caracterización diferencial de escasez, aridez y sequía

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CARACTERIZACIÓN DIFERENCIAL DE ESCASEZ, ARIDEZ Y SEQUÍA.
La sequía, entendida como anomalía temporal de precipitación o caudal natural,
puede producir, o no, una situación de insuficiencia en los suministros de agua, en
función del nivel de demanda de agua existente en el área y de las características,
en general, de los sistemas de explotación del recurso.
La escasez representa una situación permanente de déficit en relación con la
demandas de agua en un sistema de recursos de ámbito regional, caracterizado, bien
por un clima árido o bien por un rápido crecimiento de las demandas consuntivas
(glosario de términos proyecto MEDROPLAN, 2003, incluido como apéndice a este
documento).
Habida cuenta que la sequía es una anomalía natural transitoria, suficientemente
prolongada, debe diferenciarse de la aridez, que es una situación estructural natural
de una región y por tanto permanente. Aún en estas circunstancias no debería haber
déficit si los sistemas de explotación estuvieran adecuadamente diseñados y
explotados y las demandas se mantuvieran en límites razonables, acordes con las
características climáticas de la región. Ello precisa actuaciones planificadas a medio
y largo plazo.
Acotación de los términos relacionados con la sequía
A lo largo de la vida de explotación de los sistemas de recursos hídricos pueden surgir
deficiencias en el suministro de agua, de forma que no quede totalmente satisfecha
la demanda. Estos déficit pueden tener una o varias causas:
.
• Disminución temporal de los recursos naturales (sequía).
.
•
Falta de capacidad de regulación de las infraestructuras (o reglas de
explotación inadecuadas).
.
•
Exceso de demanda.
El déficit puede ser transitorio o permanente, lo cual incide en el tipo de medidas de
mitigación que le son propias.
Cuando la sequía provoca un déficit transitorio, se requiere la aplicación de medidas
temporales (Planes Sequía, Planes de Emergencia, etc.), mientras que el déficit
permanente precisa acciones a largo plazo integradas en la planificación hidrológica,
bien sobre la oferta de recursos (nuevas infraestructuras, uso conjunto aguas
superficiales subterráneas), o bien sobre gestión de la demanda (ahorro, reducción,
régimen disciplinario, información, etc.).
Por tanto, es necesario diferenciar cuándo se trata de una situación transitoria de
insuficiente suministro de agua de un estado permanente de déficit.
Para ello
resulta de utilidad el concepto de garantía.
Conviene traer a colación el término fallo de suministro, o umbral a partir del cual
se considera que la demanda se insatisface. Lógicamente dicha satisfacción debe
basarse en unos criterios de garantía de suministro para cada tipo de demanda, que
representan la capacidad de resistencia aceptable ante una situación de fallo en el
suministro. Cada uso (urbano, agrícola, industrial o recreativo) tiene una capacidad
de resistencia diferente.
El criterio de garantía no es más que un convenio que establece las condiciones
cuantitativas y eventualmente cualitativas bajo las cuales la demanda se considera
satisfecha. Su definición es necesaria puesto que en la gestión de recursos naturales
escasos, como el agua, es técnica y económicamente imposible satisfacer por
completo las demandas, siempre y en todo lugar.
La magnitud de fallo aceptado está limitada por el criterio de la garantía. Dentro de
estos límites nos situamos en el dominio de la sequía y para paliarla se establecen los
Planes Especiales de Sequía y los Planes de Emergencia que desarrollan medidas
transitorias para ayudar a paliar sus efectos. Si el fallo de suministro excede el
criterio de garantía nos encontramos en una situación de déficit estructural
permanente y es necesario adoptar medidas a largo plazo en el marco de la
planificación hidrológica.
En España, los criterios de garantía vienen definidos en los planes de cuenca, al
amparo de lo establecido en la Instrucción Técnica para la Planificación Hidrológica
(Orden Ministerial de 24/9/1992), que establece que la demanda se considera
satisfecha durante un periodo de tiempo dado (45 años) si:
.
• El déficit en un año es < A % de la demanda anual
.
• El déficit en dos años consecutivos es < B % de la demanda anual
.
• El déficit en diez años consecutivos es < C % de la demanda anual, siendo
% Demanda Demanda Demanda Urbana Agrícola Industrial A 5-10
20-40 < 5-10 B 10-16 30-60 < 10-16 C 16-30 40-80 <
16-30 Las sequías son actualmente impredecibles,
pero tienen un carácter cíclico, es decir, se repiten
con una periodicidad indeterminada aunque cierta,
por lo que debe estarse prevenido para mitigar sus
efectos mediante la planificación y asignación de
medidas
de
gestión,
jurídicas,
económicas
e
institucionales.
Aunque impredecibles se manifiestan de modo lento, por lo que mediante
indicadores de estado pueden ponerse de manifiesto en etapas tempranas, lo que
permite adoptar casi desde su inicio medidas de mitigación, ayudando a prevenir sus
efectos e incrementar la capacidad de suministro en el tiempo.
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