PODER JUDICIAL DE LA PROVINCIA DE JUJUY TRIBUNAL DEL TRABAJO SALA I “TORRES, WILFREDO MIGUEL C/ POLICIA DE LA PROVINCIA – ESTADO PROVINCIAL S/ACCIDENTE DE TRABAJO” EXPEDIENTE: B151009-2006 SAN SALVADOR DE JUJUY, 29 de Junio de 2012.AUTOS Y VISTOS: Los de este Expte. N° B-151.009/06, caratulado: Por Accidente de Trabajo: TORRES, WILFREDO MIGUEL c/ POLICIA DE LA PROVINCIA – ESTADO PROVINCIAL, de los que RESULTA: A fs. 240 comparece la doctora MARIA JIMENA BERNAL, Procuradora Fiscal, con patrocinio letrado de la Dra. LILIANA BEATRIZ ARGOTE en representación de la demandada, interponiendo aclaratoria en contra de la resolución del 09 de abril de 2012, manifestando que existen errores materiales pasibles de ser enmendados por esta vía. Dice que el primero se refiere al porcentaje de incapacidad indemnizable, el segundo a los cálculos indemnizatorios, para, por último cuestionar la forma en que se aplicó la tasa de interés; y CONSIDERANDO: I.- Si tenemos en cuenta que la aclaratoria es un remedio procesal instituido por el codificador a fin de corregir errores materiales, suplir omisiones o defectos de expresión (art. 98 del CPT) a fin de evitar la promoción de recursos, diré que en la especie no existen errores u omisiones a corregir, como pretende la letrada del Estado. II.- Dicho lo cual analizaré uno a uno los puntos de reclamo que me llevan a sostener lo dicho. II.- 1. PORCENTAJE DE INCAPACIDAD: Tal como se trascribe en los Considerandos de la resolución recurrida el Perito dice: …”Que le determina una incapacidad específica, Absoluta y Permanente; y Genérica del 20% de la T.O., parcial y permanente.” (fs. 176). Leyendo bien el párrafo no puede más que concluirse que la incapacidad específica es absoluta y permanente. La letrada obvió en su presentación el punto y coma que separa tal especificación de la determinación de la incapacidad genérica que sí es del 20%. Como es sabido en el tipo de procesos que nos ocupa la indemnización se fija en base a la incapacidad específica, es decir, para la tarea en la que trabajador se capacitó a lo largo de su vida, por lo que la misma está perfectamente determinada en la sentencia. II.- 2. APLICACIÓN DE LOS MONTOS DETERMINADOS POR EL DECRETO 1694/09: La Constitución Nacional, en el art. 99 inc. 2, faculta al Poder 1 Ejecutivo a expedir los reglamentos que sean necesarios para la ejecución de las leyes nacionales. En consonancia con ello, la Ley 24.557 contempla en su art. 11 inc. 3 la facultad delegada por el Poder Legislativo, de mejorar las prestaciones dinerarias cuando las condiciones económicas financieras generales del sistema lo permitan. Entiendo que el Decreto 1694/2009 se encuentra dentro de estos reglamentos delegados. La Corte Suprema de Justicia de la Nación reconoció tal delegación (cfr. Fallos 148:430; 269:393). Así en el primero de los precedentes citados sostuvo: "existe una distinción fundamental entre la delegación de poder para hacer la ley y la de conferir cierta autonomía al Poder Ejecutivo o a un cuerpo administrativo, a fin de reglar los pormenores y detalles necesarios para la ejecución de aquella. Lo primero no puede hacerse, lo segundo es admitido". En "Cocchia c/ Estado Nacional" (LL 1994-B, pág. 643) la Corte vuelve a tratar estos últimos reglamentos, encasillándolos como reglamentos de ejecución sustantivos y definiéndolos como aquellos que "no tienen como finalidad establecer el procedimiento según el cual la administración aplicará la ley, aunque también puede hacerlo, sino regular, por mandato del legislador, la concreta aplicación de la ley en la sustancia misma del objeto o finalidad por ella definidos". Más tarde dijo: "Unos y otros reglamentos adjetivos y sustantivos- integran la ley complementando el régimen por ésta creado (CSJN, "Crespi Hnos. y Cía", Fallos 234:166). En "Barrose c/ Ministerio del Interior", Fallos 318:1707: “no vulneran el principio establecido en el art. 99 inc. 2 de la Constitución Nacional, los reglamentos que se expidan para la mejor ejecución de las leyes, cuando la norma de grado inferior mantenga inalterables los fines y el sentido con que la ley haya sido sancionada", en igual sentido "Cáceres Cowan", Fallos 250:49, "Cámara de Comercio, Industria y Producción c/ AFIP", Fallos 352:645. En consonancia con estos conceptos diré que el Congreso de la Nación delegó en el Poder Ejecutivo Nacional la mejora de las prestaciones dinerarias (art. 11 inc. 3, LRT) y no el condicionamiento en la aplicación de estas mejoras. La referencia que hace el art. a las circunstancias económicas financieras generales del sistema lo es a los efectos de determinar la mejora, pero una vez establecida ésta se agotó la facultad discrecional del poder administrador. Por ello, el diferir en el tiempo la entrada en vigencia de la mejora de las prestaciones dinerarias no forma parte de la facultad de apreciar las condiciones económico-financieras, y, por tanto, resulta ser un exceso en el ejercicio de la potestad delegada. Siendo así, el art. 16 del Dto. 1694/2009, al haber avanzado sobre la función legislativa, de exclusiva incumbencia del Congreso de la Nación resulta contraria la Constitución Nacional, contrariando además el art. 14 bis CN en cuanto determina que los beneficios de la seguridad social tienen carácter de integrales e irrenunciables y nada obsta declararla inconstitucional porque como bien sostuvo la CSJN: “la facultad de los jueces de suplir el derecho que las partes no invocan erradamente, incluye el deber de mantener la supremacía de la Constitución (art. 31) aplicando en caso de colisión de normas, la de mayor rango, vale decir, la constitucional, y desechando la de rango inferior" (Banco Comercial de Finanzas" (LL 2005-F, pág. 453). Por otra parte, la facultad de controlar 2 oficiosamente la adecuación de leyes y decretos con la Constitución Nacional, o con los tratados internacionales (control de convencionalidad), forma parte de la tutela efectiva de los derechos, y cualquier restricción a esta facultad importa un cercenamiento a dicha tutela efectiva. Determinada la invalidez del art. 16 del Dto. 1694/09 corresponde ahora me refiera a la cuestión de su aplicación en la especie a través de la regla general establecida por el art. 3 del Código Civil en cuanto dice: "…a partir de su entrada en vigencia, las leyes se aplican aún a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes". Nuestro Código de fondo adopta el principio del efecto inmediato. Dice Llambías que “el efecto inmediato de la ley comprende a los hechos de gestación prolongada en curso de desarrollo al tiempo de la sanción de la nueva ley, y a las consecuencias no consumadas de los hechos pasados, especialmente cuando su eficacia no depende enteramente del hecho que las origina, sino concurrentemente de la fecundación obrada por el porvenir”. (Llambías, Jorge Código Civil Anotado, T I, pág. 14 y ss). Entonces, mientras la relación jurídica no esté extinguida, la nueva ley se aplica a sus efectos o consecuencias; al existir un proceso en trámite, hay una relación vigente a la que solo pone fin la sentencia al resolver el litigio. Como bien sostiene Fernández Madrid: “todas las determinaciones que se puedan haber hecho por vía administrativa o extrajudicial provienen de estimaciones sujetas a correcciones definitivas en el curso de un proceso judicial. De ahí que la ley nos remite a dicha oportunidad (la sentencia) para establecer la ley aplicable según el procedimiento y monto que esta última establezca en relación al salario actualizado y a la incapacidad determinada en forma definitiva” (Fernández Madrid, Tratado Práctico de Derecho del Trabajo, T II, pág. 1791). Por ello, en base a lo dicho, corresponde que el Dto. 1694/09 -ley en sentido material- sea aplicado en la especie, en cuanto actualiza las compensaciones adicionales de pago único, pues, nos encontramos ante una indemnización devengada con anterioridad (2002) pero no cancelada, quedando consecuencias jurídicas pendientes (art. 3 CC) sin que ello importe aplicación retroactiva de la ley dado que no hubo satisfacción del crédito. Asi lo tiene dicho la jurisprudencia: “la aplicación inmediata de una nueva ley a los efectos pendientes no constituye un supuesto de retroactividad y en el ámbito de la Ley 24.557 es factible la aplicación de la norma vigente al momento de cada etapa prevista por la normativa en relación al daño más allá de la fecha de la verificación de la contingencia, y que la aplicación de las mejoras introducidas por el Decreto n° 1694/2009 a los infortunios ocurridos con anterioridad pero no cancelados a la fecha de entrada en vigencia de la norma no afecta el derecho de propiedad de las aseguradoras sino que protege a los trabajadores que no han visto cancelados oportunamente sus créditos y han debido recorrer un proceso administrativo o judicial durante cuyo transcurso cambiaron las circunstancias económicas reconociendo la nueva legislación la exigüidad del régimen original por lo que no cabe castigar al trabajador otorgándole 3 una indemnización depreciada al momento de percibirla, conclusión que concuerda con el principio de progresividad (art. 75, inc. 23, Constitución Nacional)” (Cám. Trab. Mendoza 2°, 19/9/2010, "Pizarro Dengra c/ La Segunda ART S.A.", Lexis n° 70064911). En reciente fallo la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo sostuvo: En efecto, si bien el accidente de trabajo se produjo durante la vigencia del régimen anterior, las consecuencias reparatorias del infortunio se establecieron y consolidaron con posterioridad y cuando ya regía el nuevo régimen de prestaciones económicas. Por lo tanto la aplicación de las mejoras a las prestaciones dinerarias previstas en el nuevo régimen a los efectos nuevos de una contingencia anterior no constituye un supuesto de retroactividad legal sino de aplicación inmediata de la nueva norma, en los términos del art. 3 del Código Civil (en el mismo sentido Sala II en los autos “Báez Carlos Cesar c/ Berkley International ART S.A. s/ accidente – ley especial” SD 99987 del 12/12/11). (Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala I, 18-04-2012, Sentencia Definitiva Nro. 87.582, Causa Nro. 8.415/08, Autos: “ORTIZ OSCAR ORLANDO C/ ASOCIART S.A. ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S/ ACCIDENTE - LEY ESPECIAL”) Es por todo ello entonces, que el cálculo indemnizatorio determinado en la sentencia que puso fin al proceso es el correcto y no hay error en su determinación. II.- 3. APLICACIÓN DE LA TASA DE INTERES: También es correcta la aplicación de la tasa de interés desde la fecha del hecho, ello por cuanto al tratarse de una deuda de dinero y no de valor su aplicación no produce un enriquecimiento indebido al actor. Sin perjuicio de lo dicho, habiendo advertido que existe un error material en la planilla de liquidación incorporada a la sentencia, corresponde hacer lugar parcialmente a la aclaratoria interpuesta y determinar que el monto de condena asciende a la suma de pesos TRESCIENTOS VEINTICINCO MIL SEISCIENTOS SETENTA Y OCHO CON 15/100, ($ 325.678,15) por lo que también deben adecuarse las costas al nuevo monto de condena, regulándose los honorarios del Dr. JOSE MARIANO GARCÍA en la suma de pesos SESENTA Y OCHO MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y DOS ($68.372.-). Sin costas por cuanto no hubo sustanciación. El Dr. Jorge E. Ontiveros dijo: A mi modo de ver la cuestión que se plantea por mis colegas es análoga a la que planteara en el Plenario Nº 277 de la C.N.A.T., cuando resolvió que la reforma de la Ley Nº 23.643 no es aplicable a los infortunios ocurridos con anterioridad a su vigencia. Y revive la resuelta en el fallo Plenario “Rey c/ Bodegas Arizu S.A.”, del 21/12/1971, en el que se afirmó la inaplicabilidad de la reforma de la Ley Nº 17.711 para indemnizar el daño moral emergente de hechos anteriores a la reforma introducida en el art. 1078 del Código Civil, donde se sostuvo que la obligación de la cual es acreedora la víctima , y deudor el responsable, ya existía al momento de entrar en vigor los nuevos dispositivos, de manera que corresponde atribuir a la ley antigua 4 la regulación de los presupuestos de existencia de esa obligación, así como su contenido, la extensión del daño y su evaluación. La aplicación inmediata de la ley a la que se alude en el art. 3º del Código Civil no puede ser interpretada como comprensiva de todas las causas judiciales pendientes, ya que tratándose de una pretensión de condena es incontrovertible que el pronunciamiento judicial que se dicte no será constitutivo del derecho sino que, por el contrario, declarará la exigibilidad de la obligación de reparar a la época en que se hubiere producido el hecho y por lo tanto es a ese tiempo donde la norma actúa como marco y sustento de la indemnización, salvo que la ley disponga expresamente su retroactividad. La sentencia que condena al pago de la indemnización es declarativa y no constitutiva. El derecho de la víctima es anterior al fallo y a la propia demanda que interpone, como lo prueba el hecho de que si el responsable paga por el daño, sin esperar la sentencia, cumple con una obligación ya existente (Mazeaud: “Lecciones…” T. II pag. 391). Siguiendo tan caracterizada doctrina, el Tribunal en anteriores integraciones y pacíficamente resolvió en igual sentido (conf. “Mercado c/ Kobe”, sent. del 25/08/94; “Torres c/ Rio Grande S.A.”, set. del 04/11/94; “Merida c/ E. Provincial, sent. del 01/12/94, entre otras.) En la especie no solo el hecho generador es anterior a la norma cuya aplicación se propicia, sino que las consecuencias reparatorias del infortunio se establecieron y consolidaron también antes (con el dictamen de la Junta Medica Provincial de fecha 12/12/02 que rola a fs 52 del legajo personal agregado por cuerda). Lo expresado me lleva respetuosamente a disentir con la propuesta que sobre el punto proponen las Sras. Vocales que me anteceden, y a prestar adhesión a todo lo demás virtualmente resuelto. Tal mi voto. Por todo ello, la Sala Primera del Tribunal del Trabajo R E S U E L V E: 1°) Hacer lugar parcialmente a la aclaratoria interpuesta por la demandada de acuerdo a lo expresado en los considerandos y determinar que el monto de condena asciende a la suma de pesos TRESCIENTOS VEINTICINCO MIL SEISCIENTOS SETENTA Y OCHO CON 15/100, ($ 325.678,15) sin costas por cuanto no se sustanció. 2º) Adecuar las costas al nuevo monto de condena y regular los honorarios del Dr. JOSE MARIANO GARCÍA en la suma de pesos SESENTA Y OCHO MIL TRESCIENTOS NOVENTA Y DOS ($68.372.-). 3º) Regístrese, agréguese copia en autos, notifíquese por cédula a las partes, etc. 5 6