1156862928_Cuidado con el cianuro

Anuncio
Cuidado con el cianuro
Revista No. 12
En las minas de limón sacaron oro de la tierra. El pueblo que rodea las minas depende totalmente de
las empresas. Todos los pegues dependen de la mina, hasta los desperdicios de la mina se usan,
como unos barriles se químicos que ocupan para tratar el oro. Son barriles que contenían cianuro,
unos de los ácidos-venenosos más peligrosos del mundo. Pero como los barriles son búfalos, de una
lata gruesota y pesada, y como siempre hay especialistas se inventaron unas estufas para cocinar
hechas de esos barriles de cianuro, y se volvieron de moda en El Limón.
Nos cuenta Armanda morales una de las muges del proyecto de los fogones, que un día llegaron los
suecos, que trabajan en el proyecto Nicaraguas. Ellos hicieron un estudio sobre esas latas de
cianuro durante 8 meses. Se comprobó que la gente que usaba esas latas había creado una
resistencia al cianuro, o sea, que viven con el veneno. Y que hay posibilidad que las futuras
generaciones podrían tener deformaciones.
Además mucha gente usaba fogones hechos con tierra, que era recogida donde corre el lodo que
sale de la mina ya revuelto con el cianuro. Entonces había que luchar contra el uso de los barriles y
de la tierra con cianuro. Por allá agarramos a la gente, me cuenta Amanda y Maria Luisa. Mire su
fogón tiene cianuro y es peligroso para la salud, y les explicamos toda la historia. Entonces
formamos un grupo junto con la gente de NICARAGUAC para buscar una solución al problema.
Queríamos hacer unos fogones, que fueran, sanos, buenos y baratos. Veamos en las próximas
paginas como son estos fogones nuevos.
Hacer fogones buenos y baratos no es chiche, les digo. Eramos 12 mujeres al inicio y metimos
varones también, pero se nos corrieron rapidísimo, porque pasmos 15 días haciendo pruebas con la
tierra. Todo salía malo, entonces decían, que era aburrido y que nada iba a servir. Fueron los
primeros desertores, hasta que logramos hacer unos fogones buenos. La gente quería que la primera
prueba saliera bien. Pero se nos dañaban todos los ladrillos. Pasamos toda una mañana haciéndolos
y llegamos al siguiente día y no nos sivió ninguno. Es que eso quiere paciencia y voluntad. Hasta
que encontramos una tierra, la gente la llama lanilla. Es una tierra casi igual al barro de las tejas y
cuarterones. Los suecos estuvieron como tres meses con nosotras. Probamos cinco variedades de
tierra, barros, cuarterones con y sin cemento. Pero la verdad es que esos cheles eran encaves. Nos
pusieron a desbaratar un montón de ladrillos con un metrillo hasta que teníamos todo estos dedos
llagados. Después eso lo colamos y volvimos hacer unos fogones de prueba.
Unos se calentaban de maciado, y los desbaratamos. Otros salieron muy caros, por eso los
desbaratamos. Otros se rajaron demasiados, los desbaratamos también. Entendimos que no hay una
receta para hacer fogones, que cada lugar tiene diferentes tierras, y lo que hay que hacer, probar y
probar con paciencia. Por ejemplo, cuando se secaron los primeros fogones comenzaron a rajarse
poco a poco. Entonces, los curamos diariamente con la misma mezcla que sobro de la construcción.
Los curamos a diario durante un mes y allí ya no se rajaron más. La paciencia es la mejor maestra.
Pero la verdad es que los suecos nos enseñaron a tener paciencia y voluntad para experimentar
hasta lograr la meta. Si les interesa la experiencia de las mujeres de las minas, haga su enlace con:
NICARAGUAC o con los profesores Armanda Morales Minas el Limón de la carretera León
a malpaisillo unos 22 kilómetros adentro.
¿Cómo hacer el fogón de tierra y estiércol?
Se puede usar un viejo fogón como base. Si no, hay que hacerla. Con las tablas de madera un cajón
de madera hacemos un cajón a la medida de cómo queremos el fogón. La preparación de la mezcla
es así. A un saco de lanilla, le echamos medio saco de estiércol. Se revuelve, se moja con agua y se
bate bien con los pies, hasta que esta bien amasado. La mezcla preparada se mete en el cajón, que
sirve como formaleta.
Encima de la base colocároslos 12 ladrillos de barro en forma de U.
Allí encima ponemos las varillas de hierro como refuerzo.
Repellamos y formamos los hoyos para las pailas. Se pueden usar las pailas como molde. Nosotros
lo hacemos para dos pailas. No olvidemos dejar un hoyo de chimenea. Entre el primero y el
segundo hoyo pegamos un puentecito, un tope pues, para que la leña no se vaya hasta el fondo.
El fogón dura 8 días para secarse. Desde el primer día se esta rajando. No importa, lo curamos con
la misma mezcla. El curado es muy importante y hay que hacerlo diariamente, para que el fogón
nos quede picudito. El curado dilata de 20 a 30 días. Para cualquier reparación guardamos un poco
de la mezcla en una bolsa plástica.
Descargar