CUERPOS POLICIALES VIOLAN LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA ¡Viva la muerte! ¡Muera la inteligencia! El 12 de octubre de 1936, en la Universidad de Salamanca se estaba conmemorando el aniversario del descubrimiento de América. El rector era Miguel de Unamuno. En medio del acto solemne, llegó el general franquista Millán Astray, rodeado de sus legionarios armados. El acto continuó, alguien del auditorio gritó “Viva la muerte”. Millán Astray se fue enojando con los discursos y repitió el grito “Viva la muerte” y luego agregó “Muera la inteligencia”. Ante esto, Miguel de Unamuno respondió: “¡Éste es el templo de la inteligencia! … Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. … Venceréis, pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir, y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha”. Esta semana, 74 años después de esos acontecimientos, en el año del 70 aniversario de la Universidad de Costa Rica, hemos vivido actos dignos del general Millán Astray. La invasión del campus universitario por parte de un inmenso grupo de oficiales del OIJ, apoyados por la Fuerza Pública, con un abuso notorio de la autoridad, una prepotencia digna de los cuerpos policiales de cualquier dictadura, es algo que nunca hubiéramos esperado en Costa Rica, que pensábamos era historia antigua, que se había superado… Sin embargo, el Director del OIJ, del Fiscal General y según afirma La Nación, hasta la Corte Plena, avalan lo actuado por los oficiales del OIJ. ¿El Poder Judicial se hace cómplice de la violación de la autonomía universitaria? ¿También apoya la violación de los Derechos Humanos de las personas que fueron salvajemente agredidas? La violación de la autonomía universitaria es tan grave que tradicionalmente los gobiernos democráticos se cuidan de respetarla, porque es un comportamiento de las dictaduras. ¿Por qué no se coordinó con las autoridades la detención del funcionario acusado de corrupción? ¿Por qué se hizo un despliegue de esa magnitud cuando no estaba amenazada la seguridad nacional, ni se trataba de una persona acusada de delitos que pusieran en peligro la vida de otras personas? Defender la autonomía de la Universidad de Costa Rica no implica proteger delincuentes, ni estar de acuerdo con la corrupción. Si en realidad el funcionario fue responsable de violar la ley, se le podría haber detenido sin ningún problema, si tan sólo se hubiera coordinado. En lugar de ello se prefirió usar la violencia, invadir, golpear, arrastrar a las personas. El fiscal General dice que los funcionarios no sacaron sus pistolas, sin embargo, las tocaban continuamente, en una actitud amenazante y provocadora. Si el fin que perseguían era detener a un supuesto delincuente, resulta extraño que volvieran a ingresar a amenazar a estudiantes, funcionarios y funcionarias de la Universidad, después de tenerlo detenido. Definitivamente, lo que pasó el lunes es grave, es una violación de la tradición democrática, un avasallamiento de los Derechos Humanos y lo que es más grave, una acción justificada por los superiores de los funcionarios implicados. Por eso no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Mañana, jueves 15, a las 9.00 a.m., todas y todos a marchar, a defender nuestra Universidad y enfrentar el totalitarismo. Sylvia Mesa Peluffo