 45% en las cuotas del FMI. La revisión que concluyó en enero de 2003
no modificó las cuotas. Como primer paso de un programa de reformas a dos años, se
aumentaron las cuotas en otro 1,8%, mediante los aumentos selectivos de cuotas de
2006. El total de cuotas ascendía a DEG 217.000 millones (alrededor de US$338.000
millones para fines de septiembre de 2007).
Tenencias de oro
Las tenencias de oro del FMI, según su valor a los precios de mercado actuales,
ascendían a unos US$77.000 millones a fines de septiembre de 2007, por lo que el FMI
es uno de los principales tenedores oficiales de oro del mundo. Sin embargo, el
Convenio Constitutivo del FMI limita estrictamente el uso de este metal. En ciertas
circunstancias, el FMI puede vender oro o aceptarlo como pago de un país miembro,
pero no puede comprar ni realizar ningún otro tipo de transacciones en oro.
Capacidad crediticia del FMI
El FMI puede utilizar únicamente las tenencias de monedas provenientes de las cuotas
de economías financieramente sólidas para financiar los préstamos que otorga. El
Directorio Ejecutivo selecciona las monedas cada tres meses. La mayoría de ellas son
monedas de países industriales, pero también se incluyeron en la lista monedas de
países en desarrollo como Botswana, China e India. Las tenencias de estas monedas,
aunadas a las tenencias de DEG, constituyen los recursos utilizables del FMI.
El monto del cual dispone inmediatamente el FMI para otorgar nuevo financiamiento
(no concesionario) está indicado por su capacidad de compromiso futura a un año. A su
vez, dicha capacidad está determinada por los recursos utilizables más los reembolsos
de préstamos proyectados en los 12 meses subsiguientes, menos los recursos que ya
se han comprometido conforme a los acuerdos vigentes, menos un saldo precautorio. A
fines de septiembre de 2007, la capacidad de compromiso futura a un año del FMI
ascendía a US$198.000 millones.
Obtención de préstamos
Si el FMI considera que su capacidad de compromiso futura puede ser insuficiente para
satisfacer las necesidades de los países miembros (por ejemplo, si se produjese una
fuerte crisis financiera) puede obtener préstamos activando los acuerdos
suplementarios. En primer lugar figuran los Nuevos Acuerdos para la Obtención de
Préstamos (NAP), establecidos en 1998 y en cuyo marco 26 países convinieron en
prestar DEG 34.000 millones (aproximadamente US$53.000 millones).
Financiamiento concesionario y alivio de la deuda
El FMI brinda dos tipos principales de asistencia financiera a los países de bajo ingreso:
préstamos a bajo interés en el marco del Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra
la Pobreza (SCLP) y el Servicio Financiero para Hacer Frente a los Shocks, y alivio de la
deuda mediante la Iniciativa para los Países Pobres Muy Endeudados (PPME) y la
Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral. Estos recursos proceden de aportes de
los países y del FMI mismo (no de las cuotas) y son administrados con arreglo a las
cuentas fiduciarias SSE-SCLP, SCLP-PPME, IADM-I y IADM-II, en las que el FMI actúa
como fideicomisario.
La Cuenta Fiduciaria SSE-SCLP fue creada para respaldar los acuerdos en el marco del
SCLP y el SSE y para subsidiar la reducción de la tasa de interés de mercado a una tasa
concesionaria de 0,5% anual. Diecisiete entidades han comprometido contribuciones
por un monto cercano a los US$24.000 millones; un número aún mayor de países
miembros contribuyeron en forma de subsidios.
El Fondo Fiduciario SCLP-PPME tiene por objeto proporcionar alivio de la deuda en el
marco de la Iniciativa para los PPME y subsidiar el financiamiento del SCLP. Los
recursos están constituidos por donaciones y depósitos de 93 países y por
contribuciones del FMI, que en su mayoría proceden de la renta de la inversión de las
utilidades netas obtenidas por las transacciones directas en oro efectuadas durante
1999-2000.
Las cuentas fiduciarias IADM-I y IADM-II fueron establecidas con el objeto de proveer
alivio de la deuda en el marco de la IADM. La IADM-I se financia con los recursos de la
Cuenta Especial de Desembolsos (CED) del FMI, que ascienden a DEG 1.500 millones, y
provee alivio de la deuda a los países (sean o no países pobres muy endeudados) con
un ingreso per cápita de US$380 al año o menos (en base al ingreso nacional bruto de
2004). El IADM-II provee alivio de la deuda a PPME con un ingreso per cápita de
US$380 al año o más; el financiamiento consiste en recursos bilaterales por un monto
de US$1.120 millones transferidos desde la Cuenta Fiduciaria SSE-SCLP.
Existe además una cuenta administrada que está financiada por un grupo de países
para otorgar subsidios de intereses en las operaciones de asistencia de emergencia del
FMI a los países con derecho al SCLP que se encuentran en situación de posconflicto o
de catástrofe natural.
Ingresos y gastos del FMI
Los gastos anuales del FMI se financian principalmente con los préstamos a los países
miembros y por el rendimiento de su cuenta de inversión, que se dotó de fondos en
junio de 2006 por valor de DEG 6.000 millones provenientes de ingresos no
distribuidos. En el ejercicio 2007 se registró una insuficiencia neta de ingresos por valor
de DEG 111 millones.
Algunos datos sobre los recursos del FMI
(al 28 de septiembre de 2007)
Total de cuotas: US$338.000 millones
Total de recursos utilizables: US$256.000 millones
Capacidad de compromiso futura a un año del US$198.000 millones
FMI:
Crédito no concesionario pendiente de US$11.000 millones
reembolso:
Crédito concesionario (SCLP) pendiente de US$6.000 millones
reembolso:
Tenencias de oro: 103,4 millones de onzas de oro
fino
El FMI y el Banco Mundial
El FMI y el Banco Mundial son instituciones hermanas que forman
parte del sistema de las Naciones Unidas y comparten un idéntico
objetivo, a saber, mejorar el nivel de vida de los países miembros.
Las formas en que encaran la consecución de este objetivo se
complementan entre sí: el FMI se ocupa de asegurar la estabilidad
del sistema financiero internacional, mientras que el Banco Mundial
se concentra en el desarrollo económico a largo plazo y en la
reducción de la pobreza.
¿Cuáles son los fines de las "instituciones de Bretton Woods"?
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial fueron creados en una conferencia
internacional que se reunió en Bretton Woods, New Hampshire, Estados Unidos, en julio
de 1944. El objetivo de quienes participaron en ella era crear un marco para la
cooperación económica y el desarrollo que permitiera lograr una economía mundial más
estable y más próspera: meta que sigue siendo fundamental para ambas instituciones,
aunque su labor ha ido evolucionando como consecuencia de nuevos acontecimientos y
desafíos económicos.
El FMI promueve la cooperación internacional en la esfera monetaria y presta tanto
asesoramiento sobre política económica como asistencia técnica para ayudar a los
países a que construyan y mantengan una economía sólida. También otorga préstamos
y colabora con los países en la formulación de programas destinados a resolver
problemas de balanza de pagos: es decir, situaciones en las que no es posible obtener
financiamiento suficiente en condiciones accesibles para hacer frente a los pagos netos
internacionales. Los préstamos del FMI son más bien a corto plazo y se financian con
las cuotas que aportan sus países miembros. En el personal de la institución
predominan los economistas con gran experiencia en política macroeconómica y
financiera.
El Banco Mundial fomenta el desarrollo económico a largo plazo y la reducción de la
pobreza proporcionando apoyo técnico y financiero para que los países puedan
reformar determinados sectores o poner en práctica proyectos específicos: por ejemplo,
de construcción de escuelas y centros de salud, de abastecimiento de agua y
electricidad, de lucha contra enfermedades y de protección del medio ambiente. En
general, la asistencia se presta durante un período prolongado y se financia tanto con
los aportes de los países miembros como mediante la emisión de bonos. Con
frecuencia, los funcionarios del Banco Mundial son profesionales especializados en
determinados temas, sectores o técnicas.
¿Cómo trabajan en común?
El FMI y el Banco Mundial colaboran sistemáticamente y en diversos niveles en lo que
se refiere a la asistencia para los países miembros, y participan conjuntamente en
varias iniciativas. Las condiciones de esta cooperación se establecieron en un acuerdo
al que se llegó en 1989 con el fin de asegurar una colaboración eficaz en las esferas en
que sus responsabilidades se superponen. Si bien estas condiciones han quedado
plasmadas en directrices que tratan de cuestiones específicas, actualmente un Comité
de Evaluación Externa está llevando a cabo un minucioso análisis de la colaboración
entre el FMI y el Banco Mundial, tomando en consideración nuevos mandatos o
aquellos que se superponen en áreas tales como el trabajo en el sector financiero. El
Comité presentará sus recomendaciones sobre la forma en que las dos organizaciones
puedan continuar la labor de satisfacer las necesidades de la comunidad internacional a
través de una colaboración eficaz y efectiva.
Colaboración sistemática: En lo relativo a la asistencia que se presta a los países, la
colaboración se concreta en reuniones periódicas entre el personal del FMI y del Banco
y un constante intercambio de información. En ocasiones, realizan paralelamente
misiones a los países, en las que participan funcionarios de ambas instituciones. La
evaluación que realiza el FMI acerca de la situación económica general de un país y de
su política económica se utiliza como referencia cuando el Banco considera posibles
reformas o proyectos de desarrollo. Análogamente, cuando el FMI asesora acerca de la
política económica tiene en cuenta asimismo la asesoría del Banco en materia de
reformas estructurales y sectoriales. Los funcionarios de ambas instituciones también
cooperan en el ámbito de la condicionalidad en sus respectivos programas crediticios.
El Director Gerente del FMI y el Presidente del Banco Mundial se reúnen con regularidad
para deliberar acerca de los temas más importantes. Emiten declaraciones conjuntas y,
en ocasiones, preparan artículos para la prensa mundial. Ambos han realizado visitas
en conjunto a varias regiones y países.
Iniciativas conjuntas: En los años noventa, el FMI y el Banco Mundial pusieron en
marcha dos importantes iniciativas para ayudar a los países pobres. En 1996,
presentaron la Iniciativa para la Reducción de la Deuda de los Países Pobres Muy
Endeudados (PPME)
a fin de reducir la carga que impone la deuda externa en estos casos. En 1999,
adoptaron el enfoque del Documento de Estrategia de Lucha contra la Pobreza (DELP)
:una estrategia encabezada por los países para establecer una vinculación entre las
políticas nacionales, el apoyo de los donantes y los resultados que deben alcanzarse en
materia de desarrollo a fin de reducir la pobreza. Estos documentos constituyen la base
de la Iniciativa para los PPME y del financiamiento en condiciones concesionarias que
otorgan ambas instituciones.
En julio de 2004, el FMI y el Banco Mundial publicaron Global Monitoring Report (GMR).
En este informe anual se evalúan los avances relativos a las políticas y medidas
necesarias para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de las Naciones
Unidas. En el informe también se examina el grado en que los países en desarrollo, los
países desarrollados y las instituciones financieras internacionales están contribuyendo
a la asociación para el desarrollo y la estrategia para alcanzar los ODM según se
reafirmaran en la reunión cumbre celebrada en Monterrey en marzo de 2002.
El FMI y el Banco Mundial también trabajan en forma mancomunada para que el sector
financiero de los países miembros sea flexible y esté bien reglamentado. En 1999 se
puso en marcha el Programa de Evaluación del Sector Financiero (PESF) con objeto de
identificar los puntos fuertes y débiles del sistema financiero de un país y recomendar,
en consecuencia, las medidas de política apropiadas.
Coordinación de alto nivel: Las Reuniones Anuales de las Juntas de Gobernadores
del FMI y el Banco Mundial son otro de los foros en los que se materializa la
colaboración entre ambas instituciones. Los gobernadores se consultan y presentan la
opinión de sus países acerca de cuestiones actuales de las finanzas y la economía
internacionales. Las Juntas de Gobernadores deciden la forma en que deben abordarse
los problemas económicos internacionales y aprueban las resoluciones
correspondientes.
También se reúne semestralmente un grupo de gobernadores del FMI y el Banco
Mundial que integran el Comité para el Desarrollo, creado en 1974, para orientar a las
dos instituciones respecto a problemas críticos de desarrollo y a los recursos financieros
que se requieren para promover el desarrollo económico de los países de bajo ingreso.
Los Directorios del FMI y del Banco Mundial, que se reúnen al menos tres veces por
semana en las sedes de cada institución en Washington, se mantienen en permanente
consulta. Algunos países tienen un único representante en ambos Directorios.
Puede obtenerse más información en los sitios de ambas instituciones en Internet:
www.imf.org y www.worldbank.org.
El FMI y la Organización Mundial del Comercio
El FMI y la OMC son organismos internacionales con 143 miembros
en común. El interés principal del FMI se centra en el sistema
monetario y financiero internacional y el de la OMC en el sistema de
comercio internacional, pero ambos organismos colaboran entre sí
para garantizar un sistema sólido de comercio y pagos
internacionales.
¿Cuáles son los objetivos comunes del FMI y la OMC?
El Fondo Monetario Internacional (FMI) es un organismo internacional integrado por
184 países que se esfuerza por garantizar la estabilidad del sistema monetario y
financiero internacional. Entre sus atribuciones están las de fomentar el crecimiento
equilibrado del comercio internacional, promover la estabilidad del sistema de los tipos
de cambio y brindar la oportunidad para corregir de forma ordenada los problemas de
balanza de pagos de los países miembros. La institución fue creada en 1945.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) es un organismo internacional
conformado por 149 países que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre las
naciones. En el desempeño de su labor ayuda a que el comercio internacional se
desarrolle de manera fluida, previsible y libre, y brinda a los países un foro constructivo
y justo para la resolución de diferencias en cuestiones relacionadas con el comercio. La
OMC se creó en 1995, como organismo sucesor del Acuerdo General sobre Aranceles
Aduaneros y Comercio (GATT), creado en 1947.
Las tareas del FMI y la OMC son complementarias. Se necesita un sistema financiero
internacional estable para respaldar un comercio internacional pujante, mientras que la
fluidez del comercio ayuda a alejar el riesgo de que se produzcan desequilibrios en los
pagos y crisis financieras. Ambas instituciones colaboran mutuamente para garantizar
un sistema sólido de comercio y pagos internacionales al que tengan acceso todos los
países. Un sistema de esa naturaleza es esencial para promover el crecimiento
económico, mejorar las condiciones de vida y reducir la pobreza en el mundo.
Cómo coordinan sus labores el FMI y la OMC
El FMI y la OMC trabajan de manera mancomunada en muchos aspectos con el fin de
lograr una mayor coherencia en la formulación de la política económica mundial. Poco
tiempo después del establecimiento de la OMC, ambos organismos suscribieron un
acuerdo de colaboración que abarca distintos aspectos sobre su relación.
Consultas periódicas: El FMI participa en calidad de observador en la OMC, e
interviene activamente en muchas de las reuniones de los comités, los grupos de
trabajo y los órganos de la entidad. La Secretaría de la OMC asiste a reuniones del
Directorio Ejecutivo del FMI o del Comité del Directorio de enlace con la OMC sobre
asuntos de interés común. Las cuestiones de política comercial ocupan, en general, un
lugar destacado en las actividades de supervisión del FMI y se tratan en el contexto de
los programas respaldados por la institución cuando dan origen a problemas en la
balanza de pagos. Del mismo modo, los informes de supervisión del FMI, como las
evaluaciones de las políticas cambiarias, son aportes importantes a los informes
periódicos de la OMC sobre las políticas comerciales de los países miembros (Exámenes
de las Políticas Comerciales).
La OMC está obligada a consultar con el FMI en asuntos que atañen a las reservas
monetarias, la balanza de pagos y los regímenes cambiarios. Por ejemplo, los acuerdos
de la OMC permiten a los países imponer restricciones comerciales en el caso en que
existan dificultades de balanza de pagos. El Comité de Restricciones por Balanza de
Pagos de la OMC basa sus evaluaciones de las restricciones en la determinación que el
FMI haga sobre la situación de la balanza de pagos de un país miembro.
E personal del FMI y la Secretaría de la OMC celebran con regularidad consultas
informales sobre la evolución de las políticas comerciales y el asesoramiento a países
concretos. Asimismo, el FMI y la OMC comparten habitualmente datos y resultados de
investigaciones. Por ejemplo, en el marco del programa de Doha para el desarrollo, y
ante una solicitud de la OMC, el FMI llevó a cabo estudios sobre el deterioro de las
preferencias arancelarias, la pérdida de ingresos fiscales vinculada al comercio, los
subsidios a las exportaciones, las salvaguardias de la balanza de pagos y la volatilidad
del tipo de cambio y cuestiones de comercio.
Asistencia técnica y capacitación: El FMI, la OMC y otros organismos y donantes
internacionales suelen trabajar de manera conjunta para ayudar a los países a mejorar
su capacidad para participar en el comercio internacional. Concretamente, han
elaborado el Marco integrado para la asistencia técnica relacionada con el comercio en
favor de los países menos adelantados, a fin de reforzar la capacidad de estos países
para formular políticas comerciales, negociar acuerdos de comercio y enfrentar las
trabas a la producción en sus respectivas economías. Además, con el marco integrado
se pretende garantizar que los países miembros más pobres incorporen reformas
comerciales adecuadas en los documentos de estrategia de lucha contra la pobreza
(DELP),que son la base de la ayuda concesionaria que brindan el FMI y el Banco
Mundial.
Asistencia del FMI para la liberalización del comercio: A fin de facilitar el
progreso en el marco de las negociaciones sobre comercio internacional en la Ronda de
Doha, en abril de 2004 el FMI creó el Mecanismo de Integración Comercial (MIC). Este
mecanismo está a disposición de todos los países miembros cuyos saldos de la balanza
de pagos pudieran deteriorarse, aunque sea transitoriamente, a raíz de la liberalización
multilateral del comercio. No se trata de un nuevo servicio de financiamiento, sino más
bien de una política con la que se pretende hacer más previsible la disponibilidad de los
recursos del FMI a través de los actuales mecanismos de la institución.
Coordinación de alto nivel: El Director Gerente del FMI y el Director General de la
OMC realizan consultas periódicas sobre una variedad de asuntos relacionados con el
comercio. En la reunión del Consejo General de la OMC celebrada en mayo de 2003, las
máximas autoridades del FMI y del Banco Mundial compartieron con las delegaciones
nacionales de la OMC sus opiniones sobre cuestiones comerciales y la coherencia de la
labor de las tres instituciones. En la Conferencia Ministerial de la OMC de 2003
celebrada en Cancún, el Primer Subdirector Gerente del FMI anunció planes para la
introducción del MIC y, más recientemente, asistió a la Conferencia Ministerial de la
OMC celebrada en Hong Kong, China, en diciembre de 2005.
Es probable que en el futuro se intensifiquen la cooperación y las consultas entre el FMI
y la OMC, dados el aumento de los aspectos de interés mutuo y la superposición de
tareas entre ambos organismos. Algunos de los ámbitos en los que podría existir una
mayor interacción son los acuerdos vigentes y futuros de la OMC en relación con los
servicios financieros, el impulso al comercio y la agricultura (sobre todo el sector del
algodón). El FMI apoya los esfuerzos de reforma del comercio multilateral según el
programa de Doha para el desarrollo, y se ha unido públicamente al Banco Mundial y
otras instituciones financieras internacionales en su llamado al progreso.
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