La fragua de Vulcano Óleo sobre lienzo, 223 x 290 cm. Madrid, Museo del Prado. 1º− Presentación: Vulcano se encuentra en su taller, fabricando una armadura con sus ayudantes los cíclopes, cuando aparece Apolo para anunciar una indiscreta noticia: Venus, la esposa de Vulcano, le es infiel y tiene como amante a Marte, dios de la guerra. El rostro de Vulcano refleja la furia mientras sus ayudantes contemplan atónitos al mensajero. En esta escena, Velázquez no muestra lo grotesco del engaño, como hicieron otros pintores con este tema. Al igual que en sus otras representaciones mitológicas, la escena se concentra en los sentimientos humanos. Vulcano aparece como un simple herrero, no como el dios cojo del mito clásico, y los cíclopes son hombre normales, en lugar de gigantes de un solo ojo. La cueva es una herrería como las que Velázquez pudo contemplar en la época. En los numerosos objetos representados se aprecia el gusto del maestro por lo bodegones. 2º− Historia: El catalogo del museo del prado, coincidiendo con la mayoría de los historiadores, fecha esta obra durante el primer viaje a Italia de Velázquez, en 1630, al igual que La túnica de José del monasterio del Escorial. En ambas obras se aprecia el interés por la representación del desnudo y las proporciones del cuerpo humano. Ambos cuadros poseen, además, semejanzas en los modelos y en algunos aspectos de la composición. Aproximadamente dos años antes, Velázquez había pintado la primera de sus mitologías El triunfo del Baco. La tercera de sus tres mitologías mas famosas, La fábula de Aracne, fue pintada al final de su carrera, hacia 1657. Esta obra no la pinto para la Corte madrileña, pero cuatro años después de su realización la adquirió para el rey Felipe IV don Jerónimo Villanueva, protonotario de Aragón y secretario del Conde duque de Olivares. 1 Aparece inventariada en el Palacio del Buen Retiro en 1701 y en los inventarios del Palacio Real de 1772 y 1794. Se encuentra en el Museo del Prado desde 1819. 3º− Tema y personajes: • Vulcano, dios romano del fuego, es el Hefesto griego y su nombre latino deriva de la palabra que significa volcán. Además de ser el herrero que forjaba las armas de muchos dioses y héroes, enseño a los hombres el uso adecuado del fuego. Hijo de Júpiter y Juno, quedo cojo como consecuencia de un ataque de su padre, que lo arrojo a la Tierra de los mortales desde el Olimpo. Se le suele representar trabajando en la fragua en compañía de sus ayudantes, los cíclopes, gigantes musculosos de un solo ojo. Se caso con Venus, diosa del amor y de la belleza, que le fue infiel. El mito adopta dos formas, según lo narre Homero, en La odisea u Ovidio en Las metamorfosis. • Venus se enamoro de Marte, el dios de la guerra, también representado por Velázquez en otra conservada en el Museo del Prado. Venus y Marte yacieron en el Palacio de éste. Apolo presencio el acto e informo al marido de la infidelidad de su esposa. • Vulcano, furioso, fabrico una red invisible que instalo secretamente en la cama de los amantes y con la que les atrapo. Después llamo a los demás dioses para que presenciasen la escena. 4º− Estudio: En La fragua de Vulcano Velázquez nos ofrece un estudio anatómico meticuloso, además de realizar un análisis profundo de la situación de las figuras en el espacio bajo la influencia de una luz determinada. Esta procede de la izquierda, como en muchas de sus obras, pero en esta ocasión se puede comprobar el especial tratamiento del modelado, ya que en la variedad de los cuerpos se reflejan incidencias diferentes. Apolo, de perfil, enmarca el centro de la composición, como si abriera un paréntesis que cierra el personaje que muestra su perfil izquierdo. La figura de la derecha, en escorzo, completa la composición y presenta el primer plano. La figura del fondo, pintada con menos definición, recrea el plano del fondo en un esplendido tratamiento atmosférico de luz. Vulcano, en el centro y de frente, adquiere protagonismo pese a que la figura que está de espaldas tiene mayor iluminación. Las cuatro figuras del centro se relacionan en círculo, formando un eje de coordenadas que tiene como centro el metal incandescente, alusión simbólica al tema tratado. El rojo no es el único color que destaca del sobrio pero rotundo cromatismo, destacan también los brillantes tonos anaranjados del fuego de la fragua y del manto del dios del Sol. 5º− Fuentes de inspiración: 2 • Durante su primer viaje a Italia, Velázquez tuvo la oportunidad de estudiar y analizar a fondo la escultura clásica. En muchas ocasiones, utilizo estas esculturas como modelos para representar a los protagonistas de sus cuadros. En La fragua de Vulcano, por ejemplo, la figura de Apolo está inspirada en el Apolo del Belvedere. • Una colección particular de Nueva York conserva un lienzo con la cabeza de Apolo coronada de laurel que pudo servir como boceto para La fragua de Vulcano. 6º− Obras relacionadas: Velázquez. La túnica de José. Monasterio de El Escorial Velázquez. El triunfo de Baco o Los borrachos. Madrid, Museo del Prado. Velázquez. La fábula de Aracne o Las hilanderas. Madrid, Museo del Prado. Velázquez. Mercurio y Argos. Madrid, Museo del Prado. Velázquez. Marte. Madrid, Museo del Prado. 3