FUNDAMENTACIÓN ESCRITURA TEORICA: PROCESOS COGNITIVOS QUE INTERVIENEN EN LA La escritura es una destreza muy compleja porque exige atender a varios aspectos simultáneamente. Escribir una simple nota para dejarla pegada en la nevera ya exige pensar el mensaje que se quiere transmitir, elegir palabras adecuadas para expresarlo, promover los movimientos de la mano precisos pana que las letras tengan el tamaño y la forma adecuados, etc. No es por ello extraño que muchos niños muestren dificultades en la adquisición de esta destreza y que los tipos de dificultades que pueden aparecer sean bastante variados: algunos niños muestran dificultades ortográficas, otros para transformar correctamente los sonidos en letras y otros, en fin, en la exposición de ideas de manera ordenada. La psicología cognitiva ha acumulado una enorme cantidad de conocimiento en los últimos años sobre los procesos intervinientes en la escritura que permiten saber qué destrezas son necesarias para la adquisición de cada uno de los aspectos de la escritura y ha sugerido pautas acerca de cómo se deben enseñar esas destrezas. El objetivo de la batería de escritura que aquí presentamos es, partiendo de los conocimientos aportados por la psicología cognitiva, evaluar cada uno de los aspectos que constituyen el sistema de escritura, desde los más complejos, como pueden ser la planificación de las ideas, a los más simples, como pueden ser la escritura de sisabas. Pero antes de pasar a describir las diferentes tareas que componen la batería es preciso hacer tina breve descripción de los procesos cognitivos que intervienen en la escritura (para tina mayor profundidad se pueden consultar Cuetos, 1991 y Sánchez y Cuetos, 1998). Cuando se trata de escritura creativa, por ejemplo redactar un cuento, escribir una carta o responder a una pregunta de un examen, lo primero que tenernos que hacer es decidir qué vamos a escribir y con qué objetivo. Por ejemplo, si se trata de una carta a un amigo que hace tiempo que no vemos debemos decidir qué le vamos a contar, tratando de recordar todas las cosas que han pasado en su ausencia y que pudieran interesarle; si es responder a una pregunta de examen tenemos que buscar en la memoria toda la información que tenemos sobre ese tema. Una vez recuperada la información hay un proceso de selección y organización de ese material en función de los objetivos que se pretendan: de selección porque en el proceso de búsqueda surgen informaciones que resultan irrelevantes para lo que se quiere transmitir, y de organización porque hay que dar algún tipo de orden a esas informaciones, sea cronológico, espacial o de importancia, para que el escrito no resulte caótico. Esta actividad de preparación mental de lo que vamos a escribir recibe el nombre de planificación y es la más costosa y la que más tiempo requiere de todas las actividades que intervienen en la escritura. Decidido ya el mensaje que se quiere transmitir comienza el proceso de selección de las oraciones con las que expresar ese mensaje. Hay muchos tipos diferentes de oraciones y la elección en cada momento de un tipo u otro depende de factores muy diversos, tanto lingüísticos como pragmáticos. Por ejemplo, si se quiere especificar algo sobre el sujeto de la oración se puede utilizan una oración de relativo (p. ej., El vecino que cantaba por las noches se cambió de piso), si se quiere resaltan el objeto de la acción se utilizará una oración pasiva (p. ej., El paquete fue enviado por correo urgente), o si se quiere corregir alguna información dada previamente se utilizará una oración negativa (p. ej., No habrá, huelga de autobuses). La manera de indicar los límites de las oraciones y de diferenciar unos tipos de otros (p. ej., las exclamativas e interrogativas) es a través de los signos de puntuación. Los signos de puntuación son la representación escrita de los rasgos prosódicos del habla; por lo tanto, para que se pueda entender un escrito necesita tener bien colocados esos signos. El siguiente estadio de la escritura es el de selección léxica. Durante la construcción de oraciones utilizamos armazones en los que están especificados todos los papeles de sus componentes (sujeto, verbo, objeto...), pero no especificamos las palabras concretas que componen ese armazón. En ese estadio, sabemos que hay un sustantivo o un verbo en forma activa pero aún está por decidir qué sustantivo es o de qué verbo se trata. El proceso de recuperación de las palabras que componen la oración es posterior e implica seleccionar el término léxico más adecuado para el significado que queremos expresar y con la forma ortográfica correcta. La selección léxica se hace en función de una serie de criterios que están presentes a la hora de escribir. Por ejemplo, cuando queremos referirnos al "animal doméstico, utilizado como bestia de carga, con orejas grandes..." lo más probable es que seleccionemos la palabra "burro", aunque también podríamos haber 1 seleccionado "asno", "pollino" o "animal". Elegir una u otra depende del estilo que estemos utilizando, de las personas a quienes va dirigido el escrito, de si alguna de esas palabras ha aparecido recientemente en el escrito y no queremos repetirla, etc. En cuanto a la forma ortográfica, el procedimiento más simple para conseguirla sería recuperando la forma fonológica como si fuésemos a pronunciarla y transformando después cada sonido o fonema que compone la palabra en su correspondiente letra o grafema. Así, si hemos elegido la palabra "asno", bastaría con convertir cada uno de esos sonidos (/a/, /s/, /n/, /o/) en la letra correspondiente. Este procedimiento de escritura, conocido con el nombre de mecanismo de conversión fonema-grafema o, simplemente, ruta fonológica, permite escribir cualquier palabra regular aunque sea desconocida, es decir, funciona con todas aquellas palabras que están compuestas por sonidos a los que sólo les corresponde una letra (p. ej., los sonidos /ti, /d/, /m/, /s/...). No obstante, el uso de esta vía requiere la realización de tres tareas distintas. Vamos a explicarlo con un ejemplo. Supongamos que pedimos a un alumno que escriba la palabra "carta". Para escribir esta palabra el alumno tiene que tomar conciencia de que /karta/ se divide en partes más pequeñas que son los fonemas' y que, por tanto, cada fonema debe tener una representación gráfica (grafema). En segundo lugar, tiene que asignar a cada fonema un grafema (conversión fonemagrafema). Y por último, debe colocan cada grafema en su lugar haciendo coincidir la secuencia fonémica con la grafémica. Cuando algunos de estos subprocesos fallan; se pueden cometer distintos tipos de errores. El error más común es la omisión. Si el alumno no es consciente de un fonema o no recuerda qué grafema le corresponde, simplemente lo omite y así, en el ejemplo anterior, puede escribir "cata". Otro tipo de error también frecuente es la sustitución. Si el alumno no ha afianzado la relación entre fonema-grafema puede sustituir un grafema por otro, por ejemplo cuando escribe "karta", sustituyendo la "c" por la "z". Otro tipo de dificultad es la que deviene por no hacer coincidir la secuencia fonética con la grafémica, y en este caso el error más característico es la inversión, por ejemplo, cuando escribe "crata" por "carta". Estos errores suelen ser muy frecuentes en los momentos iniciales del aprendizaje de la escritura, más en el dictado que en la copia, y se da en mayor medida en las sílabas complejas CCVC y CCV que en las sílabas simples. Pero, ¿qué ocurre con las palabras formadas por sonidos que se pueden representar de dos formas diferentes? En estos casos la complejidad es mayor porque, además de utilizar la vía fonológica para convertir los fonemas en grafemas, se debe tener en cuenta que los sonidos tienen distintas posibilidades de ser representados. Por ejemplo, el sonido /b/ se puede representar con las letras "b" y "v" o el sonido /k/ con las letras "k", "c" (con a, o, u) y "qu" (con e, i). En el caso de que hubiésemos seleccionado la palabra "burro", ¿cómo sabríamos que se escribe con "b" y no con "v"? Algunas de las palabras formadas por esos sonidos con doble representación grafémica siguen reglas ortográficas (p. e,j., las palabras que comienzan por la sílaba "bu" se escriben con "b"), pero hay otras cuya forma ortográfica es totalmente arbitraria (p. ej., "zanahoria"), por lo que sólo si se conocen esas palabras se puede saber cómo se escriben. Es necesario, por lo tanto, disponer de una representación ortográfica de las palabras con ortografía arbitraria para poder escribirlas bien. En este caso, el procedimiento a seguir es que el significado activa directamente la representación escrita sin necesidad de descomponer la palabra en sus fonemas/grafemas. Este procedimiento de escritura se denomina directa o léxica. En definitiva, para obtener la forma ortográfica de las palabras disponemos de dos procedimientos: el fonológico, convirtiendo cada sonido de la palabra en su correspondiente grafema, y el léxico, recuperando directamente la forma ortográfica de la palabra. El procedimiento fonológico es útil para escribir palabras desconocidas, siempre que sean regulares, y el léxico es útil para escribir palabras de ortografía arbitraria, siempre que sean conocidas. Finalmente, entran en acción los procesos motores destinados a convertir las palabras, que hasta ese momento no son más que representaciones mentales, en signos gráficos visibles. También este proceso requiere tornar varias decisiones como son la de seleccionar el tipo de letra 2 (cursiva , mayúscula o minúscula), los tipos de movimientos a realizar (distintos si se escribe sobre una hoja o sobre una pizarra, a mano o a máquina), etc. Cuando en vez de escritura creativa se trata de escritura reproductiva (p. ej., el dictado), la tarea se simplifica enormemente porque se prescinde de los procesos superiores de planificación y de selección de las estructuras sintácticas. En el caso del dictado se parte de las palabras habladas que emite la persona que dicta; por lo tanto, sólo son necesarios los procesos de recuperación de la forma ortográfica de las palabras y los procesos motores. Para la realización del primer proceso disponemos de las dos vías descritas, léxica y fonológica, dependiendo del tipo de palabra a escribir (desconocidas o con representación en la memoria respectivamente). Para la realización del segundo proceso es preciso conocer las reglas que indican cuándo se debe escribir una palabra con mayúscula y poseer los patrones motores que permiten escribir las letras con precisión y rapidez. 3