1 Gran gusto, privilegio y honor me representa, en calidad de Presidente de la Corte Suprema de Justicia y del Organismo Judicial de la República de Guatemala, darles la bienvenida a tan dilectos invitados especiales, Magistrados y Funcionarios Judiciales delegados de cada uno de los poderes judiciales hermanos de Iberoamerica, a nuestro país, a esta ciudad de Antigua Guatemala, antaño Santiago de los Caballeros, ciudad noble, leal y benemérita, patrimonio cultural de la nación, de América y de la Humanidad. Iniciamos hoy, como un evento inédito en Guatemala, la primera Ronda de Talleres de la DÉCIMO SÉPTIMA Cumbre Judicial Iberoamericana, espacio vital para la interacción, al más alto nivel, de los actores protagónicos de los diferentes poderes judiciales, y de intercambio de proyectos, experiencias, aspiraciones, retos y riesgos que enfrentamos en el devenir de la impartición de justicia. Tengo plena confianza que de estas reuniones de trabajo surgirán nuevas ideas, iniciativas y acciones concretas que repercutirán con efectividad en el ámbito de la administración judicial para beneficio último de las poblaciones de nuestros países. En la antigüedad, las imágenes del Foro o el Ágora se constituyeron en metáforas del intercambio, de la concertación, de la construcción a través del diálogo, de nuevas alianzas que encienden derroteros y rumbos nuevos; sitios donde, en virtud del intercambio y el libre flujo de bienes, nacía la riqueza y con ella el bienestar. Así visualizo el esfuerzo de las Cumbres Judiciales Iberoamericanas: plazas efervescentes de ideas y aspiraciones donde reunidos y hermanados por el compromiso que tenemos con la justicia y nuestras sociedades 2 encontramos nuevas fórmulas para superar nuestras debilidades, para reivindicar nuestro afán por lo justo y para trazar una ruta a sistemas de justicia modernos y eficaces que con su quehacer afiancen el sistema democrático. Y es que aunque una visión superficial y somera de Iberoamérica podría remarcar las diferencias culturales que externamente podríamos ostentar, aquel que conoce y vive nuestras realidades descubre que los puntos en común para nuestras sociedades y sistemas judiciales son muchos: la inestabilidad política, las estrecheces presupuestarias, el riesgo ante crecientes escaladas de violencia y crimen organizado, en particular el vinculado al tráfico de estupefacientes; así como la situación de riesgo de nuestras minorías y poblaciones en situación de riesgo: niños, mujeres, poblaciones indígenas; frente a las cuales se han asumido múltiples compromisos por brindarles la protección y tutela que mandan nuestras leyes; “Si vis pacem, para iustitiam” Sí queremos paz, desarrollemos la justicia. Toda esa problemática necesita respuestas contundentes de nuestros poderes judiciales a través de la función jurisdiccional; y de jueces y magistrados íntegros, que cuenten con las condiciones esenciales y necesarias para efectuar debidamente la función que el Estado les confiere. Y, aquí, traigo a colación las palabras de Don Antonio Monserrat Quintana, miembro del Consejo General del Poder Judicial del reino de España y quien nos acompaña esta mañana, pronunciadas el año pasado en esta ciudad, en el marco del Consejo Judicial Centroamericano, en cuanto a que: “Nuestro tiempo se caracteriza por 3 una cada vez más clara exigencia de la ciudadanía respecto de la integridad de sus jueces y magistrados. Este anhelo apremiante es una benéfica consecuencia de la madurez –también cada vez mayorde las sociedades democráticas, es decir, de la consolidación del Estado de Derecho en nuestros respectivos países”. Es pues responsabilidad de quienes integramos los poderes judiciales, responder ante esta demanda, impartiendo justicia con responsabilidad en nuestras sociedades, tarea que todos sabemos es compleja, más cuando no se tienen todas las condiciones necesarias, a las que antes aludí. Estamos aquí porque queremos “Una justicia de futuro, planificada, integrada y tecnológicamente desarrollada”, que tenga como centro y propósito al ser humano. Deseo que podamos obtener de esta Ronda de Talleres, resultados, productos, que contribuyan a cumplir con llevar a todos esa justicia que anhelamos como lo ha venido haciendo la Cumbre Judicial Iberoamericana y y basta mencionar el Estatuto del Juez Iberoamericano; la Carta de Derechos del Usuario de la Justicia; el Código Modelo Iberoamericano de Ética Judicial; las 100 Reglas de Brasilia; la constitución del Aula Iberoamericana; la creación de la Red Iberoamericana de Información y Documentación Judicial (IberIUS) y la Red Iberoamericana de Asistencia Judicial (IberRed). Nuestros poderes judiciales tienen la responsabilidad, otorgada por sus cartas y textos constitucionales, de dirigir e impulsar los cambios necesarios, (legales, normativos, administrativos, sistémicos) para que sus integrantes puedan garantizar a los usuarios un servicio 4 oportuno y de calidad, ajustado a los nuevos tiempos y a las tendencias más innovadoras del Derecho, que abanderan la tutela de los derechos de las víctimas y juicios con garantías. Actualmente el uso de la tecnología facilita la ejecución de muchas de las tareas cotidianas y de gran volumen. Con su ayuda se atraviesan fronteras, se reducen distancias, beneficiándonos en todos los ámbitos de nuestra vida; las funciones que desempeñan los organismos y poderes judiciales de nuestros países no le son ajenas, pudiendo convertirse, en elementos esenciales para transformar la impartición de justicia en el siglo XXI. Iberoamérica está integrada aproximadamente por QUINIENTOS MILLONES de habitantes. Esta cifra nos bosqueja una idea de la trascendencia e impacto de las decisiones, recomendaciones y aprendizajes que surjan en esta Primera Ronda de Talleres previos a la asamblea plenaria de la DÉCIMO SÉPTIMA Cumbre Judicial Iberoamericana, a celebrarse el próximo año en Santiago de Chile. Los poderes judiciales aquí representados constituyen la voz de los cientos de miles de ciudadanos que claman por un servicio de justicia acorde con nuestro tiempo. Debemos recordar la frase de Montesquieu que dice: “La sociedad no son los hombres, sino la unión de los hombres”. Este taller no sólo tiene una dimensión de intercambio de experiencias y aprendizaje compartido, sino también debe ser la cuna de acuerdos y acciones concretas, con motivo de la adopción de proyectos y acciones discutidas y acordadas, desde la convicción que la existencia de un acervo cultural común constituye un instrumento privilegiado que, sin menoscabo del necesario respeto a nuestras 5 diferencias y disensos, contribuye al fortalecimiento del Poder Judicial y, por extensión, del sistema democrático de derecho. La Ciencia Jurídica, el conocimiento técnico, las herramientas tecnológicas, las lecciones prácticas aprendidas, son parte de los insumos para la resolución de los desafíos, pero no los únicos, hace falta recordar las finalidades humanas de comprensión, de fraternización, de humanizar la administración de justicia, para que todos, sin distinción alguna, puedan recibir un servicio de justicia responsable, eficiente, transparente, oportuno y justo. Al iniciar ahora la Primera Ronda de Talleres de la DÉCIMO SÉPTIMA Cumbre Judicial Iberoamericana, visualizamos nuestra labor en ellos con una mentalidad abierta y espíritu crítico, reconociendo nuestras debilidades y poniendo en las mesas de discusión los riesgos que enfrentamos, sin pasar por alto nuestras fortalezas y oportunidades, para así desarrollar propuestas que nos hagan avanzar hacia un sistema de justicia moderno y dotado de una profunda mística de servicio. Al declarar inaugurada la Primera Ronda de Talleres de la DÉCIMO SÉPTIMA Cumbre Judicial Iberoamericana cito una estrofa del Canto Iberoamericano “Justicia, paz y libertad”, que sintetiza nuestro espíritu de cumbre: Por nuestra patria cantemos libertad, Justicia siempre, Iberoamérica Cantemos vivas por la fraternidad 6 En esta patria que busca la unidad, Que vive y sueña respeto y dignidad. ¡Muchas gracias! Palabras pronunciadas por el Magistrado Gabriel Medrano Valenzuela, Presidente del Organismo Judicial y de la Corte Suprema de Justicia en inauguración de la Primera Ronda de Talleres de la XVII de la Cumbre Judicial Iberoamericana, el día martes 27 de febrero de 2013 a las 9:00 am, en el Hotel Soleil de Antigua Guatemala.