• ¿Puede hablarse de la existencia de una relación entre el narrador y Faustine? (¿Por qué sí o por qué no?) ¿Qué sucede a estos personajes a lo largo de la novela? Tanto como una relación entre en narrador y Faustine, no. Hay una relación del narrador con Faustine, pero no viceversa. Es el narrador quien interactua con la imagen de Faustine, es él quien se enamora y trata de sostener un diálogo con ella, pero la conciencia de Faustine no existe en el mismo plano que la del narrador, sino en uno diferente, en uno pasado que se recrea en la isla. Claro que la conciencia de Faustine está presente n la novela, pero no es con el narrador con quien que se relaciona. El argumento principal de esta hipótesis se demuestra la final de la novela, cuando el narrador pide, como un acto piadoso a quien encuentre su diario, y sea capaz de evolucionar la invención de Morel, al grado de recuperar las almas retratadas por la propia Invención, que junte las esencias de ambos, el narrador y Faustine. A lo largo de la novela, Faustine se presenta como una imagen, ni siquiera como un fantasma, como una que actúa y siente, pero no lo que sucede en relación con el narrador, sino con lo acontecido durante la semana en la cual fue grabada. Lo que sucede con el narrador es una vida fugitiva, que, al llegar a la isla, se trasforma en una pesadilla al ver cosas y escuchar ruidos. El narrador duda de su propia razón, se da a sí mismo teorías de lo que percibe (raíces alucinógenas, un plan complicadísimo de las autoridades para atraparlo, etc.). Explora, trata de razonar todo lo que sucede, se las ingenia para sobrevivir. Se enamora de Faustine, quizá más por soledad y desesperación que por la propia mujer, y así lo da a entender al sentir una ambigüedad, entre repulsión y atracción. Cuando al fin comprende lo que sucede (o sucedió); cuando entiende la intención y el funcionamiento de la Invención de Morel, se resigna a la existencia de las imágenes y a la inexistencia de Faustine; pero no a perderla, es por eso, que se incorpora a la semana que Morel y sus acompañantes viven en la isla, con la esperanza de algún día entrar en la conciencia de Faustine. Quizá todo lo que pasa en la cabeza del narrador, con relación a Faustine, se resume en la siguiente frase del diario del narrador: ...estar enamorado de una de esas imágenes era pero que estar enamorado de un fantasma (tal vez siempre hemos querido que la persona amada tenga una existencia de fantasma). • ¿En qué consiste la invención de Morel? ¿Qué objetivo tenía? ¿Cómo la describe Bioy Casares? La invención de Morel es una máquina que graba todos aspectos sensitivos de un ser vivo, de manera tan completa y eficaz, que captura en consecuencia, el alma. La máquina tiene tres funciones fundamentales: retener las imágenes, como las imágenes de un espejo, de los seres vivos, así como situaciones que atraviesan; grabar lo retenido, y, por ultimo, proyectar en el mismo escenario y circunstancias, todo lo gravado, así como repetirlo al gusto del operador (en este caso constante, pero no ininterrumpidamente). El objetivo de la máquina es muy sencillo: la inmortalidad. Casares describe la Invención como una serie de motores alimentados por la energía hidroeléctrica que proveen las mareas. La Invención está oculta y protegida, por las mismas imágenes que ésta proyecta, en el cuarto de porcelana que asemeja al cielo. También está equipada con cámaras y proyectores estratégicamente colocadas en toda la isla. • Explicar el papel de la imaginación (en cualquier nivel posible) como elemento estructurador de la 1 novela. El papel de la imaginación es importantísimo en el caso del narrador, ya que éste imagina una serie de circunstancias que da por hecho, hasta que no comprueba lo contrario. Tal es el caso de las teorías que supone para la presencia de los visitantes de la isla; los imagina como conspiradores que vienen a atraparlo, como locos en un manicomio, como fantasmas, etc. También supone cosas de las conversaciones entre los visitantes, como cuando cree que Morel y Faustine están hablando de él, o cuando la gorda cuentas historias de fantasmas, inclusive imagina que Faustine lo ignora deliberadamente. Imagina también la forma en la que piensa Faustine, supones que está enamorada de Morel, luego imagina que no; piensa que Morel es quien ama a Faustine, después no lo cree. Imagina también, aunque no lo dice, qué es lo que pasó cuando Faustine, Dora y Alec se encierran en el cuarto (este punto es importante, en cuanto que el narrador no se atreve a averiguarlo y prefiere seguir imaginando). En conclusión como elemento estructurador de la novela, la imaginación crea las situaciones por las que pasa el narrador, ya que si éste no hubiera imaginado y supuesto nada, la novela perdería el argumento de peripecias del que habla Borges en la edición prologada por él (Tercera edición de julio de 1953, Emecé Ediciones). • ¿Hay símbolos en la novela? Explicar. T.B.− Y no sé hasta donde no hemos sido nosotros los que inventamos la idea del tiempo desde el punto de vista metafísico. Lo sentimos como si fuera una suerte de referencia que necesitamos, pero que en realidad no existe. Lo que existe es la ETERNIDAD. Y todo es un PRESENTE CONTINUO. Bioy Casares.− Claro. Es como si fuéramos en un tren. Primero tenemos llovizna, después tenemos una lluvia muy fuerte, y después nos caen piedras... Es una continuidad. Bioy Casares.− Yo creo que lo que entendemos nosotros por literatura fantástica corresponde a lo que es mi obra, o si no a algo que no me gusta nada, que es la ciencia−ficción. Cuando leo libros de ciencia−ficción generalmente me parecen malos o no me interesan. Y tengo la melancólica convicción de que se me ocurren historias de ciencia−ficción con bastante frecuencia. En este fragmento de la entrevista que Tomás Barna hace a Bioy Casares, encuentro u guiño de lo que el autor intenta con su literatura. Al catalogar la literatura de Casares (y en este caso particular, la invención de Morel), como literatura fantástica, se pueden desprender dos teorías. La primera es que sí, la novela está llena de símbolos que la relacionan con la realidad, con el sentido del amor y la soledad, de la locura y la desesperación. De la eternidad. La segunda es un poco más simple, y me lleva a pensar en la aventura por el gusto de la aventura, por el mero placer de dejar que las cosas pasen, sin nada más allá, aunque siempre teniendo en cuenta los móviles que hacen surgir la literatura, ya sea el amor, el desamor o cualquier otro ejemplo, que siempre están presentes en toda obra, y que nos muestran un punto de referencia con el alma humana, ya sea en forma de símbolos, o no. En el caso de la invención de Morel, encuentro todos los puntos que disparan la creación: el amor, la desdicha, en jugar a ser Dios, pero nos los veo como símbolos, ya que los encuentro bastante explícitos, a flor de piel en los personajes, por lo menos en el narrador que es el único que manifiesta su conciencia en tiempo real. Lógicamente, si se busca un símbolo se va a encontrar, pero no creo que los haya; puede verse a Faustine 2 como un símbolo de lo inalcanzable, de la búsqueda de romper la soledad, pero sinceramente no lo creo, prefiero guiarme por las palabras de Borges: Adolfo Bioy Casares, en estas páginas, resuelve con felicidad un problema acaso más difícil. Despliega una odisea de prodigios que no parecen admitir otra clave que la alucinación o que el símbolo, y plenamente los descifra mediante un solo postulado fantástico pero no sobrenatural. Bibliografía: • Adolfo Bioy Casares. La invención de Morel. Emecé Editores. Buenos Aires, Argentina, 1953. • Entrevista de Tomás Barna. Conversando con Bioy Casares: Una Invitación al Viaje. La máquina del tiempo. Argentina, 1997. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Lengua y Literaturas Hispánicas − Sistema de Universidad Abierta NARRATIVA HISPANOAMERICANA CONTEMPORÁNEA La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares *** 3