la vivienda digna, un derecho aún pendiente.

----------------------------------------------------------------------------------------------------“Acercándonos a Ti”, Año 2, No. 38, Abril 24 de 2009.
LA VIVIENDA DIGNA, UN DERECHO AÚN PENDIENTE.
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La Constitución Federal en su artículo 4º establece el derecho a la Vivienda, como derecho
constitucional desde el año de 1983.
Dicho derecho se encuentra contemplado en diversos instrumentos del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos.
La pirámide poblacional de nuestro país exige la satisfacción de una demanda anual de
720 mil nuevas viviendas.
El derecho a la vivienda se encuentra consagrado en el artículo 4º de la Constitución Federal, que
de manera textual señala: “Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa.
La Ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios para alcanzar este objetivo”.
El derecho a la vivienda tiene en nuestro país sus raíces en los postulados que dieron paso a la
promulgación de la Constitución de 1917, y en cuya fracción décimo segunda del Apartado A del
artículo 123 establecía la obligación de los patrones a proporcionar a los trabajadores
habitaciones cómodas e higiénicas. Empero, fue hasta 1983 cuando el derecho a la vivienda se
elevó a rango constitucional en el Título Primero, Capítulo Primero “De las garantías Individuales”.
Para satisfacer las necesidades de vivienda de la población mexicana, se requiere la construcción
de 720 mil nuevas viviendas cada año, de acuerdo con estudios del Consejo Nacional de
Población -CONAPO- que destacan además, que para el año entrante, 2010 se requerirá a nivel
nacional de 30.2 millones de viviendas para albergar a la población actual, al considerar que con
el cambio en la estructura de la pirámide de edades de ésta, cada día es mayor la cantidad de
jóvenes en edad de formar nuevas familias.
En virtud de dicha realidad, el Estado ha propiciado el desarrollo de nuevos organismos y
programas de carácter federal y estatal para tratar de satisfacer dicha demanda. Por ello,
conocemos de la existencia de otros organismos y programas como FOVISSSTE, FOVI, el de
Vivienda Digna, Techo y Piso Firme, Hábitat y Pie de Casa que impulsan tanto la Secretaría de
Desarrollo Social, el Fondo Nacional de Habitaciones Populares y los Institutos de Vivienda
Estatales.
EL DERECHO HUMANO A LA VIVIENDA EN LOS DIVERSOS INSTRUMENTOS DEL DERECHO
INTERNACIONAL.
Gerardo Pisarello, en su obra Vivienda para todos: un derecho en constitución. El derecho a una
vivienda digna y adecuada como derecho exigible; comenta que en México, el párrafo quinto del
artículo 4º Constitucional prevé el derecho de toda familia a disfrutar de una vivienda digna y
decorosa. Lo cual, señala, es un error porque le asigna el derecho a “la familia” y no a todos los
individuos. En segundo lugar lo que garantiza la Constitución es “el disfrute”, pero no su
adquisición, añade.
Desde los tiempos antiguos el tener una vivienda ha sido una condición necesaria para la
supervivencia, para poder llevar una vida segura, autónoma e independiente.
“El derecho a la vivienda es una condición esencial para que puedan realizarse otros derechos,
de modo que cuando no se cuenta con una vivienda los demás derechos pueden sufrir una grave
amenaza”.
Pisarello abunda y explica que cuando una persona vive bajo la presión de un alquiler que no
pueda pagar, se le dificulta el acceder o promover otros derechos humanos como el de la
educación, a la salud y al libre desarrollo de su personalidad.
Un ejemplo de la seriedad del problema de la vivienda no sólo en nuestro país sino en el mundo
entero, son los llamados “sin techo” que asumen como vivienda, formas miserables de cobijo
como son las calles, aceras, viejos autobuses, solares baldíos, sótanos, escaleras, etcétera.
La ONU cuenta con una Relatoría Especial sobre el Derecho a la Vivienda, la cual ha señalado que
los Estados tienen al menos tres deberes generales en esta materia: A) El deber de procurar por
todos los medios posibles, que todos tengan acceso a recursos habitacionales adecuados para su
salud, bienestar y seguridad; B) El deber de facilitar a quien carezca de hogar, o no tenga una
vivienda adecuada, o se encuentre incapacitado en general para ejercer los derechos vinculados
a recursos habitacionales, la interposición de reclamos y demandas; y, C) El deber de adoptar, en
un tiempo razonablemente breve, medidas que al menos indiquen el reconocimiento político y
normativo de los elementos constitutivos del derecho a la vivienda.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la Convención sobre el
Estatuto de los Refugiados y la Convención sobre los Derechos del Niño son una parte de la serie
de instrumentos del derecho internacional de los derechos humanos donde se encuentra
asentado o previsto el derecho a la vivienda.
Habitat Internacional Coalition (HIC), una red de ONG que trabaja en el tema de la vivienda,
desarrolló una herramienta de monitoreo que identifica 14 elementos constitutivos del derecho a
la vivienda. Estos elementos se desprenden de las obligaciones que los estados contrajeron al
ratificar diferentes tratados internacionales. Estos elementos son: seguridad de tenencia; bienes y
servicios; accesibilidad económica, habitabilidad, accesibilidad física, ubicación, tradiciones
culturales, libertad frente a posibles desalojos, información, capacitación, participación y libertad
de expresión, realojamiento, ambiente saludable, seguridad y privacidad.
En nuestro país, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos considera que si bien este es un
derecho social, su problemática radica en la falta de desarrollo de sus contenidos específicos en
la legislación reguladora y por ello “urge la normatividad jurídica que lo constituya como un
derecho subjetivo para cada individuo”.
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