LAS REDES DE COLABORACIÓN: EL ESPACIO COMÚN DE EDUCACIÓN SUPERIOR A DISTANCIA Actualmente, nuestro sistema educativo enfrenta situaciones críticas a causa de su limitada credibilidad, del uso de sus recursos y de su funcionalidad centralista y rígida la mayoría de las veces endógena, así como rezagos históricos de atención a poblaciones que demandan la formalización de sus habilidades en un mercado laboral más exigente y, también, la presión cada vez mayor de las poblaciones vulnerables y demandantes de su derecho de acceder a un servicio público como es el de la educación; asuntos todos que bien pueden ser atendidos y sus efectos modulados si se hace una mayor inversión en las opciones mixtas y a distancia que se puedan ofrecer. Por otro lado, la integración de las TIC a los sistemas educativos conlleva sus propias dinámicas de aceptación-rechazo, de priorización y pertinencia en el uso que generan según expertos del orbe, de brechas particulares en el acceso, en la calidad y en las expectativas de su empleo, etcétera (UNESCO-OEI-IIPE, 2014). Lo que abre ventanas de oportunidad para la investigación, el desarrollo tecnológico, la formación profesional y de posgrado, así como para la capacitación y la actualización de cuadros técnicos institucionales que poco a poco vayan fortaleciendo las capacidades de nuestras instituciones para diseñar ambientes de aprendizaje propicios con los recursos que ofrecen las TIC. Además, es claro que en todo nuestro sistema educativo las modalidades pedagógicas no convencionales de enseñanza han ido adquiriendo carta de naturalización y hoy tienen una convivencia fructífera con las propuestas pedagógicas de uso común; también resulta evidente que las autoridades federales han considerado importante el desarrollo de las opciones mixtas y a distancia en el Programa Sectorial Educativo 2013-2018, pues las promueven ya no solamente para algunos niveles específicos, sino para todos, e incluso de forma privilegiada en algunos (SEP, 2013). En este sentido, es necesario seguir de cerca los esfuerzos del gobierno federal para el mejoramiento de una infraestructura tecnológica que amplíe la cobertura de la interconexión en el país, así como la correspondiente a la conectividad específica de los centros escolares del nivel superior; indicio de que, en breve, la demanda por los recursos tecnológicos mediacionales para las experiencias de aprendizaje, los cursos, los programas y proyectos de desarrollo en la gestión académica de los programas educativos irá en aumento. Ante ello, la propuesta académica y de trabajo colaborativo que ofrece el Ecoesad se aprecia con ventajas respecto a los proyectos que se basan en la estructuración rígida de relaciones o en la generación de soluciones a problemas sistémicos por parte de una sola institución. Estamos convencidos, tal y como se menciona en las primeras líneas del documento “Ejes para una política de educación media superior y superior a distancia con un enfoque multimodal”, elaborado por nuestra red que: Es una obligación de las organizaciones e instituciones integrantes de nuestro sistema educativo hacer acopio de su conocimiento y experiencia para formular propuestas que contribuyan a impulsarlo de manera coordi- 75