IMPRIMIR IMPRIMIR ARTICULO EDICIÓN IMPRESA ALDIA Adiós a los tres cartones mensuales La ley antitabaco acaba con la vieja tradición de regalar cigarrillos a los trabajadores de la antigua Tabacalera MIGUEL LORENCI/ MADRID. Desde hace casi un siglo los trabajadores de la antigua Tabacalera, reconvertida en la franco-española Altadis, han recibido cada mes un regalo en especie de la empresa: tres cartones de cigarrillos de alguna de las labores de la casa. Una tradición casi secular, mantenida desde los años anteriores a la Guerra Civil, y con la que acaba de raíz la ley antitabaco que entra el domingo. La nueva ley obligará al fabricante de cigarros hispano-francés a renunciar a una práctica que, no obstante, se ha apurado hasta el último momento. «Todos los trabajadores hemos recibido este mes los tres cartones, como siempre, pero sabemos que, por imperativo legal, no será así a partir de enero», explicaba una portavoz de la tabaquera. La ley antitabaco prohíbe expresamente la «entrega, aprovisionamiento o distribución de muestras de cualquier producto de tabaco, sean o no gratuitas». Cuando al empresa adoptó esta costumbre, en el primer tercio del siglo XX, el pago se hacía en picadura, conocida popularmente como caldo de gallina y especialmente apreciada durante la escasez de la posguerra. «No sabemos si los seiscientos cigarrillos que se nos entregaban hasta ahora se reemplazarán con algún otro presente o si habrá medidas compensatorias», explicaban desde el departamento de comunicación de la compañía. La portavoz de Altadis, surgida en 1999 de la fusión entre Tabacalera y la francesa Seita, no supo precisar si los trabajadores franceses recibían también algún pago en especie. Tampoco qué porcentaje de los 4.500 empleados de la firma en España son fumadores. Además de regalar tabaco a sus empleados, Altadis ofrecía cigarrillos a los visitantes de sus instalaciones, en las que se permitía fumar sin restricciones. Todo será distinto a partir del lunes, ya que la ley prohíbe el tabaco en todos los centros de trabajo. Alrededor de 20.000 familias viven de las labores del tabaco en España, según datos de Altadis. Es el tercer productor europeo, después de Grecia e Italia, con 42.000 toneladas por año. Fue, además, la puerta de entrada del tabaco al Viejo Continente, tras ser descubierto por Cristóbal Colón en Cuba en su primer viaje a América en 1492. La primera factoría de tabaco española comenzó a funcionar en Sevilla en 1620. Desde 1945 hasta los años noventa Tabacalera funcionó en régimen de monopolio, gracias a la concesión del Gobierno de Franco. Tras su privatización, en 1999, Tabacalera se fusionó con la francesa Seita, conformado uno de los gigantes del sector en Europa. COLPISA Subir