LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER Milan Kundera Informe del libro

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LA INSOPORTABLE
LEVEDAD DEL SER
Milan Kundera
Informe del libro
En este, mi primer trabajo de lectura para antropologÃ−a, trataré de ser clara y precisa con respecto a los
ideas postuladas en el libro.
Si bien el autor desde un comienzo nos habla del Eterno Retorno, del Peso y de la Levedad, es prácticamente
imposible entender lo que allÃ− se expone sin leer y asimilar las historias que encontramos al pasar las
páginas del texto.
Para entender algunas ideas es necesario dar a conocer a los mismos personajes que nacen de ellas.
Tomás, de profesión cirujano, (y por cierto uno de los más conocidos de Praga) presenta un perfil
psicológico tanto o más ambiguo que el de los otros protagonistas; es un hombre mujeriego, que
constantemente cuestiona sus decisiones y sentimientos.
Un dÃ−a conoció a Teresa, una humilde joven que trabaja en la cantina de un pueblo alejado de la capital,
ella fue su única compañÃ−a hasta el fin de sus dÃ−as. Era una mujer muy pudorosa, la cual luchaba
constantemente contra la vergüenza y asco que el cuerpo humano denigrado (desnudo) le transmitÃ−a.
El vivir juntos significó el comienzo de una nueva vida para ambos, para ella se presentaba la oportunidad de
llegar más alto en la vida; en cambio para él se tradujo en una constante y paciente preocupación, ya que
tuvo que hacerla feliz y a la vez esconder lo más posible sus infidelidades. Karenin (perra) fue la
compañÃ−a fiel que Teresa esperó encontrar en Tomás.
Al enterarnos de la vida sexual de Tomás conocimos a Sabina. Era una pintora con ideas y actitudes un tanto
extrañas y revolucionarias para su época; la libertad fue su lema, asÃ− se explican sus “amistades
eróticas”, con las cuales compartÃ−a sólo “intensos” momentos.
Cuando Sabina emigró a Zurich (Suiza), enlazó amistad con un varonil y musculoso profesor, su nombre
era Franz.
La vida del educador circundaba entorno a su esposa e hija, a la universidad, a las ciencias y a sus
experimentos e investigaciones.
Haber conocido a Sabina lo llevó a un mundo totalmente desconocido y fascinante, pero que no supo
controlar.
De repente se encontró separado (solo), apasionado y derrumbado... Sabina huyó de su lado acompañada
de su ligera libertad.
En este libro Kundera presenta el mito del “Eterno Retorno” , nos dice:
<<la vida que desaparece de una vez y para siempre, no regresa; es como una sombra, está muerta de ante
mano>>.
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También hace alusión al postulado de Nietzsche:
“¡pensar que alguna vez haya de repetirse todo tal como lo hemos vivido!.
Se refiriere a que los instantes de nuestra vida se repetirán una infinidad de veces durante la eternidad.
En la historia, el Eterno Retorno se presenta a través de los sueños de Teresa, los cuales le recuerdan su
temor y recato a la desnudez. Como ya sabemos, desde pequeña se angustiaba ante el ambiente de
desvergüenza que habÃ−a en su casa, todo le molestaba, desde que no la dejaran cerrar la puerta del baño
cuando se duchaba, hasta que su madre soltara sonoras ventosidades frente a las amigas y mostrara la placa
bucal que llevaba. Aquellas imágenes de la mamá la perturbaron durante toda su existencia, haciéndose
asÃ− susceptible a cualquier actitud semejante.
Otro ejemplo, que también se refiere a Teresa, es la lucha que debÃ−a dar para hacerse lugar entre la
poligamia de Tomás. Aunque escapó de Praga y Zurich, en busca de tranquilidad, no pudo cambiar la
situación, tuvo que convivir con la tormentosa deslealtad de su esposo.
También vimos que el Eterno Retorno se manifestó a Tomás a través de su profesión, recordemos
que primero trabajó en medicina, luego limpió centros comerciales y casas particulares, y finalmente
terminó siendo conductor de camiones. La salud se le volvió a presentar cuando debió inyectar a Karenin
(con eutanasia) para que muriera tranquila.
En este caso él se enfrentó y superó el retorno, cosa que le costó de sobremanera a Teresa.
El Eterno Retorno significaba para Tomás adquirir un grado más de madurez.
En el libro también se dice que el Eterno Retorno es la carga mas pesada, convirtiéndose nuestras vidas
sólo en levedad.
La próxima idea se refiere a la Levedad y al Peso.
Al comienzo Parménides afirmaba que la Levedad era positiva y el Peso negativo. Igual que Nietzsche, que
decÃ−a que peso es terrible y la levedad maravillosa.
Gracias a lo leÃ−do podemos negar ambas tesis, ya que la carga pesada nos destroza y aplasta, pero a la vez
es la imagen más intensa de la plenitud de la vida. Cuanto más pesada es la carga nuestra vida será más
real y verdadera.
Y la levedad hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire a tal punto de volverse insignificante; esto
ocurre porque el peso y la levedad no son una contradicción.
El peso por sÃ− no tiene cualidad de peso, dentro de él existe levedad; al igual la levedad no carece de
peso; son estados complementarios, que se pueden transformar uno en otro.
Ambos conceptos tienen un carácter progresivo, encontramos a uno que nos lleva indiscutidamente al otro, y
asÃ− se puede seguir sin saber como desarmar la madeja de dudas.
En el texto encontramos múltiples ejemplos de la levedad, pero que al transcurrir la historia toman un doble
valor:
Vimos el terco miedo de Tomás a tomar decisiones, se amparaba en su tesis del borrador, me explico, él
pensaba que la vida acontecÃ−a una sola vez y no podrÃ−a compararla con vidas anteriores ni tampoco
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arreglar la decisión mal tomada; el hombre vive todo a la primera, ósea que nuestra vida es un boceto que
no antecede a ninguna obra de arte.
De ahÃ− vienen las largas y repetitivas reflexiones con respecto a los giros que tomarÃ−a su vida.
La mayorÃ−a de las veces Tomás se dejó llevar por las circunstancias y por el tiempo, por ejemplo, dudaba
si invitar a Teresa a vivir junto él, pero fue tan largo su cuestionamiento, que antes de que se diera cuenta
ella ya estaba con sus maletas frente a su puerta.
La única decisión, a mi parecer, importante que él tomó fue el ir en busca de Teresa a Praga; pero
recordemos que toda la seguridad que tenÃ−a en su viaje de desde Zurich a Checoslovaquia, repentinamente
se esfumó, encerrándose en la desesperación.
Dentro de estos ligeros sucesos, podemos ver el gran peso de la resolución que cae sobre los débiles
hombros del médico; transportándolo nuevamente a la levedad.
En la huida, Teresa encontraba rápida y fácil solución a sus problemas, asÃ− lo vimos cuando se fue del
lado de su madre; dejó el pequeño pueblo y la cantina, y se fue a vivir al lado de Tomás. Arrancaba de las
muecas de la mamá, de los baños abiertos y de los borrachos que se le insinuaban en la taberna.
Como ya mencioné también escapó de Praga; la relación que mantenÃ−a con Tomás era
insostenible, no aguantaba a sus amantes, por eso lo convenció para que emigraran. Ya en Suiza la
situación no varió, su esposo seguÃ−a teniendo amantes, por lo que ella decide nuevamente huir y vuelve a
Checoslovaquia.
Una vez ya establecidos en Praga, Teresa vuelve a tener los mismos problemas con su cónyuge.
Escapa junto a Tomás (por última vez), pero en esta ocasión al campo, donde prácticamente no habÃ−an
habitantes, asegurándose asÃ− la monogamia de su pareja.
La huida en sÃ− representaba una insignificante libertad, que reconocÃ−a el peso de las situaciones pasadas;
pero que al mismo tiempo, la vida junto a la desnudez de su madre y la poligamia de tomas se volvÃ−a leve y
su personalidad se aplastaba contra la tierra.
Franz siente una enorme atracción hacia el vacÃ−o de una antigua catedral gótica, para él, el vacÃ−o
representa la felicidad y la comodidad de tener fuera de su existencia todo lo que le disgustaba, era andar por
la vida sin ataduras ni preocupaciones; ese mundo irreal que lo llevaba a la fraternidad, a la justicia y a la
igualdad, sólo lo compartÃ−a con Sabina.
Esta Gran Marcha era un camino leve que defendÃ−a sus Ã−ntimos deseos polÃ−ticos, pero que al mismo
tiempo le pedÃ−a soportar el Kitsch que cobijaba.
Para la artista la Levedad se enfoca principalmente en sus traiciones; a su lado tuvo a muchos hombres que en
realidad la amaban y respetaban, por ejemplo Franz, pero para ella era aún más importante su
independencia.
La compañÃ−a constante de un hombre era sinónimo de sometimiento, un estilo de vida que ella no estaba
dispuesta a experimentar; porque sabÃ−a del enorme peso que caerÃ−a sobre su tenue ser.
El Peso, también fue vivido por los personajes...
Para Tomás fue sofocante su sentimiento de compasión, no podÃ−a mantenerse sereno ante el sufrimiento
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de Teresa, vivÃ−a con ella el dolor que sentÃ−a al enterarse de la existencia de Sabina y de sus otras amantes;
incluso no era capaz de enojarse con ella sino que la querÃ−a aún más. La compasión enceguecÃ−a sus
ojos, no veÃ−a con claridad su mundo sexual, llegando a recurrir al alcohol para poder atenuar, en algún
grado, su padecimiento.
En un momento de la historia, el vértigo se adueña de Teresa; como ya sabÃ−amos su objetivo era llegar
“más alto”, pero cuando llegó a determinada altura, la invadió un poderoso deseo de caer en la
profundidad que se abrÃ−a a sus pies.
La profundidad (el “abajo”) que la atraÃ−a, era el volver a casa de su madre, sentarse junto a ella y sus
amigas y soltar ventosidades, y andar por la casa semidesnuda sin cerrar la ventanas.
Aquella sensación era poderosa, llegando a desplomarse constantemente en la calle y hasta se les caÃ−an las
cosas de las manos. Teresa necesitaba caer...
En la vida de Sabina el peso tomó la forma del Kitsch, era el ideal estético que aborrecÃ−a con todas sus
fuerzas; el Kitsch eliminaba de su punto de vista todo lo que era esencialmente inaceptable para la humanidad,
a su parecer se limitaba a lo perfecto, lo celestial.
Se dio cuenta que el kitsch caÃ−a sobre sus hombros cuando se emocionaba al ver el estereotipo de familia o
una casa iluminada con personas adentro.
Bueno, para Franz fue distinto, el peso no era una situación sino una persona, Sabina.
Cuando ella lo dejó su imagen se transformó en un ángel, que se posaba sobre él, ahogándolo en la
insatisfacción. Pero ese peso, representaba la levedad de su ser.
Volviendo asÃ− al juego del péndulo que conocimos en un principio (uno nos lleva al otro).
Y como idea final podrÃ−a plantear la Casualidad.
Tomás pensaba en que Teresa era la personificación de la casualidad absoluta; ya que si su jefe (cuando
trabajaba en el hospital) no hubiera tenido ciática, a él no lo hubieran destinado a visitar a un paciente en
aquel alejado pueblo; justo fue a parar al hotel donde atendÃ−a Teresa; casualmente le sobro tiempo para
visitar la cantina del establecimiento; justo estaba ella de servicio y atendió su mesa.
Todas aquellas coincidencias lo hacÃ−an reflexionar, respecto a lo diferente que serÃ−a su vida si esas
eventualidades no se hubieran presentado; se dio cuenta de lo casual de su amor, de lo leve de su amor.
También vimos una escena del libro donde encontramos variadas coincidencias:
Recordemos cuando Teresa fue al estudio de Sabina en Praga; la artista se desnuda ante ella y le plantea su
visión frente a la desnudez: “No hay nada de particular en los cuerpos desnudos. Son normales. Todo lo que
es normal es bello.”
Una vez que Teresa la escucha casualmente se traslada a su vida pasada, la vida que tenÃ−a junto a su madre,
esa mujer que pensaba igual que la amante de su esposo.
Luego fue el turno de ella, Sabina le ordenó que se desvistiera con las mismas palabras que Tomás lo
hacÃ−a con ambas.
Teresa nunca habÃ−a estado desnuda frente a otra mujer, pero casualmente esta vez estaba sin complejos
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frente a la artista; frente al rostro de la poligamia de su pareja, el peso de su ser.
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