Feliz Festa da Humanidade! FIESTA DE LA HUMANIDAD Queridas y queridos amigos, Cualquier ocasión es buena para expresar a quienes apreciamos nuestros mejores deseos: el cambio de año que pronto celebramos en muchos países, la Navidad, el Ramadán, la Hanukah Judía… Nada, ni las circunstancias más amargas, deberían ahogar esos deseos de felicidad compartida. Os deseamos, pues, muy sinceramente, la mayor felicidad. Pero esos deseos puntuales, siempre positivos, son claramente insuficientes y deben extenderse, por puro y legítimo egoísmo, al conjunto de los seres humanos, en una perspectiva sostenible, que respete y potencie la riqueza que representa tanto la diversidad cultural como la biológica y favorezca su disfrute. Necesitamos una fiesta universal que exprese estos deseos y estimule el compromiso y los esfuerzos para su logro. ¡Ojalá veamos pronto el día de los Derechos Humanos, convertido en una fiesta auténticamente global, en una Fiesta de la Humanidad! Una fiesta por encima de etnias, géneros, creencias e intereses a corto plazo que tantas veces nos enfrentan absurdamente. Una fiesta universal, sí, que apueste por la universalización de los Derechos Humanos, sin discriminaciones de ningún tipo, como la idea clave para orientar el presente y futuro de la humanidad: desde los derechos civiles democráticos al derecho a un ambiente saludable, pasando por el derecho al trabajo, a la salud, o a la educación y la cultura. ¡Trabajemos y brindemos por esa fiesta universal que hemos de convertir en realidad! ¡Feliz Día de los Derechos Humanos! ¡Feliz Fiesta de la Humanidad! Feliz Dia dos Direitos Humanos! Feliz Dia dos Direitos Humanos! FESTA DA HUMANIDADE Queridas e queridos amigos, Qualquer ocasião é boa para expressar àqueles que apreciamos os nossos melhores desejos: o novo ano que em breve se celebra em muitos países, o Natal, o Ramadão, o Hanukah Judio… Nada, nem as mais amarguradas circunstâncias, deveriam sufocar estes desejos de felicidade partilhada. Desejamos, pois, muito sinceramente, as maiores felicidades. Mas estes desejos pontuais, sempre positivos, são claramente insuficientes e devem estender‐se, por puro e legítimo egoísmo, ao conjunto dos seres humanos, numa perspectiva sustentável, que respeite e potencie a riqueza que representa tanto a diversidade cultural como a biológica e favoreça o seu desfrute. Necessitamos uma festa universal que expresse estes desejos e estimule o compromisso e os esforços para o conseguir. Oxalá vejamos rapidamente o dia dos Direitos Humanos, convertido numa festa autenticamente global, numa Festa da Humanidade! Uma festa que ultrapasse etnias, gêneros, crenças e interesses a curto prazo, com que tantas vezes, absurdamente, nos confrontamos. Uma festa universal, sim, que reivindique a universalização de todos os Direitos Humanos, sem discriminações, como a ideia chave para orientar o presente e o futuro da humanidade: desde os direitos civis democráticos ao direito a um ambiente saudável, passando pelo direito ao trabalho, à saúde ou à educação e à cultura. . Trabalhemos e brindemos por essa festa universal que havemos de converter em realidade!